HISTORIAS HUMANIZADAS, CORRUPTA REALIDAD POLÍTICA EN LATINOAMÉRICA


Por Verónica Rosales
Mèxico (Aunam). Con el tema Perfiles, tres periodistas narraron su labor y metodología para investigar tres peculiares y entrelazados casos de corrupción, abuso de poder, malversación de fondos, enriquecimiento ilícito; historias que parecen ficción pero son hechos de la realidad cotidiana en Latinoamérica.

En la mesa dos del tercer día de la Cumbre Latinoamericana de Periodismo el moderador, Gerardo Albarrán, habló de la exigencia de este género para que el periodista documente con rigor y complemente su investigación con testimonios que hagan más transparente la información; el recurso idóneo son las imágenes.

Este género va del caso particular al general y mientras se va profundizando en la materia, se crea un diálogo a partir de lo que el otro nos representa. El periodista no es el que tiene la verdad, es en las fuentes donde encuentra los datos y de ahí se van hilvanando todos los elementos para crear la historia que se va a narrar.

Los periodistas actuales por medio de este género buscan “como una obsesión”, que todas las historias sean humanizadas. Ahí la complejidad, pues se pone a prueba el talento narrativo y el trabajo reporteril, donde la literatura es una exigencia estilísitca para su conformación, planteó Albarrán, fundador de Sala de prensa, México.

La decana, el hotelero y la miss

La primera investigación presentada fue la de Luz María Sierra, con “La rectora: del strip tease al crimen en la universidad”, habló de cómo una bailarina exótica, aspiró muy alto, se involucró con el rector de la Universidad de Barranquilla hasta que logró ser nombrada Coordinadora artística. Con artimañas la señora Gette logró llegar a rectora en donde se enriqueció a costa de los recursos de la institución.

Con este trabajo la periodista de Semana de Colombia mostró que el periodismo logra desenmascarar personajes poderosos; generar movimientos sociales gracias a las investigaciones; provocar cambios a través de la denuncia sustentada en un trabajo de investigación con pruebas contundentes. Ese es el caso de la “Decana del mal”. Pero por este mismo poder el trabajo periodístico en América latina es complejo y riesgoso.

Hugo Alconada, de La Nación de Argentina, mostró con “Lázaro Baez y los hoteles de los Kirchner”, los métodos que usan los poderosos para llegar “limpios” al poder; ponen sus propiedades a nombres de familiares, generan empresas y por medio de ellas firman contratos millonarios.

Para descubrir cómo hacían para tener un patrimonio multimillonario a través de las cuentas por reservas de hotel que ni siquiera ocupaban, pero que les dejaban ganancias multimillonarias, los periodistas a cargo de esta investigación emplearon un sistema básico para demostrar que había lavado de dinero. Con el “papeles, jugos y lavandería”, demostraron que se consumían pocos litros de jugo y que no se lavaban sábanas de ningún cuarto para un lugar que supuestamente tenía ocupación total. Otra estrategia fue ir al hotel de noche y ver cuántas luces estaban prendidas. Las cuentas por el hospedaje eran enormes pero las pruebas mostraban que ni siquiera había recibos por cuentas telefónicas.

La investigación de Ana Arana, de la Fundación MEPI y El periódico de Guatemala, “Del Miss Guatemala a la vicepresidencia de la República” es la historia de una mujer que del estrato humilde pasó a ser mujer central del país, Guatemala. Para presentar “Un cuento de hadas sin final feliz”, hicieron un suplemento proponiendo una manera distinta de presentar la información porque según Arana, la gente se aburre de las mismas historias contadas de manera similar.

El resultado de esta investigación fue positivo a pesar de que las políticas de estado generan más corrupción porque la declaración de bienes en altos cargos no es pública y no se tiene un acceso a la información. Y pudieron recabar mucha información gracias a los amigos incómodos de los involucrados y al seguimiento que también otros medios o la sociedad le dio al caso por medio del periódico.


Vale la pena correr el riesgo

Al finalizar las ponencias el común denominador es que gracias a estas investigaciones sustentadas con entrevistas, consultas de fuentes, viajes incógnitos a los lugares de los hechos, análisis de material, geolocalización de inmuebles, uso de fotografías para mostrar vínculos, comparar un antes y un después o demostrar que se estuvo o no, la sociedad civil y las entidades periodísticas reaccionan y al existir un levantamiento de ambas partes se obtienen mejores resultados.

Los tres periodistas se han visto envueltos en allanamiento de su hogar, asaltos y amenazas por parte de los poderosos que lo único que buscan son los documentos, los archivos, las fotos y el material comprometedor que los delate. Por eso para no perder años de trabajo usan la tecnología a su favor y crean su propia base de datos, más segura y generan varios respaldos para si uno se pierde se tengan los demás.

A pesar de que el trabajo de estos periodistas es de alto riesgo, puede llevarse años para por fin verse publicado o es complicada su financiación y por lo tanto deben buscar abaratar costos y tener varias investigaciones, los tres coinciden en que la persistencia periodística puede salvar primicias y encontrar aquellas respuestas a las hipótesis planteadas que son benéficas para la sociedad en general.

La propuesta final de Albarrán fue que si existe internet para la investigación periodística, para la consulta social, para la publicación de los materiales finales, también se debería emplear para compartir en línea el proceso de realización de la investigación en donde se dé cuenta de los recursos empleados y las implicaciones que conlleva realizarlo. “El arduo trabajo de un periodista debe tener un espacio y para que estas investigaciones sigan solucionando problemáticas o siendo parte aguas, se deben compartir desde su etapa inicial con la audiencia”.















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