11 de agosto de 2018

36 HORAS DE JUSTICIA, ÚLTIMOS MOMENTOS DEL CHE

Por: Jazive Jiménez
Ciudad de México (Aunam). Ideologías, transformación, pobreza, igualdad, justicia, un mundo igual para todos. Son temas de relevancia en México y en todo el mundo, la necesidad de un cambio que beneficie a toda la sociedad se vuelve cada vez más prioritaria y reflexionar ante ello se vuelve una obligación. Para ello existe un remedio perfecto, la cultura.


Bien se sabe que a través de la cultura; como la literatura, el teatro, la música, la poesía, etcétera, es posible concientizar y reflexionar sobre los temas actuales en los que se inmiscuye el mundo entero.

Tal es el caso de la obra 36 horas cuenta abajo, Escuela de las Américas. Una historia inspirada en la vida del Che Guevara que tiene como fin tomar en cuenta lo que significa luchar por los ideales y un mundo mejor según las circunstancias de cada pueblo.

El Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico presentará esta obra de José Rivera, guionista de la cinta Diarios de Motocicleta, bajo la dirección de Otto Minera junto con un gran elenco que hacen posible trasmitir lo vivido horas antes del asesinato del aquel hombre que se volvió la inspiración de un mundo lleno ilusiones en busca de justicia.


La obra narra las últimas 36 horas de vida de Ernesto Guevara de la Serna, prisionero en la escuelita del poblado de la Higuera, Bolivia; herido por el ejército boliviano, a horas de su muerte el Che defiende sus ideas y acciones, termina por llegar a la incertidumbre moral e humana de sí las cosas fueron siempre como pensaba. Si debió pensar en algo más antes de arriesgarse y buscar una revolución bolivariana.

Esas últimas horas fueron cruciales para comprender lo que significó para el Che todo lo que hizo por la liberación de los pueblos latinoamericanos, el enfrentamiento consigo mismo, la honestidad de reconocer en lo que se había equivocado y a que a pesar de eso, aceptar que nadie es perfecto, así como miles de errores se encontrarán en cada acción, sin embargo, equivocarse es perdonable, dejar de luchar no.

Este cuestionamiento también es provocado por una maestra de pueblo que tiene curiosidad de conocer a este hombre que se ha hecho historia, interpretada por Carmen Mastache.

El diálogo entre ambos es una verdadera batalla, por avistar la luz entre las ilusiones, los equívocos, las certezas calificadas y un sinfín de preguntas sobre sus vidas personales, la forma de ver el mundo ¿qué tan correcto fue cada visión sobre lo que nos rodea? Sin embargo, esa es la chispa para continuar, el cuestionarse es la mejor vía para no rendirse y sanar los errores del pasado.


Esta obra se vuelve una mirada necesaria e indispensable para remontar las persistentes dificultades con que tropiezan una y otra vez, los afanes de verdadera libertad, justicia e igualdad en el mundo.

Sin duda es un trabajo que no se puede dejar pasar, es fundamental para comprender por lo que se vivió en aquellos años de añoranza y la realidad que hoy impera. 36 horas cuenta a bajo se dio gracias a una amplia labor periodística sobre la historia de Latinoamérica.

Por ello, el Centro Cultural Helénico, en medida de que es una pieza fundamental en el aparato cultural público de México, se vuelve la mejor caja de resonancia para este ejercicio artístico, sensible e intelectual.

Se presentará en el Foro la Gruta del 3 de agosto al 23 de septiembre, los días viernes a las 19:00 y 21:00 horas, sábados 18:00 y 20:00 horas y los domingos a las 17:00 y 19:00 horas. Los boletos tienen un costo de 350 pesos y está disponible en Ticketmaster y en la taquilla del Teatro Helénico ubicado en avenida Revolución 1500, col. Guadalupe Inn, CDMX.

Lo mejor es para los estudiantes, al presentar su credencial, pues obtendrán el 50 por ciento de descuento permanente. Comprender la historia es el primer paso para reflexionar el porvenir de un mundo mejor a través de la cultura.




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10 de agosto de 2018

LAS TORTUGAS MARINAS LLEGAN A CHAPARRALES, VERACRUZ

Texto y fotos: Yafhed Martínez
Cazones de Herrera, Veracruz (Aunam). A tan solo hora y media de Poza Rica, Veracruz, se encuentra la comunidad de Chaparrales, con una población aproximada de 100 habitantes, la cual recibe en sus playas cada año a las tortugas marinas provenientes del Golfo de México, depositando sus huevos en la costa formando nidos.

Liberación de tortugas marinas de la especie lora, después de eclosionar en los sitios de reubicación de nidos, donde se permite que caminen hacia el mar para completar su ciclo de vida.

El campamento tortuguero “Totonacapan” cuenta con 13 años, realiza a diario una gran labor para la conservación de tres especies de tortugas marinas, que son: La tortuga carey, blanca o verde y lora en Chaparrales. Las principales actividades que se llevan a cabo son recorridos nocturnos en las playas, reubicación de nidos y liberación de tortugas recién nacidas.

Chaparrales pertenece a una zona costera de playas tranquilas, poco conocidas de acuerdo a la dirección de turismo del municipio de Cazones de Herrera, sin embargo, la contaminación y los cambios ambientales globales limitan la conservación de la fauna marina.

Cada año se protegen y liberan un aproximado de 100 mil crías de las tres especies que arriban la costa, cuyo esfuerzo a inicios del monitoreo y conservación de estos animales ha sido en gran parte el trabajo comunitario. “Antes se caminaban aproximadamente 20 kilómetros como parte del trabajo diario que implica el monitoreo, al menos ahora ya se consiguió una cuatrimoto para uso de la comunidad, lo que facilita en gran medida el trabajo” expresó Eleazar García Núñez, director del campamento.

La comunidad de Chaparrales también ofrecen recorridos guiados en la playa a los visitantes, así como un programa de voluntariado donde los inscritos pueden participar y tener una mayor convivencia con la comunidad al conocer sus costumbres y cultura.

“La comunidad se apoya de este programa para sustentar sus actividades junto con la venta de artesanías y gastronomía a los visitantes de esta playa, sin embargo, se reconoce la falta de difusión así como el apoyo gubernamental, lo que finalmente es vital para la conservación de estos animales y sus funciones en los ecosistemas marinos” añadió Nuñez.

La conservación de la naturaleza no solo implica estrategias de trabajo y seguimiento de los sitios importantes en diversidad de especies, sino también la adecuada incorporación y valoración de las comunidades implicadas en la protección de estos ecosistemas.

“Chaparrales y su gente ofrecen un lugar tranquilo y admirable a quien lo visita, que se ha dedicado por años a la conservación de tortugas marinas a pesar de la falta de recursos y que también ha servido como espacio para la realización de servicios sociales y tesis de distintas entidades académicas” menciona Núñez.


La fundación tortugas campamento tortuguero Totonacapan es de los pocos campamentos donde se evita la retención de crías para asegurar su supervivencia al ser liberadas. En esta foto se muestra una cría de tortuga carey momentos antes de ser impactada con el oleaje del mar.


El varamiento de tortugas marinas cada vez es más común debido a la pesca, cuya práctica con redes llega a lastimar la piel de estos animales desembocando finalmente en su muerte. En la presente foto se muestra un juvenil de tortuga marina blanca o verde.


Como parte de las interacciones bióticas que existen en la naturaleza, la depredación de huevos por perros, coyotes y algunas aves es uno de los principales factores que determinan el número de crías, dejando al final solo los cascarones rotos. Aquellos huevos que no se desarrollan completamente suelen ser sitio de proliferación de hongos que utilizan los nutrientes como recurso, tornándose de color negro.





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6 de agosto de 2018

UNA VIDA LLENA DE INVESTIGACIÓN DEDICADA A LA DIABETES TIPO DOS

Por Ana Camila Pérez Montessoro
Ciudad de México (Aunam). Para encontrar a la doctora María Teresa Tusié Luna, hay que dirigirse a una de las zonas más transitadas de toda la ciudad: zona de hospitales, donde está el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ), el hospital más importante de toda la República Mexicana, asimismo es uno de los hospitales que ha sido visitado por grandes artistas como: Gabriel García Márquez o Emilio Pacheco.


La doctora María Teresa Tusié Luna es Médica Cirujana, por la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con Doctorado en Biología Celular y Genética, por la Escuela de Medicina de la Universidad de Cornell. Es jefa de la Unidad de Medicina Genómica del INCMNSZ.

La investigadora Tusié tiene un rostro amable, además, tiene su cabello teñido de una tonalidad roja lacre y un corte de cabello rebelde con un fleco que le tapaba una parte de la frente; asimismo, sus arrugas expresaban una acumulación de sabiduría, que reflejaban su trayectoria en la investigación, tranquilidad y sobre todo paciencia. La Doctora tiene 57 años.

La dinámica en su laboratorio contrasta en su manera de actuar durante la entrevista, ya que la mayor parte la doctora permaneció sentada en su escritorio sosteniendo con sus dos manos su taza de color azul que contenía algo de café. Con un rostro algo inquisidor, además, de una postura recta que siempre mantuvo fija.

La gran decisión de la vida de la doctora Tusié Luna

Lo que impactó en su vida para que estudiara medicina, fue una enfermedad de su mamá cuando tuvo su último embarazo, ya que fue de alto riesgo por lo que tuvo una cirugía muy complicada con perforación de órganos entre otras cosas, además, de que estuvo grave durante muchos meses.

Suceso que sigue causando tristeza a la doctora, porque cada vez que lo comenta pareciera que le quieren salir unas lágrimas de sus ojos cafés, asimismo, su voz es un poco cortante.

Sus razones hacia la investigación

Tusié Luna pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, del cual es Nivel tres desde 2011. En la actualidad, es investigadora de tiempo completo en el Departamento de Medicina y Toxicología Ambiental de la Unidad de Biología Molecular y Medicina Genómica del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM.

“La medicina todavía no tiene muchos aspectos conocidos, especialmente sobre fenómenos moleculares, por lo que siempre me interesó el conocimiento básico de esos procesos y vi una oportunidad de entender los problemas médicos y abordarlos desde el punto de vista de la investigación para entender a profundidad estos mecanismos” indicó, respecto a por qué se dedica a la investigación y no a la medicina.

“En la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Medicina, me acerqué al departamento de Bioquímica desde los primeros semestres y empecé a trabajar como ayudante de investigador. Ese fue mi primer contacto con la investigación, además de que siempre me intereso la genética”.

La doctora Tusié cuenta que, desde las materias básicas de la carrera, descubrió que muchas de las enfermedades más frecuentes como diabetes, hipertensión, obesidad, así como enfermedades cardiovasculares, tienen un aspecto genético hereditario que se puede vincular a factores ambientales.

Ella afirma que jamás tuvo duda de lo que estaba estudiando, no se acuerda de que haya tenido otra opción además de medicina, y cuando muy temprano tuvo que optar, por esa vía de la investigación, en el internado supo que eso le gustaba y que iba a continuar sin ningún problema, sin importar que la investigación implicara una demanda de largo tiempo.

Camino más allá de la frontera

La investigadora Tusié Luna tiene un doctorado en Genética, en la Escuela de Medicina de la Universidad de Cornell en Nueva York, Estados Unidos y tres posdoctorados, en las universidades norteamericanas de Rockefeller, Columbia y Cornell.

“He sido muy afortunada, ya que he tenido la oportunidad de estar en estas instituciones, de tener el apoyo de Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) para la beca de doctorado; para estar en donde estuve, se requiere de mucho trabajo, de compromiso, de responsabilidad” afirma la doctora.

Ante estos lugares demandantes, la doctora Tusié reconoció, que le fue útil tener un manejo del idioma inglés, a un nivel más allá de lo básico. “Al llegar a países extranjeros se tiene límites al idioma, a la cultura, entre otras cosas, pero cuando uno es joven se pueden afrontar mejor los problemas, fue una oportunidad de crecimiento”. Levantó los brazos de su escritorio dando entender, que agradecía por esa oportunidad.

Diabetes mellitus tipo dos: un camino hacia la investigación

El área de interés científico de la doctora es la genómica humana, específicamente el estudio de genes implicados en el desarrollo de enfermedades complejas, como la diabetes mellitus tipo dos y distintas dislipidemias, las cuales están relacionadas a riesgo cardiovascular en la población mexicana.

“Me interesó la diabetes tipo dos, cuando regresé a México y estuve en el Instituto de Pediatría. La vi como un modelo de estudio genético, en donde hay distintos subgrupos de diabetes”.


La doctora cuenta, que existe un tipo de diabetes que es causada por la mutación de un gen o por la combinación de muchos genes, por lo que, para ella es muy interesante ver el espectro de la susceptibilidad genética que puede existir desde mutaciones graves, pues afirma que, afectan la formación del páncreas, hasta genes que tienen que ver con metabolismo de lípidos o alteraciones del hígado.


“La diabetes es una enfermedad frecuente, sobre todo en México, en donde claramente hay factores genéticos implicados. Además, hay una parte interesante del estudio de la interacción factores genéticos con factores ambientales”.

La doctora Tusié afirmó que los factores genéticos siempre han estado presentes, pero que es interesante saber porque ahora a la gente le da diabetes y no a las personas del pasado. “Es porque los factores ambientales del pasado no son lo mismo que los del presente, ya que hoy en día hay más consumo de carbohidratos, mayor exposición de toxinas, como plomo, entre otras cuestiones”.


Su voz se vio interrumpida por una llamada telefónica, misma que la orilló a levantarse para contestar e informarle a la secretaria que estaba haciendo una entrevista, que luego le llamara.


La doctora tomó en serio la entrevista, sin importarle que la entrevistadora era una estudiante de segundo año de la carrera de comunicación. Tal vez, en la vida diaria sus compromisos los toma con seriedad y respeto.


Reconocimientos a la doctora María Teresa Tusié y en especial a su equipo
María Teresa Tusié Luna tiene más de 17 premios internacionales, incluyendo el premio que recibió en el XXIII Ceremonia de Entrega del Premio a la Investigación de Defectos al Nacimiento GEN, por la investigación: Determinantes Genéticos para el Desarrollo de las Diabetes Gestacional en Mujeres Mexicanas, al descubrir que la diabetes gestacional en embarazadas, no sólo daña a la madre, sino también al recién nacido.


“Me siento satisfecha con mis logros, mi equipo y yo hemos trabajado en el laboratorio por 25 años, hemos publicado cosas interesantes y útiles para población mexicana, además de que todos los alumnos que han pasado por mi área de trabajo siempre obtienen empleos, son investigadores independientes que han estado en varias partes del mundo”. Todo esto lo dijo con tanto entusiasmo, que por un momento una gran sonrisa, hacía que su rostro radiara.


“Los reconocimientos que he recibido no sólo son para mí, sino para todo el equipo de trabajo, sólo soy la cabeza, pero siempre he creido en formar equipos. En mi equipo hay gente muy valiosa que aporta cosas muy interesantes y que, sin ellos, no se hubiera podido concluir o completar los trabajos, siempre hay que dar el reconocimiento al grupo”. Hizo notar que en realidad le importa su equipo y que haría cualquier cosa por él.


“Mi equipo y yo no perseguimos reconocimientos, nuestro objetivo no es buscar o lograr estos, sino que a partir de lo que sabemos hacer, trabajamos en lo que nos gusta, hay gente que sólo trabaja para obtener el reconocimiento, en cambio nosotros creemos que haciendo bien las cosas el prestigio vendrá por sí solo, es natural que te reconozcan cuando uno hace con gusto y hace bien el trabajo”.


“Salud Carlos Slim”


La Doctora Tusié Luna pertenece a “Salud Carlos Slim” fundación que fue creada en el año 2007, por iniciativa del Ingeniero Carlos Slim Helú, como una organización no lucrativa, dedicada a generar soluciones para ayudar a resolver los principales problemas de salud de la población más vulnerable de América Latina.


“Me siento satisfecha a pertenecer a este grupo, asimismo, se me hizo algo natural cuando me ofrecieron ser miembro, ya que me di cuenta, de que me iba a dedicar en lo que ya trabajaba de por sí”.


María Teresa Tusié Luna aclaró que el doctor Xavier Soberón la invitó a participar en esté proyecto, ya que compartían las mismas ideas, además, de que sabía cuál era su área de trabajo.


Dentro de diez o quince años…


La doctora cree que las aplicaciones genéticas, la investigación y el tratamiento están en el cáncer, se ve en diez o quince años haciendo estudios clínicos en esta enfermedad mortal, para que así se pueda retirar de la parte académica.


Pero, también quiere aprender más, para poder aplicar este conocimiento, en el tratamiento de diversas enfermedades, por lo que dice que es importante identificar mutaciones, que definan si un paciente es elegible para distintos medicamentos, que se encuentren en un fármaco y que no perjudique al individuo.


La doctora Tusié y su trabajo en México


Ha publicado 84 trabajos en prestigiadas revistas, en las áreas de Genética Humana y Endocrinología, entre las cuales están: Nature, Diabetes, Human Molecular Genetics, Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), Circulation y American Journal of Human Genetics. Ha participado, además, como autora o coautora en 15 capítulos en libros.


“Mi trabajo en México impacta de una manera importante, ya que el abordaje del tema de los genes se ha hecho a partir de poblaciones caucásicas y poco se ha estudiado a las poblaciones mestizas; entonces es importantes estudiar a la población mexicana, ya que somos una combinación de muchos pueblos, tanto de Europa como de África, para así poder encontrar, lo que está causando el daño del páncreas o del tejido adiposo”.

La importancia de difundir la investigación

Su productividad científica, ha sido citada en más de mil 800 ocasiones. Ha publicado más de 95 artículos en revistas de arbitraje internacional con factor de impacto, tales como: Nature, Journal of the American Medical Association (JAMA) y Journal of Clinical Investigation.

“Es importante difundir la investigación, ya creo que es importante, que haya gente formada para ese propósito. Debe existir personas que divulgue la ciencia y asimismo esa formación de divulgador científico, generalmente nosotros como investigadores escribimos propuestas, formamos gente, escribimos artículos, pero no estamos formados para esparcir la ciencia por lo que dependerá de nuestra capacidad de comunicación el que hagamos esa actividad eficientemente para que se puedan entender bien los problemas”.

Para la doctora Tusié se debe comunicar mejor lo que se puede hacer, para difundir cómo prevenir los problemas. Afirma que, se necesita saber cómo se generan y cómo los especialistas pueden contribuir.

El proceso largo para una investigación

La doctora Tusié expresa que una investigación se lleva a cabo por, aproximadamente, cinco o seis años, pero, puede variar puso como ejemplo, el proyecto de diabetes estacional, el cual ha llevado, por más de diez años.

“Se tiene que diagnosticar a dos mil mujeres en el primer trimestre del embarazo, hacerles ciertas pruebas, hacer el diagnóstico de diabetes estacional y tomar sangre en distintos tiempos, después del embarazo seguimos a esas mismas mujeres para poder hacer más estudios”.

La doctora Tusié Luna y su laboratorio

La doctora María Teresa Tusié Luna ha contribuido a la formación de más de 20 alumnos de licenciatura, maestría y doctorado, para ella el único requisito que deben cumplir para trabajar con ella, es que estén dispuestos a cumplir con el compromiso.

“El currículum no me dice nada sobre la persona, necesito conocerla y trabajar lado de ella. Por lo que les doy un mes de prueba, para ver si están convencidos y si funciona la interacción, me pongo a hablarle de proyectos”.

Considera que es da mucha libertad a sus alumnos. “Siempre tengo mi puerta abierta, por si los estudiantes quieren hablar conmigo; generalmente lo que hacemos cuando llegan nuevas personas, es que son incorporadas a trabajar con alguien que ya conoce el laboratorio, ya sea de manera temporal o a largo plazo”.

Para ella el personal de su laboratorio es autodidacta. “No dependen tanto de mí para adquirir la información que necesitan o las herramientas; las habilidades que requieren las aprenden por ellos mismos o través de otras personas, yo promuevo mucho las interacciones y las colaboraciones”. Después de decir esto, tomó un poco del café que tenía y dio un golpe ligero a su escritorio.

A pesar de todas las dificultades que se le presenten, o de su lejano retiro, la doctora Tusié Luna hará todo lo posible para ayudar a la población mexicana y así evitar una, de las tantas, enfermedades que les afecta.




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LA SEGUNDA GUELAGUETZA MÁS GRANDE, SE VIVE EN SAN ANTONINO CASTILLO VELASCO

Por Yafhed Martínez
San Antonino Castillo Velasco, Oaxaca (Aunam). Dentro de los 570 municipios que conforman el estado de Oaxaca, dentro del distrito de Ocotlán de Morelos, en la región de valles centrales, se encuentra San Antonino Castillo Velasco, sede de la segunda “Guelaguetza” más grande en el estado, después de la oficial que se presenta en Oaxaca de Juárez.

“El baile de la pluma” es ejecutado por los integrantes de la delegación del valle de Zaachila, donde se aborda en el baile folklórico el proceso de la conquista española en México. Foto por: Yafhed Martínez-Hernández

Esta festividad anual tiene como intención mostrar la riqueza cultural del estado, permitiendo la participación de las distintas delegaciones en el estado de Oaxaca, es la segunda más grande, donde participan aproximadamente 25 delegaciones, señala Erubiel Mantzini Pérez, coordinador de danza de la delegación de Valle Nacional.

“El primer lunes del cerro”, como es llamado al lunes de la penúltima semana, marca el inicio de esta gran fiesta oaxaqueña, donde las delegaciones se reúnen en la plaza central de San Antonino.

Este recorrido está acompañado de vestimenta típica, música regional y baile para llegar al “cerro de las azucenas”, donde cada delegación muestra sus bailes típicos, combinados con la vestimenta, adornos, flora y fauna que conforma su identidad como pueblo.

“La intención es participar en San Antonino, para adquirir experiencia y que con el tiempo se puede perfeccionar los rasgos que permitan, en un futuro, participar en la Guelaguetza oficial”, expresó Erubiel Mantzini.


Desde la plaza de San Antonino, al cerro de las azucenas; la fiesta oaxaqueña se vive con amarillito (caldo de res con chile guajillo, papa y chayote) y mezcal, mientras entonan poemas en sus dialectos, para dar lugar al baile y festejo que dura toda la noche.

“A través de este máximo festejo del estado oaxaqueño se muestra a México y el mundo la riqueza cultural de la que goza este estado, mismo que enorgullece a sus pobladores y permite la difusión y conservación de los usos y costumbres de cada pueblo en Oaxaca, de alta importancia cultural”, expresó el coordinador.

La fiesta aún no termina, ya que falta la participación de otras delegaciones este lunes 30 de Julio del presente año, fecha que marca el final de esta celebración oaxaqueña en San Antonino Castillo Velasco, donde su propia Guelaguetza se vive de forma tradicional y reafirma la identidad de los oaxaqueños.






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