Día de Muertos ¡La gran celebración nacional!


  • La tradición mexicana de reencuentro con nuestros seres queridos fallecidos
Por: Alma López
CDMX. México es conocido por su riqueza cultural, su gran variedad de atractivos turísticos y sus múltiples costumbres y tradiciones que atraen la atención no solo de habitantes de dicho país, sino también del extranjero, y como cada fin de Octubre e inicios de Noviembre este país se prepara para una de las fiestas más esperadas, Día de Muertos.

Olor a flores de cempasúchil, velas y copal, calaveras de chocolate, pan de muerto, los diversos colores del papel picado y la presencia vibrante de la flor de terciopelo es uno de los indicativos de que la celebración del Día de Muertos está cada vez más cerca y junto con esto, los preparativos de cada familia.

La variedad cultural de nuestro país hace que nuestras festividades sean diferentes, no es lo mismo celebrar Día de Muertos en la Ciudad de México que en otros estados de la nación, como en Veracruz, que hacen un arco de caña el cual decoran con flores de muerto y en este se cuelgan racimos de plátano, o en Tabasco, donde se ve un ambiente más solemne.

Julia García de 57 años y José Miranda de 66, ambos nativos de Villa Hermosa, Tabasco cada año regresan a la Ciudad de México en las fechas de Muertos a acompañar a su familia. El señor José menciona que en la región de Tabasco “la gente no llega todos el mismo día pues, al panteón, pueden ir antes pueden ir después, está bonito el ambiente de la ciudad porque se ve más unido”.


Julia, con un padre nativo de Xochimilco nos cuenta que su padre al conocer a su madre decidieron irse a Tabasco, sin embargo su padre no dejó de inculcar las costumbres de Xochimilco. Ambos dicen que “en tabasco se pone ofrenda se le reza, solo que no se calaverea de casa por pasa, solo en las escuelas calavera, está más a la antigüita”.

Ofrenda o… altar

Es común escuchar a la gente decir que pondrá su ofrenda de Día de Muertos o su altar de Días de Muertos pero hay una gran diferencia en ellas, de igual manera, las fechas en las que van colocándolas y para quienes va dirigida, pues hay algunos lugares en México que las colocan desde el 26 de octubre y van consecutivamente agregando elementos a ella hasta llegar al día 01 de noviembre.

La señora Claudia Castillo compartió las fechas en las que ella coloca la ofrenda, iniciando por el día “26 de octubre que se le pone a los animalitos, el 27 a los accidentados, el 28 a los olvidados, el 29 se le pone a las almas perdidas a estas solo se le pone un vaso con agua sal y veladora y los demás días se ponía la ofrenda completa”.


El altar de muertos lleva 7 niveles, y cada uno de los componentes del altar representan a los cuatro elementos, el altar lleva la imagen de algún santo, veladoras; representando al fuego, algunos recipientes con sal, pan de muerto y calaveras de chocolate, comida y bebida; la bebida en representación al agua, fotos de los muertos y semillas, sal flores y papel picado en representación a la tierra y al viento. En cuanto a la ofrenda se debe poner de un solo nivel y lleva los mismos elementos que un altar.

¡Tía, tía… la calaveraaa!

La Alcaldía Xochimilco está compuesto por 16 pueblos tradicionales y 18 barrio originales rodeados de lagunas y manantiales en su pasado, es conocido por su fiesta de La Flor Más Bellas del Ejido y sus paseos en trajinera, los cuales se utilizan en Octubre para llevar a los interesados a presenciar la obra de teatro de la llorona que tiene más de 30 años representada.

Familias salen a la tradicional calavereada el 31 de Octubre en los callejones de los barrios; frente a los hogares de los vecinos, niños y adolescentes disfrazados y con su chilacayote, entre rezos, rimas y el grito de "¡tía, tía, la calavera!" reciben dulces, pan de muerto y fruta de las ofrendas.


Pero no siempre se realizó así, Angélica Chávez de 48 años del pueblo de Santiago Tepalcatlalpan, recuerda que “antes no se acostumbraba el disfraz, yo me acuerdo que con mis tíos solo era su chilacayote y su velita y todos hacían competencia de quien hacía el mejor chilacayote” y que “según antes decían que se les debía pedir permiso a los difuntos para dar los alimentos de la ofrenda, pues ellos estaban disfrutando de lo que ponen”.

Para los adultos también hay diversión, Miguel López de 51 años aún tiene en la memoria que “el 1 de noviembre adolescentes y jóvenes que sabían tocar algún instrumento salían a pedir calavera y además de la letanía se les dedicaba una canción extra a los difuntos y era una tradición entre amigos y nos quedabamos a comer nuestra calavera frente al canal”.

Este mismo día en el centro de Xochimilco se ve a adolescentes y adultos tienen la oportunidad de disfrazarse de su personaje favorito y salir a las calles a hacer pasarela.


La Alumbrada

El 1 de Noviembre en la noche familias completas salen al panteón a la alumbrada con el propósito de pasar un momento con su difunto. Limpian las tumbas y las arreglan poniendo flor de cempasúchil en ellas, algunas velas y llevan alimentos que le gustaba a su ser querido. Esta es una tradición que se ha pasado de generación en generación y que dependiendo de cada lugar se realiza de diferente forma.

Tumbas decoradas, una gran cantidad de gente con ramos de flores se vieron el día 2 de Noviembre en el Panteón Nuevo de Xilotepec, en la alcaldía Xochimilco; algunas personas llegando ese día en la mañana y otras que se quedaron desde el día 1 de Noviembre en la noche a velar el panteón, fue lo que se presenció.


Claudia Castillo de 50 años, nos compartió cómo surgió esta costumbre de venir año con año a visitar a los difuntos y lo que significa para ella la alumbrada nos dice que “es como cuando fallecen que nos quedamos a velarlo y a pesar de que los recordamos todos los días hoy es el día más importante, se puede decir que más doloroso, porque recordamos el día en que fallecieron”


En un ambiente de celebración, risas y diversión, las personas cercanas al difunto rodeaban la tumba para pasar un rato más con él, recordando los momentos en los que aún se encontraba con ellos, poniendo las canciones que más le gustaban o trayendo a la memoria los recuerdos que pasaron juntos.

Con la nostalgia, alegría y la cosmovisión de las personas que nos brinda el día de muerto, notamos la riqueza cultural de nuestra nación y todo lo que como personas compartimos a ella generando un gran enriquecimiento cultural.



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