Home Office: dificultades para un becario

  • A pesar de que los becarios tienen la oportunidad de trabajar en home office mientras estudian enfrentan dificultades económicas, de comunicación y, en el caso de las mujeres, de género

Por Isabel Flores, Daniela Mora y Alexa Paoletti
México. Yamile Cicourel es becaria de recursos humanos en la empresa SEMIRE y trabaja un día en la modalidad home office. Su labor es encargarse de la postulación de vacantes a través de plataformas laborales como computrabajo, linked, ineed y Facebook. Además, realiza diseños promocionales de la empresa, efemérides semanales y algunas ediciones de cumpleaños sobre los integrantes de la compañía.

El home office es la modalidad laboral remota que permite a los trabajadores realizar sus actividades profesionales. De acuerdo con un sondeo realizado por la Universidad en Barcelona ESADE, a finales de 2020 el 19% de mujeres combinó el teletrabajo con el empleo presencial y en febrero ya era el 25% de las mujeres.

El horario laboral de Cicourel es de cinco horas y ocho como máximo. Depende de las necesidades de los colaboradores si es fijo. Ella intenta organizar sus tiempos para hacer otras actividades académicas y convivir con su familia, pero no siempre lo consigue.

En ocasiones, su supervisora le pide un diseño o tiene planeada una entrevista dentro del horario laboral. Si no tiene programado algo en específico Yamile puede realizar su trabajo para cualquier horario del día. Sin embargo, es una triple carga por sus responsabilidades escolares, ya que estudia Psicología en la Universidad Nacional Autónoma de México, además realiza labores del hogar.

Mientras ella realiza las actividades escolares, académicas y de casa, su mamá se dedica al home office y limpieza del hogar. No obstante, su papá sólo se enfoca en hacer home office, lo cual, Yamile considera que es una brecha de género.

La becaria de 20 años comenzó a trabajar en diciembre de 2021, con un sueldo de 2 mil 200 pesos al mes. Pero, la empresa no le brinda los recursos necesarios para realizar su trabajo, por lo que los gastos de internet y equipo corren por su cuenta: compró una computadora HP de 6 mil 499 pesos y al mes gasta 560 pesos en internet.

Además de los problemas económicos, la modalidad home office no le permite tener una comunicación acertada con su supervisora, ya que no sabe si recibió sus correos y se retrasa más en otras actividades que haría con mayor eficacia vía presencial.

Yamile asegura que es importante dar a conocer como el espacio privado y de trabajo se mezclan sin hacer distinción de los lugares de desarrollo, aspecto que también se debate en la publicación Mujeres y digitalización de la Universidad Oberta de Catalunya.

“El hecho de no tener delimitados los espacios y tampoco los tiempos puede provocar una colonización de la esfera laboral sobre la personal. En este sentido, los horarios laborales se flexibilizan, pero en favor de las necesidades y exigencias del ámbito productivo, sobre todo en aquellos casos en que la tarea laboral exige dedicación las 24 horas del día”.




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