15 de diciembre de 2017

INAUGURAN LA SALA "IMAGINARIO MATEMÁTICO" EN UNIVERSUM

  • “Imaginario Matemático”, nuevo nombre de la sala de matemáticas del Museo de las Ciencias de la UNAM
  • Presentan boleto del metro que conmemora el vigésimo quinto aniversario de Universum
Por Mónica Santos Vargas
Ciudad de México, (Aunam). Como parte de la celebración de los 25 años de Universum, Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se remodeló la exposición permanente “Matemáticas” para ser renombrada “Imaginario Matemático” que también posee arte contemporáneo, áreas temáticas y plataformas interactivas.


En la inauguración estuvieron presentes Gabriela Guzzy, directora de Universum; César Domínguez, director de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC); José Sarukhán, coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad; William Lee, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM y el artista francés Jean-Michel Othoniel.

Guzzy resaltó que Universum “es un museo que se prepara constantemente para estar como un museo de ciencias de cara al siglo XXI”, al aludir que el recinto cumplió sus primeros 25 años de divulgar la ciencia en México.

Por su parte, Jean-Michel Othoniel subrayó que hay una interpretación matemática de las esculturas de “Imaginario Matemático”, y posteriormente el anexo de una de ellas a la sala “Imaginario matemático” ya que ésta se relacionó con los trabajos de visualización de Aubin Arroyo, investigador del Instituto de Matemáticas de la UNAM.

William Lee mencionó que los matemáticos siguen de fiesta porque el Instituto de Matemáticas de la máxima casa de estudios cumplió 75 años. “Las matemáticas son la ciencia que se parece más al arte […] por el poder de belleza abstracta que poseen”, expresó.

La renovación de la sala fue una iniciativa impulsada por el Instituto de Matemáticas, la Coordinación de la Investigación Científica y la Dirección General de Divulgación de la ciencia de la UNAM. En el proyecto también participaron el Instituto de Ingeniería, así como las facultades de Química, Ciencias e Ingeniería a través de recursos del Fondo Institucional de Fomento Regional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación (FORDECYT).

Otro de los apoyos brindados a Universum para esta exposición provino de la Embajada de Francia, que vinculó conceptos matemáticas con obras de arte contemporáneo.


Acto de  apertura de "Imaginario Matemático" 
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DEVELAN PLACA POR 4 AÑOS DE "IMPERIO" EN EL CASTILLO DE CHAPULTEPEC

Por Mónica Santos Vargas
Ciudad de México, (Aunam). El monólogo Imperio, basado en la novela de Héctor Zagal y que trata sobre la vida de Maximiliano de Habsburgo, desveló su placa por 4 años de presentaciones ininterrumpidas en el Castillo de Chapultepec, lugar que fuera residencia del emperador y su esposa Carlota hace 150 años.


Los invitados para la develación de la placa fueron Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH); Carlos Felipe de Habsburgo, sobrino de Maximiliano de Habsburgo; y Manuel Teil, miembro de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood.

Rodrigo González, adaptador del monólogo, agradeció las facilidades que el INAH les dio para usar una parte del castillo “para poder realizar una escena en un lugar donde sucedieron los hechos”.

Sobre la adaptación de la novela de Héctor Zagal al teatro, González comentó que realizó este trabajo tomando en cuenta el cómo estarían pensando los mexicanos y Maximiliano en esa época.

Por su parte, el director del INAH destacó la reflexión histórica, política y social que se realiza durante el monólogo. Prieto también felicitó a todo el equipo que hace posible la presentación de la puesta en escena en el Castillo de Chapultepec.

Carlos Felipe de Habsburgo mencionó que “la obra refleja muy bien al personaje […] porque Maximiliano viene a México por amor a Carlota y muere aquí por amor a México”.

Manuel Teil, miembro de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood consideró que el guion es muy bueno y agradeció la invitación para ser el padrino de develación de la placa.

Ricardo Kleinbaum, actor que interpreta a Maximiliano en el monólogo, expresó que ”la cultura en México sigue viva” y por ello agradeció que la obra siga presente tras 4 años de presentaciones ininterrumpidas.

Ernesto Godoy, quien también interpreta el rol del último emperador mexicano, comentó que hacer este papel significó “uno de los más grandes retos a nivel actoral. Es la primera vez que hago un monólogo y hacerlo de este personaje, en este marco, en este lugar, es un goce y un privilegio”.

El equipo de producción de esta puesta en escena está compuesto por Alonso Burgos y Rodrigo Suárez, compositores de la música original; Luis Fernando Palatto, asistente de producción; Alma Fierro, asistente de dirección y producción; Alejandro Ramírez, iluminación; y Rebeca Moreno, en la administración.

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INTELIGENCIA ARTIFICIAL, MOTIVO DE ALARMA PARA LAS RELACIONES HUMANAS

Por Alberto Valencia
Ciudad de México, (Aunam). La inteligencia artificial (IA) es aquella capacidad que tiene una máquina para percibir su entorno; esto se logra a partir de razonamientos lógicos que un programador le implanta para que cumpla una tarea de manera eficiente.


José Ángel Jiménez es un programador dedicado a migrar programas antiguos a sistemas más actuales para que una empresa tenga un servicio informático y de procesamiento mejor desarrollado e innovador. En entrevista este técnico, mostró su preocupación con respecto al desarrollo que el humano le ha dado a las máquinas.

“En primer término, entramos ante un problema de identidad al hablar de inteligencia artificial. Implica la cuestión de ‘¿estamos tratando con algo que se puede considerar pensante?’, porque somos nosotros quienes le damos las herramientas a una máquina para tomar decisiones”, explicó el programador al preguntarle sobre los problemas éticos que suscita la inteligencia artificial.

Jiménez agregó que en cuestiones éticas, es peligroso transgredir ciertos límites que atañen el campo de lo humano, como la satisfacción sexual. Con tantos aparatos destinados a dar placer, los lazos emotivos con otras personas pueden dejarse de lado. De acuerdo con Jiménez, a este paso un robot podrá llegar a captar sensaciones humanas y comenzará un proceso retroactivo para el humano.

Al ser cuestionado sobre el alcance que tiene la IA y la posible sustitución del hombre en tareas y trabajos, el especialista en sistemas aseveró.
“En el aspecto racional sí porque una computadora siempre será más ágil para lograr resolver problemas lógicos. Ahora bien, aún no hay pruebas de que una máquina tenga la necesidad de crear algo; para cuando eso sea posible, estaremos perdidos”.


José Ángel Jiménez, ingeniero en sistemas y tecnologías de la información
La opinión que el programador tiene sobre México como exponente y creador de IA resulta positiva y a la vez desalentadora. Algunos mexicanos son creadores de algoritmos (las secuencias lógicas mediantes las cuales un sistema lleva a cabo cualquier proceso), pero las empresas interesadas en estos desarrollos son extranjeras, y son las que terminan por ofrecer a estos creadores oportunidades de trabajo que no encuentran en México.

Sobre las consecuencias negativas que la IA representa para la sociedad, el especialista concluyó.

“Siempre va a ser la dependencia a la tecnología un factor negativo porque el humano dejará de innovar, ya que una máquina le está resolviendo la vida. Ese proceso sigue hasta un punto donde la máquina va a remplazar al hombre porque ya puede crear y comunicar por sí sola”.

Lo anterior conduce a un escenario que ha sido representado constantemente en literatura, películas y series: la creación de pequeñas sociedades por parte de las máquinas. Asimismo, las emociones ya no serán necesarias en un mundo totalmente matemático y lógico, donde los humanos serán dispensables.

Fotografía: Adrian Baer

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14 de diciembre de 2017

LA VIDA DE UN HOMBRE DE FE

Por Jehieli Blanco Loyo
Ciudad de México, (Aunam). Antes de abrir la puerta de una oficina no tan espaciosa, y a unos cuantos metros de distancia, se pueden escuchar las teclas de una máquina de escribir imprimiendo caracteres sobre una hoja de papel. Al entrar se ven varios libreros que contienen aproximadamente 300 libros, fotografías, mapas geográficos y juguetes. En el centro del lugar, y detrás de un escritorio, se encuentra sentado en una silla de piel con su mirada fija en la mecanografía, el señor Efraín Loyo Fernández.


El tiempo es oro. Don Efraín (que así prefiere ser llamado) tiene el tiempo medido para volver a estudiar el sermón del domingo por la mañana. Va directo a su biografía: nació en Orizaba, Veracruz en 1939. Hijo de padres separados, por problemas en casa, a una corta edad de 10 años se muda con otro de sus familiares a un rancho en Orizaba, donde comenzó a trabajar y a descubrir su pasión por varias actividades como la charrería, la construcción y los deportes.

Su adolescencia cambió radicalmente cuando a los 15 años decide irse a vivir a la Ciudad de México. Tuvo oportunidades en cuanto al tema del fútbol al participar como portero de segunda división, al grado de conseguir entrenar con las reservas del América.

Su vida en la ciudad transcurrió principalmente en un barrio cercano al mercado de Jamaica en donde comenzó a aprender cómo defenderse por sí solo; esto lo orilló a incursionar en el mundo del boxeo.

“Cuando me vengo para acá (a la Ciudad de México), me encuentro con puro muchachito que buscaba la brava con otros. Entonces me metí a entrenar y aprender del box; no fui profesional, pero sí gané varias peleas. La competencia que más recuerdo fue por ‘Los Guantes de Oro’, pues semanas antes de la pelea, me lastimé en el trabajo y perdí por default contra un contrincante al que ya había derrotado”.

Pero la tristeza de la derrota no duró mucho pues años después conoció a su esposa, Yolanda Pérez Martínez, con quien lleva casado 58 años. Originaria también de Orizaba, Yolanda empezó a tratar a su esposo hasta que ambos empezaron a residir en la Ciudad de México.

Don Efraín baja la mirada y observa, en su escritorio de cristal, las más de 50 fotografías de sus familiares, de todos los tamaños y de distintas épocas.

“Fue bonito el comenzar a formar una familia porque, aunque no teníamos mucho dinero, tuvimos a nuestros siete muchachos y yo creo que nunca les falto lo necesario. Luego tuvimos la oportunidad de comprar un terrenito en abonos y empezamos a fincar con la esperanza de que algún día nuestros hijos tuvieran algo. Este lugar no es muy grande o lujoso, pero es una casa donde fueron felices cuando vivieron aquí antes de casarse”.

Efraín Loyo puede percibir los cambios entre aquellos años y la situación actual del país, pues considera que en las décadas anteriores existía un México con más seguridad, uno donde rendía más el dinero.

“Yo veo una diferencia muy grande. Hoy te para un policía para sacarte lo que pueda a como dé lugar y antes los pocos robos que se oían se trataban de chiquillos que no tenían centavos para comer y solo te sacaban el dinero, pero ni te dabas cuenta; ahora, hasta con cuchillo y pistola”.

La pailería para las nuevas generaciones


Sobre su vida en la pailería, el oficio al que se dedicó, menciona que tuvo estudios en dibujo técnico, pero Don Efraín, por su cuenta, tomaba la iniciativa de conseguir libros, inclusive de Estados Unidos, que le ayudaran a aprender o realizar mejor el trabajo que ejercía.

“Parte de mi vida la pase en el oficio de la pailería, que es la construcción de grandes torres para electricidad que utilizaba la disuelta Compañía de Luz y Fuerza (LyFC), hoy la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Trabajé en la elaboración de calderas para almacenar el líquido que queman las maquinas en las termoeléctricas. Soldé, armé y realicé trazos durante más de 25 años”.

Efraín relata que, al comenzar a trabajar, su puesto era el de peón, por el que cobraba por jornada y desarrollaba tareas simples, pero en el transcurso de los años, alcanzó el cargo de sobrestante general, quien es el encargado de verificar que se ejecuten los trabajos de acuerdo a las directivas del arquitecto y también controla que los materiales utilizados sean los adecuados.

En sus últimos años en la Compañía de Luz y Fuerza Don Efraín creó, junto con otros compañeros, una escuela para enseñar la pailería a las personas interesadas en este oficio. En particular él se encargaba de impartir la enseñanza de colocación de grandes estructuras en el campo, dejando atrás el escritorio y logrando que los ingenieros salieran a construir grandes estructuras en cerros y montañas.

“Para aprender se tenía y se tiene que estar fuera de la oficina, y más en la práctica del oficio, en el campo”.

Con gran orgullo Don Efraín menciona que le otorgaron cinco años de trabajo para que pudiera jubilarse antes de tiempo.

“Me regalaron cinco años de los 30 que, por ley, se tienen que cumplir para ser jubilado, gracias a que tuve un buen comportamiento y una asistencia completa”.

Forjando su fe


Don Efraín recuerda que, cuatro años antes de jubilarse, su vida cambio gracias a que conoció a Dios, lo cual le ha dejado grandes lecciones.

“Cuando a mí me hablaron de Dios, yo no creía ni me interesaba el tema, mi esposa en cambio comenzaba a leer la Biblia, la que yo llamaba ‘El Libro Negro’. Ella quería persuadirme de hacer lo mismo y eso en parte me molestaba, a tal grado de querer abandonar a mi familia e irme a trabajar fuera del país”.

Una vez que había preparado todo para marcharse, quiso acudir antes a la Iglesia para comprobar todas las mentiras que decían y de esta forma tener las armas para defenderse frente a sus hijos ante cualquier reproche que le hicieran después de su partida.

“Asistí una vez a aquel lugar antes de irme y yo traía un dolor muy fuerte en el cerebro que había sido provocado, con el paso de los años, por los golpes del box. De repente comencé a prestar atención a lo que decían sobre el amor de Dios. Pasó un largo rato y escuché varias canciones que estaban entonando y, cuando me di cuenta, ya estaba llorando”.

Por alguna razón, las ofertas de trabajo que tenía en otros lugares de la República Mexicana no se pudieron concretar. La única alternativa era una propuesta en la ciudad, situación que lo orilló a quedarse.

“Después que me quedé, me entró la curiosidad de ir a la iglesia y conocer más. Comencé a experimentar la sanidad y el poder de Dios, pues recuerdo que un día me invadió un dolor en el cerebro que no me cesaba con nada y varios de los congregantes fueron a orar por mí. ‘Señor si tu existes, sáname o ya llévame’, yo le dije”.

Varios son los testimonios que comparte Don Efraín en los cuales su voz, aunque entrecortada, toma más fuerza y volumen. Cada experiencia, cuenta, lo ha ayudado a formar una fe en Dios cada vez más sólida y a experimentar una vida en la que, a pesar de los problemas que enfrente, aprende a tener gozo, paz y alegría.

Un nuevo inicio como pastor


“Nace en mi un anhelo por servir a Dios y entonces comienzo a estudiar, mientras sigo trabajando, en un instituto bíblico”, platica Don Efraín. Una vez concluido ese estudio levanta, en 1990, junto con otros compañeros su primera iglesia en Amecameca, un municipio localizado en las faldas de la Sierra Nevada, lugar de entrada para visitar los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl.

El oriundo de Veracruz se acomoda en su asiento y con gran ánimo comienza a narrar la historia de su iglesia.

“Un día que visitaba a un amigo, entré a una casa muy chiquita, donde había como seis personas cantando; ese día el pastor estaba dando la noticia de que tenía que dejar la iglesia, pero esperaba que alguien pudiera continuar con la misión en ese lugar. Al estar yo ahí, me preguntó si quería colaborar ahí y pues decidí aceptar. Con el paso del tiempo conseguimos un terrenito y la iglesia fue creciendo poco a poco, con poco dinerito y pocas personas, pero logramos diseñar y construir una nueva iglesia”.

Con 26 años como pastor, Don Efraín menciona que ha contado con el apoyo y reconocimiento por parte de las autoridades del municipio de Amecameca, en parte porque la gente se siente bendecida y restaurada en lugares como estos.

“Hay muchas experiencias en este lugar. Hay mucha necesidad en las personas, tanto físicas como espirituales, pero se busca que aquí se encuentren con Dios y sus promesas; que sepan que no somos nosotros como humanos quienes podemos ayudarlos pues solo somos instrumentos. Solo Dios puede”.

El pastor menciona que, aunque ahora todas sus energías se centran en esta responsabilidad, también le gusta hacer reparaciones en el hogar o construir artefactos de metal para el uso doméstico.

Su vida la concentra en la palabra fe, definiendo ésta como la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. “La fe no hace sencillas las cosas, las hace posibles”, declara.

Son las cinco de la mañana y la luz de esa oficina se vuelve a prender. No basta con tener 78 años, la fortaleza sigue estando en su semblante. Don Efraín espera seguir siendo ejemplo y dejar un buen testimonio para los que lo conocen, para que aprendan a valorar las cosas, ser obedientes y, sobre, todo nunca desistir de seguir a Dios.

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13 de diciembre de 2017

LA ACTUACIÓN, UNA MALDICIÓN QUE NO QUIERO DEJAR DE HACER: HUGO CATALÁN

Por Daniela Tapia
Ciudad de México, (Aunam). Actor, padre y cineasta, Hugo Catalán de 35 años, con casco en mano y una chamarra de motociclista sobre los hombros, se adentra apresurado a la cafetería “Vamos a Sanborns, es tan malo que es bueno”, exclama mientras se aproxima nuevamente a la puerta.


Este actor ha participado en teatro, televisión y cine. En este último medio se ha desempeñado como histrión y director. Desde niño decidió que la actuación sería su carrera y ahora reconoce que a pesar de las dificultades que ha conllevado esta elección, es algo que nunca dejaría de hacer.

Catalán, sentado en el bar de Sanborns, se decide a pedir un consomé de pollo y una Coca Cola light. Menciona que está cuidando su figura debido a que en un casting agradecieron su actuación, mas no su figura, ya que buscaban a un actor más tonificado, recuerda molesto. Sin embargo, mientras cierra el menú, comenta que le dieron un mes para ponerse en forma.

Su infancia, en Atizapán de Zaragoza en el Estado de México, la recuerda entre risas debido a los juegos con su hermano. “Íbamos a una barranca que había a un lado de donde vivíamos y salíamos a agarrar bichos, éramos bien rudos”.

Hugo asegura que la decisión de ser actor la tomó mientras vivía ahí, ya que debido al trabajo de sus papás ellos estaban poco tiempo en casa, por lo que su hermano y él pasaban las tardes viendo sus series ochenteras favoritas, a partir de las cuales desarrolló un interés profundo por esa vida profesional.

“Yo era MacGyver, que resolvía cosas y Magnum que traía un Ferrari y andaba con unas mujeres hermosas. ‘Yo soy, yo quiero eso’ me decía y en alguna medida lo he vivido, he conocido mujeres hermosas y he manejado coches hermosos aunque no sean míos, ni las mujeres, pero lo he vivido”, bromea.

Inició en un curso de teatro infantil y a partir de ahí se fue adentrando más en el medio para después ingresar al Centro de Formación Actoral (CEFAT) de TV Azteca.

Hugo reconoce la dificultad de su profesión por la inestabilidad que representa, ya que sus planes dependen del trabajo que surja. Por lo mismo asegura que existe un distanciamiento con su familia, ya que afirma no haber visto a su hermano en dos años.

“Si todo sale bien, esta Navidad estaremos todos juntos, todos reunidos… bueno casi todos, yo tengo un hijo, vive en España, nada más faltaría él…”, dice melancólico, y se agarra las manos, para después acercarse a la mesa, tomar el plato de sopa entre ambas manos y llevarlo a su boca.

El actor asegura tener un boleto abierto para ir a visitar a su hijo en enero. Sin embargo, no descarta la posibilidad de que ese plan pueda cambiar por cuestiones laborales, pero afirma que de no ser posible irlo a visitar, comprará un boleto de avión para que su hijo junto con su mamá vengan a visitarlo. “Es un trabajo salvaje”, sostiene.

Catalán garantiza que a pesar de lo que los demás puedan creer, la actuación no es una carrera en lo absoluto glamurosa, ya que en muchas ocasiones los actores se ven inmersos en los extremos de la profesión; así como un día pueden tener un papel estelar, al otro se encuentran carentes de trabajo y de dinero.

“Es mi maldición, pero a pesar de que es algo muy duro, no lo quiero dejar de hacer”, declara.

El oriundo de la Ciudad de México afirma que la actuación le ha brindado la posibilidad de hacer cosas que normalmente no haría, lo que agradece mucho.

“He tenido cosas bonitas, he ganado mucho dinero, he ganado poco dinero” dice mientras toma un sorbo de su sopa, “he conocido mujeres hermosas, he tenido que hacer escenas de sexo con hombres, de todo, he disparado desde una moto, he golpeado, he nadado desnudo, me han matado, es que es muy divertido”, concluye entre risas.

No obstante, Catalán también reconoce que no todo ha sido miel sobre hojuelas a la hora de actuar ya que se ha enfrentado a grandes retos. Particularmente recuerda una película de Jesús Mario Lozano, donde tuvo que representar a un sicario, papel que hasta ahora considera uno de los más complicados.

“Yo pienso que los actores tendríamos que ser investigadores; no puedes tú como actor tener un guion y que haya una sola palabra que no entiendas, es decir, te tienes que acercar, tienes que investigar, tienes que entrarle, no lo puedes agarrar por la superficie”, menciona.

Para meterse en el rol de un sicario, el actor no solo tuvo que leer libros sobre narcotraficantes, sino que también tuvo que ver videos de ejecuciones, que en otras circunstancias no le hubieran interesado, por lo que describe esta situación como “horrible” pues más adelante lo enfrentó con pesadillas.

Hugo, que ha participado en diversas telenovelas como Tanto amor, Destino, Huérfanas, Pobre diabla, y que en la actualidad se encuentra participando en La hija prodiga, confiesa que la televisión “aplasta al actor”, pues el formato limita las actuaciones.

“En televisión, generalmente como la conocemos, se ponen tres cámaras; cámara uno, cámara dos, cámara tres; haciendo un abanico, de un lado del eje”, menciona mientras hace ademanes con las manos y simula su explicación, “por lo tanto, si una persona en escena se mueve de forma incorrecta, o se acerca de más a la otra persona, existe la posibilidad de estar tapando una de las cámaras, por ello es necesario permanecer a determinada distancia para respetar la visibilidad de todos los actores”.

En cuanto al cine, Catalán menciona que es más libre, ya que en este caso es el director quien decide dónde va la cámara según lo que quiera plasmar en cada momento aunque, a diferencia de la televisión, en el cine las escenas se tienen que filmar más de una vez debido a los emplazamientos de la cámara. “Por lo general en el cine se cuida más todo”, indica el actor.

Hugo platica que, debido a sus experiencias particulares, prefiere participar en películas independientes debido a la calidad del trabajo.

“He estado en películas con más presupuesto: estuve en una película donde me volaron en primera clase a Playa del Carmen, yo pensé ‘pinche cine independiente, que se joda, no vuelvo a hacer una película de esas’. Sin embargo, las películas en las que he estado de corte independiente son las que me han dado más”, cuenta.

Catalán afirma que él no participaría en una película que diera un mensaje con el que no esté de acuerdo. “No me gustan las corridas de toros, yo no haría a un torero en una película cuyo mensaje es un sí a las corridas de toros. Haría un buen torero y me informaría muy bien, pero para estar en una película que tuviera otro discurso”.

En cuanto a su decisión de estudiar cine, la describe como un proceso natural, ya que como actor y como persona se declara inquieto e incluso un pain in the ass para los directores con los que ha trabajo, pues siempre los cuestiona. A partir de ello nacieron sus ganas por escribir y dirigir algo.

“Poco a poco me empecé a ir metiendo más en el mundo que hay detrás, me compré una cámara, no tenía ni idea de lo que se hacía con una cámara, sacaba unas fotos horribles, en automático”, recuerda.

Con el tiempo su entusiasmo por el cine fue incrementando, por lo que decidió inscribirse a un taller en donde filmó su primer cortometraje Ascenso, el cual describe como bueno comparado con los del resto de sus compañeros.

Hugo asegura que el cine tanto le ha dado como quitado muchas cosas.

“Ha sido bien complicado [porque] tampoco puedo meterme de lleno a la carrera: tengo 35 años, tengo que tener una vida de adulto y además tengo un hijo que vive en otro país”, menciona exaltado.

Le ha dado porque asegura que su trabajo como actor ha mejorado, “antes los directores me dirigían y yo no me enteraba que hacían conmigo, ahora sé que puedo darle más dirección a mi trabajo”.

Por ahora Hugo Catalán se encuentra estudiando cine en el Centro de Estudios Cinematográficos INDIe, donde filmó su tercer cortometraje David Star. Además ejerce su profesión como actor y entre sus más recientes participaciones se encuentra su protagónico en el filme Yo soy la felicidad de este mundo.

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MUJERES Y LITERATURA: A 117 AÑOS DEL NACIMIENTO DE NELLIE CAMPOBELLO

Por Diego Valadez
Ciudad de México, (Aunam). Isabel Lincoln-Strange Reséndiz, maestra en Literatura por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), reconoció que la literatura mexicana escrita por mujeres no ha sido considerada en su debida dimensión pues los programas de educación media superior siguen sin contemplar su rol en la configuración de las artes nacionales.


En el marco del 117 aniversario del natalicio de la escritora duranguense Nellie Campobello, Lincoln-Strange aseveró que la obra de esta autora es fundamental, debido a la perspectiva que hace de la Revolución Mexicana.

“No es una visión solamente femenina, sino infantil, ya que la protagonista del relato es una niña que ve la guerra desde la ventana de su cuarto”, indicó la académica acerca de Cartucho, opera prima narrativa de Campobello publicada en 1931.

Además, la doctora en Ciencias Políticas y Sociales mencionó que otro rasgo que distingue a Cartucho de los textos de otros autores de la época es la imagen heroica y justa de Pancho Villa, que difiere del papel de líder sanguinario expuesta por Rafael Felipe Muñoz en Vámonos con Pancho Villa o de Martín Luis Guzmán en El águila y la serpiente.

De acuerdo con Lincoln-Strange, la relevancia de estudiar la novela de la Revolución mexicana se basa en que ha construido culturalmente a la nación; muchas de estas historias ganaron popularidad al ser llevadas al cine, además de denunciar y relatar sucesos del conflicto armado.

La doctora subrayó también que la lectura de las letras de dicho periodo resulta indispensable para entender el México del siglo XX y sus características. Lincoln-Strange indicó que la narrativa de la Revolución ayudó, en cierta forma, a asentar las bases ideológicas del gobierno posrevolucionario.

No obstante, la comunicóloga expresó que pensar únicamente en autores masculinos al hablar de literatura es una cuestión histórica de género arraigada en nuestra sociedad, es una serie de principios que ha relegado a las autoras por una supuesta “falta de capacidad”.

“Nosotros en la primaria o en la preparatoria leemos El águila y la serpiente o Los de abajo, pero no leemos Cartucho. Hay una parte de la crítica literaria que dice que a Nellie Campobello le corregía la plana de su texto Martín Luis Guzmán, cuestionando su capacidad para escribir”, comentó.

En consecuencia, Lincoln-Strange explicó que en las décadas de los setenta y los ochenta la academia volteó la mirada hacia las escritoras latinoamericanas, a partir del auge del feminismo en las universidades e institutos de investigación de México e Hispanoamérica, quienes continúan con la lucha para visibilizar la importancia de las mujeres en la historia de la literatura.

“Es necesario que todos navegáramos contracorriente y rescatáramos a nuestras autoras. Conocer los otros puntos de vista, que es el caso de Nellie Campobello, resultaría beneficioso para nuestra formación, tomando en cuenta su contribución a las artes nacionales”, concluyó la maestra en Literatura.


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12 de diciembre de 2017

LA FIESTA DE LAS CIENCIAS Y HUMANIDADES EN UNIVERSUM

  • Convivencia con los investigadores más destacados de México
  • Talleres, conferencias, demostraciones y otras actividades se llevaron a cabo en la #FiestaCyH 2017
  • Alrededor de 52 mil personas asistieron a las distintas sedes de la fiesta

Por Mónica Santos Vargas
Ciudad de México (Aunam). En la inauguración de la quita edición de la Fiesta de las Ciencias y Humanidades, César Domínguez, representante de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la UNAM destacó que este encuentro forma parte también de los festejos por el 25 aniversario de Universum, Museo de las Ciencias.


Domínguez expresó que la fiesta tiene el objetivo particular de “que los jóvenes estudiantes conozcan a los investigadores […], que tengan interacciones directas con ellos y el principal objetivo: generar vocaciones, que los jóvenes estudiantes se interesen en las carreras científicas”.

El director de la DGDC resaltó que en 2011 México contaba con 1.7 científicos por cada 10 mil habitantes, pero en 2016 las cifras aumentaron, teniendo 4.2 científicos por cada 10 mil habitantes. Domínguez terminó su participación destacando que la fiesta se divide en dos categorías: las charlas impartidas por los científicos y la interacción con ellos.

William Lee, coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, agradeció a los voluntarios de las distintas carpas que participaron en la fiesta. Expresó que “[hay que] mostrar lo que se hace para atraer a jóvenes y niños y crear vocaciones”. Lee también hizo hincapié en que todas las ciencias, exactas y sociales, presentan un déficit.

La Fiesta de las Ciencias y Humanidades reunió a 35 mil visitantes en la explanada principal de Universum, museo de las ciencias; 2 mil 342 personas en el Museo de la Luz; 6 mil 500 en Morelia; 350 en el Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales, en Yucatán; mil 500 en San Luis Potosí; 3,000 en Juriquilla, Querétaro; tres mil en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala y 350 en Sisal, Yucatán. El total de asistentes fue de 52 mil 042 personas.

En esta quinta edición se ofrecieron actividades incluyentes con ayuda de la Unidad de Atención para Personas con Discapacidad (UNAPDI) que forma parte del Centro de Orientación Educativa (COE) de la Dirección General de Orientación y Servicios Educativos (DGOSE) de la UNAM; así como la FES Aragón y la Asociación Organismo Mexicano.

La sede de Universum contó con el apoyo de seis centros de investigación, 26 institutos, 17 grupos de jóvenes divulgadores, un grupo de divulgadores del Centro Escolar Zamá, cuatro programas universitarios y con el apoyo de 12 facultades, escuelas y/o entidades académicas.

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LA MÚSICA Y LA INFANCIA: LA MEJOR COMBINACIÓN

Por Salma Odette Martínez Noricumbo
El artículo Por qué los niños deben de aprender música de la revista Colombia Médica, expone que el proceso de aprendizaje de un niño entre los tres a los 15 años tiene cuatro etapas: la manipulación sensorial, la imitación, la interpretación imaginativa y la reflexión. Esto permite el desarrollo de los sectores cognitivo, afectivo y psicomotor.

Alumna de  piano en concierto de verano en la Academia Cantoriano 
Saturnino Martínez Salazar, profesor de música a nivel prescolar, primaria y licenciatura en Tixtla, Guerrero, comenta que la mejor edad para que un niño empiece a estudiar música es a los cinco años, ya que tiene una facilidad de desarrollo y aprendizaje potenciada las tecnologías de la información y la comunicación.

“Los niños ocupan los cinco dedos para manejar los teclados, esto hace que tenga mayor habilidad en las manos”.

Los infantes pueden aprender por medio de la imitación, ya que practican una observación constante, desarrollan el proceso de asimilación-comprensión, tienen mayor capacidad de atención y de concentración, además de una mejor facultad de evocación y retención.

De igual manera, Martínez afirma que “la educación músico-instrumental permite el desarrollo de los dos hemisferios del cerebro para que trabajen de una manera conjunta; logra que las manos tengan la misma habilidad, destreza y velocidad a la hora de ejecutar la melodía, mejorando la rítmica del niño, que ayuda al sector físico y motriz”.


Niños de la estudiantina del internado Adolfo Cienfuegos y Camus No. 21
En el método Suzuki se explica que el niño que realiza este tipo de actividades maximiza su sentido auditivo, lo que se refleja en su mayor captación y discriminación de sonidos; entiende mejor los mensajes, por lo que aprende mejor y con mayor facilidad en la escuela, además de que domina más rápido su idioma a comparación de los niños que no tienen este tipo de actividades.

Para el profesor Saturnino, las matemáticas son la base de la música, ya que por medio de ellas se le da un valor entero o fraccionario a las notas musicales y así se reconoce el nombre y el tiempo en el que deben ser tocadas.

“El tocar un instrumento ayuda a los niños en ciertos ámbitos de su vida, como la autonomía, la resolución de problemas en la vida cotidiana, el conocimiento del mundo y la cultura, así como el desarrollo de la lectoescritura, ya que aprenden a leer música”, asegura el experto.

Asimismo, el músico afirma que al hacer este tipo de prácticas, el niño adquiere seguridad en sí mismo, pues se da cuenta de que es reconocido en el medio social donde se desenvuelve; se siente más capaz y es más sociable, lo que crea una satisfacción personal.

“Ellos se sienten con la capacidad de poder aprender lo que hay en su medio y de crear temas propios o fragmentos musicales, inspirarse en la pintura o danza, y son más alegres. Definitivamente creo que la música puede ayudar a un niño de muchas maneras y se verá reflejado en el resto de su vida”.

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ÉNFASIS EN LA EDUCACIÓN DE LA CIENCIA, META DEL NUEVO MODELO EDUCATIVO

Por Mónica Santos Vargas
Ciudad de México (Aunam). La 9º Conferencia Internacional sobre Enseñanza Vivencial e Indagatoria de la Ciencia en la Educación Básica se llevó a cabo en el Colegio Nacional a cargo de Guillermo Fernández, consejero de Innovación en la Enseñanza de la Ciencia A.C.; Mario Molina, premio Nobel de Química en 1995 y Javier Treviño, subsecretario de Educación Básica.


La conferencia inaugural, llamada “El nuevo modelo educativo y los retos del siglo XXI para México”, estuvo a cargo de Treviño, quien se enfocó en los tres aspectos fundamentales de las etapas de la Reforma Educativa: diseño del andamiaje jurídico; la consulta nacional (en distintas formas); y el planteamiento del nuevo modelo educativo.

En diciembre de 2012 se presentó la reforma al marco jurídico, por lo que Treviño mencionó que se debe “establecer el derecho constitucional de las niñas, los niños y adolescentes a la educación de calidad, y la creación del Sistema Nacional para la Evaluación de la Educación coordinado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación”.

Treviño expresó que el principal interés del modelo educativo es que “las niñas y los niños aprendan a aprender y aprendan a convivir”.

El perfil de egreso de la educación básica en el nuevo modelo educativo es que los niños se comuniquen con eficacia y trabajen en equipo. Treviño también subrayó otras cualidades.

“Destacar el pensamiento crítico, que resuelvan problemas con creatividad […], que muestren responsabilidad por su cuerpo y por el medio ambiente, que sepan acerca de los fenómenos del mundo natural y social, aquí, la enseñanza de la ciencia es fundamental”.

El nuevo currículum para la educación básica tiene tres componentes: formación académica, desarrollo personal y social y la autonomía curricular.

El subsecretario destacó que el tercer elemento, la autonomía curricular, permitirá a las escuelas profundizar en algún tema de su elección para ampliar los conocimientos de las y los alumnos.

Treviño subrayó que “estamos listos para el próximo ciclo escolar que inicia en agosto de 2018” para iniciar con la prueba piloto en los niveles preescolar, primaria y secundaria para dar inicio a la autonomía curricular.

“La ruta de implementación nos va a permitir un modelo educativo de esta ambición […] que requiere de un trabajo a largo plazo, de enfoque, de alineación, de esfuerzos, de disciplina y, sobretodo, requiere de la continuidad, de la perseverancia, de la persistencia y la implementación”.

El subsecretario resaltó que se tiene una ruta diseñada del trabajo que se planea realizar en los próximos 10 años.

Treviño finalizó haciendo énfasis en el trabajo de equidad que se hace por medio de becas para fortalecer la educación indígena, así como para los hijos de jornaleros agrícolas; el tema de igualdad entre hombres y mujeres y las actividades de inclusión.

“En todo el modelo educativo, primero son los niños, en el centro de toda nuestra atención están los niños y los jóvenes”, concluyó.

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