Por Carlos Torres
CDMX. Eunice Waymon, una niña de color que vive en Estados Unidos en la década de los 40, se prepara para dar una presentación ante un gran público, y mientras arreglaba todo, el alcalde Morris les quitó el lugar en primera fila a sus padres. En ese momento, el tiempo se detiene.
Una mujer llamada Nina entra en escena y acompañará a Eunice en un viaje dónde aprenderá sobre sus orígenes, la importancia del significado de los nombres que llevamos y como forman parte de nosotros, rememorará partes de su vida y les dará un nuevo significado, reflexionando sobre los hechos, además de plantearse qué es lo que quiere para ella y su futuro.
La obra escrita por Omar Esquinca y Diego Alba y dirigida por Andrea Cruz Meléndez, pondrá en duda la manera en la que vemos y reconocemos la música y, en general la manera de como aprendemos las cosas y que es lo que entendeos como algo “perfecto” o “bueno”, confrontando de manera divertida y directa la dinámica que hemos tenido como sociedad al momento de apreciar y recibir cierto tipo de arte y conocimiento.
El elenco, conformado por Xareny Orzal, Ix-chel Muñoz y Karen Rocío Pérez Cárdenas en el piano, da ritmo a la obra, las voces de Xareny e Ix-chel destacan bastante al momento de los actos musicales, demostrando calidad y talento por parte de las actrices, quienes en todo momento te mantienen enganchado.
Los aplausos también van para Karen, quien da una presentación magnífica en todo momento, logrando mantener la atmosfera de las escenas y se entrelaza perfectamente con las situaciones y sentimientos presentados por las actrices, sincronizándose perfectamente durante toda la obra, agregando piezas musicales clásicas de Mozart, Bach, entre otros artistas de reconocimiento mundial.
Canta, Nina se presentará todos los sábados y domingos de agosto (a excepción del 31) a la 1:00 p.m. en el teatro Sergio Magaña, la entrada general es de $195.00, este espectáculo para toda la familia es una excelente idea para un plan de fin de semana, entretendrá a los más pequeños y para los no tan pequeños les permite reflexionar sobre pasajes de su vida y la manera en la que vemos el mundo y a otras personas, permitiendo valorar más las cosas por lo que son en vez de por lo que aparentan.
