LLEGA EL PERIODISMO HASTA DONDE EL DUEÑO QUIERE

  • Todopoderoso, de Irving Wallace
Por Fanny Ruiz Palacios
México (Aunam). Ruido de máquinas por aquí por allá. Golpeteos de teclas, gente que viene y gente que va. Nunca están en calma. El corazón, manos, pies y cabeza de un periódico deben trabajar; el diario no se produce solo. “Es la sala de redacción, donde late la vida de un gran diario de la ciudad”.

A partir de 1982, en Nueva York no se tenía que ser periodista para conocer qué había de bueno y malo en el oficio y cómo se producían las noticias… la razón: aparece El Todopoderoso. Un año más tarde, el libro de Irving Wallace, quien nació en Chicago el 19 de marzo de 1916 y murió en Los Ángeles el 29 de junio de 1990, se publica en español.

Las más de 400 cuartillas resultarán poco para el lector que desee aventurarse en una novela que aborda un tema de actualidad. A pesar del tiempo, la crítica sobre el periodismo hecha por el autor sigue vigente.

Para los amantes de la descripción, de la narración y del periodismo, El Todopoderoso es un libro que debe leerse antes de morir, por la temática que aborda –un problema que no debe ser ajeno a nadie: la producción de noticias, la versión que conocemos de la realidad–, y por su excelente redacción y estructura.

Desde el inicio, Irving Wallace atrapa a su lector, lo lleva de la mano –sin aburrirlo en ningún momento– hasta el final. Una trama bien contada y la descripción adecuada de personajes, lugares y situaciones estimulan la imaginación del lector. Leer es mejor que ver una película, pues se tiene la libertad de visualizar el mundo que se narra a gusto de cada quien.

“Vivimos en una época comercial. ¿Sabes qué es un periódico? Algo que lees si te perdiste la televisión de la noche anterior”, preguntó y afirmó Nick a Victoria…

“¡A la mierda la televisión! —Exclamó Armstead—. ¡Un libro de estampas para analfabetos y retrasados mentales! Dos o tres minutos para cada tema. Sin dar tiempo para profundizar, para comprender, para absorber y reflexionar. Lo único que es tratado con esmero son los anuncios”.

Para Edward Armstead, hijo de Ezra J. Armstead dueño de Record, es justamente el periodismo en papel lo que cuenta…o al menos eso cree en un inicio. Luego de la muerte de su padre, Edward queda al frente del diario, es a partir de allí que todo inicia…


“Un diario es como una persona, tiene corazón y alma. Es un amigo, parte de la familia y la vida de cada lector”. Esta frase, emitida por Nick Ramsey, personaje central de la obra de Irving Wallace, un periodista de investigación de Record, permite aclarar por qué es importante conocer el funcionamiento y la composición de un periódico.

No basta saber cada mañana ‘las nuevas’ con que despertó o se fue a dormir el mundo una noche anterior. No es suficiente, porque ¿cómo saber que es verdad lo que se lee? ¿Quién cuestiona lo que se publica en los diarios y revistas? El lector, confía en los periodistas que se guían por su ética para dar a conocer la verdad, pero ¿qué hay de los empresarios?

“El negocio de los periódicos es mísero, no es lugar para una señorita decente. Hace que una persona se vuelva tortuosa, hipócrita, inmoral. Hace que olvides que los demás son seres humanos, con sentimientos. Hace que deformes la verdad con tal de conseguir una historia”, dice el joven reportero Ramsey a su compañera Victoria Weston, quien –por fortuna– no piensa igual, “creo que formar parte de la redacción de un periódico es una de las últimas cosas románticas que quedan en el mundo”.

Ser lo que Ramsey sentencia, depende de cada periodista –si es que puede ser llamado “periodista” quien así actúa–. Recordemos al reportero de todos los tiempos Ryszard Kapuściński quien aseguraba que para ser periodista se debía ser una buena persona, un buen ser humano.

Lo que no se le puede rebatir a Nick Ramsey es afirmar que “los reporteros están absorbidos por su propia vida”, de eso se dará cuenta el lector al aventurarse en la lectura de El Todopoderoso.

El mundo cambió cuando los dueños de los periódicos fueron empresarios. El oficio se convirtió en un negocio y no en una responsabilidad social. Hoy, los dueños de los medios deciden cuáles serán las noticias; ellos deciden qué dar a conocer y qué callar.

Siempre se ha realizado una selección de hechos, pues resulta imposible publicar en las hojas de un diario todo lo que se generó durante el día; pero esa selección se hace pensando en el lector, en que esté enterado de lo más importante…al menos, así debería de ser.

A partir de este libro, la gente se dará cuenta de que no todo lo que se publica en los medios son verdades absolutas. Sin saberlo puede estar frente a calumnias, rumores o falsedades. Sin notarlo, puede encontrarse frente a un caso de invención de noticias.

Crear notas para vender más, no sólo es producto de los medios impresos. Recordemos, los tan sonados casos de montajes televisivos en México —ejemplo, el caso Cassez—, elaborados para conseguir más rating o para manipular a la opinión pública sobre un tema de relevancia política, económica y/o social.

Manipular y controlar la información es algo que se dio en el pasado y se reforzó en el presente.

Existe un abismo entre empresarios y periodistas. La diferencia principal es ver al periódico como un negocio y no como un oficio en servicio de la humanidad. El Todopoderoso muestra varios ejemplos al respecto: el significado del Off the record, para un periodista significa lealtad y respeto a su fuente de información que pide silencio; mientras que para el empresario significa “rico” material para lucrar.

La ética periodística es otro elemento presente en la novela de Irving Wallace: crear noticias para vender más que la competencia, arriesgar a reporteros para conseguir una nota, guardar o revelar el secreto Off the record.

En un intento por superar las ventas de su competencia, The New York Times, el dueño de Record, Edward Armstead, quien odió a su padre aún después de muerto, cometió error tras error hasta dejar de percibirlos.

Irving Wallace lleva un mundo, su mundo –ya que fue periodista desde los 15 años– a las páginas de un libro. A través de una interesante novela, el lector se involucra en la redacción —ese lugar donde se generan las notas—, se mete en la piel y pensamientos de los reporteros y directivos de Record, un claro ejemplo del periodismo en el mundo.

Además, podrá descubrir quién es “el hombre retratado en la revista Time como el “Todopoderoso” del periodismo, el magnate de la prensa más discutido en los tiempos modernos, jefe de unos terroristas…”.

Descubrirá las “fenomenales” primicias que tuvo el dueño de Record, mismas que le incrementaron la circulación de su diario de Nueva York. ¿Cómo inicia la sed de poder? ¿Cuándo se pierden los límites? ¿Cuándo se vuelve verdadera la afirmación de Nick: “El negocio de los periódicos es mísero [...] Hace que una persona se vuelva tortuosa, hipócrita, inmoral. Hace que olvides que los demás son seres humanos, con sentimientos. Hace que deformes la verdad con tal de conseguir una historia”?


Wallace, Irving. El Todopoderoso. Ed. Grijalbo. Barcelona, 1983 (México, 1996), 442p.



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