CUMBRES, UNA PELÍCULA ORGULLOSAMENTE MEXICANA


Por Ilse Sotelo Salas Verdiguel
México (Aunam). Es difícil comprender que no todas las buenas películas se encuentran en las grandes salas de las multimillonarias empresas que exhiben cine en México, porque cuando ves algo realmente bueno lo primero que deseas hacer es enseñárselo a los demás, sobre todo con el cine nacional que compite con muchas dificultades con películas estadounidenses cuyas inversiones son millonarias.

“Cumbres” es una película que no habla de narcotráfico, no exhibe el florido vocabulario de los mexicanos, no presume la corrupción ni tiene escenas de sexo. Gabriel Nuncio, director y guionista de dicha película, se inspira, sí, en un crimen que sucedió en 2006 en Cumbres una colonia en Monterrey, estado de donde es originario, para crear una historia de fidelidad entre dos hermanas.

Miwi (Aglae Lingow) es la hermana menor de Juliana (Ivanna Michel), quién es despertada abruptamente y asignada a conducir el auto hasta Querétaro con su hermana. Sin saber lo qué sucede obedece las órdenes de su padre y conduce pasando por diversas adversidades que hacen que poco a poco sepa lo que le sucedió a su hermana Juliana. Un lazo muy fuerte se empieza crear entre ellas, lo demás queda a un lado mientras estén juntas.

Es una película nos permite sentirnos orgullosos del cine nacional y sus nuevas propuestas. Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Gabriel Nuncio y preferimos que el resto de los detalles los sepan de él:

¿Cuéntanos sobre tu trayectoria como cineasta?

Sabes, me cuesta mucho trabajo decir que soy cineasta, siento que todavía no. Hay como cuatro o cinco cineastas en el país, pero es todo un tema. Tengo como 8 años trabajando dentro de películas. Mi primer trabajo en el cine fue en un cortometraje en producción, y luego muchos años estuve haciendo videoclips como vivía en Monterrey la única estrategia a la mano para meterse al cine es hacer videoclips.

Luego hice muchos gruperos fue lo que más hice de los 20 a los 22 años, luego a los 23 me invitaron a estudiar a la NYU (New York University) a tomar clases de actuación. Allí conocí un chico que se llama Cary Fukunaga productor de True Detective y a Pato Serna, y junto con Rodrigo Guardeola, baterista de Zoe, y hace la música del cortometraje que se llamó “Victoria para Chino” y de alguna manera ese cortometraje fue el que me impulsó a entender cómo se hace cine, ganó muchos premios.

Luego me invitaron a hacer el largometraje “Sin nombre” en el que estuve involucrado un par años y por esa película entre a Canana allí hice varios proyectos, hice producción ejecutiva de cuatro películas, escribí un largometraje que se acaba de filmar que se llama “Los Herederos” y en el 2009/2010 preparé “Cumbres” que finalmente la hicimos a principios del 2012.

¿Estudiaste cine?

No, fueron puros cursos, estudié Comunicación en una universidad equis. Pero los dos cursos más importante que tomé fueron en Cuba en San Antonio de los Baños de Dirección de Actores donde conocí a una maestra que se llama Marketa Kimbrell y ella era la Directora de Drama en NYU y me invitó a tomar clases gratis allí y fue un tema muy delicado porque acababa de pasar lo del 11 de septiembre y como invitado en la escuela, por ser una invitación extraoficial, era muy extraño.

¿Te inspiraste en un hecho real para Cumbres?

Sí, regresando de Nueva York (2006), llegando a Monterrey tuvo lugar un crimen que seguro será muy recordado, transcendió y todo mundo hablaba de eso. Yo tenía una novia de allá y le traducía a mi novia lo que pasaba y en una ocasión leí en una nota de dos líneas que decía que el presunto asesino había escapado con su hermano a Oaxaca y nada más venía eso. Recuerdo que pensé que eso podría ser una buena historia, pero en ese momento no decidí que fuera a hacer una película simplemente lo fui reflexionando y platicando, ya después pensé que podría ser una buena película y finalmente la escribí tres o cuatro años después.

¿Por qué pasaste de personajes masculinos a femeninos?

Eso fue en el casting, después de nueve meses de buscar hombres y pensar que no iban a encontrar casting, conocí a Aglae que estaba con Ivanna que además eran amigas desde el kínder entonces funcionó muy bien. Ésto me sirvió porque me agobiaba mucho hablar del caso, de hecho en Monterrey la gente me buscaba porque sabían que iba a hacer una película sobre ese tema, y no era eso. Entonces fue muy refrescante encontrarlas para alejarme totalmente del caso original.

¿Por qué en blanco y negro?

Porque originalmente fue sólo una idea estética, la queríamos hacer en 16mm, film, blanco y negro, súper romántico según nosotros y luego descubrimos que eso era muy caro. Y eso tiene mucho que ver porque cuando trabajábamos haciendo videos gruperos los hacíamos como películas, eran videos en 16 mm y nunca nos dejaron hacerlos en blanco y negro porque los gruperos se escandalizaban con la idea.
Para “Cumbres” fue más o menos un capricho, luego vimos que era muy caro y no nos iba a alcanzar pero lo mantuvimos y luego reflexionando de por qué elegimos el blanco y negro así como sólo elegimos dos párrafos de esa historia, que sinteticé tanto y así le quité el color.

¿Cómo fue la relación con las actrices?

Estuvo muy bien, parte importante fue que nos hicimos amigos. Hubo una suerte de confidencialidad entre nosotros, nos contábamos cosas; fue una relación como de tío-sobrinas y estuvo muy bien. Me acordaba ayer que Aglae no sabía manejar entonces yo le enseñaba a manejar y luego salíamos a lugares, creo que eso fue un proceso importante: que ellas me tuvieran confianza.

¿Por qué usar un recurso que no está muy explorado en el cine mexicano: el suspenso?

El mismo origen, no fue algo que haya planeado porque además luego se diluye un poco para convertirse en otra película. Pero no es un recurso del que haya echado mano sino que me pareció muy natural. Escribí el la primera versión del guión en una semana y era lo que tenía, luego fui recortando cosas.

¿Por qué construiste la historia de modo que siempre los personajes saben más de lo que sabe el espectador?

Lo que yo quería era contarla desde punto de vista de la hermana menor, de Miwi entonces tenía que dosificar la información para tener la misma que la que ella tiene. Luego siento que se puede prolongar y decir “ya quiero saber lo que está pasando”, pero es un poco cómo lo imaginé porque nunca hice una investigación del caso.


¿Cómo fue conseguir las locaciones?

La película la hicimos en un momento en el que Monterrey socialmente estaba pasando por una etapa desafortunada. Cuando yo hacía videoclips era fácil encontrar locaciones, le decías a alguien te abría la casa te hacía limonada…era muy amigable. Después del 2006 que inicia la guerra contra el narcotráfico, se cierran las puertas: no cualquier persona te dejaba entrar, los permisos no eran tan fáciles de conseguir, para los actores también era difícil.

Antes en los castings eran filas de gente y ahora ya no; en el 2004 cuando hicimos el cortometraje de “Victoria para Chino”, nosotros íbamos a las calles donde había mucha gente, había movimiento y ahora con la película no había gente en las calles. No sé si es una combinación de lo que estaba pasando en Monterrey socialmente y la proliferación de los juegos e internet; y como yo buscaba gente de entre 16 y 20 años no había, y pensaba “¿En dónde están todos?”.

¿Qué opinas del cine mexicano actual y qué sientes que aportas con tu película?

Creo que están pasando dos cosas con el cine mexicano. La primera es que se está produciendo mucho y está bien porque eso va a provocar que en tres o cinco años haya verdaderamente una personalidad en el cine nacional porque la mayoría de las películas que conocemos ahora son la segunda o tercer película de los directores, entonces en cinco años ya que su manufactura, su tono y visión se estén consolidando vamos a tener un cine bien interesante y para diferentes públicos. Creo que viene un gran momento para el cine mexicano.

Lo segundo es que muchas de las películas que se producen no hay posibilidades de verlas y creo que se viene una parte importante porque hay muchas que no llegan a los cines y que ni si quiera llegan a festivales; eso no está bien ahora pero está bien en el sentido en que en un par de años vamos a descubrir a esos directores y volver la mirada a sus primeras películas.

En mi caso trabajé con mucha gente con la que ya había estando colaborado y es una armonía que se transmite en la película. Desde Rodrigo que hace la música, Israel Cárdenas que hace la fotografía y que con él hacía videos gruperos, Alexandro con el que estudié en la universidad.

Creo que es una película que se hizo entre un grupo en que la mayoría son regiomontanos y eso le da una personalidad distinta a la película, por haberse hecho en una geografía distinta y por gente que no pasó su adolescencia acá (D.F.)… y no quiero ponerme regionalista pero creo que eso le da un swing, y viene un gran momento para películas de otros estados; y eso va a estar bueno es el inicio de la descentralización.

¿Fue difícil encontrar la manera de distribuir tu película?

No fue tan difícil, llevo ocho años viviendo en el D.F. entonces fue fácil saber a quién podría interesarle. Además desde el festival de Valdivia había presentado esta película en Chile y estaba Paula Astorga (directora de Circo 2.12, distribuidora de cine en México) y le interesó, entonces cerró muy bien ese capítulo porque fue como lo distribuí por medio de Circo 2.12.

¿Qué proyectos tienes actualmente?

Abrí una agencia con unos amigos periodistas y guionistas que se llama Bengala. Y aquí en Woo Films estamos elaborando muchos proyectos para cine y televisión, todavía no hay ninguno del que pueda hablar porque son procesos muy largos pero escribí un guión de una comedia que será mi siguiente película.

Y es que aunque “Cumbres” es una película que le recomendamos a todos y quisiéramos que todos pudieran verla aunque no ha sido distribuida en las grandes salas, sí ha estado en Riviera Maya Film Festival, Baja Film Festival, SWSW en Austin, Festival Internacional de cine de Valencia, FICUNAM festival en el que se realizó su estreno a nivel mundial y en la Cineteca. Más vale no quitarle el ojo a los proyectos de Gabriel Nuncio, que está contribuyendo y lo seguirá haciendo en lo que él llama el “cine interesante ” que vislumbra en un futuro cercano.




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