Aumento de depresión y ansiedad por impacto del COVID-19


Por Frida Agüero Avendaño y Andrea Jacqueline Jiménez Gómez 
México. La depresión y ansiedad son trastornos de salud mental que han aumentado en los últimos dos años a causa de la pandemia por el COVID-19. La pérdida de empleos y falta de socialización son aspectos importantes que han determinado la continuación y el incremento de estos trastornos.

Algunas instituciones en México y en el mundo han prestado especial atención en los efectos que la pandemia y el confinamiento tienen en las personas, desde niños hasta adultos de edad avanzada.

El inesperado aislamiento social como medida de protección sanitaria fue una de las principales causas del incremento de depresión y ansiedad durante la pandemia. La soledad, el miedo a contagiarse, el riesgo de poder morir, lidiar con el dolor del fallecimiento de personas contagiadas y las preocupaciones económicas fueron factores que propiciaron el aumento de estas.

La falta de socialización, así como la compañía de personas con COVID-19, ha generado el aumento de enfermedades mentales. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró que durante el primer año de pandemia el número de personas con ansiedad y depresión aumentó un 25%. Los mayores aumentos de estas condiciones médicas se produjeron en los países más afectados por la pandemia, lugares donde el número de personas infectadas era alto y el distanciamiento social era obligatorio.

Asimismo, un informe realizado por la agencia sanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destacó que las mujeres y jóvenes entre 20 y 24 años, fueron los más afectados por enfermedades mentales desde el brote de COVID-19. La misma organización detalló que los jóvenes que desarrollaron padecimientos mentales durante la pandemia tienen el riesgo de sufrir conductas suicidas y de autolesionarse; las personas que ya contaban con enfermedades físicas como asma, cáncer o cardiopatías son más susceptibles a desarrollar trastornos mentales.

Por otra parte, investigadores de la Universidad de Queensland en Australia realizaron un estudio en el cual se analizaron datos de 23 países del mundo sobre la prevalencia de depresión y ansiedad durante 2020. Algunos de los resultados fueron que en ausencia de pandemia habría habido mundialmente 193 millones de casos de trastorno depresivo mayor, sin embargo, el análisis mostró que hubo 246 millones de casos, 3153 por cada 1000,000 habitantes.

Mientras tanto en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se presentaron los resultados de la primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021, publicada el 14 de diciembre del mismo año, donde se destacó que el 19.3% de la población adulta mexicana tiene síntomas de ansiedad severa y un 31.3% tiene síntomas de ansiedad mínima.

Dévora Kestel, directora del departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la Organización, explicó que: "Aunque la pandemia ha generado interés y preocupación por la salud mental, también ha puesto de manifiesto la histórica falta de inversión en servicios de salud mental", lo anterior con base en aquellas estadísticas realizadas por diferentes organizaciones respecto al aumento de los trastornos mentales.

En suma, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, aseguró que la información que se tiene por ahora sobre el impacto de COVID-19 en la salud mental del mundo es escasa, pues todavía hacen falta investigaciones para conocer más de las consecuencias que la pandemia ha traído.

Por el momento, los resultados del estudio previamente mencionado de la OMS se han considerado como una llamada de atención a los países partícipes en la encuesta, pues a pesar de que el 90% de los países encuestados atendían problemas de salud mental y apoyo psicosocial, siguen habiendo lagunas en la atención de enfermedades mentales.



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