30 de junio de 2018

INAUGURAN EXPOSICIÓN “VAQUITA MARINA: ENTRE REDES” EN UNIVERSUM

Por Mónica Santos Vargas y Yafhed Martínez
Ciudad de México (Aunam). La exposición temporal “Vaquita marina entre redes: una historia que no debe repetirse” fue inaugurada el museo de las ciencias (Universum) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a cargo de Gabriela Guzzy, directora de Universum; César Domínguez, director de Divulgación de la Ciencia y Diego Ruiz, director del museo de la Ballena de Baja California Sur.


Gabriela Guzzy, resaltó la importancia de la exposición, ya que cuenta con el apoyo de tres universidades: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma de Baja California Sur y la Universidad Autónoma de Baja California. También hay apoyo por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

“Vaquita entre redes, sin duda será una experiencia que propiciará en nuestros visitantes la conciencia hacia el cuidado de nuestro planeta y los seres que lo habitamos”, dijo. También resaltó que es la primera colaboración entre el museo de la ballena y Universum.

El también biólogo, Diego Ruiz expresó que la exposición se llama Vaquita entre redes, porque justamente la práctica pesquera que hace uso de esta herramienta es una de las principales causas por la cual -casi- ha desaparecido esta especie. “La intención es crear estrategias que permitan disminuir el uso de estas redes para no causar daños colaterales, que disminuyan los ejemplares que aún quedan, por lo que sería ideal quitarlas”.

César Domínguez, director de la DGDC mencionó que “la exposición nos relata la triste historia de la más pequeña de las marsopas, una que sólo habita en los mares mexicanos del alto Golfo de Baja California y en ningún otro lugar del mundo. […] Es una exposición - homenaje a este icónico animal”.


También mencionó, que la exposición representa la extinción de una especie y recordó que en el planeta Tierra ha pasado por cinco extinciones masivas, por procesos naturales y una sexta que estamos aconteciendo, por efectos de las actividades humanas. Explicó que hay que tomar conciencia de estos eventos, porque todos somos responsables y todos podemos hacer algo. “Es un mensaje de esperanza, mensaje de vida”, finalizó.

La exposición está dividida en 4 secciones: La evolución de los cetáceos, las características de la vaquita marina como especie, el efecto las redes fantasmas y las actuales acciones de conservación en materia de investigación. Estará abierta hasta el 30 de septiembre de 2018 y tiene un costo de 40 pesos para el público en general, o bien, un combo museo y exposición temporal con un costo de 90 pesos para el público en general y 80 pesos para niños, estudiantes, profesores, miembros de INAPAM, ex alumnos de la UNAM y personas con discapacidad. También hay talleres sobre la exposición temporal con un costo de 25 pesos.










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27 de junio de 2018

LATEUS VITAE, PRIMERA CASA DE DÍA PARA LA VEJEZ LGBT+ EN MÉXICO

  • El hogar para el adulto mayor fundado por Samantha Flores busca ser inclusivo con toda la población
Por: Mariana Cristina Chávez Pedroza y Aimeé Renata Estrada Mendoza
Fotografías de: Mariana Cristina Chavez Pedroza y Salvador Silva García
Ciudad México (Aunam). Los pensamientos bailaban entre dudas escalofriantes, el rostro realizaba muecas de nervios, felicidad e incertidumbre. Después de 10 años de arduo trabajo, de ser una sobreviviente al sida y de haber soñado tan alto como fuese posible, llegaba el último día de donación que determinaría si los sueños se hacen realidad.

La meta de recaudación, que eran 400 mil pesos, iba a medias expectativas después de dos meses de haber publicado la campaña Un hogar para la tercera edad LGBT+ en la plataforma digital de Donadora. La pregunta era evidente. ¿Cómo iba lograr concretar el sueño de una mujer trans de más de 80 años de edad que anhelaba formar una familia de adultos mayores LGBT en un espacio gratuito y seguro?

Samantha Flores abriendo la puerta de Lateus Vitae

Al terminar de gozar una función en un teatro de la Ciudad de México, posterior a una comida en pleno sol de junio, una de las pocas mujeres transgénero del país fue interceptada por un hombre joven que con entusiasmo y asombro le dijo a gritos: “¡Samantha, lo lograste, llegaste a la meta!”, clamores que marcarían el inicio del primer asilo LGBTTTIQ (lesbiana, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti, intersexual y queer) en México.

Esta es la historia del futuro asilo, hoy casa de día, Lateus Vitae que nació de la perseverancia de Samantha Aurelia Vicenta Flores García, mejor conocida como Samantha Flores. Hace cincuenta años llegó como un joven veracruzano a la Ciudad de México en 1957, con el objetivo de estudiar en la Escuela Bancaria y Comercial, ubicada en Reforma; pero que sin pensarlo, la ciudad le daría otro rumbo al decidir convertirse en una mujer transexual.

En ese tiempo, pertenecer a la comunidad LGBT+, era algo que las personas tenían que esconder. Pero Samantha jamás lo hizo, gracias a que su rostro tenía rasgos femeninos que despistaba a la gente, la cual no se percataba de que biológicamente era hombre, cosa que aún le causa risas.

Fue hasta el ofrecimiento de elaborar un libro sobre su vida, al ser una activista que colabora con la fundación Vida ser humano en favor de niñas y niños con VIH, al igual que participa con otros proyectos relacionados con la inclusión de la comunidad LGBT+ en la sociedad mexicana, que la idea del asilo Lateus Vitae vio su vida comenzar.

En México, se calcula que 13 millones de personas son de la tercera edad, de acuerdo al Consejo Nacional de Población (Conapo), el cual estima que para el año 2030 la población esté alrededor de 20.4 millones; del cual un 15 por ciento de la población total estará envejecida, pues la esperanza de vida crecerá y el país aún es tierra de jóvenes.

Sin embargo, no hay suficientes políticas públicas orientadas a asegurar pensiones, salud, trabajo, de acuerdo al proceso de envejecimiento desigual del país, pues los estados que tienen un número mayor de habitantes con esta condición son: Veracruz, la Ciudad de México y el Estado México. Mientras las poblaciones más jóvenes viven en Campeche, Baja California Sur y Colima, lo que exige políticas públicas diferenciadas.

Antes de los años setenta en México no existía una política pública dirigida hacia el problema de los adultos mayores. Se consideraba que la vejez tenía que ser una condición individual de la gente. El cuidado de una persona en el proceso de envejecimiento sólo le correspondía al ámbito privado familiar. En caso de abandono o vulnerabilidad, en algunas ocasiones, los ancianos eran amparados por instituciones religiosas.

En la actualidad, no existe un censo acerca de cuántos adultos y personas mayores pertenecen a la comunidad LGBTTTIQ. Únicamente existen datos de la Encuesta de Valores de la Juventud, del Instituto de Investigaciones Jurídicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el 2012, el 3.6% de los jóvenes se reconocen como bisexuales, gays o lesbianas.



La comunidad LGBTTTIQ se caracteriza por sentir atracción emocional, afectiva y sexual, por personas del mismo género o de más de uno, así como construir una identidad de acuerdo con un género que no corresponde al sexo biológico que tenga la persona.

Es importante recalcar que la diversidad manifestada en esta comunidad no es una enfermedad mental, física o emocional, ni tampoco una desviación que pueda calificarse como antinatural. Muchas personas LGBT reportaron a Lambda Legal y a la asociación Child Welfare League of America (CWLA), que supieron su orientación sexual desde la niñez o mucho antes de sus primeras experiencias sexuales.

Otras lo identifican hasta la madurez o edad adulta, pero no porque no tengan manifestaciones a temprana edad como los otros, sino que hay una autocensura de estas preferencias o sentimientos, por la discriminación y presión que ejercen sus familias y la sociedad en general. Por ello, jamás se debe suponer que una persona es “demasiado joven” o “mayor” para declararse LGBT+.

“Pasas de ser el hijo raro de la casa, a ser el viejo cochino ¿no?, el viejo perverso...”, crea un silencio profundo el activista e integrante de la comunidad LGBT+ Alonso Hernández, el cual es cercano a Samantha y lucha por visibilizar dicha comunidad.

Para Alonso, el tema de los adultos mayores le es importante, porque cree que debido a su edad está más cerca de ser anciano que joven.

Hace muy poco tiempo, las personas politizadas en cuestiones de género observan las problemáticas que enfrentan la generación de los ochenta que sobrevivieron, a lo que en ese entonces le llamaban “el cáncer gay”.

El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), comenzó a esparcirse en todo el planeta después del primer caso conocido de Estados Unidos en 1980. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), al finalizar esta década, el organismo registró trece millones de casos en el mundo.



Por lo que Alonso enfatizó que los mexicanos sobrevivientes de la epidemia del Sida, actualmente forman parte de la población de la tercera edad.

Como Samantha Flores, estas personas lucharon en los primeros movimientos sociales para que los derechos LGBT+ fueran reconocidos. Por esa razón deben de ser considerados como miembros importantes de dicha comunidad y evitar que sean discriminados o relegados fuera y dentro de ésta.

Ejemplo de ello son las marchas de orgullo, en donde los adultos mayores no pueden participar porque implican una larga caminata y no existe otra posibilidad para recorrer el trayecto. Esto mismo sucede en los bares “de ambiente”, así como en todos los espacios donde conviven personas con una identidad de género o sexo distinta a la heteronormada, no hay condiciones especiales para ellos, como rampas de acceso.

No son considerados ni en las nuevas aplicaciones como Tinder, porque no conocen la utilización de estas plataformas, lo que para Alonso es un reflejo de la falta de consideración al grupo de la tercera edad de la comunidad.

La activista transexual Trixie Elizabeth comparte la opinión de que existe una doble discriminación, uno por no ser heterosexual y otro por formar parte de la última etapa de la vida del ser humano.

Por esa razón, cree que la aspiración de Samantha Flores para instalar el primer asilo LGBT+ en México, es una decisión correcta para el contexto actual. Pero su propuesta ideal para el futuro sería que no hubiera divisiones entre un asilo para adultos mayores y uno para personas de la tercera edad pertenecientes al LGBT+, es decir, que toda la gente, sin importar su género o preferencia sexual, pudieran convivir en un mismo espacio.

Laetus Vitae está pensado para cualquier adulto mayor, ya que no discriminaran de la misma forma que esta comunidad ha sufrido, aunque pretende estar especializado para las necesidades particulares de dicho grupo.

Para la activista trans Trixie, no es tan relevante el hecho que sean instalaciones de primer mundo sino que entre los que laboran ahí y los internos haya un entendimiento mutuo. Es primordial que el personal sea sensible a lo humano para que ayuden a finalizar la vida de estas personas mayores de edad de una forma digna y feliz, al sentirse cómodos y aceptados.


Sin embargo, existe una perspectiva diferente a éstas. Luis Daniel Velázquez, un joven periodista quien conoció de manera indirecta a Samanta Flores, a causa de su anterior trabajo en una cafetería y librería de Reforma llamada “Voces en tinta”; opina que hay aislamiento entre jóvenes y adultos de esta comunidad por diferencias de edad.

Pero al mismo tiempo afirma que hay un tipo de discriminación de los adultos hacia los jóvenes debido a que existe una visión adultocéntrica ligada a la idea de que un adulto posee mayor experiencia, en este caso, en torno a los movimientos y la comunidad en general. Por lo que denostan el trabajo activista de los más jóvenes.

Este contraste de perspectivas muestra que la comunidad LGBT+ no es completamente uniforme en torno a su ideología, sino que existen diversas opiniones dentro de la misma.

No obstante, aunque estén ambas perspectivas acerca de la vejez LGBT+ en México, es un tema muy poco conocido. Prueba de ello es el sondeo realizado vía electrónica a 41 personas, entre los 18 y 52 años; el cual demostró que solo el 10 por ciento tenía conocimiento de la problemática que enfrentan los adultos mayores de dicha comunidad.

Por lo que el proyecto de Samantha Flores con Laetus Vitae, traducido como Vida Alegre, fue desconocido por el 83 por ciento de los participantes de la encuesta. No sabían de la campaña con la cual pudo fundarse la casa de día para el adulto mayor.

La falta de promoción en los medios tradicionales fue una de las razones por las cuales los citadinos justificaron su desconocimiento en torno a la apertura de esta casa de día. Sin embargo, hay una gran cobertura en torno a Samantha Flores y su proyecto en medios de comunicación nacionales como La Jornada, El Universal; e internacionales como El País y la BBC.

En los medios digitales, el proyecto de Samantha fue publicado en Sopitas, PlayGround, BuzzFeed, AJ español, Milenio, Escandala, Más por más, Vice, W Radio, Huffpost, Animal Político y Chilango, que en conjunto suman aproximadamente entre 30 y 40 notas periodísticas.

Dichas coberturas ayudaron a que la campaña realizada en la plataforma de Donadora fuera un éxito, así como que recaudaran el dinero necesario para dar el primer paso: encontrar un lugar en donde materializar el sueño de Samantha. Hoy ubicado en Av. Xola 184 B, en la colonia Álamos de la Ciudad de México.

Pero el sondeo dejó en claro que es una temática nueva que necesitará un mayor apoyo de diversos grupos, incluida la propia comunidad LGBT+, medios de comunicación, especialistas y la sociedad civil para que la casa de día pueda convertirse en el asilo que ansía implementar su fundadora.

Otra de las causas que propician el desconocimiento sobre el tema es que en México no existe educación sobre las problemáticas del adulto mayor, ni hay una cultura del respeto hacia el grupo, y sí hay una clara omisión en políticas públicas a este sector de la población. Sin importar si estos individuos pertenecen a la comunidad o no, son abandonados por sus familias y por el Estado que no los considera como una parte importante para el desarrollo del país.


Además, los adultos mayores con diferente condición de género o sexual son invisibles en la conciencia de la sociedad mexicana, la cual llega a frenar la vivencia plena de sus derechos como ciudadanos de avanzada edad que no pueden compartir sus experiencias de vida en torno a su sexualidad, género o los movimientos en los cuales han participado.

Por esa razón, el proyecto de Samantha es un paso importante para el activismo LGBT+. La casa de día puede representar un espacio recreativo en el que exista el intercambio de perspectivas y una constante retroalimentación entre las personas mayores y los jóvenes: Un lugar libre de estereotipos, donde puedan convivir sin prejuicios o actitudes de discriminación hacia su persona y preferencias sexuales, porque las base ideológica de la casa de día es que cualquier individuo pueda formar parte de ella.

Los jóvenes como voluntarios o visitantes, y los adultos mayores en una convivencia que propicie el desarrollo de su identidad real sin ser juzgados. Esto con la finalidad de que la gente LGBT+ pueda crecer en el ámbito personal, sin miedo y con libertad auténtica.

La fundadora dejó en claro que el espacio está abierto para cualquier adulto mayor que esté en un estado de soledad o abandono por parte de su familia y deseé convivir con más personas; y recalcó repetidas veces que el motor que impulsa el proyecto es la idea de que la última etapa de vida de cualquier ser humano sea disfrutable y llena de compañía para compartir historias o experiencias.

No obstante, el sueño no hubiera visto sus primero frutos sin el apoyo de los 1150 donadores, o “ángeles” como les llama Samantha, de Donadora, una plataforma en la que estos ángeles podían aportar al anhelo de Samatha desde 100 hasta más de 9,600 pesos mexicanos.

La plataforma digital Donadora, anteriormente Fondeadora gente, es un fondo colectivo a través de internet que funciona con base en la estrategia crowdfunding, es decir, consigue financiar proyectos personales o de impacto social a partir de personas comunes que comparten los sueños y las metas plasmadas en las diversas campañas que ayuda impulsar el mismo equipo.


Dicha plataforma digital tiene el propósito de facilitar el proceso de donación por medio de la tecnología, en este caso a través de la web, a cualquier persona que requiera de ingresos para proyectos de índole personal o social, siempre que sean sin fines de lucro. Solo requiere seguir tres pasos: creación de un perfil de compra, difusión de la campaña y firma del memorándum de entendimiento.

La campaña titulada "Un hogar para la tercera edad LGBT+" tuvo como representante a Samantha Flores, pero quien la apoyó en el manejo en la web fue Alejandro Villalobos, quien puso en contacto a la activista veracruzana con Donadora e Ingrid Urdapilleta Rojas, asesora de campañas de comunidad, cultura y deporte en la plataforma.

Ingrid Urdapilleta describe el proyecto del asilo para adultos mayores LGBT+ como un caso único y de oro para Donadora, ya que rompió la mayoría de los esquemas promedio de la plataforma digital. En general, el 70 u 80 por ciento de las propuestas de campaña que envían los promotores a revisión, no se publican. Sin embargo, el caso de Laetus Vitae fue diferente por ya estar previamente planeado por Samantha Flores, Alejandro Villalobos y un equipo de trabajo experto en comunicación.

Gracias a esta estrategia comunicativa logró superar su meta de 400 mil pesos mexicanos, que es la recaudación más alta en la historia de Donadora, ya que el promedio es entre 50 mil y 100 mil pesos, a pesar de que tener campañas excepcionales en el rubro de salud que juntaron hasta 200 mil pesos, en especial para tratamientos oncológicos de niños, los cuales muchas veces no lograron su meta.

Ingrid Urdapilleta la califica como una campaña extraordinaria por apelar a dos públicos aparentemente desarticulados, como son la comunidad LGBTTTIQ y los simpatizantes con las problemáticas de esta comunidad: “Con una campaña Samantha logró juntar a dos comunidades que podrían parecer peladas o que no se incluye la una con la otra y que finalmente lo hizo con un tema delicado como es la comunidad de adultos mayores”.

Sin embargo, el éxito real se debe a 3 factores:

La visibilidad mediática que ninguna otra campaña de Donadora ha obtenido a través de los medios de comunicación masivos; la figura y rostro de Samantha que representa a una comunidad invisible de adultos mayores LGBT+, plasmada de una energía alegre, optimista y jovial que transmite al contar la conmovedora historia del futuro asilo cuya realización ha buscado con el apoyo de empresas e instituciones de gobierno durante 10 años; y que el tema de Samatha se volvió viral en el mundo del internet, al ser una noticia compartida no solo por la comunidad LGBT+.

La fecha de transferencia de las donaciones fue el 14 de agosto del año pasado, con un total entregado de 362 mil 931 pesos mexicanos, pues del total recaudado, el diez por ciento es parte de la comisión por los métodos de pago, es decir las transferencias, y los honorarios del seis punto cinco por ciento de Donadora.

A pesar de tanto esfuerzo, Lateus Vitae lleva algunos meses con deseos de operar. Samantha confiesa tener voluntarios para organizar actividades de yoga, cine o consultas médicas a domicilio, sin embargo, no hay gente que esté llegando al lugar. Sólo los fines de semana atiende psicológicamente a dos mujeres jóvenes, una con discapacidad y otra parte de la comunidad LGBT+.

Razón por la que falta la voz viva de los adultos mayores y gran cantidad de donaciones para seguir operando, pues los ingresos obtenidos por Donadora alcanzan para el plazo de un año, y están por concluir. Sin contar que la divulgación del tema no ha sido la más adecuada. No importa el número de noticias, sino que la temática no está realmente socializada, aún es un fantasma, un tabú.


Compartir experiencias y sentirse escuchado es uno de los móviles del proyecto. Hay pocos lugares que tenga las condiciones necesarias para que conviva cualquier persona y más un adulto mayor LGBT+. Sin embargo, es importante mencionar que el lugar donde Alonso Hernández concedió la entrevista, el local Voces en Tinta, puede ser un ejemplo de inclusión.

El local está establecido en la primera planta de un recinto de tres pisos; cuenta con rampas en la entrada y sanitarios amplios de fácil acceso, consideraciones que pueden ser vista como mínimas por algunas personas, pero que están pensadas para gente adulta; al ser un espacio que nació para el diálogo de diversos puntos de vista, las charlas íntimas y el sentir expresado en un lugar libre de estereotipos, con la intención de convivir sin prejuicios o actitudes de discriminación hacia su persona y preferencia sexual.

La vejez es un tema escondido debajo del ropero para México, desde las instituciones del sector público de salud hasta los lugares recreativos, los adultos mayores ven duplicadas sus dificultades. Pero es más desconocido y oculto las problemáticas de la vejez LGBT+, al ser quienes soportaron el rechazo social y familiar, el juicio por parte de la autoridad y la ley, y la falta de papeles que les dieran identidad:

“Yo soy sobreviviente de la epidemia del Sida, vi a mis amigos y gente cercana morir de esto (...) no pensé que llegaría esta edad”: Samanta Flores.

“Imagínate yo en unos cuantos añitos, tendré que batallar, iré a un asilo, te ven y, “si nada más le quedan cinco años, que tanto le hacen” (...) digo he pagado mis impuestos, he convivido con la sociedad, creo que un término digno de mi vida es lo mejor”: Trixie Elizabeth.

“Las personas de la tercera edad, o adultos mayores, o viejos o como se quieran llamar a sí mismos, no se sienten seguros al ser de la población LGBTTTI, y por ende vuelven al closet. No viven ni su sexualidad, porque los ancianos tienen sexualidad, ni tampoco viven su vida plena por estos temores y prejuicios que hay alrededor de sus generaciones”: Alonso Hernández.

Ahora, el obstáculo que deben superar las personas mayores de setenta años es el de la soledad durante su etapa de senectud, pues al ser parte de alguna de las letras LGBT+, es muy común que no estén casadas, ni tengan hijos. En ocasiones su familia las abandona y olvida en un rincón del hogar en los mejores casos. Su única compañía, que eran amigos parte de la comunidad o respetuosos del tema LGBT+, ya no está, por lo que el adulto mayor queda solo, sin nadie con quien compartir su vida.

Las últimas investigaciones acerca de la comunidad LGBT+ únicamente están enfocadas en la juventud; como dice la fundadora del asilo Laetus Vitae: los adultos mayores son olvidados tanto por el Estado como por la población. Por lo que las oportunidades para que su último periodo de vida sea digno, son muy bajas. En algunos casos, sus familias no los aceptan de nuevo. Ello les obliga a esconder su verdadero género y/o preferencia sexual, “su verdadero ser”.


Trixie Elizabeth afirma que los estudios LGBT+ están dirigidos a los jóvenes, porque ellos son los que tienen más oportunidad de cambiar el futuro, mientras los adultos mayores “ya van de salida, ya para qué”; opinión que comparte Alonso Hernández. Aunque, jamás es notorio un gesto de molestia por ambos activistas, dejan clara la necesidad de este tipo de estudios geriátricos especializados en la comunidad LGBT+.

Razones suficientes para que el plan actual de la fundadora de Lateus Vitae, quien tiene 86 años cumplidos, sea convertir su casa de día en un asilo, donde los ancianos puedan dormir, hacer ejercicio y actividades recreativas, además de tener interacción con otras personas con las cuales puedan identificarse y compartir sus historias de vida: “Espero vivir más, unos diez años más”, dice Samantha mientras ríe con esperanza.

Con la frente en alto y las arrugas adornando un rostro femenino, el proyecto Lateus Vitaes es también una forma de erradicar la discriminación en grupos minoritarios como es el LGBTTTIQ. No hay que olvidar que ni siquiera en la Ciudad de México, la más progresista del país, se ha logrado erradicar el problema de discriminación hacia la comunidad LGBT+ que, de acuerdo con Huffington Post, alcanza a 42% de las mujeres y 38% de los hombres de la comunidad.

Motivo suficiente para continuar cimentando proyectos como el asilo, pues las consecuencias de la discriminación son la pérdida de sus derechos y la desigualdad de acceso a ellos; además de vivir en un entorno de violencia y aislamiento que en casos extremos podría provocar la muerte. La violencia física y psicológica no desaparecen en la vejez, sino que en muchas ocasiones se intensifica.

El trabajo y el camino pintan kilómetros de recorrido que comienza desde el aprender a envejecer con amor y aceptación hacia el cuerpo que se desgasta y que ha tenido las ganas de vivir.

Samantha, con sus cabellos color oro sostenidos por un pequeño chongo, comenta que los jóvenes deben aprender a disfrutar su juventud porque el futuro es incierto y el pasado no existe, lo que cuenta es el presente. Tiene una firme convicción que contagia la alegría por vivir y luchar por mejorar el mundo:

“Me estoy preparando para llegar a los 96 años, aunque sea con bastón, aunque sea con caminadora o silla de ruedas (...) quiero hacer mi proyecto de tener el albergue para el adulto mayor gay, y sé que lo voy a conseguir, si conseguí la casa de día voy a conseguir lo otro”, comenta sin perder por un momento el aliento, la risa y su característico olor a perfume de gardenias que inunda lo que hoy es la casa de día y que en algún momento será el asilo Lateus Vitae.











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26 de junio de 2018

XAVIER VELASCO FIRMA LIBROS “HASTA QUE EL CUERPO AGUANTE”

Por: Erika Sánchez Zamora
Ciudad de México (Aunam). Xavier Velasco, autor de Diablo Guardián (2003), estuvo en Casa Fusión, ubicada en Londres 37, col. Juárez, firmando las copias de su libro como parte de la promoción de la serie mexicana que lleva el mismo nombre y está basada en su novela, producida por Amazon prime video.


El evento, organizado por Amazon y editorial Océano, se programó de las 15 a las 20 horas, sin embargo la gente comenzó a llegar a partir de las 13 horas, obtuvieron una de las 120 fichas disponibles y esperaron ansiosamente para pasar a conocer a Xavier y que les firmara sus libros.

Alrededor de las 15:30 horas se habían agotado las fichas y la gente no dejaba de llegar, comenzó la incertidumbre de si Velasco los atendería, por lo que el célebre autor twitteó en su cuenta con el hashtag #DiabloNoMeDesampares que atendería a todos “hasta que el cuerpo aguante”, así tuvieran que salirse a la calle.

Con mucha dedicación y alegría, el también autor de La edad de la punzada (2012) y El materialismo histérico (2004), se tomó su tiempo para atender a cada uno de los asistentes, conversó y se tomó fotografías con ellos, hasta firmar el último libro de la noche.






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25 de junio de 2018

EL CLUB DE EXPLORACIONES DE MÉXICO PRESENTA: ¿QUÉ ES LA ULTRADISTANCIA?

  • El encargado de impartir la conferencia fue el ultramaratonista de la UNAM Marco Antonio Zaragoza Campillo

Fotografía y texto: José Luis Ruperto
Ciudad de México (Aunam). El Club de Exploraciones de México presentó la conferencia: "¿Qué es la Ultradistancia?". Marco Antonio Zaragoza Campillo, poseedor del récord nacional de ultramaratón 48 horas y egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM, explicó los aspectos técnicos del ultrarunning para difundir su práctica; además, compartió su experiencia en competencias mundiales.

Marco Antonio Zaragoza recibe de Rocío Romero un reconocimiento y distintivos del club.

En primer lugar, explicó que toda distancia superior al maratón se puede considerar ultradistancia, ultrafondo o ultrarunning, y señaló las diferencias entre el ultramaratón, caracterizado por correrse en caminos pavimentados, y el ultratrail, pues este último se corre en montaña.

También están las carreras extremas que se realizan en lugares como un desierto. A pesar de la creciente cantidad de ultramaratones realizados en México, Zaragoza señaló que son pocos los que cuentan con el aval de la International Association of Ultrarruners (IAU), organismo regulador de este tipo de competencias. Hizo una crítica hacía el estatus de invalido de un trayecto de 100 o más kilómetros, que culmina un corredor en un evento no avalado.

Una de las implicaciones de participar en una carrera no avalada, es que no cuenta para clasificar a competencias mundiales que pidan previamente haber finalizado un trayecto superior a los 100 kilómetros, como lo hace el Spartathlon. "Los que quieran clasificarse en México lo pueden hacer en el selectivo Silvia Andoni", comentó Zaragoza a todos los interesados en participar en ese tipo de eventos.

Habló sobre el griego Giannis Kouros, quién es su inspiración por la cantidad de récords mundiales que posee. "Si no corres más de 12 horas sin parar, no te puedes considerar ultramaratonista", retomó Marco. Habló sobre Ricardo Mejía, otro personaje que él admira, pues ha finalizado el Marathon Des Sables, carrera de siete etapas en Marruecos.

El universitario ahondó en los costos de esta disciplina. Por ejemplo, explicó que en el Badwater Ultramarathon hay que pagar 1495 dólares de inscripción, llevar una camioneta, pacers, hidratación y una tina con hielo para que ahí se pueda meter el competidor, pues las temperaturas del lugar rebasan los 50 grados bajo la sombra.

En dicha competencia solo se admiten 100 participantes, para poder cuidar su integridad física. Incluso, hay carreras que solicitan llevar un equipo de supervivencia de máximo 10 kilogramos. Pero no todos lo competidores tienen los recursos para llevar ese tipo de apoyo, cabe destacar, que en los eventos de ultradistancia no hay bolsas de premiación propiamente.

Luego, habló de su experiencia como atleta, para ello, proyectó un vídeo sobre su participación en el Spartathlon y narró parte de las vicisitudes que ahí vivió, como el haber llegado a la meta con los pies completamente ampollados, después de haber recorrido 246 kilómetros. Declaró: "Los esencial es tener el objetivo", con respecto a los cuestionamientos sobre cómo lograr una hazaña de ese nivel.

Zaragoza Campillo habló su gira más reciente por Sudamérica, que lo llevó a tierras uruguayas, para correr las "48 horas Internacionales Uruguay Natural", en donde rompió el récord mexicano de ultramaratón 48 horas y a Argentina, para participar en el "Ultramaratón Internacional de Termas de Río Hondo, Santiago del Estero", en donde completó 159 kilómetros ininterrumpidos.

Mostró imágenes del equipo de apoyo que llevaban otros competidores, como lo eran toldos, en donde podían recibir masaje y atenciones de todo tipo, mientras que él iba sin nada. "Si yo hubiera tenido un equipo de apoyo, todo hubiera sido más fácil", comentó. Pero eso no lo ha visto como un impedimento para mejorar, ya que desde su punto de vista limitarse le llevaría a no hacer nada.

Compartió con la audiencia, que saberse seleccionado nacional fue para él una satisfacción grande, equiparable con tener un hijo, porque te motiva a ser mejor persona. A él tener carreras en la mira le mueve: "Surge una energía, motivación de la nada y estas en Grecia de repente", concluyó.



Creer en los valores mexicanos

María del Rocío Romero Rangel, presidenta del Club de Exploraciones de México A.C., en entrevista para AUNAM, explicó que la idea invitar a Marco Zaragoza a impartir la conferencia se dio después de que se conocieron en la Carrera de montaña Trail CEMAC, que este año se va a correr el 23 de septiembre.

Romero cree en los valores de los chicos mexicanos, por lo tanto considera necesario apoyarlos y aportar un "granito de arena". Cabe señalar que el club se fundó el 26 de marzo de 1922 y es el decano en excursionismo. Tiene un promedio de diez expediciones, cada fin de semana que van desde alta montaña, escalada, cañonismo, entre otras.

Su objetivo es que la gente camine, disfrute, conozca y se adentre más en el mundo del montañismo. Actualmente, su matriz está en la Ciudad de México y tienen diez secciones en el interior de la República, en Toluca, Puebla, Huatulco, Oaxaca, Querétaro, Veracruz y Tehuacán, además de nueve representaciones que suman un total de 1 200 socios activos.

Durante el evento, Romero Rangel exhortó a la unión para poder apoyar a personas que como Marco Antonio Zaragoza Campillo poseen cualidades que les permiten destacar, porque son la punta del iceberg para quienes vienen atrás. "Él al rato va a tener la obligación de decirle a los de atrás cómo hay que hacer lo que él está haciendo", comentó.

La presidenta del Club de Exploraciones de México dejó abierta la invitación a unirse y ayudar desde diferentes trincheras.




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"SOY UN INDÍGENA EN TU CIUDAD... LUCHANDO POR SER ALGUIEN": JUAN SANT

Por Luis Eduardo Morales Roldán
Ciudad de México (Aunam). “Cuando me invitaron a participar en el Primer Circuito de Slam de Poesía Nacional, yo acepté, aunque no sabía qué era. Sin embargo, yo dije: ‘voy y hago lo que sé hacer’. No me imaginé llegar a la final y quedar en segundo lugar”.

Juan Sant es un rapero totonaca, quien cuenta con una gran fuerza verbal en el escenario. Es capaz de conmover y persuadir al público con sus rimas, sus movimientos corporales, la transparencia de sus letras y su entonación.

Fotografía: Milton Martínez / Secretaría de Cultura CDMX.

“Al comenzar la primera ronda del Slam de Poesía Nacional no tuve esperanzas de ganar, pensé que tal vez podía quedarme en la primera ronda, pero decidí que tenía que dar lo mejor de mí desde el principio y soltar las mejores letras que tengo. Esto me sirvió para conseguir pasar a la segunda ronda, en donde los concursantes eran cada vez más impresionantes”.

Ya en la segunda etapa, decidió utilizar la misma estrategia: ofrecer su mejor versión en el escenario. Compitió contra grandes artistas y poetas muy impresionantes, “esto no me intimidó en lo absoluto; Yo salí, me presenté ante la audiencia, tomé el micrófono y comencé a hacer lo que mejor se me da”. Gracias a esto, pasó a la tercera y última ronda del slam de poesía.

Sin embargo, consideraba que al llegar a la última etapa ya no tendría ningún haz bajo la manga o alguna estrategia que pudiera utilizar para sorprender al público y ganar. No obstante, ya estaba satisfecho y feliz porque había llegado a donde jamás pensó: la final de un slam de poesía, en donde él era solo un principiante.

El mejor premio

Muchas veces, el segundo lugar no es tomado en cuenta, ya que siempre se acuerdan del ganador. En este caso no fue así, Juan Sant no ganó el primer lugar, aunque el premio fue aún mejor.

Durante la ronda final del Primer Circuito del Slam de Poesía Nacional estuvo presente la poeta brasileña Roberta Estrella D' Alva, quien es una de las poetas más famosas en Brasil. Roberta vino a escuchar el talento mexicano y se encontró con Juan Sant, un rapero no muy alto, joven, de aproximadamente 30 años de edad, delgado y piel de bronce.

Sant con su fuerza, seguridad y carisma arriba del escenario ganó la admiración de Roberta Estrella D' Alva, quien supo reconocer el talento del joven totonaca de ojos pequeños, negros y profundos, los cuales parecen estar siempre llenos de alegría.

Al terminar el slam, la poeta brasileña se puso en contacto con Juan Sant, le hizo una cordial invitación para participar en A Festa Literária Das Periferias (FLUP), que es un evento de poesía internacional, el cual se lleva a cabo todos los años en la ciudad de Río de Janeiro, en Brasil, una de las actividades más importantes de poesía en América Latina. El joven rapero totonaca fue a representar a México, ese fue el mejor premio.

El Terrero


Juan Sant es originario de una pequeña comunidad totonaca en el estado de Puebla, que lleva por nombre "El Terrero", este es el lugar donde Juan Santiago Téllez vivió los primeros y complicados años de su vida.

En el Terrero, los hombres y las mujeres trabajan en el campo, sembrando maíz y frijol; Las mujeres, además, se dedican a preparar la comida así como hacer labores domésticas. Sin embargo, en la familia de Juan Sant, el papá participaba también en la elaboración de alimentos, preparando en diversas ocasiones la comida o la cena de la familia. Por otra parte, en el Terrero los niños van a la escuela descalzos y sin uniforme.

La escuela de la comunidad era bilingüe, ya que se enseñaban dos idiomas; el totonaco a escribirlo y el español a hablarlo. Por ese motivo, la escuela se enfocaba más en el español, era importante aprender ese idioma para emigrar a las ciudades.

Así creció Juan, en medio de dos idiomas, de carencias, limitaciones y de necesidades. Eso es "El Terrero".

¿Qué recuerdas de tu infancia en El Terrero?

“Terminé la secundaria allá, mis papás se fueron del pueblo cuando yo tenía siete años, y me dejaron sólo. Yo tuve que llevarme a la escuela por mi propia voluntad. Según ellos, me dejaron para que yo siguiera estudiando. Traté de hacerlo tal cual ellos me dijeron, terminé la secundaria y no había más dinero para que yo continuara con mis estudios”.

Acepta que en ese momento sentía mucho rencor hacia sus padres, “el hecho de que me abandonaran y me dejaran sólo me dolió mucho. Pero me sirvió que mi mamá me hubiera enseñado desde que yo era niño a trabajar en la cocina; Eso me ayudó para alimentarme cuando ella no estaba, ya ahora lo veo desde otra perspectiva, al recordar esa etapa puedo decir: ¡que chido!, me hicieron ser un hombre y valerme por mí mismo desde niño”.

En el Terrero es común que cuando alguien cumple 15 años, ya puede valerse por sí mismo, y entonces emigra a la ciudad para apoyar a sus padres económicamente, “y qué te digo, éramos y aún somos muy pobres”.

Cuando Juan acabó de contestar la pregunta, se notó en sus pequeños ojos negros y brillantes un sentimiento de superación, su mirada había regresado por un instante a Terrero, en donde jugaba debajo del ciruelo y el zapote; el joven totonaco había regresado al cerro donde volaba papalotes y al río donde de pequeño pescaba. Pero también había vuelto, a través de sus ojos, a aquella comunidad repleta de carencias, en donde tuvo que salir adelante sólo desde pequeño.

Fue en la adolescencia cuando Sant tuvo que emigrar a la Ciudad de México para continuar con sus estudios y adquirir mayor estatus social, sin embargo al salir de El Terrero, una de sus mayores complicaciones fue la falta de recursos económicos y la posesión de un español muy limitado. Este par de circunstancias causó que fuera víctima constante de discriminación.

La tercera ruptura

Fotografía: Tania Victoria / Secretaría de Cultura CDMX.

“Existe algo que yo llamo 'ruptura’; Cuando sales del vientre de tu madre es la primera; para mí, la segunda, fue el hecho de que me hallan dejado sólo en el pueblo, y la tercera fue dejar el pueblo y venir hasta acá, cuando llegué sentí el dolor de encontrar mucha discriminación, prácticamente yo llegué hablando a medias el totonaco y el español”.

Juan se quitó la enorme chamarra azul que llevaba puesta durante aquella fría noche, al parecer el café y la calefacción del restaurante habían conseguido quitar la sensación de frío en el cuerpo del hombre proveniente del Terrero, ya más cómodo, continuó con su relato:

“Me costó muchísimo trabajo adaptarme a la ciudad y al acento de las personas que viven aquí, porque si tú escuchas a un indígena, te vas a dar cuenta de que tienen un acento 'musical' al momento de hablar, eso es lo que hace que te cataloguen como un indígena”.

“Por ejemplo, tú estás escuchándome hablar y ya no tengo ese tono, pero antes yo lo tenía y me dolía que me discriminaran de esa manera, me dolía mucho que me dijeran indio. Incluso yo trabajé en una tortillería y el encargado me ofendía constantemente”. No recuerda las palabras exactas que le decía, pero si le dolía que se refiriera a él como indígena.

El descendiente de los totonacas continuó tras hacer una pequeña pausa y, de una manera un poco más seria mencionó que tuvo que cambiar muchas cosas de su persona, para evitar que la gente de ciudad le siguiera haciendo menos; Cambió su acento y su vestimenta, ignorando sus costumbres y tradiciones para tratar de encajar en una sociedad clasista, ignorante y discriminatoria.

El dolor, la fuerza y el coraje que se necesitan para salir adelante de la segunda y la tercera ruptura difícilmente pueden ser entendidos por cualquier persona, sólo tal vez, por aquellos que han pasado por algo similar.

Los cholos de Tlalnepantla

“Yo llegué a un barrio por Tlalnepantla y había muchos cholos, te estoy hablando del año 2000. Me empecé a juntar con ellos, ahí encontré una especie de ‘refugio’. No había discriminación, ellos se referían a mí como persona, no como indígena. Yo recuerdo que la gente los veía con miedo, yo no quería que las personas me miraran feo o con asco, quería que me vieran aunque sea con miedo y empecé a vestirme y a hablar como ellos, incluso a adopté muchas de sus costumbres”.

Con los cholos, agarró gusto por la música que ellos escuchaban: el Hip Hop. Este género musical le permitió ser tal es, y la música fue de igual manera, un refugio. Empezó a escuchar canciones de rap en inglés y no les entendía, pero sentía que estaban expresando sentimientos, emociones y verdades.

Poco a poco fue investigando sobre este género y sus letras “hasta que empecé a escribir mis propias canciones, me grabé en un casete y no me gustó mi voz, por ese motivo, dejé la música un tiempo. Posteriormente volví a empezar a escribir bastante, y por el año 2005 ya tenía una canción hecha”.

Retirada temporal.

Juan Sant dejó un tiempo la música por la falta de recursos, “yo sentía que estaba haciendo las cosas bien, pero no estaba dando el siguiente paso, incluso grabé un disco en el 2014, el cual se llamó El ego de un Indio, el cual por cierto está en YouTube, sin embargo, yo noté que el disco no se movió para nada, nadie me preguntó, ni indagó. Pensé que era momento de dejar la música, ya que no iba a llegar a hacer algo más”.

Estaba muy triste y frustrado. Entonces decidió grabar una canción que habla sobre la discriminación, en español y en totonaco. Subió un vídeo a YouTube y ahí lo dejó, como para despedirse… “según ahí cerraba mi carrera, pero dos meses después un grupo cultural me contactó, ellos me comentaron que querían que yo tocara en el zócalo, esto me sorprendió mucho, jamás me imaginé que eso pasaría, tuve que empezar a escribir nuevamente para tener un repertorio de una hora. Dejé la música un par de meses, mi última canción me salvó, resultó ser básicamente la primera y empecé de nuevo”.

¿Poeta?

Por sus participaciones, se puede pensar que Juan Sant ha desarrollado una especie de metamorfosis, pues ha "descuidado" un poco el rap, y ha participado más en slams de poesía. Pareciera que desde que Juan Sant retomó la música, y comenzó a escribir, su carrera ha tomado un camino distinto al que originalmente él se planteó.

¿Qué se necesita para ser rapero?

“Realmente no lo sé, esencialmente sólo tienes que hablar de lo que has vivido, hacer rimas, tener entonación pero, sobre todo tienes que ser real”.

¿Y qué necesitas para ser poeta?

“No sé, sinceramente no sabría decirte... yo empecé a escribir y jamás me imaginé que me pudieran catalogar como un poeta, pero me han dicho que algunas de mis letras tienen características que las hacen ser consideradas como ‘poemas’, eso es gracias a las influencias que he tenido y a todo lo que he vivido, pero en sí, yo no me siento poeta, me siento rapero”.

Oportunidades y logros

En su carrera ha recibido solamente espacios en donde puede hacer lo que le gusta, en ambientes diferentes, como son el rap y los slams de poesía. “He tenido la oportunidad de estar en el zócalo, en conciertos y eventos culturales. Hay muy poco apoyo y difusión. Sin embargo, lo que hemos logrado, mi equipo y yo, es un buen material, el trabajo habla por sí mismo, creo que nos gusta hacer las cosas a nuestro modo, hemos sabido aprovechar las pocas oportunidades que nos han llegado para seguir creciendo”.

Dentro de las oportunidades, considera que su mayor logro es haber ido a a Brasil.

¿Por qué?

“Porque vengo de un pueblo... porque... “.

En ese instante, Juan Sant comenzó a tartamudear, no de nerviosismo, sino de nostalgia, su voz se cortó tajantemente mientras sus ojos pequeños, negros y brillosos se notaron llorosos, el joven totonaco, comenzó a recordar todos los obstáculos por los que pasó en el camino, un camino lleno de pobreza y discriminación. El recuerdo podía notarse en sus ojos. Juan se quitó la gorra estilo hip hop de color negra que tenía en la cabeza para despejar la tensión acumulada, jugueteó con ella y se la volvió a acomodar.

Después de unos segundos, Sant retomó la fuerza necesaria para terminar la oración:

“Porque crecí descalzo... y aunque no estuvieron mamá ni papá para mí, llegué hasta aquí, yo sólo”.

El mensaje soy yo

Juan Sant fue a concursar a Brasil. Regresó a la Ciudad de México lleno de experiencias, amigos y una serie de recuerdos que jamás olvidará.

“A los indígenas del país yo les digo que tenemos que levantar la voz porque siempre nos hemos sentido minimizados, a veces pensamos que somos menos que el rico o el niño de ciudad. Muchas veces ellos también nos hacen sentir como si fuéramos menos que ellos, nos agachamos y callamos; creo que lo que yo trato de hacer es eso, darles voz, y aparte animarlos a que luchen para que sean los mejores, no precisamente en el rap o en la poesía, sino a que sean los mejores en lo que ellos quieran hacer. Si alguien quiere ser presidente, pues sea el mejor presidente; aunque sea indígena”.

Sin embargo, piensa que no hay mucho mensaje en sus letras: “muchas veces creo que el mensaje soy yo. Me gustaría que si ellos me ven, se preguntaran lo siguiente: si él ya pudo estar en Brasil, ¿Por qué yo no?”.

Si pudieras describirte, ¿Cómo lo harías?

- Soy un indígena en tu ciudad, luchando por ser alguien.



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EDUCAR A NIÑOS DEL FUTURO EN UN PAÍS DEL SIGLO PASADO

Por Daniela Palomares Castillo
Ciudad de México (Aunam). En julio de 2016, el entonces secretario de educación Aurelio Nuño presentó el nuevo sistema educativo que tendría como fin “aprender a aprender” y comenzaría a aplicarse en el ciclo escolar 2018-2019. Hoy, dos años después, ni maestros ni expertos en la materia parecen estar de acuerdo al cambio, pues auguran que este nuevo modelo no es aplicable para países como el nuestro.


Hasta hace poco, la educación en México estaba regida por un modelo impuesto 58 años atrás, el cual fue instaurado por el funcionario público Jaime Torres Bodet durante el gobierno de López Mateos. A pesar de que de ese tiempo a la fecha se han hecho modificaciones, la esencia del modelo seguía siendo la misma.

Era claro que se necesitaba un cambio en la manera en que se les enseña a los niños y jóvenes, por eso se planteó una reforma que busca transformar la educación del país.

“La reforma plantea una transformación profunda del sistema educativo para poder alcanzar la calidad en la educación…”, decía Nuño cuando anunciaba el nuevo sistema educativo. En su perspectiva, la forma de enseñar tenía que cambiar, pues el mundo globalizado en el que se vive actualmente exige que la educación sea diferente.

El reto es: Elevar el nivel de la educación en México y lograr que el alumno termine su vida escolar siendo bilingüe, con dominio de matemáticas y español, teniendo consciencia del cuidado de su cuerpo, que desarrollen habilidades socioemocionales y sean ciudadanos ejemplares. Todo esto se ve representado en cinco pilares que integran el nuevo sistema educativo.

Conformación básica del Nuevo sistema

El modelo se elaboró a partir de cinco ejes fundamentales, el primero es la escuela: se prioriza a la institución como un espacio para la educación, se les otorga mayor autonomía a los planteles para que los Consejos Escolares de estos decidan cómo gestionarlos.

El segundo son los planes de estudio: Nuevos programas donde se le da mayor relevancia a la enseñanza del inglés, el español y las matemáticas. Se propone también una formación cívica y social.

El tercero son los maestros: Que el personal se someta a evaluaciones continuas y se le facilite la capacitación basada en las necesidades de cada uno. El cuarto eje es fomentar la inclusión y equidad: Dar prioridad a todas aquellas escuelas que se encuentran en desventaja de las demás, como las indígenas, los multigrados y de escasos recursos.

Y por último Gobernanza del sistema educativo: se refiere a la unión de maestros, padres de familia, poder legislativo sociedad y sindicato para satisfacer las necesidades de los alumnos y hacer realidad el cambio propuesto.

Además de los cinco ejes, el nuevo modelo tiene como objetivo cambiar la forma en la que se enseña y que los niños puedan “aprender a aprender”, que es la frase que se utiliza en los spots publicitarios y el cambio central en la forma de educar.

La famosa frase se refiere a ya no repetir, en lugar de eso, a comprender. Según esto, el alumno dejará de memorizar las cosas, más bien, las entenderá y reflexionará sobre ellas a manera que se le enseñe a pensar, es decir, a generar un aprendizaje por ellos mismos.

Suena muy bien, sin embargo, cambiar toda la estructura del sistema educativo no es cosa fácil. La licenciada Lizbeth Fabiola Palomares está a cargo del grupo de segundo año de primaria en la escuela privada Instituto Merlos; comenta que la propuesta de “aprender a aprender” es buena, pero no considera que ésta sirva para un país como México.

“Dejar de memorizar el contenido y comenzar a comprender es una buena idea, está bien estructurada y funciona bien en otros países, pero el modelo mexicano no concuerda con eso”

La propuesta viene de un modelo constructivista, es decir, uno donde el alumno genera su propio conocimiento. La profesora explica que la propuesta funcionaría bien en países primermundistas, pero en una nación de tercer mundo como México no avanzaría hasta que toda la estructura de la educación cambie y eso es algo que no va a ocurrir hasta dentro de algunos años. “En otros países sí funciona pero aquí no”.

Todos estos puntos y la estructura del nuevo modelo se pueden checar en la página de internet del gobierno, sin embargo, en ese sitio no se explica del todo cuál es su funcionamiento, sus objetivos y los retos. Ahí mismo se puede encontrar la Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria 2016, con un documento de 371 páginas que no todos los mexicanos están dispuestos a leer, el asunto sigue siendo un misterio.

Incertidumbre y falta de información

Ni siquiera los mismos docentes saben a ciencia cierta qué pasará en el ciclo escolar siguiente. Entonces ¿Cómo empezar a aplicar un nuevo sistema del cual se sabe poco, cuando faltan menos de tres meses para que este entre en vigor? Esa es una pregunta que muchos profesores se hacen, como el caso de Rosalba Palomares Chacón.

Palomares Chacón es directora de la Escuela Primaria Suecia, ubicada en la delegación Iztapalapa. Expresa no sentirse contenta con el cambio, pues ella aún no está convencida de que el Nuevo sistema funcione. Dice que para empezar, no hay mucho que opinar pues aún no conocen a fondo lo que este modelo propone, por lo tanto, considera que le falta estructuración.

A pesar de la poca información que tiene, desde el punto de vista de la directora, el modelo no tiene ningún acierto, por lo menos hasta ahora. Explica que la falla principal es que están disminuyendo la carga académica, pues si antes se trabajaban diez contenidos ahora serán ocho. Esto con el objetivo de que esos ocho aprendizajes sean bien entendidos. Aunque al principio pudiera parecer bueno, la medida también afecta a materias que no debería, por ejemplo Educación física, que ahora en lugar de impartirse tres horas por semana será solo una.

La directora de la primaria Suecia tampoco considera que el modelo sea aplicable para un país como México “¿De dónde se lo sacaron? aún no lo sé, supuestamente es finlandés pero olvidan que no somos Europa”.

¿Clubes, proyectos o talleres?


En la misma línea del eje de escuela, se propone la creación de proyectos que se elaboren de lunes a viernes. El horario de dichas actividades sería de dos horas, en una escuela de jornada ampliada (que dura seis horas y media) y de tres horas si se aplica en escuela de tiempo completo (que duran ocho horas).

Se supone que estos proyectos van encaminados a trabajar en las carencias de los alumnos para fortalecerlas, sin embargo, parecen no tener ninguna estructura pues primero se llamaban proyectos, luego talleres y en la actualidad se les dice “clubes”. Todo esto se debe en gran medida a que, a pesar de que están a menos de tres meses de comenzar a implementar el modelo, aún no terminan de salir completas estas actividades.

En este sentido, se planea que haya clubes de robótica, club de matemáticas, club de tertulias literarias, de convivencia, entre otros; para su formación se aplicó un cuestionario a todos los alumnos de la primaria, en el marcaban las opciones que más les llamaran la atención en una serie de actividades, como por ejemplo leer o hacer deporte.

A partir de los resultados de los cuestionarios, se propondrían los talleres, basándose en los gustos e intereses de los niños. El problema es que muchos de ellos marcaron todas las opciones, por lo que decidir a dónde mandar a estos alumnos se convierte en el primer problema de los clubes.

La segunda problemática es el hecho de tener que mezclar a alumnos de todos los grados. “No es lo mismo tener a un alumno de tercero a uno de quinto, los niños se van a volver locos y los maestros también. En escuelas que tengan problemas de convivencia, va a ser un caos”, exclama Palomares Chacón.

El tercer problema es el número de talleres que se formarían y el tiempo de duración de cada uno. Por el momento, al menos en la primaria Suecia, se prevén 15 cursos divididos entre primaria baja (primero, segundo y tercer año) y primaria alta (cuarto, quinto y sexto año). En cuanto a la duración, se estima que sean de un semestre, o sea seis meses, lo que significa 240 horas en esas actividades.

La directora explica que en la escuela de verano, ya hay algunos muy parecidos a los que se proponen, eran de 20 horas, por lo que en dos semanas llegaban a su fin. La gran pregunta es cómo llenar 240 horas que se podían llevar en 20 horas.

El cuarto problema es saber a qué maestro colocar en cada club, pues va a ser imposible poner a un profesor que no es activo a dar clases de desarrollo automotriz. Además, también se ponen en riesgo los estudios mismos del docente, pues impartirán clases que no son de su área y entonces de qué sirve prepararse en alguna rama en específico.

El quinto problema es la deficiencia de dichos talleres. Por ejemplo, el de grupos interactivos, donde por el simple hecho de que hay un padre presente con los niños, ya se le nombra interactivo. O el club formando campeones, que consiste en actividades de activación física como jugar deportes y demás; parece una buena idea pero tener dos horas diarias de deportes podría desgastar demasiado a los niños, explica la directora Palomares Chacón.

Todo esto sumado a la falta de infraestructura y de preparación de los maestros para emprender proyectos de este tipo. Los centros escolares no tienen capacidad, hay muchas escuelas que se vuelven de tiempo completo pero no tienen comedores y mucho menos servicio para tener uno. Les mandan comida en viandas (bandejas) y los niños comen en cualquier lugar, por lo que las condiciones higiénicas son inexistentes.

Para ella, lo mejor sería eliminar tantos proyectos, pues en realidad no les ve ningún sentido ya que en lugar de dar seguimiento a programas ya establecidos, estos se dejan a medias para cambiarse por otros, por lo que al final ningún programa se realiza por completo. Lo ideal, en su opinión, sería enfocarse en los problemas de lectura que presentan todos los niños, enfocarse en cosas que en verdad son fundamentales antes de pensar en otra cosa.

Carga excesiva

Siguiendo con los ejes fundamentales, el modelo se plantea que en la escuela se enseñe sobre comportamiento, cultura cívica y habilidades socioemocionales. Es decir, lo que antes era trabajo en el hogar ahora es lo es en la escuela. Palomares Chacón exclama que hoy las escuelas son responsables de la obesidad y de la convivencia “¿y lo académico?” comenta. En este nuevo planteamiento se le da prioridad a otras cosas, por lo que es posible que los niños salgan sin estar preparados para el siguiente nivel, sin tener los conocimientos necesarios.

La directora considera que todo esto está mal y expresa que en la actualidad el maestro está muy sancionado en cosas que no debería, por ejemplo se le culpa del mal comportamiento de los niños, cuando eso es algo que debería corregirse en el hogar con los padres de familia. Ahora en lugar de que sean los papás quienes enseñen buenas conductas y modales a los hijos, esa carga se le deja al profesor. Y ese es otro de los puntos de la reforma.

Aunado a todo lo anterior, se suma el problema de los docentes, pues no están capacitados todavía. A los maestros se les ve apáticos, preocupados, enojados, aunque la mayoría tienen la actitud de prepararse y muchos de ellos toman cursos en línea.

Aprendizajes clave

Con la implementación del nuevo sistema educativo es necesario que los maestros se preparen y estén listos para trabajar con el rumbo al siguiente ciclo escolar. Es por eso, que se creó el curso en línea Aprendizajes clave (disponible en la página de la Secretaría de Educación Pública [SEP]) en donde se les enseña a los maestros cómo deberán trabajar con los alumnos, cuáles son los nuevos lineamientos del plan de estudios y toda la parte teórica de este.

A pesar de que a algunos profesores les parece que es un buen recurso para aprender la parte teórica del Nuevo modelo, algunos otros docentes no están muy convencidos. Ejemplo de ella es la maestra Lizbeth Fabiola Palomares, quien cuenta que el curso es muy tedioso, pues la forma en la que está estructurado no es la correcta “algo que podrías aprender en tres horas de buena lectura, te lo dan en semanas”.

Explica que Aprendizajes Clave es demasiado tardado y quita tiempo que no se remunera económicamente y además, implica llevarse trabajo a la casa. Explica que registrarse para cursar el programa es muy tardado, por la cantidad de datos que se tienen que ingresar.

El curso consta de seis niveles, uno por cada grado de primaria, que representa 40 horas de trabajo extra e individual. Es decir, para completarlos todos, se invertirán un total de 240 horas; si se realiza una hora por día (incluyendo sábados y domingos) tomará ocho meses terminar los seis cursos.

Palomares Castillo dice que el problema es que tiene muchas actividades y en su mayoría son largas. Por ejemplo, cuando viene una lectura, deben hacer un cuadro o mapa conceptual sobre eso. Si es el caso de un video lo tienen que ver y hacer la actividad que venga ahí marcada.

La profesora entiende que cada aprendizaje es diferente y puede que a algunas personas sí les funcione esa forma, pero en general cree que no es nada didáctica y sólo se hace más pesado. Es por este tipo de cosas que algunos profesores prefieren pagarle a alguien más para que elabore el curso, pues al ser en línea es posible.

La opinión de los docentes

En un sondeo realizado a una muestra de diez personas: maestras del Instituto Merlos, los resultados arrojados, en general, fueron de descontento hacia el Nuevo Sistema Educativo. Seis de diez profesoras piensan que el nuevo sistema no es aplicable para países como México y no están muy convencidas de su implementación. Las otras cuatro, creen que el modelo es una buena propuesta, sin embargo, consideran que tienen que pasar unos cuantos años para que el modelo funcione como debe ser.

En su mayoría, las entrevistadas piensan que instaurar el nuevo modelo es un camino muy largo por recorrer, aunque se establezca en determinado año, va a tomar tiempo para que se aplique de manera correcta en todo el país y se comience a trabajar con el de la manera adecuada.

Respecto al curso en línea Aprendizajes Esperados, donde se les trata de enseñar a los profesores los pilares y la perspectiva del nuevo modelo, ocho de diez maestras piensan que el curso en línea en realidad, no sirve y representa, más bien, una pérdida de tiempo.

Hace unas semanas, se dio a conocer que Aprendizajes Esperados, obligatorio para todos los maestros, no tiene certificación oficial. Es decir, la constancia que se entrega al final es más bien algo simbólico. Ante esto, todas las maestras de la muestra se expresan inconformes, pues el curso conlleva inversión de tiempo sin paga, y si este no tiene ningún tipo de remuneración, no consideran justo que se les pida obligatoriamente.

En cuanto a los aspectos rescatables del nuevo modelo, los docentes explican que en sí la idea es buena, puesto que enseñarles a los alumnos a pensar por ellos mismos es una mejor manera de educar. También expresaron un curso para aprender sobre la nueva propuesta no es mala opción, sin embargo, no les parece adecuado la forma del curso, ni que este no tenga valor oficial.

Problema de desigualdad e información

A pesar de la incertidumbre y todos los problemas que rodean a la reforma, los profesores han tenido que empezar a trabajar ya con ella. Palomares Chacón ha implementado círculos de estudio con los maestros y en cada junta de Consejo Técnico se ve el Nuevo modelo por capítulos. Ella confiesa que ha sido difícil, pues los nuevos libros de texto aún no llegan, por lo tanto todavía se desconoce cuáles son los contenidos básicos ni en qué varía este plan del anterior. Se espera que los libros lleguen en junio, pero no hay nada confirmado.

La directora de la Escuela Primaria Suecia dice que el sistema es incierto, es descabello y no hay información asertiva. Le hace falta que le den una explicación donde se aclare porqué se cambió el modelo, cuál es la propuesta metodológica y hacia dónde van y qué es lo que quieren con los proyectos de autonomía escolar. Comenta que no se siente segura y por lo tanto no puede transmitir seguridad a sus docentes “yo le digo a mi coordinadora, convénceme de que esto funciona para que yo pueda convencer a mis maestros”.

Se supone que los resultados del cambio comenzarán a verse dentro de diez años, cuando la primera generación, que empieza con los alumnos de primer año de primaria, refleje los aciertos y errores. Esperar una década puede ser mucho, pero es la única opción que queda, pues la reforma ya se aprobó y está próxima a arrancar en el ciclo 2018-2019 que comienza en dos meses.

Con todas las fallas que se han revisado, el panorama parece devastador, pero se debe rescatar que el modelo en sí tiene una propuesta buena que responde a las exigencias del mundo actual donde se debe educar a los niños cívicamente, con inglés obligatorio y poniendo énfasis en sus deficiencias; sin embargo, no logra desarrollarse bien y se queda en una propuesta.

En opinión de la directora Palomares Chacón, a la reforma le hace falta ver a la educación como un todo, un conglomerado de cosas y lugares que tienen que avanzar de manera conjunta. La infraestructura de las escuelas, los maestros, los libros de texto, los padres de familia y los niños, todos esos elementos han crecido de manera desigual a lo largo de todo el país, y eso es algo que el modelo no considera. A pesar de que todos estos puntos están contemplados en los cinco ejes centrales, falta desarrollarlos más pensando en las dificultades y condiciones que existen.

No todas las escuelas cuentan con los materiales y la infraestructura necesaria, los maestros no están siendo capacitados de la mejor manera, se disminuyen las responsabilidades de los padres de familia y lo más importante es que todavía no hay claridad respecto a dónde se quiere llegar. Lo más preocupante es que la incertidumbre rodea a los docentes, quienes son los que llevarán este proyecto.

Avanzar es la meta, eso es un hecho; pero es algo que no se podrá hacer hasta que se deje atrás la desigualdad, porque justo de ahí viene el mayor de los problemas: el querer educar niños del siglo XXI cuando en algunas partes de México aún se vive en el siglo XX.




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