YO NO ME COMO A MI HERMANA
Por Anabel Lugo Cruz
México (Aunam). El fragmento anterior, corresponde a la canción Mi hermana del cantautor español Producto Interno Bruto, y describe la cotidianidad de las vacas dentro de las granjas industriales y mataderos, espacios donde millones de animales (vacas, cerdos, borregos) son maltratados y sacrificados para la producción cárnica en demanda del consumo humano de México y gran parte del mundo.
Producto Interno Bruto pertenece al conjunto de cantautores que con su música realiza críticas al sistema económico, al consumismo, pero principalmente del maltrato y liquidación animal.
Este tipo de ataques liricos forman parte de las actividades realizadas por personas arraigadas a una práctica alimentaria muy cuestionada, la cual, es desconocida por muchas, inaceptable por otras más, pero para algunas es un estilo de vida: el veganismo.
El veganismo es un vocablo inexistente en los diccionarios de la lengua española. En la revista Tiempo Animal (2009), el concepto deriva del inglés vegan y, sus inventores fueron Donald Watson y su esposa Dorothy en 1944 “... tomando las primeras tres letras y las dos últimas de la palabra ‘vegetarian’...”, para diferenciarse de los practicantes del vegetarianismo, pero a partir de ello no encontramos diferencia alguna. Es mejor precisar.
La diferencia está más allá de la V
Cabe destacar que el vegetarianismo es una práctica alimentaria con mayor reconocimiento entre la población, es una opción de rechazo al maltrato animal y para la salud de las personas, porque implica una restricción en el consumo de los productos cárnicos, pero se complementa con lácteos y miel, condición que se elimina del veganismo.
Esta es una “dieta” recomendada para llevar una vida saludable. De acuerdo con el documento expedido en el 2009 por la Asociación Americana de Dietética (ADA por siglas en inglés) se expresa que las “dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas, y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades”.
La ADA indica que estas dietas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo y la lactancia.
Si bien, existen mujeres, hombres, niños y niñas ejecutantes del vegetarianismo, evidentemente no figuran estadísticas sobre el número de personas vegetarianas en el país, aunque eso no limita la posibilidad de encontrarse una en algún momento de la vida.
Miguel Arturo Morales Esquivel forma parte de esa población, es un joven anarquista y vegetariano desde hace tres años.
Su ideología fue la pauta para cambiar su alimentación. Él argumenta que “a través del anarquismo busca la libertad como humano, pero al mismo tiempo la liberación de los animales”.
Para él, todo ser humano también es un animal, por ello, no sólo se debe luchar por la liberación de éste, sino de todos los que habitan en la tierra. De lo contrario, las acciones significarían un grado de discriminación o especismo.
¿Qué es el especismo?
En la página de internet Acabemos con el especismo se explica este concepto: “fue acuñado por primera vez en 1970 por el psicólogo Richard Ryder y consiste en la discriminación de aquellos que no son miembros de una cierta especie”.
Arturo Morales expresa que el ser vegetariano es una cuestión personal, no busca identificarse con algún grupo u organización, simplemente significa “dejar de comer carne de toda especie animal”.
Por otra parte, considera a todas las dietas ubicadas dentro del vegetarianismo: lacto-vegetarianas (consumo de lácteos) y ovo-lacto-vegetarianas (consumo de lácteos y huevos) como “simples etiquetas”.
Si bien, en la práctica él evita consumir insumos como los antes mencionados, aún no toma una verdadera decisión por eliminarlos completamente de su vida cotidiana.
Veganismo
Ser vegana o vegano implica una práctica más allá de la alimentación, enfatiza su decisión en el no consumo de pieles en ropa y calzado, se manifiesta en contra de la utilización de animales para experimentación, entretenimiento y diversión.
Se fundamenta en una reflexión sobre el respeto y se confirma a través de un cambio comprometido.
Ejemplo de ello es Pamela Borbolla Albarran, psicóloga egresada de la Universidad del Valle de México (UVM), y vegana desde hace 6 meses.
Para ella, ser vegana representa una práctica filosófica en la vida, la cual, no fomenta el maltrato y sufrimiento de los demás seres vivos que, en muchas ocasiones, se presentan indefensos ante los humanos.
Su primer acercamiento con el veganismo, surgió de la vinculación con el budismo. “Al acercarme a él, me encontré con un estilo de vida totalmente diferente, en donde la base es el amor y la compasión hacia todos los seres sintientes, razón por la que decidí ser vegetariana”.
Después de un proceso reflexivo de dos años, se dio su conversión al veganismo. Al respecto, Pamela comenta: “la mejor lucha que yo podía realizar por mí y por los demás era promover como estilo de vida, el ser vegano”.
Crueldad animal
La Organización Iberoamericana por la Defensa de Todos los Animales (Anima naturalis), en su página de internet, explica que algunas especies son utilizadas como objetos para el consumo, entretenimiento, vestimenta y experimentación. Los animales son cosificados y utilizados como objetos de diversión en los circos, los zoológicos, espacios acuáticos, tauromaquia, etcétera.
En efecto, muchas especies son explotadas y asesinadas para realizar zapatos, pantalones, bolsos, entre otros productos para la estética femenina y/o masculina.
Si bien, lo anterior suena cruel, es preciso no omitir el hecho de que también en el ámbito de la experimentación se tiene por objetivo probar sustancias tóxicas (ingredientes) de productos para empleo humano en ojos, rostro u otras partes de los cuerpos animales, entre ellos: conejos, perros, gatos y muchos otros más.
Ante ello, el veganismo representa una forma de disminuir o abolir la utilización de seres vivos en procesos de sufrimiento y crueldad.
Activismo y veganismo
Raúl Cruz es licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y actualmente estudiante de Física en la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa (UAMI).
Este joven estudiante es vegano desde hace 11 años. Su vida cambió después de escuchar una charla entre dos compañeros, el tema atrajo su atención e inmediatamente investigó sobre él.
Con voz muy suave explica: “Soy vegano porque no quiero ser cómplice de la matanza de animales, rechazo el uso de éstos como mercancía, así como su sacrificio”.
A pesar de su gran seriedad, Raúl muestra que ser vegano implica actividades más allá que alimentarse diferente a los demás, significa tomar acciones para darle voz a quienes no son escuchados.
Por ello, Raúl Cruz creó y editó la revista Tiempo Animal, en donde se informa sobre el veganismo, la vivisección, los derechos de los animales y temas afines. La principal intención de la publicación es acercar a las personas hacia un tema que aún es desconocido o marcado como tabú entre la sociedad mexicana.
Por supuesto, la recompensa va más allá de lo económico, debido a que en muchas ocasiones Raúl debe invertir su propio dinero para poder publicar la revista, situación por la que sólo ha publicado tres números desde el 2008.
No obstante, la mayor ganancia es que la revista ha cambiado el pensamiento, la actitud y alimentación de algunas personas.
Pero, su compromiso no culmina ahí, porque recientemente organizó la exposición Auschwitz aún vive, en donde se presentaron diversas obras de la pintora inglesa Soe Coe, a través de las cuales ilustra y critica problemáticas como: la injusticia social y el maltrato animal.
Al mismo tiempo realizó una mesa informativa sobre la revista impulsada por él desde hace 6 años con la finalidad de que “cada vez haya más gente consciente sobre estos temas, por ello, el evento fue muy positivo”.
En ese mismo sentido, Pamela Borbolla Albarran es activista independiente y promueve el veganismo mediante comida o postres realizados por ella misma sin productos de origen animal, con lo cual intenta demostrar “que para comer una hamburguesa, una salchicha o un pastel no se necesita del sufrimiento animal”, comenta la joven vegana.
Con su acción busca generar interés en la población “para que conozca más y no sólo tenga la idea de que ser vegano es una dieta o una moda”.
Indudablemente, el activismo no sólo se circunscribe a estas acciones, también se conforma de protestas pacificas fuera de espacios donde se utilizan animales (circos, zoológicos y otros), acompañadas de información relacionada con la temática.
En el mismo tenor, existen organizaciones no gubernamentales laborando para fomentar una alimentación sana y libre del sufrimiento animal, así como en defensa de los derechos animales, algunas son: People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), Organización Iberoamericana por la Defensa de Todos los Animales (Anima naturalis), Derechos Sin Fronteras, las cuales tienen sus páginas en internet y brindan información respecto a todas las dudas posibles que hombres y mujeres tengan respecto a una alimentación libre de productos animales, y temas mencionados con anterioridad.
Por esto y más, se evidencia la presencia de los veganos en México y el mundo, porque son quienes brindan palabras a millones de animales asesinados para beneficio de los seres humanos.
Sus actividades son la conformación de las demandas por el respeto hacia las especies poco privilegiadas en este mundo, son la esperanza de crear una vida distinta para ellas.
Asimismo, se debe destacar que a pesar de las acciones por parte de personas veganas, el camino para cada una es un poco difícil, debido a las críticas, burlas, comentarios ofensivos e incluso por los altercados con la autoridad respecto a sus acciones.
No obstante, estos jóvenes y las organizaciones consideran que el veganismo es una alternativa para estar saludable, una forma de vivir, así como una vía para la concientización de quienes sienten interés.
A mi hermana
y a sus vecinas
se las llevan presas
en un camión, hacinadas,
muertas de miedo
ya es imparable su destrucción.
A mi hermana
la han descuartizado
y me la enseñan
tras un cristal
y ahora dime que soy intolerante
y que no respeto tu opción personal,
pero si puedes decirme eso
es porque estás vivo
no como mi hermana
no como mi hermana…
no me como a mi hermana.
y a sus vecinas
se las llevan presas
en un camión, hacinadas,
muertas de miedo
ya es imparable su destrucción.
A mi hermana
la han descuartizado
y me la enseñan
tras un cristal
y ahora dime que soy intolerante
y que no respeto tu opción personal,
pero si puedes decirme eso
es porque estás vivo
no como mi hermana
no como mi hermana…
no me como a mi hermana.
México (Aunam). El fragmento anterior, corresponde a la canción Mi hermana del cantautor español Producto Interno Bruto, y describe la cotidianidad de las vacas dentro de las granjas industriales y mataderos, espacios donde millones de animales (vacas, cerdos, borregos) son maltratados y sacrificados para la producción cárnica en demanda del consumo humano de México y gran parte del mundo.
Producto Interno Bruto pertenece al conjunto de cantautores que con su música realiza críticas al sistema económico, al consumismo, pero principalmente del maltrato y liquidación animal.
Este tipo de ataques liricos forman parte de las actividades realizadas por personas arraigadas a una práctica alimentaria muy cuestionada, la cual, es desconocida por muchas, inaceptable por otras más, pero para algunas es un estilo de vida: el veganismo.
El veganismo es un vocablo inexistente en los diccionarios de la lengua española. En la revista Tiempo Animal (2009), el concepto deriva del inglés vegan y, sus inventores fueron Donald Watson y su esposa Dorothy en 1944 “... tomando las primeras tres letras y las dos últimas de la palabra ‘vegetarian’...”, para diferenciarse de los practicantes del vegetarianismo, pero a partir de ello no encontramos diferencia alguna. Es mejor precisar.
La diferencia está más allá de la V
Cabe destacar que el vegetarianismo es una práctica alimentaria con mayor reconocimiento entre la población, es una opción de rechazo al maltrato animal y para la salud de las personas, porque implica una restricción en el consumo de los productos cárnicos, pero se complementa con lácteos y miel, condición que se elimina del veganismo.
Esta es una “dieta” recomendada para llevar una vida saludable. De acuerdo con el documento expedido en el 2009 por la Asociación Americana de Dietética (ADA por siglas en inglés) se expresa que las “dietas vegetarianas adecuadamente planificadas, incluidas las dietas totalmente vegetarianas o veganas, son saludables, nutricionalmente adecuadas, y pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades”.
La ADA indica que estas dietas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo y la lactancia.
Si bien, existen mujeres, hombres, niños y niñas ejecutantes del vegetarianismo, evidentemente no figuran estadísticas sobre el número de personas vegetarianas en el país, aunque eso no limita la posibilidad de encontrarse una en algún momento de la vida.
Miguel Arturo Morales Esquivel forma parte de esa población, es un joven anarquista y vegetariano desde hace tres años.
Su ideología fue la pauta para cambiar su alimentación. Él argumenta que “a través del anarquismo busca la libertad como humano, pero al mismo tiempo la liberación de los animales”.
Para él, todo ser humano también es un animal, por ello, no sólo se debe luchar por la liberación de éste, sino de todos los que habitan en la tierra. De lo contrario, las acciones significarían un grado de discriminación o especismo.
¿Qué es el especismo?
En la página de internet Acabemos con el especismo se explica este concepto: “fue acuñado por primera vez en 1970 por el psicólogo Richard Ryder y consiste en la discriminación de aquellos que no son miembros de una cierta especie”.
Arturo Morales expresa que el ser vegetariano es una cuestión personal, no busca identificarse con algún grupo u organización, simplemente significa “dejar de comer carne de toda especie animal”.
Por otra parte, considera a todas las dietas ubicadas dentro del vegetarianismo: lacto-vegetarianas (consumo de lácteos) y ovo-lacto-vegetarianas (consumo de lácteos y huevos) como “simples etiquetas”.
Si bien, en la práctica él evita consumir insumos como los antes mencionados, aún no toma una verdadera decisión por eliminarlos completamente de su vida cotidiana.
Veganismo
Ser vegana o vegano implica una práctica más allá de la alimentación, enfatiza su decisión en el no consumo de pieles en ropa y calzado, se manifiesta en contra de la utilización de animales para experimentación, entretenimiento y diversión.
Se fundamenta en una reflexión sobre el respeto y se confirma a través de un cambio comprometido.
Ejemplo de ello es Pamela Borbolla Albarran, psicóloga egresada de la Universidad del Valle de México (UVM), y vegana desde hace 6 meses.
Para ella, ser vegana representa una práctica filosófica en la vida, la cual, no fomenta el maltrato y sufrimiento de los demás seres vivos que, en muchas ocasiones, se presentan indefensos ante los humanos.
Su primer acercamiento con el veganismo, surgió de la vinculación con el budismo. “Al acercarme a él, me encontré con un estilo de vida totalmente diferente, en donde la base es el amor y la compasión hacia todos los seres sintientes, razón por la que decidí ser vegetariana”.
Después de un proceso reflexivo de dos años, se dio su conversión al veganismo. Al respecto, Pamela comenta: “la mejor lucha que yo podía realizar por mí y por los demás era promover como estilo de vida, el ser vegano”.
Crueldad animal
La Organización Iberoamericana por la Defensa de Todos los Animales (Anima naturalis), en su página de internet, explica que algunas especies son utilizadas como objetos para el consumo, entretenimiento, vestimenta y experimentación. Los animales son cosificados y utilizados como objetos de diversión en los circos, los zoológicos, espacios acuáticos, tauromaquia, etcétera.
En efecto, muchas especies son explotadas y asesinadas para realizar zapatos, pantalones, bolsos, entre otros productos para la estética femenina y/o masculina.
Si bien, lo anterior suena cruel, es preciso no omitir el hecho de que también en el ámbito de la experimentación se tiene por objetivo probar sustancias tóxicas (ingredientes) de productos para empleo humano en ojos, rostro u otras partes de los cuerpos animales, entre ellos: conejos, perros, gatos y muchos otros más.
Ante ello, el veganismo representa una forma de disminuir o abolir la utilización de seres vivos en procesos de sufrimiento y crueldad.
Activismo y veganismo
Raúl Cruz es licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y actualmente estudiante de Física en la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa (UAMI).
Este joven estudiante es vegano desde hace 11 años. Su vida cambió después de escuchar una charla entre dos compañeros, el tema atrajo su atención e inmediatamente investigó sobre él.
Con voz muy suave explica: “Soy vegano porque no quiero ser cómplice de la matanza de animales, rechazo el uso de éstos como mercancía, así como su sacrificio”.
A pesar de su gran seriedad, Raúl muestra que ser vegano implica actividades más allá que alimentarse diferente a los demás, significa tomar acciones para darle voz a quienes no son escuchados.
Por ello, Raúl Cruz creó y editó la revista Tiempo Animal, en donde se informa sobre el veganismo, la vivisección, los derechos de los animales y temas afines. La principal intención de la publicación es acercar a las personas hacia un tema que aún es desconocido o marcado como tabú entre la sociedad mexicana.
Por supuesto, la recompensa va más allá de lo económico, debido a que en muchas ocasiones Raúl debe invertir su propio dinero para poder publicar la revista, situación por la que sólo ha publicado tres números desde el 2008.
No obstante, la mayor ganancia es que la revista ha cambiado el pensamiento, la actitud y alimentación de algunas personas.
Pero, su compromiso no culmina ahí, porque recientemente organizó la exposición Auschwitz aún vive, en donde se presentaron diversas obras de la pintora inglesa Soe Coe, a través de las cuales ilustra y critica problemáticas como: la injusticia social y el maltrato animal.
Al mismo tiempo realizó una mesa informativa sobre la revista impulsada por él desde hace 6 años con la finalidad de que “cada vez haya más gente consciente sobre estos temas, por ello, el evento fue muy positivo”.
En ese mismo sentido, Pamela Borbolla Albarran es activista independiente y promueve el veganismo mediante comida o postres realizados por ella misma sin productos de origen animal, con lo cual intenta demostrar “que para comer una hamburguesa, una salchicha o un pastel no se necesita del sufrimiento animal”, comenta la joven vegana.
Con su acción busca generar interés en la población “para que conozca más y no sólo tenga la idea de que ser vegano es una dieta o una moda”.
Indudablemente, el activismo no sólo se circunscribe a estas acciones, también se conforma de protestas pacificas fuera de espacios donde se utilizan animales (circos, zoológicos y otros), acompañadas de información relacionada con la temática.
En el mismo tenor, existen organizaciones no gubernamentales laborando para fomentar una alimentación sana y libre del sufrimiento animal, así como en defensa de los derechos animales, algunas son: People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), Organización Iberoamericana por la Defensa de Todos los Animales (Anima naturalis), Derechos Sin Fronteras, las cuales tienen sus páginas en internet y brindan información respecto a todas las dudas posibles que hombres y mujeres tengan respecto a una alimentación libre de productos animales, y temas mencionados con anterioridad.
Por esto y más, se evidencia la presencia de los veganos en México y el mundo, porque son quienes brindan palabras a millones de animales asesinados para beneficio de los seres humanos.
Sus actividades son la conformación de las demandas por el respeto hacia las especies poco privilegiadas en este mundo, son la esperanza de crear una vida distinta para ellas.
Asimismo, se debe destacar que a pesar de las acciones por parte de personas veganas, el camino para cada una es un poco difícil, debido a las críticas, burlas, comentarios ofensivos e incluso por los altercados con la autoridad respecto a sus acciones.
No obstante, estos jóvenes y las organizaciones consideran que el veganismo es una alternativa para estar saludable, una forma de vivir, así como una vía para la concientización de quienes sienten interés.
¨La fuerza más poderosa con la que oponerse
a la injusticia no es la violencia sino la no-
cooperación. No hay mejor forma de
rechazar, cooperar con la explotación de los
no-humanos que eliminarla de tu propia vida
a través del veganismo y trabajar educando
a otros para que hagan lo mismo¨
G. Francione.
a la injusticia no es la violencia sino la no-
cooperación. No hay mejor forma de
rechazar, cooperar con la explotación de los
no-humanos que eliminarla de tu propia vida
a través del veganismo y trabajar educando
a otros para que hagan lo mismo¨
G. Francione.
Fotos de cárnicos: Tamorlan
Wikimedia Commons
Wikimedia Commons
Sin duda alguna, el empezar a crear consciencia sobre el maltrato animal y las alternativas alimenticias es importante hoy en día, porque hay que buscar darle prioridad a la salud
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