¡El espíritu sigue volando alto!


Por J. Valdez
México. A pesar de la cancelación del Mundial Universitario en Hungría, el equipo de Ultimate Frisbee de la UNAM se mantiene trabajando duro y con ánimo para llegar a Colombia a finales de año. 

Probablemente jamás hayas escuchado hablar de este deporte, pero a continuación te explicamos en qué consiste este juego tan divertido, inclusivo y que fomenta los valores como la honestidad, el trabajo en equipo y el compromiso, todo como meta y objetivo del juego. 

El Ultimate es un deporte de conjunto, se juega 7 vs 7 y es mixto (por lo que cada punto se juega entre 4 hombres y 3 mujeres, o viceversa). Se practica en una cancha similar a la del fútbol americano, y de hecho, se podría considerar que tiene el mismo objetivo de llevar el frisbee al área de anotación del equipo rival (como si fuera un touchdown), solo que cada gol cuenta como 1 punto (cuando el jugador toma el frisbee en el área). 

La peculiaridad y diferencia, es que cuando tomas el frisbee, no te puedes mover (correr), es como si estuvieras congelado. Un pie se queda “clavado” en el suelo mientras con el otro puedes moverte para lanzar el frisbee (pivotar). 

Se puede jugar como el soccer, es decir, avanzar, retroceder, dar pases cortos, largos (no hay fuera de lugar, así que no te preocupes). Combina, como lo vemos, deportes como el americano, baloncesto, soccer y rugby. Sin embargo, no es de contacto, es decir, de hecho no puedes tocar prácticamente a tu rival. Y aquí viene lo que hace más especial al ultimate: que no tiene arbitraje, y esto, desencadena en que exista algo llamado espíritu de juego. 

El espíritu de juego es lo más valioso en el Ultimate, y consiste en conocer todas las normas del juego, para así velar por la honestidad, el compromiso y la responsabilidad al momento de jugar en la cancha, es decir, si hay una falta ser honestos, respetar al rival y dialogar. De hecho, en cada competencia se premia a quien gane deportivamente, pero también, al equipo que tenga una mejor actitud, que anime a sus compañeros, respete al rival y colabore hacia lograr esa armonía que necesita el ultimate en su práctica. 

El equipo de la UNAM nació en 2014, de la mano de Marce y Dani, quienes se encargaron de realizar eventos hacia la población universitaria, hicieron el primer festival masivo a nivel nacional que involucró a la mayoría de los deportes con disco volador, conformaron el equipo universitario (alumnos) y actualmente cuentan con un equipo élite (ex alumnos de la UNAM que ya cuentan con más experiencia en competencias). 

Marce, entrenadora del equipo y fundadora de la Asociación de Ultimate de la UNAM, señala que “han ido creciendo, no al ritmo que nos gustaría, pero sí hemos crecido dentro de las facultades y creo eso es lo que ha tomado en cuenta la Dirección General para apoyarnos”. 

Este apoyo a base de esfuerzo los colocó en una posición que nunca imaginarían: ser la primera universidad en competir en el primer Mundial Universitario de disco volador de la historia,  que se llevaría a cabo en Hungría el próximo mes de julio. 

El Mundial Universitario lo organizó la Federación Húngara, la Federación Mundial y la Universidad de Debrecen, ellos elaboraron un convenio y convocaron a participar a través de las federaciones nacionales. 16 equipos de universidades de todo el mundo participarían, con 14 miembros de cada equipo. En México, únicamente estaban interesados en participar la Universidad de Nuevo León y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y al final, fue la máxima casa de estudios la que se quedó con el lugar. 

El equipo estaba muy entusiasmado por viajar, por tener esa oportunidad y vivir esa experiencia de competir con los mejores, pero sobre todo, con la esperanza de poner el nombre de la UNAM muy en alto. Las y los miembros del equipo que representarían a la universidad, vendían paletas, hamburguesas veganas, daban asesorías o buscaban cualquier medio para poder completar los gastos de su viaje y para cumplir ese sueño. 

La Universidad apoyó con las cuotas de equipo y las cuotas de jugadores. Marce nos cuenta que el equipo ya había hecho su parte y estaba todo listo, incluyendo dos pagos que se habían realizado. No obstante, todo ese sueño se derrumbaría y dejaría de volar. La Federación Húngara avisó hace unas semanas que se detuvieran los pagos, vuelos y compras, porque probablemente no se iba a llevar a cabo.

Los efectos económicos que trajo consigo la guerra en Europa, impidió la realización del evento. A pesar de los esfuerzos por buscar otra sede, disminuir el tiempo de juego, el número de canchas, no se pudieron ajustar los gastos como consecuencia de que la guerra golpeó económicamente toda la zona, y por la inflación no se pudo ajustar los presupuestos, que incrementaron en un 500%. 

“Para nosotros fue un golpe duro porque iba a ser el primer mundial universitario, y la primera universidad en la historia en participar iba a ser la UNAM. Nos pega pero no nos detiene a seguir intentando y contemplando y buscando también eventos internacionales. Queremos ir a Colombia en diciembre, esperemos no se nos atraviese otra pandemia u otra guerra para lograrlo”, compartió Marce.
 
Marce egresó de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos, y su especialidad era el baloncesto. A palabras de la directora de la Asociación de Ultimate de la UNAM, el ultimate no difiere mucho de las cuestiones tácticas, de cortes o estratégicas del baloncesto: “un día, vi un disco volando, y me sorprendió la manera en la que era lanzado y llegaba a una distancia inimaginable aun habiendo aire, por lo que lo intenté, pero era malisima”. 

Marce nos platicó que le daba mucha ansiedad no poder hacerlo, sobre todo porque siempre ha sido muy competitiva en los deportes. Fue un gran reto, pero gracias a su perseverancia y determinación, decidió entrenarlo más y más hasta lograrlo y convertirse en la entrenadora y jugadora que tantos conocimientos le aporta al equipo de la UNAM. Es un deporte que la hace sentir muy fuerte, muy poderosa y superior en muchos sentidos, a pesar de su edad: “es un deporte que me da muchas satisfacciones”, indicó Marce. 

“Me gusta venir a trabajar porque las personas que están en este momento en el equipo, son estudiantes comprometidos con la escuela, con su familia, con el deporte y con todos los aspectos de su vida. Han encajado en el espíritu del Ultimate y del juego porque ya traen eso desde casa. Son chicos con gran compromiso y disciplina que no había visto nunca en otras generaciones”.

Marce y Dani se han encargado de transmitir no solo sus conocimientos del Ultimate, sus tácticas para ganar en la cancha o cómo lanzar el frisbee. Ellos han logrado transmitir su espíritu, su energía y su pasión por el deporte. A pesar de que dejó de volar su sueño por ir a Europa a competir, sigue volando alto el disco y su espíritu por seguir creciendo y ser cada vez mejor jugadores, y también, mejores personas. 

Es un deporte divertido, que no se encuentra en cualquier lado. Tiene una cultura de gran competencia y nivel, pero que sobre todo, busca construir también espacios sanos, en los que todas y todos crezcan, fluyan, se encuentren a sí mismos y se sientan seguros. Más que un deporte, el Ultimate es una forma de apreciar y jugar en la vida, donde valores como la honestidad, el compañerismo y la colaboración, son necesarios para estar en un entorno agradable. 

El equipo de Ultimate se prepara para el Nacional Estatal el próximo 17 y 18 de junio, además de los Juegos Universitarios a finales o inicios del semestre. Puedes acudir a entrenar y conocer este gran deporte, los martes y jueves de 4 a 7 en la cancha 5 de americano (casi junto a la alberca), o los domingos en el Deportivo Alfredo Harp Helú. O de igual manera, puedes seguir sus cuentas de Facebook o Instagram, donde aparecen como Asociación de Ultimate de la UNAM. Solo necesitas mucha energía, ganas de aprender y conocer grandes personas.  




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