5 de diciembre de 2020

Gobierno de AMLO respalda “verdad histórica” de Calderón sobre Ernestina Ascencio


  • Un caso que suma 13 años sin justicia
| Por Nilsa Hernández | 
México (Aunam). Ernestina Ascencio Rosario volvió a nombrarse por el Estado mexicano después de 13 años, pero fue para respaldar “la verdad histórica” contada en 2007 por el entonces gobierno federal, encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, y Fidel Herrera Beltrán, exgobernador veracruzano: que la mujer indígena de 73 años murió por úlceras y anemia, no por agresión sexual. La abogada del caso, Carmen Herrera García, lamentó que se mantuviera dicha postura.

Este viernes, Hernán Cortés Hernández, fiscal coordinador especializado de Veracruz, defendió la investigación presentada en aquél entonces por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en donde deslindaban de cualquier responsabilidad al ejército de la muerte de la mujer, a pesar de que antes de morir los había identificado como sus agresores.

“El Estado mexicano ha dado atención al presente asunto y que si bien es cierto que en un primer momento hubo algunas irregularidades dentro de la investigación, las mismas fueron subsanadas para así esclarecer los hechos del presente caso, sin que existieran afectaciones en los derechos humanos de la señora Ernestina Rosario y de sus familiares, por lo tanto el Estado considera que no se cometieron violaciones a derechos humanos en el marco de la investigación por la muerte de la señora Ernestina”, expresó Cortés Hernández.

Durante la audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la parte del gobierno señaló que la versión dada desde el gobierno de Calderón es la única. Cristopher Ballinas Valdés, titular de la Dirección General de Derechos Humanos y Democracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores, insistió que el Estado mexicano llevó a cabo todas las investigaciones necesarias para esclarecer la muerte de Ernestina y señaló que enviarán toda esta información a la CIDH.


Pero cómo fue la muerte de Ernestina Ascencio

Las últimas palabras de la mujer fueron “Pinome Xoxome”, que significa “Los vestidos de verde”, en nahúa, esto cuando su familia la encontró cerca de un campamento que se utilizaba para realizar operativos de vigilancia por parte de los militares. 

Ante esto, la familia de la mujer originaria de Atzompa, Veracruz, la trasladó de urgencia desde la Sierra Zongolica al hospital regional de Río Blanco, donde señalaron que tenia múltiples desgarros y señales de ser víctima de violencia sexual, por lo que falleció la madrugada del 26 de febrero.

Señalado como un crimen de estado, fue hasta 2012 cuando se inició un proceso legal. Pero la desaparecida Procuraduría de Justicia de Veracruz cerró el caso, pese a que la primera autopsia de la mujer señalaba signos de violencia sexual.

Carmen Herrera García, abogada asociada de la organización Abogadas y Abogados para la Justicia y los Derechos Humanos (AJDH), concluyó que mantener la misma postura: “vemos un profundo desdén en este caso, hacia las peticionarias y las víctimas… nos parece inaceptable, contrario a la Convención Iberoamericana”. 



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Expuestas: La intimidad en internet





Natalia Bassoco Ruiz Esparza, Mauricio Pérez Hernández y Javier Vázquez Simancas |

México (Aunam). Hay historias que contar...


Renata (20 años) 


“Ni santas ni putas. 
Somos sólo mujeres”. 
ㅡRotmi Enciso

Quién diría que el día de su cumpleaños Renata recibiría uno de los peores regalos de su vida: Su Facebook estaba hackeado. Horas antes, navegando por su muro de Facebook, Renata dio click en un link que le había parecido interesante revisar, sin embargo, jamás imaginó lo que vendría después. 

Con un sólo click las puertas de la intimidad de Renata fueron abiertas, desde los secretos que platicaba con su mejor amiga y las conversaciones banales con su equipo de clase, hasta las pláticas privadas que mantenía con su exnovio. 

Eran las 10:35 pm cuando Renata recibió el mensaje que le quitaría el sueño- “Es urgente que me contestes”, decía el hombre que se escudaba bajo un perfil falso con la foto de un personaje de anime. “Hola ¿Quién eres?”. Preguntó Renata sin esperar la respuesta que obtendría. “Mira, en este link que te acabo de enviar aparecen tus fotos y videos íntimos'', dijo el hacker. “No te creo”, respondió Renata, y al no saber qué hacer, decidió bloquearlo. 

Hasta ahora, se han registrado tres maneras en las que se obtienen y difunden videos y fotografías íntimas: imágenes tomadas sin consentimiento de la persona que aparece en ellas; fotografías o videos tomados con el consentimiento de la persona que aparece en ellos, pero obtenidas a consecuencia de un robo virtual o hackeo; por último, las fotografías son enviadas con consentimiento pero difundidas a terceros sin el mismo. 

Según Fernanda Gómez Balderas: “el contenido producido y difundido (en Internet) no sólo es aquel que busca contribuir (…) a la comunicación (…), sino aquel que reproduce patrones de discriminación (…) [como] es la difusión de imágenes íntimas o de carácter sexual sin el consentimiento de la víctima”. 

Pasaron sólo cinco minutos para que Renata volviera a recibir un mensaje del mismo hombre, el bloqueo no había funcionado. “Ya tengo acceso a tu cuenta, que me bloquees no sirve de nada. Necesito que me mandes 2000 fotos tuyas y 1000 videos donde aparezcas desnuda o voy a publicar tus fotos en Facebook y las enviaré a tus familiares”, escribió el hacker. En la actualidad no son sólo rumores los que se propagan entre las personas, sino imágenes, ya sean fotografías o videos de naturaleza sexual. Una vez que estas imágenes se encuentran en línea, borrarlas es casi imposible. 

Renata se negó a hacer lo que le pedían, a lo que el hombre con agresividad y vulgaridad dijo: “Mira pinche puta, aquí tengo tus fotos para que no andes de caliente y sigas mandando más, éste es tu escarmiento”. María Wgendolyne López Crespo, subdirectora en el área de Prevención de Violencia de Género en la Jefatura de Unidad Departamental de Derechos Sexuales y Reproductivos en la Secretaría de las Mujeres (SeMujeres), nos indica que: “los victimarios saben que las mujeres serán vistas como putas o zorras, mientras que la actividad sexual de los hombres será objeto de orgullo”. El primer pensamiento que Renata tuvo fue sobre su madre, de ninguna manera quería que se enterara de lo que sucedía. 

“Toda esta formación que tenemos: patriarcal, estereotipada, heteronormada; favorece a que se culpabilice a la víctima, con toda esta construcción social alrededor de las mujeres en la que supuestamente deben tener mucho cuidado con lo que hacen (…) misma situación que tiene que ver con la construcción de la sexualidad, misma que en las mujeres siempre ha sido muy normada”, menciona la especialista María Wgendolyne López Crespo. 

La difusión de estas imágenes, por medios digitales, se da de distintas maneras. Una de ellas mediante redes sociales, donde se publican fotografías en el perfil de la persona que aparece en ellas; otra es por mensajes; o utilizando un perfil falso pretendiendo ser la persona en las imágenes. 

Al poco tiempo, el hacker, sin tentarse el corazón, publicó un link junto a dos fotos íntimas de Renata con una descripción que decía: “Mira mis resultados en el Gym”. Para prevenir que su madre se percatara de lo que sucedía, Renata tomó la decisión de bloquearla de sus redes sociales. “¿Por qué me bloqueaste? Quería felicitarte por tu cumpleaños”, con curiosidad dijo la mamá de Renata. “No pasó nada mamá, qué raro que te aparezca así”, respondió ella. Finalmente, Renata optó por borrar completamente su perfil de Facebook. 

Al otro día, después de haber pasado una de las peores noches de su vida, decidió contarle a su mamá. Su reacción fue favorable, dispuso todo su apoyo hacia su hija y le ofreció llevarla con un psicólogo, sin embargo, Renata se negó pues pensó que no era necesario. 

A sus amigas les contó la situación en el primer instante en el que tuvo la oportunidad. “No pues, es que me hackearon”, dijo con coraje. “¿Cómo que te hackearon?”, sus amigas respondieron. Renata, con la finalidad de prevenirlos, también le contó el suceso a algunos más de sus conocidos. 

Con la intención de que el caso no quedará impune, Renata transformó su miedo en valentía y acudió a levantar una denuncia al Ministerio Público. El trato brindado por parte del policía que se encargó de redactar el acta fue muy hostil. “Es que tú tienes la culpa de lo que te pasó”—el policía sin consideración alguna dijo—“¿Sabes qué? Aquí no vamos a poder hacer nada, mejor ve a la Policía Cibernética”, sentenció. A pesar de eso, la carpeta de investigación fue abierta junto a cinco chicas más que se encontraban en las mismas circunstancias. Ningún caso ha sido resuelto hasta el momento de la realización de este reportaje. 

Según un estudio realizado en el proyecto End Revenge Porn (Terminar con la Porno Venganza) a cargo de la Cyber Civil Rights Initiative (CCRI), indicó que el 90% de las víctimas son mujeres, mientras que el 68% de ellas, se encuentra entre los 18 y 30 años. La Policía Cibernética tampoco fue de gran ayuda. A Renata se le dijo que, debido al constante cambio de ubicación de su hacker, no se podría hacer nada. 

A partir de esta mala experiencia, Renata ha aprendido a ser más cuidadosa con los links que abre. “Ahora trato de ya no enviar fotos, porque fue una experiencia muy muy mala”. Los malos comentarios jamás llegaron por parte de los amigos o familia cercana a Renata, sino que fueron hechos por los amigos o conocidos de su ex pareja. “A la mujer se le tiene vista como ‘fácil’, (ellos) han dicho sobre mí: ‘ella se lo buscó, ¿para qué anda de fácil mandando fotos?’”. 

La socióloga y profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Anna Lee Mraz Bartra quien es especialista en temas de género, comenta que: ‘’Depende de la circunstancia y del tipo de fotografías. Pero, en general, creo que la sociedad castiga más severamente a las mujeres por la divulgación de sus fotografías íntimas. Las mujeres son juzgadas socialmente con una mayor carga negativa. Pero además, el uso que se les da, es más dañino para la víctima femenina que masculina. Cuando se quiere dañar a un hombre, por lo general se ataca a las mujeres con las que se relaciona: su madre, su esposa, sus hijas e hijos’’. 

Ahora conoce más casos similares al de ella, mujeres que también han denunciado y que a pesar de hacerlo, las autoridades no han resuelto nada. Aún con las dificultades que conlleva, ha superado lo que le ocurrió: “Es complicado, pero no hay nada de qué avergonzarse, y sé que da mucho coraje, pero denunciando tal vez se pueda solucionar algo”. 

Renata sigue teniendo miedo de que algo similar le ocurra de nuevo, sin embargo es consciente de que la expresión de su sexualidad no se verá limitada a raíz de un trago amargo. “Vive tu vida sexual como la quieras vivir, con mucho cuidado y confiando en la persona” dice por último.

II. Luna (19 años) 


“Una mujer que no tenga poder sobre su cuerpo 
no puede ser una mujer libre”. 
ㅡMargaret Sanger 

“Yo no tenía la culpa de haber confiado en alguien” dice con voz casi inaudible. 

El sexting o el uso de las redes socio-digitales para enviar y recibir fotos de carácter sexual es una práctica mayoritariamente llevada a cabo por jóvenes de entre 12 y 20 años, señala la doctora Alba Luz Robles Mendoza de la UNAM. En su quinto año de prepa, Luna compartió con “D” algunas fotografías íntimas. En ese momento, tenían una relación casual. 

La doctora Robles Mendoza, perteneciente al Foro Consultivo, Científico y Tecnológico, señala que quienes comparten sus fotos íntimas con alguien más lo hacen porque tienen confianza en el receptor. Esta es la razón por la que no detectan que existe el peligro de que sus imágenes lleguen a una audiencia no deseada. “A ‘D’ le interesaba tener una relación más íntima conmigo, pero yo lo rechacé y le dije que mejor continuáramos como amigos. Tiempo después empezó el problema...”, menciona Luna con la mirada clavada en el piso. 

“La publicación en internet no consentida de imágenes íntimas con la única finalidad de hacer daño supone una forma de violencia machista ejercida por hombres contra sus parejas o exparejas”, se menciona en la plataforma Pantallas Amigas. Luna piensa que su negativa ante la propuesta de “D” fue la causa por la que filtró sus fotos, aunque desde antes “D” mostraba conductas agresivas. 

La investigadora Mraz asegura que el principal motor para hacerlo es el factor lucrativo y/o querer dañar a otra persona, ya sea por venganza, enojo o alguna cuestión de salud mental. Lo anterior se entiende como un fenómeno que debe ser entendido como un componente de violencia de género. 

“Había escuchado rumores de que mis fotos íntimas estaban circulando, yo no sabía qué pensar. Luego me enteré por una tercera persona que ‘D’ era quien las estaba difundiendo con sus amigos por Whatsapp y Messenger”. Un estudio de laUniversidad de Indiana reveló que el 23% de quienes han recibido una fotografía íntima, la han compartido al menos con una tercera persona: las imágenes de Luna ya le pertenecían a más de uno. 

La misma investigación de la Universidad de Indiana indica que, aunque los hombres envían 1,5 más fotografías íntimas, las mujeres filtran estas imágenes 50% menos de lo que lo hacen los hombres. Claramente, el sector más afectado por estas situaciones son las mujeres. Luna menciona que incluso sus compañeros de cuarto año de prepa tenían un grupo de Whatsapp especial para compartir fotografías íntimas de sus compañeras. 

“Al principio sentía que era mi culpa, pero mi mamá se encargó de hacerme ver que no era así. Me sentía enojada y triste todo el tiempo. Tenía vergüenza porque la primera impresión que varios tenían sobre mí eran a partir de esas fotos”, señala Luna con las mejillas sonrojadas. La pornovenganza y el ciberacoso perjudican la salud mental de las víctimas, éstas llegan a sentirse culpables y sus contextos pueden reforzar este sentimiento, asegura la investigadora Robles Mendoza. 

Luna llevó el caso a la administración de la escuela. Las autoridades correspondientes le dieron una buena atención y le sugirieron buscar evidencia para así encontrar a los demás culpables. Más tarde se enteró que ‘D’ alertó a los otros implicados para que borraran toda fotografía o conversación que los relacionara con la filtración y difusión de las fotografías de Luna. 

“Algunos amigos me apoyaron mucho, pero otros eran más distantes. Uno de ellos me llegó a decir que era mi culpa por haber mandado esas fotos y que era mejor que dejara en paz a ‘D’ y a los demás responsables, pues probablemente no habría repercusiones serias para ellos”. La psicóloga Sonia Lamas Millán asegura que, al culpabilizar a las mujeres, se les revictimiza, se complica su recuperación y llegan a plantearse si en verdad vale la pena la denuncia. 

Según la especialista, María Wgendolyne López Crespo, las consecuencias psicológicas de la víctima dependen de la persona y de su historia personal. También influyen los contextos en los que la agraviada se desenvuelve. En el caso de Luna, su familia y amigas fueron un gran soporte. 

Las amigas de Luna estuvieron con ella todo el proceso e incluso la ayudaron a encontrar más pruebas de los compañeros responsables. Al darse cuenta de ello, los jóvenes amenazaron y chantajearon a las chicas con encontrar y publicar sus fotografías íntimas si seguían con la búsqueda. Según el estudio La violencia en línea contra las mujeres en México, el 11% de los agresores son conocidos de las víctimas. De este porcentaje, el 5.9% son sus amigos y el 4.5% sus compañeros. 

Luna recibió constantemente comentarios despectivos, burlas e insultos en la escuela y en sus redes socio-digitales. No dice exactamente las palabras con las que la llamaban, solo aprieta los labios y busca ser gentil al describirlas. Habla de un mensaje en particular que recibió de un chico con el que había estado hablando antes del suceso: “Después de ver esas fotos, supe que no valías la pena para iniciar una relación”. 

La Asociación para el progreso de las comunicaciones hizo un estudio en mujeres que habían sufrido violencia en línea en siete diferentes países. Se registraron nueve tipos de daño: Daño emocional (33%), daño reputacional (20%), daño físico (13%), invasión de la privacidad (13%) y (9%) alguna forma de daño sexual. 

La filtración de fotos íntimas de Luna la cambió para siempre. Antes solía ser una chica abierta y paciente, se destacaba por ser desenfadada y poner una sonrisa en los rostros de sus amigos. A partir de esta experiencia, se volvió una persona cerrada y desconfiada, la magnitud de la situación hizo que, a cuatro años del hecho, no haya vuelto a compartir sus fotos íntimas con nadie. 

“Si le pudiera decir algo a alguien que está en donde yo estuve, le diría que sea tolerante, paciente y fuerte”. Por primera vez, su voz se escucha firme y llena de confianza. Repite para sí las palabras que su madre pronunció alguna vez: “Tú no tienes la culpa de haber confiado en alguien”. 

III. Brenda (20 años) 


“Tu cuerpo es sólo tuyo; 
tú lo proteges y tú lo disfrutas”. 
ㅡJenny Han. 

Brenda camina con sus amigas por los pasillos de Prepa 7, sin deberle nada a nadie y con su reciente ruptura amorosa. Entre risas y pláticas se dirige a tomar su clase de cálculo. Unos instantes después, recibe la noticia impactante de que su ex-novio compartió las fotografías íntimas que ella le envió cuando todavía tenían una relación. Dicho contenido fue difundido vía Messenger con su grupo de amigos. 

En un pequeño momento todas las risas se transformaron en silencio y angustia. Muchas ideas pasaban por su mente, pero ninguna le daba la solución exacta de qué era lo que realmente tenía que hacer para afrontar este problema. Después del shock inicial, su reacción fue eliminar todas sus redes socio-digitales. 

En la actualidad se ha puesto en boga la práctica del llamado sexting, acrónimo de 'sex' o sexo y 'texting' o escribir mensajes. Consiste en enviar mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico y sexual personal a través del móvil mediante aplicaciones de mensajería instantánea o redes sociales, correos electrónicos u otro tipo de herramienta de comunicación. 

El sexting ha aumentado en los últimos años, sobre todo entre el sector de jóvenes de menos de 18 años, según un reciente estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics, se identificó que una parte considerable de la juventud practicaba sexting enviando material sexual 1 de cada 7 (14,8%) y recibiendolo 1 de cada 4 (27,4%). Con esto se infiere que la práctica del sexting no es algo fuera de lo normal, sino una forma de expresión sexual contemporánea que, como todo, tiene sus beneficios y posibles consecuencias. 

Ante esta situación los amigos y familiares de Brenda reaccionaron de una manera empática y le brindaron su apoyo. “Al principio me regañaron un poco, pero después me entendieron y apoyaron. Siento que a la mujer se le va a insultar más y para el hombre es algo prácticamente normal”. 

A pesar de que no requirió ayuda psicológica, Brenda se muestra un tanto arrepentida: “Creo que me llevé una mala experiencia y no volvería hacerlo. Recomendaría a las chicas que no lo hagan, así sea a la persona que más confianza le tengas, no es correcto hacer eso, porque no sabes en donde pueden terminar tus fotos”. 

IV. Fernanda (18 años) 


“Mi silencio no me protegió. 
Tu silencio no te protegerá”. 
ㅡAudre Lorde 

Era un día soleado dentro de la Preparatoria 5, la presión por los pendientes de la época de finales se sentía en el aire. Fernanda se encontraba en la explanada con su grupo de amigas. Entre pláticas, observaban a la gente que pasaba. 

El crush de Fer pasó caminando en un momento inesperado. Era un hombre con todas las cualidades necesarias para cumplir las expectativas de Fernanda. Un crush es, en el sentido amoroso, como se le llama a un amor platónico o a una persona que a alguien le gusta mucho. 

Finalmente, el cruce de miradas terminó y se presentó el tan esperado momento para hablar con él. Después de llevar unos días de conocerse, ella comenta: “Una cosa llevó a la otra, y yo le pase fotos”. A los pocos días, su crush le hizo saber que había enviado sus fotografías íntimas a través de Messenger. 

“Fue algo que impactó mucho mi vida”. El culpable de este suceso, su crush se mostró indiferente y como si nada hubiera pasado. El principal miedo de Fernanda fue pensar que sus fotos podrían llegar a manos de personas con malas intenciones. 

Sus familiares no se enteraron de la situación, pero la mayoría de sus amigos se percataron del incidente. “Al principio todos empezaron a hablar, y o sea no me lo decían directamente, pero yo me daba cuenta de lo que estaba pasando”, menciona Fernanda. Al final sus amigos la apoyaron y se mostraron como si nada hubiese sucedido. 

A pesar de que no requirió atención psicológica, esta situación la hacía sentir mucha pena y rabia ante la persona que compartió su intimidad. Este error y enseñanza de vida la hizo cambiar. “Ahora ya no confío tanto en las personas. Es más común que a una mujer se le critique que a un hombre, todo ello por concepto de vivir en una sociedad machista”. 

A partir de la experiencia que vivió, se muestra con una buena actitud e informada sobre la situación. “Puedo decirle a alguien que esté pasando por lo mismo que no está sola y que ya hoy existen leyes que pueden ayudarla o ayudarlo y que no se quede con los brazos cruzados. Que hagan esas cosas está mal”. 

V. Yatziri (20 años) 


“Cuando trataron de callarme, grité”. 
ㅡTeresa Wilms Montt 

Por un mes completo, Yatziri comenzó a recibir mensajes vía Facebook Messenger, de parte de un “hombre”. Ella lo ignoraba, sin embargo, la insistencia con la que el hombre escribía le hizo sentir preocupación y curiosidad, e incluso llegó a pensar que se trataba sobre algún asunto escolar. “Hola, ¿Qué sucede?” escribió Yatziri. “Me interesa hablarte sobre un proyecto musical, he notado lo mucho que te llama la atención cantar”, el hombre le propuso. “Muchas gracias, pero sinceramente no me interesa”, Yatziri le dejó en claro. 

“Vas a hablar conmigo, sí o sí, y cuando lo hagamos quiero que estés sola. Tengo toda tu información, tu ubicación y fotos tuyas que seguramente no querrás que salgan a luz”. El hombre con rabia le dijo: “si no me envías fotos tuyas donde estés completamente desnuda, voy a filtrar estas que ya tengo”, terminó. “No te voy a enviar nada”, Yatziri concretó. 

Otra forma de difundir imágenes de carácter sexual sin consentimiento, es mediante perfiles falsos, con los cuales el agresor se hace pasar por la víctima y expone datos e información privada de la misma. 

De pronto, el hombre, que realmente era un hacker, y con posesión total del Facebook de Yatziri, comenzó a publicar sus fotos haciéndose pasar por ella. En la descripción de las mismas, se encontraba un link cuya función era la de hackear a más mujeres. 

“Me sentí súper mal, con muchísimo miedo, tristeza y enojo; con pena no, pero sí me enojé demasiado, lo primero que hice fue ir con mis papás”. Yatziri era consciente de que sus padres se enterarían de alguna u otra forma. “Mis padres me apoyaron sin juzgarme en ningún momento, me dijeron que siempre sacarían la cara por mí”, menciona Yatziri. También era consciente que la del error no era ella, sino que su privacidad había sido atacada y vulnerada. “Si tu decides que nadie más las vea, ¿Por qué alguien más va a decidir por ti?”, con enojo y decepción menciona. 

La página australiana Raising Children indica que, cuando casos como éste ocurren, el papel de la familia es fundamental para brindar apoyo a la víctima de la filtración. Que exista un diálogo entre los padres y los hijos, con conversaciones honestas acerca de la sexualidad, y la forma en que ésta puede ser expresada (mediante fotografías íntimas), facilita la confianza para que el hijo o hija se acerque y exprese lo que le está sucediendo. 

Se sugiere que si tu hija o hijo ha sufrido de una filtración, las medidas que, como padre o madre, debes tomar son: Dejarle en claro que la culpa no la tiene ella; hablar con la escuela o autoridades para identificar quien es el posible agresor; buscar los sitios web o páginas en los que posiblemente se encuentre la foto; si existe una amenaza para filtrar sus fotos, no borrar los mensajes y presentarlos ante las autoridades correspondientes. 

Desafortunadamente todos los contactos que Yatziri tenía agregados a Facebook se enteraron del suceso, sin embargo nadie la juzgó, y en su lugar le ofrecieron su apoyo. 

Uno de sus profesores, quien tenía gran conocimiento del tema, le brindó ayuda. “No sabes qué importante fue para mí, porque él me ofreció la información para yo saber cómo actuar. Así que lo primero que hice fue mandar un correo a la Policía Cibernética”, cuenta ella. En el Informe para la Relatora sobre Violencia contra las Mujeres se indica que: “La cultura de impunidad que prevalece desincentiva la denuncia, el 88.4% de las sobrevivientes de violencia decide no tomar ninguna acción ante las autoridades”. Yatziri, desde su experiencia, considera que la Policía Cibernética es ineficiente a la hora de resolver este tipo de problemas. 

“Cada que recibía algún mensaje tenía muchísimo miedo de que fuera ese hombre y me siguiera amenazando”. Así se sentía Yatziri tiempo después de lo sucedido. “Mis papás querían que acudiera a un psicólogo, pero el apoyo de este profesor me fue suficiente, como ya dije, él me brindó muchísima información”. 

La especialista Wgendolyne López Crespo del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y especializada en Derechos Sexuales y Reproductivos, admite que: “Puede haber sintomatología como cuadros de ansiedad, puede haber depresión ya en cuestiones muy extremas y si la situación del acoso sigue de forma crónica la persona puede presentar insomnio, falta de apetito, sentirse vigilada y exhibida”. 

Actualmente, y a raíz de su filtración, Yatziri ha decidido ahondar en el tema que le hizo pasar uno de los peores momentos de su vida, ha comenzado a involucrarse en investigaciones que buscan resolver la problemática. “He ido a cursos de la digitalización feminista; más que una mala experiencia, he sacado conocimiento, ya sabes, dentro de lo malo lo bueno”. 

Sobre el futuro que ella considera respecto a este tipo de violaciones a la intimidad, menciona, “nos queda informar a las chavas, porque hay muy poca información al respecto, y no está mal lo que se hace, está mal que alguien abuse de tu privacidad”. La llamada termina y en las últimas palabras de Yatziri se puede escuchar la valentía de una mujer que ha decidido no quedarse con los brazos cruzados. 

María Wgendolyne López Crespo concluye que estas conductas entran como una forma de violencia de género que se perpetúan gracias al sistema patriarcal. Los roles de género llevan a la mujer a sentir pena y culpa en relación a la expresión libre de su cuerpo, cosa que va desde su forma de vestir hasta la expresión de su sexualidad. Es debido a esto por lo que la víctima se siente decepcionada de sí misma, por no cumplir con el rol de género que se le tiene como expectativa en cuanto a su sexualidad. 

“A las chicas se les exige que sean ‘emocionales’, ‘sensibles’, ‘dependientes’, ‘sumisas’… se las responsabiliza del cuidado y de preocuparse por las demás personas, y en las relaciones afectivas y sexuales deben ser ‘pasivas’ e ‘inexpertas’, no siendo propio de chicas mostrar el deseo sexual. A las chicas deben gustarles sólo los chicos y mantener relaciones sexuales sólo por amor (...) Estos mensajes potencian la culpabilización del deseo sexual en las mujeres: No muestres tu deseo sino hazte deseable. 

Ante alguna solución que se puede encontrar del problema de filtración, la profesora Mraz concluye que hay maneras de disfrutar una vida con una sexualidad plena y el goce del compartir imágenes. ‘’Pero hay formas de hacerlo de manera segura’’. Sin embargo, enfatiza que lo que se busca es nunca compartir imágenes que no te pertenecen y de quien no tienes permiso que se difundan. ‘’Puedes apoyar con información sobre cómo se pueden cuidar las personas. Puedes denunciar el mal uso de imágenes’’, finaliza. 

VI. Nunca sin tu consentimiento 


Los casos de Renata, Luna, Brenda, Fernanda y Yatziri recuerdan que aún queda un largo camino por recorrer en materia de penalización a delitos en entornos digitales. Los casos de las cinco continúan impunes y ningún responsable ha sido castigado hasta el momento. Sin embargo, se ha legislado al respecto gracias a mujeres que alzaron la voz cuando estuvieron en la misma situación. 

La “Ley Olimpia” surge como una serie de reformas legislativas con el objetivo de reconocer la violencia digital y sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de los medios digitales (ciberviolencia). Fue impulsada a raíz de la difusión no autorizada de un video sexual de una mujer en el Estado de Puebla: Olimpia Coral Melo. 

Con tan sólo 18 años, la reputación y estabilidad emocional de Olimpia se vio vulnerada gracias a la filtración de un video de carácter sexual en el que ella aparecía. Su nombre saltó de boca en boca dentro de su ciudad, Huachinango, en Puebla, e incluso llegaron a apodarla “la gordibuena de Huachinango. Más tarde, cuando la noticia se volvió nacional, “la gordibuena de Puebla”. 

Olimpia se vio afectada, tanto emocional, psicológica y físicamente, por una situación que la rebasaba por completo. Se encerró ocho meses en su casa e intentó suicidarse en tres ocasiones. Su novio, con quien llevaba una relación de seis años, y con quien grabó el video, la dejó sola, negó su aparición en la cinta y haber sido él quien la difundió. 

La vida sexual de una mujer fue expuesta, su intimidad se vendió en las portadas de los periódicos locales y nacionales y su cuerpo se volvió un objeto más para cientos de hombres que, mediante las redes socio-digitales, le pedían sexo, olvidando que detrás de la pantalla se encontraba una persona de carne y hueso, con miedo, inseguridad, coraje y repugnancia ante toda la situación. 

Olimpia describe como “el día más triste de mi vida” el momento en que su familia se enteró del video, cuando su hermano de 14 años lo mostró frente a todos. Su madre partió en llanto, y ella imploró que le ayudaran a morirse. La sorpresa llegó cuando su madre comprendió completamente la situación y apoyó incondicionalmente a su hija: ”Todas cogemos. Tu prima coge, tu hermana coge y yo también (…) Tú sólo disfrutaste tu vida sexual —como lo hace cualquier persona— y hay una prueba de eso. Vergüenza sería que hubieras robado o matado. Incluso maltratado a un perro”. 

Como consecuencia de ello, Olimpia diseño e impulsó una iniciativa para reformar el Código Penal de dicha entidad y tipificar tales conductas como violación a la intimidad; acción que se ha replicado en 17 Estados de la República: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Ciudad de México, Coahuila, Durango, Guanajuato, Guerrero, Estado de México, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Veracruz, Yucatán, Zacatecas. 

Ahora, se encuentran tipificados como delitos las conductas que atenten contra la intimidad sexual: Video grabar, audio grabar, fotografiar o elaborar vídeos reales o simulados de contenido sexual íntimo, de una persona sin su consentimiento o mediante engaño. Exponer, distribuir, difundir, exhibir, reproducir, transmitir, comercializar, ofertar, intercambiar y compartir contenido sexual íntimo de una persona, a sabiendas de que no existe consentimiento, mediante materiales impresos, correo electrónico, mensajes telefónicos, redes sociales o cualquier medio tecnológico. 

Y la violencia digital, entendida como: Acciones en las que se expongan, difundan o reproduzcan imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona sin su consentimiento, a través de medios tecnológicos y que por su naturaleza atentan contra la integridad, la dignidad y la vida privada de las mujeres causando daño psicológico, económico o sexual tanto en el ámbito privado como en el público, además de daño moral, tanto a ellas como a sus familias. 

Actualmente, la Ley Olimpia se encuentra en espera de su aprobación final en la Cámara de Diputados y la totalidad de los congresos locales de los estados de la República. 

En junio de 2020, la red sociodigital Facebook implementó una nueva plataforma llamada ‘’Nunca sin tu consentimiento’’ el cual tiene como propósito denunciar la filtración de fotografías y videos íntimos de personas, especialmente mujeres, a través de inteligencia artificial con reconocimiento facial. 

El proceso es sencillo, pues solo basta llenar este formulario https://url2.cl/5VI2e, para que posteriormente, por medio de un enlace, se pueda subir toda la evidencia hacía los agresores, para que las personas involucradas sean sancionados, el contenido bloqueado, sin la capacidad de ser reproducido o compartido. 

El link para poder denunciar es https://url2.cl/waaZq, e incluso Facebook tiene la función de reportar imágenes o personas si se tiene la sospecha de que alguna tenga posesión sobre contenido íntimo que no es propio, aunque este aún no haya sido esparcido, para que así, si se llegan a propagar, Facebook inmediatamente pueda bloquear las imágenes o videos. 

VII. Unidas por una sexualidad sin miedo 


La filtración de fotografías íntimas de mujeres es parte de un fenómeno más amplio: la violencia de género. Esta expresión en particular apenas está siendo combatida debido a que se consolidó como tal con la reciente aparición del internet y las nuevas tecnologías. Sin embargo, no por esto la filtración de fotos íntimas debe ser tomada a la ligera.

Al ser parte de una violencia estructural contra la mujer, la sociedad busca constantemente inculpar a las víctimas. Esta revictimización se suma a la violencia cometida en primer lugar y sólo empeora el estado mental y emocional de la víctima. La solidaridad de los círculos más cercanos de la afectada es de suma importancia para su recuperación del evento traumático. 

Nadie debe de vivir con el miedo de que su intimidad sea transgredida y por eso es necesario educar a la sociedad sobre el tema y así evitar que se normalice la filtración de fotos íntimas como algo bueno o sin importancia. Este problema empezará a resolverse cuando se entienda que la sexualidad de las mujeres y las maneras en que la ejercen sean vistas con naturalidad y sin estigmas. 

VIII. Glosario


Acoso: Insistir [una persona] en algo una acción una petición, preguntas quejas, etc.) o persistir [algo (una situación, una idea etc.) que resulta molesto o dañino para una persona.

Consentimiento: Enunciado, expresión o actitud con la que una persona consciente, permite o acepta algo.

Delito sexual: Es el tipo de delito que perturba el bien jurídico de libertad e indemnidad sexual de una persona. Entre ellos se encuentran violencia, abuso, intimidación, explotación, prostitución entre otros. Cuando se presenta un delito sexual la ley diferencia entre mayores y menores de edad.

Filtración: El delito de robar y distribuir imágenes privadas. 

Hackeo: Persona con sólidos conocimientos informáticos capaz de introducirse sin autorización en sistemas ajenos para manipularlos, obtener información, etc., o simplemente por diversión.

Íntimo: Para comprender este concepto es primordial tener en claro que significa intimidad, se refiere a todo aspecto interior o profundo de una persona, que comprende sentimiento, vida familiar o relaciones de amistad con otras personas. Con esto se infiere que ‘íntimo’ es todo aquello que pertenece a la intimidad de la persona, especialmente a sus afectos, pensamientos o sentimientos.

Pack: Se tratan de archivos digitales que bien pueden ser fotos o videos de una persona, la cual puede aparecer desnuda o realizando prácticas sexuales. Un ‘pack’ es una modalidad aumentada de los mensajes sexuales de texto o ‘sexting’ de fotografías eróticas. No obstante, en ocasiones son compartidas en las redes sociales sin el consentimiento de la persona que las compartió inicialmente en privado, ya sea por individuales o por grupos privados que albergan las redes sociales.

Revictimización: Ttambién es conocida como doble victimización. Se da cuando una persona sufre violencia por un agresor y en otro momento vuelve a sufrirla por un segundo agente. El segundo agente suele ser una institución o grupo encargado de prestar atención a la víctima.

Repercusiones: Influencia de determinada cosa en un asunto o efecto que causa.

Sexting: El sexting es el envío de imágenes y vídeos de contenido sexual a través de las nuevas tecnologías y las redes sociales. 





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Cuando la voz es invisible, un confinamiento igual


Por: Alma Rosa Hidalgo Solis, Samantha Laurent Hernández, y Jennifer Turrubiartes Romero | 
México (Aunam). En la Ciudad de México residen 6,754 personas en situación de calle, cifra confirmada por la entonces Secretaría de Desarrollo Social, albergadas principalmente en Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc e Iztapalapa. Día a día, al recorrer las calles de esta última, específicamente de la colonia Lomas de Zaragoza, es común encontrarse con personas como Leo Ruiz, de 25 años, perteneciente a este sector vulnerable. 

Tras las duras circunstancias que le ha presentado la vida, desde hace más de 10 años, Leo decidió vivir la dura e impredecible vida de la calle. “Antes del virus mi vida estaba llena de preocupaciones, pero leves, me dedicaba a caminar por la calle recogiendo pet y latas; mientras pedía un par de monedas a los vecinos o subir a las micros para pedir dinero a los pasajeros, poco pero ese era mi trabajo para comprar unas papas y una coca, que eran mi comida del dìa”, declaró Leo. 

Hoy esto ya no es posible; tras el confinamiento, los locales para vender pet han cerrado y los microbuses cuentan con pocos pasajeros, por lo que el gentío y la vendimia que recorría la carretera México-Puebla, se ha ido. Hoy Leo se encuentra solo, hambriento y con un pequeño cubrebocas negro; recorriendo la colonia en busca de sobrevivir. 

Leo Ruiz, abordo de un microbús, en la carretera México-Puebla; pidiendo unos pesos a los pasajeros para comer. Foto por: Hannia Turrubiartes. 

“El hambre es el motor que me impulsa, he tenido que buscar cómo sobrevivir, de casa en casa, voy ofreciendo mis servicios por la moneda que sea de su voluntad, pero las miradas de los vecinos y el miedo a que los contagie, hace que exista poca chamba”, afirma Leo Ruiz, tras otro día intenso sin resultados. Sin embargo, algunos residentes de buena fe, lo han contratado para limpiar, lavar, cercar y construir; ganando con ello un par de pesos a la bolsa y un pequeño celular, fruto de su desesperado trabajo. 

Tras adquirir dicho dispositivo, el panorama informativo aumentó de manera muy amplia para él; si bien, ya tenía conocimiento sobre el Coronavirus, debido a las frecuentes charlas que escuchaba en la calle, gracias a la adquisición de este, Leo pudo comprender el gran peligro que él y sus compañeros corren al no contar con un techo donde resguardarse. Pero, ¿dónde está el apoyo del gobierno?  

Tristemente, la idea de obtener su ayuda es inexistente para Leo; ya que menciona que “si en una realidad normal estos no te ayudan, mucho menos ahora”. El sector más olvidado de la población: el que vive en la calle, han pasado a ser más invisibles de lo que eran. Gracias al conocimiento adquirido por medio del celular, fue capaz de identificar los síntomas de COVID-19 en un compañero, que falleció sin atención médica ni conocimiento de dónde adquirirla. 

Pese a que Leo ha visto a personas de la alcaldía con gel antibacterial y cubrebocas, estas nunca han brindado dichos productos a los ciudadanos; y por ende con menor razón a Leo, quien en ocasiones anteriores ya ha sido ofendido por pertenecer a este sector vulnerable. En una sola ocasión pidió ayuda a estas personas, queriendo un cubrebocas, pues el suyo se encontraba roto, pero lo ignoraron, haciéndolo invisible, y convirtiéndolo en un ser sin voz. 

La Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso), en una conferencia reciente, comentó que las personas en situación de calle son inmunes al virus; ya que su cuerpo ha desarrollado los anticuerpos necesarios para protegerse. Si bien, esto podría ser catalogado como una posibilidad, dicho pensamiento ha costado la violación del derecho fundamental a la salud de este sector.  

Posteriormente, la Sibiso declaró que se encontraban realizando chequeos diarios a los miembros menos favorecidos de la sociedad, así mismo “ha otorgado alimentos y sustento”; sin embargo, tales afirmaciones carecen de veracidad ante Leo, quien jamás ha recibido apoyo de algún organismo; y por ello denuncia públicamente la necesidad de ayuda.  

Otros casos se hacen presentes en las coloridas y luminosas pero poco transitadas calles del Zócalo Capitalino y Bellas Artes, donde más de una persona ocupa el exterior de la Catedral y la Alameda como techo para dormir, esperando ayuda para conseguir algo de comer y evitar un posible contagio, que en palabras de Leo: “es la muerte asegurada”. 

Personas en situación de calle en la Alameda . Foto por: Hannia Turrubiartes. 

En 2019, la provincia de Wuhan, China, comenzó a experimentar una serie de contagios por COVID-19, enfermedad infecciosa causada por un contagio vía respiratoria, que puede generar desde un resfriado hasta complicaciones como el síndrome respiratorio agudo severo. Tras la rápida expansión del virus, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró el 30 de enero de 2020 una 
emergencia sanitaria internacional. 
 
El 28 de febrero de 2020, México confirmó su primer caso de COVID-19. Aunque la OMS recomendó el aislamiento social, y el confinamiento como la mejor medida para prevenir el contagio; las personas en situación de calle son incapaces de cumplir dicha medida. Ante esta situación, la Sibiso mencionó que diariamente, con unidades médicas móviles, ofrecen atención a este sector; pero la realidad apunta al desconocimiento por parte del gobierno hacia los más débiles. 
 
Casos en riesgo, como el de Leo Ruiz, abundan en la Ciudad de México; de acuerdo al estudio realizado en 2017, según la cifra más actual confirmada por la entonces Secretaría de Desarrollo Social, hay 6, 754 personas en situación de calle. De estas, 2,325 pernoctan en albergues públicos; los cuales según la titular de la Sibiso, durante la pandemia actual han sido saturados.  
 
Siguiendo la cifra de 2017, aún se encontrarían más de 4, 354 personas en un lugar de riesgo inminente ante el COVID-19. Por ende, las políticas públicas, hacia este sector, se han visto rebasadas desde los albergues que podrían ser una barrera ante el virus. Esto se da principalmente porque, además de que aún no los han contabilizado, de acuerdo con la doctora Ruiz Coronel, lo hacen mediante censos que imposibilitan una cifra exacta; ya que solo van a contar a cierta hora en un lugar, sin tomar en cuenta que las personas no están ahí permanentemente. 

Las políticas públicas fallan por ser de cubículo 

De acuerdo a las declaraciones de Ali Ruiz Coronel, - especialista en la aplicación de políticas públicas dirigidas a poblaciones vulnerables-, realizadas en la conferencia En la calle no hay cuarentena; la información proporcionada por las Instituciones gubernamentales, sobre las personas en situación de calle, es imprecisa. Esto debido a que los censos se realizan con un método inadecuado, y generan políticas públicas insuficientes, que demuestran la inferioridad de dichos números. 
 
Además, están basadas en categorías de clasificación incorrectas; puesto que solo toman a una persona en situación de calle como un sujeto que no tiene un lugar donde dormir; dejando de lado a quienes pernoctan en un albergue pero aún así pertenecen a este sector. 
 
Ante esto, la también catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, propone que para una adecuada implementación de políticas públicas “sea retomado el conocimiento generado en la academia”, particularmente de la antropología; debido a que esta plantea, con trabajo de campo, los problemas importantes a resolver y sobre los cuales partir para su realización, de forma que se vinculen con los sujetos que las necesitan. 
 
Aunque hasta este punto, se podría entender que los únicos “culpables” de la falta de atención hacia este sector son los pertenecientes a las Instituciones del gobierno; Ruiz Coronel argumenta que no es así, ya que la población mexicana también aporta su “granito de arena”, para que estas personas sufran más los estragos del COVID-19. 
 
Lo primordial que la sociedad mexicana hace, desde antes de la pandemia que azota al mundo, es castigarlos al ignorarlos e invisibilizarlos; lo cual según Ali Ruiz, se clasifica como una “actitud blasé, causada por considerar su situación como dolorosa”; y que a su vez genera una distancia entre dicho sector y la ciudadanía. 
 
Otro factor que hace más grande las distancia entre estos, es la creación de prejuicios sobre su situación; los cuales no les permiten conocer la historia que hay detrás de estas personas, y por ende obligarlos a brindarles ayuda. Por ello, a la ciudadanía le “resulta más cómodo vivir con sus prejuicios, que reaccionar ante su situación”, enfatizó Ruiz.  
 
A pesar de que por años han sido invisibilizados; la doctora considera que gracias a la pandemia, “las calles vacías obligaron a verlos; porque ellos fueron los únicos que quedaron poblándolas; además, son más de los que realmente percibimos. Y este sector se integra por una diversidad: familias, hombres, niños, migrantes”; los cuales “no solo son categorías de clasificación de las ciencias sociales, sino que tienen una historia”, que al escucharla resulta desgarradora. 
 
Ahora, la historia sobre qué fue lo que los obligó a poblar las calles no es lo único desgarrador, tristemente, resulta más impactante su situación actual; ya que de acuerdo a Ali Ruiz, no sólo les es imposible cumplir con las estrategias de prevención ante el COVID-19, sino que se han convertido en victimarios, pues la policía los criminaliza por incumplirlas al encontrarse en el único lugar donde les es posible estar: la calle.  
 
Si bien, la crisis sanitaria ha afectado su sistema inmunológico; estos ya se encontraban demasiado frágiles, pues poseen el Síndrome geriátrico, que consiste en un aparente estado homeostático, donde se refleja un perfecto estado de salud; sin embargo este puede llegar a colapsar con un estresor simple, revelando la sobrecarga que han que tenido que llevar otros órganos. “El medio de calle genera este imbalance dentro de las personas en esta situación”, recalcó Ruiz. 
 
Desde infecciones en la piel, estrés, hasta enfermedades crónicas, son los daños colaterales de tener una vida en las calles; por ello, en teoría, sus cuerpos son más sensibles ante un virus. Lo cual, revela la falta de un vínculo entre estas personas y el sistema de salubridad, y contrasta con las declaraciones de la Sibiso. 
 
Ante este virus, este sector mantiene la esperanza; Ruiz, mencionan que entre los comentarios más repetitivos que escucha en este sector se encuentra: “A nosotros no nos dará COVID, no somos chinos, ni ricos. Esa enfermedad no es para nosotros”; en màs de una ocasion la potente lo ha escuchado. Aunque exista una escasez de datos, estos indican que la mortalidad en la calle no se ha visto muy afectada; pues en cierta forma ellos sufren un mayor aislamiento social, al tener poco contacto con el resto de la sociedad, que disminuye el riesgo de contagio.  

Y… ¿cuáles son las acciones del gobierno? 

De acuerdo con la página web de la Sibiso, el gobierno ha establecido una serie de medidas sanitarias para apoyar al sector en situación de calle. Específicamente, la Secretaría se mantiene al pendiente de estas personas, atendiendo los reportes que diferentes ciudadanos han hecho a través de su cuenta de Twitter; donde les solicitan a estos la ubicación en la que el afectado se encuentra para poder asistirlo.  
 
Gran parte de este sector no cuenta con los recursos necesarios como para tener acceso a la información en los medios de comunicación y redes sociales; razón por la cual la Secretaría puso al alcance del resto de la población números de ayuda, a los que pueden llamar en caso de encontrar a una persona con tales condiciones de vida, presente o no síntomas de COVID-19.  
 
Del mismo modo, las solicitudes y reportes de los ciudadanos se pueden realizar llamando al Centro de Valoración y Canalización al 5555191754, número utilizado para ayudar a las personas que en este momento necesitan de los demás, el sector en situación de calle, altamente vulnerable.  
 
Las brigadas, coordinadas para este sector de la población, solo se realizan con unidades móviles; entonces, ¿qué ocurre con las personas en situación de calle que necesitan atención especializada en clínicas?, ¿A cuáles pueden acudir? 

El gobierno no responde 

De acuerdo con Javier Oliva Posada, doctor en Ciencia Política; debido a que el Instituto de Salud para el Bienestar ha quedado varado ante la actual situación, no existe una institución que tenga la capacidad de atender a las personas en situación de calle; como lo era anteriormente el Seguro Popular, el cual prestaba servicios médicos a toda la población de manera gratuita. Cabe señalar que, fueron las políticas del gobierno en turno, quienes decidieron sustituir el Seguro Popular por esta nueva institución.  
 
No obstante, el gobierno debe contar con la capacidad para atender a todas las personas que requieran servicios médicos sin excepción. De acuerdo con el también articulista de El Universal, una alternativa para la atención médica hacia este sector es el sistema hospitalario militar; que debido a la crisis sanitaria se encuentra atendiendo a quienes no sean derechohabientes en esta temporada, es decir, las personas en situación de calle pueden asistir a dichos hospitales. 
 
Para el académico, la clave para proteger a este sector consiste en darles cobertura como a cualquier otro ciudadano, “No puede haber atención discrecional, todos debemos tener acceso a la misma calidad de atención”, mencionó Oliva ante la falta de una política pública que regule dicha cuestión.  
 
“La creación de una buena política de comunicación por parte del gobierno actual es necesaria”, apunta Oliva. Si esta se implementa como medida resolutiva; las Instituciones internas de control, Organizaciones No Gubernamentales y la ciudadanía, supervisarían su cumplimiento. En este punto, la Secretaría de Salud y sus equivalentes estatales, junto con la Red Hospitalaria Cívica local y federal, son la primera fuente de información para las autoridades sobre la situación de la salud pública ante esta pandemia. 

Oliva Posada considera que el gobierno mexicano “no ha tomado en serio” la situación del sector que vive en las calles, lo que ha ocasionado que sean víctimas de injusticias sociales, además de la sobre exposición que viven diariamente debido a su condición de vulnerabilidad. 

Entre una amplia variedad de posibles acciones para apoyar a este sector, el doctor concuerda con la idea de aplicar un chequeo constante de forma gratuita, descartando la posibilidad de emplear las llamadas pruebas rápidas. “El gobierno no quiere hacer pruebas rápidas, entonces si no se las está haciendo a la población más convencional, cuanto menos se las va hacer a personas que están en situación de calle”, recalcó.  

Permitir su ingreso a los albergues, es otra de las acciones que considera viable, dada la capacidad que el gobierno demuestra en la falta de acción inmediata, ante el tipo de problemáticas que atraviesan estas personas durante la emergencia sanitaria. El permanecer en un lugar estable, aumentaría el nivel de prevención ante cualquier tipo de afectación a su salud que pudieran llegar a contraer.  

El doctor declaró que la falta de respuesta a requerimientos de este tipo de sectores de la población, así como la escasa aplicación de programas y políticas públicas con fines preventivos y compensatorios, ha provocado un incremento en la vulnerabilidad que estos grupos pueden experimentar con mayores repercusiones en esta contingencia sanitaria.  

“La mejor política es la prevención, porque siempre lo más caro es la corrección”, declaró Javier Oliva, dejando en claro que lo importante es evitar llegar a situaciones no deseables; lo cual sería posible si se pusiera en práctica la aplicación de políticas sanitarias y de prevención lo suficientemente adecuadas ante estas circunstancias.  
De lo anterior, el investigador enfatizó en que las acciones del gobierno ante esta situación tratan de responder más en función de la demanda de los infectados que de la misma prevención; entendido esto como un riesgo para el resto de la población, y aún más para los grupos vulnerables.  

Pensar en aquellos sin casa 

De acuerdo con Carolina Gómez, maestra y analista en Salud Pública, el gobierno no ha brindado la atención adecuada para las personas en situación de calle ante el COVID-19; quienes además poseen padecimientos crónicos y un sistema inmunológico muy precario, tanto por su condición actual como por lo que les orilló a permanecer allí. 

“Todos deberíamos de pensar que también hay gente que no se puede quedar en su casa porque no tiene casa, por lo que deberíamos estar haciendo algo por ellos, pero el gobierno no está haciendo nada”, recalcó, dejando en claro que de quien se esperaría que apoyara a las personas en situación de calle, no lo está haciendo. 

De acuerdo a las declaraciones de la ex directora general adjunta de seguimiento y Evaluación de Programas de Mejora Continua en la Secretaría de Desarrollo Social, estas personas deben recibir una atención que les ayude a prevenir el contagio de COVID-19, dado que “no pueden desarrollar inmunidad por el simple hecho de vivir en la calle”, enfatizó Gómez Vinales. 

Además, considera que una medida pertinente, para evitar riesgos dentro de este sector vulnerable, sería la aplicación de pruebas rápidas, ya que ayudarían a detectar que personas en situación de calle padecen COVID-19. 

De acuerdo a las declaraciones de Gómez Vinales, “Tanto las personas que tienen donde vivir, como las que no, deben recibir la misma atención ya que todos tenemos el mismo derecho y acceso a la salud”; asimismo, considera que si algún ciudadano se encuentra grave, sin importar el sector social al que pertenece, debe obtener una atención correcta. 

Ante lo dicho por la Sibiso días atrás, sobre la ausencia de casos positivos en esta parte de la población; para Carolina Gómez, ello resulta improbable, más aún por la falta de concordancia entre las declaraciones por parte de la Secretaría y los reportes de los ciudadanos. “Desde luego que debe haber casos, sólo que no los conocemos y no los reportan bien”, comentó.  

Por la misma falta de atención igualitaria hacia estas personas, la ex Coordinadora Nacional del Programa IMSS-oportunidades concuerda con la idea de que éstas deberían acudir a instituciones donde reciban ayuda para hacer valer su derecho a la salud, sugiriendo ella misma que asistan a la ventanilla de atención del DIF.  

También, considera que se deben aplicar una serie de medidas y políticas públicas acorde a la situación de estas personas; partiendo desde la aplicación de pruebas de COVID-19 una vez que acudan a los albergues, y en caso de resultar positivo, mantener un monitoreo de ellas, tomando en cuenta que viven en las calles, volviéndose un medio de contagio para el resto de la población. 

Además, considera ideal llevar un registro del número total de personas dentro de los albergues, priorizando a los que ya se encuentran enfermos, delimitando cuántos son hombres, cuántas son mujeres, sus edades, para “concretarles un espacio en las estadísticas; pues no tenemos ese dato”, agregó.  

Pese a las diversas medidas que pueden ser aplicadas, la asesora gubernamental de Salud Pública en el ITAM cree que el gobierno más allá de la capacidad para llevarlas a cabo, carece de “empatía” hacia la sociedad. “Yo creo que tienen la capacidad, pero no tienen el tiempo, ni el olfato social suficiente para sensibilizarse a muchas cosas”, comentó. Además, no deben olvidar que esta pandemia afecta a todos por igual. 

¿Cuál es la perspectiva de la población ante el actuar del gobierno? 

Tras la realización de un sondeo, en el que participaron 105 personas de entre 18 y 65 años de edad, residentes de la Ciudad de México y pertenecientes, en su mayoría, a las Alcaldías Gustavo A Madero e Iztapalapa. El 61.5 por ciento de los encuestados afirmó tener la presencia de al menos una persona en situación de calle cerca de sus hogares. 

Lo anterior refleja que la existencia del sector en situación de calle resulta evidente para el resto de la población; e incluso más de la mitad de las personas que participaron en el sondeo, considera que el grado de vulnerabilidad al que está expuesto esta parte de la ciudadanía, ante la crisis sanitaria causada por el COVID-19, es muy alta.  


Si bien, el 84.6 por ciento estableció que el gobierno debe responder ante este sector; ninguno considera que la actual administración ha aplicado las medidas necesarias para priorizar su atención, e incluso casi el total de los encuestados afirmó que estas personas no han recibido un trato igualitario como los demás ciudadanos, ante la crisis sanitaria actual. 


Aunque la opinión de los encuestados coincide con que el gobierno es quien debe priorizar atención a estas personas; desconocen qué medidas han implementado ante la pandemia, y solo uno recalcó que “El gobierno está haciendo brigadas, pero realmente no hay registro de que se lleven a cabo”. Por lo que resulta evidente la necesidad de establecer políticas públicas que brinden y garanticen atención a este sector rezagado y vulnerable de la sociedad. 
 
Ante estos hechos y las escasas formas de apoyo a esta parte de la población, el sondeo arrojó que poco más de la mitad de la muestra, reafirma la idea de que el gobierno no ha llevado a cabo las acciones necesarias para brindar atención a las personas en situación de calle durante el tiempo que ha durado la pandemia, llegando al punto en que las medidas aparentemente tomadas resultan desconocidas por los ciudadanos, viéndose reflejado en el 49 por ciento que lo admitió.  


Asimismo, la mayoría estaría de acuerdo en que el gobierno brinde recursos para resguardar su seguridad. Si bien, la población en general se muestra empática ante estas personas, solo 22 del total encuestado ha brindado su ayuda a dicho sector, mientras que un 33.7 por ciento menciona haberlo realizado en algún momento. 


Los resultados dejan ver que existe una preocupación por las personas en tales condiciones de vida, teniendo que dos terceras partes de los encuestados mantuvo tal pensamiento durante este tiempo. 
 
Pese a que la ciudadanía se encuentra preocupada por estas personas, la mayoría desconoce saber sobre una medida de apoyo, proveniente de cualquier índole o Institución. Y solo el 7.8 por ciento que conoce alguna, menciona la ayuda de Organizaciones No Gubernamentales, así como de albergues y seguridad 
alimenticia por parte de recintos religiosos; lo cual resalta que ante la nula atención del gobierno hacia estas personas, la sociedad civil es quien las apoya. 
 
Aunque el mismo porcentaje considera que las Organizaciones No Gubernamentales son quienes deben responder por este sector de la población; solo una persona conoce la ayuda que estas les han brindado, pues mencionó que “Ciertas ONG les han brindado cubrebocas, gel e incluso les proporcionan información sobre cómo actuar para prevenir el COVID-19”. 

El Caracol: una mano de apoyo al alcance del necesitado  

Luis Enrique Hernández Aguilar, actual director de la Organización de la Sociedad Civil El Caracol, encargada de ayudar en la visibilidad e inclusión de las personas que viven en las calles, conoce la situación que atraviesa este sector de la población; por lo que se volvió pieza clave para indagar de manera más directa cómo estas personas están sobrellevando la actual pandemia por COVID-19.  
 
El también psicólogo, explicó que la economía de estas personas, que de por sí ya era precaria, se tornó más afectada ante la pandemia actual; ya que no cuentan con fuentes de donde puedan obtener recursos. Ante esto, en la necesidad que tienen por conseguir el sustento permaneciendo en la vía pública, los coloca en una situación de discriminación, ya que son considerados como gente con un alto grado de poseer el virus.  
 
De esta forma, el director de El Caracol dejó en claro que los distintos estragos sociales observados abarcan la cuestión económica, la exclusión social de la cual ya eran víctimas y que se ha incrementado, al igual que la violencia, principalmente de tipo policial a la que se han enfrentado en estos últimos meses, y que es visible de manera explícita.  
 
A lo anterior, se suma la exclusión social que ha ido en aumento, tras esta crisis sanitaria, hacia estas personas; la cual en palabras de Hernández, abarca “la negación de derechos humanos, es decir, se les violenta, no tienen derecho a la alimentación, al agua, que es un elemento fundamental para prevenir el COVID, y no tienen derecho a la protección por parte del Estado”, explicó.  
 
En lo que refiere a la atención brindada a este sector de la población, el especialista en la lucha contra la discriminación de este sector, afirmó no haber encontrado un sólo caso de COVID-19 en ninguno de los 50 grupos que han asistido, aún cuando se ha mencionado en los medios sobre algunas personas con posibles índices de contraer el virus. 
 
Por ende, no han encontrado alguna negación de atención médica hacia una persona que lo haya contraído, fuera del caso emitido por los medios de comunicación sobre el señor Armando de 81 años que se encuentra en situación de calle, específicamente en la alcaldía Tlalpan; y al cual le fue negada la asistencia médica en diferentes hospitales de la ciudad hasta haberse hecho público su caso.  
 
Además, el director de El Caracol, expresó su desacuerdo con las declaraciones dadas por el gobierno; ya que hasta la fecha no han hecho mención sobre casos de población en situación de calle con COVID-19, específicamente es el subsecretario de Salud, López-Gatell, quien no logra decir una cifra exacta de este tipo de personas con el virus.  
 
En relación a la toma de acción por parte de las autoridades como las medidas sanitarias empleadas por la Sibiso, Luis Hernández reiteró que son las mínimas que toda persona debe poner en práctica; ya que sólo distribuyen gel antibacterial y jabón, y miden la temperatura dos veces al día a la población. 
“De los 55 grupos que hemos visitado, los únicos lugares donde nos han referido que ha llegado personal de la Secretaría de Bienestar Social es en la alcaldía Cuauhtémoc, pero no en todos los grupos, sólo en los que están en la zona de Garibaldi y en Artículo 123, es decir, sólo como en 15 grupos sí nos han dicho que han recibido ayuda de la autoridad, en los demás no”, enfatizó.  
 
A esto, se suma la falta de constatación que la asociación puede hacer de la atención brindada a estas personas; ya que hasta ahora, mientras salen a realizar su trabajo, no han encontrado ninguna de las brigadas que dicha Secretaría menciona en su protocolo.  
 
El dirigente de El Caracol no está del todo de acuerdo con las estrategias de sanitización, hacia los grupos de calle, tales como el rociar cloro con ayuda de aspersores para desinfectar las cosas de este mismo sector de la población; esto debido a que dan a entender “que la población callejera es un foco de infección, lo cual hemos ratificado que no es cierto, y que los rocíen con cloro es un mal mensaje”, recalcó.  
 
Además, cuestionó la forma en que el personal de estas brigadas brindar ayuda; ya que no tienen una actitud adecuada con los civiles, no sensibilizan con ellos, solo se limitan a proporcionar información y se retiran, sin entablar algún vínculo para ayudarlos a no sentirse desplazados y/o excluidos, tal como se había comentado.  
 
En cuanto a la asociación que se encuentra bajo su dirección, explicó el cómo llevan a cabo la selección de lugares a los que acuden para brindar ayuda, para lo cual cuentan con un mapeo anual donde registran las zonas en las que se ubican las personas en situación de calle, destacando un total de 30 grupos a los cuales brindaron ayuda, aún en el lapso en que se vieron obligados a cerrar la asociación como parte del protocolo de prevención establecido por el gobierno.  
 
“Estuvimos priorizando grupos donde hubiera personas mayores o personas con un deterioro físico alto, que tuvieran alguna enfermedad crónica o degenerativa. 
Cuando regresamos del aislamiento en el que nos mantuvieron, volvimos a salir, pero empezamos a visitar grupos que no habíamos visto que estaban en la calle”, puntualizó.  
 
Aunque hasta el momento no han encontrado un caso con COVID-19, cuentan con un protocolo a emplear en caso de ser necesario, que consiste desde explicar a la persona infectada la importancia y razón por la cual deberá permanecer en aislamiento, para después dar aviso de que hay una persona en situación de calle con posibles síntomas del virus.  
 
Al mismo tiempo, “llamar a la Secretaría de Bienestar Social, en concreto al Instituto de Atención a Poblaciones Prioritarias para que envíen su brigada médica; porque nosotros no somos médicos, entonces envían su brigada y un médico certificado que dictamine el protocolo a seguir, para una adecuada atención”, explicó.  
 
Luis Enrique Hernández, hizo saber que pese a que en los hospitales deben existir protocolos para prevenir la discriminación, existen diferentes condiciones que ponen en riesgo a las personas a experimentarla; entre las cuales se encuentra la pobreza, el vivir o no en la calle, el color de piel, entre otros.  
 
Por ello, puede resultar una discriminación múltiple, es decir, cuando una persona cuenta con distintos factores de riesgo como los ya mencionados, razón por la cual en diversos hospitales se les ha negado el servicio: “no se les brinda la garantía plena de su derecho a la salud, no se les brinda ni medicamento, entonces en todos los hospitales corren el riesgo a sufrir discriminación”, concluyó.  
 
Tras la información expuesta, resulta visible la difícil situación a la que la población en situación de calle sigue enfrentándose hasta el momento, por lo que los días para recuperar un poco de la normalidad en la que vivían se han vuelto cada vez más lejanos. Es por ello, que el apoyo que estas personas necesitan se vuelve un asunto primordial, ya que gracias a esa ayuda es como logran sobrellevar la situación actual. 
 
Pese a que las autoridades informan sobre las brigadas que llevan a cabo en diferentes puntos de la ciudad; la falta de cumplimiento por parte del Estado ha dado pie a que un tercer grupo de la población sea el que brinde la ayuda necesaria, siendo distintas Organizaciones No Gubernamentales las que han estado jugando un papel importante en esta cuestión.  
 
Sin embargo, no es posible responsabilizar de todo al gobierno, ya que en una sociedad, existen más órganos referentes a ella. La poca empatía y ayuda por parte de la ciudadanía, ha invisibilizado por décadas a este sector, quien ahora pide ayuda a gritos, y que si bien, ha estado recibiendo apoyo del resto de la sociedad, se esperaría que no fuera necesario llegar a estas circunstancias para ver actuar, tanto a autoridades como al resto de la población en pro de su beneficio.  
 
El denunciar los estragos y la situación que estas personas experimentan durante esta pandemia no basta, puesto que lo han sufrido gran parte de su vida; por lo que se convierte en una necesidad de la sociedad en conjunto, defender y hacer valer a la población más débil, no sólo ante las autoridades, sino también ante los ciudadanos, pues muchas veces estos en lugar de erradicar dichos tratos, los reproducen. Después de todo, no debe olvidarse que inclusive ellos forman parte de este gran conglomerado llamado Ciudad de México.  













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4 de diciembre de 2020

Ruta 18: problema de movilidad al norte de la CDMX


Por Brandon Josué Santana López, Juan David Pérez Vera y Jorge Daniel Rangel Gómez | 
México (Aunam). En la Ciudad de México (CDMX), el problema de movilidad es una constante diaria para miles de usuarios: asaltos y robos a mano armada, choques y accidentes por choferes operando en estado inconveniente o el mal manejo de los recursos destinados a la movilidad por parte del gobierno, son algunos de los elementos del conflicto que representa el transporte público a los ciudadanos y al cual se enfrentan sin pena ni gloria. La ruta 18 de transportes al norte de la ciudad, no es la excepción.  

Vivir en una zona periférica es una de las posiciones menos favorecedoras para los habitantes de la Ciudad de México. Seguir una rutina donde se tenga que movilizar al menos diez kilómetros es algo común en la metrópoli y esto se complica en particular al norte de la gran ciudad, en la zona de Cuautepec, que no cuenta con servicio de Transporte Colectivo Metro (STCM) ni Metrobús. 

Al norte de la CDMX, existe esta única ruta de microbuses que corre desde Indios Verdes a Cuautepec, Estado de México. Ella constata el principal medio de transporte para miles de personas que diariamente recurren a esta forma de movilidad y de la cual, tuvieron que adaptarse a cada una de sus numerosas deficiencias.  


El gobierno de la alcaldía Gustavo A. Madero, en conjunto con el gobierno de la CDMX, invierte y sitúa sus esperanzas en el nuevo proyecto de transporte, Cablebús. Este medirá la distancia de 7.8 kilómetros y correrá el mismo trayecto que la única ruta de transportes, con la módica diferencia, de que su tiempo en traslado será 4 veces menor al común.  

El proyecto se suma al historial de promesas que se han advenido como intentos para la mejora en la movilidad de transporte en la CDMX. Como ejemplo, la extensión del metrobús que lograría lidiar con los problemas de movilidad al norte de la ciudad y que, en su defecto, terminó siendo abortado. 

Para los usuarios del transporte, los problemas se remiten primordialmente a la seguridad y la eficiencia de estos medios. Son miles las denuncias que se realizan con motivo de algún crimen cometido en transporte público y el nivel de impunidad que permea en México enerva las denuncias hasta llegar al archivo.  

Con base en un artículo de Animal Político publicado en agosto del 2019, se presentó un porcentaje respecto al nivel de impunidad existente en las entidades federativas de la república, para el Estado de México con un índice del 97.6%, y para la Ciudad de México, 94.5%. 

Para los usuarios del transporte público al norte de la CDMX, su único medio de movilidad termina volviéndose una ruleta rusa, donde la intención por una mejora en la misma se ve mermada por el desvío a promesas que llevan un historial de abandono y una nula atención a problemas y seguridad del propio medio; la Ruta de Transportes número 18, resulta un problema a gran escala. 

La encuesta 

En medio de la Pandemia Global de SARS-COV 2, denominada comúnmente como COVID-19, se realizó un sondeo a diversas comunidades virtuales pertenecientes a la zona norte de la Ciudad de México y principales usuarios de la ruta (Denuncia Cuautepec y grupos de compraventa). Para recopilar su experiencia de uso, se utilizaron las plataformas como Google Forms y grupos de Facebook. 

Ineficiencia y violencia, el boleto de la Ruta 18 

El día para un estudiante y trabajador promedio comienza alrededor de las cuatro de la mañana. Es necesario salir de casa al cuarto para las seis, si no, se corre el riesgo de tener que irse colgado como “chango en liana”, esto en el mejor de los casos. Si se demora un minuto más en salir a tomar el microbús de la Ruta 18, podría significar desde un retardo, hasta una clase reprobada o un trabajo perdido. 

El destino (para la mayoría) es la estación Indios Verdes, lugar caótico por la convergencia de múltiples transportes públicos que vienen incluso del Estado de México. Viajar en estos camiones concesionados color verde pistache, resulta en casi todos los casos, un mal sabor de boca. 

El 53.8 por ciento de usuarios usan en promedio de 2 a 3 días a la semana el servicio del transporte, el 30.8 lo usa diariamente y un pequeño porcentaje del 14 llega a usarlo entre 3 y 5 veces a la semana. Este promedio podría verse afectado por la pandemia de COVID-19 que enfrenta todo el mundo, cuya condición sería disminuir la afluencia del uso. 


En la unidad conviven estudiantes, obreros, empleados (“Godínez”) y trabajadoras del hogar que se dirigen, habitualmente, a las zonas privilegiadas de la CDMX. El chofer maneja con indiferencia sin padecer las preocupaciones del pasajero. Un chalán que cobra da el cambio y avisa al chófer cuando vayan a descender. 

En entrevista con María Irene Rodríguez, profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) Campus Cuautepec, y el extesorero y ex conductor de la Ruta 18, Rafael Pérez Vera, comentaron las condiciones del transporte en la ciudad, así como los principales conflictos pertenecientes a la movilidad de la ruta que corre de Indios Verde a Cuautepec, Estado de México. 

Entre los principales conflictos que señaló Rafael Pérez, respecto a su experiencia en el servicio, se encuentra la competencia que generan los llamados “Taxis pirata”, cuya presencia no solo amenaza a la ruta, sino a los pasajeros, pues ninguno de ellos cuenta con alguna regulación o identificación oficial del gobierno, lo que los vuelve totalmente inseguros. 

No obstante, señaló, los choferes que manejan en estado inconveniente normalmente ocasionan múltiples accidentes vehiculares y a veces desencadenan resultados fatales hacia el usuario o terceros de la vía pública, sin contar los múltiples asaltos que pululan en la zona, de los que él también ha sido víctima.  

Los resultados de la encuesta señalaron que, el 46.2 por ciento de los usuarios, reconocieron que “sólo algunos” choferes están correctamente capacitados para la conducción de los vehículos, resultando que, el otro 53.8 negó dicha capacitación, constatando que ninguno de los encuestados respondió “afirmativamente” a la pregunta.  


¿Cómo es que son seleccionados “aptos”, los choferes para manejar las unidades de transporte?  

Respecto a la estructura de la Ruta 18, Rafael Pérez dijo: “Es una junta con un tesorero, que se encarga del aspecto financiero. Los demás miembros tienen voz y voto, se escogen entre los dueños de las unidades y se toman decisiones importantes, como las sanciones que tendrán los choferes de las unidades que cometan una falta”, “se presta esta estructura para multitud de irregularidades”. 

Dentro de las jerarquías, añadió, se encuentra desde el “chalán” que ayuda al chofer con tareas básicas (como limpieza de la unidad, cobro de pasajes e incluso seguridad de esta), pasando por el dueño del camión (que puede decidir si conducir o no su unidad), así como el tesorero y el presidente de la mesa directiva (quien convoca a juntas y eventos). 

Los miembros de la mesa tienen la responsabilidad de asistir siempre que se les solicite. Entre ellos escogen al presidente y al tesorero. En cuanto a la convivencia con los otros medios de transporte, resaltó, “no hay mala leche”, no obstante, entre choferes suelen pelearse por pasajes y eso es molesto para los usuarios. 

Cabe recordar varios incidentes donde los conductores tuvieron la responsabilidad parcial o completa en accidentes que desafortunadamente cobraron vidas humanas. 

Los incidentes donde los conductores tuvieron que ver con los siniestros, no es algo que sorprenda a los usuarios. Destaca el año 2018 cuando tuvieron lugar diversos percances donde los pasajeros resultaron heridos en el mejor de los casos, en el peor, alguna persona perdió la vida. 

Por ejemplo, este accidente donde la ruta fue suspendida en el marco donde se impulsó el uso de las unidades M1 (anteriormente conocidas como RTP), pero que en la visión de los usuarios sigue siendo la Ruta 100. 

En 2019 el conductor de la unidad atropelló a una mujer de la tercera edad y decidió darse a la fuga. Este percance se suscitó en las inmediaciones de la escuela primaria Roberto Martínez Flores.  

En 2018, sujetos abordaron la unidad en reposo para acribillar al chofer y después incendiar el camión con el cuerpo de la víctima mortal en su interior. Este hecho se recuerda como uno de los más crudos debido al impacto que generó a los vecinos de la colonia Loma la Palma. 

Sobre la violencia que se vive en la ruta cabe recordar una declaración en un reportaje del diario ContraRéplica: 

“ContraRéplica realizó un recorrido por algunos trayectos y encontró que en una unidad de la Ruta 18, que corre de Indios Verdes a Cuautepec en Gustavo A. Madero, el conductor describió que es muy común que se suban a asaltar en La Pastora, Acueducto de Guadalupe y Escuadrón 201, entre otras” 

Entre baches y tráfico prolongado, los usuarios se ven obligados a someterse a la ruta en un tiempo promedio, mayor a 30 minutos, a ello se le añaden las pobres condiciones en las que las unidades se les presentan y con un poco de mala suerte, a la inseguridad de la que día con día son parte; ya sea por algún delito de robo, abuso, acoso o negligencia de los conductores. 

Casi 7 de casa diez de los encuestados respondió haber sido víctima de un delito en el transporte, mientras que el 30.8 por ciento dijo nunca haber presenciado algún acto delictivo en las unidades. 


Se incluyeron opciones a elegir para enumerar y distinguir la mayor frecuencia de delitos, en primer lugar, se situó la negligencia del conductor, el robo fue la segunda opción y en tercer lugar delitos de robo.  

La mayoría de los usuarios coincidió en señalar, que la Ruta 18 es de los pocos transportes que cubren la zona, además que es más eficiente que el M1, otro servicio de transporte, pero en este caso bajo la gestión de las instituciones. Los trayectos, en cuanto a experiencias personales, son en general, una suerte, un juego con el azar donde les puede ir bien o mal. 

Se pidió mencionar una experiencia que hayan tenido en cuanto a delitos se refiere, la mayoría respondió que el lento tránsito en la unidad logró que los asaltantes se tomaran el tiempo para despojar a todos los pasajeros de sus pertenencias.  


Describieron el oportunismo que la ineficacia en el viaje de la ruta brinda, para que este tipo de actos ocurran. El 100% respondió que no les parece segura la Ruta 
18. 

Durante el trayecto y tan temprano, es poco probable que los vendedores aborden        las unidades para vender snacks, chicles, cables y audífonos para el celular. Todo se complica cuando va tan lleno el camión, pero en la tarde, cuando al chofer parece tener aversión a llegar al destino y los veinte kilómetros por hora ya son considerados un golpe de suerte. Otro factor entra en juego: los vendedores que buscan lograr su cometido por medio de la intimidación. 

De este modus operandi ya se ha hablado. Es una manera discreta de extorsión donde el sujeto en cuestión exagera su voz volviéndola más agresiva, en su discurso bromea sobre lo que estaría haciendo en vez de vender. Evidentemente nadie ríe, dice que si no está asaltando es gracias a la gente que lo apoya. Más de uno compra por miedo, está claro.  

Según cifras oficiales de la Encuesta Nacional de Víctimas y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE). Durante el 2018 en México se cometieron alrededor de 
9.4 millones de asaltos en la calle o transporte público. Constatando en el área metropolitana del Valle de México 31,873 asaltos por cada 100,000 mil habitantes. 

La profesora Rodríguez identificó las principales condiciones que generan una facilidad para este tipo de situaciones delictivas. La zona limítrofe con el Estado de México les brinda una vía de escape ideal, aunado a ello, la iluminación en las zonas altas del cerro es pésima o simplemente nula.  

Cuando ocurre un delito en transporte público, las denuncias existen, sin embargo, como señala el artículo de Animal Político, solamente a nivel estatal, el promedio de denuncias no esclarecidas por delitos en general ronda el 96.1%. 

Por su parte, el exconductor Pérez, señaló que lo referente a usuarios y su participación en las denuncias o quejas para mejorar las condiciones de la ruta, queda en manos del consejo, pues estas son recibidas a través del número de denuncia presente en las unidades. La gente, añadió, utiliza este medio, aunque no tenga las mejores condiciones, porque el problema de movilidad ha superado al gobierno de la Alcaldía.  

La profesora de la UACM comentó en lo referente a materia de denuncias que señalan incompetencias en el servicio, estas son recibidas, no obstante, esto sólo cuando las autoridades no les compete. 

Es el caso que, de haberse cometido un delito como tal, la queja recae en las autoridades de la ruta, quienes le dan un solo día de castigo al chofer y posteriormente vuelve a laborar. La resignación forma parte también de la misma marginación de la población. 

¿Es entonces realmente eficiente? 


Otra parte de la ineficiencia del transporte en la ruta señaló la profesora, es debida al ser una zona densamente poblada, pues existen corridas que hacen más de dos horas de terminal a terminal, lo que supone una pérdida de 28 horas a la semana diariamente, con el mismo retraso de base a base. Más de un día completo en la unidad de transporte público. 

Un total de 81.8% respondió a la encuesta “no”, al considerar a la ruta como eficiente, mientras el 18.2% respondieron con un “Tal vez”. 

Al ser una zona ubicada a las faldas del Cerro del Chiquihuite y en la Sierra de Guadalupe, hay diferentes puntos de partida de los camiones: cubren las colonias Arboledas, Forestal, Tlalpesco, Tepetokio. 

En estas colonias la Ruta 18 hace base, el problema es que, eventualmente, la ruta se hace una sola. Cuando el cerro deja de serlo y se vuelve avenida Juventino Rosas. Rafael Pérez añadió que las causas de la “ineficiencia” de la ruta se debe a la localización de la terminal, aunque hizo énfasis en las subidas y la poca planificación vial que tienen los cerros. “Hay que dar mucha vuelta” dijo, pues en muchos casos sólo existe una vía de salida. Sin embargo, señaló que el transporte resulta ser eficiente en la zona, con todo y la sobrepoblación o aquellas fallas y faltas cometidas. 

María Rodríguez mencionó:” las horas pico son un fenómeno incluyente”. “Los horarios coinciden en muchos casos: la mañana, la hora de la comida y justo antes de anochecer, son los horarios de mayor afluencia de coches, por lo que el transporte se ralentiza”.  

Comentó el aspecto de la sobrepoblación como una importante característica, pero esclareció sería irresponsable tomarla en cuenta, pues es tomar una posición desestimando la marginación en las zonas más pobladas.  

Los pasajeros denunciaron la falta de satisfacción con el servicio de transporte en su totalidad.  En la pregunta por alguna mejora en el medio de transporte, señalaron, “sería prudente mejorar todo el servicio”; los choferes (capacitación), condiciones óptimas en los vehículos (limpieza) y seguridad. 

Casualmente en esta avenida también se encuentra la que fuera la casa del compositor de Sobre las Olas, la avenida cambia nominalmente a Venustiano Carranza, a Emiliano Zapata, a Puerto Mazatlán. Luego cruza la colonia Ticomán por la avenida del mismo nombre y finalmente llega a su destino en la estación Indios Verdes.  

Éste es el camino en común que sigue la ruta 18, son nueve kilómetros que pueden complicarse: un recorrido que normalmente dura veinte minutos se puede convertir en el doble o incluso más. 

En su totalidad, de haber otro medio de transporte lo tomarían, siendo que este brinde un servicio plausible y de fácil acceso a sus necesidades, sin embargo, solo la mitad de los encuestados mantienen a la Ruta 18 como su única vía de transporte, mientras que la otra mitad, tiene ya en existencia alguna otra alternativa. 


¿Cuáles son los impedimentos para mejorar la ruta o implementar algún otro transporte? 

La profesora de la UACM explicó, la problemática deviene en la relación entre movilidad y la zona geográfica (el norte de la ciudad), pues al ser un terreno alto y rocoso, es imposible excavar y que se tenga la estabilidad en una carpeta asfáltica. 

Pensar en un Metro es imposible, señaló, pues excavar causaría una inestabilidad a las viviendas establecidas en los cerros. Además de una inversión que no hace desde la línea 12 del metro. 

¿Qué puede ser considerado como un programa eficiente en cuanto al apoyo de la movilidad y transporte en la Ciudad de México? 

La profesora respondió: “Transportes que se adecúen a la zona. No resulta lo mismo atender la movilidad en Chalco que en Cuautepec. Es necesario ser preciso con las necesidades de todo el entorno y adaptarse, para que el beneficio sea mayor. En ello la planeación es vital para desarrollarse y atender una problemática tan puntual como esta”. 

“Una ciudad como esta, o cualquier otra, supone una cantidad enorme de personas que requieren ir de un punto a otro por trabajo, escuela, recreación, etc. Todas ellas suceden todos los días, simultáneamente”.  


Si no tienes la capacidad de mover a tu gente, la ciudad se detendría y con ello el flujo económico, social, turístico. Como apunta Rodríguez, si no tienes un sistema de transporte eficiente, no eres una ciudad. 

La Ruta 18 resulta una ineficiente opción de movilidad, no obstante, ella se encuentra mermada por la corrupción histórica de la que es parte, impidiendo mejoras en su servicio (movilidad, unidades y seguridad) debido a proyectos en los que anteriores administraciones de la ruta a nivel gubernamental, invirtieron y fueron abandonados.  Extensión del Metrobús limitada.  

En 2016 el entonces jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, emitió un comunicado donde proyectó la extensión de la línea 7 del metrobús, hasta el Deportivo Carmen Serdán, beneficiando a miles de habitantes de la zona norte de la ciudad. Cabe señalar que la delimitación original iba de campo Marte a Indios Verdes. 

El delegado, Víctor Hugo Lobo Román de la GAM, declaró que la extensión de la línea sería un hecho. Con base en un artículo de Proceso, la línea 7 un año después de haber sido proyectada, constató un punto de intersección entre explotación comercial e intereses políticos.  

Guillermo Calderón, director del Metrobús de la ciudad de México, detalló en 2016 que el año siguiente sería inaugurada la nueva y extendida línea del metrobús. “Ya están adquiridos los autobuses y el proyecto ejecutivo está listo para empezar a la brevedad. La inversión será de 1,300 millones de pesos” señaló Calderón. 

Para 2017, alrededor de junio, un juez federal declaró la suspensión definitiva de la construcción de la línea de metrobús. Según el artículo de Proceso, la función de esta línea era la explotación comercial de Reforma y Calzada Misterios-Guadalupe. cuya tarea, sería encargada a la empresa Medios de publicidad S.A. de C.V.  

Con un total de 898 espacios de publicidad a lo largo de todo el corredor, la actividad dejaría ganancias de alrededor de 11 millones 570 millones de pesos durante 10 años. Cediendo al gobierno capitalino 10% de espacios digitales para la difusión cívica y cultural.  

Según hipotetiza la revista Proceso, la construcción de esta línea de metrobús respondería a Miguel Ángel Mancera, su proyección a las elecciones presidenciales de 2018. 

La suspensión de la construcción por amparo de una asociación ambiental duró únicamente un año y sumado al sismo del 17 de septiembre del 2017, se prolongó poco tiempo más. Fue en febrero de 2018 que, sin extensión a la zona de Cuautepec, se inauguró la línea 7 del metrobús, que hoy en día corre de Campo Marte a Indios Verdes. 

La competencia de la Ruta 18: El proyecto de Cablebús 

A finales del 2018, se anunció la construcción de un nuevo proyecto de movilidad. Un Cablebús que conectaría Cuautepec e Indios Verdes en un trayecto de 7.8 kilómetros en menos de media hora. Este proyecto formaría parte de un conjunto de 4 líneas de teleférico que beneficiarán a los habitantes de las colonias Gustavo A. Madero, Tlalpan, Álvaro Obregón e Iztapalapa.  

A finales de 2019, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, inauguró el inicio de la construcción de la línea 1 del Cablebús.  

Con la finalidad de conocer la percepción de los usuarios se planteó la variable del Cablebús en las encuestas y los resultados fueron:  81.8 por ciento  añadirán este nuevo medio a su ruta diaria, solo el 18.2 respondió que no.  


De acuerdo con la entrevista a María Rodríguez, la pretensión y justificación era la eficacia de este proyecto.  

El metrobús no terminó su realización y en su defecto Víctor Hugo Lobo y Miguel Ángel Mancera dejaron botado el proyecto que había mantenido resonancia por años y que licitaron en su último año de gestión, en el que en realidad se hicieron trabajos mínimos, constatado en evidencia de algunas fotos.       

En contraparte, aquello que se llevó a cabo fue el concurso para seleccionar a la empresa de la que estaría a cargo del nuevo transporte. Ahora, con el nuevo proyecto del Cablebús impulsado por Francisco Chiguil y Claudia Sheinbaum, pretende dar una solución a la movilidad, señaló Rodríguez. 

¿Cómo afecta esto a la ruta 18? 

“Es un reto para ellos, porque la concesión se mantendrá. Cubre casi en su totalidad el recorrido de la ruta bajo la promesa de un servicio eficiente y seguro. Los pasajeros se verán considerablemente reducidos”, concluyó la profesora María.  

“Yo creo que la ruta se durmió en sus laureles, se confiaron tanto que era la única alternativa y se unieron cuando se vieron afectados por la intención de meter metrobús que creyeron que habían ganado la batalla. Pero cuando entró Claudia Sheinbaum y Francisco Chiguil, impulsaron este nuevo transporte que correrá por el 90% de lo que recorre la ruta. Hay zonas altas en los cerros que siguen sin cubrirse aún con Cablebús”, señaló Rafael, el extesorero de la Ruta 18 quien comentó su postura en lo referente a las repercusiones del Cablebús. Al encontrarse la ciudad en un valle y al existir asentamientos, lo más viable era una ruta de metrobús que como se mencionó, terminó en promesa por parte de Víctor Hugo Lobo Román”.

Los usuarios respondieron en la encuesta, al problema de afección por parte del Cablebús. Únicamente el 69.2 por ciento pudo afirmar que su implementación lograría afectarlos de algún modo y el porcentaje restante respondió que no lo haría y que no sabría si se verían afectados. 


El diálogo con la oposición, en tiempos de COVID-19  

A finales del 2019, a la par de la inauguración del Cablebús, Claudia Sheinbaum en conferencia de prensa, indicó que se abrirá el diálogo con la minoritaria comunidad de vecinos que se pronunciaron en contra del Cablebús. La jefa de Gobierno mencionó que se le dará prioridad al diálogo y que hasta ese momento no habían recibido notificaciones legales.  

Las comunidades opositoras al proyecto de Cablebús, argumentan que la Línea 1 sería un elefante blanco para la actual jefa, Claudia Sheinbaum. “Va a ser el error de su gobierno” señaló un vecino de Cuautepec, en un reportaje de Milenio. Se precisó que la altura del Cablebús lo haría el teleférico más bajo que exista. 


Mientras no se dé solución a los problemas existentes de movilidad, el Cablebús empeorará las cosas, se deben despejar las vías, continuó el entrevistado de Milenio en 2019.   

En enero de 2020, el delegado Lobo Román, nuevamente propuso la extensión de la línea 7 del metrobús, argumentando que la construcción del Cablebús sería muy costosa y poco eficiente para solventar los problemas de movilidad.  

En el mismo año dio inicio la pandemia global de SARS-COV-2, ello implicó la paralización de multitud de eventos a lo largo del mundo y la suspensión de actividades. Los trabajos de investigación que se pudieran realizar también fueron detenidos. 

La aparente desventaja que la Ruta 18 adquiere, es resultado de la poca importancia que resulta frente a los ojos del gobierno del estado y ciudad de México. Más grave si se considera que es la única opción de movilidad para cientos de ciudadanos y vecinos al norte de la ciudad, mismos que con esperanzas al futuro incierto de los proyectos de movilidad, se adaptan al violento sistema de transporte.

Fotos: David Vera


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