MARCHAN MILES DE “CALAVERAS” POR LA PAZ

  • Realizan psicomagia encabezada por Alejandro Jodorowsky
Por Pablo Saldaña Amador
México (Aunam). Miles de calaveras marcharon desde Ciudad Universitaria hasta la Plaza Garibaldi con una sola consigna “¡Paz!”. Jóvenes, niños, adultos mayores y hasta mascotas salieron a las calles en un acto de psicomagia que buscaba crear conciencia y generar energía para sanar a México, país doliente por las 50 mil muertes que arroja el combate al narcotráfico.

Desde las ocho de la mañana empezaron a llegar a los alrededores del Estadio Olímpico de la UNAM las primeras personas caracterizadas como calaveras, mientras que otros llegarían a maquillarse o disfrazarse en el lugar. La propuesta surgió en Twitter y fue respaldada por el escritor Alejandro Jodorowsky.

Cerca de las nueve de la mañana, en medio de un intenso frío salió la comitiva de unos cientos de personas ataviados como esqueletos, con paliacates de cráneo o máscaras de papel, pero todos con la convicción de que esta acción cambiaría la conciencia de México y cerraría algunas heridas nacionales.

Durante la llamada Marcha de las Calaveras, a la que se fue sumando gente durante el recorrido por avenida Insurgentes, los clamores de “¡basta!”, “Somos los que ya no están” y otros alusivos a la considerada “errónea” estrategia del gobierno federal provocaban aplausos desde restaurantes y balcones , así como claxonazos en apoyo al acto psicomágico.

La psicomagia es una teoría desarrollada por el dramaturgo y cineasta Jodorowsky, la cual postula que con actos transgresores y meditación se pueden realizar cambios positivos en la vida de las personas; esta vez el acto era masivo, pues se buscaba la transformación nacional.

A pie, en patines, bicicletas y hasta por Metrobus, las calaveras se fueron sumando al cortejo, principalmente a partir de Paseo de la Reforma. Una vez llegados al Palacio de Bellas Artes, que cerró sus puertas al verse rodeado de miles de “muertos”, se realizaron pequeños actos como cánticos del Cielito Lindo, gritos, sonidos de “oooom” típicos de la meditación, hasta aullidos, estos últimos en respuesta a unos perros que reaccionaron así al ver tanta calaca junta.

Tras varios minutos de espera, que provocaron más cansancio que la caminata, entumecimiento de piernas y desazón en los presentes, llegaría Alejandro Jodorowsky acompañado de toda su familia, daría unas breves palabras con las instrucciones a seguir, y saldrían los ya miles de reunidos rumbo a Garibaldi, plaza escogida por tratarse de un sitio cultural y no político, en busca de un mariachi para culminar la psicomagia.

“Yo no soy el más importante aquí, somos todos”, dijo antes de comenzar su andar sobre San Juan de Letrán. Ya en Garibaldi, sentados en el suelo y tras unas palabras del llamado maestro, la multitud cantó La Llorona, canción escogida por tratarse de una mujer que ha perdido a sus hijos, en alusión a los asesinados por grupos armados durante el sexenio de Felipe Calderón. La canción se repetiría ahora con mariachi, que entonaría una canción más antes de que el también actor y escritor de cómics diera nuevas instrucciones.

Con los brazos cruzados y agarrando las manos de la calavera de al lado, formando una gran cadena humana, los asistentes empezaron a gritar “¡Paz!” en repetidas ocasiones, haciendo vibrar el lugar y con tal estruendo que se escucharía varias calles a lo lejos. Después, Alejandro Jodorowsky pediría a los presentes levantar los brazos en alto para un gran abrazo colectivo, y con esto daría por terminada la sesión, en medio de vivas al amor, a la justicia, a México.

Por las calles del Centro Histórico de la capital empezaron a desperdigarse las calaveras. La gente al pasar les preguntaba el por qué de tal o cual vestimenta y respondían que era por crear conciencia, generar paz, pero sobre todo, sembrar algo que parece perdido: esperanza.




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1 comentario:

  1. felicidades por su nota sin duda supieron captar la intención del acto del que fuimos parte.

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