Por Fanny Ruiz Palacios
México (Aunam). Es viernes en Ciudad Universitaria (CU), llegó el día más esperado por los estudiantes porque es cuando se olvidan de la escuela y salen con amigos a disfrutar de la tarde y la noche.
Hoy como todos los días, hay bastantes personas en Las Islas, un enorme jardín que conecta algunas facultades, es el sitio que todos conocen de CU. Allí está Rectoría y la Biblioteca Central, los lugares más visitados por universitarios y estudiantes de todos lados. Además, es el sitio perfecto para practicar deportes o simplemente para acostarse en el pasto y relajarse solo o acompañado.
Son casi las siete de la noche, algunos se dirigen a la Biblioteca Central, otros van para Arquitectura, Ingeniería, Derecho, Economía, Filosofía y otros lugares cercanos. En el cielo se hacen presentes algunas nubes, hay posibilidad de lluvia pero eso no es ningún problema para los universitarios que disfrutan de un partido de futbol o de voleibol.
Son treinta minutos después de la hora, es posible ver a lo lejos una pantalla inflable negra con blanco, que se levanta poco a poco mientras es sujetada por tres hombres y una mujer, de un cordón situado en cada esquina. Luego de asegurar la pantalla, ubicada muy cerca de la facultad de Derecho, las personas comienzan a acercarse.
Chicos y chicas salen de clases, miran a distancia y se aproximan. Unos a otros se preguntan qué está pasando, desconocen el motivo para ver una pantalla afuera de su facultad. Los curiosos aumentan con el paso de los minutos. La gente llega con la intención de averiguar qué hace una enorme pantalla en medio de Las Islas, es algo nuevo para los universitarios.
Minutos después, un joven de aproximadamente veinticinco años es cuestionado por dos jóvenes con bata blanca, mientras prueba el audio y el resto de su equipo. Los chicos parecen ser estudiantes de Medicina, preguntan -¿qué es lo que van a hacer aquí?; la duda en sus rostros se va luego de que el hombre de barba que mueve botones en su equipo les responde: una proyección de cortometrajes.
Casi son las 8 de la noche. Hay personas acostadas, sentadas, paradas, solas y acompañadas por todas partes. El cielo poco a poco se despeja. Quienes instalan las bocinas y prueba el audio se dan prisa luego de ver que ya no hay amenaza de lluvia. Las lámparas verdes que rodean este lugar se encienden una tras otra, al igual que las esferas de concreto que están sobre el pasto.
Pocos saben que se presentaran cortometrajes, aunque desconocen la temática de los mismos; pero la mayoría tiene interés de quedarse y descubrir de qué se trata este evento, que por la pantalla y las bocinas se puede deducir que será una exposición de algún material de audio y video.
Algunos hombres van con sus amigos, y aprovechan para sacar sus latas de new mix, fumar y comer papas o cacahuates. El viento sopla, las hojas de los árboles murmuran, es una noche fresca y el olor a tabaco desaparece con el soplar del aire.
Todos platican, juegan y ríen mientras esperan. Un señor pasa con una caja de madera y grita “¡cigarros!, ¡paletas!”; de pronto, a la distancia se escucha un chiflido. El vendedor se acerca con un chico que le pregunta -¿tienes cacahuates?, -no, ya se me terminaron, respondió el señor, mientras lleva su mano al bolsillo de su pantalón para sacar unas monedas y darle cambio a una chica que se acercó a comprar un cigarro.
Ya son las 8 de la noche, frente a la multitud está el hombre que instalaba el material audiovisual y dice “gracias por la espera, pero teníamos que esperar que no hubiera lluvia y que oscureciera un poco. Esto es una muestra de un festival internacional se llama Short Shorts Film Festival y es su edición 2010, fue inaugurado ayer en la Cineteca Nacional”.
“Nosotros somos del cine Morelos de Cuernavaca, y nos invitaron. Estamos haciendo una colaboración con Short Shorts para hacer este tipo de proyecciones al aire libre. El programa que nosotros hacemos es mostrar cine en las comunidades de Morelos. Esta es la misma programación de la inauguración, disfrútenla”. Los asistentes escucharon con atención. Y la programación comenzó.
El festival en Las Islas fue un éxito
Luego de la proyección de los cortometrajes, algunos de los universitarios presentes expresaron su gusto y agrado por este tipo de eventos:
“Me gustó que trajeran esto a Ciudad Universitaria, mi cortometraje favorito fue El empleo, porque muestra cómo alguien usa a las personas y después termina siendo usado de peor manera por un superior”, opinión de Laura, una chica que asistió con su amiga a ver la presentación.
Arturo, un joven estudiante de la facultad de Arquitectura comentó que le pareció muy bueno El esófago dorado, porque era animación. “Deberían de hacer estos eventos más seguido y difundirlos, ya que me enteré porque iba caminando”.
A Luis, de la facultad de Filosofía y Letras, le agradó más el cortometraje La calle de los cocodrilos, por la técnica. No sabía que proyectarían estos cortos, iba de paso y se quedó porque le gustan estos eventos.
Para Camila, estudiante de Química, el mejor fue El empleo por ser claro y sencillo. “Está muy bien que se realicen este tipo de eventos; además es muy práctico porque sales de clases y te vienes un rato a Las Islas. Estuvo bien ubicado”.
Mientras que Enrique, estudiante de Derecho, expresó que su favorito fue el último por la manera de abordar el tema de los señalamientos. “Estos eventos están muy bien, hacen falta en viernes. No sabía de esto hasta ver la pantalla”.
Ver películas al aire libre, es lo padre
Francisco Serrano, jefe de promoción de la Dirección General de Atención a la Comunidad Universitaria (DEGACU) explicó en entrevista cómo surge la idea de traer el Festival Internacional de Cortometrajes de México Short Shorts Film Festival 2010, que se realiza del 2 al 10 de septiembre, a Ciudad Universitaria:
“Yo proyecté algunos cortometrajes en algunos planteles y cuando Jorge Magaña, director del festival Short Shorts, me contactó dijo: ‘oye, ¿qué te parecería hacer una proyección en Las Islas?, en pantalla al aire libre, para que todos la vean’ (…). La idea fue traer estos cortometrajes para el deleite de los chavos, y así puedan venir y sentarse en este espacio mientras disfrutan de una proyección. Esta idea de ver películas mientras se pueden acostar, es lo padre”.
Las proyecciones exhibidas son trabajos internacionales, el festival tiene sedes en otros países como Corea y Estados Unidos. Este es el quinto año que se hacen estas presentaciones en México, pero es la primera vez que llegan a Ciudad Universitaria.
La temática en estos videos es variada; se trata de un cine no comercial sino cultural. El material se presenta en diversas sedes en el país, como en la Cineteca Nacional. En esta ocasión, junto con el Instituto de Cultura de Morelos, Jorge Magaña hizo contacto con Ricardo de la Vega, el coordinador de la proyección para traer las pantallas a CU.
Al venir a CU, nos acercamos a los jóvenes
Ricardo del Conde de la Cerda es coordinador de la carreta cine-móvil, un proyecto del cine Morelos el cual forma parte del Instituto de Cultura del gobierno del estado. En entrevista, comentó cómo se une el cine móvil con Short Shorts Festival México:
“Se trata de una colaboración que hacemos con Short Shorts Festival, colaboramos juntos desde el 2007. El cine Morelos es una subsede para el festival en Cuernavaca; esta idea del cine móvil es reciente y somos operativos a partir de este año”.
Llevan cuatro años trabajando; afirmó que esta relación nace porque están dedicados a la programación de cine cultural. Además, hay un vínculo muy estrecho entre el Festival Short Shorts y la Cineteca Nacional.
El festival surge en Tokio. Se realiza en Japón y lo llevan a diferentes naciones, a México lo trajo Magaña. Consta de materiales internacionales: argentinos, daneses, japoneses, franceses, españoles, entre otros. “La programación que hoy traemos a Ciudad Universitaria es de lo mejor de Short Shorts Film”, aseguró Del Conde.
Ser parte del festival, puntualiza, es un privilegio, “me encanta mi trabajo. Tenemos tres años haciendo esto y siendo operativos un año, es decir, que nos vamos a hacer presentaciones en comunidades de Morelos. Pero esto es algo nuevo y al venir a CU nos acercamos con los jóvenes”.
