ARMY: Presente en Mazatlán

Por Frida Guadalupe Arrazola García

Mazatlán, Sin. Entre el 2018 y el 2020 las listas musicales de todo el mundo estuvieron repletas de un género en particular. El k-pop, es un género nacido en Corea del sur en la década de los noventa, dicho concepto se muestra como una reinterpretación de las bandas occidentales. Con una estructura de cantantes, bailarines y una línea de rap, hoy en día encontramos a estas bandas dominando las listas de popularidad y rompiendo récords mundiales, sin embargo, no podemos hablar de una banda sin mencionar a sus seguidores, ya que estos son los consumidores de su música y mercancía.

Existen un sin fin de artistas con seguidores fieles, pero en el mundo del k-pop, los fans se han logrado distinguir por el modo en el que operan, teniendo parámetros muy específicos a la hora de consumir el contenido o los proyectos de la agrupación. Ante la gran variedad de bandas y colectivos, es importante analizar cómo funciona la construcción de identidad tanto individual como colectivamente, lo que llevó al análisis de uno de los colectivos de fans, más grandes de todo el mundo.

ARMY, es el fandom (conjunto de seguidores) de la banda surcoreana BTS, en la actualidad llevan el título de “el fandom más grande y poderoso de la industria”. Han revolucionado el concepto de fan, ya que gracias a su organización encontramos un incremento en la popularidad de un género que antes se mantenía para unos pocos. El hecho de pertenecer a este grupo ha marcado no solo una estética o un lenguaje para comunicarse entre ellos, sino también características importantes para la formación de una identidad colectiva.

A través de las redes sociales dejan ver un poco de la dinámica que manejan, es así como videos donde algunos chicos realizan una coreografía de la agrupación se vuelven tendencia. A la par está la localización, usualmente estas acciones se dan en las grandes metrópolis mexicanas, donde la cultura de la ciudad juega un papel importante. Por ello nos hemos tomado la tarea de buscar dentro del puerto de Mazatlán Sinaloa, los lineamientos que siguen los fans y los factores que utilizan para construir su propia identidad como fandom local.

 ¿Qué es army?

En principio podemos denominar a ARMY como los fans de BTS, pero más allá de este concepto encontraremos su participación conjunta en proyectos propios que benefician a la sociedad de una o de otra forma. Podríamos pensar que para ser ARMY basta con ser fan del género, si bien esta puede ser la parte inicial también, se tiene que ver un interés y amor por el grupo.

El debut de la agrupación se da el 13 de junio de 2013, aunque inicia con un número reducido de seguidores a través de sus conceptos y  propuestas musicales fueron llamando la atención del público teniendo para el año 2020  una legión de fieles fans tras ellos. El trabajo del colectivo también fue cambiando conforme a los años, teniendo hoy en día en su historial importantes campañas altruistas donde colaboran en aspectos ambientales y sociales.

Si preguntamos sobre la forma en la cual alguien puede pertenecer al fandom, nos encontraremos con una sola respuesta, estás es el amor hacia BTS, ya que dentro de sus parámetros no existe un manual para seguir al grupo, pero sí un gran amor hacia ellos. Hablando con algunos integrantes del colectivo, nos topamos con Ana Gabriela Hernández, quien es la organizadora de algunos eventos locales dentro de la ciudad de Mazatlán.

“Solía seguir grupos de chicas, hasta que en el inicio de mi Facebook comenzaron a aparecer videos sobre BTS, me pregunté quienes eran y me di a la tarea de investigar a este grupo de chicos, los cuales traían muy buenas canciones, muy buenos bailes y muy buenos conceptos. Quedé encantada, porque soy una gran fan de Michael Jackson, y todos los conceptos totalmente diferentes siempre me atraen, note ese distintivo en BTS y quede encantada.”

Al realizar la pregunta sobre su acercamiento con el grupo múltiples respuestas son dadas, pero todas tienen en común sus conceptos, ya que gracias a ellos se hicieron conocidos dentro de la industria, esto a su vez acerca a los fans a indagar sus bases terminando maravillados por cómo los usan, incluso vemos que a manera de diversión se han establecido retos donde en un lapso de tiempo se leen libros recomendados por los integrantes o usados en su discografía, es así como vemos las primeras señales donde cambia parte de la vida cotidiana de los fans.

Organización

Algo que sin duda han halagado muchos expertos dentro y fuera de la industria es la gran organización con la que cuenta ARMY, pues gracias a este colectivo se ha modificado el consumo de contenidos digitales.

La palabra stanear en principio se usa para decir que seguimos algo, pero en este mundo adquiere una connotación diferente, teniendo parámetros dentro del consumo de la mercancía, proyectos musicales, la historia del grupo, el grupo como tal y la estética que puedan tener tanto la banda como los integrantes.

Hablando sobre los proyectos musicales, cada que un nuevo estreno se aproxima en las diversas plataformas existen cuentas creadas por y para fans donde suben imágenes con ciertos números que especifican las metas de reproducción a las que deben llegar en un lapso de tiempo, ya sea en un día entero o en una semana. Esta forma de organizar las metas funciona para realizar el llamado stream, implica que se dedique una buena parte de nuestra atención y tiempo para el cumplimiento de los números, siendo el nuevo estándar dentro de la industria.  

De igual manera, el mecanismo de organización para las labores altruistas que tiene el colectivo logra que las metas establecidas se cumplan, surgiendo esta costumbre a petición propia de la banda, ha sido un parte aguas para que las personas se involucren en movimientos sociales o ambientales, como ejemplo encontramos el donativo realizado por el colectivo en uno de los movimientos con más impacto dentro de Estados Unidos. “BTS ARMY lanzó su poder detrás de una iniciativa de justicia social, igualando, y finalmente superando, la donación de $1 millón del grupo a Black Lives Matter” (Bryan Rolli, 2020).

A pesar de que esta organización funciona bien dentro de la red, no debemos olvidar que fuera de esta también existe interacción. Al pertenecer al fandom se busca contar con un lugar en donde puedan difundir ideas y compartir gustos en común, como se  mencionó antes, en múltiples lugares se reúnen para la realización de eventos o actividades que promuevan la comunicación entre los seguidores.

Mazatlán al ser una zona donde la llamada narcocultura se encuentra tan presente, el territorio se vuelve pequeño para las subculturas emergentes, esto en comparación con las grandes metrópolis en México. Gracias a la dispersión en el puerto llegamos a creer que no existe la convivencia que vemos en nuestras redes, y saliendo del círculo cercano, para muchos se vuelve algo solitario. Annie también nos comparte su experiencia creando y difundiendo actividades para los seguidores.

“Hace tiempo, nos dimos a la tarea de crear la fanbase oficial de BTS por parte de Mazatlán, la cual no tuvo un seguimiento como debería, porque son muchas cosas que se involucran, como el tiempo o la dedicación. En ese entonces éramos solo estudiantes, no podíamos con la carga de estar en redes, hacer actividades, la escuela y el trabajo, entonces decidimos usarlo, pero ahora queremos continuar con este nuevo proyecto”.

Estigma impuesto por la sociedad 

Al hablar de ARMY de manera cotidiana nos encontraremos múltiples opiniones, algunas positivas y otras un tanto malas; sin embargo, parte del problema se genera dentro del municipio, ya que al ser una cultura bastante nueva suele ser tratada como rara o ridícula, en las calles podemos escuchar a las personas denigrar la estética con la cual los individuos del colectivo están vestidos.

Al decir que es un fenómeno actual, se puede llegar a interpretar que solo personas de un rango de edad entre 15 y 20 años son los que consumen las canciones, creando una regla no escrita para la sociedad. Pero dentro de ARMY el número de personas es tan grande que el rango de edad es variado. “De acuerdo con un censo de 2020, realizado por ARMY, en el que participaron 400.000 personas, el ARMY está presente en más de 100 países, y aunque una gran mayoría está conformado por menores de edad, el 49% restante son mayores de 18 años” (Alejandra Ramos, 2021).

Pero este fenómeno no solo se reduce en la edad, sino también en el género, las personas detractoras del colectivo han señalado a hombres y sus preferencias sexuales por el consumo de la música o la estética, lo que lleva a que los individuos manifiesten un sentir de vergüenza. Este hecho estaba presente con mayor notoriedad en los primeros años de popularidad (2017-2019).

El lenguaje interno

Un ejemplo perfecto de la resignificación del lenguaje es sin duda ARMY. La forma en la que este grupo de fans interactúan muestra la necesidad de adaptar palabras ya existentes para una mejor comunicación, esto gracias a la interacción masiva digital. Las palabras que creíamos representaban algo determinado, dentro de este fandom son completamente distintas a lo que imaginamos. 

La palabra bias, en sentido concreto, significa favorito. Se refiere principalmente a la acción de decantarnos por algo, en particular hablamos de una persona usualmente famosa, desde la perspectiva del colectivo no solo se trata de tener algún integrante favorito de la banda, más bien busca compartir ciertos aspectos con esta persona, dichos aspectos pueden variar en cuanto a gustos, personalidad, forma de vestir o incluso ideologías. 

Conversando con una fan que acaba de entrar hace tan solo dos años, notamos como dichos términos son incorporados a su lenguaje, aun cuando estos solían ser desconocidos, para ella en la actualidad adquieren un sentido diferente. Ante la pregunta sobre el conocimiento previo de estas palabras, su respuesta fue un no.

“Sinceramente no, incluso la palabra fandom antes de estar en el mundo de k-pop para mí era rara, lo más que llegaba a escuchar es que una persona era fan de un artista, pero la palabra como tal para mí era muy rara escucharla e imaginar de lo que es stanear, o lo que es un bias en un grupo. Nunca había escuchado esto hasta que inicie en este mundo”.

Además de esto, Sofía nos menciona que al modificar su vocabulario ha tenido un mayor éxito en cuanto a las relaciones personales que entabla, siendo esta interacción dentro de su rango de edad. Se puede decir que nos remite al uso del lenguaje como medio de identidad colectiva.

Para concluir, es grato encontrar como fan a personas que busquen difundir actividades dentro del puerto, solía tener la percepción de quietud por parte de los seguidores mazatlecos, pero gracias a páginas como Hallyu Zone, descubrí que esa percepción sólo está ligada a una falta de interacción en cuantas locales, así como también a la escasa difusión.

Si bien parte de las posturas que comparten las personas que participaron en las entrevistas coinciden, es imperativo destacar como detrás de cada individuo, la forma en la que se acercaron varía acorde a su contexto. Sofía se muestra abierta a echar por parte de amigas cercanas las propuestas musicales que traen, mientras que Annie ya tenía antecedentes dentro del k-pop. Es por esas diversas historias que la percepción puede variar.

Algo que resalta es que aun a pesar de los estigmas, los seguidores dentro del género masculino no temen asistir a eventos y compartir su experiencia, o bien, usar la estética que mejor se amolde a ellos, tomando como inspiración el concepto de su banda favorita. En cuanto a la edad, muchas madres acompañan a sus hijos en un gusto en común, escuchando o bailando las canciones, creando una mejor comunicación y dejan de lado el cartel que la sociedad pone en sus frentes, señalando que son mayores para escuchar esa música.

Por último, ver nivel de organización, interacción y forma de comunicación que tiene el ARMY de Mazatlán, hace que nos demos cuenta de lo rico que y fascinante que es formar parte de este mundo, son sumamente cálidos al estar en su entorno, invita a que te unas y disfrutes del momento, sin duda debemos dejar de criticar y mejor aprende de lo que nos pueden enseñar aún con esas ligeras partes negativas.