26 de junio de 2023

Crisis ambiental: necesitamos aprender a cuidar la naturaleza

Imagen: UDGTV

  • “El Gobierno de México no ha puesto atención por el cuidado del medio ambiente, estamos en los momentos más bajos históricamente”: Agustin del Castillo, líder de la Red Mexicana de Periodistas Ambientales
Por J. Valdez
México. Con el paso de los años, la atención de la población, gobiernos y organizaciones por el cuidado del medio ambiente ha ido en aumento. ¿Qué importancia cobra el periodismo ambiental para la difusión del cambio? En entrevista, Agustín del Castillo, uno de los líderes de la Red Mexicana de Periodistas Ambientales, nos comparte su perspectiva de las principales problemáticas que nos rodean en la Ciudad de México: ¿hace algo el gobierno?, ¿cómo podemos contribuir a mitigarlas? 

La Red Mexicana de Periodistas Ambientales (REMPA) es una asociación sin fines de lucro, que promueve el desarrollo del periodismo ambiental, la libertad de expresión y el acceso a la información ambiental en México. Se creó en 2007, y tiene como objetivos producir materiales impresos o audiovisuales para el mejoramiento y expansión del periodismo ambiental, apoyar en la protección a quienes puedan sufrir presiones o amenazas por el ejercicio de su profesión ambiental, y generar acuerdos y alianzas estratégicas con empresas, gobiernos y fundaciones. Su público es muy variado, desde académicos, periodistas, comunicadores y activistas. 

De acuerdo con Agustín del Castillo, quien es periodista en la Red desde hace más de 15 años, estamos en una crisis ambiental, constituida por el cambio climático, la contaminación y la aniquilación biológica, antes llamada defaunación: “algunos consideran que no es una crisis ambiental sino un colapso ambiental”. 
Particularmente, en la Ciudad de México, el principal problema es el estrés hídrico, la contaminación, y el manejo de la basura: “seguimos generando basura cuando se habla de basura cero en algunos lugares, pero no estamos lográndolo. No logramos todavía ni separar nuestros desechos, lo cual es un problema tremendo”, señala.

Por otra parte, la contaminación atmosférica “está en niveles muy elevados, algunos expertos comentan que cuando hay algunas estaciones con niveles altos no los toman en cuenta. La norma está por debajo, debe de actualizarse la norma relacionada con la contaminación atmosférica”. 

“Al caminar en algún fraccionamiento, observas desperdicio de agua. El vital líquido lo tiran al drenaje en lugar de poder regar las plantas. No hay consciencia de una relación con la naturaleza”, enfatizó Agustin. “Sí hay más personas que son conscientes, se preocupan por el medio ambiente, pero me parece que no son suficientes, me parece que los medios de comunicación masivos tienen que hacer un mayor trabajo para difundir y hacer un impacto directo para cambiar las conductas de las personas. No obstante, los medios de comunicación masivos están más concentrados en el poder, en sostener el poder, por el sistema económico actual y las relaciones de producción. Realmente no están interesados en el medio ambiente a pesar de que la economía depende de la naturaleza”. 

El gobierno actual de nuestro país mantiene un discurso en donde se dice que se está trabajando para la atención del cuidado del medio ambiente, pero “el gobierno realmente no hace mucho”, enfatizó Agustin del Castillo. “Muchos mencionan que hay una regresión ambiental, y es una de las debilidades de este gobierno. Lo que se está privilegiando es la producción, y el tema de macroeconomía. Por ejemplo el tema del Tren Maya. Se dice que se busca beneficiar a la población, pero normalmente los grandes proyectos no benefician a la población sino al capital, y pues realmente hay mucha carencia, están casi reprobados”. 


El periodista ambiental señala que si los gobiernos anteriores tenían problemas, estaban con problemas para atender el tema ambiental, este ha sido mucho más omiso, ha puesto menos atención en la realidad al tema ambiental. Un ejemplo podría ser la vaquita marina: “México está sancionado por CITES para poder exportar fauna y flora, por no cuidar a la vaquita marina. No recuerdo que antes haya pasado esto, se trataba de cuidar las normas y cumplir con todo. Estamos en los momentos más bajos del tema ambiental históricamente”.

Por si fuera poco, el periodismo ambiental enfrenta demasiados retos. El principal es el tema de poder fondear los temas e investigaciones. No es fácil lograr piezas que sean bien fundamentadas, atractivas y que puedan colarse en varias secciones. Hay que capacitarse para ser especialista en alguna área de periodismo ambiental. “Existen riesgos al entrar al periodismo ambiental y pues hacerlo es peligroso”, compartió Agustín. “El periodismo ambiental busca ser crítico con el poder, por lo que nunca es fácil criticar al poder en un país o planeta como el nuestro”. 

Agustin considera que para que el público y las audiencias se preocupen más por las problemáticas ambientales, las manifestaciones y difusión de información se debe hacer de una manera más atractiva. “Durante mucho tiempo se habló de los polinizadores, de las abejas, y que estas se están extinguiendo, y  las personas muestran su preocupación. Apenas estamos teniendo una ola que se está haciendo moda, lo cual es preocupante, pero a la vez puede ser interesante para que sea una tendencia más que una moda, que es hacer jardines de polinizadores”. 

“Varias organizaciones están entrando en el tema, capacitando, como la CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad), la Cooperación Alemana por parte de GIZ, y otras organizaciones más están haciendo esto, lo cual es muy interesante y de una forma atractiva, porque ¿quién no quiere tener un jardín bonito con polinizadores?, y por supuesto que no solo son las abejas europeas sino también polinizadores nativos. Hay que luchar para que se vean, para que suenen. Son bonitos desde el punto de vista estético, así se puede atraer a los públicos y a las audiencias a participar en el cuidado del entorno”. 

“Las redes sociales, los videos, todo eso han ayudado a que haya más difusión, pero no es suficiente. Hay varios proyectos independientes haciendo un montón de cosas, desde memes, que son super divertidos, informativos y crean reflexión. Hay también infografías muy interesantes y atractivas, y todo esto ha ayudado, pero no es suficiente, tenemos que impulsar esa relación y contacto de la gente con la naturaleza para que se anime a protegerla y amarla”.

Asimismo, es muy importante el impacto de organizaciones deportivas y artistas en el cuidado del medio ambiente, consideró Agustín. No obstante, “debemos de tener cuidado y hacer algo, porque luego tenemos a personajes como Mbappe burlándose de que un periodista les pida que en lugar de irse en avión a un lugar cercano, se vayan en camión o en otro transporte. Se tiene que capacitar a los medios, a los de relaciones públicas para que capaciten a sus deportistas, a los dueños. Se necesita mucho más trabajo, en este momento de crisis o colapso ambiental, no está correspondiendo el esfuerzo a la crisis y urgencia que tenemos”. 

Hay cosas básicas que debemos de entender. Debemos entender que dependemos de la naturaleza: “tenemos que entender que debemos de mejorar cada una de nuestras acciones diarias para conservarla. Y así también influir en los gobiernos, en los tomadores de decisiones, tenemos que hacer algo para que cambie”. 

Mínimo en nuestro espacio podemos hacer varias cosas. Lo primero es conocer la naturaleza, nuestro alrededor. Podemos amar la naturaleza y hacer que los demás lo hagan. Hay que mejorar nuestro entorno, plantar árboles. Cuidarlos, explicarle a la gente que la poca fauna hay que cuidarla y darle su espacio. Se debe explicar que no son una amenaza. Se debe transmitir esto de boca en boca o en campañas que le permitan a la gente conocer, y comprendan la importancia de la naturaleza. 

Tenemos una relación directa con la naturaleza, a través de nuestro cuerpo: “¿qué tipo de futuro quisiéramos heredar a las generaciones siguientes? ¿Qué tipo de planeta quisiéramos vivir cuando seamos mayores? ¿Quisiéramos tener calidad de vida? Tenemos que entender que esta calidad de vida depende de la naturaleza, urgentemente tenemos que atenderlo y trabajarlo”, señaló Agustin.

De nuestras acciones diarias depende nuestra supervivencia, y el planeta como lo tenemos. Los servicios ecológicos y ambientales de los cuales disfrutamos, desde tener chocolate, café, vino, depende de conservar a la naturaleza. Tenemos que trabajar la frugalidad (ser prudente, pasivo, ahorrativo y económico en el uso de recursos consumibles, así como optimizar el uso del tiempo y el dinero para evitar el desperdicio), consumir menos, dar mucho más. Debemos dejar mejor el planeta de lo que lo encontramos. “No podemos consumir al ritmo que estamos consumiendo, el planeta no da para más, y debemos de amar la naturaleza”, concluyó Del Castillo.



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Las matemáticas ayudan a predecir y son más certeras que los horóscopos: Elizondo Ramírez

  • Herramientas tecnológicas, clave para el avance del conocimiento
  • Los hábitos de estudio se forman desde casa


Por: Mireya Guerra Hernández
CDMX. (Aunam). En su residencia, Rubén Elizondo Ramírez, quien también es doctor en Ciencias, pide que el diálogo surja en su oficina de trabajo, ubicada en el primer piso, ésta es pequeña, de color blanco, con piso gris de loseta y un techo con luces tan fuertes que apenas las prende a mi se me nubla la vista por el cambio de iluminación, como cuando sales al sol después de haber estado un buen tiempo a oscuras. El lugar tiene un mueble de madera repleto de papeles, pero destaca el libro de Álgebra de Baldor, mismo que se utiliza cuando es necesario en la materia que imparte, Matemáticas I y II (Algebra y Geometría); la parte superior está repleta de recuerdos, los que más ama: fotografías de su familia y un balón de futbol americano de los patriotas.

Rubén Elizondo Ramírez ha impartido clases por más de nueve años. Con la tesis Rupturas epistemológicas en la geometría a través de una alternativa digital de la geométrica hiperbólica obtuvo el grado de Maestro en Ciencias, en la especialidad de Matemática Educativa por parte del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (IPN), en el 2014. Como profesor tiene una preparación de tiempo atrás.

Por lo pronto, al profesor le gusta recordar los inicios de su carrera, sonriente, con los ojos grandes y fulgentes, como si estuviera reviviendo aquellos momentos, recalca: “siempre se me daba… era una cuestión prácticamente innata en mi”. Su participación en olimpiadas, y concursos regionales del Politécnico, lo motivaron a encaminarse por la disciplina de matemáticas. Fue hasta que decidió estudiar la licenciatura en Matemáticas que tuvo que hacer una transición del Politécnico a la UNAM. “También quería conocer otro ambiente, otro estilo de trabajo, otras personas”, dice el maestro mientras se quita la gorra que tenía puesta y deja ver sus rizos castaños, escondidos entre capas de gel. 

El docente Rubén sabe que ser profesor no es tarea fácil, remarca que le apetece trabajar en el nivel medio superior, lo cual es evidente, pues no por nada fue condecorado con “La Medalla al Mérito Docente 2019, Profesor José Santos Valdés”, misma que otorga El Congreso de la Ciudad de México y la Legislatura, a través de la Comisión de Educación, y que sólo recibe un pequeño número de quienes se han distinguido por su calidad en el ejercicio de la docencia y la investigación, así como por el desarrollo de estrategias y la promoción de un ambiente favorable para la educación.

Impartir la materia de matemáticas en primer grado de bachillerato es, de algún modo, una etapa clave en la cual se puede impactar a un estudiante “tal vez alguien no se va a dedicar específicamente a las matemáticas, pero a lo mejor sí a alguna Ingeniería o área afín. Siempre he considerado que eso a nuestro país le hace mucha falta”, dice Rubén mientras bebe un poco del vaso de agua que está a su izquierda.

Sin embargo, así como existen estudiantes que se desenvuelven por el mundo de las matemáticas, hay quienes definitivamente no, resaltando una falta de interés, “creo que hay otras situaciones que están presentes…No sé cómo decirlo… En la juventud, en los estudiantes—expresa el maestro¬¬¬¬¬¬¬— llevo trabajando 9 años, y en ese lapso he visto cambios en las generaciones, veo cada vez menos ganas de trabajar”.

El doctor Rubén opina que ser adolescente actualmente es fácil, en el sentido de que todo se les da desde casa, “a lo mejor hay un tipo de condescendencia por parte de las familias, donde les dicen, bueno, pues si te va mal no te preocupes, algún día vas a pasar la materia” e incluso en educación de nivel básico los profesores no tienen oportunidad de reprobar a los estudiantes. Los alumnos que llegan a primer grado de bachillerato les resulta complejo adaptarse a la realidad; las buenas calificaciones que habían obtenido anteriormente se ven opacadas conforme los grados avanzan y se les exige aún más.

Desde el punto de vista del docente hay tres factores importantes en el proceso educativo, el estudiante, el profesor y la familia; y si alguno de ellos se desentiende de su cargo, dicho proceso deja de funcionar, sin embargo, éste comienza desde el hogar “a mí me parece que es el más importante porque al final de cuentas yo con mis estudiantes trabajo cinco horas a la semana en el CCH Vallejo, pero con esas horas nadie va a aprender matemáticas, necesitan trabajar 10, 15, 20 horas a la semana para que se aprenda bien la materia”, enfatiza Rubén mirándome fijamente a los ojos, como si fuera quien tiene o no la capacidad de aprobar el comentario.

Es evidente que los maestros juegan un papel primordial en el proceso de enseñanza, pero hasta ahí, es decir “finalmente al estudiante le corresponde el proceso de aprendizaje”, remarca el instructor. 

Limitaciones con el modelo educativo

El modelo educativo posee detalles particulares que son necesarios pulir, las herramientas tecnológicas son un paso clave para el avance del conocimiento, y no es que las matemáticas cambien como tal, pero sí evolucionan, y se necesita interpretar la información que proviene de ellas, no sólo resolver ejercicios. Un caso particular es el que pone el doctor Rubén, acerca de la materia de Geometría analítica, donde más de la mitad de los problemas que se derivan de ella dependen de herramientas tecnológicas como lo son Photomath y GeoGebra, por lo que considera necesaria la implementación de este tipo de instrumentos, “porque si uno ve el programa de estudios, está un poco desactualizado”, afirma el docente.

Al comparar a México y su sistema educativo, con los de otros países de élite de primer nivel, hay una notable diferencia, “por supuesto el modelo educativo juega un papel importante, y más con estas reformas educativas, ya ni quieren dar matemáticas como tal”, expone Rubén, un tanto disgustado, y recargándose en su escrito color café donde hay un dibujo de un león pintado a mano por su hijo y una fotografía del luchador KeMonito.

Las matemáticas en la cotidianidad 

El razonamiento matemático proporciona herramientas que funcionan para resolver situaciones de la vida diaria, cosa que desafortunadamente no todos son capaces de observar. El álgebra, la geométrica, la trigonometría y la aritmética, son importantes, esta última, por ejemplo, es fundamental al momento de hacer compras al ir por un mandado, pues implica lo más básico de esta rama.

“Las matemáticas son cómo una bola de cristal, yo no soy muy creyente de los horóscopos, pero…Las matemáticas son cómo horóscopos porque nos ayudan a predecir”, afirma Rubén con un tono particular; dichas palabras son fáciles de comprender cuando se analiza un problema de matemáticas y estos siempre están planteados a futuro “en cuánto tiempo el automóvil va a llegar a tal lado, en cuantos años esta personita tendrá la mitad de edad de la otra persona”.

Toda área requiere de matemáticas, por supuesto unas con mayor medida que otras, por ejemplo, en la Filosofía e Historia, sin embargo, la estadística siempre está presente ahí “pese a no ser la matemática más pura, más fina, más elegante, es de las más útiles para tener esa idea clara de que las matemáticas no sólo sirven para poner datos estadísticos, sino para predecir”, justifica el maestro.

Si los individuos se adentraran en la historia de esta ciencia, se percatarían de la razón, por ejemplo, de que existan los números negativos o los algoritmos, el docente Rubén cuenta brevemente:

“Por allá del siglo XV o XVI, la navegación y la astronomía eran ramas que estaban desarrollando perfectamente los portugueses, españoles e ingleses, quienes   exploraban el mundo a través de la navegación, se guiaban a través de la estrella polar por lo que tenían que hacer grandes mediciones, ¿y qué facilitaba todo esto? Por supuesto los logaritmos. La Historia, las Ciencias Sociales, las Matemáticas siempre han venido de la mano”. 


Abrupto cambio tras la pandemia

Tras ver los alrededores de la oficina del profesor es inevitable recordar la pandemia por COVID-19, y es que en los laterales se ubican largos pizarrones blancos con algunas huellas de plumón, y un trípode de cámara Neewer. Tal parece que el profesor no tuvo problema con adaptarse a las nuevas tecnologías, él mismo remarca que la evolución tecnológica, particularmente en su generación, se ha dado más o menos de forma natural, y, al contrario, lo consideraba divertido pese a que nunca había impartido la materia por videollamada.

“De verdad, por momentos llego a extrañar esa etapa…. Estaba muy cómodo, era muy fácil entrar a una sesión, dar la clase, pero no sabía exactamente que pasaba detrás de la pantalla”, expone el profesor Rubén en tono preocupado. Lo más complicado comenzaba en el momento en que los alumnos dejaban de participar, y no manifestaban sus dudas, es entonces cuando Rubén se cuestionaba si en realidad sus estudiantes estaban aprendiendo algo.

Tras el regreso por la pandemia, fue notable que los colegiados no habían aprendido casi nada, confirmando la hipótesis del docente, esto por muchos factores, “no les gustó tal cosa, no entendían, no se concentraban, su profe desapareció”, y claro, aunque había excepciones, eran muy pocas, pues a pesar de que siempre había carencias en la asignatura, ahora estaban más marcadas.  

El nivel de aprendizaje se redujo a gran escala, el profesor Rubén considera que si desde casa, la familia hubiese hecho un seguimiento al alumno, la historia sería distinta, pero claro, también reconoce que como padre de familia jamás se les enseña a hacerlo. “¿Qué te están pidiendo en la escuela, una computadora?, ahí la tienes, ¿Una conexión a internet? Ahí la tienes, ¿Necesitas un teléfono de gama alta? Ahí lo tienes, ¿Qué más necesitas? Yo ya cumplí como padre. Pues no creo que sea eso madamas”, enfatiza el doctor.

Posteriormente, el profesor se disculpa, y añade: Perdón por insistir tanto en esto, pero a mí me parece que la educación en la escuela está bien, en casa es donde está la clave, insisto, cinco horas viéndome a través de una pantalla o en la escuela presencial, no va a ser totalmente útil. 

Dúo de las ciencias: matemáticas y comunicación 

“A mí me parece que las matemáticas y la enseñanza son un proceso de comunicación, ¿No sé si la palabrita comunicación te suene familiar? —se voltea hacia mí—yo creo que la idea es contarlas, de manera que sea accesible y digerible”, revela el maestro. 

Es claro que el hecho de ser docente implica que no a todos los estudiantes necesariamente les vas a caer bien, sin embargo, algo en lo que hace énfasis el maestro Rubén, es que siempre intenta crear un ambiente de confianza y amistad, por supuesto sin rebasar los límites entre alumno-docente y dejando marcado el respeto. “Creo que algo que a mí me ha funcionado mucho es compartirles mi experiencia, les gusta ver a alguien que tenga seguridad y confianza… Yo creo que detrás de esto hay una carga emocional muy fuerte”, dice el maestro. 

Las creencias que se forman en las matemáticas, también giran en torno a los profesores de la signatura, donde se piensa que deben ser estrictos y aburridos, no obstante, el doctor Rubén lo ve de forma distinta, él desde el inicio del semestre pide a sus estudiantes que tengan metas trazadas, “no me interesa que tu seas la más lista o listo en matemáticas, pero si no hay el interés de tu parte, por más que yo te intente motivar va a ser muy complicado que pueda hacer algo por ti”, expresa el doctor mientras comienza a ver el techo, como si sus reflexiones estuvieran suspendidas en el aire.

Si un estudiante realmente se quiere comprometer con la materia de matemáticas es necesario que tenga hábitos de estudio, mismos que no todos los alumnos tienen, pues actualmente su entorno esta repleto de distracciones, “tienen el celular a la mano, conectado con el mundo, actualizado de toda la información, digo,  tampoco estoy diciendo que las redes sociales sean malas, pero yo creo que hay que usarlas acertadamente”, menciona Rubén mientras recuerda que dos de sus alumnos más destacados sólo utilizan su correo electrónico y ninguna otra red social, y han ganado diversos concursos los últimos semestres.

No obstante, el maestro reconoce que las distracciones siempre han existido, en todas las generaciones, es por ello que hace hincapié en la importancia de los hábitos de estudio y cómo estos se forman desde casa, “¿Les interesa? Siéntense media hora todos los días, y en un par de semanas que esa media hora se convierta en una hora, y en un mes más que se convierta en una hora y media más”, recomienda el docente. Es probable que este consejo en un primer momento suene un tanto rebuscado, pero esto se va formando con la práctica, con los hábitos, por supuesto, con un equilibrio entre pasatiempos, distracciones y responsabilidades. 

El profesor expresa que tener una motivación es un aspecto clave en la enseñanza, y el docente tiene esa tarea, no se trata de decirle a los alumnos “tú no naciste para las matemáticas. No, no, al contrario , si tú estás en esta escuela, no es gratis, tu hiciste un gran esfuerzo y estás aquí porque tienes esa gran capacidad”, aclara Rubén mientras une mano con mano y recarga su cara en ellas. Es necesario que los estudiantes tracen sus propias metas a mediano, corto y largo plazo.

En ocasiones los alumnos se limitan a decir que no son afectos a las matemáticas, pero el maestro Rubén cree que es importante darles una oportunidad, “¿Te gustan los horóscopos, pero no te gustan las matemáticas? Bueno, te puedo decir algo, las matemáticas son más certeras que los horóscopos. Y no, no tengo en nada en contra de la gente que confía en la astrología y mucho menos”, expresa con tono de sarcasmo, y moviendo su cabeza de un lado a otro.

Finalmente, el docente expresa que por mucho que los padres y madres de familia consideren que sus hijos están grandes, se debe estar al pendiente de ellos, evidentemente sin hostigarlos, pues comprende que los adolescentes están en una etapa complicada, donde no todo gira alrededor de la escuela, “tienen miles de problemas más, que su lista de problemas de matemáticas, esos detalles hay que comprenderlos, hay que ser sensibles y empáticos”. Y vuelve a remarcar que los tres factores que deben ir de la mano en el aprendizaje son el estudiante, el docente y la familia. 

—Bueno, ahí están los comentarios…No sé si sirve de algo todo esto que platicamos, pero bueno, espero que algo rescates— menciona el maestro de nuevo en tono burlón y agachando la cabeza

—No, no, no, claro que me sirve, muchas gracias por brindarme el tiempo. Por cierto, tu horóscopo está en octavo lugar esta semana—respondo con tono burlón también.

—Bueno, estaré al pendiente—concluye el maestro con una ligera sonrisa.





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Paloma negra


Por Ximena Miranda Herrera 
México. Desde la tierra de Guadalajara, una Paloma negra se desplomó en nuestras manos. A las dos de la tarde de un miércoles de abril, nos reunimos un buen amigo y yo. Habían pasado cuatro días sin vernos, pero se asemejaban más con años. Decidimos reunirnos en su casa y disfrutar de un ambiente hogareño. 

Salimos a caminar por la colonia y prender algún cigarro que se terminó al cabo de unos minutos. En el camino nos encontramos con una licorería de color verde, con vidrios transparentes como paredes, en la entrada con una estatua de Johnnie Walker de apenas metro y medio de color amarilla.

Nunca había entrado a un lugar así pero me pareció fascinante. Había estantes que iban del piso al techo acomodados en pasillos, en las repisas se encontraban todos los sabores y colores de botellas de alcohol acomodadas de acuerdo con su contenido: vinos rosados, amarillos, tintos, vodka, ron y licores, todos con sus elegantes etiquetas y diseños coloridos, desde una botella común hasta  una en forma de cabeza de ovni verde con ojos negros.

Después de recorrer el lugar, optamos por llevar un licor de agave con etiqueta negra que plasmaba la palabra “Premium” debajo del nombre “Paloma negra”. Emprendimos nuestro camino de regreso a casa, y en el jardín, en unos juegos de plástico con resbaladilla y techo rojo donde un día jugamos, se convirtieron en nuestro lugar para probar el licor de agave.

Inmersos en una larga plática de diversos aspectos de nuestra vida como el amor, Dios y la música, pasaron tres horas. A las cinco y media el frío comenzaba a sentirse a través del aire, así que entramos a la casa.

Pasamos el resto de la tarde en el cuarto de mi amigo, una habitación de no más de cuatro por tres metros cuadrados, su puerta que un día fue color verde estaba ahora tapizada de fotos, boletos  de museos, estampas coloridas de caricaturas, imágenes de los Beatles. Al interior del cuarto, un clóset de madera oscura con puertas corredizas con dos posters de los    Beatles, uno de ellos era la portada de Abbey Road.

Una vez ahí, nos sentamos en su cama y pusimos música en la una laptop conectada a un monitor extra, con bocinas negras ubicadas en el piso por dónde retumbaba el sonido en todas las habitaciones y por la ventana del cuarto. El repertorio comenzó con “Diario de un impostor” de Tino el pingüino y siguió con “La asimetría según Cardín”.

Al cabo de un rato, nos acostamos a ver el techo, él de lado de la pared color aguamarina y yo del lado de la laptop. Él viendo el techo y yo recargando mi cuerpo del lado derecho.  Así estuvimos hasta que la música comenzó a tomar el camino que el algoritmo de YouTube decidía y “On the turning away” de Pink Floyd sonaba.

Al terminar esa canción, él cambió su posición y también se recargó hacia el lado derecho, quedó abrazado a mí y mi cabello corto, chino y esponjado pegaba en su cara de forma en que yo sentía su respiración. Así estuvimos, acostados y durmiendo durante hora y media mientras sonaba música muy relajante, de tipo electrónica para relajarse.

Para cuando despertamos eran las ocho, nos sentamos y cantamos unas canciones que incluían a Billie Eilish, Camila Cabello y a Elisabeth Roma. Media hora más tarde era mi hora de partir. Tomé mis cosas y salimos de la casa tomamos del brazo. Un cigarro para terminar el día nos acompañó de camino al metrobús y ahí nos separamos.


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