17 de febrero de 2023

Exigen justicia por el feminicidio de Lorena Escobar


Por Jomael Alan Valdez Chávez 
CDMX. Cerca de 150 estudiantes de diversas facultades de la UNAM y familiares de Lorena Escobar, marcharon por Ciudad Universitaria para exigir justicia por el asesinato de la egresada de la carrera de veterinaria. 

La manifestación comenzó alrededor de las doce y media del día, cuando un grupo de estudiantes, en su mayoría mujeres, se reunieron a las afueras de la Facultad de Filosofía y Letras. Bajo el rayo del sol, con carteles y flores en mano, y consignas como “que tiemblen los machistas, que América Latina será toda feminista”, las personas que mostraron su apoyo continuaron su recorrido por el circuito que rodea las principales facultades de CU, como Derecho, Odontología o Medicina. Cerca de la una y veinte de la tarde, las manifestantes arribaron a la Facultad de Veterinaria. 



Con una ofrenda montada en la explanada de la facultad, familiares, amigas y personas cercanas a Lorena, dedicaron algunas palabras de despedida, además de reclamar la negligencia de las autoridades de la Fiscalía de la Ciudad de México y de los hospitales que no cuentan con material adecuado para una emergencia. 

Lorena tenía 25 años, fue víctima de su ex pareja, quien le disparó en su domicilio el pasado miércoles 8 de febrero en la alcaldía Miguel Hidalgo. Familiares de la víctima reclaman que ya habían presentado una serie de denuncias para prevenir y proteger la seguridad de Lorena, sin embargo, la Fiscalía de la Ciudad de México no respondió a ninguna por falta de pruebas y signos de violencia.

Ante el dolor e indignación de todas las personas presentes en la explanada de veterinaria, la manifestación concluyó alrededor de las 2 de la tarde con un minuto de silencio y aplausos, con la esperanza de hacer justicia para Lorena, una persona que aún tenía sueños, aspiraciones, viajes, una vida por delante. 

Concluyeron con la esperanza de que nunca más haya otro caso de feminicidio impulsado por la ineficacia de las autoridades, y dejar atrás la ola de violencia que sufren las mujeres. 




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Desarrolla Labifigras-UNAM barra de chía y productos de granos no convencionales


Por Tania E. Martínez García y Claudia S. Sánchez Castro.
México. El químico de alimentos Enrique Martínez Manrique trabaja una línea de investigación acerca del desarrollo de nuevos productos con granos no convencionales, en su laboratorio en la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, UNAM.

“Todo se controla: se hace un diagrama del proceso y luego se hace un control primero con trigo, esto con la finalidad de estandarizar el tiempo de fermentación, la humedad, la temperatura, el tiempo, la temperatura de horneado, cómo se amasa, y cómo se agregan los ingredientes. Una vez que ya se tenga el producto bien hecho con trigo (el control) entonces ahora sí se sustituye por los otros granos”, explicó Martínez Manrique con la seguridad que sólo los años de experiencia brindan.

Una voz femenina y bajita intervino proponiendo al doctor ofrecer una vista rápida a su Laboratorio de bioquímica y fisiología de granos (Labifigras) ubicado en el campo cuatro en la Unidad de Investigación Multidisciplinaria. Con entusiasmo se levantó de su silla con el dispositivo para mostrarnos el equipo especializado con el que realiza experimentos para sus investigaciones alimentarias.

Orientar y motivar a sus alumnos a seguir experimentando con otros productos

En entrevista a través de Zoom, la visita virtual mostró herramientas como el horno semiindustrial que tiene las características de inyectar vapor, humedad, controlar el tiempo y temperatura con mucha precisión; también la fermentadora y más aparatos.  Se notaba su gran pasión por el tema al grado de contagiarnos el interés por conocer y aprender más. Así, fue inevitable preguntarle por la barra de chía.

La barra de chía es uno de los productos desarrollados en colaboración con sus alumnos y equipo que lo ayudan en Labifigras. Para elaborarla, narró, el producto empezó como un proyecto semestral, orientado al tema de una buena digestión como resultado de consumir fibra. 

“La chía, el ajonjolí o el amaranto tienen mucha fibra la cual sirve para una buena digestión. En especial el colon donde tenemos microorganismos que ayudan a mantenernos sanos, pues la fibra sirve como alimento para que estos microorganismos eviten el desarrollo de otros microorganismos malignos que causan enfermedades”, puntualizó el investigador.

Indicó que parte de su trabajo es orientar y motivar a sus alumnos a seguir experimentando con otros productos. Una de las técnicas que propone es la lluvia de ideas en la cual todos los químicos que están a su cargo comentan sus propuestas. Realmente le entusiasma mantenerse en la docencia, pues enfatizó que la vitalidad e iniciativa de los alumnos siempre lo motivan a seguir en el campo de la investigación.

La constante presencia de sus alumnos        nos intrigó, por lo que le preguntamos sobre los obstáculos que la falta de compromiso por parte de los estudiantes supone. No obstante, con un ceño fruncido y una mirada desconcertada nos desmintió, defendiendo que sus colaboradores nunca han mostrado desinterés porque “están conmigo por el deseo de aprender y crear”.

Comentó que su principal desmotivante proviene de algunas autoridades de la UNAM que limitan el apoyo a sus investigaciones individuales y de colegas. Por ello, ha desistido de intentar patentar sus productos y sacarlos al mercado general como era su propósito inicial.

El lado bueno es que mediante el trabajo y dar resultados se puede adquirir prestigio que se materializa en apoyo económico por parte de la universidad. “Con el presupuesto que me dan al aceptar el proyecto compro equipo, material, reactivos y otros materiales necesarios en el laboratorio. 

Aunque al principio es difícil, señala, porque la Facultad no proporciona un apoyo de la nada.; pero “uno mismo debe conseguirlo mediante su trabajo”, concluye el investigador.




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16 de febrero de 2023

Luis Arrieta: periodismo, un mundo ajeno al mío



Por: Ulises Soriano
Mexico. “Horario estelar”, la nueva serie de Star+, cuenta la historia de un prestigioso y famoso periodista mexicano que quiere ocultar la verdad sobre la muerte de su amante. Por ello, utiliza su habilidad para desviar la información e intentar salir ileso.

Dentro de la trama de esta serie, Luis Arrieta llevará a la pantalla a Sami, un periodista joven e idealista que se mete en problemas por buscar la verdad en un país lleno de corrupción. “Lo que me gusta más de esta serie es que sale del melodrama convencional. Aún cuando las relaciones amorosas son importantes en la historia, también tocan temas como la política y el periodismo en México. Los sueños de los personajes no sólo están arraigados en quien aman, sino también en lo que aman”, comentó el actor.

Para construir el personaje de Sami, Arrieta contactó a la periodista Romina Ramos, quien le dio la oportunidad de asistir a uno de sus programas en vivo y recibió apoyo además de consejos de todo el equipo del noticiero: “Recuerdo que ese día tembló, así que también pude ver cómo de pronto tienen que improvisar y meter la información de algo que acaba de ocurrir, para mí esto fue muy divertido, sobre todo porque pude conocer ese mundo totalmente ajeno al mío”.

Los últimos proyectos del actor incluyen las películas “Enfermo amor”, que fue la primera cinta original de la plataforma Vix+, así como “Infelices para siempre” que se convirtió en el estreno en salas de cines en México más exitoso luego de la pandemia. En “Horario Estelar” Luis Arrieta comparte créditos con Óscar Jaenada, Maya Zapata, Abril Mayett, Dominika Paleta, Ela Velden, Mauricio Isaac, Silverio Palacios, Alejandro Camacho, entre otros. y está disponible en México y Latinoamérica a través de la plataforma Star+.



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14 de febrero de 2023

“Leer la realidad desde la diversidad”: la visión de Nelia Tello sobre el Trabajo Social

Nelia Tello es docente en la Escuela Nacional de Trabajo Social y especialista en Modelos de Intervención en jóvenes. Foto: Cortesía de Neliatello.com

Por Miguel Ramírez Fuentes 
México. Deben leer esta parte para comprender este concepto que es importante y asegúrate de abordar esto para que entiendan que lo que les estamos dejando leer no es pura casualidad…”, fueron las primeras palabras que escuché de la persona a entrevistar hacia su adjunto. 

Cuando solicité la entrevista con Nelia Tello (y no escribo “maestra Tello'' porque le resulta indiferente que le digan maestra, profesora o algún grado administrativo que ocupe) tuve un gran respeto y hasta cierto temor hacia la imponencia que evocaba. Directa, sencilla, apasionada por su trabajo y un gran profesionalismo eran los elementos que encontré pocos días después en su despacho en la Escuela Nacional de Trabajo Social. Al momento de mi llegada a la cita supuse que estaba preparando una clase con su adjunto, el cual estaba muy atento a sus indicaciones, pronto notó mi presencia y me invitaron a pasar. 

Lo primero fue conocer el origen de esa pasión sobre su docencia y su profesión: “Puedo contarte la percepción que yo tenía, la percepción de lo que uno puede hacer en el mundo, muchas personas no saben de qué trata esta carrera y la estudian pero no es algo que realmente les interese. Yo sí la quería estudiar, si sabía de qué se trataba. No correspondió al 100% de lo que quería o esperaba. Lo que yo quería era salvar al mundo y pues no es cierto, no puedo salvarme ni a mí misma ahí es donde me equivoqué”. 

Después de eso, soltó una risilla que cambió totalmente el ambiente en el que estaba, era claro que había una cierta tensión antes de iniciar la entrevista, pero es en este espacio donde su expresión se transformó de la seriedad a la soltura y la amenidad, continuando entonces con su pequeño relato: “Pero si acerté en el hecho de trabajar con los otros, aquellos que están vulnerables para resolver problemas, conflictos, necesidades, carencias… y era necesario atender, ayudar al ver que no muchos estaban interesados en los otros”.

Atender al otro, un objetivo clave que definió Nelia Tello en el trabajo social y no sería resuelto sin la intervención en lo social porque si bien considera que el resto de las carreras persiguen este mismo punto, la visión del trabajo social es intervenir desde la constitución de cómo nos relacionamos, generando un cambio que trascienda. Pese a los rayos del sol y el constante ruido provocado por los autos, las motocicletas que se escuchaban a lo lejos del circuito, la respuesta de Nelia era clara: 

“Se debe leer la realidad desde la diversidad donde el trabajo social interviene desde el hecho social, no desde teorías, de ellas interpreto el hecho social pero lo que yo tengo que atender es al hecho social en sí mismo desde su propia expresión. Por supuesto interpretado, entendido, aprendido desde diferentes perspectivas teóricas. La idea es hacer que el otro se entienda a sí mismo como parte de un proceso socio-histórico, donde entienda que el quehacer de cada uno de nosotros es importante y trascienda”.

Uno de los grandes modelos que ha conformado es el de Escuela Segura, cuyo antecedente es Comunidad Segura. Gracias al aspecto metodológico inmerso desde los primeros momentos de nuestro encuentro, Tello aborda las características de dicho modelo que resultó exitoso: “Lo que nos interesaba era intervenir en la relación desde la cotidianeidad y la experiencia cotidiana del sujeto individual o colectivo, pero sí tratando que nuestro hacer tenga trascendencia de esas interrelaciones personales y que trascendencia a irritar por lo menos procesos sociales continuos, es decir, no nos interesa trabajar en un salón de clases en una escuela determinada, nos interesa que ese trabajo social en una escuela, en un salón o en un problema sea replicable en todas las escuelas posibles, en donde asuman el problema desde una perspectiva diferente”. 

Desgraciadamente, y cuenta muy solemnemente la anécdota, el programa de Escuela Segura fue financiado por el gobierno y al no tener una marca registrada para el nombre, pero la finalidad o lo que componía la visión fundada por Tello era totalmente distinta. Se apoderaron del nombre y no se pudo hacer nada. De ahí en adelante, Nelia comenzó a registrar todos su modelos para evitar este tipo de problemas. Después de esa experiencia cuenta resignada: “Lo único que hice fue aprender y aprendí… Sin embargo te deja por un lado la satisfacción de que lo que hiciste trascendió de alguna manera y por otro lado el conocimiento de que siempre lo que hagas pues va a tener como vitalidad propia y se va reproduciendo en la sociedad, de alguna manera contribuiste a eso”.

A diferencia de los resultados y protocolos hechos por el gobierno, el programa Escuela Segura, se convirtió en Mochila Segura, donde se busca un relación de control y obediencia muy diferente a la visión propuesta por Tello, quien considera que esto conlleva a una pérdida de libertad de tránsito, la confianza hacia el otro y no resuelve eficazmente el problema. Aunado esto, resalta lo siguiente: “La cuestión era abrir canales de comunicación y la revisión de la mochila era tan absurda como que la droga, las pistolas y las armas que querían meter pues las metían en un ladrillo flojo que tenían en la secundaria o por atrás”.

Aun con esos obstáculos y transformaciones, Nelia Tello desarrolla a detalle la visión que tiene tanto en el modelo de Escuela Segura como otros que surgieron posteriormente: “Lo que tratábamos era integrar las tres perspectivas (violencia, inseguridad y legalidad) dentro de una sola idea de incidir en el punto en el que convergen ellos. Y además había otra convergencia que nos interesaba mucho, trabajábamos con policías, autoridades y comunidad en general. No hablábamos nunca de delincuentes o criminales, jamás, porque suponíamos que los criminales eran miembros de la comunidad y entonces lo que nosotros necesitábamos era trabajar con la comunidad entera…”.

Dentro de su amplia formación profesional, la entrevistada hizo una maestría en Semiótica en la Universidad Anáhuac, ¿cómo ayuda la semiótica al trabajo social? Comenta a continuación:

“Para mí es al revés, la semiótica me ayuda, la he utilizado como parte de las estrategias para poder entender esa realidad y sí va muy ligada al trabajo social pensando que tiene toda una epistemología, toda una teoría pero que siempre se concreta en una intervención, en una realidad concreta”.

Es en ese momento cuando sus ojos brillaron y hubo un gran tono elocuente en su voz que poco a poco iba entretejiendo un mundo, su mundo abierto a nosotros que ofrecía una visión clara de lo que era el trabajo social y trayendo a colación todos sus proyectos previos que fueron evolucionando. Desde su primer modelo que fue Comunidad Segura hasta el último creado en 2018 que se denomina Aceptación, Confianza e Integración (ACI), el punto central, o bien, la problemática a analizar ha sido la misma teniendo en cuenta la evolución de la misma problemática. Tello cuenta lo siguiente con una alegría nostálgica: “Entonces, cuando yo me metí a estudiar semiótica pues seguramente fue por curiosidad hacia lo desconocido, no fue por otra cosa. Yo lo que hice fue rescatar toda la metodología para integrarla en mi perspectiva de trabajo social y claro que me sirvió”.

Gracias a este estudio metodológico, Nelia Tello publicaría un libro llamado “Apuntes sobre el trabajo social”, el cual no considera como tal sino un artículo detallado donde expone toda conceptualización sobre el trabajo social desde la metodología que ha aprendido y aplicado con el ejercicio de la semiótica. 

Pronto, el amplio discurso compartiendo su experiencia y conocimiento pesó sobre su voz, en una pausa para tomar agua y recobrar fuerzas, supe que era momento de terminar el encuentro con una última pregunta sobre la presencia de algún proyecto a futuro que tuviera en mente. Actualmente está participando en el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre la Violencia Escolar y ha servido para profundizar algunos aspectos de la violencia dados las consecuencia del confinamiento por la pandemia de COVID-19. Explica que lo principal es tratar de articular la violencia con los procesos de convivencia transformados después de la pandemia. Además comenta: “si hubo cambios, no los cambios que esperábamos con florecitas y que todos íbamos a volver buenos, lindos y comprensivos. Sino al contrario, ha habido más fragmentación, más desconfianza, muchos problemas nuevos que se exacerbaron, no son nuevos pero sí aumentaron”. 

Frente a esta visión, Tello expone su objetivo basado en ver las cosas no de una forma dual sino en algo diverso, integrado, que entre todos los fenómenos sociales y los actores involucrados existe una influencia mutua que permite resaltar algunos aspectos a remarcar.”Entonces no es tan fácil, hay que entender, volver a pensar, volver a reflexionar y la intervención siempre nos va a llevar al diálogo con el otro, al reconocimiento con el otro, a la aceptación del otro, a la aceptación de la diferencia, pero sobre todo tenemos que encontrar formas de construir sociedades más solidarias, sociedades que sean más nuestras y no nada más de unos. Yo creo que sería ese el reto en el que hemos estado trabajando en estos años”. Añade la entrevistada con un cierto aire de convicción. 

Sumando a todo su conocimiento y experiencia, la lección que deja Nelia Tello es no ver el trabajo social como una profesión que ayuda a los pobres o como una profesión promotora de derechos ni como una simple tarea de cubrir necesidades con bienes y servicios. El principal objetivo del trabajador social es tener una serie de conocimientos para poder trabajar con el otro, constituirlo en relaciones con el resto de sus semejantes que integran una comunidad, escuchando, entendiendo y compartiendo ese sentido de empatía para construir una sociedad distinta, la cual nos permita obtener algo mejor, ser mejor a lo que tenemos hasta ahora. 

Una vez terminada la conversación que resultó satisfactoria para ambas partes, pude observar en la puerta una vez más su nombre “Nelia Tello” y una voz ya conocida en estos 45 minutos se escuchó detrás de mí: “¿Te diste cuenta que mi nombre no tiene “maestra” o “doctora”? Porque no necesito etiquetarme de ninguna forma, pero muchos aquí sí, yo prefiero ser yo”. Y salió por el pasillo con una sonrisa amable para continuar con su rutina académica. 

Escuela Nacional del Trabajo Social. Foto: Miguel Ramírez




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Nadanza: novedoso sistema para enseñar Natación Artística en la UNAM


Por: Ulises Soriano
México. Nitzhui Ponce Álvarez y otras 6 jóvenes, se convirtieron en las primeras deportistas de la Universidad Autónoma de México en entrar a un proyecto piloto en el cual, de manera progresiva se enseña la natación artística llamado “Nadanza”. El objetivo de esta disciplina consiste en lograr una formación integral con distintos ejes, los cuales van desde el nado y el baile en el agua y hasta lograr reconocer los criterios de calificación de los jueces en competencias de talla nacional e internacional.

Consuelo Velázquez García, presidenta del organismo rector de deportes acuáticos de la UNAM, aseveró que las alumnas involucradas en este proyecto son de diferentes edades, de las cuales, algunas se encuentran en iniciación universitaria, el bachillerato y hasta la licenciatura. Entre las principales exponentes se encuentra Nitzhui Ponce Álvarez quien, en diciembre pasado, logró dos medallas de oro en el Campeonato Nacional de la especialidad, celebrado en Aguascalientes.

Ponce Álvarez inició en natación artística a los nueve años y “a los 15 años probé con el polo acuático, aunque, más adelante, mi pasión me hizo regresar a las rutinas bajo el agua, y ahora soy feliz aquí”, expresó la universitaria. 

Luego de conseguir en el Campeonato Nacional,  Federación Mexicana de Natación le requirió a la alumna del sexto semestre de la FES Cuautitlán, en la carrera de artes plásticas, diseño y comunicación visual, en el Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia (SUAyED), competir en Clase B para dar el salto a Clase A, y buscar un lugar en la selección mexicana con la mira en Campeonatos Centroamericanos y en Campeonatos Panamericanos de la disciplina deportiva.

Para finalizar, Consuelo Velázquez, dijo que “Nitzhui tiene todos los niveles técnicos que requiere la Federación Mexicana de Natación, compitió en Juegos Nacionales Conade y tiene nivel para continuar un proceso que la lleve a una selección mexicana”. Además, comentó que Ponce Álvarez actualmente entrena a un grupo de pequeñas nadadoras en la UNAM, por lo cual, a la par de lo deportivo, forja su experiencia como entrenadora, en busca de formar nuevos talentos para los equipos representativos de la casa de estudios.





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Facultad de Química celebra importancia de las Niñas y Mujeres en la Ciencia

Por Jomael Alan Valdez Chávez 
México. La Facultad de Química presentó una serie de muestras experimentales en conmemoración al Día Internacional de las Mujeres y Niñas en la Ciencia [11 de febrero]. A las afueras del edificio A, cerca de 20 expositoras, en su mayoría estudiantes o maestras egresadas, lideraron diversos experimentos para transmitir a las y los estudiantes todo su conocimiento. 


Dennise Bolaños, estudiante de la facultad y colaboradora del evento, comentó que “tienen mucha importancia este tipo de eventos, porque a lo largo de la historia, la ciencia siempre ha sido dominada por hombres, en realidad la educación en general. Aquí en la Facultad de Química, cada vez más mujeres se integran a carreras como las ingenierías”.  

No obstante, “aún existen algunos profesores que tienen conductas discriminatorias hacia las mujeres, son machistas. Muchos otros prefieren la manera en la que trabajamos las mujeres porque somos más organizadas, trabajamos más rápido o somos multitasking”.  

Por otra parte, Brenda Sánchez, egresada de la licenciatura de Ingeniería Química hace 5 años, señaló que no notaba mucho la diferencia entre hombres y mujeres: “cuando llegué a planta, a la nave, solo había 10 mujeres y el resto eran hombres. En ese momento no lo vi como obstáculo, pero ahora sí más”.  

“Estoy en el área de planta industrial, y tengo que empezar a plantearme varias cosas, como si quiero tener hijos, porque el tiempo de maternidad va a impedir que en su momento me consideren para alcanzar diversos puestos. Debo demostrar que soy valiosa, demostrar que sé la parte operativa y la administrativa, para que me consideren. Debemos ganarnos nuestro puesto”, agregó. 

El horario laboral de Brenda Sánchez era de 8 a 5, pero tenía una compañera que llegaba a las 7 y se iba a las 4 para poder recoger a su niña de la escuela. Al final es negociar con los jefes, y demostrar que las mujeres “somos buenas haciendo nuestro trabajo”. Para Brenda, hasta que sales de la carrera notas esos obstáculos: “éramos como 10 mujeres, y al ser tan poquitas, entre todas nos apoyábamos, platicábamos y compartíamos, eso nos unía e impulsaba más”.  

El evento concluyó alrededor de las 2 de la tarde, el cual buscó crear conciencia de la importancia que tiene la mujer en la ciencia, quitar el acoso, la discriminación, estereotipos y las brechas de género, salariales, y de oportunidades, además de motivar a las y los estudiantes de las 6 carreras que se imparten en la Facultad de Química, en este nuevo inicio de semestre.   




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“Ventanas en otro lugar”: humanizar la experiencia vivida por las personas refugiadas


Por: Ulises Soriano
México. “Una ventana es un objeto físico, pero su vista no. Mirar por una ventana no solo significa mirar un paisaje, sino también reflexionar sobre uno mismo y el propio camino de la vida”, aseguró el artista, arquitecto y autor Matteo Pericoli sobre la nueva exposición “Ventanas en otro lugar”, la cual se presentará durante cinco semanas en Casa Seminario 12, Centro Histórico, en la Ciudad de México.

La exposición reúne 60 dibujos en los cuales se representan las ventanas actuales de sesenta personas que se vieron obligadas a huir de sus países, además, están acompañados de breves textos escritos por las personas refugiadas en los que describen su viaje desde “otro lugar”, inspirándose en la vista de su ventana al ser interpretada a través del dibujo.

“Ventanas de otro lugar” se ha presentado en Turín, Italia, además de Lugano, Suiza. En México es traido a Casa Seminario 12 por Art for Human Rights y en colaboración con la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados en México (ACNUR) y la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y Frontline Defenders.

A través de este trabajo, Matteo Pericoli busca humanizar y articular la experiencia vivida por las personas refugiadas y dar voz a sus historias. Según ACNUR, con millones de personas desplazadas en Ucrania y otros países en 2022, las cifras totales de desplazamiento interno superan los 100 millones de personas.

Las personas refugiadas que participan en “Ventanas de otro lugar”, describen lo que se siente cuando se ven obligadas a abandonar su hogar, su país y, en muchos casos, a sus seres queridos. Sus historias son profundamente personales, emotivas, y ponen de manifiesto la complejidad, la intensidad y el dolor inherente al viaje de una persona refugiada.


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