21 de noviembre de 2014

“TE HACEN LLAMAR VÁNDALO” AL MANIFESTARSE POR AYOTZINAPA


Por Araceli Isidro
México (Aunam). Conformadas por miles de personas y distribuidas en el Ángel de la Independencia, Monumento a la Revolución y Plaza de las Tres Culturas, las tres caravanas por Ayotzinapa comenzaron a avanzar hacia el Zócalo de la Ciudad de México.

La primera caravana en salir fue encabezada por los padres de los normalistas desaparecidos. Alrededor de las cinco de la tarde comenzaron a avanzar del Ángel de la Independencia al Zócalo de la Ciudad.

Diferentes movilizaciones iniciaron la jornada desde temprano. En Rectoría de Ciudad Universitaria se ofreció la “Clase abierta”, en otras Facultades también se organizaron discusiones en torno al tema de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.

Mientras el mitin daba inicio, números contingentes llegaban a escuchar a los oradores, otros con dificultad podían moverse entre las avenidas. Durante el recorrido se hacían pintas en los muros donde se leía “Fue el Estado”, “Narco Estado”, “Renuncia EPN”, entre otras.

Cuando el mitin había terminado, algunas personas lograron quitar las vallas frontales de Palacio Nacional y comenzaron a lanzar bombas molotov y golpear la puerta principal del mismo. De un momento a otro los granaderos llegaron y se pusieron detrás de dichas personas, dando la espalda al edificio.

Los asistentes que no lograron acercarse a la puerta principal celebraban las acciones que en ese momento se estaban llevando acabo y gritaban a las autoridades “tu lucha está de este lado”, después el coraje en las palabras se hizo presente.

“Vos te vas o te quedas, ahora van a comenzar a cazar” decía un reportero argentino a su colega. Desde la explanada del Zócalo, los chiflidos se intensificaron, nueva presencia de granaderos con dirección al Palacio.

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Los primeros enfrentamientos se localizaron en las inmediaciones del metro “Boulevard Puerto Aéreo”, donde policías detuvieron a un grupo de personas que participaron en el intento de bloquear el Aeropuerto capitalino.

De acuerdo con información de diferentes colectivos de estudiantes, entre los detenidos se encuentran Missael Enrique Yáñez Aguilar; de quien se dio informe alrededor de las cinco de la tarde, Cuauhtémoc Navarro y Alejandro Cabrera, pertenecientes a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

Algunos de los contingentes de la UNAM que iniciarían su recorrido en la Plaza de las Tres Culturas, tuvieron que bajar en la estación Guerrero de la línea tres del metro, porque les informaron que la estación Tlatelolco estaba cerrada.

Durante su recorrido en el metro se escuchaban consignas y música de la banda española Ska-p, las letras eran entonadas por algunos mientras el clima de los vagones se incrementaba e incomodaba a algunos pasajeros.

“Vándalo, vándalo, te hacen llamar vándalo, vándalo, peligro social, vándalo, vándalo, rebelde insurrecto, preparado para la batalla”, dice una de las canciones que se escuchaba en el trayecto, mismas palabras que horas después se utilizarían en los noticiarios refiriéndose a las acciones de Palacio Nacional.




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LOS PROTAGONISTAS DEL HORROR…

Por Gloria Betsabe Piña Espinoza
México (Aunam) La editorial Algarabía presentó su nuevo material literario Déspotas, Tiranos y otros Hijos de Puta. El encuentro se efectuó el 19 de noviembre en el Bazar Fusión, en el cual la diseñadora artística, autores del libro y directora general de la empresa editorial, hablaron sobre el nuevo proyecto y las características que unían a los personajes del ejemplar: el abuso desmedido del poder.


El libro está conformado a manera de álbum, donde se presentan a más de 100 figuras notables de la historia, desde diferentes épocas y latitudes. Las cuales han excedido su autoridad, al grado se ser calificadas, como su título lo menciona, en unos déspotas, tiranos e hijos de puta, por abusar del poder a lo largo del tiempo en que duró su supremacía al mando para beneficiar sus propios intereses.

Distintos dictadores y personajes que han detentado alguna posición de poder conforman la galería, entre ellos sujetos renombrados por la historia mundial como Adolfo Hitler, Francisco Franco, Stalin, Fidel Castro, Rafael Videla y Saddam Hussein, por mencionar algunos. Además de caras nacionales que se han valido de la represión, usurpación y la imposición del miedo para sacar provecho económico y político como Victoriano Huerta, Marcial Maciel, Elba Esther Gordillo, entre otros.

El autor, Benjamín Troyse, refirió sobre el inicio del libro, primeramente cómo idea el identificar a sujetos despóticos a nivel internacional conforme a un estudio diacrónico por el tiempo. Aceptando el reto por seleccionar ciertos villanos de la historia, que tuvieran un hilo conductor en común, el cual se limitaba a quienes en utilización de su mandato, abusaron de las circunstancias para dominar territorios, infringir influencia y terror en la población, acaparar riquezas, e imponer ideas, con el fin de apropiarse del mundo.

Mario Zaragoza, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, quien también es autor del libro mencionó una reflexión sobre los usos despóticos de la fuerza. “Si no alcanzamos a ver las relaciones de poder existentes en toda situación humana, se naturaliza la imagen jerárquica entre individuos, lo que provoca verlo de manera cotidiana y aceptar las mismas”.

Sobre esto, habló de la situación actual del país, en cuanto a la impunidad del gobierno ante hechos violentos, como la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Raúl Isidro Burgos, en Ayotzinapa, Guerrero. Al igual que la notica, sobre los injustificables bienes de la familia presidencial, como mansión en Las Lomas de Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto valuada en 54 millones de pesos.

Por otro lado, la diseñadora Victoria García Jolly, encargada de la dirección de arte del libro, habló sobre la ardua tarea de seleccionar imágenes para ser usadas como ilustración de los personajes, que fueran idóneas para ser reconocidas por los lectores. Además de la elección y cuidado con los colores, para hacer que el libro fuera atractivo, pero que no cayera en la intención de mostrar a cada tirano como un ser digno de admiración.

En plática, la directora general del equipo editorial, María del Pilar Montes de Oca Sicilia, recalcó el objetivo de toda la línea Algarabía por dar cultura y conocimiento a todo público de una manera atrayente, con textos cortos, que tienen la finalidad de entretener, pero también de señalar que aprender es algo divertido y que la lectura no es un hecho fastidioso y aburrido, sino al contrario algo que se disfruta y goza al practicar.

El libro se encuentra a la venta en las ocho sucursales de Algarabía Shoppe en el país, las cuales se encuentran en Puebla, Querétaro, San Luís Potosí y cinco de ellas en el Distrito Federal. Su costo es de $139 y es una gran adquisición para quienes gustan de conocer la historia y las hazañas desmedidas de algunos opresores y caciques del poder.





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19 de noviembre de 2014

MIS AMORES SON TODAS LAS CIUDADES: FERNANDO GONZÁLEZ GORTÁZAR

  • El arquitecto mexicano recibió la Medalla Bellas Artes por su trayectoria
  • Participaron las escritoras y periodistas Cristina Pacheco y Adriana Malvido, así como el arquitecto Juan Palomar
Por Brenda Suaste Tovar
México (Aunam). Debemos sacar a la arquitectura de esa horripilante forma de automarginación que es el elitismo, no puede seguir siendo una profesión para ricos; dijo Fernando González Gortázar, arquitecto, escultor y urbanista mexicano, quien recibió la Medalla Bellas Artes en el Museo de Arte Moderno.

Gortázar, creador Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, denunció en su discurso que la relación entre ciudadano y ciudad se obstaculiza por todos los medios imaginables, entre ellos el ejercicio patrimonialista del poder, que hace creer que los ciudadanos no son dueños de su ciudad, sino los que están en el poder, por ello enfatizó: “Los arquitectos tenemos como prioridad el interés colectivo”.

Juan Palomar, Cristina Pacheco, Fernando González Gortázar y Adriana Malvido

Adriana Malvido, Premio Nacional de Periodismo 2012, reconoció que al arquitecto Gortázar, no le interesa la competencia gremial, ni el poder y el glamour con el que muchos arquitectos y escultores urbanos deciden lidiar toda la vida. “Fernando va por la vida sembrando un jardín y esquivando espinas” concluyó Malvido.

La periodista resaltó, que uno de los intereses centrales del galardonado es la preservación de la herencia histórica y cultural, e hizo mención de la participación del arquitecto en ProHábitat A.C. y en la Comisión de Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural.

Por su parte, el arquitecto Juan Palomar, contemporáneo de Fernando González, recordó algunas experiencias de la época estudiantil que les tocó vivir, en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara. Recordó la opresión que algunos profesores ejercían a los proyectos que ellos creían pertinentes. Palomar expresó: “Después de 40 años, puedo afirmar que Fernando, además de ser un personaje excepcional en la cultura mexicana contemporánea, sabe ejercer una amistad feroz”.

La periodista y conductora de televisión Cristina Pacheco, afirmó que gracias a la compañía del arquitecto González Gortázar, pudo descubrir y reconocer la ciudad de forma más profunda. “Gracias a él, descubrí en la Ciudad de México, en Tlalpan, una capilla, donde sentí la luz de Dios”, recordó. La conductora, planteó el problema del derecho a la arquitectura y la belleza. “¿Quién tiene ese derecho?, ¿Dónde empieza la construcción y dónde la arquitectura?, cuestionó a manera de reflexión.

Para finalizar el evento, la directora General del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, agradeció al arquitecto su humanismo y por creer en la naturaleza como la gran maestra, fuente de toda ética y estética. Reconoció también su aportación teórica y crítica a la arquitectura. Posteriormente, a nombre del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes, hizo entrega de la Medalla Bellas Artes, la cual distingue a los creadores que han enriquecido la cultura de nuestro país y cuya obra es ejemplo de inspiración para las futuras generaciones.

Cabe señalar que la obra de González Gortázar, se extiende por Guadalajara, Jalisco e internacionalmente por Madrid, con la Fuente de las escaleras y en Japón, con Columna dislocada en el Hakone Open-Air Museum.






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EXPONEN PLANOS ORIGINALES Y RESTAURADOS DEL PALACIO DE BELLAS ARTES

Por Brenda Suaste
México (Aunam). Fue inaugurada la exposición Los proyectos del palacio de Bellas Artes 1904- 1934, que exhibe parte de los planos arquitectónicos originales que cuentan la historia constructiva de este emblemático recinto. En la muestra pueden apreciarse los antecedentes del proyecto original del Teatro Nacional, hasta la culminación del Palacio de Bellas Artes como lo conocemos actualmente.

En la apertura, el arquitecto Juan Urquiaga, quien participó en la restauración y conservación del Palacio de Correos y el Banco de México, habló acerca de su experiencia en el rescate de los planos originales de Adamo Boari, el italiano encargado de la obra inicialmente. También explicó que fue él mismo quien trajo, en 1984, parte del archivo desde Roma, guardados en la propia casa de la hija de Boari, “Los hallé en el sótano inundado, guardados en un baúl, enlamados”, aseguró Urquiaga.

Por su parte, el curador de la exposición Xavier Guzmán Urbiola, también subdirector general de Patrimonio Artístico Inmueble del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), informó que el proyecto pertenece a las celebraciones conmemorativas del ochenta aniversario del Palacio de Bellas Artes.

Declaró que su trabajo pretende ser una muestra didáctica activa de las innumerables vicisitudes políticas y presupuestales sobre el uso y destino del recinto. “Son tres etapas históricas, en las que el ambiente político, los conceptos urbanísticos y las innovaciones técnicas y artistas influyeron en su construcción” expresó el curador.

Dirigió el evento Dolores Martínez Orralde, directora de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA, quien dio inicio al recorrido por la exposición, donde se aprecian más de 50 planos originales, 50 fotografías y tres maquetas, integrados por archivos de Adamo Boari y Federico Mariscal, el arquitecto mexicano que culminó el proyecto en 1934.

Además de la curaduría, cabe destacar el trabajo del arquitecto Juan Manuel Ortíz Híjar, quien encabezó al equipo del Museo Nacional de Arquitectura para llevar a cabo la realización de la muestra.

Está exhibición permanecerá abierta al público desde el 22 de octubre de 2014 hasta el 18 de enero de 2015, sin costo alguno, está ubicada en el tercer nivel del Palacio de Bellas Artes.




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JUAN PABLO PROAL: HOMBRE DE LETRAS Y MÚSICA

Por Diana Jazmín Escalona González y Anayeli Tapia Sandoval
México (Aunam). En el interior del número 13 de la calle Fresas, tras los muros agrietados de una casa en la colonia del Valle, la tonalidad blanca del lugar resaltaba las letras rojo carmín de una de las principales revistas de política en el país: Proceso. Dentro, el silencio acorralaba cada espacio de la estrecha sala de espera. No había ningún reloj sobre la pared, pero cada movimiento de las manecillas se sentía como el latido de un corazón acelerado tras haber culminado un maratón.

Juan Pablo Proal, de Proceso. Foto: Diana Escalona

Un hombre, cuya altura oscilaba entre 1.70 metros, se dirigía de manera precipitada con sus 31 años de vida por el pasillo principal hacia la recepción. Su cabello castaño, rizado y enmarañado detonaba su cansancio de un viernes por la tarde; y sus lentes, de armazón rectangular negro, le brindaban un porte intelectual.

Juan Pablo Proal Mantilla, coeditor del portal en internet de dicha revista, portaba un suéter a rayas azules (marino y cielo) que marcaba la silueta de su cuerpo delgado, mientras que un pantalón recto color café se ajustaba de manera correcta en sus piernas y, como complemento, sus pies se ocultaban dentro de unos tenis Nike azules con detalles en color verde amarillento.

—Hola, qué tal —estrechó la mano de forma rápida y su mejilla izquierda culminó con un fugaz beso que raspa cada espacio de la piel debido a los diminutos vellos de su barba castaña —perdón, hoy es un día muy difícil; en unos momentos los padres de los normalistas darán su respuesta tras las declaraciones de Murillo Karam esta tarde y tengo mucha chamba. […] Por aquí hay muchas cafeterías, yo creo que en una hora más o menos ya tendré un pequeño momento para atender la entrevista.

No pasó mucho tiempo para que el periodista, originario de Puebla, volviera; su cambio de opinión y sus 15 minutos de tiempo disponible permitieron que comenzara la entrevista, la cual se llevó a cabo dentro de otra pequeña sala que se encontraba junto a los escritorios de los demás comunicadores que estaban trabajando.

El interior de la estancia estaba repleta de libros, revistas y enciclopedias, además de una televisión, que pendía de un soporte de metal; y una mesa rectangular de madera a juego con 4 sillas. Antes de poder abrir y cerrar los ojos, Proal ya estaba sentado sobre un sillón de piel color tabaco.

La afonía era más potente en esa habitación que en la anterior; adentro todo deslumbró, la luz alcanzaba un punto que no era comparable con el de la sala anterior, aislada y sombría. De la grabadora del celular se activó un foco rojo que indicó que todo estaba listo para comenzar a registrar su voz.

Lejos de casa

El también escritor decidió dar un giro a su vida y hace pocos años dejó su casa, familia y amigos para residir en el Distrito Federal, en donde tendría mejores oportunidades de crecimiento laboral. Con un volumen bajo, su voz lanzó la primera confesión:

—Creí que lo más rudo iba a ser el tráfico, lo grande, y sí es difícil, pero mucho más lo es empezar desde cero, volver a hacer amigos, volver a hacer trayectoria profesional; fueron tiempos duros y aun así no dejo de extrañar Puebla— explicó mientras los dedos de su mano izquierda jugueteaban con los vellos de su barba.

Con el completo apoyo de su madre, y pese al dolor por parte de ambos al distanciarse, Proal se arriesgó a buscar nuevas oportunidades y aventuras; ser periodista era uno de sus sueños, e incluso desde que era adolescente comenzó a poner en práctica su escritura hasta desarrollar un amor por ello.

—Fuera del Distrito Federal, las revistas, los periódicos, los medios en general, tienen mala calidad. Los medios locales tienen muchos vicios: corrupción, poco profesionalismo, poca buena escritura; no hacen las cosas bien y ese ambiente es difícil. Es como crecer entre maleza, no puedes salir de él —dijo mientras su mirada se perdió en la desgastada alfombra gris de la habitación—.

Sus labios se llenaron de motivos, los cuales fueron expulsados uno a uno —es difícil hacer buen periodismo en medios tan poco favorecedores y si uno quiere aprender a hacer las cosas medianamente bien, hay que hacerlo donde hay más profesionalismo y aquí hay más revistas, periódicos y medios de una calidad más elevada; tenía que hacerlo si quería mejorar como periodista.

Los acordes del rock

La influencia de grupos como Deep Purple, Black Sabbath, The Doors y Led Zeppelin han generado en su vida una especie de filosofía, —el rock me influyó mucho, yo vengo de una familia muy católica, muy conservadora y Puebla también es así, entonces el rock para mí fue una puerta a la rebeldía, a la cultura, a la expresión, y me influyó tanto en lo que soy ahora que no dejó de ser rockero, aunque los grupos que me gusten ya estén muriendo o ya están viejitos —comenzó a reír al mismo tiempo que sus dientes bien alineados y blancos se hicieron presentes—.

Alejandro Saldívar, amigo y compañero de Proal en la misma revista, recuerda con exactitud las palabras que una vez le pronunció: “Las estrellas de rock son los nuevos dioses de la juventud, ellos ya no creen en Dios o en los santos, ellos creen en la gente que se para en los escenarios”.

Por ello Proal ha dedicado artículos y reportajes como Black Sabbath, diabólicamente inmortales; Deep Purple sigue siendo la banda más ruidosa del mundo, La religión del rock, entre otros títulos a exponer su visión de este género musical desde la parte más social como lo es el público que rinde culto a estos grupos. Asimismo, ha buscado reforzar su conocimiento con un Diplomado en Historia del Rock, impartido por el Museo Universitario del Chopo.

Además de su gusto por el rock, tiene más pasiones en la vida como escribir, el periodismo, el arte en general, la política, los perros y caminar—me gusta vivir alguna aventura, meterme en algún contexto, trabajar, nadar, esas cosas me gustan mucho—, declaró mientras una de sus manos agarraba el diminuto arete plata que colgaba de su oreja izquierda—.

En contraparte, también hay cosas que le disgustan, pero entre ellas destacan dos: las ruedas de prensa y las entrevistas. —Es un mecanismo difícil y cada vez me disgusta más el asunto de la pregunta y la respuesta; todo es muy forzado, muy artificial: “cómo pregunto, qué va a contestar, cómo va a contestar”, además es algo que trae todo el mundo; es un mecanismo muy difícil y masivo, no me entusiasma—.

Su respuesta se vio interrumpida por un zumbido que emergió de la bolsa derecha de su pantalón, su IPhone negro salió tras una breve lucha entre su bolsillo y su mano, a tiempo para alcanzar a contestar: “¿Qué pasó, Cheque?, ¿ya empezó? […] órale […] ah, ya, ya, órale, ok”. Juan Pablo Proal salió apresurado de la habitación, sin antes disculparse por la interrupción y solicitar un poco de paciencia.

El lugar se vio abrumado por un silencio, igual al que suele reinar durante las noches frías de invierno. Después de unos 10 minutos, los cuales habían parecido años, la manija de la puerta se abrió para dejar pasar al comunicólogo, que se dejó caer en el asiento de manera violenta.

—Ahora sí, en qué estábamos.

Periodismo de entrega

Juan Pablo Proal, de Proceso. Foto: Alexis Ortiz

Además de sus pasiones profesionales, a través de los años ha buscado inspiraciones que lo guíen a lo largo de su viaje periodístico, entre estas figuras destacan Hunter Thompson, Tom Wolfe, Frank Zappa y humoristas como Trey Parker, creador de South Park; sin embargo, quizá el que más lo ha marcado es Julio Scherer García, fundador de la revista Proceso.

—Me ha inspirado como ser humano, como escritor y como periodista es el más grande que ha dado México, su obra es importantísima, tanto en Proceso como afuera—. Una nueva interrupción se dispuso a perturbar la entrevista; la puerta se abrió una vez más y la cabeza casi calva de un hombre de edad avanzada se asomó por el hueco que se forma entre la pared y el marco de la portezuela: “¿Te están entrevistando?, yo pensé que eran los padres de los normalistas”, los rizos del entrevistado se movieron de izquierda a derecha como forma de negación.

Como si nada hubiera pasado, las respuestas seguían brotando de su boca al igual que el agua en un manantial, mientras el sonido de su pie al contacto con el suelo se encargaba de armonizar la impaciencia de todo su cuerpo.

—Mi admiración por Julio Scherer comenzó desde que era un adolescente y siempre anhelé estar aquí; a veces reparo en eso, me doy cuenta y claro que es satisfactorio— la expresión de sus ojos, aunque nunca hizo contacto, se volvía más distante a cada minuto—.

No obstante, dejó en claro que para ser el mejor no basta con la inspiración, sino con los años de disciplina, trabajo, formación, crítica y tenacidad, cosas que Proceso le ha brindado además de la libertad de expresión. De igual manera, para llegar al público Proal expuso que no hay otra manera que escribir bien.

—Es lo mismo que ser buen músico, debes hacer buena música y si te atreves a hacer un escrito debes escribir perfecto, precioso, debes seducir, informar, divertir, innovar— elevó su mirada mientras el tono de su voz se volvió más cálido con cada frase transformada en un consejo periodístico— si sólo tienes una redacción mediocre y como en muchos casos ni siquiera tienes buena ortografía, jamás la vas a armar, tienes que aspirar a escribir lo mejor posible y tener textos muy bien trabajados, cuidar las palabras y esmerarte en tu formación—, afirmó mientras los dedos de su mano se enredaron con en el centro de su barba.

—Con los años me he vuelto cada vez más introspectivo, más dedicado a esto, lo tomo cada vez más en serio, le dedico más tiempo a la lectura y menos tiempo a otras cosas como la diversión, o la vida social—. El resultado de su esfuerzo se ve reflejado en sus libros Voy a morir, biografía del fundador de Real de Catorce, José Cruz, y Vivir en el cuerpo equivocado, aunadas a dos obras de coautoría, Salinas y Rupestre.

El periodista es comúnmente criticado en sus redes sociales por el contenido y, mayoritariamente, por los títulos que llevan sus artículos, notas, crónicas, reportajes, como en fue el caso de Conspiración para que todos seamos homosexuales, pero con el paso del tiempo ha aprendido a afrontar la situación:

—Al principio era difícil, tomaba muy personal las críticas, o en su defecto, los halagos también me ensoberbecían. Creo que con la práctica vas aprendiendo eso; hay muchas críticas que son atinadas y me obligan a depurar mis textos y a trabajarlos mejor, también se debe tener claro que hay personas que me pueden leer y otras que no—.

Mientras hizo ademanes con las manos, declaró que el periodismo es una profesión en donde no hay cabida a los redactores mediocres, faltos de ortografía. Para él, lo más importante es saber que se puede aspirar a más, trabajar los textos, ir a cursos y diplomados, leer, ser empático y dedicarle mucho tiempo a la formación académica y laboral.

El escenario se volvió hostil, los nervios a flor de piel iban en aumento, la lista de preguntas parecía no terminar y el estrés del periodista se potencializó ante la saturación de trabajo, la inquietud de sus dedos y el movimiento de sus pies lo delataban a cada segundo; así, antes de lanzar la siguiente pregunta expresó: —si quieres vamos concluyendo—.

Las últimas preguntas salieron disparadas bajo la presión del tiempo, su tiempo. —El periodismo es una chamba riesgosa, claro que ha habido amenazas de sectas, por ejemplo, persecuciones o, incluso, hasta agresiones físicas. Es de alto riesgo, pero también creo que hay compañeros que se arriesgan mucho más que yo cubriendo temas como el narcotráfico, sin embargo no dejas de arriesgar, ya sea tu salud por comer a deshoras, pero igual creo que si no hay un camino de responsabilidad sin todo esto—.

Una vez más, como en todas las respuestas anteriores, no hubo contacto visual; su mirada se perdió entre los papeles sobrepuestos en los pequeños muebles, sus ademanes cada vez fueron más bruscos, sus dedos dejaron de tocar su barbilla para enroscarse en su alborotado cabello.

Una de las principales características de Proal, es que sus textos son el resultado de fusiones de sus líneas de investigación que se basan primordialmente en política, sociedad, entretenimiento y cultura. Esto lo hace, dice, porque se rehúsa a estar mimetizado con los demás periodistas:

—No me gustan las normas, siempre aspiro a hacer un periodismo diferente, en temas y narrativa. En el periodismo hay una falta de originalidad y creatividad, todo el mundo anda en un plano muy solemne y rígido. En México todavía hay mucha timidez, todo está muy ‘acartonado’, todo es igual. En este medio pocos sobresalen, y esos son lo que se atreven a hacer algo diferente.

Dedíquense a otra cosa

El ruido de las hojas en busca de una pregunta más tuvo como resultado un gesto de disgusto y desaprobación que bastó para que Proal con la mirada fija en el suelo de la habitación, se limitara a decir con un volumen bajo que retumbó como un grito ensordecedor —hay un chingo de competencia y para ser uno más, mejor dedíquense a otra cosa—.

Con cámara en mano y el peor ángulo para una fotografía el flash disparó directo al perfil del periodista quien con el cuerpo encorvado, colocó su brazo derecho a la altura de su cintura, mientras intentaba forjar un gesto de amabilidad en sus gruesos labios, pero su mirada seguía perdida entre las revistas y libros que inundaban el lugar.

—Gracias, perdón por las prisas, no acostumbro a atenderlos tan mal—, es todo lo que dice y sale primero de aquel cuarto. La oportunidad de un último beso en la mejilla se esfuma. —Gracias—, es lo último que escuchó antes de dar la vuelta e introducirse a su cubículo dentro de la sala de redacción.

En menos de 20 minutos cualquier rastro de felicidad y nerviosismo se había evaporado entre las hojas de los libros que inundaban el lugar; su silueta se desvaneció conforme los rayos del sol se ocultaban para dar paso a la noche. Todo había terminado, sólo su voz prevalecía atrapada en la grabación de un celular y su cuerpo en la imagen captada por el lente de una cámara.







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