Por Sharon Manrique
CDMX. La psicóloga Rosita Mística Álvarez Rivera, especialista en Neuropsicología y Neurociencias, explica que existen diversos cultos y rituales que se realizan a la hora de la muerte con el fin de disminuir las angustias en el ser que se queda. Esa interacción entre muerte y Covid 19 ha estrechado lazos con los simbolismos. "En el actual contexto mundial se vive incertidumbre al ver a tu familiar entrar a la sala del hospital y no saber si lo volverás a ver, y por protocolo no tienes permitido estar con él. Al saber que tu familiar fallece y no puedes despedirte físicamente del mismo se rompe el esquema social", analizó.
La muerte va de la mano con la cultura, resalta la especialista, específicamente hablando de la cultura mexicana que se sustenta en rituales sociales de festejo. "A pesar de que sea la muerte, los mexicanos se reúnen para celebrar la muerte", resalta.
Existe un ciclo de la vida en el cual la muerte está incluido en él, cuando un adulto mayor fallece se suele decir que “ya estaba grande”, y que “ya le tocaba”; sin embargo, en épocas Covid ese es el factor diferencial: transpolar la muerte a alguien relativamente joven.
"En la cultura mexicana cuesta trabajo soltar, comprender que todo tiene un inicio y un final, por ello, es más común que en la misma cultura no se trabaje el duelo después de la pérdida de un ser, porque esto no se ve una prioridad", explica.
Cuando el ritual o culto no se pudo llevar a cabo, el duelo se vuelve más difícil: todo ritual le da cierto confort a la familia de los seres queridos que se fueron. Sin embargo, en el contexto Covid, esto no es posible y surgen depresiones y trastornos de ansiedad.
"Ante el Covid la sociedad ha mostrado un nivel increíble de creatividad, ya que a pesar del contexto menos favorecedor idearon diversas maneras de honrar a aquel ser querido que desafortunadamente no logró ganar la batalla. Por ejemplo, las misas y velorios virtuales vía Zoom o Meet", ejemplifica la psicóloga.
La incertidumbre tiene un papel fundamental en la muerte
Cuando se interrumpe con las creencias el duelo para el familiar se vuelve más difícil, resalta la entrevistada. "A pesar de que sea una muerte inesperada en cada una de las religiones siempre hay una ceremonia específica y a pesar de la religión que sea el duelo va a persistir. Sin embargo, cuando se rompe con el esquema social el duelo comienza a ser diferente, porque devienen preguntas y culpas: “No debí llevarlo al hospital”, “Si no hubiera salido no se habría contagiado” y más reclamos hacia el interior", enfatiza.
En el caso de la religión católica, el novenario, velorio, levantar la cruz es parte de nuestra cultura y el protocolo está establecido. "Como protocolo social das el pésame. Pero ¿qué pasa cuando esto no se presenta? Surgen trastornos y demás problemas".
Dos o tres semanas antes del deceso del ser querido, cuando este dio positivo a Covid-19, el tiempo se vuelve interminable. Y al conocer el desenlace de la lucha, ya no hay nada más que hacer: ya no se puede continuar. "No existe el “paso” de la ceremonia, no hay contacto, no hay amigos ni familiares. El duelo cambia. Se centra en la parte de la negación", destaca Álvarez Rivera.
En el duelo se comienza con la negación, que en realidad es una crisis emocional, un choque físico, cognitivo y hasta psicológico. "Son semanas de lucha con la esperanza de que el ser que amas vuelva a estar bien, vuelva a esta contigo, y es ahí el punto de quiebre, cuando te encuentras solo o sola, con las cenizas de esa persona que te ha acompañado a lo largo de tu vida, sin poderle dar un último adiós. Y te encuentras pensando en el porvenir de tu vida, ya que con la pandemia llegó un punto donde no sabías si tú mismo seguirías con vida o si alguna vez todo volvería a ser como lo conocimos en algún momento", menciona.
De acuerdo con la explicación de la especialista, hay una diferenciación de duelos; por ejemplo, un duelo sano tiene una duración en promedio de 3-6 meses, en donde se acepta la partida del ser querido. Sin embargo, hay otro tipo de duelo; el duelo patológico, principalmente en el mismo no se acepta la pérdida. "Se pueden desarrollar signos como crisis, alucinaciones, etc. De igual manera se puede llegar a perder algún sentido", ahonda la psicóloga.
Existen diversas maneras de tratar un duelo. "Claramente en el contexto actual es más difícil tocar esas sensibles fibras, pero es importante comprender que la vida del ser que partió fue y seguirá siendo importante, y de igual manera la vida del que se queda es importante. Atender el duelo es importante, porque, así como una gripa no tratada puede llegar a pulmonía, un duelo no tratado puede llegar a depresión", concluye Rosita Álvarez.
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