SUICIDIO: MAL CRECIENTE ENTRE JÓVENES EN MÉXICO
Por Marcos Rodríguez Farías
Ciudad de México (Aunam). El suicidio es la segunda causa de muerte de jóvenes entre 15 y 29 años de edad en México, solo después de las agresiones, de acuerdo con información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su último informe de 2019. Entre las causas que menciona el comunicado de esta institución se encuentran problemas familiares o amorosos, enfermedades mentales, así como abuso de alcohol y drogas.
La relación entre los últimos dos factores es asociada con el problema de mortalidad en jóvenes. El presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, Enrique Chávez León, señaló que el abuso de sustancias como el alcohol y las drogas ilegales pueden ser desencadenantes de trastornos mentales; a la vez que apunta que el uso de éstas puede resultar en el surgimiento de problemas mentales.
“Aproximadamente 90 por ciento de las personas con comportamiento suicida tienen antecedentes de depresión o abuso de drogas”, comentó Chávez; no obstante, la relación no es unilateral pues el consumo de drogas no siempre desencadena una enfermedad mental. En cualquiera de los casos, la probabilidad de que el consumidor intente un suicidio o al menos tenga el pensamiento rondando por su cabeza, es alta.
Para entender el problema del suicidio en jóvenes mexicanos es inevitable asociarlo con la falta de una campaña de concientización sobre problemas mentales, el estigma que se tiene aun socialmente para pedir ayuda sobre estas enfermedades, así como el inicio y abuso en el consumo de drogas por los sectores juveniles de la población, quienes son los más propensos a atentar contra su vida, como revelan los datos del INEGI.
Tampoco se puede entender su prevalencia sin mencionar el contexto desalentador que vive México actualmente, como menciona de igual forma Chávez de León: “un panorama económico poco alentador, violencia en las calles y una mayor disposición de drogas, hacen prever un aumento en la aparición de trastornos mentales”.
Héctor Hiram Hernández-Bringas y René Flores-Arenales dejan entrever cómo las estadísticas de suicidios en México no han parado de aumentar hasta los últimos años, donde se han “estabilizado” las cifras, de acuerdo al informe del INEGI.
En su investigación, Héctor y Rene relatan que la modernización de México ,a partir de la segunda mitad del siglo XX, reduce la incidencia del homicidio y los accidentes (con excepción del inicio del siglo XXI, donde estos fenómenos vuelven a tener gran impacto en el país); sin embargo, esto aumenta “la importancia del suicidio como causa de muerte, según lo muestra la experiencia histórica de muchos otros países con niveles de desarrollo socioeconómico mayor que el de México”.
Desde su perspectiva, las tasas de suicidio no pararon de aumentar por más de 50 años. Si bien no puede afirmarse que sea una relación directa, el periodo que ellos abordan (1950-2008) coincide también con el crecimiento y consolidación de los carteles de la droga en México, el aumento en el consumo de drogas por parte de jóvenes, así como una escalada de la violencia, la inseguridad y la pobreza generalizada.
Para dimensionar mejor el problema del abuso de sustancias y su relación con los suicidios en jóvenes, especialistas del sector salud mencionaron que “La depresión y el consumo de alcohol o drogas son los principales factores que pueden llevar a una persona a intentar quitarse la vida” […] A su vez, se confirma que sin la existencia de estos factores, ni siquiera una situación trágica puede provocar que una persona quiera acabar su vida.
La situación lamentablemente no es alentadora, pues el consumo de drogas es un factor directo en el surgimiento de un trastorno mental, y ambos fenómenos pueden propiciar un suicidio. Es difícil lograr un cambio cuando el consumo de drogas en jóvenes ha tenido un aumento significativo, de acuerdo con cifras presentadas por la Secretaría de Salud. Como se presenta en las siguientes tablas, tanto el consumo de alguna droga en la vida respecto a 2011, como el consumo por edades en 2016, ha ido aumentando.
Los doctores Alejandro Águila Tejeda, director y fundador del Instituto Hispanoamericano de Suicidología, y Emilia Lucio Gómez Maqueo, doctora en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y presidenta de la Asociación Mexicana de Suicidología, AC, coinciden en que la falta de concientización y de campañas de prevención del suicidio efectivas son factores que han impedido que el problema disminuya.
Las situaciones mencionadas, en combinación con un aumento en el consumo de drogas por parte de los jóvenes en México, dan como resultado las cifras desalentadores de atentados contra la vida en ese grupo de edad. Sumado a esto, el ambiente tenso de inseguridad, violencia, falta de educación y de oportunidades laborales, hacen que muchos jóvenes encuentren en atentar contra su vida la única salida a sus problemas.
Enrique Chávez León, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana AC, dice que, para revertir las tasas de suicidio en el país, es necesario fomentar y promover la prevención o el tratamiento de sus principales detonadores: “Éstas son las enfermedades mentales: depresión y abuso de alcohol y de sustancias”.
Foto: Manos Bourdakis
Ciudad de México (Aunam). El suicidio es la segunda causa de muerte de jóvenes entre 15 y 29 años de edad en México, solo después de las agresiones, de acuerdo con información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su último informe de 2019. Entre las causas que menciona el comunicado de esta institución se encuentran problemas familiares o amorosos, enfermedades mentales, así como abuso de alcohol y drogas.
La relación entre los últimos dos factores es asociada con el problema de mortalidad en jóvenes. El presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, Enrique Chávez León, señaló que el abuso de sustancias como el alcohol y las drogas ilegales pueden ser desencadenantes de trastornos mentales; a la vez que apunta que el uso de éstas puede resultar en el surgimiento de problemas mentales.
“Aproximadamente 90 por ciento de las personas con comportamiento suicida tienen antecedentes de depresión o abuso de drogas”, comentó Chávez; no obstante, la relación no es unilateral pues el consumo de drogas no siempre desencadena una enfermedad mental. En cualquiera de los casos, la probabilidad de que el consumidor intente un suicidio o al menos tenga el pensamiento rondando por su cabeza, es alta.
Para entender el problema del suicidio en jóvenes mexicanos es inevitable asociarlo con la falta de una campaña de concientización sobre problemas mentales, el estigma que se tiene aun socialmente para pedir ayuda sobre estas enfermedades, así como el inicio y abuso en el consumo de drogas por los sectores juveniles de la población, quienes son los más propensos a atentar contra su vida, como revelan los datos del INEGI.
Tampoco se puede entender su prevalencia sin mencionar el contexto desalentador que vive México actualmente, como menciona de igual forma Chávez de León: “un panorama económico poco alentador, violencia en las calles y una mayor disposición de drogas, hacen prever un aumento en la aparición de trastornos mentales”.
Héctor Hiram Hernández-Bringas y René Flores-Arenales dejan entrever cómo las estadísticas de suicidios en México no han parado de aumentar hasta los últimos años, donde se han “estabilizado” las cifras, de acuerdo al informe del INEGI.
En su investigación, Héctor y Rene relatan que la modernización de México ,a partir de la segunda mitad del siglo XX, reduce la incidencia del homicidio y los accidentes (con excepción del inicio del siglo XXI, donde estos fenómenos vuelven a tener gran impacto en el país); sin embargo, esto aumenta “la importancia del suicidio como causa de muerte, según lo muestra la experiencia histórica de muchos otros países con niveles de desarrollo socioeconómico mayor que el de México”.
Desde su perspectiva, las tasas de suicidio no pararon de aumentar por más de 50 años. Si bien no puede afirmarse que sea una relación directa, el periodo que ellos abordan (1950-2008) coincide también con el crecimiento y consolidación de los carteles de la droga en México, el aumento en el consumo de drogas por parte de jóvenes, así como una escalada de la violencia, la inseguridad y la pobreza generalizada.
Para dimensionar mejor el problema del abuso de sustancias y su relación con los suicidios en jóvenes, especialistas del sector salud mencionaron que “La depresión y el consumo de alcohol o drogas son los principales factores que pueden llevar a una persona a intentar quitarse la vida” […] A su vez, se confirma que sin la existencia de estos factores, ni siquiera una situación trágica puede provocar que una persona quiera acabar su vida.
La situación lamentablemente no es alentadora, pues el consumo de drogas es un factor directo en el surgimiento de un trastorno mental, y ambos fenómenos pueden propiciar un suicidio. Es difícil lograr un cambio cuando el consumo de drogas en jóvenes ha tenido un aumento significativo, de acuerdo con cifras presentadas por la Secretaría de Salud. Como se presenta en las siguientes tablas, tanto el consumo de alguna droga en la vida respecto a 2011, como el consumo por edades en 2016, ha ido aumentando.
Los doctores Alejandro Águila Tejeda, director y fundador del Instituto Hispanoamericano de Suicidología, y Emilia Lucio Gómez Maqueo, doctora en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y presidenta de la Asociación Mexicana de Suicidología, AC, coinciden en que la falta de concientización y de campañas de prevención del suicidio efectivas son factores que han impedido que el problema disminuya.
Las situaciones mencionadas, en combinación con un aumento en el consumo de drogas por parte de los jóvenes en México, dan como resultado las cifras desalentadores de atentados contra la vida en ese grupo de edad. Sumado a esto, el ambiente tenso de inseguridad, violencia, falta de educación y de oportunidades laborales, hacen que muchos jóvenes encuentren en atentar contra su vida la única salida a sus problemas.
Enrique Chávez León, presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana AC, dice que, para revertir las tasas de suicidio en el país, es necesario fomentar y promover la prevención o el tratamiento de sus principales detonadores: “Éstas son las enfermedades mentales: depresión y abuso de alcohol y de sustancias”.
Foto: Manos Bourdakis
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