“Empezar con el ejemplo, desde la familia y hasta las instituciones”: Lourdes Enríquez
México. El Programa Universitario de Derechos Humanos albergó, de manera virtual, la charla ‘La filosofía de los derechos humanos y su performatividad’, en el cual Lourdes Enríquez Rosas abordó la importancia de garantizar y promover los derechos humanos, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
De acuerdo con la investigadora, los derechos humanos son un discurso con fuerza ético-política. Este mismo discurso ha costado vidas a quien lo profesan, por eso se necesita no solo que se reconozcan y protejan, sino que también deben llegar a ser justiciables y judicializables.
“Los derechos humanos son un discurso filosófico que tenemos que aterrizar en la práctica y en la cotidianidad de las personas y de nuestras relaciones y subjetividad; y por otro lado, la performatividad, que implica resignificación, reconfiguración y un porvenir para ser sociedades más justas, más igualitarias, menos violentas y más incluyentes”, comentó Enríquez.
Según la ponente, la performatividad va de la mano con la laicidad que maneja el Estado y, por consiguiente, la UNAM, debido a que en el discurso jurídico se contienen estereotipos y roles estereotipados de las normas religiosas y morales. “Nuestra universidad debe ser una universidad sin coartada, es decir, sin intereses ideológicos, económicos, políticos, ni de grupo sino realmente cumplir con la responsabilidad social de estudiar las graves problemáticas, de manera muy rigurosa y sobre todo de llevarlas de vuelta al ámbito de la social”, agregó.
De igual manera, la especialista recalcó que es muy importante que la ciencia jurídica realice una apertura a la interdisciplinariedad, debido a que tiene mucho que aprender y tiene que “dejar la arrogancia del discurso jurídico”, para garantizar una justicia social histórica para las personas, con soportes teóricos que combatan a las estructuras verticales, andro y heterocentradas.
Asimismo, abordó el tema de los funcionarios públicos y su falta de capacitación y sensibilidad para tratar casos justiciables. “Tienen que entender el paradigma de los derechos humanos. No es si quieren o no sensibilizarse, ya es una obligación constitucional. También nos toca a nosotros en nuestra facultad de derecho, sobre todo en el proceso de enseñanza-aprendizaje lo debemos ir implementando”.
Por último, tocó el tema de predicar con el ejemplo desde la familia, desde las instituciones y más importante aún, desde la UNAM. “Las universidades han construido epistemología de una manera reconocida, pero seguimos permitiendo conductas sexistas, normalizando prácticas de hostigamiento y acoso sexual, sin atenderlo y protegiéndolas. Creo que ya llegamos a un punto, con la toma de facultades, en la que no queda de otra más que actuar con el ejemplo y con la congruencia; con una congruencia bien argumentada e informada para poder divulgar y difundir estos temas para que la comunidad universitaria los haga suyos”, concluyó.
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