20 de marzo de 2019

¿QUÉ TANTO PLATICAS, SILVERIO?

Por: Fernanda Alejandra García Espinosa
Silverio Pérez del Ángel, guardia de la Privada Tlalpan en la colonia Chimalcoyoc, nació en 1972 en Tantoyuca, Veracruz y reside en la Ciudad de México desde 1992; es una figura reconocida no sólo dentro de la unidad que resguarda, sino en la localidad por su ánimo y empatía.


Llegó a la Ciudad con uno de sus familiares con el augurio de un futuro más prometedor que el que Tantoyuca podía ofrecerle. Trabajó en una tienda de abarrotes por 12 años, además de otros trabajos ocasionales para completar sus gastos, no sin pensar frecuentemente en regresar a su pueblo natal “cada 8 días yo quería ya irme, pero mi primo me convencía de quedarme, y me decía yo a mí mismo que aguantara una semana más, y de semana en semana aguanté y aguanté”.

Silverio que “siempre sí aguantó” actualmente reside en el Estado de México, y para poder llegar a su trabajo tarda de dos horas y media a tres, factor que no le impide ir gustoso a laborar. “Me motivan mis hijos, cómo no. Y también todos los vecinos, vengo tranquilo y vengo con gusto. Sin presión, siempre”.

Para poder comprender cómo a llegó a ser el personaje que es ahora, Silverio Pérez cuenta su proceso.

Después de dejar la tienda de abarrotes, se dedicó a trabajar en la empresa de bicicletas Benotto donde “era ahí como un comodín”, pues realizaba tareas diversas: ensamblaje, vigilancia o incluso viajaba a entregar mercancía a otros estados de la República.

El ambiente laboral no le desagradaba, no obstante, seguía anhelando volver a Tantoyuca ya con una familia formada, y así, encontrarse con sus demás familiares que permanecieron en la Huasteca Alta.

Ya de vuelta en Veracruz se topó con el desencanto del desempleo, “ahí ya no había nada”. Emprendió una búsqueda exhaustiva, hasta que dio con lo que parecía ser una buena opción, una empresa de mudanzas. El dueño le ofreció vivienda que resultó ser un zaguán “feo, pero feísimo con ganas” donde la corriente de aire frío constantemente lo hacía enfermar y estaba expuesto a infecciones dado a los roedores que ahí se encontraban.

Decidido a “no dejarse rebajar” renunció, volvió al Valle de México ya sin su familia, y se instaló en Nezahualcóyotl, Estado de México, para comenzar a trabajar en una empresa de seguridad privada, con la que llegaría un periodo de estabilidad económica.

El guardia veracruzano desertó de sus dos anteriores empleos, pero “no fue por las ratas” sino porque los chavos le cargaban la mano; le pedían más de lo que le correspondía, le encargaban –imponían– mandados, retrasaban sus pagos y “abusaban de mi buena voluntad”. Su carácter servicial y comprensivo, desde que era muy pequeño, había traído consigo “muchos inconvenientes”.

“Óyeme, entre más le echaba ganas más querían quitarme. La amistad se volvió poquito a poquito un ‘Oye Silverio, ¿te quedas tiempo extra? Oye Silverio, ¿Me ayudas a ir por tal cosa?’ Yo les resolvía todo, y ahí andaba batallando yo”.

La empresa de seguridad privada donde comenzó a trabajar fue contratada por la cafetería Starbucks, en la que tenía un horario menos extenso, estaba menos ajetreado, y le podía dedicar más tiempo a sus hijos y a la lectura; uno de sus hobbies favoritos.

En cualquier sucursal que le fuera asignada, como de costumbre, Silverio lograba construir buenos lazos con los trabajadores.

-¿Por qué en cualquier lugar al que va logra crear una buena relación con las personas?

-Porque todo es mutuo. Por ejemplo, ahí en el Starbucks me daban de comer y tomar hasta para mis niños, pero yo no tenía que pedirles nada. Era mutuo, te digo, yo les ayudaba en lo que podía y ellos hacían lo mismo.

Cierto día “desafortunado” no pudo asistir al trabajo, por lo que mandaron un reemplazo y lo que él conocía se vino abajo. El vigilante suplente robó al gerente y subgerente, lo que supuso un cambio en la empresa de seguridad de Starbucks a nivel Ciudad de México.

De parte de esa misma empresa, pero ya fuera de Starbucks, empezó a ser asignado a distintos lugares cada vez. “Hoy me podía tocar Tlalpan y a la siguiente ya me tocaba Izcalli" así que renunció, indispuesto a someterse al tipo jornadas que solía aceptar en el pasado.

“Uno aprende que tiene que aguantar y persistir, pero no al nivel de que ya no se haga caso ni a uno mismo. Yo quería dormir y comer bien, o por lo menos tener la seguridad de que iba a llegar pues sano a mi casa”.

Luego de tres meses de desempleo encontró trabajo en la Privada Tlalpan, en la que lleva 3 años de labor, y es reconocido y valorado incluso por los vecinos y vigilantes de unidades aledañas.

-¿Qué lo hace diferente a los demás?

-Pues yo le echo ganas, le corro, le brinco y sonrío. Algunos ni se incomodan. A veces trato de ayudar a los nuevos, pero son muy concha. Está mal, hay que poner de su parte. Uno pone una parte y los condóminos otra. Si tú das 50, te re prometo que van a poner el otro 50 por ciento.

Silverio día con día está al pendiente de las necesidades de todos, así que todos están agradecidos con él. “¿Qué tanto platicas, Silverio?” le reclama la administradora de la unidad cuando ve la estrecha relación que tiene con los residentes. Después de la charla, ya se sabe qué tanto tiene que platicar.



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LAS CARAVANAS HUYEN DEL MAL GOBIERNO: FRANCISCO RIVERA

Por Alexa Denisse Saenz Castillo
Ciudad de México (Aunam). “La represión general de las autoridades de Nicaragua, hizo que el mismo gobierno perdiera el control de las cosas y le falló a su pueblo”, comentó Francisco Rivera, miembro nicaragüense de la caravana migrante centroamericana que atravesó el país hacia los Estados Unidos de América.


Sentado con una gorra azul, pantalón de mezclilla, playera verde y tenis negros, bajo el techo de las escaleras principales del estadio Jesús Martínez “Palillo” en la Ciudad Deportiva “Magdalena Mixhuca”, relató su trayecto desde su país natal hasta la Ciudad de México, el cual resumió como una experiencia comunal, agradable, solidaria y enriquecedora, pues agradeció el apoyo del pueblo.

Con una sonrisa, Rivera comentó mientras sacudía su ropa para después guardarla en una maleta, que su camino desde Nicaragua ha sido fatigante pues sus caminatas comenzaban desde las 4:00 a.m., seguidas de cuatro horas de camino a pie. Esto hasta que llegó a Pijijiapan, Chiapas, donde los conductores de camiones, pipas y autobuses, lograron apoyar y llevar a la caravana a los albergues adaptados para su llegada.

A lo largo de su estancia en el país, los ciudadanos y autoridades mexicanas han brindado a los migrantes seguridad, comida en grandes cantidades que venían en bolsas de plástico, ropa, cobijo y atención médica que para el señor Francisco fue de gran ayuda, comentó de buen humor; ya que a consecuencia de la caminata, sus pies sufrieron quemaduras que tuvieron que ser lavadas y desinfectadas con alcohol.

En el tema de la salubridad, el señor Francisco añadió que “el apoyo del pueblo mexicano ha sido grande”, pues dijo que además de las atenciones en cuestión de asilo y alimento, también los dejaron asearse, cosa que resaltó mientras señalaba su canosa barba rasurada, su bigote recién cortado y su ropa limpia.

Asimismo, en materia de seguridad declaró mientras torcía su boca, que de las cuatro pérdidas que tuvieron, tres sucedieron por accidentes como caídas causadas por el movimiento de los transportes (lo cual motivó a establecer normas de orden en los viajes) y una por el enfrentamiento que tuvo lugar en la frontera México-Guatemala; un joven ahogado en gas lacrimógeno.

Aun cuando el objetivo principal era quedarse en Guatemala, siguió su camino con esperanza hasta el territorio mexicano por falta de permisos para la búsqueda de oportunidad laboral, causa principal por la que decidió dejar su país natal. Sin embargo, contó con un tono triste que ocultó debajo de una sonrisa forzada, que regresaría a su punto de partida, pues se comenzó a sentir enfermo desde su llegada a la Ciudad.

“Comencé con la gripe, ahora tengo tos y por las noches siento una presión en mi pecho; mejor no arriesgo mi salud. Hace tres días me falta el apetito, no quiero comer y aunque mis hermanos mexicanos me han proporcionado medicina, prefiero regresar”, explicó mientras tocía y se disculpaba por no poder sostener una conversación fluida.

Expuso que desistió y tomó la decisión de partir el fin de semana a una casa de huéspedes la cuál desconocía su ubicación, para que allí le brindasen atención médica y así el lunes por la mañana contactar al Consulado de Nicaragua con la finalidad de poder regresar a su país en ésta semana.

El nicaragüense, responsabilizó a los conflictos políticos y la forma de gobierno del presidente Daniel Ortega como detonantes de la problemática que vive su país. Complicaciones económicas y de seguridad, son consecuencia y tienen raíz en la reprensión general que ejercen las autoridades de su nación contra los habitantes.

Moviendo las manos, Rivera calificó como antidemocrática a la política en Nicaragua, al tener al partido de izquierda Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en el poder ejecutivo, pues éste utiliza una forma de gobierno que comparó con una dictadura, en vista de que las autoridades someten al pueblo a su voluntad sin distinción de sexo, religión u ocupación y sin un posible rechazo a las acciones que toma el régimen.

Según el entrevistado, que aún molesto por la situación de su país, relató amablemente su experiencia; la economía decayó como efecto de la inseguridad, es por ello que el turismo quebró y dejó a los habitantes sin empleo. Los negocios cerraron y las personas en la actualidad no tienen cómo solventar sus gastos, ni cómo sostener a su familia.

Además, recalcó que la pérdida de confianza a nivel internacional también afectó económicamente, puesto que la nación permanece aislada y únicamente cuenta con el apoyo de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, para el acceso al combustible. Sin embargo, con el ceño fruncido, dijo que lo habitantes de Nicaragua no aceptan la relación con el presidente venezolano, dado que lo consideran “un asesino que mata a su gente de hambre y de enfermedades”.

“La inseguridad es creada por el propio gobierno. Nuestro pueblo no tiene derechos, si protestas contra ello, te califican como terrorista y son los paramilitares quienes te sacan a las tres de la mañana de tu casa, te secuestran, asesinan y te botan en cualquier lugar, si tienes suerte solo te golpean y te encarcelan cerca de tres meses”, declaró Francisco Rivera, con sus ojos verdes a punto de derramar una cuantas lágrimas, acompañadas de un tono molesto.

Agregó que a partir de abril la problemática aumentó, ya que dio inicio a las protestas de estudiantes que continuaría con el asesinato de un periodista y una altercado con los paramilitares que dispararon dentro de la Catedral Metropolitana de Managua, para sacar aproximadamente a 200 estudiantes que se encontraban dentro.

Solo se registró la baja de un joven que fue herido por una bala (aunque el entrevistado sugirió que fueron al menos cinco adolescentes asesinados), los demás alumnos lograron salir con vida de inmueble gracias a la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por la defensa de los derechos humanos.

Agregó que el gobierno no solo dividió familias con la migración de sus pobladores, sino que los homicidios que han cometido separaron a cientos de personas de sus seres queridos, sobre todo a la enorme cantidad de padres que no encuentran a sus hijos desaparecidos ni reciben respuesta por sus homicidios.

“Las madres nicaragüenses, pobrecitas, cómo le lloran a sus hijos cuando los encuentran muertos, cuando los encuentran en la morgue, en el hospital. Solo les dicen que ahí están sus hijos, muertos en el hospital y pues… ¿qué les queda? Nada más que soportar el dolor por la pérdida de sus hijos”, comentó con la voz entre cortada.

Ante todos estos hechos, la solución que propuso el entrevistado a corto plazo fue el establecimiento de un posible diálogo entre la Unidad Nacional Azul y Blanco y el presidente nicaragüense, Daniel Ortega Murillo, así como el adelanto de las elecciones presidenciales, para así terminar la crisis que vive el pueblo de dicho país.

No obstante, es claro que difícilmente se llegue a un acuerdo colateral. “Pasarán más de cinco años, esperando a elecciones para que se vaya el gobierno y Nicaragua se recupere económica y socialmente, es por ello que la caravana huye de su país, por su mal gobierno”, declaró Francisco Rivera con una expresión facial de tristeza.





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19 de marzo de 2019

EL CONCEPTO “FEMINAZI”, UNA MALA LECTURA DEL FEMINISMO

Por: Daniela Itzel Nieto Muciño
Ciudad de México (Aunam). Alba Pons Rabasa, Gerardo Mejía Núñez y Silvia L. Gil compartieron sus experiencias, hallazgos de investigación dentro del conocimiento y metodología del feminismo, en la vigesimoquinta edición del Coloquio Internacional de Estudios de Género “La investigación feminista hoy: perspectivas, innovaciones, desafíos” que organizó el Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México.


En las salas de la Torre de Humanidades II, los expertos en materia de feminismos dieron inicio a la primera mesa del Coloquio Internacional de Estudios de Género. El objetivo de estas charlas fue ampliar el conocimiento del público y poder convenir en la actualidad del feminismo, como una forma de pensar las relaciones políticas que permean a toda una comunidad dividida por las capacidades de cada uno de los géneros humanos.

Gerardo Mejía Nuñez, futuro doctor en Ciencia Política por parte de la UNAM, quien es asesorado en su tesis por Alba Pons y Silvia Gil, habló sobre la forma de pensar feminista en su papel de visibilizar a las mujeres para ser consideradas como actrices y constructoras de un aparato político contemporáneo.

Señaló que la desigualdad de género y las políticas actuales están destinadas a poner barreras a epistemologías feministas.

Al hablar de la reproducción institucional del discurso antifeminista, Mejía Núñez señaló que el término “feminazi”, popularizado en redes sociales latinoamericanas, es resultado de “una mala lectura del feminismo. Tiene que ver con que probablemente, quienes han tenido más difusión en los medios, son los que tienen argumentos contrarios al feminismo, como sectores conservadores que históricamente han tenido más espacios de difusión y parece ser resuenan más sus argumentos”.

Durante su interacción, Silvia Gil, doctora en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, como premisa, habló de los componentes de los movimientos feministas hoy en día, las cuales se empatan con la lógica del poder contemporáneo y la búsqueda de “nuevas formas de estar juntos y juntas”.


El devenir feminista, según Gil, corresponde a que el feminismo permea el contexto social actual. Habló de los nudos comunes encontrados en los medios, las instituciones y la cotidianeidad, por ejemplo, la violencia hacia las mujeres y el movimiento “Ni una menos”, el paro en las universidades de Latinoamérica y la discusión sobre la legalización del aborto, como la lucha por la autonomía del cuerpo femenino ante los aparatos de justicia.

En su opinión, estos sucesos definen al feminismo contemporáneo y lo centralizan como punto de partida de la justicia, la igualdad y cuidado de la vida humana en cuanto a individuos y comunidades subyugadas al capitalismo.

Para Silvia Gil, es necesaria la “feminización de la política”, para una reapropiación de la misma, con fines de transformarla en una donde los conflictos no se resuelvan en desigualdades y se reconozca la interdependencia entre agentes de la sociedad.

Mencionó la concepción equívoca de algunas personas acerca del feminismo como un movimiento exclusivo de las mujeres. “Se nos olvida que el feminismo es algo que ayuda a tener una sociedad mejor, no podemos contar con una sociedad ni democrática ni igualitaria y/o justa en la medida en que hay un colectivo social entero viviendo en la desigualdad”.

Terminó por declarar que “apostar por el feminismo es apostar por una sociedad diferente para todos”.

Por su parte, la ponente Alba Pons Rabasa expuso su trabajo con la comunidad Trans y las relaciones interpersonales dentro del poder de afectar y ser afectadas. La académica, egresada de la Universidad de Barcelona, resaltó la importancia de la experiencia corporal en la dimensión afectiva de la vida social cambiante, sin importar el género de la persona para reconstruir los papeles impuestos por la sociedad a hombres y mujeres.

En esta mesa, cada uno de los ponentes externó su visión sobre el feminismo a través de sus investigaciones a lo largo de sus estudios. Los tres coincidieron en la actualidad de los relatos y las problemáticas planteadas por feministas, siendo éstas resultado del sistema político, social y económico actual, que no solo afecta a las mujeres, sino a la sociedad en conjunto.





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¡FUERA, SENTIMIENTOS XENÓFOBOS!

Por Mextli Daniela Jiménez López
Ciudad de México (Aunam) El licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México y académico de la misma, Rafael González López expuso la responsabilidad que los medios de comunicación tienen sobre la caravana migrante.


“Lo que yo creo es que la prensa debe ponderar muy bien lo que está pasando y no debe desbordar ningún sentimiento xenófobo, ningún sentimiento adverso a los migrantes centroamericanos”, afirmó el profesor.

El académico explicó que existe un abanico informativo sobre la caravana, “hay unos quienes la condenan, hay otros que tratan de entender el problema, otros permanecen solamente dando la noticia, permanecen neutros”. Lo importante para Rafael González es que la prensa retrate el tema de la caravana sin crear sentimientos de hostilidad o repudio.

“Vi una foto que me causó realmente una preocupación porque retrata la basura que dejan los migrantes, es un drama social que no se puede reducir a la basura que dejan”, explicó el profesor, pues eso podría crear sentimientos adversos hacía estas personas.

El comunicólogo alega la importancia de recordar que México es un país creador de migrantes, y que por esa razón no se tendría que pensar que ayudar a esta caravana significa algo malo para el país, “insisto, hay mexicanos que emigran a Estados Unidos y de ellos no hablamos, solamente cuando tenemos aquí a unas personas que posiblemente se pueden quedar o solo están de paso… hay que recordar que México es una fuente de migración”.

La difusión por parte de los medios de comunicación ha retratado lo que para Rafael López es un drama social, “se ve el drama cotidiano ahí, la familia con sus hijos, mujeres con lo que traen puesto, es un drama social, eso siempre impacta, no hay que ser insensibles”.

Gracias a ese impacto, el académico argumenta que muchas personas ayudaron a los migrantes, “afortunadamente hay un sector de la sociedad mexicana que es sensible a esta situación, hay otros que no, que lo ven como una amenaza, por eso creo que el medio tiene una responsabilidad frente a la caravana”.

La responsabilidad de los medios de comunicación ante esta caravana tiene que ser tomada con seriedad, pues puede provocar solidaridad y empatía, hasta enojo y hostilidad. Cada medio tendría que responsabilizarse por todo lo que publica o deja de publicar.

Los medios no deben crear hostilidad ni sentimientos adversos, solo tendrían que, como explicó Rafael González, documentar de forma neutra todo lo que ocurre con la caravana, sin sentimientos, sin prejuicios y sin tergiversar la información o documentación.



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SALIR PARA VIVIR

Por Erika Aline Espejel Terrón
Ciudad de México (Aunam) En una de las escaleras de acceso del estadio Jesús Martínez "Palillo" se encontraba sentado Franklin Martínez Romo quien, junto a sus amigos, estaba refugiado de los potentes rayos solares.


Franklin Martínez, de tez morena, delgado, y de casi un metro con 65 centímetros de estatura, vestía un pantalón de mezclilla un tanto gastada, una playera negra, un suéter azul y una gorra gastada cuyo color negro se había desvanecido y, en su lugar, había dejado un tono grisáceo. Su rostro, con algunas líneas de expresión prominentes, denotaba tranquilidad y cansancio evidente que también se reflejaba en sus ojos, que quizá por irritación habían adquirido un tono rojizo, el cual trataba aliviar tallándoselos cada que se acordaba.

Franklin Martínez de 56 años, cuyo país de origen es Honduras, ha pasado seis días en el albergue de la Ciudad de México tras haber salido de su país junto con la caravana migratoria que se iba a reunir en la terminal de San Pedro Sula.

La caravana decidió cruzar el territorio mexicano hasta llegar a Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades de vida, como aclaró una de las amigas del señor Martínez, quien se encontraba sentada al lado de él y comenzaba a revisar Facebook desde su teléfono celular. El señor Franklin asentó con la cabeza y agregó: “decidí venirme para acá para tener un futuro mejor porque estamos viviendo una pesadilla en Honduras”.

Él nació en un pueblo que se llama Concepción Intibucá y se fue a vivir a la ciudad de San Pedro cuando tenía 10 años. Su papá, Miguel Martínez, dedicado a la carpintería, decidió mudarse con toda su familia a la ciudad, con el fin de encontrar mejores oportunidades de trabajo.

Martínez Romo recuerda que San Pedro Sula era una ciudad tranquila en donde las personas podían estar fuera hasta tarde y no les pasaba nada. Ahora, en contraste con la situación actual, después de las siete de la noche ya no pueden andar fuera en la ciudad porque corren peligro. “Lo que más extraño de mi infancia es que antes se podía vivir tranquilamente y sin temerle a nadie”.

La delincuencia, según él, comenzó a aumentar en 1999, con las maras. Con el paso del tiempo se hicieron más poderosos y, ahora, son los que se dedican a extorsionar, a quitar casas y a cobrar cuotas. “Si usted tiene una buena casa, ellos llegan a decirle 'sabes qué necesito esta casa, de ti depende decidir qué quieres más, la casa o tu vida' y pues siempre preferimos la vida, por eso tuve que salirme, para vivir una aventura de la que no tengo nada seguro”.

El hondureño inició su camino solo y en el trayecto encontró personas con las que comenzó una profunda relación de amistad. Aseguró que se consideran una familia en la que todos se vuelven una sola persona. “Velamos por nuestra seguridad, si no comemos, si nos enfermamos o si necesitamos algo, nos ayudamos mutuamente”.

A pesar de saber que cuenta con sus amigos, el señor Martínez aceptó que extraña a su ex pareja, Laura, quien se quedó en Honduras y con quien mantenía una relación en unión libre. Recalcó que no podía obligarla a que migrara con él por el peligro que implica, además que ella no corre peligro y tiene estabilidad laboral. “No vivíamos juntos y yo no podía entrar en donde ella vivía porque me sacaban, ¿Y sabe por qué? Porque tengo un tatuaje y sólo por eso piensan que pertenezco a una pandilla. Eso es muy delicado allá”.

Los tatuajes, dijo Franklin Martínez, se los hizo una noche con un grupo de amigos que, junto a él, trabajaban en un restaurante cuando tenía 20 años aproximadamente. “Como nos iba bien, porque nos la pasábamos trabajando como de ocho de la mañana a nueve de la noche más o menos, pues sí nos alcanzó”.

Esa noche les habían acabado de pagar su salario y aprovecharon para irse a un bar de la ciudad. Después de unos cuantos tragos, uno de sus amigos llamado Mario lanzó un reto: “dijo que teníamos que hacernos un tatuaje y quien no se lo hiciera tenía que pagar el de los otros dos, entonces, como yo no quería pagarles el suyo, pues que me lo hice”, admitió con una leve sonrisa en el rostro.

Con la mirada posada en sus manos, Franklin Martínez contó que en su país existe una crisis política y en seguridad con la que es difícil lidiar en su día a día. “Yo tomé la decisión de venirme porque me estaban amenazando las maras. Yo ya no puedo vivir en ninguna colonia de San Pedro Sula, porque me encuentran y seguro me matan”.

Con un tono de voz más bajo, el señor Martínez expresó que lo han amenazado en su propia casa, ya que las pandillas y las maras viven en su colonia. “Llegan y nos dicen 'si no me pagas, te voy a matar o mato a tu familia' ”.

No sólo él sufre los estragos de la delincuencia, sino que todos los días y a todas horas los hondureños son vulnerables. “Nunca lo dejan trabajar a gusto a uno. Siempre le están poniendo cuotas, por ejemplo si uno quiere manejar una moto-taxi, le ponen una cuota; si uno pone un puesto para vender dulces, igual le ponen una cuota”.

Mientras negaba con la cabeza, declaró que el gobierno es el responsable del aumento de las pandillas que cada vez tienen más poder en Honduras. “La misma policía está ahí, ven qué nos hacen y los dejan ser. O si uno va y pone una denuncia, no hacen nada”.

Para Martínez Romo, el gobierno se dedica únicamente a incrementar mensualmente el precio de la electricidad, el agua, la gasolina, e incluso de la canasta básica, mientras que el sueldo base no les alcanza para satisfacer plenamente sus necesidades. “Cuando nos pagan 100 lempiras diarias, ¿usted cree que nos da para mantener a la familia?”

El señor Franklin estudió hasta la primaria y tuvo diversos trabajos con los que solventó sus necesidades, sin embargo, con las maras amenazándolo constantemente, tomó la decisión de partir.

“Yo estaba trabajando en mantenimiento y no me iba tan mal, y dirá que es porque no' más estudié la primaria, pero por ejemplo, un profesor de bachiller venía con nosotros, y él sí era estudiado”, relató que el académico pudo quedarse en Tapachula porque consiguió trabajo como profesor de computadoras en un bachiller de la ciudad.

“En Honduras no hay distinción, sea profesional, haya estudiado o no, es parejo. Está en crisis el país y son pocos los que realmente se sienten bien estando allá a pesar de todos los problemas”.

El señor Franklin, quien era apresurado por trabajadores de recursos humanos quienes transportaron migrantes en diversas camionetas durante toda la mañana desde que la caravana partió, dijo que esperaba quedarse en México y comenzar a trabajar.

Su destino, a corto plazo, está en el albergue “Casa del peregrino” en la delegación Gustavo A. Madero. “Ese albergue es lo único seguro que tengo por ahora”, dijo antes de despedirse con una leve sonrisa y subirse a la camioneta que lo llevaría a su destino.



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18 de marzo de 2019

MÉXICO VISTO DESDE CUBA

Por Eduardo Patiño
Ciudad de México (Aunam). El escritor y periodista cubano Omar González ofreció una conferencia magistral en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, acerca de la cultura y política cubanas y sus efectos en el resto del continente.


Comentó que, al paso de los años, Cuba ha “adquirido una cultura de resistencia, una cultura que nos hace creadores, porque quien resiste siempre es creador. Nosotros siempre hemos resistido desde que triunfó la revolución y desde mucho antes en la lucha contra el colonialismo español. Todo este tiempo el pueblo cubano se educó en la resistencia, en la lucha…”.

Añadió que Cuba siempre ha sentido el apoyo de sus hermanos latinoamericanos, particularmente de los mexicanos. “Cuando llegamos a México, no llegamos a un país extraño, llevamos a una parte esencial de nuestra cultura y de nuestras vidas”, y añadió: “Ese mismo México no rompió relaciones con Cuba cuando todos los demás países lo hicieron por órdenes de los Estados Unidos a través de la OEA (Organización de los Estados Americanos)”.

Mencionó, sin embargo, que México ha cambiado mucho “y en algunas cosas para mal”, pasó a relatar como es que Cuba ve culturalmente a México: “Vemos una degradación progresiva de los valores culturales del gran México que conocemos nosotros”.

Símbolos tan importantes de la cultura mexicana como el maíz, tan amenazados por los transgénicos y por la industria americana agrícola; o el cine mexicano, con ese colorido y esa diversidad, “pero hoy el cine mexicano no está en su mejor momento, se encuentra barrido por los cánones de Hollywood y toda esa influencia norteamericana”.


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LAS LÁGRIMAS VALEN LA PENA: ARTURO MARTÍNEZ NATERAS

Por Rodrigo Plata Gallegos “Roy”.
Ciudad de México (Aunam). Arturo Martínez, egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León y activista estudiantil durante los años 60, mencionó que los sentimientos regresaron a él, reviviendo las lágrimas del pasado, cuando se sentó a escribir La Flor del tiempo, libro que fue presentado en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.


Durante el evento el autor comentó algunas de las experiencias vividas durante el año de 1968, y los momentos vividos durante su estancia en la Cárcel de Lecumberri. Pero también tocó el tema de “la derrota del movimiento”.

Él considera que el movimiento fue derrotado muy cerca de la victoria, “fue como un sueño al despertar, se va y se pierde”, comento Martínez.

La caída del movimiento determinó un cambio que arrasó con las demás organizaciones, de las cuales solamente se pueden ver algunas representaciones de lo que alguna vez fue. La huelga de 1999 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el paro de septiembre de 2018 en la UNAM, expresó el autor.

Al tratarse de una segunda edición del libro, Arturo Martínez revisó el texto y pensó hacerle algunos cambios; sin embargo, las emociones vividas mientras lo escribió la primera vez eran únicas e irrepetibles, por lo cual –mencionó- hacerle cualquier modificación no tendría el mismo valor por lo que el libro así se quedara.

También se encontraba presente María de los Ángeles Comesaña Concheiro, coordinadora de Comunicación Social de la Facultad de Economía de la UNAM y esposa de Arturo Martínez Nateras, quien habló acerca de las sensaciones que tuvo mientras leía el libro.

Entre sus experiencias, sintió que el autor le relataba todo lo vivido en aquella época como si le tuviera delante, lo cual hacia a las emociones volver como si estuviera en ese momento.

Mencionó que el libro narra con intensidad lo que fue 1968, “revivir las sensaciones de ese entonces y en especial la parte sobre la Cárcel de Lecumberri, me han hecho soltar algunas lágrimas…”.








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17 de marzo de 2019

UNA MUJER DE CAMBIOS A TODO A PULMÓN

  • El paso de convertirse en la primera universitaria graduada de su familia hasta ser becada a Japón
  • Hija, hermana, profesionista, mamá: las facetas de una mujer en constante transformación
Por Daniela Itzel Nieto Muciño
Ciudad de México (Aunam). Hace 57 años nació María Josefina Muciño Agüero, en la capital de su querido México. Su talento y pasión la llevó a ser de las mejores productoras de Televisión Educativa mexicana durante los 90, de la misma manera ganó una beca para estudiar en Japón. Ella no esperaba que su vida fuese a despegar de tal manera, pero se demostró así misma su valor por primera vez cuando se convirtió en la primera mujer licenciada de su familia.


Desde pequeña, por influencia paterna, empezó a dibujar a pesar de tener un ojo deteriorado por un accidente en su infancia. Ella veía su talento como una forma de comunicarse consigo misma y con su alrededor. De ahí su pasión por el arte y el amor a su papá, a quien recuerda como alguien fantástico, lleno de sabiduría y talentos. La enseñanza más grande de esta etapa fue también de él, aprender constantemente y trabajar duro.

Aunque siempre fue una alumna destacada por sus calificaciones, cuando entró al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Sur, sus calificaciones se desplomaron. Después, en quinto semestre se dio cuenta de cómo funciona el sistema de tal institución, así fue como descubrió que la creatividad le iba a abrir muchas puertas. Sus profesores la consideraron una sorpresa aunque inesperada, bastante grata.

Hasta el CCH María no había entrado en alguna disyuntiva por su futuro profesional, pero su clase de Biología le mostró un panorama alejado de las artes, más apegado a la ciencia. De cualquier manera eligió Comunicación Gráfica, por sus aptitudes y la huella que en ella su padre imprimió, una carrera que se encontraba a dos horas de camino desde su casa, en un no muy poblado Xochimilco.

Entre lágrimas, María contó: “Mamá no me vislumbraba como una universitaria o como una mujer afuera de su casa, como yo estaba gordita, tenía problemas para ver y aparte era buena para el quehacer. Ella no me veía con más alcances, pero mi papá sí, él siempre apoyó mis sueños, me regaló un poster que decía que cantara mi propia canción siempre muy feliz; él me dio muchas armas para vivir… me hizo volar”.

Ella ecuerda el momento de ver sus resultados como un parteaguas en su vida. Cuando se enteró que sí fue seleccionada para la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), su madre inmediatamente le dijo que no podía estudiar la universidad porque no había dinero en la casa. Se quedaría con ella a ayudarle en las tareas domésticas; pero rechazó ese destino, se aventuró a trabajar y al mismo tiempo ser universitaria.

Su estancia en la ENAP -ahora FAD- la describió como maravillosa, se encontró en su ambiente, era un “pez en el agua”. Los últimos semestres de la universidad estaba sin trabajo y sin dinero porque empezaba la crisis con Miguel de la Madrid, pero por sus sueños se antepuso a la situación y aplicó la mentalidad que le ayudó a sobresalir en su carrera, siempre buscar el próximo escalón. Se convirtió en la primera graduada universitaria de su familia.



Cuando entró a trabajar a la Unidad de Televisión Educativa al salir de la universidad, fue el segundo productor con quien trabajó de asistente, el que le enseñó a ser responsable de su trabajo y sentirse segura de aplicar las técnicas artísticas de su formación.

Después de cuatro años ahí, la becaron en 1993 para aprender sobre nuevas tecnologías de producción audiovisual en Japón. El viaje la impulsó a consolidarse como productora y tener a su cargo una serie propia. Los 10 años de la UTE le dieron felicidad y plenitud porque logró sus anhelos, sin mencionar que le dio su primer viaje al extranjero y el reconocimiento de colegas sorprendidos por el éxito de sus creaciones fuera de los parámetros establecidos.

La etapa como madre la relaciona con subir un peldaño inesperado, nunca se vio a sí misma en este papel porque se consideraba muy irresponsable. Por lo mismo, cuando nació su primera hija dejó su trabajo para dedicarse de tiempo completo a lo que consideró como llamado de vida. “Esta etapa ha sido de las más difíciles de mi vida, pero la más bonita; fue superar mis irresponsabilidades y crecer a ser la mujer que soy actualmente”.

Muciño Agüero siempre está en busca de nuevos horizontes. En 2017 se graduó como Gestora Cultural y sus metas actuales son hacer una maestría y llegar a la política, desea dejarle a sus dos hijas un país parecido o mejor al de su juventud. También espera poder ayudar a las personas en colonias donde no llega la cultura a encontrarse como ella se encontró, en el arte.

Como reflexión final, destacó la importancia de siempre encontrar una manera de salir adelante, hacer todo con el corazón, en vez de ver crisis notar las ventanas de oportunidades que llegan con ellas y continuar con el excitante viaje que es la vida, procurando no cargar tanto equipaje.

Actualmente, María Muciño gestiona dos proyectos creados por ella, uno para llevar música clásica a las colonias marginadas de la ciudad y otro enfocado a la planeación de actividades culturales para personas de la tercera edad.



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DIOSES PERSAS EN TIERRA MEXICA

Por Eduardo Patiño
Ciudad de México (Aunam). Shekoufeh Mohammadi Shirmahaleh habló en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM sobre la mitología persa, y la función de la naturaleza y sus diversas deidades dentro de ella.


Aclaró que es una de las mitologías más antiguas, por lo que solo se concentraría en una de sus etapas míticas: “lo que comprende el surgimiento del profeta Zaratustra en los 1200, y lo que comprende la religión que trajo este personaje, conocida como el mazdeísmo, o Zoroastrismo”, comentó.

“Según el mito de la creación mazdeísta, existen dos arquetipos, o espíritus, que existen desde el comienzo del tiempo. Sus nombres son Mazda y Ahrimán. Este último es una fuerza de la oscuridad, es decir, es totalmente oscuro y vive en un reino de oscuridad. El otro es un espíritu luminoso, que vive en un reino de luz absoluta”.

Mohammadi narró que Ahrimán decide violentar al espíritu de la luz, y este, en lugar de responder con violencia, habla con él. Pero en vista de la insistencia de violencia del espíritu de la oscuridad, Mazda decide crear para protegerse, y canta una canción durante todo el proceso de su Creación.

“Por lo tanto, desde el principio de la Creación, hay una visión dual y épica, hablando de que hay una lucha entre las dos fuerzas”, agregó.

“Esa dualidad toma matices morales. En el libro sagrado, Mazda expone que sus creaciones fueron hechas a partir de dos esencias: la luminosidad, y la verdad, entonces toda la existencia está hecha de esto”.

Shekoufeh Mohammadi expuso que, desde el principio, todas las creaciones de Mazda existen y viven en armonía pues están conscientes de que su objetivo es apoyar a su creador a salvaguardar todos los principios de la luz, como lo es la verdad y la justicia.

De esta relación armoniosa –concluyó- forman parte los seres humanos, los animales, los ríos, las plantas, los mares: “Claro está que hay animales y plantas que le sirven al hombre para sobrevivir, o animales que entre sí se comen, pero ahí la cuestión es ser equilibrado, tomar justo lo necesario y no más que eso”.
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