DEL JÚBILO A LA TEMPESTAD UNIVERSITARIA

Por Carlos Andrés Flores Zulbarán
México (Aunam). Pumas de la UNAM se vistió de gloria en el torneo Clausura 2011 al obtener su séptima estrella en el escudo universitario. Al unísono miles de aficionados en el Estadio Olímpico Universitario se unieron al grito emotivo de jugadores y directiva al pronunciar el cantico de Pumas campeón.

Sin embargo, aquel día de júbilo al conseguir un campeonato más para sus vitrinas, también significó el fin de una era para algunos jugadores clave que serían transferidos a otros clubes del balompié nacional, lo que representaba una baja contundente para la escuadra auriazul por la posición que ocupaban dentro del terreno de juego.

Así, la algarabía expresada en aquel campeonato significó el declive del conjunto auriazul al representar que los siguientes dos torneos no consiguiera calificar a la liguilla y quedar en los últimos lugares del torneo mexicano.

La nube gris que aún cubre al equipo se acrecentó en el reciente clausura 2012 donde el conjunto universitario jugó el campeonato apoyándose únicamente en la cantera auriazul y tres jugadores que no rindieron lo esperado, para cerrar así, un año de competencia futbolística sembrados en una crisis.

Armando Isaís, periodista del periódico deportivo Record, menciona que la clave para entender la situación de Pumas es ir dos temporadas atrás y observar el desmantelamiento del equipo en medio campo, con la venta de Israel Castro, Jehú Chiapas y Leandro Augusto, dejó al cuadro universitario sin una base sólida de mitad hacia adelante.

Además Memo Vázquez pidió a la directiva refuerzos para la campaña recién concluida, los cuales nunca llegaron y decidieron jugar con la cantera. Jóvenes con talento, pero sin experiencia, colmillo o malicia que les haga entender un juego. Tras lo que venía arrastrando pumas, este fue el detonante principal para una campaña digna del olvido, explica el periodista.

La cantera no es tan sólida para enfrentar un torneo donde los demás equipos tienen planteles con jugadores experimentados (al menos dos por posición). Un equipo no pueden debutar y debutar jugadores, tiene que haber un proceso: trabajar con los pocos que debutan, o sea, llevarlos poco a poco, eso implica no cargar en ellos la responsabilidad total. No es el tiempo de debutar más, sino trabajar con los jóvenes que ya están.

Desde el vestidor

Por medio de audios proporcionados por Armando Isaís sobre una de las últimas conferencias de prensa de Pumas antes de terminar el torneo, Marco Antonio “Pikolín” Palacios, central de la zaga universitario, hace referencia a qué el mal torneo no es motivo para cambiar a jugadores de la plantilla, ya que, aunque no haya sido buen momento para la escuadra, todos sudaron y defendieron la camiseta auriazul por igual, pues saben el orgullo que es portarla.

Además, considera que no se debe culpar sólo a los jugadores del mal paso del equipo. Plantel, directivo y cuerpo técnico tienen un grado de responsabilidad, al ser un equipo nadie va por su lado, afirmó “Pikolín”.

Asimismo, uno de los jóvenes canteranos, Diego de Buen, admitió que no es suficiente la cantera para pensar en cosas grandes y aseveró que el pasado clausura 2012 fue muy complicado, un revulsivo sería que la directiva se diera a la tarea de traer a la institución dos o tres refuerzos de peso que colaboren en el funcionamiento del equipo y arropen a los jóvenes, pues es evidente que se necesita la ayuda de algún elemento de experiencia, expresó el jugador de Pumas.

En México hay mucho talento y en los últimos años lo ha demostrado en selecciones menores, porque ha existido un proceso, no se les ha aventado al ruedo de manera radical, como este torneo ha ocurrido en esta Institución.

El proceso

En entrevista realizada al ex canterano de pumas Oscar Javier Martínez, explica los pasos que cualquier integrante de la organización tienen que cumplir para que gradualmente llegue al primer equipo.

Ante la negativa de generar jugadores, por ejemplo, los equipos del norte que de forma esporádica brindan esa oportunidad, los jóvenes que tienen madera para mover el balón, van de otros estados hacia el Distrito Federal para colocarse en Pumas.

Sin embargo, una vez que logran tener un lugar en la institución, realmente aparece lo difícil, pues hay varios equipos de la Universidad que se tiene que ir escalando, afirma Oscar Javier.

El camino comienza en el equipo representativo de la UNAM a temprana edad; con base en el esfuerzo y trabajo diario se escoge a los jugadores sobresalientes y se hace un selectivo que mandan a cantera, aquí los muchachos realmente son puestos a prueba, en este sector se inicia alrededor de los 15 años.

Posteriormente se hace otra selección que integra a Pumas Morelos, equipo filial del cuadro de primera que juega en liga de ascenso, del cual se hace un cuadro más reducido que se manda al primer equipo, donde se tiene la posibilidad de debutar. Algunos lo hacen a los 15, 18 ó 20 años, según el proceso de formación de cada joven.


El compadrazgo en las canchas

Otro canterano de Pumas, a quien se le llamará Pedro Díaz Pérez para salvaguardar su identidad, no obstante, se muestra la veracidad y el respaldo de la información que el entrevistado proporcionó al argumentar lo siguiente:

“En la cantera Puma suceden cosas extraordinarias entre jugadores y directivos, que si bien es cierto no debería ser así, es lo que sucede en todo el fútbol mexicano. Se comienza por dar algo a cambio al entrenador de inferiores, se ofrece dinero o se consigue un contacto, lo que genera que los jugadores buenos no tengan oportunidad, no debuten y se queden en cantera”.

Pedro Díaz inició su actividad deportiva en el cuadro Representativo de la Universidad y desde ahí comenzó a observar el compadrazgo, el favoritismo hacia algunos jóvenes. Así, desde adentro, cuenta lo que el observó estando en cantera.

“Un joven de la generación 1993 llegó a cantera, acto seguido el jefe de la organización de equipos en Pumitas es el señor Diego de Pedro (padre del jugador de primera división profesional de Pumas Diego de Buen), conversó con el aspirante para saber de qué forma podría ayudarlo a subir al primer equipo.

Diego de Pedro le dijo que si podría ser él la “palanca” y sería fácil ya que su hermano es la voz actual del sonido local; así que fue, hizo la prueba y se quedó en cantera. El joven jugador fue a Pumas Morelos metió algunos goles, pero una lesión lo alejo un tiempo de las canchas, y a su regreso ya no fue lo mismo, terminó por decir adiós”.

Otro ex jugador del equipo universitario y que actualmente se encuentra en el San Luis es Jehú Chiapas, otorgó una casa a Elías Ayub quien en aquel momento era el presidente de los Pumas, en la dirección técnica de Hugo Sánchez, afirma el entrevistado.

Otro caso que se observa en el presente torneo, es Isazola quien inició con paso firme el torneo y convirtió varios goles en la copa del mundo sub 20, pero al regresar ya no vio actividad y comenzó a hacerlo Eduardo Herrera que actualmente es delantero de los Pumas al debutar este año a los 25 años de edad, poco común para debutar y no ha dado resultados.

Desvío de fondos

En entrevista realizada por Central Fox, Héctor Escajadillo, socio del club Universidad, reveló que hasta el cierre del ejercicio fiscal de 2010 el club ha tenido que crear reservas por más de 8 millones de dólares para blindar a Pumas de problemas fiscales derivados de los años de 2000 a 2003.

Lo relevante para los socios del equipo es que Pumas no tiene un patrimonio que lo respalde ante alguna contingencia. En caso de presentarse una deficiencia económica, el futuro del club está muy comprometido al menos a corto plazo.

En teoría con la venta de jugadores se debería tener dinero, pero no es así. Ese colchón monetario que debería de existir, sería destinado para reforzar al equipo, pero si no hay recursos, ¿de dónde se obtendrán las garantías para reforzar al equipo? Es evidente que con nuestros jóvenes no alcanza, expresó el entrevistado Escajadillo.

Hoy el equipo no funciona dentro del campo, y una verdadera crisis fuera de él se podría generar si no se explica de forma clara los movimientos que se han hecho tras haber vendido a jugadores emblemáticos que consiguieron el título de liga.

Directiva puma, culpable

Juan Martín Montes, periodista deportivo cuya fuente en el periódico Reforma es el club universitario, explica que el problema que arrastra Pumas desde hace dos temporadas fue extrema confianza en la cantera, y los jugadores como Martín Bravo o Juan Carlos Cacho desaparecieron, no rindieron lo esperado.

El tema de los ciclos es algo muy importante, se fueron algunas fichas clave para pumas y se la jugaron con chavos, ahí está el resultado, no porque eso sea malo, sino porque hay una inexperiencia por parte de los jóvenes que no tienen al lado alguien de peso como base. Todo el peso hacia encontrar un culpable es para los directivos, comenta Juan Martín.

De igual forma expresa que la cantera puede sostener un equipo, pero eso no quiere decir que sean chavos de 18 años, sino una base sólida de experiencia. La calidad de pumas no está en duda lo que sí es la madurez, la experiencia es fundamental.

La garra de una pasión

Con 22 años de edad, Andrés Flores Morales, recuerda que el amor por el equipo que le ha dado grandes satisfacciones surgió desde que era pequeño cuando su padre lo llevaba al estadio. Era como asistir a misa cada domingo, a las doce tomaba asiento con su papá y prestaba atención al partido de Pumas.

Después de tanto descalabro, la primera vez que Andrés tocó el cielo fue durante la liguilla del Clausura 2011 en contra del Guadalajara. Pumas se mostraba como un equipo fuerte, aquel no era espectacular pero tenía cantera experimentada y refuerzos sólidos como Marioni, Francisco “Kikin” Fonseca, Ailton, Leandro, el “Parejita” López, entre otros.

En esa final Flores Morales pretendía ir al estadio, no tenía boleto y se dirigió a reventa, pero querían 4000 pesos. La única opción fue caminar de regreso a casa.
Tras una serie de tanda de penales perfecta por parte de los dos equipos, la muerte súbita llegó, el equipo de la Universidad metió el gol y era el turno de Chivas.

“Yo estaba con la cabeza entre las rodillas y con las manos cubriéndome, no quería ver, de repente volteo y veo como la pelota va volando arriba de la portería, en ese momento brinqué y hasta me pegué en el techo, saltaba por toda la casa; luego vino el bicampeonato y demás títulos, pero una vez que sabes lo que es ser campeón ya no es lo mismo”.

Pumas es un grande y como tal debe comportarse y dejar a un lado las decepciones, los malos resultados y regalarle alegrías a los aficionados que están en las buenas y en las malas, comenta eufórico Flores Morales.

Futuro Auriazul

El conjunto universitario lo que necesita es un plantel más experimentado, con más energía, nuevos aires, formas de pensar y entusiasmo. Los buenos resultados que obtuvo Pumas fueron con base en golpes de suerte, sin embargo, los picos en el torneo fueron una constante, asevera el periodista del periódico Reforma, Juan Montes.

Una vez que es evidente que la cantera universitaria no es lo bastante madura para enfrentar sola un torneo y tras los malos manejos de la administración que dirigió este proyecto, el equipo ha decidido hacer una restructuración de fondo.

La primera decisión fue la destitución de Víctor Mahbub al frente del patronato universitario. Posteriormente, Memo Vázquez dejó se der técnico de Pumas. A ello se sumó la llegada de Alberto García Azpe como director deportivo y la llegada de Joaquín Del Olmo como nuevo estratega del conjunto Universitario. Además los esperados refuerzos han llegado.

Nombres como el de Emanuel Villa en la delantera, Luis García como creativo de mitad de campo hacia adelante, así como Martín Romañoli y el que regresa a casa Jaime Lozano para cubrir el hueco en media cancha, son las catas que presenta el cuadro universitario de cara al siguiente torneo.










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