14 de junio de 2013

LAS PAREDES OYEN…Y TAMBIÉN EDUCAN


Por Cuauhtémoc Mondragón López
Cae la tarde y las sombras al interior de la obra en construcción comienzan a hacerse tenues sobre el suelo. En los muros retumba el eco que dejan los pasos de los obreros, quienes se enfilan para encontrarse con el ingeniero Carlos Paredes Salazar, pues es día de pago de salarios. Este los recibe y les pide que aguarden: “Señores, en lo que yo hago cuentas escuchen a mi hija”. Con apenas seis años de edad, Elia se acerca a los trabajadores y sube a un banquillo, donde comienza a declamar para ellos los versos que solía leerle su padre con tanta ternura y dedicación…

“Brindo por la mujer, mas no por esa en la que halláis consuelo en la tristeza, rescoldo del placer, ¡desventurados!; […] Yo no brindo por ella, compañeros. Siento por esta vez no complaceros: Brindo por la mujer…”.

Actualmente, aquella niña que a edad tan temprana mostraba un enorme gusto y avidez por la lectura, recibe en el año del centenario de la Universidad Nacional Autónoma de México el reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz, en honor a sus más de cuarenta años de labor académica y aporte a las áreas del conocimiento en pedagogía y lingüística.

Se trata de Elia Acacia Paredes Chavarría, doctora en Letras Iberoamericanas, a quien en 2011 le fue otorgado por la misma casa de estudios el Premio Universidad Nacional, gratificando así la aplicación de su método de enseñanza de la lengua española en el programa para cómputo Exa-Orto, cero errores ortográficos.

Dicho método se encuentra contenido en su libro Prontuario de lectura, lingüística, redacción, comunicación oral y nociones de literatura, el cual se emplea a través del Programa de Mejoramiento del Proceso de Enseñanza del Español (PMPEE), operando en la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, en el Colegio de Bachilleres del Edo. de Hidalgo y en la Universidad Autónoma de Nuevo León, por mencionar sólo algunas instituciones.

La profesora Elia es también fundadora de la Asociación Mexicana de Profesores de Lengua y Literatura, cuyo objetivo es investigar y divulgar temas de educación, al integrarse con otras asociaciones latinoamericanas como la Asociación de Profesores de la Lengua y Literatura de Cuba, Argentina y la Asociación de Profesores de Venezuela.

No conforme con ello, ha desarrollado muchas otras actividades artísticas, culturales y de participación ciudadana. Ocupó la jefatura del Departamento de Literatura de la ENP en la UNAM durante 16 años y participa actualmente dentro del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador.

¡Precaución! Obra y sueños en construcción

Producto de la unión entre Carlos Paredes y Carmen Chavarría Segura, Elia Acacia nació en 1942, entre los trozos despostillados de una Revolución que pareció caminar con intención de progreso durante el sexenio de Lázaro Cárdenas, de 1934 a 1940, hasta que tropezó con la I mayúscula del entonces recién fundado Partido de la Revolución Institucional (PRI).

Ambos padres se mostraron siempre preocupados por hacer felices a sus hijos y compartirles lo que sabían. La situación durante la infancia de Elia fue precaria, no obstante, la familia siempre encontró apoyó entre sí. Sus hermanos, todos menores que ella, son técnicos en radio y televisión.

“Mi padre recibió los beneficios de la posrevolución. De no ser por la escuela pública y el Instituto Politécnico Nacional, no hubiera podido hacer carrera”, afirma la maestra, quien aplica examen en el Laboratorio Avanzado de Ciencias Experimentales (LACE) a sus alumnos de área 4, orientada a las artes y las humanidades, en la Preparatoria 8 de la UNAM.

“Él era un lector muy voraz, tenía la costumbre de leerme muchos cuentos y poemas todas las noches con una ternura y una elegancia en la lectura formidable”, rememora la profesora Elia observando las luces del techo, como si tuviese aun frente de sí al señor Paredes declamando los poemas que de pequeña causaron en ella gran deleite.

“Un día mi padre perdió su trabajo, por lo cual mi madre se dedicó a hacer gelatinas y mis hermanos a entregarlas. Afortunadamente encontré un trabajo de cajera con el cual pude sostenerme a los 16 años y proseguir mis estudios. Pienso que esa difícil situación provocó que mis hermanos no estudiaran una licenciatura”, reflexiona la doctora.

El largo y oscuro cabello de la doctora Elia luce siempre recogido hacia atrás por una larga trenza que devela una lúcida frente, dibujándose bajo de ella los delicados trazos de sus cejas, mismas que acentúan las emociones denotadas por sus ojos llenos de vitalidad, ojos que atesoran tras de sí sabiduría y erudición, y cuyo destello pareciera no haber visto pasar los ajetreados procesos históricos de México durante más de la mitad del siglo XX.

A pesar de no vestir aquel día el habitual atuendo que le caracteriza, dotado de elementos tradicionales muy latinoamericanos, porta un par de aretes artesanales de colores muy intensos. Se trata, quizá, de la metáfora perfecta que describe el sistema de valores personales que ha regido su vida y carrera a lo largo de los años: sutiles, discretos, pero ciertamente manifiestos, portados con orgullo y un natural encanto femenino.

La profesora ha residido siempre de manera estable en el D.F., en el barrio de San Juan, Mixcoac, donde actualmente desarrolla por parte de MORENA la actividad política. “La mayor influencia política que recibí en el Bachillerato. En mi colonia privaba la indiferencia, pues no había un desarrollo político y mis padres desafortunadamente no tenían una gran formación política”.

Al descubrir que yo también habito en esa localidad, no perdió un sólo momento para interrogarme acerca de la dirección donde vivo. “Te voy a invitar a las juntas vecinales ¿eh?”, me comenta mientras sonríe por la gracia que nos genera la inversión de roles.

Declamaciones, recitales… chismochos argüendes

“A mí me tocó crecer en la época de Miguel Alemán y Adolfo Ruiz Cortines, cuyas políticas fueron incrementando la tensión hacia Estados Unidos y modificando la conciencia nacional. Afortunadamente heredé profesores de la Escuela Socialista propiciada por Lázaro Cárdenas, quienes me inculcaron un gran amor por la patria y preocupación por los problemas sociales”.

Los alumnos de la profesora comienzan a llegar en mayor número mientras atiende hábilmente las inquietudes de cada uno. El interior del salón LACE se encuentra rodeado del color azul de los ladrillos con los que se encuentran construidas casi todas las preparatorias de la UNAM. Son los muros envejecidos donde han quedado las huellas de espíritus jóvenes.

La vida estudiantil de la profesora comienza a los seis años, cuando ingresa a la primaria Independencia en el año de 1948. “¿Y cómo se recuerda en aquel entonces?, pregunto a la maestra para recibir de ella una respuesta inmediata y definitiva: “Me recuerdo recitando”.

En efecto, el gusto por la literatura que sembró su padre en ella pronto germinó en una innata pasión por la prosa y la lírica que le llevó a ser reconocida como declamadora. No había fiesta o celebración conmemorativa en la cual no le llamaran para declamar, razón por la que recibe un notorio estímulo para participar en concursos de composición y recitales.

“Me aprendía los poemas muy rápidamente. A veces, mi querida maestra Romanita Gutiérrez me decía ‘¡Elia! Fíjate que tenemos una ceremonia y no he preparado nada para el recital de este poema’, entonces yo le calmaba diciéndole ‘¡no se preocupe!, usted déjeme ir a practicar el poema debajo de ese arbolito’, y en una hora yo tenía todo preparado”, se puede observar el regocijo que le invade al recordarlo.

Fue durante aquellos años cuando conoció a Andrea Sánchez Quintana, quien sería su inseparable amiga incluso aun después de los días de estudio en la Facultad de Filosofía y Letras, donde también coincidieron y continuaron complementando sus andares contestatarios y bohemios. Elia estudiando en Letras Hispánicas y Andrea en Historia.

“Ella influyó mucho en mi persona, tenía una formación política muy extensa pues leía siempre los periódicos y participaba en mítines. Su padre fue director de la Normal Superior, el maestro Modesto Sánchez, y su mamá, la maestra Quintana, me dio clase la en primaria. Andrea fue para mí una amiga muy íntima”.

Al ingresar a la secundaria 8, colegio femenino ubicado en San Pedro de los Pinos, el estímulo literario que recibiera la profesora Elia en la primaria se vio reducido por un ambiente de mayor rigidez. “Ahí se centraban nada más en el estudio, pero era muy agradable, porque nosotras inventábamos nuestras actividades relacionadas con el arte.

Fundamos un grupo entre Andrea Sánchez, Lucero Guerrero, Elsa Recillas, Araceli Rojo y yo -sigue relatando -. En aquel entonces el famoso cinematógrafo del país tenía por nombre CLASA, al cual asistíamos constantemente. Y de ahí fue que nos hicimos llamar de la misma forma, éramos el grupo CLASA: Compañía de Locas Argüenderas, Sociedad Anónima, ¡y éramos artistas! pues película que veíamos, película que representábamos.

También fundamos un periódico, lo nombramos El Chismocho. Lo escribíamos a máquina, ¡con papel carbón!, lo vendíamos a 20 centavos y se agotaba inmediatamente“, vuelve contenta a exaltarle el recuerdo.

Aquel ambiente de exigencia forjó en la profesora una fuerte noción de responsabilidad que habría de instarle a encaminarse en la búsqueda de una conquista poco concretada por muchos: la satisfacción personal. “No se trataba de algo coercitivo, la presión que vivimos durante la secundaria nos exhortó a no realizar las cosas solo por ganarnos una nota…te acostumbras a la perfección, a no conformarte fácilmente”, afirma la doctora Elia.

El tiempo flota a la deriva, como barco de papel

Para el año de 1957, los ánimos sociales se encontraban bastante álgidos. Había tenido lugar la conquista de los derechos civiles por las mujeres, quienes acrecientan su presencia en el mundo laboral. Juan Rulfo publica Pedro Páramo, y el boom de la Literatura Iberoamericana y las metrallas de la Revolución Cubana dejan eco en las expresiones juveniles que comenzarían a enfrentar abiertamente las condiciones de asfixia colectiva.

No obstante, se mantiene inalterable la represión de la derecha priista a todos los sectores de la sociedad, siendo caso singular la huelga de los maestros, mientras el México tradicional es absorbido por la industrialización del país. En medio de aquella concentración de fuerzas sociales, la profesora Elia ingresa al bachillerato en la Preparatoria “José Vasconcelos”, mismo lugar a donde habría de regresar posteriormente en calidad de docente.

“A mí me tocó una época muy activa”, afirma la maestra. “La escuela estaba ubicada en medio de los alfalfares y yo tenía clase a las 7 de la mañana. Tomar el transporte era difícil, sin contar que no había bachilleratos cerca de Mixcoac, por lo que tenía que levantarme a las 4 de la madrugada para abordar el único trenecito que nos llevaba hasta Tlalpan, donde no era raro que me encontrara con los toros y las vacas.

En su interior, la Preparatoria era muy amplia, muy bella. Se encontraba dotada de una hermosa biblioteca y laboratorios”, describe mientras extiende sus brazos, convirtiendo los recuerdos en materia palpable por alquimia del amor y la nostalgia.

Prevalece en la Prepa 5 durante aquellos años una fuerte demanda estudiantil, lo cual tiene reflejo en el numeroso grupo donde cursaba clases la futura doctora en Letras Iberoamericanas, existiendo intereses que se dirigían hacia diversas carreras y donde Othón Salazar, líder del Movimiento Revolucionario Magisterial, era el héroe del momento.

“Privilegiaban la enseñanza tipo conferencia, nos ponían a practicar mucho la escritura. Fue profesor mío Eduardo Blanquel en Historia y Ciencia Política, de quien seguí su tendencia Marxista, pues la literatura que me interesaba esta vinculada con las ideas progresistas. También fue mi maestro Eduardo Villegas, quien continuó siendo mi profesor en la Facultad, además de la maestra Pastrana, que nos hablaba maravillas de la literatura griega”.

Afirma convencida la profesora que el grupo más entrañable de amigos que ha tenido fue durante el bachillerato: “Incluso llegué a irme de pinta con ellos…pero sólo dos veces, ¿eh?, nomás al río a arrojar barquitos” sonríe al recalcar las contadas ocasiones en que llegó a inquirir en tan inocente delito, quizá por temor a inspirar un mal ejemplo a sus alumnos…sin embargo, no sólo de La Escritura del Dios vive el hombre, ni la mujer.

El tiempo flota sereno a la deriva como los barcos de papel arrojados al río cercano de la Prepa 5, mientras los sueños y ambiciones de la profesora Elia y sus amigos son llevados por la corriente del devenir que antecede a grandes conmociones sociales para todo el país.

“Haz algo que te guste”


“Durante la Prepa no tuvimos orientación vocacional, por eso cuando tuve que definir mi carrera lo único que se me dijo fue ‘elije una carrera donde hagas algo que te guste’, y como lo que me gustaba era leer, no fue difícil decidir”. Así, en 1959, Elia Acacia ingresa a la Facultad de Filosofía y Letras, con la plena convicción de estudiar lo que más le apasiona en la vida: La Literatura, mientras busca oscilar equilibradamente entre el trabajo, la Universidad y la importancia de “hacer un poquito por la vida propia”, como ella misma asevera.

“El escritor que más influyó en mí fue Rulfo. También Carlos Fuentes, Julio Cortázar y Carlos Monsiváis, quien incluso fue mi compañero en la Facultad. Recuerdo que él entraba como alumno a las clases de la profesora Millán. No llegamos a dialogar, pues únicamente participaba y se iba”, comenta la maestra.

La orientación que recibía la Carrera de Letras Hispánicas durante la estancia de la profesora en la Universidad era fuertemente teórica. La población estudiantil expresaba una gran inclinación por el estudio de las tendencias vanguardistas en la literatura y por las propuestas estructuralistas de Jacobson y Todorov, que comenzaban a ganar mucha popularidad. “Todo eso me encantaba”, declara con gusto y ternura.

Del mismo modo, el revuelo de manifestaciones contraculturales y juveniles estaba a flor de piel. “Nos encontrábamos inmersos en esas expresiones de cultura: bailábamos rock, admirábamos a The Beatles y asistíamos a las funciones del Teatro de Avanzada que se exhibían en El Caballito. Sin embargo, no ocupaban todo el tiempo de nuestras vidas”, afirma la profesora, otorgando siempre un peso inherente a su vocación pedagógica y lingüística.

La Ingeniosa Doctora Doña Elia Acacia de la Mancha

Es a partir de esta época que se define la postura tomada por la maestra Elia dentro de la lucha feminista y el pensamiento latinoamericano, donde ideologías como el Peronismo inciden de manera clave en su formación mientras irrumpe en el ambiente la lucha por los derechos de la mujer, celebrándose importantes congresos en México comprometidos con la causa.

“Eso dio un vuelco en mi conducta -asegura la profesora- por lo que fui vinculando el tema de la emancipación femenina con la literatura y descubriendo que había una marcada tendencia entre los escritores por mantener a la mujer en un estatus de sometimiento”, afirma.

Un sentimiento de indignación se apoderó de sus palabras, afirmando el argumento que sostuviera dentro de su tesis de licenciatura con La mujer en Cervantes; en maestría, con La emancipación femenina a través de la novela Mexicana; y en doctorado, con El discurso didáctico-político en los diálogos de José Joaquín Fernández de Lizardi.

“Justo él tiene una novela llamada La Quijotita y su Prima. Pomposa o La Quijotita, es muy liberal y lee muchos libros, razón por la cual Lizardi le hace fracasar frente a su prima Prudencia, quien es muy conservadora y sólo sabe realizar los quehaceres hogareños. Y Lo mismo fracasa La negra angustias de Hank Gonzales, que Clemencia, de Altamirano... se trata de una tendencia presente en todas las épocas”.

A las puertas del 68, la población estudiantil en la UNAM comparte un rechazo común hacia la corrupción del sistema y su autoritarismo. Es entonces que la Facultad de Filosofía y Letras, en su carácter progresista, comienza a reclamar un lugar importante en el Movimiento Estudiantil junto con las Facultades de Ciencias Sociales y Medicina. “Los de Derecho no, ellos eran los más derechizados…los retrasaditos”, refiere la profesora sin ocultar su buen sentido del humor.

“El que es gallo, donde quiera canta”.

“Antes de empezar a dar clases en la prepa 5, trabajé bastante en secundaría, cuando todavía estudiaba en la Facultad. Mi primera experiencia como docente fue a los 19 años. ¡El primer día temblaba!, pero fueron muy cordiales los muchachos”, relata de este modo la profesora, contagiando de su alegría a quien la escucha.

“Comencé en el año de 1963 a trabajar en la Secundaria 68, donde estuve de manera activa en la vida sindical. Ahí tuve serios conflictos con la dirección de la escuela, debido a que protesté, entre otras razones, porque comenzaron a correr compañeros sin ton ni son.

Fue entonces que la maestra Álvarez, jefa de Departamento de Secundarias, me dijo ‘mire, siempre la van a molestar por defender a sus compañeros, pero el que es gallo donde quiera canta. Escoja la secundaria a la que quiera ir y yo la coloco’, y fue cuando entré a la Secundaria 8”, señala la doctora, quien también participó en la huelga de la UNAM durante la tentativa de unir el sindicato de trabajadores y profesores en los años setenta.

Para 1968, a sólo un año de haber concluido la licenciatura, la profesora Elia contaba con una amplia experiencia como docente que demostró desde el primer día de clases que impartió en la Preparatoria José Vasconcelos. Del otro lado del aula, sus alumnos le guardan un inapreciable cariño a través de los años: “No pasa un año en que no me hablen por teléfono para felicitarme en Navidad, en Año Nuevo. Siempre hay alguien que se acuerda”.

De Indiana a Tlatelolco: Altos contrastes en blanco y negro

En julio de 1968, la profesora Elia se hace acreedora de la beca Fullbright, misma que le lleva a viajar a la Universidad de Indiana y visitar escuelas de toda la parte central de Estados Unidos. A su regreso, habría de encontrarse con la tremenda herida y las consecuencias que resintió la comunidad estudiantil y el país ante los crímenes perpetuados en Tlatelolco, sólo para instarle a continuar trabajando con mayor ímpetu por la educación en México.

“Éramos diez profesores de todo el país los que nos encontrábamos en ese viaje, nueve de ellos impartían Inglés y sólo yo enseñaba Español. Fue un año en el que aprendí muchísimo, sobre sus modos de enseñar y los instrumentos que utilizaban, los cuales eran de una tecnología que por entonces se trataba de algo muy novedoso”, afirma, quien hasta el día de hoy se mantiene siempre actualizada.

“Pienso que la influencia que tenía de mis profesores, quienes instaban siempre a cuestionar el fuerte contraste entre el subdesarrollo y desarrollo, me hacía sentir deseosa de expresar lo que pensaba al encontrarme allá. No obstante, fue una experiencia donde lo más grato fue el contacto con amigos de Persia, de la India, de Brasil…eso fue lo más hermoso”.

Al retorno de la profesora a México, en marzo de 1969, había sido ya retirado el astillero al que fue reducido el portón barroco de la Prepa 5, consecuencia del disparo de bazuca con el cual irrumpe el ejército dentro sus instalaciones, por orden del gobierno de Díaz Ordaz. “Cuando llegue a México encontré un ambiente muy cambiado, con toda la resaca del 68. A un amigo que ya falleció, apellidado Pacheco, lo golpearon los porros, quienes se habían apoderado de la preparatoria reprimiendo a todo aquel que quisiera levantar los ánimos.

A veces llegaban y tocaban música de rock… ¡pero muy fuerte!, trataban de impedir las clases, cortaban la luz y la dirección no podía o no quería hacer nada, pero el hecho es que había hasta balazos”, en su voz se puede advertir la gravedad del asunto. “Los porros causaron mucho daño y claro, eran fortalecidos económicamente. Pero a decir verdad, siempre ha sido un número menor el de los que agreden la educación”, opina sin titubeos la profesora.

Juventud y docencia son el prontuario de una vida

“Siempre he buscado que el alumno realmente aprenda y tenga elementos para que aún sin mí pueda seguir estudiando. Por eso procuré que mi trabajo recogiera lo fundamental de una manera clara, ahí esta todo lo que necesita el muchacho de bachillerato’”, asegura la doctora.

Su libro, Prontuario de lectura, lingüística, redacción, comunicación oral y nociones de literatura, se construye de manera escalonada, producto de una necesidad que acomete a la profesora en la tarea de producir una forma de capacitación para el profesorado del Estado de Hidalgo, y que después haría extensiva conforme comienza a dimensionar las tallas de un país lleno de problemáticas en materia educativa, como lo es México.

Así, con cada nuevo esfuerzo por mejorar lo ya perfeccionado, el proyecto se define mientras toma diversos nombres: De Ortografía Práctica a Ejercicios Léxico-Ortográficos. De Método Integrado de Ejercicios de Lectura y Redacción, a Prontuario de lectura, y de ahí, al Programa del mejoramiento del proceso de enseñanza del Español (PMPEE).

“Me interesa que el alumno aprenda, ¡pero con gusto!, que el estudio sea agradable, y no una opresión a las vocaciones, al ímpetu y al entusiasmo juvenil. Por eso nunca he querido abandonar el bachillerato, me encanta trabajar con los jóvenes, me contagian de su energía”, explica la profesora, como queriendo abarcar con palabras la medida de todas las cosas.

“Mi otro interés ha sido ayudar a actualizar al profesorado de provincia, pues existe mucha diferencia entre la preparación de profesores en el D.F. y en otras entidades. Esta razón fue la que me llevó a crear el PMPEE, el cual han solicitado aquí y en otros estados. Yo se los obsequio, ¡que vaya y circule!”, expresa deseosa y llena de anhelo.

“Nos han escrito correos electrónicos reportándonos casos donde las escuelas tienen 3 libros por biblioteca, e inmediatamente nos hemos movilizado junto con Paco Ignacio Taibo para enviarles una biblioteca completa. ¡Por eso hay que aprovechar la herramienta de internet!, pero he ahí otro problema, pues a veces hay una computadora por escuela, o el internet es deficiente…de todas maneras, hay mucho interés en los profesores por entrar en ese medio. Yo siento que hay mucha vocación de magisterio en el profesorado mexicano”.

Transformar lo difícil en sencillo: Tarea del profesorado

“¡Imagínate qué alegría tan grande cuando recibí el premio Sor Juana Inés de la Cruz! ¡No, maravilloso! Una ceremonia muy elegante, muy sencilla y muy conmovedora. Ya tenía tiempo compitiendo pero todavía no me tocaba, y ya me tocó”, describe en tan breve remembranza. “Uno va buscando actualizarse, encontrar diferentes formas de trabajar con una diversidad de opciones”, afirma la profesora, quien comenta encontrarse muy interesada en las investigaciones que esta generando la nueva tendencia por el estudio de la dinámica cerebral.

“Tenemos que seguir estudiando mucho y transformar, porque esa es la labor del profesor: Transformar lo difícil en sencillo. Por ello hago traducción de estos estudios cerebrales, porque están generando nuevas perspectivas de enseñanza que todavía están en embrión, pero que yo ya las estoy activando, estoy experimentando siempre”, afirma vislumbrando hacia delante, pues como ella afirma, “se trata de una meta enorme y larga”.

“Mi más grande motivación a lo largo de 40 años de docencia ha sido el cariño, sin eso no se hace nada. Siempre estoy muy contenta dando clases. Soy feliz así: Con mis niños, cantando, escribiendo, actuando…pienso que me pagan por ser feliz”, un suspiro exhala desde su pecho al quedar reconfortada con su respuesta.

Siempre acotadas, siempre humildes son todas las intervenciones de Elia Paredes para hablar de Elia Paredes, negándose cortésmente a que le asciendan al podio de los ganadores pues es su trabajo el único objeto de emotivas palabras que poco relucen para sí, y mucho para quien tiene la oportunidad de aprender al escucharle predicar lo mejor de sí.

“La vida no tiene sentido si no te trazas un concepto de vida, una vocación social. Si sólo piensas en ti, como que se cierra el ámbito de tu proyección. Por eso es necesario ver más allá, pensar en los demás y desarrollar esa consciencia social, es lo que le da más sentido a tu existencia, le da fuerza y la despoja del vacío. Es el amor a mi país…y a estos escuincles, pues no quisiera que sus vidas se sintieran en ningún momento vacías”.






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ÁLVAREZ BETANCOURT: POESÍA MÁS ALLÁ DE LO APARENTE

Por Liliana Rayón Castellanos
México (Aunam). Con el poema de su autoría “Canción de olvido” es como Benjamín Álvarez Betancourt describe su incursión a la poesía, como una actividad que empezó accidentada y que después pasaría a convertirse en parte de su ser y que tiene como inspiración los sentimientos más sublimes.

Naciste en una boina de ilusión,
cuando el sauce de río era armonía,
de páramo crecer te presentía
al ritmo de tu cuerpo y mi emoción.
Contigo en el volcán de los estragos,
al temblor te prendiste de alta loma
y a tu sombra quedé como una hiedra.
Hoy te miro en el lirio de los lagos,
en el nido escondido de paloma
y en el pardo silencio de la piedra.




Describe al poema como un casquillo que necesita sólo de una pequeña chispa para ser disparado, que siempre llegará hacia algún lugar y que al impactar el corazón del hombre es capaz de llevarlo a otro plano.

-¿Desde siempre se sintió atraído por la poesía?

-No tuve la vocación de ser poeta -responde el escritor.
Había un incipiente gusto por ésta pero era en un plano superficial, fue hasta ya muy entrada mi adultez que en realidad empecé a adentrarme en ella. La temática de mis versos ha ido evolucionando en algunos aspectos pero creo que siempre se escribe a través de vivencias.

“Mi poesía siempre ha ido dirigida a las personas que buscan encontrar respuesta a todos los misterios del mundo y de la vida por medio de las bellas artes.”

Su voz es apacible. Se toma su tiempo para responder como si dentro de él hubiera un compendio de millones de palabras formadas esperando a ser dichas. Su cabello negro hace juego con su camisa de tono obscuro, su vestimenta nada extravagante denotaba la misma elegancia que sus versos.

El literato se define como un hombre introvertido, tal vez la manera de externar su sentir es a través de los cientos de rimas que sus manos, un tanto ya cansadas, escriben, como si al plasmarlas en papel mágicamente se despegaran del mismo y flotaran hasta la boca de alguna otra persona que se atreva a pronunciarlas.

El encuentro fue en una cafetería cerca de su casa, lugar al que gusta de ir cada noche a tomarse un café y leer un libro para así poder conciliar el sueño, que desde tan temprana edad lo rehúye y que ni con somníferos es capaz de atrapar.

Su rutina dictaba que debía empezar el día con una taza de café americano. "El café siempre hace las charlas más amenas, pareciera tener propiedades deshinibidoras”, comentó.

Si de algo está seguro el poeta de la función catártica y liberadora de la literatura, ya que al escribir es como sí dejara parte de su ser plasmado, por eso mismo ven en la poesía una actividad íntima e irrepetible que permite el autoconocimiento y al mismo tiempo le da la oportunidad al lector de identificarse.

José Benjamín Álvarez Betancourt nació en Tecuala Nayarit en 1944. Estudió en el Centro Regional de la Normal en Cd. Guzmán, en 1961, y cuatro años después estudió la especialidad de Lengua y Literatura Española.

Ejerció la docencia en educación primaria en 1964; para 1971 fungió como profesor de Español y de Filosofía de la Educación en la Normal Superior de Tlaxcala.

Ha sido Subdirector y Director de educación primaria y en 1998 decidió Jubilarse para dedicarse de lleno a las actividades artísticas como la declamación y la poesía, en esta última destacó por escribir varios libros como Nacimiento de la Voz (1975) Solo Amor (1976) Por espacios de atracción de la poesía (1999) y Filtro de Silencio (2007).

Los inicios en la Poesía

-Desde la primaria recitaba poemas, en algunos eventos de la escuela, ahí empezó el contacto con dicho arte, pero realmente entré de lleno mucho tiempo después.

Empecé a escribir en secundaria pero no con una vocación literaria, sino con un sentimiento de tipo emocional hacia una muchachita que me gustaba, le escribí algunos versos pero nunca le confesé lo que sentía por ella, así que eso no llegó a ser más que un amor platónico.

-¿Hay algún poeta al que usted admire?

-El poeta del modernismo Amado Nervo es de Nayarit igual que yo, así que la mayoría de los versos que leímos en la escuela eran de él, eso influyó mucho en mí porqué ya siendo adulto empecé a leer mucha de su prosa, la cuál me sirvió de guía para empezar a escribir mis composiciones.

Hubo también otros artistas que lo inspiraron como Carlos Illescas, Salvador Novo y Jaime Sabines pero fue hasta que entró a estudiar la Carrera de Lengua y Literatura Española que tuvo la oportunidad de ampliar su acervo cultural e incluso de convertirse en Secretario de Actividades Artísticas, cargo que le permitió organizar concursos de declamación, oratoria y exposiciones de pintura.

“La comunidad normalista representó un espacio para mi desarrollo en la cuestión cultural y artística además de desempeñar un papel muy importante en mi crecimiento como escritor”.

Mi meta: una poesía que trascienda

En cada una de sus respuestas impera la actitud meditabunda, entrecierra los ojos mientras las palabras brotan, como reviviendo cada momento, esos años de estudiante, de profesor y como si la inspiración que lo invadió al crear cada uno de sus versos regresara para hacer vibrar cada una de sus fibras, puede que sea cierto y que recordar es volver a vivir.

“Nunca fui una persona muy sociable, de niño se me dificultaba hacer amigos, así que los pocos que tenía los valoraba mucho, el escribir me permitía mostrar mi personalidad, mi sentir y hasta mis inconformidades”.

Mi madre era comerciante de ropa y eso me permitió conocer varios municipios de Tecuala. La situación durante los años 60s en dichos lugares era muy precaria y tuve la oportunidad de escribir en un periódico de Nayarit, en un apartado de opinión, que tenía como fin mostrar la realidad que estaba viviendo dicho estado, así empecé a externar mi sentir por medio de la escritura y tiempo después lo haría con la poesía social.

Benjamín Álvarez siempre ha tenido muy claro cuál es la finalidad de su poesía y en realidad nunca fue un medio para ganarse la vida. El ejercer la docencia como maestro de primaria le permitió vivir sin carencias y cuando se jubiló tuvo el tiempo suficiente para dedicarse de lleno a sus pasiones; la poesía y la declamación.

Su meta es realizar una poesía trascendente, “que me lleve a conocer la realidad que esta más allá de lo aparente.” Una capacidad del ser humando es la de evolucionar en su forma de pensar y mi concepción del ejercicio poético ha variado, ya no escribo sobre temas sociales o políticos, ahora lo hago sobre una poesía más cercana a un desarrollo artístico, puntualizó.

-La temática en su libro “Filtro de silencio” es variada, ¿a qué responde esto?

-En principio a que es un poemario y no quise que la compilación de los versos fuera sobre un mismo tema, de hecho fue en ese libro que me aventuré a inventar nuevas formas de creación poética, retomando cuestiones del surrealismo como el subconsciente y el sueño para el desarrollo de algunas rimas.

El literato nunca ha creído en una metodología para hacer poesía y aboga más bien por un estilo libre, ya que el hacerlo como una “receta de cocina” restringe al autor, le resta originalidad y lo vuelve un escrito muy impersonal que difícilmente es capaz de llegar al núcleo del ser.

No existe un método que se pueda transmitir a otra persona. El poeta debe liberarse de las formas tradicionales para hacer poesía, debe crear su propio estilo y dicho procedimiento es sólo de ese escritor, si siguiera exactamente los pasos de alguien más pasaría de ser una actividad liberadora a ser una encapsulante.

Este tipo de labor requiere de una sensibilidad que no puede ser transferible como tal, “al leer un verso puedes llegar a experimentar sensaciones diferentes a las que el autor sintió al escribirlo, eso es lo maravilloso de la literatura”

-¿Cree que para ser poeta es necesario tener ciertas características?

-Lo principal es tener la vocación, dentro de ésta tiene que existir la sensibilidad hacia la expresión poética, después el escritor debe adquirir una amplia cultura sobre las diferentes corrientes literarias, pero lo más importante es “tener el oficio de escribir”.

Hay que tomar en cuenta que esta labor, necesita ser perfeccionada, muchos de los literatos que tienen una larga trayectoria ven en sus primeras obras su inexperiencia y al contrastarlas con sus últimas creaciones se dan cuenta cómo han ido puliendo su forma de escribir, su estilo y hasta las temáticas que abordan.

A mí, por ejemplo, me ocurrió que cuando escribí mis primeros versos a la muchacha de la que te conté, yo los creía maravillosos, pero cuando los volví a leer muchos años después me di cuenta de que no eran tan buenos, para empezar el léxico era muy pobre, algunas partes eran repetitivas y el final carecía de fuerza, pero todos esos defectos los fui eliminando paulatinamente con la lectura constante.

Por eso insisto en que no es necesario empezar con una ortografía maravillosa, sino realmente amar lo que se hace.

Durante mis años de profesor me di cuenta de que hay muchos jóvenes que desde pequeños son muy sensibles al entorno y esa es otra característica fundamental para ser un buen poeta, con el tiempo sí ellos se interesaban por alguna actividad artística y eran perseverantes al practicarla se convertían en prometedores pintores, músicos o literatos.

“Si uno nace con la vena artística y la desarrolla, tiene muchas posibilidades de crear obras maestras”

La declamación me ha dado también muchas satisfacciones, en 1973 obtuve el primer lugar a nivel nacional en el concurso “Juegos deportivos y culturales del Sindicato Nacional de Trabajadores” y un año después obtuve el segundo lugar en la misma categoría, siempre he creído que el recitar esta íntimamente ligado a la poesía ya que esta actividad también requiere del aflore de las emociones.

Un tiempo también me acerqué a la pintura pero uno tiene que reconocer cuando no es tan bueno en algo, y yo no era muy bueno con el pincel y el caballete, aun así es una experiencia que me permitió conocer otra faceta mía y creo que todas las actividades que permiten el autoconocimiento no son una perdida de tiempo, al contrario son parte nuestro crecimiento como seres humanos.

Mi vida personal está plagada por las bellas artes. Mi hermana Socorro, que es la más chica de entre mis dos hermanos y yo, también le gusta la literatura y aunque ella no se dedica a escribir, lee bastantes obras de autores mexicanos como José Revueltas, Octavio Rodríguez Araujo, Juan Rulfo, entre otros.

Nuestros padres en realidad nunca nos inculcaron el gusto por las cuestiones artísticas, ellos apenas sabían leer y escribir, además de que la mayor parte de mi niñez y adolescencia la viví en un rancho, esos factores dificultaron que yo pudiera tener un acercamiento a temprana edad con las actividades culturales, pero en realidad a pesar de eso disfrute mucho mi niñez, tal vez el ambiente tan apacible del campo me sensibilizó.

Podría decir entonces que fue el mismo destino el que me fue acercando más y más a la poesía y en realidad no me siento desafortunado porque a pesar de todo lo que ya te conté disfruté mucho de mi infancia. Recuerdo que había un río cerca de mi casa y en primavera cuando salía de la escuela me iba a refrescar ahí y precisamente esa vivencia fue mi inspiración para hacer uno de mis poemas titulado “Gotas”.

-Hay alguna meta o actividad que le gustaría realizar?

-Trato de fincar mis acciones en el presente y vivir el momento, pero si me diera el permiso de pensar a futuro, me gustaría viajar por toda la Republica Mexicana, aunque he tenido la oportunidad de conocer varios estados del país, nuestra cultura es tan basta que uno se sigue sorprendiendo, esa sería mi plan a futuro.

Para Benjamín Álvarez Betancourt lo más importante es su desarrollo personal, “uno muere el día que deja de aprender, no quiero caer en la mediocridad y por eso crecer como ser humano es mi mayor satisfacción.”

Cuarto Menguante

la vida en el vaso
casi desborda
avanza por las vísceras de niebla
los que aman
abren puertas
entre la silvestre yerba
de la noche
y se alimentan

amar hasta odiar
es creación y desastre
vida que se mueve
entre formas
pulidas por dolor de taco frágil
en oscuridad la serpiente
la almohada está en silencio
tal vez
al amanecer
se desprendan de la noche
algunas gotas de lluvia.


Este poema es una de las últimas creaciones de Benjamín, el cuál, ha prometido seguir deleitando a sus lectores con más poemas de corte surrealista, agregó que la escritura es algo que seguirá practicando debido a que “es un riego que es capaz de llegar a todos los rincones de quién se atreva a abrir un libro”.



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DODERO: EL HOMBRE DETRÁS DE LAS PINTURAS

Por Luis Miguel Urbina
México (Aunam). Creativo, emprendedor, sensible y apasionado, Alexandre Dodero es un pintor mexicano que comienza a abrirse paso dentro del ámbito artístico. Convencido de que la pintura es un medio efectivo para encausar emociones, plasma con mucha entrega y vitalidad lo que se halla en las profundidades de su sentir.

De trato ameno y directo, Alexandre Dodero concede la entrevista un domingo por la tarde, en un apartamento donde planea mudarse dentro de poco tiempo. Fiel a los aires libertarios propios de los artistas, se encuentra remodelando el piso donde tiene contemplado vivir. Las paredes han sido pintadas de original manera: Varios pájaros -quizá canarios-, matizados a negro y azul claro, vuelvan con total libertad. En una esquina, un poco escondido, un gato acecha con cautela.


Al observar mi mirada un tanto inquisitiva, un tanto admiradora, Alexandre explica que aún está trabajando en la pared. “Trato de ambientar el lugar dándole un toque muy personal.” En la sala y en los pasillos, aún en espera de más muebles, ya cuelgan las obras de su autoría. Vivos tonos amarillos y naranjas contrastan con el pasivo azul cielo. Alexandre se sienta frente a mí, toma una botana y con la mirada me invita a comenzar.

El humano tras el artista

Soy un chavo de 32 años, orgullosamente mexicano, que está apasionado por el arte, el color, y la transmisión de emociones. También tengo la nacionalidad española, mi mamá es española y mi papá era mexicano. Tengo las dos nacionalidades, pero yo nací en México, y mi país ha sido y será siempre México.

Estuve en España cerca de dos años. Me fui en 2004 y regresé finales 2005. Poco después de acabar la carrera. Tengo familia allá y quería retarme. Buscaba abrirme nuevos horizontes, nada en especial. Fui a probar suerte. Descubrí que lo tenía yo que hacer no era buscar suerte, sino conseguir las cosas a base de trabajo y de una nueva perspectiva más optimista.

Aunque tengo familia cercana allá y pasé un buen rato, siempre se extraña a la gente, y a lo hermoso que es el país. Toda mi vida he vivido aquí.

En la infancia y el trabajo ¡pintor!

Siempre me gustó mucho pintar y dibujar. Mis regalos de Navidad eran cajas de colores y libros para colorear. Me interesaba tanto que llegué a tomar clases de pintura en la casas de cultura, pero sólo fue un rato. Me gustaban las manualidades. Además, mi papá era diseñador gráfico y había estudiado algo de arquitectura, así que le gustaba mucho el arte, lo tenía por toda la casa.
Me explicaba de arquitectura, de pintura. También tomaba muchas fotografías y quieras o no termina influyendo en tu vida. Se sentaba a platicar conmigo y me enseñaba sobre teoría del color, composición. De hecho, todo lo que sé sobre eso lo aprendí de él.

Estudié la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo, siempre con los Lasallistas. Me aventé todos los años posibles: primaria, secundaria, prepa y universidad. Por supuesto que acabé harto de ellos. Manejan una ideología un tanto capitalista y convierten todo en un negocio que te quita muchas cosas, y eso chocaba con mis principios. No tanto porque me privaran de algo, sino más bien porque la escuela perdió para mí ese significado institucional y pasó a ser algo superfluo, una enseñanza de cómo hacer dinero. Pero a pesar de ello logré terminar.

Hice prácticas en Novartis. Tiempo después, ya en Barcelona, estuve trabajando igualmente en Novartis, pero dejé de lado el campo y trabajé un rato en Marketing. Fue una suerte encontrar ese puesto.

En ese entonces existía la idea en muchas familias, incluyendo la mía, de que tenías que estudiar una carrera formal para "ser alguien en la vida". Todo lo demás era de hobbie. Y sí, me gustaba la química y me entretenía bastante, además le entendía mucho porque puedo llegar a ser muy curioso, pero ya eso de pensar que voy a estar toda mi vida en un laboratorio simplemente no se me da.

Actualmente tengo otro trabajo, realizo análisis de mercado para una empresa, que es de donde realmente vivo y de donde saco más dinero, pero trabajo precisamente para tener los medios y los recursos para poder dedicarme al arte. Poco a poco he ido avanzando y cada vez tengo más trabajo referente al arte y espero llegue el momento en el que pueda dedicarme al cien por ciento y vivir de ello.

Siempre hay mucho trabajo, pues me busco mi espacio, ya sea por las noches o los fines de semana. Cuando algo te gusta te buscas el tiempo para hacerlo.

Como digo, desde chiquito estaba interesado en el arte, pero lo dejé mucho tiempo por los mismos estudios. La idea de tener una base firme formada gracias a la carrera, era muy fuerte, entonces era a lo que me dedicaba. Dejé el arte por mucho tiempo, hasta que falleció mi papá. Fue entonces que lo retomé como terapia. Pasaba largos ratos solo, tratando de adentrarme en mí, encontrando mi espacio. Y fue en la pintura donde lo hallé. Ya hace unos cinco años de esto, y desde entonces no he parado.

¿Ha evolucionado tu arte?

Sí, claro. En los comienzos era muy sentimental, buscaba expresar mucho de lo que llevaba adentro, pero sin que la gente lo pudiera ver. Por eso empecé con una especie de action-painting combinado con algo surrealista.

El action-painting es muy expresivo, y el hecho de que puedas arrojar pintura como si estuvieras arrojando el sentimiento es muy terapéutico. Puedes plasmar todo el movimiento y las sensaciones, pero de una manera muy abstracta, y eso ayuda mucho. Ahora estoy haciendo algo más pop, pero sigo incorporando elementos de lo que hacía antes, como las líneas y el movimiento. Busco darle continuidad a lo que hago, no hay como un corte brusco y radical. Si es un cambio fuerte, pero aún conserva mucho de lo de antes. Es algo evolutivo.

Aún hay mucho sentimiento, pero ahora, con los retratos, es como un tipo de homenaje a las personas que plasmo en los cuadros. Pinto pensando en lo que siento por ellos o en la admiración que les tengo. Muchas de las personas a las que pinté en esa última colección están un poco lejos de mí. Pintarlas es una forma de tenerlas más de cerca, es por eso que lo disfruto mucho. Cada uno tiene un enfoque especial. Por eso surge la colección "líneas a distancia": las líneas que pinto me unen a ellos.

¿Qué crees hubiera pensado tu padre de ver tus obras?

Me encantaría que las hubiera visto, pero más me encantaría que estuviera aquí. Es algo que ya no se puede remediar. Hay una que es de él. Es muy significantiva, y de hecho estuvo incluida en esta colección 2012.

Alexandre, en tus propias palabras, ¿cómo definirías tu trabajo artístico?

Es una especie de Arte Pop geométrico con destellos de volúmen. Incorporo varios tonos porque me apasionan mucho, y las emociones que se pueden transmitir a través del color ayudan a transmitir muchas otras cosas.

También hay influencia de las calles, del street-art, y a final de cuentas trabajo con un stencil mucho más elaborado, a tres o cuatro capas. Es una abstracción. Trabajo la foto, extraigo las sombras y ya después lo dibujo para incorporar poco a poco el color. Además me gusta meterle un poco de volumen Todas tienen diversos elementos que vuelven dinámica la obra, no me gusta queden en lo plano, en un brochazo; juego mucho con el volumen.



El medio y sus dificultades

El medio artístico no es fácil. Es mucho de picar piedra y trabajar arduamente. También es mucho de establecer un nombre, porque tú puedes ser de técnica excelente, pero sin un nombre igual y no vales para el medio. Tienes que trabajar mucho para que la gente vea que existes y empiecen a voltear a ver lo que haces. Poco a poco va siendo más fácil, y se va creciendo.

Al principio era más de tocar puertas. Abraham, mi agente de relaciones públicas, me ha ayudado mucho con eso. Poco a poco ha ido creciendo la difusión y ha corrido el nombre. Por ejemplo, ya las últimas entrevistas o publicaciones han llegado por cuenta propia.

Ahora tengo un proyecto donde mis obras están plasmadas en diversos artículos, como cuadernos. Es difícil que la gente te compre cuadros tamaño regular, son demasiado grandes. En cambio un cuaderno lo compras fácilmente, además funciona como marketing, porque el cuaderno lo puedes llevar a todos lados, a la gente le gusta y comienzan a conocerte.

Sé que también haces obras bajo pedido…

Sí, se trata de obras originales, hechas bajo pedido. Es una forma de ganar dinero haciendo lo que me gusta. Me toma unas tres semanas terminar un encargo. Hace poco me encargaron una que se fue hasta Mérida. Además en las exposiciones también busco vender algunas obras.

A futuro

El 2012 fue un año exitoso para ti ¿Cómo va el 2013?

Bueno, de entrada ya hay varios proyectos. Ahora estoy trabajando en una colección que rinde homenaje a personajes públicos importantes. Tengo ya algunos como Chaplin, Juan Pablo II, Frida Kahlo, El Ché. Siento que estos personajes han logrado ser imágenes destacadas porque hacen algo significante para la gente, se podría decir que dentro de su ámbito muy propio fueron excelentes.

Alexandre me entrega su tarjeta de presentación, donde se encuentran todos sus datos de contacto. Me da un recorrido breve por todas las obras repartidas a lo largo de su futuro hogar. Le pido unas fotos y sonriente posa junto a sus obras. Le doy las gracias y me despido. Con amabilidad me conduce hasta la puerta.

Antes de que salga, me detiene para enseñarme una jaula abierta, pintada en la pared justo detrás de la puerta de entrada. Como si hubiera estado guardando la frase desde el principio, me dice: “Para que los pájaros vuelen en libertad, alguien o algo tiene que abrir la jaula” La puerta cerró tras mi salida. Un gato negro se quedó acechando entre las obras repletas de color.





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13 de junio de 2013

UNA MIRADA A LA REALIDAD CALLEJERA

  • ¿Por qué hay jóvenes en situación de calle?
Por Mariana Cuazitl
México (Aunam). Una botella con agua y una franela azul marino son los utensilios que desde hace siete años usa para limpiar parabrisas de automóviles que circulan sobre Paseo de la Reforma. En la esquina del Eje 1 Norte (al exterior del metro Garibaldi) trabaja “el Chino”. Se quitó su gorra roja y con una sonrisa en el rostro mostró sus rizos negro opaco. Tal vez, porque no habían sido lavados desde hace una semana.

“Cada ocho días me remojo en las regaderas que cobran treinta moneditas, hoy me toca baño”, expresa. Desde los trece años salió de su casa porque su madre lo maltrataba y creyó que en las calles podía disfrutar de una vida sin reglas impuestas por su “jefecita”.

María Mendoza, psicóloga por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Alejandra Salguero, profesora titular de la carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala (FES), aseguran que entre las causas principales del varón en la inserción de la calle están las formas de imponer la disciplina, la represión, la indiferencia y el ambiente hostil en la familia.

Su madre siempre le decía que su padre la abandonó cuando supo que estaba embarazada de él. “Los hijos provenientes de los embarazos no deseados en la adolescencia son los que terminan viviendo en las calles. Muchas veces los padres descuidan a sus niños. No les dan amor”, dijo en entrevista Mariamar Estrada, directora de “Ayuda y Solidaridad a niñas y jóvenes de la calle”. Según ella, las trabajadoras sociales que investigan los paraderos de éstas se encuentran con que un 40 por ciento de los casos son hijas de parejas entre 13 y 22 años.

“Anda mal viajado”, afirma “el Chino” (refiriéndose al “balín”, “su bandita”). Quien trabaja desde los diez años vendiendo dulces. A los 14 años abandonó su hogar paupérrimo y empezó a dormir a las afueras del metro Garibaldi. De esto hace 3 años, tiempo que lleva drogándose. “Yo no me mal pasó, aunque también me drogo con piedra; pero más con el activo”, cuenta el joven de la gorra roja que esconde su mirada detrás de unos lentes de sol negros.

Ariel Gustavo Forselledo en su investigación “Niñez en situación de calle. Un modelo de prevención de las farmacodependencias basado en los derechos humanos” afirma que los jóvenes en situación de calle desde niños abandonaron sus hogares por “sufrir los efectos acumulativos de la pobreza, el hambre, la disolución de las familias, el aislamiento social, la violencia y el abuso”.

Por tales motivos, ellos se ven obligados a cuidar de sí sin tener una identidad personal definida. Esto implica que los niños en situación de calle que crecen hasta volverse adolescentes no cuenten con las aptitudes ni la educación para enfrentarse a la vida y, por ende, tiendan a consumir drogas. Acción que la perciben como una forma de sobrevivir. Los jóvenes de la calle se drogan para saciar su apetito, al menos así lo reconoció el “Chino”.

Según Mendoza y Salguera, autoras del artículo “Paternidad en jóvenes en situación de calle” de la revista digital Rayuela, el uso de la drogas da un sentido de pertenencia a los jóvenes que permanecen en los espacios públicos, y que con el paso de los días se vuelven adictos. Eso representa un problema para las instituciones que intentan ayudarlos y “sacarlos de ese ambiente”, implicando que los adolescentes sigan habitando las calles.

El joven de cabello chino cuenta que cuando era “chavito” se alucinaba “gacho”; sin embargo, cuando nació su hija (hace cinco años) disminuyó su consumo. “A veces me dan ganas y ¿por qué no?, me drogo, verdad”, afirma.

La maternidad callejera es otro motivo por el cual la población de niños y jóvenes en situación de calle se acrecienta cada vez más. Según el Programa Nacional de Salud 2007-2012 hace un lustro que el 21 por ciento de los partos atendidos en el país se realizó en menores de 20 años.

Laura, en entrevista con El Informador, reveló que después de la muerte de sus progenitores y su hermana se quedó sola, sin que ningún familiar la protegiera. A los 10 años se salió de su hogar y trabajó en los alrededores del metro Cuitláhuac. “Empecé a enfrentar la calle, las consecuencias, a pasar frío, hambre. Nunca molesté a mi familia, siempre quería que alguien me escuchara; pero no había esa persona”.

El investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, David Ordaz, explicó al mismo diario que “el abandono emocional se comprende, asimila y reafirma en un tipo de acuerdo no verbal, es decir: yo me escapo de la casa y la familia al no buscarme quiere decir que está de acuerdo con que me haya ido”.

También aseguró que la desintegración familiar, el abuso y los malos tratos propician que la calle se vuelva el único hogar de los jóvenes en esas situaciones.
"Hubo muchos problemas en mi familia, mucho daño que hasta ahorita no puedo sacar; por eso me salí a la calle, por eso me refugie en las drogas, por eso yo no quería salir adelante, quería morirme. Cuando me drogaba siempre le pedía a Dios: llévame. Yo le decía: llévame con mi mamá", narró Laura al periódico.

Según Alejandro Estevez Compean, psicólogo que ha dedicado más de 15 años de su vida a ser colaborador voluntario en proyectos con adolescencia y grupos vulnerables, la mujer desarrolla espacios afectivos en la calle para llenar un vacío que ha sentido desde la infancia. En ese contexto inevitablemente vive experiencias sexuales que la llevan a una maternidad no deseada. En contraste, los varones buscan espacios de control y expresión de su “hombría”.

A punto de cumplir sus quince años ella quedó embarazada de su primera pareja sin desearlo. Una temporada vivió con el padre de su hijo, pero les pegaba, razón por la cual se alejó de él y el niño fue recogido por una casa hogar en contra de su voluntad.

Según el psicólogo, algunas instituciones con pensamiento gubernamental creen que lo mejor es quitarles a los niños para que éstos tengan mejores oportunidades, diferentes a las de su madre. A quien se le considera como incapaz para poder ofrecerlas.

El problema son las madres que después de arrebatarles a sus hijos de forma involuntaria no son de importancia para las asociaciones; ya que se “lavan las manos” diciendo que las progenitoras no son responsabilidad suya ni de las autoridades.

Como ese caso hay más, en los cuales “se conciben a las adolescentes madres como objetos que pueden ser separados de otros objetos menores”. Ello ha propiciado que muchas de ellas se aferren más a la calle y que su resentimiento social y hacía ellas mismas les impida pedir ayuda.

De acuerdo con la directora de “Ayuda y Solidaridad a niñas y jóvenes de la calle” a causa de la soledad que sienten las jóvenes en situación de calle o bien por ser víctimas de violaciones se embarazan. Hecho que propicia la inclusión de generaciones y generaciones de niños que crecen en las avenidas, parques y estaciones del metro.

Como el caso de Luis Santoyo, quien en entrevista con la reportera Arlette Carreño, en Once Noticias, dice: “Yo tenía 6 años cuando mi papá falleció de una sobredosis de droga y a mi mamá ni la conocí”. Actualmente, vive en la Calle Artículo 123 junto con otros jóvenes. Tiene aproximadamente 18 años. Es un hijo de quien en su momento fue un adolescente en situación de calle y que actualmente está muerto.

Según datos obtenidos de un conteo mostrado en el artículo “Paternidad en jóvenes en situación de calle”, en 2002 se registró que el 56 por ciento de las prácticas sexuales son iniciadas entre los 14 y 15 años de edad y el 44 por ciento entre los 16 y 17 años.

En la actualidad se afirma que los individuos en situación de calle no tienen mucho conocimiento sobre métodos anticonceptivos. El problema de esto es que, como acertadamente lo señalan Mendoza y Salguera (autoras del escrito referido), sin usar preservativos o tomar precauciones necesarias para evitar embarazos no deseados la consecuencia será el nacimiento de un bebé. Lo cual, en opinión de Mariamar Estrada, propicia la inclusión de generaciones y generaciones de niños que crecen en las avenidas.

Los abusos contra los jóvenes en situación de calle

En la plaza Garibaldi el policía J.E., un hombre de piel apiñonada y bigotes negros, quién –vigila desde hace 8 años los alrededores del metro Garibaldi– dice ofrecer asilo y comida a los adolescentes, llevándolos a albergues.

Cuando se le pregunta la ubicación de esos lugares, tartamudea y no indica dónde están. “Pues hay varios; pero mis compañeros y yo no podemos hacer nada”. Le cuento eso al “chino” y deja salir de su boca una carcajada estridente.

Son las 3:00 pm, la temperatura de la Ciudad de México es de 30 °C. Observo la piel del “chino”. Él no porta camisa, en su abdomen se notan los huesos de sus costillas, su piel es morena y tiene quemaduras ocasionadas por los rayos del sol. Viste dos bermudas de tela desgastada, una encima de la otra y calza unos tenis negros rotos de los lados marca Converse, sus agujetas están percudidas de mugre.

“¿Nada, cómo qué no hacen nada?” “A mí me metieron en cana, disque porque había robado”, dice “El chino” al mismo tiempo que coloca sus manos a la altura de los hombros. Él comenta que lo encarcelaron durante siete meses en el Reclusorio Norte, “un día un judicial pasó por aquí y me recogió”. “Yo era inocente, de verdad de Dios, pedí que revisaran las camaritas”, exclama y señala dos cámaras situadas en un poste ubicado en la banqueta.

El delito del que lo acusaron se cometió una tarde de marzo de 2005, cuando él limpiaba parabrisas de carros. Su semblante expresa enojo al recordar lo sucedido. Manotea y se lambe frecuentemente sus labios resecos.

Desde las 8:00 am hasta las 7:00 pm “salgo a darle para conseguir la papa”, (con este último término “el chino” hace referencia a la comida). Sus manos, apenas tienen 20 años y lucen agrietadas. Maltratadas por exprimir constantemente, a diario, su vieja franela.

Él es un caso más que demuestra que algunos policías de la ciudad de México en su urgencia por cumplir con una cuota de detenciones y cobrar una remuneración económica arrestan a niños y jóvenes en situación de calle que no cometen delito alguno.

En 2008, en entrevista con Rocío González Alvarado (reportera de La Jornada), Abarca Chávez (director general de la Asociación Mexicana Pro Niñez y Juventud) asegura que las agresiones de la policía datan de la década de los 80 y principios de los 90. Esto intentó detenerse, sin embargo desde el 2002 se registra que el arresto de niños y jóvenes en situación de calle ha aumentado, sobre todo en las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza. Precisamente, “el chino” vive cerca de la calle Pedro Moreno, lugar que pertenece a la Delegación Cuauhtémoc.

Ezequiel, quien vive en el edificio de la Asociación Mexicana Pro Niñez y Juventud, ubicado en la colonia Guerrero, vio cómo arrestaron a su amigo Víctor. “Estaba moneando, lo levantaron y lo llevaron a la cuarta agencia del Ministerio Público. Lo acusaron de que llevaba una bolsa de mariguana y no lo soltaron”, explica a la periodista.

De acuerdo con el director de la Asociación, las autoridades pretenden hacer creer a la sociedad que están luchando contra la inseguridad y la violencia; cuando la realidad es que sólo atacan al sector pobre que no roba porque trabaja de mil formas, inclusive pidiendo limosna o prostituyéndose.

El semáforo marca el rojo y “El chino” corre a abalanzarse a la ventana de un Ibiza. Esta vez sólo pudo limpiar un Chevy Oxford y un Pointer negro. Se gana cinco pesos. “Cuando llueve me va mal; cuando está el solecito levantó 150 pesitos. Cuando me aliviano pues hasta los 300 pesitos”.

Él y otros jóvenes en situación de calle en el Distrito Federal forman parte de aquellos que se ubican en la zona centro. Área que, de acuerdo con la licenciada en Psicología por la UNAM y la Profesora titular de la carrera de Psicología de la FES Iztacala, atrae más a ese sector de la población, porque permite generar ingresos mediante el comercio informal como la venta de dulces y cigarros. Además de existir la posibilidad de dedicarse a ser limpiaparabrisas, boleros, cargadores, entre otros oficios.

¿A qué problemas se enfrentan las jóvenes embarazadas en situación de calle?

Christian Rea Tizcareño, en el texto “Maternidad en la calle: entre el abuso y el olvido” publicado en La Jornada, opina que la población que vive en la calle se enfrenta a ser madre, poniendo en riesgo su la salud.

Este es el caso de Lupita. “Embarazada por cuarta vez a los 23 años de edad, consumidora de drogas hasta el octavo mes de gestación, habitante del cruce de Artículo 123 y Humboldt en el Distrito Federal, mujer con “altos niveles” de desnutrición e indocumentada en su propio país luego de una década de sobrevida a la intemperie, así estaba Lupita cuando la conoció Luis Enrique Hernández Aguilar, director de El Caracol, organización no gubernamental que trabaja con personas en situación de calle”.

Si bien la llevaron de la calle al hospital Materno Infantil (fundado en 1993 por la organización El Caracol) no le dieron la atención médica debida, no consideraron la situación de riesgo de ella y su bebé; ya que el doctor la citó en un mes, sin realizarle exámenes ni un ultrasonido. Fue hasta que con ayuda de activistas y un abogado que interpuso una demanda en contra del hospital, la revisaron y el médico intervino en el parto de la joven.

Un especialista en Derechos Humanos explica al diario que esta situación hace notar que los más pobres no son auxiliados como lo presume la publicidad gubernamental. Por ejemplo, el titular Armando Ahued de la Secretaria de Salud afirma a Tizcareño que hay problemas para que las personas en situación de calle sean atendidas en los hospitales del Distrito Federal.

El personal de éstos no son los únicos que rechazan a este sector de la población que necesita la ayuda de una mano que lo auxilie. Al menos eso opina Emilia, una joven que se embarazó a sus quince años. “Vamos a charolear para los pañales de nuestros bebés, y la gente nos ve feo, con asco, como las mugrosas. Nos dan cosas echadas a perder, lo que les sobra, hasta basura comemos. Pinches policías, nos pegan, nos violan. No es sociedad, es suciedad con un presidente de mierda”, refiere a La Jornada.

¿Desde cuándo hay jóvenes en situación de calle?

Lupita, Laura, Emilia tienen algo en común: han experimentado en las calles del Distrito Federal la maternidad. En el artículo “El transitar de la maternidad callejera en la última década” Estevez Compean afirma que es hasta la década de los 90 cuando organizaciones sociales en su labor de ayuda a los niños y adolescentes que habitaban las calles desde la formación de México como nación independiente descubren que también hay niñas y jóvenes que se ocultan tras el disfraz de una imagen de varón; pero que aún así algunas no pueden huir de su naturaleza biológica: la capacidad de dar vida a otro ser.

La primera institución creada para albergar a niñas y adolescentes en situación de calle es Ayuda y Solidaridad a niñas y jóvenes de la calle. Fue fundada el 28 de julio de 1993 por Guadalupe Orvañanos de Arrangoiz, una mexicana preocupada por las infantas y adolescentes en situación y riesgo de calle. Una mujer decidida a ayudarlas, brindándoles un hogar de amor y libre de violencia. Actualmente, ella tiene 83 años.

Este es el motivo por el cual Mariamar Estrada es la encargada desde hace 10 años de sustituir sus labores: recaudar fondos con las donaciones de instituciones, realizar proyectos y supervisar los tratamientos psicológicos y médicos de las niñas.

Ella es una mujer que tiene el cabello corto y el rostro delgado, las mejillas bronceadas y la voz dulce. Un ser que ha dedicado 10 años de su vida a dar amor y comprensión a las pequeñas. “Todas las que trabajamos aquí estamos para apoyar a nuestras hijas.

Todas las chiquitas que viven con nosotras, desde la más pequeña de 3 años a la más grande de 24, han sido violadas por sus tíos y padres, golpeadas por sus madres y abandonadas en las calles. Algunas portan el virus del VIH”, afirma –con un tono quebrantado, una cara que evita realizar gestos y una mirada fija– la directora.

Las chicas al llegar de la escuela y sentarse en el comedor, la abrazan afectuosamente. Las mejillas de la mujer de voz dulce son estampadas de besos por tres víctimas de trata sexual. Fueron recatadas de la calle por el DIF y trasladadas al la asociación. Son tres hermanas de cuatro, cinco y seis años cada una.

Ella opina que esa es la mejor edad para cambiarles la vida, proporcionándoles cuidados, protección, amor, alimentos y un techo. El problema principal para modificar la situación de jóvenes que aún no han sido rescatados por instituciones es que la mayoría de ocasiones ellos se niegan a vivir encerrados y a no drogarse.

Según Estevez Compean, ellos por lo general no depositan su confianza en quienes les ofrecen ayuda. Los rechazan porque piensan que los van a capturar y, por ende, pierden la oportunidad de recibir servicios que en verdad necesitan.

Para Mariamar, las víctimas rescatadas, las dos enfermeras, las tres psicólogas, las dos trabajadoras sociales y las cuatro maestras son una familia. En equipo intentan formar un hogar feliz y no un espacio de paredes frías que albergue a las niñas.

Pilar, trabajadora social de carácter simpático y dulce, cabellera corta y china, comenta entusiasmada que ella acude a los festivales de “sus hijas”, a la firma de boletas y a sus competencias deportivas. “Han ganado muchas medallas”, dice.

Una enfermera de rizos negros y sonrisa cálida, que también está sentada en la mesa, explica que ella revisa el cuerpo de las niñas y jóvenes en busca de algunas lesiones, con la intención de curarlas.

Ella comenta que la mayoría de ellas no cuentan con sistemas de servicios de salud como el Instituto Mexicano del Seguir Social (IMSS) o el Instituto del Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) o Seguro Popular, ya que en muchos casos no tienen documentos oficiales que las registre como ciudadanas. Una psicóloga de mirada penetrante y seriedad absoluta, menciona que realiza terapias de grupo para aumentar la autoestima de las “pequeñuelas” y enseñarles a convivir sin violencia.

Son las tres con treinta minutos y todas las bancas del comedor están ocupadas. Se escucha una vocecita de timbre delgado: “Gracias, Dios. Te agradecemos los alimentos que nos mandaste hoy. Bendícelos. Padre nuestro que está en los cielos, santificado sea tu nombre […]”. Después, las niñas y jovencitas toman unas cucharas, las introducen en el arroz y se las llevan a la boca.

La directora es una mujer que con paciencia explica la labor de la institución. Menciona que las niñas van a la escuela para propiciar la formación de profesionistas líderes y de personas independientes que se valgan por sí mismas.

Dice que el gobierno del Distrito Federal no apoya a las instituciones privadas y la de la que ella es directora no es la excepción. El principal sustento económico de “Ayuda y Solidaridad a niñas y jóvenes en situación de calle” son las donaciones de empresas privadas como Nike, Bimbo, TV Azteca, Vips y Viana.

En el comedor hay bullicio. Risas, voces y gritos provenientes de las personitas sentadas en las ocho mesas rectangulares. Se ven contentas, platican, juegan con sus osos de peluche y comen arroz blanco con zanahoria y brócoli.

En América Latina, hay 40 millones de niños y jóvenes en situación de calle y cerca de 100 millones en todo el mundo. Respecto a esto, Mariamar comenta que así se funden asociaciones y asociaciones su espacio para albergar no se da abasto con todos los infantes y adolecentes sin hogar que están en las calles.

El artículo de la revista digital Rayuela “¿Alguien sabe cuántos son?” muestra la siguiente tabla:


Menor en situación extraordinaria, acciones, logros y perspectivas a favor de los niños trabajadores y de la calle. UNICEF, DIF, 1990.3
• 1000 niños y jóvenes viviendo en la calle.
Primer censo de niños y niñas en situación de calle, UNICEF, DIF, 1992.4
• 11,172 niños de y en la calle.
• 1020 viviendo en la calle.
Segundo censo de niños y niñas en situación de calle, UNICEF, DIF, 1995.5
• 13,373 menores de y en la calle.
• 1850 viviendo en la calle.
Estudio de niños, niñas y adolescentes trabajadores en cien ciudades, capítulo de uso indebido de sustancias DIF, UNICEF, 1997.
• Se identificaron 11,136 puntos de encuentro.
• Se observaron 114,497 niños y jóvenes entre 6 y 17 años de edad.
• El 72 por ciento  son hombres y 28 por ciento  mujeres.
• El promedio de edad fue de 13 años.
• 2 por ciento  viven en la calle, siendo 7.6 veces más recuente en los varones que en las niñas
Estudio de niños, niñas y jóvenes trabajadores en el Distrito Federal. UNICEF, DIF, 2006
• 14,322 niños, niñas y jóvenes que viven y/o trabajan en las calles del DF.
• 39 por ciento  son mujeres
• 75 por ciento  se encuentran entre los 12 y 17 años de edad.
Segundo estudio de niños, niñas y adolescentes trabajadores en cien ciudades, DIF, UNICEF, 2002-2003.
Se identificaron 4,500 puntos de encuentro en la vía pública.
• Se observaron 94,795 niñas, niños y adolescentes que trabajan en los principales centros urbanos del país
• 61,803 son niños y 32,992, niñas. 1.6 por ciento  de los niños y niñas entre seis y 17 años afirmaron vivir en la calle.

Como se puede observar, desde la década de los 90 hay un registro de jóvenes en situación de calle. Según esta información, la UNICEF reporta que desde 1990 al 2003 la cifra de niños y jóvenes en situación de calle va ascendiendo.

La CDHDF (Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal) estima que para el 2025 6 de cada 10 niños estarán en condición de calle. En un pizarrón, frente a una de las mesas, hay un cartel con huellas de pintura roja. Son 49 manos, sus dueñas son las niñas y adolescentes que se consideran honestas.

Mariamar, al regresar, comenta sonriente: “Cada mes promovemos un valor. En marzo enseñamos el de la honestidad. Las manitas del cartel son de las niñas que se creen honestas. No están las de todas, quién sabe qué travesuras esconden”.

Para la mujer de voz dulce es más fácil educar e incorporar a niñas en situación de calle a la sociedad que a jóvenes, porque no se resisten al cambio de vivir en una casa hogar sin drogarse; mientras que las adolescentes sí lo hacen, muchas veces no terminan sus tratamientos psicológicos y vuelven a las calles. “Aquí no se tiene a nadie a la fuerza”, exclama.

La hora de comer terminó. Las niñas suben a sus habitaciones. La silueta de una joven de 17 años abrazando a una muñeca es lo único que se ve en la salida del comedor. Rostros alegres, miradas vivaces y corazones amorosos es lo que hay detrás de unas puertas metálicas. Esas que resguardan a 100 niñas y jóvenes víctimas de abuso, maltrato y abandono que viven en una casa hogar. Su fachada es amplia, aproximadamente de unos 700 m2. A través de sus ventanas sin cortinas se asoman osos de peluche y muñecas.

¿Qué se realiza actualmente para cambiar la situación de calle de miles de adolecentes y a quién le corresponde protegerlos?

Hoy en el 2012 se sigue acudiendo a las creaciones de instituciones privadas para atender a ese sector de la población con programas y albergues; sin embargo, eso no es suficiente. El número de jóvenes que pueden ser albergados en las instituciones no corresponde al que existe en el Distrito Federal habitando las calles. Por ejemplo, la Asociación Mexicana Pro Niñez y Juventud alberga a 44 jóvenes y ésta calculó en 2008 que en la zona metropolitana existen 30 mil niños y jóvenes sin hogar.

En 2010 Abril Del Río, reportera de La Jornada, reportó que en los mundiales de futbol de jóvenes en situación de calle México es el que tenía más jugadores “por su amplia miseria: cerca de 6 mil 500 inscritos”. El país tiene alrededor de 40 millones ocupando espacios públicos.

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en un comunicado de febrero 2012. Informó que pondrá en marcha próximamente (no especifica fecha) El Programa de Empleo Temporal PET que tiene como objetivo ofrecer 1809 jornadas laborales temporales a jóvenes en situación de calle del Distrito Federal, Chiapas, Puebla, Chihuahua, Guanajuato y Veracruz las zonas más marginadas de México.

En Paseo de la Reforma, al costado de la Glorieta situada al frente de la Procuraduría General de la República, (en dirección de Norte a Sur) se encuentran casas construidas con hules amarillos, azules y naranjas. Hay colchones amarillentos y sucios de la tierra regada en el piso. Ahí viven niños y jóvenes.

En medio de carriles con autos avanzando velozmente está ese paisaje urbano y en el resto de las calles de la Ciudad de México. Las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, se distinguen por ser las que tienen más jóvenes (que algún día fueron pequeños) viviendo en parques, estaciones de metro y paradas de camión.

¿Dónde están sus padres? ¿Dónde quedó su familia y su hogar?

Mariamar afirma que mientras los padres no cumplan con su rol de responsabilidad de amar, cuidar, proveer económicamente a sus hijos y tener una excelente comunicación con ellos, las cifras de niños en situación de calle que después se vuelven jóvenes, aumentará.

Es por eso que ella se dedica también a rescatar a niñas y jóvenes en riesgo de calle; es decir, a aquellas que son víctimas de abandono, maltrato, abuso sexual y explotación laboral. Su intención es que no conozcan la calle y la vean como su única salida, a pesar de los riesgos y abusos a los que se enfrentan.

¿La solución es la creación de albergues? ¿La solución son los proyectos gubernamentales dirigidos a ocupar el tiempo libre de los jóvenes en situación de calle?

“En mi ciudad es muy fácil encontrar a un niño de la calle inhalando pegamentos para olvidar que su madre es prostituta y su padre criminal […]. En mi ciudad es muy fácil observar como un niño de la calle vive como un animal. Al hijo de un burgués nunca lo verás encerrado, te buscarán a ti”, Cartel de Santa










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MARIANO RIVA PALACIO, UN AZTECA QUE DA FRUTOS

Por Ciania Mónica Cabrera Ortiz
México (Aunam). Tan solo dos horas después de haberle enviado varios inbox por twitter, el titular de Hechos Sábado de TV Azteca, Juan Mariano Riva Palacio Yáñez aceptó sin ningún “pero” ser entrevistado.

Yo esperaba en la recepción de noticias cuando él llegó. Al verme, me identificó inmediatamente. “¡Moni!” dijo mientras se acercaba para saludarme y presentarse, sonriendo en todo momento. Él vestía una camisa azul clara con cuello y puños blancos, una corbata a rayas que dejaba al descubierto distintas tonalidades del color rojo y un chaleco negro que hacía juego con su pantalón del mismo color.

Bajamos, pues al sótanos de noticias, justo debajo de la recepción. Me condujo a su escritorio, el lugar donde cocina las notas que salen a cuadro en Hechos Sábado y en su sección “El Pulso” de Hechos Noche. Retiró una silla para que yo me sentara y posteriormente él hizo lo mismo. En medio del ruido de sus colegas trabajando y de un ambiente oscuro iluminado por una que otra pantalla, dio inicio la entrevista.

Vocación para los medios desde temprana edad

Desde muy pequeño me visualizaba saliendo en películas o haciendo cosas en la tele; recuerdo que veía una cámara y me llamaba mucho la atención. En los cumpleaños de primos y demás familiares, yo organizaba la fiesta, la presentación, el baile, la coreografía, la obra de teatro… como que siempre se me dio. Soy hijo único, entonces siempre desarrollé mucho la imaginación.

Así me veía, en un mundo en el que estuvieran los medios relacionados. ¡Siempre! Nunca me vi haciendo otra cosa más que estar trabajando en un medio.

En la escuela tuve mis etapas de rebelde en las que no quería estudiar o me daba flojera, además no les entendía b r a las matemáticas. La verdad es que nunca fui un niño de puro diez pero tampoco fui un estudiante de seises o sietes; me mantenía entre ochos y nueves. Llevaba un promedio respetable en el que yo me sentía tranquilo.

De vez en cuando alguna que otra reprobada pero no por falta de capacidad sino porque me entraba la locura y ponía mi atención en otras cosas. Así fui desde la primaria hasta la preparatoria. La universidad, en cambio, la saqué muy bien.

La Universidad

Con una sonrisa, Mariano recordó una de las etapas más preciadas para él: su estancia en la Universidad Intercontinental (UIC), donde estudió Ciencias de la Comunicación.

Cuando yo era estudiante quería comerme al mundo, sí pero quería disfrutar mi estancia en la universidad, lo recuerdo mucho. Fue una de las etapas más bonitas y más agradables que disfruté. Muchos de mis mejores amigos son de la universidad… bueno, hasta padrino de sus hijos soy.

No se me ponía un letrero en la cabeza ni un espectacular diciendo “yo saliendo en televisión, todo el mundo va a saber algo de mí y voy a ser famoso”. No, eso no se me atravesó durante mi estancia en la universidad. Lo importante era hacerla bien, pasar mis materias, gozarla y sufrirla.

Ya una vez terminando pensé “ahora sí, ya me voy a comer el otro mundo, el mundo de afuera”. Entonces dije “bueno, ¿ahora qué vamos a hacer?”

Revista propia en tiempos de crisis

Mientras trabajaba la tesis, intenté hacer una revista para la zona oriente del Estado de México pero se atravesó el 95, que fue un año de crisis que pegó muy fuerte en el país, por lo que resultó muy difícil lograr mantener una publicación.

Te hablo específicamente de la zona oriente del Estado de México porque mucha de mi familia vive allá, mis papás viven allá. Entonces pensé que esa podía ser una muy buena zona y un buen mercado.

Hice un estudio de mercado a mi modo, viendo qué tipo de publicaciones o periódicos había, el tipo de periodismo que se hacía y cómo lo percibía la gente. Y la gente percibía un periodismo barato, simple y a veces pagado. Entonces hice algo distinto: intenté meter una publicación con papel couché, a color, profesional, con corrección de estilo, con buenas fotografías, manejando cosas de interés e informativas.

Pero a mí se me elevaba el producirla. A veces yo mismo tenía redactar, hacer la corrección de estilo y llevar físicamente el material a la imprenta… Fue una tarea titánica pero no me arrepiento, me gustó mucho esa fase aunque no se logró por la crisis.

Éxito sin tesis

No acabé la tesis, me quedé a la mitad. La temática era “Organización de Oficinas de Comunicación Social para Gobiernos Municipales del Estado de México”.

¡Pero ojo! Yo soy un caso de millones. Cada persona somos distintas y tenemos suertes distintas; la vida nos lleva por caminos diferentes, entonces no significa que como yo no la terminé y me contrataron, tu tampoco y ya te van a contratar, ¡no!

Yo te estoy hablando de 1994 o 95. No me la pidieron pero los tiempos cambian, hoy ya es diferente. El mundo es más global y competitivo, está lleno de formas de expresión, de medios de comunicación electrónicos, redes sociales, internet… un montón de cosas. Entonces mientras más preparado estés, mejor.

Azteca

Dejé mil currículos en todos lados y hasta la fecha nadie me ha hablado, no les gustó. Entonces fue sin querer que viniera a trabajar a Televisión Azteca. Legué en 1996, cuando la empresa tenía tres años de haber sido adquirida por el Grupo Salinas, o sea, ya formo parte del inventario.

Lo importante era dar ese salto; ingresar a los medios y poder pertenecer a un grupo de personas que nos podemos considerar si no con suerte, privilegiadas de ser parte de un mundo que tiene una fuerza y poder impresionante. El que trabajes en un medio de comunicación, te convierte en un móvil en la facultad de cambio de algo o de un país.

Sí se me abrieron las puertas de manera relativamente sencilla. Lo único que hice fue tocar la puerta; muchos amigos ya trabajaban aquí y sólo me hicieron un acceso. Yo traje mi currículum e hice pruebas en cámara, de redacción y locución.

Después de haberme quedado aquí, todo fue cuestión de ir subiendo. Demostrarle a la gente, a mí mismo y a los jefes que puedo hacer las cosas bien, diferentes, buenas y de calidad; eso es lo que me ha llevado a subir escalones poco a poquito.

Puedo decir orgullosamente que nadie me ha regalado lo que he logrado. Si han confiado en mí para conducir un noticiario, dos noticiarios, o hacerme cargo de una sección, es por mí trabajo, talento y profesionalismo.

Ciudad Desnuda

Algo que llama mucho la atención de la trayectoria de Mariano, es su rápido ascenso, producto de su arduo trabajo, desde luego.

Cuando ingresé aquí en 1996, trabajé en un programa que se llamó Ciudad Desnuda. Le fue muy bien a ese programa, tenía un éxito impresionante e incluso se hacía la versión del fin de semana. Era muchísimo trabajo. Me acuerdo que hasta nos aventábamos tres o cuatro reportajes al día. En mi casa me conocían por la tele y por un retrato que teníamos porque era llegar a dormir y al día siguiente ¡vámonos!

Y así fui de la fuente policiaca a la sección de bienestar. Me inicié trabajando la fuente policiaca desde que ingresé aquí, en Ciudad Desnuda. La única excepción fue cubrir la del Gobierno del Distrito Federal, recién ingresó Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano como primer jefe de gobierno electo. Me pusieron esa fuente y se me hizo interesante porque nunca había trabajado la fuente política ¡y menos cubrir al primer jefe de gobierno!

Después regresé a trabajar la Procuraduría General de la República (PGR) porque surgió la invitación de un nuevo programa que se llamó Visión Urbana y tenía un perfil parecido al de Ciudad Desnuda, incluso los conductores eran los mismos: Rocío Sánchez Azuara y Eduardo Blancas.

Pero llegó un momento en que no sentía mucho avance; me sentí estancado. Por coincidencia vino un draft de los jefes; dijeron “vamos a hacer cambios entre reporteros para refrescar la imagen”. Y sin querer, el jefe de la sección de Bienestar le dijo a la que era jefa de la sección de Justicia “me traigo a Mariano” y yo dije “¡Va! Un nuevo reto”.

Ahí fue cuando se me asignó lo de Ciencia y Tecnología y pensé “¡Santo Dios! ¿De dónde voy a sacar ésto?” Creí que iba a tener una serie de problemas para sacar esta información en México pero no. Llevo muchísimos años haciéndome cargo de esta sección y en realidad es una fuente rica y con información todos los días.

Cambié mucho mi estrategia de trabajo. Me encontré que son temas que pueden ser más útiles; no es menos útil el que informe de la aprensión de un capo pero siento que puedo dar todavía más en explicar un avance médico. Esa es mi percepción por lo menos.

A raíz de eso ya por lo menos me queda tiempo para ir al cine entre semana. Cubriendo la información de Justicia era todo el día trabajar, y si capturaban un pez gordo en la noche, pues muévete y salte de tu casa.

Desde hace muchos años yo armo mi agenda, yo soy el que propone las notas, propongo los temas del Pulso, los temas del reporte especial y los que se ven en hechos AM. Tengo mucha libertad por parte de mis jefes de proponer temas y desenvolverlos. Esas son las grandes ventajas.

El logro de un gran propósito

Cuando era estudiante, hice una visita a Canal 13; después de ser Imevisión y antes de que Grupo Salinas adquiriera el paquete y se llamara TV Azteca, que ahora es “Azteca” nada más. Me acuerdo que hicimos un recorrido por los foros y vi cómo estaban haciendo un programa que se llamaba “Hola, México”, conducido por Lilly Téllez y Palo Latapí. Ahí me hice a la idea, ahí dije “Un día tengo que estar sentado ahí”.

Desde octubre del 2005, Mariano se ha desempeñado como conductor titular del noticiario Hechos Sábado (Azteca 13). Tiene a su cargo las secciones de Salud, Ciencia y Tecnología y también es responsable de “El Pulso”, que forma parte del noticiario Hechos Noche, transmitido de lunes a viernes a las 22:30 hrs.

Cuando te dan la oportunidad y la responsabilidad de conducir un espacio aunque sea una vez a la semana, cuatro veces al mes -que en realidad tengo tres noticiarios el sábado, lo que pasa es que los otros dos son por Internet y Totalplay- significa que está en tus manos, tu vas a ser el titular y tu eres la imagen de ese espacio. Es una responsabilidad ¡enorme! Y si no funcionas, te quitan; la gente que dura, ahí está por algo.

Si ya llevo seis años prácticamente al frente de Hechos Sábado, creo que es porque a los jefes y a la audiencia les ha gustado mi trabajo, doy muy bien con el perfil y a lo mejor hay frescura. Eso me llena de satisfacción, ¡qué bueno que yo siga siendo útil!

Esa ha sido una de mis más grandes satisfacciones: cuando me dieron el espacio. Ya después pensé´ “Lo que en algún momento me propuse está rindiendo frutos”.

Premios

Definitivamente obtener la titularidad de un espacio no es el único gran logro que Mariano Riva Palacio ha conseguido en su vida profesional. En el 2005 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Innovación Científica y en el 2006 volvió a recibir dicho premio por parte de la Federación Mexicana de Diabetes. También fue reconocido en el 2005 con la presea Thomas Perrin como mejor locutor de temas sociales (por la Asociación Nacional de Locutores de México).

En el 2009 fue galardonado con el Excelsis Platino (que entrega la Global Quality Foundation) por su trayectoria periodística. Y ese mismo año el Círculo Nacional de Periodistas de México le otorgó las Palmas de Oro por su labor como noticiero.

¿Qué han representado estos importantes premios para él?

Te estimulan mucho y te llenan de satisfacción, qué bonito que llegues a tu casa y veas un reconocimiento. ¡Premio nacional de periodismo”, como decía mi abuelita cuando vivía “no es cualquier cosa”, o no cualquiera. Es muy bonito y muy agradable.

Eso te da currículum y es una carta de presentación porque no es lo mismo que te presenten “ahí viene fulanito” que “viene el premio nacional de periodismo en innovación científica”. Sí te da cierto peso pero al mismo tiempo te da más responsabilidad porque entonces tienes que ser alguien que supere eso que lograste.

Es padre que te feliciten, que aparezcas al día siguiente en los medios o que tus compañeros cubran ese evento y lo digan en los noticiarios. Se siente muy bien pero no lo es todo. La mejor gratificación es cuando tu trabajo está bien hecho, sale a cuadro y la audiencia lo recibe.

Una señora que ve el noticiario el sábado en una estética, no se va a estar acordando si Mariano recibió la Tomás Perrín o el Excelsis , es más, te va a decir “¿eso qué es?”. Lo importante es que reciba bien tu trabajo, esa es la mejor gratificación.

Versus Televisa

Al ingresar a Azteca me sentí parte de un grupo que estaba comenzando a competir con un monstruo de la comunicación como lo es Televisa, que tiene muchísimos años con el poder, dominio y penetración en México. Quizás hubiera sido sencillo ir a pedir trabajo ahí o tal vez no me hubieran aceptado, pero el chiste era estar en la competencia y entrarle a darnos catorrazos -en el buen sentido de al palabra-, demostrar que podemos ser mejores, probarle a la gente que se pueden hacer muchas cosas en otra empresa, no solo en una. Esa era mi expectativa al entrar aquí.

Me da mucho orgullo y satisfacción que donde me ubiquen, sepan que trabajo en Televisión Azteca, porque no es una empresa cualquiera; habrá quien la defina como la segunda, bueno, pero estamos trabajando para ser la primera.

Me gusta estar en este lado y me gusta estar rompiendo esquemas, batallando y decir “¿ya ven? yo también puedo hacer cosas mejores y distintas que las de en frente”.

¿Y en cuanto a las personas que hablan mal de Azteca o Televisa?

Hay gente que critica pero hay gente que ataca; si vas a criticar, que sea con bases y si podemos, lo discutimos. Pero para todos aquellos que atacan, es bien sencillo: si no te gusta el perfil de un medio, no lo consumas. El problema de México es que “sigo consumiendo lo que ataco y critico”.

Cuando el éxito es una tradición familiar

Con un apellido que respalda a generaciones de políticos, abogados, doctores y demás, no hay duda de que Mariano Riva Palacio continúa con la tradición familiar: el éxito.

Mi familia es muy grande. El apellido Riva Palacio es único, no es como una persona que se apellide González que a lo mejor te encuentras otra y no tienen nada que ver. La familia está arraigada desde la época de la Independencia; descendemos de origen español. Si tú te encuentras un Riva Palacio en cualquier parte de país, es algo mío, podemos ser primos cercanos o lejanos pero somos algo.

Te encuentras de todo: muchos han trabajado en la política o son abogados, ingenieros, médicos, funcionarios públicos, líderes sindicales… cosas así. Hay gente que se ha desenvuelto en el área de la comunicación, como Raymundo Riva Palacio, que es otro periodista. Él tiene mucha trayectoria en el ámbito de la prensa escrita, ha sido director de varios periódicos y ha sido reconocido con varios Premios Nacionales de Periodismo. Ahorita tiene un programa en Canal 40. Están mis primos Gabriel y Adolfo que son los creadores de los Huevocartoon y ya hasta hicieron sus dos películas.

También tengo primos actores: Nacho y Jorge.

Esfuerzo, trabajo y dedicación

Soy muy dedicado con todo lo que hago y procuro no dejar nada a medias. También soy ordenado, alguien más diría que soy metódico, otro diría que soy bastante empecinado, no lo sé, pero es debido a eso que logro culminar las cosas. Si me empeño en algo, lo logro.

Me enfoco en lo que quiero y trabajo por ello. Si ya ahorré por muchos años para comprarme mi casa, la compro. Si tengo la posibilidad de comprarme tal o cual vehículo porque me gusta y tengo la forma de hacerlo, no me voy a limitar a hacerlo, lo hago.

Me considero una persona emotiva, y que le gusta ponerle retos a las cosas. Vivo en el aquí y en el ahora, pero sin perder de vista el futuro. Me gusta gozar muchísimo la vida y disfrutar cada día como si fuera el último porque nunca sabes, mañana nos podemos levantar y nos atropella un tren.

Proyectos ¡únicamente a corto y mediano plazo!

Soy de las personas que trabajan el aquí y ahora. Me gusta hacer proyectos a corto o mediano plazo cuando mucho, porque cuando lo haces pensando largo plazo y no sale, viene la desilusión. Yo trabajo mucho al momento. ¿Cuál sería mi próximo proyecto a seguir? Mis reportajes de la próxima semana; tienen que salir bien, tienen que estar bien hechos, bien conducidos y bien producidos porque estos errores se ven en la tele y la gente los critica.

Aunque sí me gustaría conducir un noticiario diario en un futuro, espero no muy lejano. A lo mejor ese podría ser el siguiente paso, la siguiente meta. Estoy trabajando por hacerlo aunque no llevo tanta prisa, no me desespero tampoco porque sé que esto así es.

Los tips de Mariano para tener triunfar en la vida

Tener claras tus metas y convicciones. Ser coherente entre lo que quieres y haces. Aprender que si vas a competir, la competencia está en los resultados que vas a dar y no en aplastar con el que compites. Que aprendamos a trabajar en equipo. Es importante sacarnos de la cabeza el “ya merito”, el “casi lo hago”, el “casi se pudo”, sino hacer las cosas convencido o convencida de que sí se puede.

Y que ya dejemos atrás el concepto mexicano del cangrejito, de jalar al otro. Por eso no avanzamos como país, porque queremos entre nosotros hacernos daño. Competir sin jalar al otro, sino jalar parejo para que seamos un mejor país.










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