Por Edwin Paz
Mundo (Aunam). Hay quienes creen que el costo del confinamiento fue más caro que benéfico, pero de las crisis se puede aprender a aprender, y fue lo que hicieron los adultos mayores: conocieron el riesgo de vivir y la necesidad de cuidarse.
Durante la conferencia “Personas Mayores en Contingencia: ¿un año perdido o ganado?”, Diego Bernardini, especialista en Gerontología por la Universidad de Salamanca, reflexionó acerca de la manera en que afecta la crisis sanitaria a este sector de la población.
Los adultos mayores aprendieron la importancia del uso del cubrebocas, mantener sana distancia física. La respuesta a si es o no un año perdido está en cada persona, según su capacidad de resiliencia, es difícil establecer recetas mágicas, hay quienes ya no podían salir y no les afectó y otros que no soportan el encierro, apuntó el experto.
El conferencista recomendó que en lo comunicacional al referirse a este sector no se debe ser paternalista. En un estudio realizado en ocho países, entre ellos Portugal y España, los medios de comunicación se refieren al sector como “nuestros viejos”, “los abuelos”, razón por la cual, en el marco del Día Internacional Contra el Abuso y Maltrato a los Adultos Mayores, llamó a tomar medidas urgentes.
Además, el especialista precisó que si es o no un año perdido, la respuesta está en cada persona, según su capacidad de resiliencia, “es difícil establecer recetas mágicas, hay quienes ya no podían salir y no les afectó y otros que no soportan el encierro”.
El 31 de diciembre de 2019, China anunció que en la provincia de Wuhan había un brote de neumonías, etiologías desconocidas manifiestas en 27 pacientes. Casi dos meses después, el 27 de febrero de 2020 se notificó el primer caso del virus SARS - COV en México.
El 11 de marzo del mismo año, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declara pandemia y el 18 de marzo se registra la primera defunción en nuestro país ocasionada por el nuevo virus. El 23 de marzo la Secretaría de Salud hace declaratoria de la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Debido al confinamiento y las medidas generales de salud, las personas mayores fueron las más afectadas de 340 000 contagiados en el mundo hasta esa fecha, 65 por ciento eran adultos mayores, de ellos 60 por ciento hombres y 40 por ciento mujeres. las cifras nunca han sido exactas por más oficiales que sean, precisó Bernardini.
Un año después, el Gobierno de la Ciudad de México anunció la primera etapa de inoculación a partir de 60 años en adelante. No sólo eran números en las noticias diarias, tenían historias de vida, familia, tuvieron infancia, juventud, adultez.
Bernardini puntualizó que los más vulnerables, siete de cada diez tenían diabetes o hipertensión, sin acceso a los servicios de salud, la mayoría, sin residencias geriátricas, sufrieron infartos, muertes súbitas, enfermedades cerebrovasculares.
Ante esa situación llamó a mejorar las políticas públicas para mejorar la atención médica, algunos países son selectivos en que paciente adulto mayor merece una atención en hospital y quien en casa; “por lo menos en México hay medidas para protección de su alimentación, pero en muchos gobiernos no, olvidando que son ellos los votantes potenciales para ponerlos en los cargos del Estado”.
El encierro elevó el conflicto familiar, el maltrato, la violencia machista, afectando la salud física y psicológica del adulto mayor; aunque en lo positivo observa que al protegerse más procuraron el no contagio, no internación y no muerte. “En lo negativo, las secuelas del encierro, la pérdida de un familiar”, detalló.
La psicología clínica Abigaíl Sosa Mendoza agregó al análisis que se debe tomar con perspectiva optimista e innovadora temas de vejez, ya que al tratar de protegerlos se violaron todos sus derechos.
Nely LH, persona de la tercera edad invitada a la conferencia, agradeció la charla diciendo: “Pasando la pandemia algo mejor nos espera afuera”.
