VOZ UNIVERSITARIA...

Por Elizabeth García Montiel
México (Aunam). Cantar, expresar los sentimientos por medio de un instrumento tan frágil, el cual se vuelve poderoso al utilizarlo en un lugar místico, un sitio donde la música cobra vida, en el que sólo hay espacio para disfrutar de las notas creadas por artistas de talla internacional y nacional.

La sala Nezahualcóyotl ubicada en el Centro Cultural Universitario (CCU), es un recinto construido para albergar música de calidad y conciertos de todo el mundo, como de los del Programa Coral Universitario (PCU), que es una de las actividades culturales practicadas al interior de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El problema es que esta actividad es una de las menos difundidas y no cuenta con un gran número de participantes. En toda la universidad existen 245 cantantes que pertenecen al PCU, según la coordinadora de éste, Ana Patricia Carbajal.

En diciembre de 2008 el Programa Coral Universitario recibió la invitación de cantar con la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM), en el concierto de navidad, bajo la dirección de Eduardo Díaz Muñoz, director invitado, quien es un gran amigo de Carbajal y, al escuchar la calidad del coro de la universidad, le pidió su colaboración para interpretar piezas a lado de los músicos.

Cada año el PCU reúne a todos sus integrantes y dan una función en la sala Nezahualcóyotl; desde febrero se preparan para este concierto, pues como expresa Emiliano Gaviño, director del coro de Ciencias Políticas, “el pararse en un escenario como ése no es cosa fácil y llenarlo menos, pero le da muchísima alegría demostrar su calidad en ese recinto”.

Tania Ortega, soprano de la Facultad de Arquitectura, platicó sobre su experiencia en la sala Nezahualcóyotl: “El año antepasado el concierto fue espectacular, cada coro presentó sus piezas de manera magistral y, a mi parecer, el público quedó encantado”.

Cantar, esa actividad que engalana los escenarios más pequeños y endulza los oídos de los espectadores, ese sueño lo tienen los coralistas del Programa Coral Universitario, al poner todas sus ilusiones en el concierto de la Sala Nezahualcótotl.

El martes 27 de noviembre de 2009, las esperanzas de pisar un escenario con gran renombre se terminaron, cuando Patricia Carbajal habló con los directores de los coros universitarios (FES Aragón, Zaragoza y Acatlán, Facultad de Filosofía, Ciencias Políticas, Arquitectura, Ingeniería y Ciencias), y les explicó que Difusión Cultural había cambiado el concierto a la Escuela Nacional de Música (ENM), debido a la baja calidad del coro universitario en las últimas presentaciones.

“La coordinadora no nos habló con la verdad, lo cierto es que, nos quitaron la sala Nezahualcóyotl porque ella se enojó en el último ensayo, argumentando el poco empeño puesto por parte de todos los integrantes, tanto directores como coralistas”, comentó Natalie Escutia, contralto del coro de Ingeniería.

“Supuestamente Patricia hizo todo lo necesario para que estuviéramos en la Neza, fue un asunto de los de difusión cultural, según dice ella, pero tenemos la calidad necesaria para estar en un escenario como ese”, argumentó la pianista del PCU, Elizabeth Alarcón.

“Es lamentable que se desprecia algo hecho dentro de la universidad, una actividad de valor aceptable, un repertorio bien armado que venimos trabajando desde principios de año y se ha roto la ilusión de cada año, llegar al concierto de la Neza”, añadió.

Una historia musical

La historia del programa Coral Universitario se remonta a los años sesenta, cuando al rector Ignacio Chávez promovió la actividad coral en la UNAM, apoyando los esfuerzos de los coros de las facultades de Ingeniería, Ciencias, Medicina, Economía y Filosofía y Letras.

“Con el paso del tiempo se fue muriendo la atención sobre los coros y cada uno buscó su camino. El grupo coral de Ciencias se convirtió en el coro académico de la UNAM, el cual sobrevivía hasta hace poco, otros dejaron de existir y algunos resistieron el paso del tiempo y aún están con nosotros”, comentó Patricia Carbajal.

A partir de 1997, la Directora General de Música, bajo la dirección del maestro Raúl Herrera y Francisco Viesca, retomó la iniciativa coral apoyando la formación de coros en las escuelas y facultades, con el propósito de ofrecer a la comunidad universitaria la oportunidad de vivir esta experiencia musical, cultural y humana.

El primero coro retomado fue el de Ingeniería, el cual llevaba cerca de ocho años practicando por su cuenta, bajo la dirección de Óscar Herrera, licenciado en composición musical, quien sigue encargándose de este grupo vocal.

Patricia Carbajal fundó el coro de Ciencias Políticas y Sociales, en el que estuvo dos años; en 1999 se fundó el coro de Iztacala, bajo la dirección de Luis Merino Macías, y ese mismo año se fundaron los coros que actualmente siguen vigentes.

La actual coordinadora del PCU tiene seis años en el puesto y desde entonces se ha dado a la tarea de ayudar a lo jóvenes y directores para que el proyecto crezca. Para ella fue difícil lograr esa unión que ahora existen entre los coros universitarios, pues cuando llegó existían fuertes rivalidades entre ellos.

Lo que significa ser parte de un coro

“Todos en este grupo coral estamos de acuerdo en que no somos profesionales, practicamos el canto de forma amateur, pero eso no implica que no pongamos lo mejor de nosotros mismos”, argumenta Luis Gómez del coro Fratelli de Ciencias Sociales.

Participar en una actividad musical dentro de la UNAM, la cual involucra trabajo en equipo y unión entre los integrantes, es difícil de lograr, pero el Programa Coral Universitario ha intentado formar solidez dentro de sus pocos integrantes.

El PCU tiene ocho coros, en cada uno de ellos hay aproximadamente 20 integrantes, una cantidad mínima si se suma todos los alumnos que tiene la UNAM, a pesar de eso hay entusiasmo por parte de los jóvenes del coro universitario, “nosotros intentamos hacer algo de calidad, aunque a veces nos quedamos a medias”, declara Ana García del coro de Zaragoza.

El participar en un coro requiere de un gran compromiso, pues se realizan ensayos constantes, también se hacen presentaciones, como la del 7 de junio del 2009 en la Sala Xochipilli de la ENM, para promover la actividad coral en la UNAM.

“El estar dentro de un coro me hace aprender cosas nuevas cada día. Es fascinante el desenvolvimiento que he tenido, y el saber que una simple canción, con música y con grandes amigos se puede convertir en una realidad”, expresa con una gran sonrisa Carol Torres del coro de Ingeniería.

Con ánimo, con todas las ganas puestas en cada nota y en todos sus ensayos, así se demuestra la energía del PCU, el cual, durante el ensayo general el martes 2 de junio, otorgó un concierto íntimo a Patricia Carbajal, para que ella se diera cuenta de la calidad de su coro universitario.

Dirigir sueños

Tener la batuta no es cosa sencilla, se necesitan conocimientos de dirección coral para colocar a un grupo en momentos sublimes, pero también se necesita carisma, poner orden y ganarse la confianza de los cantantes.

El director del coro de Ingeniería, Óscar Herrera, quien lleva 19 años dirigiendo coros, se refiere a la música como su más grande pasión y argumenta que pertenecer a un coro de la UNAM es una gratificación, pero más lo es estar con jóvenes tan apasionados y dedicados.

Al alzar las manos y empezar a llevar a los coralistas por el mundo de la música, los directores del PCU siempre tienen una sonrisa en la boca. Los ocho directores se muestran alegres, y a la vez concentrados, en cada ensayo.

Hay un fuerte lazo de comunión entre ellos y sus alumnos, “somos como sus papás en la cuestión musical, pues hay que ir guiándolos para que lleguen al punto máximo”, comenta el director de la FES Acatlán, Raúl Chagoyán.

En cada nota expresada de sus voces, su único y bien trabajado instrumento, se puede percibir el trabajo de los maestros musicales, quienes antes de entrar al PCU pasaron por la revisión de la coordinadora.

“En el programa coral de la UNAM hay varios directores, por esa razón he aprendido a mirarles sus cualidades y negociar con ellos, pues cada uno es completamente diferente, los apoyo para que saquen lo mejor de sí mismo”, declara Patricia Carvajal.

Al preguntarles a los directores corales acerca de su participación en el PCU, ellos siempre responden con gran entusiasmo y aclaran que pertenecer a un coro lleno de juventud y ganas de trabajar los enriquece más que estar con profesionales del canto.

“Para mí ha sido muy importante el proyecto del PCU, en este se hace música aceptable, tal vez no con la misma dificultad del repertorio sinfónico-coral, pero sí con la de cantar casi siempre a capela, es decir, se tienen que valer de sus propios recursos, lo cual es muy complicado”, expresa Emiliano Gaviño, director del coro de Ciencias Políticas.

Cada concierto es diferente

Al entrar a la Sala Xochipilli de la ENM, se puede distinguir la buena acústica del lugar, pues al estar el reciento vacío, un eco se produce gracias a los pasos de los coralistas. Ellos se acomodan por cuerda vocal, sopranos del lado derecho, les siguen los tenores, los bajos y del lado izquierdo las contraltos.

Con voz firme y decidida Patricia Carvajal explica que muchos son los conciertos realizados en esa sala, “El PCU debe dar lo mejor de sí, pues pararse en un escenario no es cosa fácil; algunos músicos se pelean por dar un concierto aquí, así que pongan mucho empeño pues el recinto tiene un sonido increíble”.

La soprano Nora Rodríguez, del coro de Ciencias Políticas, expresa con una mueca de disgusto que la coordinadora sólo quiere lavarles el cerebro para olvidar el castigo impuesto por no tener la calidad suficiente para presentarse en un foro de gran renombre como la sala del CCU.

El público comienza a entrar, la sala se llena rápido, los 400 lugares están ocupados y Patricia Carbajal da la bienvenida, los coros entran para cantar todos juntos la pieza Yo te nombro, la cual va dedicada al ex director del coro de Iztacala y amigo de la coordinadora, Luis Merino Macías, quien falleció el año pasado a causa de cáncer.

Una canción de protesta, de rechazo, pero también de esperanza, palabras pronunciadas con sentimiento y amor para recordar a un gran director del PCU, todas ellas llegan al alma y a los oídos de los espectadores.

Patricia Carbajal dirige la pieza y en sus ojos se nota la tristeza, pues algunas lágrimas caen por sus mejillas. Al terminar, el aplauso contundente, la sala se inundó de energía para dar paso a las presentaciones individuales de los coros de la universidad.

Arquitectura, ataviados de negro; Iztacala, con toga azul y oro; Ciencias Políticas, con un uniforme beige, FES Aragón y Zaragoza vestidos también de negro; Filosofía y Letras con una camisa blanca; Ciencias de color vino; Ingeniería de negro con rojo y la FES Acatlán con camisa dorada.

Las sonrisas permanecen en los rostros de los directores y en la coordinadora, quien se muestra contenta y agradecida por el empeño de los muchachos en el concierto. Al preguntarle sobre el futuro del Programa Coral Universitario, ella responde:

“He sacado adelante a los muchachos y me gustaría que el PCU siguiera creciendo, quisiera fundar un coro cada año, apoyar a los directores y difundir el programa para que haya más alumnos, pero sobretodo, ayudar a los chicos de ahora a cantar bien, mantener repertorios de calidad y que se note el empeño puesto en cada ensayo, en cada ejercicio, en cada aula”.

Todo un festival de colores, de voces, de sentimientos fundidos en piezas musicales, trabajadas desde febrero e interpretadas por chicos que desean llegar por medio de su voz a los corazones de sus amigos y familiares que los ven desde el público.



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