
El espectador se vuelve más exigente, busca identificarse con el cine, que no le vean la cara y le muestren imágenes “reales”, por eso los cineastas recurren a trucos considerados posmodernos, como el run and gun que consiste en mostrar imágenes inestables, “mal grabadas”, que le dan un toque de realismo a la cinta.
“Cuando uno ve una imagen sucia y difícil de ver, será más fácil creer en ella, porque se tiene la impresión de que la hizo un aficionado, si tenemos una imagen estable y con bonitos colores, se piensa, ahí hubo manipulación,” aseveró el profesor de la Universidad de París III Sorbonne-Nouvelle.
Hay tres grados en la historia del cine, el primero es el clasismo, ahí se cuentan las historias de buenos contra malos; el segundo es la modernidad, los actores se dirigen a los espectadores y se llegan a tomar por tontos; y el tercero es la posmodernidad que tiene como primicia Star Wars, película producida en 1977.
A partir de esta película se verán cintas en tercer grado que contienen el primero y segundo grado, ya hay una buena historia y no se toma por tonto al espectador, aparecen imágenes que no se ven como ventanas a la realidad sino como una proyección de pixeles.
La conferencia se llevó a cabo con la traducción de Ahydée Silva en la Tercera Semana de la Investigación y la Comunicación 2012-1 en el marco de las celebridades por el 60 aniversario de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el 6 de octubre del presente año. Y que tiene como objetivo “Acercar a la comunidad académico-estudiantil de la Facultad experiencias de investigación que enriquezcan su formación”.

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