ÁNGEL CONTO, POSIBILIDADES INFINITAS, MÚLTIPLES HABILIDADES

Por Genoveva Ortiz Saldaña
México (Aunam). Alto, de complexión delgada, iba vestido bastante casual con unos jeans y una camisa a cuadros verde con negro, bastante cómodo, originario de Chilpancingo, Guerrero, y actualmente con residencia cerca del metro Chilpancingo. Es una persona camaleónica y muy activa. Hay que agregar a eso la edad, ya que con tan sólo 27 años dirige dos programas de radio en la estación Reactor 107.5, del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), La Enredadera y Aleatorio, trabaja en Proyecto 40 como realizador y escribe ocasionalmente en el semanario cultural La Semana de Frente; camaleónico por las diversas funciones que tiene en sus diferentes ocupaciones, cada uno de sus proyectos laborales trata diferentes temáticas.

Mientras terminaba de comer en un ruidoso restaurante con vista a una calle empedrada en Coyoacán, empezamos la entrevista.


Ángel Contreras Torres estudió la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la Universidad del Valle de México (UVM). “Por alguna razón después de pasar por la carrera de Administración de Empresas Turísticas estudiando Ciencias de la Comunicación y en el proceso, ¡vaya! yo quería estudiar Comunicación, porque me interesaba el área de periodismo y literatura, pero en el curso me clave mucho con las clases de radio, no sé si alguien me lo dijo o a mí se me ocurrió, me gustaba la idea de escuchar mi voz en la radio”

Podría decirse que todo empezó con un proyecto escolar, en la Universidad como forma de evaluar hicieron un proyecto de radio, el de él se llamaba "Esquizofónico".

Tiempo después solicitaron proyectos para la estación del campus así que mandó el suyo, fue aceptado y empezó por transmitirse una vez a la semana y después tres días a la semana, tenía secciones de cine, agenda, conciertos y noticias, obviamente también pasaban música principalmente rock e independiente, aunque es una transmisión local también estaba disponible en internet, pero cuando empezó a hacer sus prácticas profesionales en TV Azteca dejó “Esquizofónico".

Uno de los días más felices de mi vida

Fue a Reactor porque quería hacer su servicio social, la primera vez que fue no hubo cupo y un año después regresó, y aunque ya trabajaba en canal cuarenta formalmente seguía con la inquietud de que la radio siempre había sido lo que quería hacer.

Empezó a hacer su servicio social en el programa El Fin del Mundo y cuando terminó siguió apoyándolos con trabajo de producción durante un par de semanas. “Un día me hablaron y me preguntaron si quería hacer el programa de La Enredadera, dije que sí, ese día fue uno de los más felices de mi vida”.

Cuando estaba en la carrera, todos hablaban de lo que querían ser y hacer, él estaba seguro de que lo que no quería hacer era televisión, de que quería ser un escritor y algún día huir al teatro y si en el inter lograba hacer radio sería increíble.

“Francamente no sabía qué iba a hacer de mi vida, es curioso que empezara a hacer, para variar, televisión; que además me gustó y solito se fue acomodando lo demás”.

“Cuando llegué a Reactor ya no me interesaba tanto ser locutor o convertirme en otra cosa, porque finalmente había caminado hacia otro lado y tenía entonces un trabajo. Sin embargo estando ahí recordé que escuchar música es lo que más feliz me hace en la vida”.

Muchos dicen que estar en Reactor es difícil, que a los becarios los tratan mal y aunque suene a cliché dice que para quedarse le echó muchas ganas.

Lo primero que me dijeron cuando llegué ahí fue: "pero vas a tener que ir por el café", y no una ni dos veces "¿estás dispuesto a ir?", esa fue la pregunta porque nadie quiere ir y yo; "sí, ¿dónde está el café?". No estaba tan cerca y la verdad después de ir dos o tres veces me encabronaba y decía "mejor tomen agua", pero lo que estaba a prueba era mi fuerza de voluntad. Después, cuando me ofrecieron un programa, muchos se preguntaron, "¿porque?", yo creo que tengo suerte, pero la cuestión es no cansarte de intentarlo, es decir, todo mundo quiere que las cosas sean fáciles y te tienen que costar, yo no pasé de asistente a coordinador de un programa de televisión de un día a otro, pasaron algunos años y tuvieron que pasar muchos errores desde ortográficos en la pantalla, hasta que se te van negros en el programa, que metes a un político por un narcotraficante o a un narcotraficante por político, lo cual es gravísimo, pero alguna vez pasó.

Los bateé dos veces

Llegó a Proyecto 40 en julio de 2008 en su desesperación prematura por realizar sus prácticas profesionales, después de que rechazara la invitación dos veces, ya que lo contactaron ellos, él nunca mando solicitud

Me llamaron para que fuera asistente de producción en Ventaneando, después me llamaron de Hechos para hacer prácticas dentro del noticiario y no quise, pero cuando me llamaron por tercera vez en Canal 40, dije ¡bueno!, por algo me están llamando, lo vi como una cosa del destino.

Empezó con las prácticas en Canal 40, donde tuvo su primer acercamiento con el trabajo en televisión, en El Informativo 40 Noche, más tarde saltó a otras producciones como La Manzana.

Lo designaron como realizador, es algo así como la persona encargada de ver que se concrete la elaboración del programa, aunque en ese entonces su responsabilidad simplemente era entregárselo a quien se lo tenía que entregar y cuidar que las imágenes utilizadas para ilustrar los comentarios fueran las adecuadas.

“Todo sirvió de aprendizaje, te llevas algunos regaños porque finalmente las personas que están ahí tienen la experiencia, si de entrada no sabes escuchar, no estás abierto al diálogo o a aprender, si te crees muy chingón y piensas que en la escuela aprendiste todo lo que afuera hay que hacer, nunca vas a llegar a ningún lado”.

“En la Universidad aprendí absolutamente nada a nivel técnico de lo que hago día a día en mi trabajo, lógicamente, la parte que está detrás, lo que te deja la Universidad, lo que te motiva a investigar y a trabajar en equipo te obliga a interactuar con otros y a rascarle. En la universidad no te van a enseñar a ponerle una cinta adhesiva a un foco con un papel de celofán y amarrarlo con una agujeta para iluminar al entrevistado. Eso no te lo dicen en las clases de televisión, lo vives ahí cuando no tienes otra cosa, lo ideal es que tuviéramos lámparas y las mejores instalaciones del mundo pero no es así”.

Escribiendo

En el semanario cultural La Semana de Frente escribe esporádicamente, principalmente hace entrevistas enfocadas a la música; también durante las campañas electorales hizo un par de entrevistas a los candidatos al gobierno del Distrito Federal.

“Me gusta escribir porque me gusta leer, cuando era niño pasaba mucho tiempo solo, por lo mismo de que siempre fui introvertido me gustaba escribir y durante muchos años llevaba diarios y contaba desde las cosas más simples que me pasaban, hasta los relatos más increíbles los cuales podían algunos ser o no fidedignos, pero en ellos me daba cuenta explotaba mi imaginación.

Sobre su familia y niñez no hablamos nada, es el mayor de tres hermanos que uno podría jurar son trillizos por el gran parecido, su mamá es enfermera y su papá era radiólogo, aunque sobre él casi nunca se habla en su casa y cuando se toca el tema la atmósfera cambia mucho, tiene siete años que falleció.

No quiso cometer el “peñismo” de decir sus tres libros favoritos; así que empezamos a hablar sobre sus gustos e inspiraciones. Mientras nos trasladábamos del restaurante a un barecillo le dio tiempo de pensar su respuesta.

La televisión tuvo una gran influencia en él, tal vez por los dramas, el teatro también, pasatiempo que adoptó para combatir su timidez. Aprender a expresarte es la parte que más le gusta del teatro.

“A lo mejor es una idea muy hippie, pero mi maestra de teatro decía; que todos los que no practicaban las artes eran civiles y como tales eran muy diferentes a los otros. A mí me pareció muy gracioso pero con el paso de los años me dí cuenta que en cierta medida es verdad. Creo las artes le ayudan a las personas a ser más libres, si quieren ser más libres”.

Siendo alguien que trabaja en la radio específicamente en Reactor, sorprende mucho con sus gustos musicales, no se limita a lo independiente y el rock ya sea por sus raíces Guerrences, Ángel Contreras Torres disfruta de todo tipo de música, desde pop hasta banda, y cree absurdo que alguien se escandalice ante géneros como el Tribal o el Reggaetón.

“Todo mundo sabe que lo que más me gusta en la vida es Björk y puedo ahondar en el tema por horas y horas. Pero lo que me pasa con la música es que la escucho y me pierdo, y en verdad puedo dedicar horas a estar exclusivamente escuchando melodías, sentado en algún lugar tranquilo una y otra vez”. Ya sea en su lugar favorito el Parque México de la colonia Condesa, donde disfruta de ver a los patos del estanque, aunque huela raro, o en la comodidad de su casa.

Nunca he sido fan de nadie. Suena muy sangrón.


Más allá de los medios y de los comunicadores cree en la personas en las redes de ciudadanos que se movilizan para cuidar la información y para notificar a los demás, el tema tanto en las redes convencionales como en los medios convencionales es qué tan fidedigna es una fuente, cree que la tendencia es hacia nosotros mismos y a buscar dentro del gran universo de informativo que existe, no sólo conformarse con un periódico o un noticiero.

En uno de sus programas en Reactor, La Enredadera, aborda temas de redes sociales en internet, redes sociales reales. Más allá de hablar de la frivolidad de Facebook y la inmediatez de Twitter, tratan de abordar los temas desde una perspectiva donde creen que el internet y estas redes son la tendencia en nuestro mundo, en todos los ámbitos: en la comunicación, en la política, , incluso en la promoción de los derechos humanos y en la consolidación de ciudadanos como tales.

“Hay una nueva definición de ciudadano que es ser ciudadano 2.0, y que es una realidad que ya nos alcanzó y que en el contexto mexicano es muy compleja porque no todos cuentan con internet, sin embargo los procesos culturales y sociales cada vez tendrán más fuerza en esos contenidos y en lo que pasa ahí. Se transmite los lunes a las 11 am y lo conduzco con la maestra Gabriela Warkentin”.

Aunque su experiencia es en el área de noticias concretamente, el otro programa de radio que conduce tiene una temática totalmente diferente y es un tanto innovador por los contenidos que presenta, se llama Aleatorio, es sobre diversidad sexual, es radio de derechos humanos, una revista informativa básicamente y su importancia recae que vela por los derechos humanos de un sector, en este caso la comunidad lésbico-gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual, [amén] que cada vez le ponen más nombres.

En televisión es coordinador de un programa que se llama Todo personal, enfocado en los temas de: narcotráfico, seguridad nacional y política, lo cual le agrada por su dificultad y complejidad ya que al hablar de esos temas hay que ser cuidadoso.

“Mi tarea es coordinar a los reporteros y al equipo de producción del programa y revisar los contenidos y me refiero con tener cuidado y supervisar lo que sale”.

Sus aspiraciones son múltiples, la edad no es obstáculo y mucho menos su potencial, trabajar en CNN en español, en la revista Nexos, y en algún momento para alguna casa editorial.

“Hay mucha gente con la que me gustaría trabajar y algunos con quienes ya trabajo, por ejemplo, me emociona mucho trabajar con Genaro Lozano; conocer a Gabriela Warkentin ha sido una experiencia de aprendizaje completa, me gustaría trabajar con Héctor de Mauleón, y algún día tener oportunidad de trabajar con Javier Solórzano”.

“Creo que tampoco te puedes quedar en una sola cosa y la carrera de Ciencias de la Comunicación da para mucho”.

Tiene muchos planes a corto plazo y aunque sabe que su carrera es limitante en tiempo, espera poder cumplirlos lo antes posible; aspira a volverse un contador de historias, un escritor de novelas y tener su propio programa de televisión como una suerte de documentales sobre la música y la cultura.

“Si me preguntas si me imagino haciendo otras cosas, pues muchas, no descarto ninguna y algo que inevitablemente tendré que hacer es actuar”.

Accesible a su audiencia, celoso de su trabajo y perfeccionista Ángel Conto, como escribe su nombre en Twiter (@AngelConto), se muestra como un comunicólogo en toda la extensión de la palabra, camaleónico, flexible y responsable.



















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