ECONOMÍA ECOLÓGICA, UNA SOLUCIÓN ANTE EL DESCUIDO AMBIENTAL
- La economía ha ido creciendo a costa del medio ambiente
- Es en la economía ecológica donde se comprende la importancia de los combustibles fósiles
- La economía ecológica pugna por la combinación entre el capital mundial, pero al mismo tiempo por el cuidado del medio ambiente
Por Frida Edith Andrade AlemánMéxico (Aunam). Las yemas del dedo índice y el pulgar se unen para arrancar una flor, después una mano es la que toma una resortera para lanzarle una piedra a un ave, entonces, ésta se encuentra moribunda y se desvanece por el aire. Pero pasado el tiempo ya no se trata sólo de una mano humana sino del par de brazos de un hombre que preparan una sierra para cortar un árbol; al trascurrir de los años ya no son sólo unas cuantas personas las que agreden a la naturaleza sino un grupo de éstas con una maquinaria y planes muy bien definidos para extraer el oro negro y convertirlo en billetes.
Así es como a lo largo de la historia, la economía ha ido creciendo a costa del medio ambiente. Este abuso por parte del hombre hacía la naturaleza fue lo que se comentó y analizó en la conferencia dada por Joan Martínez Alier, economista ecológico, catedrático en economía de la Universidad Autónoma de Barcelona.
La presentación acerca de la macroeconomía ecológica formó parte del Ciclo de conferencias: El pensamiento ecológico frente al siglo XXI, llevado a cabo en el auditorio Carlos Graef de la Facultad de Ciencias en Cuidad Universitaria. Este proyecto responde al Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA), este último ha existido desde hace 20 años.
Martínez Alier reconoció que la economía convencional es un campo donde nacen las deudas y no toma en cuenta la destrucción de la biodiversidad; es en la economía ecológica donde se comprende la importancia de los combustibles fósiles (petróleo, gas) como médula de la producción del capital mundial, por lo cual, deben de ser extraídos con responsabilidad y para el beneficio de todo la población, no sólo para las personas ricas.
Por ello, Martínez Alier afirma “el ecologismo no es un lujo de los ricos sino una necesidad de los pobres, ya que éstos son los más perjudicados por el urbanismo”, pues el fundamentalismo del mercado olvida las necesidades de los pobres. Los recursos naturales están siendo extraídos de manera acelerada, nos se respetan los ecosistemas, sólo se buscan las ganancias económicas.
Por lo cual han nacido movimientos organizados como Justicia ambiental, creado en Estados Unidos 1982, después se difundió por todo el mundo. Otro movimiento fue el Chipko en India, donde las personas se paraban alrededor de los árboles para abrazarlos y evitar que los talaran, se convirtió en una de las muestras más amplias del ecologismo popular.
Así que la economía ecológica pugna por la combinación entre el capital mundial, pero al mismo tiempo por el cuidado del medio ambiente, del cual se puede ganar más siempre y cuando se manejé con responsabilidad.
El doctor Martínez Alier retomó la idea de Sicco Mansholt (un político neerlandés), el cual, reconoció las contradicciones de nuestro sistema, pues hablaba de una desintegración entre la economía, sociedad, energía y medioambiente, cuando lo que se necesita es la unión de todos éstos para formar dicho sistema, es decir, no sólo prestar atención en las ganancias y pasando por alto los otros tres factores.
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