8 de octubre de 2025

Nómadas de la 57: Una película que nos habla de quiénes mueven al mundo


  • Se estrena en salas y en la Central de Abastos 
Por Monserrat Hernández Bernal
México. Alberto Arnaut Estrada y José Maria Castro Ibarra presentan la película Nómadas de la 57 una película que revela la vida de los camioneros y de su protagonista Luz de Luna Clara que escapaba de una relación violenta y para mantenerse a sí misma y a sus hijos toma la decisión de empezar en este camino de ser pionera en los caminos del país arriba de un tráiler. 

El documental nos muestra cómo es la vida nómada de los camioneros y abre camino a conocer a dichos transportistas como llevan sus rutas y tiene este enfoque a estos lugares llamadas las Cachimbas, lugares abiertos las 24 horas del día, los 365 días del año donde conocemos más de quienes mueven al mundo a palabras del director José María Castro. 

La película busca retratar el recorrido de quienes se encuentran en estas rutas además de conocer en qué condiciones llevan sus cuerpos para poder llevar alimentos, materiales, muebles, o lo que sus empresas detrás vengan trabajando para todo el país de México y a sus alrededores como EU. 


Es por ello que este proyecto que se ha trabajado desde hace más de 8 años apenas pudo ver la luz en 2023 y con ayuda de EFICINE, Impacta Cine y La Furia Cine este proyecto será  reproducido en varios lugares. Empezando el 2 de octubre a las 19:00 hrs en la central de abastos de la CDMX en la zona de pernocta de trailers. 

En alianza con ECOCINEMA el filme se presentara en paradores sobre carretera del sábado 4 de octubre en el restaurante El Durango (México 57, km 39, San José de Iturbide Guanajuato) y el domingo 5 de octubre en el parador Turístico San Pedro (autopista México-Querétaro, km 150, Puerto Palmillas, 76837) y a partir del 17 de octubre en salas en CINEMEX y en la Cineteca Nacional. 

A palabras de la protagonista Clara, esta película es una invitación a la concientización de la vida del trailero, a generar empatía y solidaridad y generar todo aquello que logre la dignificación de dicho empleo y profesionalizarse como operador. También nos comenta como es esta vida como mujer, en este documental podremos conocer su historia de como llego a aprender esta profesión y sobre todo como siendo pionera ha logrado dignificar no solo la vida de ser un conductor sino como mujer conductora.






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22 de septiembre de 2025

Salvaguardar el deporte de la corrupción

México. Varios expertos lanzaron el lanzamiento virtual del informe para Salvaguardar el deporte de la Corrupción con un enfoque sobre Latinoamérica y el Caribe, entre ellos José Antonio Domínguez Nava, director del Departamento Legal y Oficial de Integridad de la Federación Panameña de Fútbol, y Juan Manuel Ferrer, director de la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol.

Fotografía al final de la sesión con algunos representantes como Juan Manuel Ferrer, de la Federación Mexicana de Futbol, Tarsila Klein Schorr y Andrés Paris Ramírez Lara, Steve Gross algunos de los anfitriones de la ONU.


También participaron Alessandro Maciel Lopes, coordinador general para el Combate de la Corrupción, los Delitos Financieros y el Lavado de Activos de la Policía Federal, Brasil; Xavier Zevallos Franco, oficial de Cumplimiento e Integridad, Federación Ecuatoriana de Fútbol; y Graciela Esther Garay Arguello, directora de Ética y Cumplimiento, de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). 

En cada mesa hablaron de las formas en las que se debe de organizar la justicia deportiva para evitar incidentes en competencias o eventos masivos como lo es próximamente el Mundial de futbol 2026. No solo se trata de buscar la justicia con mano dura, sino también sensibilizar a todos aquellos que se encuentran en la búsqueda de un deporte disciplinado y justo.

José Antonio Domínguez comentó cómo es que en Panamá se ha trabajo de mano de los sistemas de Justicia para evitar la corrupción en grandes eventos deportivos y así como caso como el FIFA Gate, evitar sobornos para transmisión de partidos importantes o eliminatorios. Así las medidas anti corrupción se han manejado por la Transparencia Financiera y jurídica.

En México, Juan Manuel Ferrer, comenta cómo se ha investigado 15 clubes por influir y alterar recursos económicos y deportivos. Esto en ligas menores y un club en la Liga MX Femenil, que están bajo un proceso de investigación todo esto se hace con un análisis y diagnósticos basados en evidencia.

Alessandro Maciel Lopes, comenta cómo es esta situación en Brasil, donde el fútbol es el deporte más importante. Sin embargo existe el antecedente de cómo en 2022 y 2023 Brasil estuvo en el Rankin Global de manipulación de resultados

Todo este juego, tiene un impacto social, económico y político. Por lo que casos de corrupción pueden ocasionar: Pérdida de confianza del público, alejamiento de la afición y corrupción en clubes y órganos públicos. Actualmente existen leyes y las apuestas se busca que estén más reguladas porque entienden que es algo que existe y que se hacen pero se busca que la transparencia rija sobre el país.

Es así como la reunión busca reforzar todo lo que la ONU ha buscado fortalecer con sus elementos como casos de antidoping, anticorrupción y mecanismos de prevención ante situaciones económicas como desfalcos. Sobre todo ahora con eventos masivos como puede ser el mundial que tomará casa en México este 2026.


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19 de septiembre de 2025

Julieta Fierro, la rockstar de la ciencia que nos enseñó a mirar el cielo

Fotografía: Claudia Campos / Secretaría de Cultura de la Ciudad de México


Por Ulises Soriano
México Este 19 de septiembre de 2025 podremos estar seguros de algo: al caer la noche y cuando las estrellas iluminen el firmamento, podremos ver a Julieta Fierro en el cielo que tanto estudió. 

Julieta Norma Fierro Gossman fue la rockstar de la ciencia en México y para el mundo. Quien asistió a sus conferencias magistrales siempre esperaba al último para tener una foto con ella. Eternamente de sonrisa de mejilla a mejilla, gesto afable y ojos de asombro, como si conociera una nueva constelación en cada persona.

Estuvo más de 50 años vinculada con la astronomía.  Decidió estudiar física en la máxima casa de estudios del país, la Universidad Nacional Autónoma de México; su segunda casa. “¡Siempre UNAM! ¡Siempre Pumas!”, destaca un video en el que aparece la científica.

Ahí, en múltiples conferencias confesó que México, mucho antes de ser México, estuvo a la vanguardia en astronomía, ejemplo de ello las civilizaciones mesoamericanas.

Nació en 1948 en la Ciudad de México y falleció este 19 de septiembre de 2025. Fierro Gossman ocupó la Silla XXV de la Academia Mexicana de la Lengua; además de que integró el Sistema Nacional de Investigadores en el máximo nivel; y fue investigadora titular del Instituto de Astronomía de la UNAM.

Durante su carrera publicó alrededor de 40 libros; 23 de ellos dedicados a la divulgación científica. Sus palabras impresas o en conferencias fueron un referente al conseguir contagiar su amor por la ciencia y el conocimiento del universo a través de un lenguaje amable, y una voz que supo transmitir el asombro por lo cotidiano.

“Decidí estudiar física porque mi hermana mayor —nuestra mamá se había muerto cuando ella tenía 15 años y yo 13— me sugirió que en lugar de estudiar matemáticas mejor estudiara algo más práctico: Física”, reveló en una entrevista.

Abandonó su sueño de niña: ser trapecista; sin embargo, encontró el refugio de su vida en el estudio de la materia interestelar y el Sistema Solar. 

De la mano de Manuel Peimbert Sierra, profesor emérito de la UNAM y referente en astronomía, inició una investigación centrada en las mediciones de abundancias químicas en puntos clave de diversas galaxias. El propósito era comprender su evolución, las condiciones de su formación y la forma en que las estrellas transforman la materia. 

Con el paso del tiempo, dejó la vida académica para dedicarse de lleno a compartir su entusiasmo por los misterios del universo a través de la divulgación científica; lo cual la llevó a obtener cuatro doctorados honoris causa.

Fotografía: Claudia Campos / Secretaría de Cultura de la Ciudad de México

Fue reconocida con distinciones internacionales como el Premio Kalinga de la UNESCO, la medalla de oro Primo Rovis del Centro de Astrofísica Teórica de Trieste y el Premio Klumpke-Roberts de la Sociedad Astronómica del Pacífico en Estados Unidos.

También presidió la Comisión de Educación de la Unión Astronómica Internacional y en su honor se nombraron escuelas, planetarios, laboratorios, bibliotecas, sociedades científicas e incluso una especie de luciérnaga: la Pyropyga julietafierroae.

En sus últimos años se desempeñó como investigadora titular del Instituto de Astronomía de la UNAM y profesora en la Facultad de Ciencias, sin dejar de atender las constantes invitaciones para impartir conferencias y transmitir su entusiasmo por la ciencia.

Sin dudas y reservas, se pronunció a favor del aborto; y su visión progresista abarcaba propuestas como instalar guarderías en preparatorias y universidades para evitar que madres jóvenes abandonaran sus estudios, impulsar una ley de eutanasia que garantizara una muerte digna, aprovechar el potencial solar de los desiertos mexicanos mediante paneles fotovoltaicos y avanzar hacia la legalización de las drogas.

También cuestionó severamente al expresidente Andrés Manuel López Obrador por el intento de imputar a 31 investigadores del Conacyt bajo cargos de delincuencia organizada.

Cuando le preguntaron en una de sus últimas presentaciones cuál era la utilidad de la astronomía, Julieta Fierro respondió que esa ciencia, a la que dedicó toda su vida, le servía para encontrarse consigo misma y para “regresar a los orígenes de la humanidad, de las cosas y de la naturaleza”.

Hoy se apagó una voz que nos regaló una mirada al cielo, la cual, desde hoy será infinita. El espíritu incansable de Julieta convirtió el universo en palabras sencillas y luminosas para mostrarnos de la mano que las estrellas pueden caber en nuestra mano.

“La astronomía es como una canción que, aunque no entiendas, ya vale la pena por ser tan hermosa”, aseguró.

Descanse en paz Julieta Fierro


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#RATS… ¿Qué estamos dispuestos a arriesgar?


Por Monserrat Hernández Bernal
México. #RATS, la ópera prima del guionista y director Carlos Trujano, tuvo su estreno a nivel local el miércoles 17 de septiembre; parte del equipo de producción y de elenco de la película #RATS comentaron cómo fue hacer su trabajo en este rodaje que empezó en 2021. 

Además de la presencia del director, estuvieron presentes la diseñadora de producción, Dyann Ibargüen; Karina Rivero, compositora y supervisora musical; Pedro Giunti, productor asociado y parte del elenco con el personaje de Checo; Israel Consuelo, que interpreta a Rafa; Paola Hoyos, quien interpreta a Angie, y la actriz Aleyda Gallardo quien interpreta a Doña Angeles, mamá del protagonista.

La película tuvo su estreno internacional en noviembre de 2024 en el festival Ícaro en Guatemala, su estreno nacional fue a finales de agosto en el festival Macabro y en la CDMX; ahora este miércoles 17 de septiembre tuvo su estreno local en la Ciudad de Puebla a las 5 de la tarde en el Cinetekton.

A palabras del director, el cine viene de los estados y esta película tiene ese reconocimiento de sus localidades, de sus escenas mostrando aquellos lugares emblemáticos de Puebla y mostrando la realidad por la que el protagonista, Miguel Angel, interpretado por Fernando Cuautle, un cantante de ópera que se enfrenta a la realidad de la corrupción en este estado y que se verá entre la espada y la pared al poner en duda sus principios para conseguir sus metas tras un robo que le cambia la perspectiva.

Esta película fue realizada con el apoyo de FOCINE, quien dio 3 millones de pesos para esta producción pero a palabras del productor Pedro Giunti, la producción tiene una calidad de una de 15 millones.

Este largometraje representa la cultura de Puebla y el objetivo de este es marcar y reforzar los cimientos para futuros proyectos, ya sea en los ámbitos del diseño, de lo que hay detrás de la producción y de los mismos talentos que se buscó varios talentos originarios de Puebla como Paola Hoyos.

Es así como los realizadores invitan a ver esta película, #RATS, que te hará pensar sobre la realidad que vivimos, empatizar y cuestionar a todos los personajes pero sobre todo preguntarte a ti, ¿qué harías..? ¿Qué estás dispuesto a arriesgar para conseguir tus metas?





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25 de agosto de 2025

El rastro invisible de un perfume sobre el Chiquihuite


Por Ulises Soriano
Ella subió al Cablebús en la estación La Pastora de la línea uno, encallada en medio de una ciudad de ciudades, donde el tiempo apremia, y al igual que este transporte de reciente creación: no se detiene para esperar a nadie

Con pasos temerosos tomó asiento frente a él. Era martes, medio día; el viento soplaba, y el calor después de las lluvias inesperadas de agosto apenas comenzaba. La góndola tomó impulso al salir de la estación y enfiló con dirección a Indios Verdes mientras surcaba los techos de las faldas del Cerro del Chiquihuite.

El cristal izquierdo revelaba a los testigos de una ciudad que de pronto se hizo pequeña y la exigencia por más espacios de vivienda devoró las faldas de un cerro coronado por las antenas de transmisión pertenecientes a diferentes cadenas de televisión.

Las casas de fachadas verdes, amarillas, azules y rosas descoloridas están situadas entre laberintos que desembocan en semejantes pendientes. Esos pasajes serpenteantes son el hogar y espacio donde las familias decidieron hacer su vida y la llegada del Cablebús les robó algo de su intimidad.

—¿Disculpa hay algún problema en que me ponga perfume? —  dijo mientras la góndola cruzó sobre la autopista Naucalpan-Ecatepec.

—¡No, para nada! Adelante—respondió él con sorpresa ante el cuestionamiento y optó por bajar la mirada para dar “privacidad” mientras ella abría la mochila rosa de dónde sacó el frasquito.

Una roseada de la botella a la izquierda y otra a la derecha de sus hombros y el cuello, otra más en el pecho sobre su blusa azul; otra más en la muñeca izquierda y otra en la derecha. De pronto, el olor dulce y fresco invadió la atmosfera de la góndola que mostró una zona habitacional distinta a la improvisación del cerro.

De complexión delgada y tez pálida; cabello café oscuro, rizado, húmedo y a los hombros; ella miraba a todos lados, como si admirara el paisaje despejado de una ciudad contaminada, pero que por momentos le dejó entrever sus edificios.

—Oye, si no es indiscreción ¿Cómo se llama tu perfume?

—Ay, ni me acuerdo. Deja ver— contestó con una risita apenada. Tomó su celular y buscó el nombre que, aseguró, había enviado una amiga. —Apenas me lo recomendó y es la primera vez que lo utilizo, estoy viendo si me fija bien, pero no lo alcanzo a percibir—, atajó.

—¿En serio no lo percibes? De verdad que huele muy bien—, respondió mientras volvió a respirar el aroma del perfume, de esos que quedan en la punta de la nariz y no se olvidan.

—¡Ya lo encontré! Se llama Burberry Her y es de Fraiche.

II. Intimidad

Quien gusta de conocer la vida ajena, el Cablebús es el transporte perfecto para dar un vistazo —demasiado invasivo— a la vida de los otros. No importa si uno es pasajero frecuente o lo utiliza como atracción citadina. Sobrevolar las azoteas de alguna u otra forma permite el chisme.

De una estación a la otra, entre Indios Verdes y hasta Cuautepec, las casas son distintas. Antes de cruzar la autopista Naucalpan-Ecatepec, en colonias como Lindavista, hay viviendas de dos o tres pisos las cuales denotan dos características: la amplitud de los terrenos que se vendían en el pasado; y que el tiempo también se detuvo en los acabados, los cuales dan un aire ochentero.

Eso sí, para los jóvenes del 2025, dichos hogares son impensables. El precio y la plusvalía del lugar las convierten en espacios que cuestan y costarán más millones, mientras los salarios para las generaciones que apenas egresan de las universidades no permiten un poder adquisitivo como el de sus padres, y ni hablar de los abuelos.

Sin embargo, las azoteas develan más que enormidad: la intimidad de la ropa. El sol, tras las lluvias, es aprovechado para secar las enormes sábanas amarillas, la cobija de rayitas negras y blancas o el cubre colchón de holanes.



Una vez cruzando la autopista, a las faldas del Chiquihuite, el panorama contrasta. Las casas asemejan ser una obra negra y con pocos acabados. El gris del cemento y ladrillos predomina, salvo algunas fachadas descoloridas donde el sol hizo su trabajo implacable.

Pero el constante es la ropa colgada de lazos amarillos o rojos, de esos que valen 20 pesos en la tienda de la esquina. Con el pasar de la góndola, uno admira el pants, el short y si es más incisivo o presta atención, puede ver los boxers que parecen paracaídas, o el cachetero rojo de encaje coqueto.

La altura diluye el sonido de tránsito de una ciudad tan caótica como la Ciudad de México [CDMX], sin embargo, en las faldas del Chiquihuite, el paisaje sonoro lo dominan los ladridos constantes de los perros guardianes de las azoteas. Mientras los canes de diversas razas, tamaños y colores duermen al fresco, la sombra de la góndola los despierta y el ladrido provoca un efecto dominó con otros perros vecinos.

También, la cabina sobrevuela un riachuelo de aguas negras que se abre paso entre las casas construidas obedeciendo el capricho del agua; no obstante, el olor hace mella hasta en las alturas.

En las proximidades de la estación Campos Revolución, frente a la ola de casas del cerro, a unas cuadras está el Reclusorio Norte. Desde el teleférico capitalino se aprecian los torreones azules que vigilan la actividad al interior de la prisión y también las crujías desde donde, de vez en cuando, una  mano se alza por las ventanas intentando tocar el cielo, aunque sea lo más cercano a la libertad que pueda haber.

El viaje redondo por las seis estaciones —Indios Verdes, Ticomán, La Pastora, Campos Revolución, Tlalpexco y Cuautepec— dura alrededor de 55 minutos y hasta una hora, dependiendo de los ajustes del Cablebús para brindar el servicio.

Entre los pasajeros están los habitantes de las diferentes zonas por donde transita la obra que comunicó los barrios serpenteantes con el caos de Indios Verdes; pero también hay uno que otro extranjero que se sube para conocer lo “mexican curious”.

Hay hombres que vienen de la construcción, pues sus zapatos o el cansancio los delatan; y mujeres que van al trabajo o a la escuela y mientras la góndola surca por lo alto de las viviendas; hay momentos en que van enchinándose las pestañas, poniéndose colorete o pintándose los labios de varios tonos rojizos.

III. Nunca más



La chica de ojos medianos pero amplificados por sus anteojos delgados y grandes continuó poniéndose crema en las manos, luego se hizo un delineado sutil en los ojos y optó por no usar labial.

El teleférico avanzó sobre la aún desierta ESIME Ticomán, del Instituto Politécnico Nacional, pues las vacaciones politécnicas continuaban, aunque fuera agosto; mientras que ellos, sentados frente a frente, de vez en cuando intercambiaban miradas, mas no daban paso a más conversación.

Por la cabeza de ella pasó la idea de pedirle su número de teléfono o alguna red social para demostrar algo de interés. Ambos eran casi de la misma edad, unos 20 o 23 años.

Sin embargo, ninguno de los dos —por miedo ante los tiempos extraños donde intercambiar contactos en el transporte público puede tener implicaciones de seguridad— volvió a hacer la plática.

A unos metros de entrar a la estación de Indios Verdes, él suspiró y mientras las puertas de la góndola abrían, ella se despidió de forma tímida y sincera, aunque muy genérica.

—¡Adiós! Que llegues con bien a dónde vayas.

—¡Que te vaya bien! Ten un bonito día—, dijo él mientras la vio salir y también emprendió su salida para adentrarse a los torniquetes que marcarían el fin de su travesía.

El eco de una despedida más quedó desperdigado entre el bullicio que subía desde el paradero. Entre el tumulto de gente ella desapareció y él, aunque intentó seguirla con la mirada la perdió. Seguramente ellos nunca más se volverán a ver, pero nunca olvidará el olor del Burberry Her de Fraiche.





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5 de agosto de 2025

¡Un Aniversario de Leyenda! La Sonora Santanera Celebra 70 Años de Ritmo y Corazón


Por Maricarmen Olivares Medina
México. La única e internacional Sonora Santanera se prepara para celebrar su 70 aniversario. La icónica agrupación musical mexicana se presentará en el escenario del Auditorio Nacional el próximo 24 de agosto, en una noche que será un homenaje a la música, a la historia y a la lealtad de un público que los ha acompañado por siete décadas.

Arturo Ortiz, miembro fundador, y sus compañeros anunciaron los detalles de esta celebración. Nombres como Mía Rubín, José María, Kalimba, Aracely Arámbula, Coque Muñiz, Ernesto D’Alessio, los ballets y el grupo Deja vú, serán parte de este gran festejo.

La celebración del 70 aniversario no solo se limitará a México. La agrupación anunció una emocionante gira por Europa, con presentaciones en países como Francia, Londres, Milán y Madrid. Este es el reflejo de un grupo que, lejos de estancarse, continúa superándose como afirmó don Arturo Ortiz, "el éxito es cuando vas y repites".

En un momento emotivo, se abordaron los años de trayectoria de la famosa orquesta, Don Arturo habló sobre sus 52 años dedicados a la agrupación, un camino que le ha permitido ver crecer a sus hijos y mantener a su familia. Su debut en el legendario California Dancing Club de Tlalpan se siente ahora como un recuerdo lejano pero vital de una carrera aún vigente.

Al ser cuestionado sobre cómo han logrado mantenerse vigentes por tanto tiempo, Ortiz respondió con humildad y una sonrisa: "La fe mueve montañas", y agregó que la música de la Sonora es el "barrio", la "cantina", el "amor" y el "baile". Esta es una música que se ha transmitido de generación en generación, y es en los jóvenes, que la han escuchado a través de sus padres y abuelos, donde la Sonora Santanera ha encontrado la clave de su inmortalidad. Es un eco de historias de amor y fiestas familiares que ha resonado por décadas en los hogares mexicanos.

La Sonora Santanera se prepara para esta gran fiesta, será una noche para celebrar la música, la familia, y el inquebrantable espíritu de una agrupación que ha dejado una huella imborrable en la cultura popular de México.






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7 de julio de 2025

Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario 2025: un proyecto hecho a mano que celebra la tradición



Por Maricarmen Olivares Medina 
La inauguración del primer “Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario”, impulsado por la iniciativa “Original”, se llevó a cabo del 12 al 15 de junio de 2025 con la presencia de más de 250 artesanas y artesanos provenientes de 26 entidades del país para exhibir y vender más de 30 mil piezas provenientes de 23 culturas originarias. 
 
La primera edición del “Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario” reunió técnicas como alfarería, cerámica, madera, barro, fibras vegetales, vidrio y otras once ramas artesanales. Se dividió en un circuito temático que abarca desde la Casa de Madera hasta la Casa de Hilos y Pintura Popular, con la oportunidad de mantener un diálogo directo con los maestros y adquirir piezas únicas, la invitación expresa a no regatear, en busca de un comercio justo y ético. 

En los stands del Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario 2025, se observa una amplia variedad de piezas que reflejan tanto relatos comunitarios como posturas ideológicas. Cada objeto exhibido responde a una lógica cultural específica, transmitiendo elementos de la cosmovisión de la comunidad de origen. Los artesanos presentes explican al público los significados atribuidos a sus obras y detallan las técnicas tradicionales que emplean, además de señalar las modificaciones o innovaciones que han decidido incorporar a sus procesos de producción. 


El evento trasciende la función de mercado artesanal y se configura como un espacio para la formación y el intercambio de conocimientos. Entre las actividades programadas se encuentran talleres dirigidos a personas mayores de 60 años, bajo el nombre de “Nanas y Tatas”, así como más de treinta actividades diseñadas para la primera infancia, niñas, niños y adolescentes, agrupadas en la sección “Escuincles”. El programa incluye también espectáculos escénicos y demostraciones de cocina tradicional.  

Durante la inauguración, Claudia Curiel, Secretaría de Cultura, subrayó la relevancia del encuentro como plataforma para reconocer y compensar el trabajo de los pueblos originarios. Curiel anticipó que, ante la expectativa de un aumento en el flujo de visitantes internacionales por la realización del Mundial de Fútbol en 2026, el evento podría consolidarse como el más importante de su tipo en América Latina. 

El “Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario” reafirma el papel estratégico del arte popular en la regeneración cultural de México, celebrando la dignidad, identidad y saberes ancestrales de sus comunidades.



 



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1 de mayo de 2025

Semana Santa vibrante en el Festival Internacional San Luis Potosí


Por Maricarmen Olivares Medina.  
México. El  Festival Internacional San Luis en Primavera 2025 ofreció una “Semana Santa vibrante  en San Luis Potosí”, con un programa de ocho días lleno de cultura, música y deporte del 12 al 19 de abril. 

El alcalde  de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos  presentó el evento en la Ciudad de México, destacando su enfoque inclusivo y su impacto en la economía local, con la expectativa de atraer a más de 300,000 visitantes y generar una derrama económica de 500 millones de pesos. 

El Festival Internacional San Luis en Primavera se realizó del 12 al 19 de abril en la capital del estado, evento que también forma parte de las festividades de Semana Santa. 
Los conciertos fueron de manera gratuita, pero también se realizaron exposiciones y conferencias durante todo el evento.  El festival contó con artistas como Jorge Drexler, Ana Bárbara, Piso 21 y el 90's Pop Tour con grupos icónicos como JNS, Kabah, Magneto y Caló. Además, de espectáculos de ballet con Elisa Carrillo y obras de teatro como “Leonardo” por Rodrigo Murray. 

Se incluyeron eventos emblemáticos como la Procesión del Silencio, el San Luis Open Challenger y el Raúl Alcalá Challenge, que complementaron la oferta cultural y deportiva del festival. 

Este evento busca fortalecer el turismo y la economía local, ofreciendo actividades gratuitas para todos los gustos. 



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25 de marzo de 2025

Noche sonidera de primavera


Por Maricarmen Olivares Medina  
México. La brisa primaveral acariciaba las calles mientras la música sonidera se elevaba como un himno. El Zócalo, Ciudad de México, se convirtió en el recinto de esta noche de primavera, un lienzo de pasos marcados y un encanto por la música, acompañado por DJs como Silverio, San Pascualito Rey y Las Ultrasónicas. La noche se llenó de armonías, creando un tapiz sonoro que envolvía la capital del país. 

La voz del locutor resuena entre las bocinas, enviando saludos a cada rincón del público mientras las canciones de cumbia, salsa y guaracha llenan el aire. A veces, solo es necesario que alguien saque a bailar a otra persona y disfrute de la fluidez que tiene el cuerpo ante la reacción de la música, haciendo pasos sincronizados, improvisando movimientos de manos y hombros que fluyen al compás de la música, mientras el ambiente está impregnado de aromas a marihuana, cigarro y alcohol, que no detiene la energía de los asistentes. 

“¿Quién grita más fuerte?” Con esto, se regalaban discos y playeras al lado de la plancha del Zócalo que más gritara. En total, fueron más de 240 mil asistentes en 14 escenarios de la capital.


Los vendedores ofrecen comida, helado, agua, hasta “¿cuántas cervezas quiere?”, lo que hace que aquel que le comprara resista al cambio de vestuario de los bailarines y los problemas técnicos que se presentaban, claro que sin que hiciera falta un pequeño “buuu” y uno que otro chiflido.  

Canciones como "Mambo para las niñas bonitas" y "Camina y ven" animan a todos a seguir bailando, mientras los aplausos y los ondeos de banderas añaden un toque festivo. En el horizonte, la Torre Latinoamericana marca la hora del evento, y con mitad de día por delante, dando un “hasta que amanezca”, la noche de primavera no tuvo final. 





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14 de marzo de 2025

Presentan “Tranfeminicidio” y la colección Javier Valdez Cárdenas


Por Maricarmen Olivares Medina 
México. La presentación del libro “Transfeminicido” de Emma Landeros Martínez y Joel Aguirre, en Casa Refugio Citlaltépetl, sirvió también para la inauguración de la colección Javier Valdez Cárdenas. 

“Transfeminicidio" destaca la gravedad de uno de los crímenes de odio más infames en México. El libro revela los brutales testimonios de las condiciones que enfrentan las mujeres trans, incluyendo violencia física, discriminación social y vacíos legales que perpetúan la impunidad que enfrentan. 

El libro busca visibilizar esta problemática en un país que está regido por la heterosexualidad, creando patrones que despojan a las mujeres trans de su identidad, llamándolas: “Hombres vestidas de mujeres”. 

“Les arrancan la femineidad, no solo las matan, les mutilan los senos y los genitales, les arrancan el cabello, les desfiguran el rostro, todo para dejar el mensaje que para ellos no son mujeres”, comentó Emma Landeros, y destacó que este es un libro con acto de lucha, por alzar la voz frente a la violencia que viven las mujeres trans. 

El texto también aborda el impacto en las familias y amigos, quienes enfrentan procesos de aceptación y culpa frente a casos de transfeminicidio, sus procesos legales y como en muchas ocasiones estos se ven perjudicados por prejuicios sociales. 

El libro tiene presencia de las enseñanzas de Javier Valdez Cárdenas, periodista mexicano asesinado por su cobertura al  narcotráfico dentro de un periodo nacional de sesgo. Obras como “Los morros del narco”, “Mis Narco” y “Narco Periodismo” forman parte del memorial que lleva su nombre en Casa Refugio Citlaltépetl, en una forma de recuerdo de su  gran labor periodística.


  




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7 de marzo de 2025

El laberinto de los libros y la nostalgia


Por Alison Mabel Uriostegui Zarco 
¿Cuántos libros caben en un solo lugar? ¿Cuántos puedes palpar en un solo día? ¿Cuántos puedes desear tener? La mente se llena de este tipo de preguntas al entrar al Palacio de Minería, recinto en donde se encuentra la Feria del Libro, la cual se organiza en el primer trimestre del año. 

Bajando del metro de Bellas Artes, caminé dos minutos hasta encontrarme frente a frente con la enorme estancia, fijándome un poco en los detalles del edificio, que lo hacían notar como una construcción de tal vez unos siglos atrás. 

Después de unos segundos de apreciación, decidí entrar, encontrándome en primera instancia con ese característico olor a libros nuevos, llenándome por completo el olfato y concentrándome tanto en ello, que tuve que detenerme unos segundos antes de echar un vistazo a lo que se hallaba ahí. 

Asimismo, el rechinido de la madera se escuchaba con cada paso que daba, la presión de los pies al caminar sobre este material hundiéndose de manera mínima. Los murmullos de las personas se combinaban con la madera, hablando de diversos temas. “¿Cuál es el precio de este libro?”, se alcanzaba a escuchar. Y, a su par, algunas campanas, que pude percibir como pequeñas, pues eso era lo que indicaba su sonido. 

Al mirar los estantes, uno en específico llamó más mi atención. Fue así que caminé hacia él; libros de comunicación se encontraban esperándome, miré un poco algunos de ellos y decidí continuar mi camino. 

Entré a un pasillo en donde se observaban distintas salas, libros por doquier. Comencé el recorrido por la primera, y el primer libro que vi era una ironía: El Diario de Gravity Falls. Recuerdo cómo durante toda mi secundaria, al presentarme como Mabel, la gente solía decirme: “¿Mabel? ¿Como la de Gravity Falls?”. Por el recuerdo, una sonrisa pintó mi rostro.

Había todo tipo de libros y autores que lograba identificar, como Elena Poniatowska, autora mexicana de suma relevancia en el ámbito del periodismo, especialmente de las crónicas, resaltando por su escrito La noche de Tlatelolco, un ejemplo a seguir para muchas de las mujeres dentro del mundo de la comunicación periodística. 

Libros de Gabriel García Márquez, como Cien años de soledad, estaban ahí, en los estantes. Al mirarlo, recordé una entrevista de él en donde su pederastia se hacía visible con comentarios como: “Si a mi hijo de 20 le gustan las niñas de 15, ¿por qué a mí no?”. 



Otra autora que logré reconocer era Simone de Beauvoir. De igual manera, mi primer pensamiento fue sobre las acusaciones de pederastia que tuvo, recordando aquel escrito con plumón negro en los baños de mujeres de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales: “Simone de Beauvoir apoya la pederastia”. ¿Por qué estos pensamientos malos venían a mi mente? Tal vez sea parte de mí. 

Siempre me he considerado una persona pesimista, alguien que tiende a pensar en las cosas malas antes que en las buenas. Quizás eso provocó mi reacción en la siguiente sala al mirar un libro titulado La Prosa Completa de Alejandra Pizarnik. Mis ojos se iluminaron, pues mi poeta favorita estaba ahí, entre tantos escritos. 

Lo primero que logré pensar fue: ¿se encontrará mi poema favorito? El Despertar, aquel poema de los 20 años, con el cual me sentía tan identificada. ¿Acaso este sentimiento es porque la idea de cumplir 20 años me aterra? Pero me aterra más que la maestra Pizarnik siempre tiende a tener la razón. 

A lo mejor es porque ella me hace sentir en casa; la forma en la que percibe al mundo es la misma en la que yo lo hago, con la misma nostalgia, aquella nostalgia que he creído que algún día me matará. 

Y, de repente, recordar esa teoría que habla de cómo todos somos todos, la del huevo, me hace sonreír nuevamente, pues probablemente en otra vida fui ella y por eso me siento así, siento que me entiende aunque no me conozca. 

Decidida, me acerqué a preguntarle al encargado de esa zona cuánto costaba ese libro. Su respuesta me entristeció un poco, pues no era suficiente la cantidad que llevaba. “Se lo pediré a mi papá”, pensé, y caminé a la siguiente sala, mientras se escuchaba de fondo Island In The Sun. 

El espacio se hizo aún más grande, muchos más libros de todo tipo, de cualquier tema que podría imaginar. Era un mundo de libros. Los pájaros cantando le daban un ambiente tranquilo, lleno de paz, lleno de felicidad. 

Había de todo: playeras, totebags, separadores, rompecabezas 3D y unas hermosas artesanías que llamaron mi atención, así que me acerqué para admirarlas de cerca. Los dibujos me parecían hipnóticos: mujeres en posiciones extrañas, sus cuerpos expuestos, desnudos, hechos arcos. 

Las libretas me hicieron desearlas, creando en mí una necesidad de escribir sobre ellas, de plasmarlas con mis historias, con mis escritos, con mis crónicas. 

El póster que observé con admiración decía: “Las montañas y los ríos han sido destruidos, pero el Estado permanece”. Consciente de la frase, me quedé atónita unos segundos y retomé mi rumbo. 
Entre los pasillos, un olor a incienso llamó mi atención. Era una sala un tanto cultural, de Oaxaca. La verdad, no comprendí muy bien el concepto, pues estaba un poco llena y la idea de entrar no me agradó tanto en ese momento, así que giré y me puse en marcha en busca de algo más que llamara mi atención. 

Más adelante, observé un mural con el escudo de la UNAM y me acerqué para observarlo mejor. Me senté en un banco muy cómodo, blanco, y permanecí ahí unos minutos, contemplando a todos aquellos que estaban ahí, viendo cómo se tomaban fotos frente al mural o tomaban los libros entre sus manos, ojeándolos para ver si les convencía lo suficiente para comprarlos. 

Esa sala fue el final de mi recorrido, así que, luego de indagar en los rincones de esta, salí del recinto, mientras veía a la gente en la calle y los carros pasaban con ese ruido tan reconocible. Un vehículo militar pasó frente a mí con personas con trajes típicos, un escenario que se me hizo tan peculiar. 

Con la brisa ligera de la tarde rozando mi rostro, di un último vistazo al Palacio de Minería. La feria seguía su curso, las voces de los vendedores, el aroma a papel nuevo y el murmullo de los visitantes aún resonaban detrás de mí. 

Caminé de regreso al metro, mientras en mi mente aún se hallaba la idea de comprar el libro de Pizarnik.


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5 de marzo de 2025

De la calma al caos


Por Andrea Salazar Bautista 
Era 26 de febrero, un miércoles por la tarde destinado a hacer tareas. Entre mis amigos lo llamamos “fin de semana chiquito”, pues todos los miércoles nos quedamos en casa, como marca nuestro horario. Ese día, sin embargo, decidí salir. Iba en un metro repleto de gente, enviándole un mensaje a mi papá para avisarle que debía ir al Palacio de Minería. 

Me bajé en la estación Bellas Artes. Para mi sorpresa, no había tanta gente como esperaba. Salí del metro y caminé por las calles del centro hasta llegar al Museo Nacional de Arte (MUNAL). Le pregunté a la chica de la taquilla por la Feria del Libro, y me señaló afuera, explicándole que los puestos de lona blanca bajo el sol eran parte del evento. 

Entré entre las carpas. El ambiente era cálido, con un olor a incienso predominante. Todo estaba tranquilo, con una canción de jazz de fondo. A los costados, estantes repletos de libros, principalmente de historia, capturaron mi atención. Hace un año, estos temas no me hubieran interesado, pero ahora me cautivaron sus títulos y contenidos. 

El lugar era pequeño, pero había libros de todas las categorías: salud, historia, cocina, novelas románticas, terror. Todos estaban amontonados sobre las mesas, sin orden aparente. Para encontrar algo específico, tendrías que mover pilas de libros que parecían haber tenido varios dueños. 

Los libros tenían portadas gastadas, orillas rotas y un olor a humedad. Sus hojas no eran blancas, sino de un tono café claro en los bordes y hueso en el centro. Algunos ni siquiera estaban bien pegados, pero un lazo unía sus hojas con la portada y la contraportada. 

En el centro de la carpa, un puesto vendía separadores, plumas, sacapuntas, gomas y hojas para notas. Detrás, alguien vendía discos de vinilo que parecían tan antiguos como los libros. Las fundas estaban despintadas, con las orillas dañadas y colores opacos. 

No había mucha gente, pero los pocos que estaban allí parecían entusiasmados, conversando con los vendedores sobre los contextos de los libros. La mayoría eran personas de la tercera edad. Los vendedores, amables pero respetuosos, parecían felices simplemente porque alguien se interesara en sus mesas. 

Este lugar no parecía interesado en vender, sino en que disfrutaras la experiencia de observar libros antiguos. Cada ejemplar parecía una pieza única, irrepetible. Mientras revisaba los títulos, vi un cartel que decía: “46ª edición de la FIL en Palacio de Minería”. Confundida, le pregunté a un vendedor si esta era la Feria Internacional del Libro. Me respondió que no, que esta era la Feria del Libro de Ocasión. Había estado en el lugar equivocado todo este tiempo. 

Crucé la calle y me acerqué a la taquilla del Palacio de Minería. Compré un boleto y confirmé que esta sí era la Feria Internacional del Libro. Al entrar, el contraste fue inmediato. Los muros eran altos, el lugar tenía dos pisos y, aunque afuera hacía calor, aquí hacía frío. El olor a incienso fue reemplazado por un aroma afrutado mezclado con alcohol, como un desinfectante. 

El lugar era enorme, pero parecía no haber suficiente espacio. Había mucha gente, sobre todo jóvenes, y tantos pasillos que parecía un laberinto. Por un momento, me sentí perdida. El ruido, las conversaciones y la cantidad de cosas ocurriendo al mismo tiempo me aturdieron. 

Caminé entre estantes y mesas. Los libros estaban en bolsas o parecían nuevos, con hojas blancas y portadas brillantes. Cada libro estaba en un estante específico según su categoría, a diferencia de la feria anterior, donde todo estaba mezclado. 

Aunque leí varios títulos, ninguno me interesó. Me pregunté por qué, en un lugar lleno de libros, ninguno despertaba mi curiosidad. Recuerdo entonces una tarde con mi amiga Patricia, estudiante de Medicina en la UNAM. Nos habíamos encontrado en la Condesa, buscando un café para refugiarnos del calor. Al final, terminamos en una librería con luz cálida y olor a libro nuevo.

Patricia me habló de su colección de novelas juveniles, mientras yo me preguntaba por qué nunca me había interesado en los libros más allá de los que leía por obligación en la universidad. De vuelta en la feria, esa pregunta seguía en mi cabeza: ¿por qué ningún libro me llamaba la atención? 

Además, noté que muchos puestos no vendían libros, sino bolsas, separadores, playeras estampadas, posters y hasta juguetes para niños. Los vendedores se acercaban constantemente, preguntándome qué libro buscaba, pero yo no sabía ni siquiera qué género me gustaba. 

De pronto, ya no me sentía cómoda. Había demasiada gente hablando de temas ajenos a los libros. En una habitación, estaban entrevistando a alguien, y su voz resonaba por los micrófonos. También había cámaras, computadoras y un equipo de producción transmitiendo las entrevistas. 

La gente pasaba entre las mesas, elegía un libro, lo pagaba y seguía con conversaciones que nada tenían que ver con la lectura. Decidí salir. Sentí que había pasado suficiente tiempo allí y que no pertenecía a ese lugar. 

Al salir, vi de nuevo la Feria del Libro de Ocasión. Desde fuera, se notaba la calma y la tranquilidad que reinaba en ese espacio. Caminé hacia el metro, reflexionando sobre las dos experiencias tan diferentes que acababa de vivir: la serenidad de los libros antiguos y el caos de la feria internacional. Fue una tarde que me dejó pensando en mi relación con los libros y en cómo, a veces, el silencio y la calma pueden ser más atractivos que la novedad.


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El control y vigilancia sobre un cuerpo del conocimiento



Por Fabián León Mejía y Bannin Osmart Macías Hernández 
Un hombre, de mediana edad cuando mucho, con el cabello repleto de canas y huecos premonitorios de calvicie, destaca entre la multitud por su vestimenta atípica. Porta una camisa naranja neón, la cual trae impreso el logo de la editorial Penguin Random House. Su estatura es anormal comparada a la vista en el resto del público gracias a un banco donde se mantiene parado, como un águila que acecha a su presa. Con recelo, vigila el stand de la misma editorial que presume su ropa, mientras sus compañeros atienden las voraces hordas de compradores. 

La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), en su edición número 46, ha abierto sus puertas para una concentración heterogénea de alumnos que asisten para cumplir con una tarea del colegio y lectores en busca de su próxima compra para acrecentar su biblioteca personal. El costo de entrada es asequible, por 25 pesos es posible acceder a dos pisos cubiertos por toda clase de obras, sin embargo, la única parte módica del evento se queda en la entrada, porque los precios se alzan desde 100 pesos hasta alturas insospechadas.

El silbido de distintas aves resuena en las bocinas ubicadas con discreción a lo largo del antiguo Palacio de Minería, su propósito es claro: evocar la ilusión de libertad. Sería efectivo el engaño de no ser por las cámaras y el personal, quienes fungen como los guardias de un tesoro que solo es accesible para unos cuantos. Se busca, con desesperación, evitar un asalto hacia el corazón de la feria: los libros, esos que muestran su colorido esplendor plastificado, uno que rivaliza con el arcoíris. 

Este espacio alberga desde los autores de literatura más aclamados (Dostoievski, Shakespeare, Juan Rulfo, Homero; por mencionar unos pocos) hasta reproducciones de textos religiosos. Un fin en común permite la convivencia de El Capital de Marx y un libro de motivación personal, de esos que tienen plasmada en la portada la cara sonriente de una persona en traje. Solo el lucro de comerciar con conocimiento ya producido, y anunciar aquello que viene en camino, tiene la fuerza suficiente para unir a creyentes y ateos, a universitarios y a niños.

Hay otro efecto, símil quizá de la gravedad, que une a propios y extraños. No importa cuáles sean los intereses de los visitantes, los ojos y la búsqueda terminan por vagar con frecuencia hacia la explanada del recinto, donde los sellos editoriales más famosos exhiben su porte ostentoso, desde Siglo XXI hasta Penguin Random House, si buscas algún título, es seguro que lo puedas encontrar en sus stands.

Este último distribuidor goza de tener su stand ubicado en la sección 4, la que ocupa más espacio y no está encerrada por un techo. Si no fuera por la carpa que opaca el paso de la luz del exterior, el sol caería como flechas ardientes sobre todos los visitantes. La sección 4 también tiene la fortuna de tener la entrada más accesible al público del evento, y es necesario pasar por esta para acceder a las escaleras que dirigen al segundo piso. 

En contraste, hay stands que si no se requiriera de al menos un sujeto para la tarea de realizar ventas, no habría ninguna alma presente. Los libros son el corazón del evento, pero sin la sangre que son los lectores, no hay nada que bombear. Así, múltiples universidades regionales, colegios, editoriales y artistas independientes, son objeto de las miradas curiosas. Mientras en otros stands las personas no caben y quedan a la espera que otra deje de observar los libros, para tomar su lugar. 

Una voz, en un tono calmado, anuncia, a través de las bocinas, que los aforos llegan a su máxima capacidad. Las presentaciones de libros llenan sus salas, y a pesar de esto, muchos otros quedan en el olvido. La promoción es para los libros nuevos, para relucir ese brillo de ser recientes. Los antiguos no tienen el mismo tiempo en la luz.

Al salir del coloso de granito, bajo la luz del sol dominical, hay carpas blancas armadas enfrente del Palacio de Minería, alrededor de la estatua de El Caballito. Vendedores externos a la FIL comercian sus propios libros de segunda mano, algunos incluso nuevos. El hábitat es menos lujoso, libros amontonados en mesas largas, de distintas editoriales y géneros, con polvo como azúcar encima de una tostada. Se avista la poesía completa de Pizarnik en un buen estado, tocando la cubierta de un libro con su pasta apenas sosteniendo sus tripas y de un título nunca antes visto o mencionado en las esferas populares.

La sangre sigue ausente. Pocas personas dirigen sus ojos a los libros. Menos de diez personas. Al preguntar por los precios de libros de renombre, suelen encontrarse en un rango de $100 a $50 pesos menos caros comparados con los de la FIL; pero nunca bajan de los $150. Los libros que sus páginas parecen haber sido manchadas por un líquido, y emanan un color amarillento, son la opción más accesible. Pero uno tiene que estar a las vivas, ya que estos tesoros son saqueados por otros entusiastas. 
Entonces, ¿el adquirir conocimiento es una competencia del mejor postor?, ¿vale gastarse los ahorros de semanas en un libro académico? No podría darse una respuesta a todo esto, no una sencilla al menos. Mientras haya un conocimiento, siempre habrá la posibilidad de convertirlo en un instrumento y mercancía.

Al final del día los hombres con trajes caros y tonos de hablar petulantes, las iglesias, los académicos y los gurús motivacionales toman sus maletines llenos de dinero. Avanzan en caravana hacia el sol que se esconde en el oeste, opacado por edificios de la colonia. Cada cual paga su pasaje, sea del metro o del camión y tarareando la tonada melancólica de los organilleros del centro, toman sus manos satisfechos: ha sido un buen día de negocios.


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18 de febrero de 2025

Laura Gamboa reflexiona sobre la erosión democrática

El conversatorio se realizó en el aula Leopoldo Zea. 


Por Jared Pimentel Gómez   
México. La erosión democrática es un fenómeno que ha surgido en diversas naciones, en particular, de América Latina. En el conversatorio “selección de casos y herramientas metodológicas: reflexiones a partir del estudio de la erosión democrática” en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la politóloga Laura Gamboa platicó acerca de su estudio y de su análisis con los estudiantes.

Gamboa explicó acerca de los conceptos que utilizó durante su estudio, el principal de estos siendo la erosión democrática. “La erosión democrática es un cambio de régimen. De lo cual era importante hacer una distinción entre una erosión democrática exitosa y una fallida. La exitosa es aquella que transforma el régimen democrático  a un régimen autoritario y competitivo. La fallida es la que no logra hacer esa transformación”.

Una de las variables que ella consideró de gran relevancia en su estudio fueron las oposiciones. “Cuando la erosión democrática es gradual, la oposición tiene opciones de combatir la erosión democrática”. Asimismo, detalló alguno de los puntos relevantes para que la erosión democrática pueda existir: la primera, que el gobierno tenga apoyo militar y civil organizado. La segunda, que la respuesta de la oposición sea poco institucional. 

Señaló partes importantes en la investigación, desde las prácticas de campo hasta el análisis de algunas naciones latinoamericanos. Además de eso,también hizo un énfasis en su hipótesis para su trabajo. “La hipótesis que yo planteé en mi propuesta de investigación es que en países vulnerables, una respuesta extrainstitucional como el boicot o el golpe de estado de la oposición a los intentos del presidente a una reforma o a  extender su presidencia, es la oposición necesaria para la erosión democrática”.

Uno de los países que realizó en su estudio fue Venezuela. Para eso tuvo que evidenciar que la oposición tenía recursos institucionales. Asimismo, demostró que Hugo Chávez tenía menos poder que Uribe. Por último, evidenció que las estrategias aumentaron la capacidad de Chavez de judicializar o remodelar los procesos de la oposición. 

Otro de los países que tomó como parte de su investigación fue Colombia. Para esta nación tenía que demostrar distintos rubros. Sus principales objetivos eran probar que la supervivencia de la democracia no estaba predeterminada y  que Uribe quería erosionar la democracia, probar que la ausencia de estrategias institucionales radicales protegieron a la oposición y evidenciar instancias en las que la oposición perdía legitimidad.




 








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El IIJ recuerda a Pablo González Casanova en su 103 aniversario

El conversatorio se realizó en el Aula Centenario.

Por Jared Pimentel Gómez   
México. El 11 de febrero de 1925 nació  el sociólogo e historiador, Pablo González Casanova, y a un centenario de su nacimiento, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recordó su legado en la sociología de México y de América Latina. El evento tuvo como invitados a diferentes académicos, entre ellos, Miguel Álvarez Gándara, Mariana Mora, Luis Hernández Navarro y Magdalena Gómez. 

Luis Hernández Navarro recordó a Casanovas en su intervención en el foro “Hacia la construcción del proyecto de educación democrática”, que en su momento fue convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hace 9 años. Durante esa sesión, el historiador dio una lista de recomendaciones para mejorar la educación en el país. 

Entre las recomendaciones estaban: respetar la dignidad de los maestros,  reivindicar la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación, promover una cultura humanista y tecnológica, ofrecer a la práctica de la moral una importancia prioritaria y respetar a las distintas religiones, razas, sexos, edades y formas de percibir el mundo. 

“Mucho de su pensamiento giró en tres categorías que se combinan de distinta manera: democracia, independencia y moral. Él señalaba a la hora de hablar de nuestro futuro ´hoy nos toca un  periodo sin precedentes en la historia de la humanidad´. Él señalaba que nuestra lucha ya no es solo por la libertad y la democracia, es de hecho una lucha por la vida misma” ,describió Hernández Navarro al recordar a Gonzalez Casanova. 

La finalidad del conversatorio no solo fue hablar de Gonzalez Casanova, sino también de conservar y recordar sus obras. Ese fue el punto que Magdalena Gómez quiso resaltar. “A lo largo de su vida, abordó tanto la formación del estado en América Latina, la conquista, las intervenciones extranjeras, la lucha por la tierra y el territorio, el pensamiento latinoamericano, la universidad, la guerra, la paz  y  el futuro de la humanidad”.

En particular, también recordó los estudios que realizó en torno a su propia alma mater. “La UNAM fue el asiento de sus diversas tareas institucionales de creación, dirección, así como el desarrollo de proyectos que coordinó con rigor como lo hizo en su lamentablemente corto rectorado. De 1970 a 1972, impulsó los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH)”.


Para Mariana Mora, es relevante retomar el aspecto crítico del historiador. “Este recuperar la figura de don Pablo como parte del pensamiento crítico latinoamericano me parece fundamental durante estos tiempos en una era donde la izquierda se aferra a una cultura de la cancelación y en donde ´si no estás conmigo, estás en mi contra´ como los neofascistas  que tampoco quieren escuchar. Entonces, ¿Cómo trazas una ruta crítica entre estos dos polos?”

Mora también resaltó el aspecto  pedagógico, que era otro de los rubros en los que el ex rector de la UNAM se centraba para defender la educación pública gratuita. Asimismo, promovía el diálogo y los debates entre académicos, intelectuales o cualquier persona experta e interesada en el tema para resolver las problemáticas. 

Ese cuidado y rigurosidad era lo que recordaba Miguel Alvarez Gándara de Pablo Gonzalez Casanova. “Me tocó un don Pablo que, mientras fue mediador, era crítico al zapatismo. Hubo dos momentos de crisis y él optó por apoyar a don Samuel (Samuel Ruiz) en esas situaciones”. Destacó otro tipo de situaciones relacionadas al movimiento zapatista donde ocupaba este mismo rol.





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