“Hacer el cielo aquí en la tierra”


Por Lucía Flores
México. Fray Ricardo Pérez se conectó a la entrevista después de haber orado un tiempo en la capilla. Aún no es sacerdote, aunque está en formación de serlo; pronto se convertirá en diácono y después dará el siguiente paso. Es un hombre sencillo, no lleva su hábito religioso puesto, sino que ha escogido una sudadera negra que lo cubra del frío. Desde el inicio mostró una gran sonrisa y entusiasmo por la entrevista.
 
“Te entiendo, Lu”- dijo con una gran carcajada- “también estoy estudiando Comunicación y las tareas nunca se terminan, pero venga, vamos a hacer esto bien.” Rich se enderezó en su asiento y ajustó su cámara. Necesitábamos vernos el uno al otro para estar en sintonía.

“¿Qué es la muerte?”- dijo pensativo- “La muerte es el paso hacia la otra vida, es un proceso natural. Todos los seres humanos pasamos por eso, el cuerpo pierde vida”- dijo con voz serena y tranquila- “Jesús nos revela que hay otra vida. Esa vida es estar glorificado con Dios resucitado.”, se aclaró la garganta un momento y continúo- “Todos estaremos junto a Dios”.

– Yo sé que el cielo, cómo nos lo han hecho creer, no existe. No es algo alejado de la tierra, ¿Cierto?
– Así es, tampoco el infierno.

Inclinando su cuerpo hacia delante y extendiendo sus brazos, continúo: “Es una necesidad terrenal. La gente necesitaba encontrar una manera de nombrar las cosas. Por esto nombraron al cielo como una forma de premiar lo que haces en vida-” -suspiró y contestó la siguiente pregunta- “El purgatorio no es un lugar real dónde las almas andarán sufriendo. En esto tienes razón, esa versión es muy antigua y debería erradicarse… es lo que estamos intentando. El purgatorio es más un lugar existencial.”

Antes de continuar, se acomodó en su silla y se acercó más a la cámara. Sin duda estaba ansioso por seguir contestando las preguntas. “Fácil. El cielo es aquí en la tierra, también lo es el infierno. No vas a estar ardiendo por toda la eternidad” -dijo riendo- “A eso a lo que llamamos infierno es la vida difícil, la vida alejada de Dios y de las personas. Es una vida… no de soledad… sino de desolación. Al contrario, el cielo es el bien que hagas aquí en la tierra.”-dijo con una sonrisa- “Esa cuestión de al bueno le toca lo bueno y al malo le toca el castigo viene desde el libro de Job, pero en el Concilio Vaticano II se reformó este pensamiento.. y qué bueno que lo hicieron.”-, río nuevamente.

– Siguiendo esa lógica, el cielo es algo diferente a lo que pasa después de la muerte, ¿Cierto?
– Así es.  Todos al final vamos con Dios, no importa lo que hagas en esta vida y no importa tu religión. El amor de Dios es para todos y todos estaremos glorificados junto a él.
–¿Entonces qué pasa después de la vida?

La juventud de Fray Ricardo y su enorme disposición convierte los temas existenciales más complejos a algo sencillo. “Es un proceso espiritual. Es vivir con Dios, es lo que Jesús nos ha enseñado.” -Tomó un pañuelo para toser, posteriormente se acomodó en la silla y con una gran bocanada de aire continúo- “Muchas veces, como seres humanos nos da miedo la muerte y pensamos, ¿Qué hará la gente sin mí? ¿El mundo estará bien sin mí?”-, riendo continúo- “¡Es obvio que el mundo y la gente estarán bien! Somos una pizca muy pequeña en el mundo, estaremos bien. La muerte es un tema existencial y de vida. Es un tema trascendental” 

Rich río un buen rato con la siguiente pregunta. El notaba la pasión de esta entrevista y estaba dispuesto a compartir su misma pasión. “No es que Jesús haya desafiado la muerte. La resurrección de Jesús es algo humano y divino. Jesús al ser humano, obvio tiene que morir, su cuerpo debe morir. La resurrección es una nueva forma de vida, Jesús es el único que ha podido resucitar dentro de su mismo cuerpo, esa es la parte divina.”-, respondió con templanza y con una mirada llena de luz- “Los apóstoles reconocieron a Jesús por sus acciones, así supieron que era él. Era una nueva forma de vida.”

– En ese sentido, Rich, ¿Todos podemos resucitar?, puesto que todos podemos vivir una nueva forma de vida.
– Sí, Lu. Todos podemos tener una vida antigua y vivir una vida nueva. En ese sentido todos podemos resucitar. Es como cuando alguien cae en una soledad, por una adicción a las drogas, cuándo logra salir de ahí, es como si hubiera resucitado. Está viviendo una nueva forma de vida, ha encontrado una salvación.

Fray Ricardo manipuló unos segundos su computadora, dando tiempo perfecto para continuar con la conversación. “La salvación…”- tomó una breve pausa y continúo- “antes se cerraba la muerte a la salvación, como te dije, el cielo era premiar lo bueno y el infierno castigar lo malo, pero eso no es así.”-, se aclaró la garganta e inclinó todo su cuerpo al frente- “Jesús invita a salvarnos.”

Nuestra conversación es amena, Fray Rich, no se cerraba a ninguna de las preguntas. “Nada de eso. la salvación no es como luego la pintan las doñitas que dices”-, soltó una gran carcajada- “La salvación de Jesús es humanizar a la persona, es el amor a la vida. La salvación es hacer el cielo presente aquí en la tierra. Es hacer lo que Jesús nos ha invitado a hacer, es amar a Dios, amar a los otros y amarnos a nosotros mismos. La filosofía de Jesús es el amor, y por eso muchos en su época lo odiaban, iba en contra de las normativas sociales de su tiempo.”

– Antes se tenía otra visión de la muerte, cómo sí lo más importante fuera el cielo y lo que sucediera aquí en la tierra no fuera tan importante, o bueno, se obraba únicamente para acceder al cielo. 
– ¡Exacto!, es por eso que Jesús nos enseñó que el cielo no es de la tierra al cielo o viceversa. Sino que es con nosotros y nosotros con Él. 
– Cómo mencionaste anteriormente, todos al final nos reuniremos con Dios. En ese caso se podría pensar, ¿Qué sentido tiene vivir?

Rich se sorprendió ante mi pregunta. Se quedó reflexionando unos momentos y respondió, “Así es, muchos podrían pensar que como ya tienen su lugar asegurado con Dios, pueden hacer desmanes o no tener ganas de vivir.”-, suspiró y reclinó su espalda en el respaldo de la silla- “Sin embargo Jesús nos ha enseñado que estamos viviendo por el amor de Dios, y DIos quiere que amemos a los otros y sobre todo que nos amemos a nosotros mismos, de esta manera podremos amarlo a Él y la vida que nos ha dado.”

“Respondiendo a nuestra última pregunta, para poder vivir la vida hay que vivir con la salvación de Jesús. Que no es nada más que humanizarnos a nosotros mismos y a los demás.” -. Con una voz tranquila y una mirada esperanzadora dijo- “Es ayudar al otro, escucharlo, apoyarlo, es ser más humanos. Moriremos sin problema porque ya vivimos aquí en la Tierra desde el amor, no hay remordimientos.”

Sus últimas palabras fueron precisas y directas, “Lo más importante que enseñó Jesús sobre vivir la vida humanizado es:

“Amar a Dios, Amarme a mi mismo y Amar a los otros”
 
“Esa es la filosofía de Jesús, hacer el cielo en la tierra amando la vida”-, pronunció mientras respiró profundamente. Nos despedimos fraternalmente, con una gran sonrisa. Rich agradeció el espacio.. 



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