La poesía es una forma de vida: Álvaro Vallarta

  • Subraya los retos que implica hacer poesía a una edad tan joven
  • De sus logros y experiencias rescata los aprendizajes que ha adquirido

| Por Arely Palma Camacho y Karla Itzel Santacruz Pineda | 
México (Aunam). Álvaro Vallarta es un poeta y estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fue ganador del Premio de Poesía Joven UNAM 2018, por su obra La patria íntima.

Su padre, José Ángel Vallarta, es un escritor de cuentos que comenzó a leerle poemas mucho antes de que él aprendiera a hablar. Sin embargo, su interés por leer poesía inició cuando estaba en sexto de primaria al leer a Octavio Paz. Aunque su libro favorito es El deseo postergado de Mario Bojórquez, porque el autor fue el primero en creer en Álvaro y sus poemas.

Su primera composición poética surgió tras la muerte de Eduardo Galeano, pues era tan admirador de este escritor, y quiso despedirse de él de una forma inusual, mediante un poema. “Me dolió mucho como si hubiera muerto alguien de mi familia. Salí al parque con un cuaderno, y dije: -me gustaría escribirle un poema a Galeano-, entonces lo que salió fue un poema sobre animales que iban a velar a Galeano”, expresó el poeta.

A partir de ese momento decidió comenzar su camino como escritor. Durante su trayectoria se ha enfrentado a varios retos, entre ellos, la inseguridad de no saber si lo que está escribiendo pueda ser del agrado de los demás. 

Asimismo, el escribir tan joven implicó para él a veces caer en la soberbia ya que en ocasiones se llegó a sentir superior debido a que sus compañeros no sabían nada sobre poesía. Pero al mismo tiempo, se sintió excluido por otros escritores por su edad, pues muchos lo consideraban inexperto en el tema.

Vallarta detalló que su situación no ha sido tan difícil como el caso de las mujeres que se dedican a la poesía, pues a pesar de tener mucho tiempo en este campo literario, su trabajo es infravalorado y estereotipado al clasificarlo como “dulce” o “tierno”. “Las mujeres que escriben, las principales características que les destacan es la ternura, <<su escritura es tierna, es muy femenina>>, clasificaciones para discriminar”,  manifestó el estudiante de la FCPyS.

A pesar de lo anterior , el poeta refirió que ha tenido la oportunidad de vivir muchas experiencias, y la  que más lo ha marcado  fue su visita a Costa Rica,donde obtuvo muchas lecciones a partir de su visita a una escuela. Ahí tuvo una convivencia fantástica con los niños, en especial  con una niña llamada Emily, con quien logró empatizar con los sentimientos de ella.

“Uno de los poemas que les leí fue de Pablo Neruda. Este autor fue muy cruel con su hija, la abandonó aún cuando la niña tenía hidrocefalia. Entonces había una niña que estaba hasta atrás mirándome feo, levanta la mano y me dice -¿por qué Pablo Neruda no quería a su hija?- ¿quién es ese señor?-”, afirmó Álvaro.

“Tenía que explicarles a los niños sobre el comunismo, por lo cual, les dije -imagínense que hay 35 niños y hay 35 panes, ¿cuántos panes le toca a cada uno?, lo justo es que a cada uno le toque un pan. -Pero imagínense que hay uno que lleva tres días sin comer-, entonces la niña enojada me responde: -pues les damos más pan- , - pero va haber niños que se queden sin pan- le dije, - pero los demás ya desayunaron- me volvió a responder. -Eso es lo que defendía Pablo Neruda-”, añadió el escritor.

Vallarta refirió que Emily alzó la mano y preguntó  "si Pablo Neruda ama tanto a las personas, ¿por qué no pudo amar a su hija?, creo que le tenía miedo a que su hija muriera". Al final de la lectura, la niña elaboró otra interrogante: "¿todos los papás deben amar a sus hijos", "No, los padres se ganaron nuestro cariño", respondí; "es que mi mamá me dijo fea...". 

Fue ahí que entendí para qué servía la poesía, para contar historias. Me extendió la mano y me dijo que fueramos amigos, sin duda, el mejor regalo que he tenido, aseguró el poeta ganador del Premio de Poesía Joven, a quien no le agrada decir de sus éxitos, pues le aterra ya que “cuando alguien te dice-felicidades por tu último éxito, siento como es el último que voy a tener”.

Para él, sus éxitos son los gestos como el de Emily, y sus amigos. “Me he sentido infinitamente solo, me ha dado la oportunidad de convivir con muchas personas, pero la poesía se lee y se escribe solo, y el medio literario es muy cruel. Hay más nobleza entre amigos que entre poetas”, aseveró el literato.

Finalmente, el joven poeta tiene planes de seguir en el mundo de la poesía y desea experimentar en otras diferentes formas de escritura para realizar proyectos nuevos que le impliquen retos y una apertura a cuestiones novedosas. 
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