DISFRACES, CÓMICS Y FANTASÍA: LA TNT
Por Valeria Monserrat Pioquinto Morales
México (Aunam). A pesar de ser domingo, la estación Juárez de la línea 3 del metro reporta una mayor actividad de lo usual. Los convoys pasan uno a uno, escupiendo de vez en cuando algunos pasajeros comunes y corrientes, pero esta vez son minoría. Por una ocasión, el sitio ha sido tomado por personajes que superan la realidad monótona de la Ciudad de México.
Resaltan entre las cabezas de la gente y son fáciles de identificar por el colorido extravagante y los peinados exorbitantes de sus pelucas o por lo vistoso de los trajes que portan. Algunos (los más osados) ya llevan puesto el vestuario desde sus casas para ahorrar tiempo, pero otros se reúnen en pequeños grupos y toman el andén como un improvisado vestidor.
Se vislumbran listones, cintas, faldas, maquillaje, espejos, pelucas, extensiones, espadas y otro tipo de artículos desperdigados en el suelo sin trapear del metro, pero a ellos parece importarles poco. Como pueden se despojan de sus ropas casuales y comienzan a vestir tan intrincadas indumentarias. Hacen los últimos retoques y se colocan pupilentes para parecerse más a los personajes de animación, historietas, películas o videojuegos que encarnan ese día. Dejan de ser personas comunes para representar a alguien completamente diferente.
Una vez listos, enfilan hacia la salida del metro y caminan por las calles aledañas, formando así una curiosa peregrinación. Finalmente, encuentran el lugar que tanto estaban buscando: el edificio de Convenciones Expo Reforma que alberga, por segunda vez en el año, a una de las más grandes convenciones de anime, manga y cómics del país: la “TNT”.
Esta es una ocasión especial. Por lo general, esta convención se lleva a cabo en el Centro de Convenciones Tlatelolco desde hace poco más de diez años; sin embargo, desde el año pasado se han celebrado algunas de ellas en este recinto, más amplio y luminoso que el original. El edificio de ocho plantas se ha acondicionado para que centenares de fanáticos de los comics y la animación japonesa se reúnan para adquirir objetos especiales, disfrutar de los espectáculos que el evento ofrece o simplemente curiosear en este interesante mundo de dibujos y artículos asiáticos.
La fila de acceso es extensa: es apenas mediodía, pero los asistentes ya le dan la vuelta a la cuadra. Rebuscan entre sus bolsillos para juntar el importe exacto de la entrada al evento (100 pesos por persona). Después de la espera y de la revisión de mochilas antes de entrar, la gente se aglomera en las taquillas, entrega su boleto y se desperdiga por todo el lugar, formando una enorme masa de personas en los pasillos y áreas comunes que deriva en un calor aun peor que el que se siente afuera, a pleno sol.
Hay stands de venta para todos los gustos. En algunos se apilan playeras y prendas con estampados, en otros predominan los muñecos de peluche y las figuras coleccionables importadas directamente desde Japón o China. También hay productos de belleza, cremas, maquillaje y ropa de Corea, así como discos de bandas y solistas de aquellos países de oriente. Sin embargo, también hay mercancía variada para los que gustan del tradicional cómic americano y artículos para satisfacer hasta al más exigente de los fanáticos.
Sin embargo, uno de los más grandes atractivos del evento lo constituyen los “cosplayers”, nombre que reciben las personas que se disfrazan de sus personajes favoritos para asistir a las convenciones. Se les puede ver alrededor de todo el sitio, ya sea comprando, platicando con otros asistentes o posando para las cámaras de propios y extraños. Los stands de fotografía y los flashes son una constante en estos eventos, por lo que no es extraño quedar deslumbrado por ellos.
Por momentos, pareciera que en vez de un evento de anime se trata de una pasarela que poco tiene que envidiar a los desfiles de modas de Francia y Londres. De hecho, se organizan concursos de “cosplay” (disfraces) en los cuales se premia al más ingenioso o al mejor caracterizado. Hay trajes soberbios y portentosos: desde jedis hasta colegialas japonesas, pasando por princesas y villanos de videojuegos. Hay espacio para todo y todos en el Cosplay.
También hay conferencias con artistas, dibujantes, actores de doblaje y cantantes invitados. Se dan pequeños conciertos y algunos talleres de entintado, sombras, iluminación y otras técnicas de dibujo para los asistentes. Hay torneos de cartas (juegos como Yu-Gi-Oh! y Magic) y concursos de karaoke, donde los participantes miden sus voces interpretando canciones en japonés u otros idiomas.
La comida es también un importante integrante en esta convención, pues tiene un área especial dedicada completamente a la gastronomía asiática. Se pueden probar platillos rápidos como los onigiris (triángulos de arroz hervido rellenos de diferentes ingredientes), takoyaki (bolas de pulpo rebosado), tempura (helado frito), yakimeshi (arroz frito con carne y verduras) y el clásico roll de sushi. Se venden también dulces tradicionales y bebidas importadas como el agua de aloe, refrescos con trocitos de fruta y el sake. El aroma de los platillos se esparce por el aire, haciendo que a más de uno se le despierte el apetito y que los localitos se llenen de clientes que esperan por sus alimentos.
El día transcurre, para algunos más rápido que para otros, entre ventas, fotos, bromas y música. Para las ocho de la noche, el lugar comienza a vaciarse, junto con las carteras de los asistentes, pero a ellos parece no importarles. Revisan sus cámaras, degustan el último bocadillo, presumen sus adquisiciones recientes. Regresan sobre sus pasos al metro, abordan sus vagones. Se va el tiempo, pero persisten, como no, las promesas de volver a la siguiente convención.
EXPO TNT en su edición 28 estará los días 17,18,19 de octubre 2014 en Centro de Convenciones Tlatelolco.
México (Aunam). A pesar de ser domingo, la estación Juárez de la línea 3 del metro reporta una mayor actividad de lo usual. Los convoys pasan uno a uno, escupiendo de vez en cuando algunos pasajeros comunes y corrientes, pero esta vez son minoría. Por una ocasión, el sitio ha sido tomado por personajes que superan la realidad monótona de la Ciudad de México.
Resaltan entre las cabezas de la gente y son fáciles de identificar por el colorido extravagante y los peinados exorbitantes de sus pelucas o por lo vistoso de los trajes que portan. Algunos (los más osados) ya llevan puesto el vestuario desde sus casas para ahorrar tiempo, pero otros se reúnen en pequeños grupos y toman el andén como un improvisado vestidor.
Se vislumbran listones, cintas, faldas, maquillaje, espejos, pelucas, extensiones, espadas y otro tipo de artículos desperdigados en el suelo sin trapear del metro, pero a ellos parece importarles poco. Como pueden se despojan de sus ropas casuales y comienzan a vestir tan intrincadas indumentarias. Hacen los últimos retoques y se colocan pupilentes para parecerse más a los personajes de animación, historietas, películas o videojuegos que encarnan ese día. Dejan de ser personas comunes para representar a alguien completamente diferente.
Una vez listos, enfilan hacia la salida del metro y caminan por las calles aledañas, formando así una curiosa peregrinación. Finalmente, encuentran el lugar que tanto estaban buscando: el edificio de Convenciones Expo Reforma que alberga, por segunda vez en el año, a una de las más grandes convenciones de anime, manga y cómics del país: la “TNT”.
Esta es una ocasión especial. Por lo general, esta convención se lleva a cabo en el Centro de Convenciones Tlatelolco desde hace poco más de diez años; sin embargo, desde el año pasado se han celebrado algunas de ellas en este recinto, más amplio y luminoso que el original. El edificio de ocho plantas se ha acondicionado para que centenares de fanáticos de los comics y la animación japonesa se reúnan para adquirir objetos especiales, disfrutar de los espectáculos que el evento ofrece o simplemente curiosear en este interesante mundo de dibujos y artículos asiáticos.
La fila de acceso es extensa: es apenas mediodía, pero los asistentes ya le dan la vuelta a la cuadra. Rebuscan entre sus bolsillos para juntar el importe exacto de la entrada al evento (100 pesos por persona). Después de la espera y de la revisión de mochilas antes de entrar, la gente se aglomera en las taquillas, entrega su boleto y se desperdiga por todo el lugar, formando una enorme masa de personas en los pasillos y áreas comunes que deriva en un calor aun peor que el que se siente afuera, a pleno sol.
Hay stands de venta para todos los gustos. En algunos se apilan playeras y prendas con estampados, en otros predominan los muñecos de peluche y las figuras coleccionables importadas directamente desde Japón o China. También hay productos de belleza, cremas, maquillaje y ropa de Corea, así como discos de bandas y solistas de aquellos países de oriente. Sin embargo, también hay mercancía variada para los que gustan del tradicional cómic americano y artículos para satisfacer hasta al más exigente de los fanáticos.
Sin embargo, uno de los más grandes atractivos del evento lo constituyen los “cosplayers”, nombre que reciben las personas que se disfrazan de sus personajes favoritos para asistir a las convenciones. Se les puede ver alrededor de todo el sitio, ya sea comprando, platicando con otros asistentes o posando para las cámaras de propios y extraños. Los stands de fotografía y los flashes son una constante en estos eventos, por lo que no es extraño quedar deslumbrado por ellos.
Por momentos, pareciera que en vez de un evento de anime se trata de una pasarela que poco tiene que envidiar a los desfiles de modas de Francia y Londres. De hecho, se organizan concursos de “cosplay” (disfraces) en los cuales se premia al más ingenioso o al mejor caracterizado. Hay trajes soberbios y portentosos: desde jedis hasta colegialas japonesas, pasando por princesas y villanos de videojuegos. Hay espacio para todo y todos en el Cosplay.
También hay conferencias con artistas, dibujantes, actores de doblaje y cantantes invitados. Se dan pequeños conciertos y algunos talleres de entintado, sombras, iluminación y otras técnicas de dibujo para los asistentes. Hay torneos de cartas (juegos como Yu-Gi-Oh! y Magic) y concursos de karaoke, donde los participantes miden sus voces interpretando canciones en japonés u otros idiomas.
La comida es también un importante integrante en esta convención, pues tiene un área especial dedicada completamente a la gastronomía asiática. Se pueden probar platillos rápidos como los onigiris (triángulos de arroz hervido rellenos de diferentes ingredientes), takoyaki (bolas de pulpo rebosado), tempura (helado frito), yakimeshi (arroz frito con carne y verduras) y el clásico roll de sushi. Se venden también dulces tradicionales y bebidas importadas como el agua de aloe, refrescos con trocitos de fruta y el sake. El aroma de los platillos se esparce por el aire, haciendo que a más de uno se le despierte el apetito y que los localitos se llenen de clientes que esperan por sus alimentos.
El día transcurre, para algunos más rápido que para otros, entre ventas, fotos, bromas y música. Para las ocho de la noche, el lugar comienza a vaciarse, junto con las carteras de los asistentes, pero a ellos parece no importarles. Revisan sus cámaras, degustan el último bocadillo, presumen sus adquisiciones recientes. Regresan sobre sus pasos al metro, abordan sus vagones. Se va el tiempo, pero persisten, como no, las promesas de volver a la siguiente convención.
EXPO TNT en su edición 28 estará los días 17,18,19 de octubre 2014 en Centro de Convenciones Tlatelolco.
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