26 de enero de 2023

El Once estrena la serie "Historia del pueblo mexicano"

  • Canal Once, en colaboración con el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), estrena este martes 24 el programa Historia del pueblo mexicano 
  
Felipe Ávila, Jenaro Villamil, Jesús Ramírez, Alejandra Frausto, Martha Hernández y Carlos Brito acompañados de los autores del libro Historia del pueblo mexicano. | Fotografía. Fernanda Trinidad 

Por Fernanda Trinidad
México. A través de productos audiovisuales, la televisora del Instituto Politécnico Nacional proyectará cada martes a las 20:30 horas, en el 11.1, dos episodios de temas distintos de alrededor de 12 y 13 minutos (cada uno), los cuales muestran “la lucha y el esfuerzo de mujeres, campesinos, indígenas, trabajadores y afrodescendientes” en la búsqueda de una nación más libre y justa. 

La serie documental está basada en los textos que conforman el libro Historia del pueblo mexicano (2022), mismo que abarca la historia de México desde la Conquista hasta la actualidad y cuyo hilo conductor son “las transformaciones que sufrimos como país”, informó Eduardo Villegas (ex coordinador de Memoria Histórica y Cultural de México) en la conferencia matutina del 13 de enero del 2022. 

En la presentación del proyecto, Felipe Arturo Ávila Espinosa, director general del INEHRM, explicó que a través de 24 programas se pretende llegar al grupo de la niñez y la juventud con el fin de compartir el conocimiento y la crítica de la historia de México, de manera clara y amigable, desde “los ojos, el rostro y la voz de quienes habían sido ignorados” en la construcción histórica. 

Por su parte, Carlos Brito Lavalle, director del Once, expresó que tanto el libro como la serie “abonan a los debates que cuestionan las narrativas históricas pasadas y nos permiten analizar nuestro pasado para construir un futuro más incluyente; que no deje a nadie de su propia historia porque no hay pueblo sin historia ni historia sin el pueblo”. 

Otro punto que se discutió en la presentación fue el avance de las tecnologías emergentes y el impacto tangible que ha tenido sobre las nuevas generaciones. Los presentes expusieron la importancia de hacer uso de distintos formatos, como lo es el pódcast, para crear lazos de comunicación con la audiencia y despertar su interés en el conocimiento de dónde venimos y a dónde vamos. 

“Con la competencia de las nuevas tecnologías lleva a que los libros sean cada vez más olvidados; pero no las historias, no lo que cuentan. Creo que las nuevas bibliotecas de las nuevas generaciones son audiovisuales”, comentó Jesús Ramírez Cuevas, coordinador general de Comunicación Social y vocero del Gobierno de la República. 

Aunque existe cierta preocupación en que disminuya el sector editorial, la venta de libros impresos ha demostrado tener un incremento en México. De acuerdo con el tercer informe trimestral 2022 de la compañía Nielsen Book, el volumen de libros vendidos en este periodo fue de 4 millones 925 mil 737, mientras que —en ese mismo lapso— fue de 4 millones 225 mil 578 en 2021, un incremento de 16.6%. 

En este sentido, el trabajo colectivo entre la Secretaría de Cultura, la Subsecretaría de Educación Pública, el Sistema de Radiodifusión del Estado de México, Presidencia de la República y canal Once apuesta por los medios de comunicación para llegar a lo recóndito del país y reconocer la identidad cultural mexicana a la vez que se propicia “el cambio”. 

“Yo quiero agradecer esta posibilidad porque la cultura y el arte es el camino más directo a la libertad; es el anhelo pleno”, dijo Alejandra Frausto, promotora cultural que considera que es importante formar generaciones conscientes “de que la diversidad cultural es la mayor riqueza que tiene México”. 

Proceso de publicación 

Felipe Ávila, quien fue reconocido por su trabajo que ha realizado, detalló el proceso que ha tenido el traslado del libro hacia las pantallas. Según sus palabras, el año pasado el Instituto recibió instrucciones por parte de la Presidencia de la República para “hacer un equipo de historiadores que contaran en poco más de trescientas páginas lo más importante de esta maravillosa historia del pueblo mexicano”. 

El compendio de textos fue escrito por veintitrés historiadores e historiadoras para los estudiantes de tercer año de secundaria. “El objetivo con el que se comenzó a armar este proyecto era que se pudiera repartir como uno de los materiales de apoyo para las niñas y niños de tercer año de secundaria (…). Sin embargo, no nos dio tiempo de cumplir ese objetivo”, expresó el anfitrión. 

Al respecto, Martha Velda Hernández, subsecretaria de Educación Básica, expresó su gratitud “en nombre de los 24 millones de niñas, niños y adolescentes que caminan por la educación de nuestro país” y agregó que este libro es reflejo de la “transformación” actual.  

A menudo, en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha pronunciado que el país ha sufrido tres transformaciones. Incluso, el capítulo cuarto de la obra dedica un apartado para explicar dicho tema. 

Por otro lado, el historiador agregó que con el apoyo de la Secretaría de Hacienda y la Lotería Nacional se ha logrado imprimir 100 mil ejemplares que fueron otorgados a las y los estudiantes de las Escuelas Normales; además que se pretende llevar estos volúmenes a las aulas del bachillerato del Instituto Politécnico Nacional, ya que el plan de estudios de la Institución contempla en los primeros tres semestres la enseñanza de la historia de México. 

A ello se le suma el interés por parte de la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, María Elena Álvarez-Buylla Roces, en realizar una nueva edición del libro con el fin de distribuirlos de manera gratuita en el sistema educativo. 


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24 de enero de 2023

“El núcleo de la ciencia está en explicar, más que en aplicar”: Carlos Cosio Castañeda



Por: Adriana Heinen Cortés
México. El doctor en Ciencias Carlos Cosio Castañeda es mejor conocido como “Chino” entre los estudiantes (apodo que le gusta mucho). Tiene veinte años dando clases en la Facultad de Química. 

En el Edificio B, me dirigí al Posgrado, el doctor Castañeda estaba entrando a su cubículo. Mi primera impresión de él fue casi única: usaba un gorro gris tejido, una bata blanca (pues se encontraba en práctica de laboratorio), una mascada blanca con detalles grises, una camiseta negra, unos pantalones tipo militar color caqui (del que se sujetaba una cadenita metálica con sus llaves) y botas negras; en su mano derecha llevaba dos anillos de plata al igual que dos pulseras de hilo, en la izquierda otro de plata y llevaba puestos unos lentes negros, al igual que un piercing en el labio inferior. Nos saludamos y, a pesar de estar algo nerviosa, me dio una muy buena impresión su forma de expresarse tan calmada y jovial. 

Al entrar a su oficina, me senté en una silla que se ubicaba junto a una mesa en forma de “L”, en la cual estaban su computadora, una botella de Coca-Cola, un paquete de papas Ruffles, cigarros, sombreros, libros y demás útiles; en las paredes se hallaba una tabla periódica, una hoja impresa con sus horarios de clase y un pizarrón de corcho, al lado de un par de gavetas y estanterías pequeñas (parte del mismo escritorio de madera). 

La postura del entrevistado era segura y cómoda, por lo que hubo confianza rápidamente, aunque siempre manteniendo el debido respeto. 

Esta carrera no tiene un solo ámbito de aplicación, la apertura de sus ramas es amplia 

Comencé la entrevista tratando de encontrar algunas respuestas a preguntas básicas acerca de su trabajo en la Facultad de Química. Esta licenciatura, como bien explicó él, se enfoca más en buscar respuestas y el porqué pasan las cosas; está direccionada a generar estudiantes que estén en la ciencia básica de la investigación para la elaboración de teorías, por ejemplo. Esta carrera no tiene un solo ámbito de aplicación, pues la apertura de sus ramas es muy amplia para el desarrollo de la misma. 

En sí, se adquieren los conocimientos básicos para explicar el origen de diversos fenómenos (al igual que se pueden generar predicciones de este) y ello se puede aplicar en áreas como la industrial o de investigación (donde normalmente se desarrollan los químicos). A pesar de ello, los egresados de esta carrera pueden aspirar a un puesto dentro de una empresa, para el área de innovación, donde se busquen nuevos materiales de producción. 

En este punto, sus piernas se encontraban cruzadas, pero en una postura de confianza; sus gestos faciales eran bastante expresivos, pero más aquellos que realizaba con las manos, igualmente, relajados; el ambiente era tranquilo. 

Con ello en mente, el maestro Cosio comentó que actualmente, en este mismo proceso del desarrollo de nuevos materiales, se buscaban aquellos que fueran más amigables con el medio ambiente (es decir, que sean biodegradables). De hecho, afirmó que en la pandemia muy probablemente este tipo de investigaciones hayan sido realizadas. 

Retomando un poco acerca de su actividad laboral, actualmente imparte “Física I”, “Física II” y “Química inorgánica”, me surgió una inquietud, ¿Cree que el plan actual de estudios de Química pura va acorde con las necesidades sociales en la actualidad?

“No, definitivamente no, -respondió. Los programas de estudio, históricamente se modifican cada veinte años. Entonces, el programa de estudios que tenemos hoy fue modificado en 2005¬/2006. No es un plan que refleje las necesidades actuales. Hace veinte años no pensamos en una pandemia”. 

Así, el maestro Cosio, mencionó que las necesidades actuales que deben tomarse en cuenta para la modificación del plan de estudios se tienen que basar en el uso de tecnologías y en cómo ayudar al alumnado a diferenciar entre la información que brinda el internet. Ahí, el docente debería encargarse de la “purificación de la información, a enseñarle a los muchachos a discriminar”. 

Dudó acerca de cuál es una buena carrera complementaria de la Química pura, pues piensa que depende del químico: para algunos sería muy benéfico tener estudios de medicina, o para otros “[tener] la parte física, la parte matemática, la parte biológica”; pero, una de las ventajas que señala del plan de estudios actual que él retomaría para la siguiente actualización del mismo, serían las “asignaturas optativas disciplinarias” y las “asignaturas optativas no disciplinarias”, en donde el alumno decide a qué facultad quiere ir a estudiar a través del “Formato 709”, dependiendo del área en el que se quiera enfocar o especializar. 

Tanta ciencia aplicada ha hecho que nos salgamos como humanidad de un cierto equilibrio natural 

En este punto y teniendo un poco más de información acerca de mi entrevistado, comencé preguntando qué habilidades creía, en su experiencia, que se requerían para estudiar esta carrera, a lo cual respondió algo que —por la humildad de sus palabras— me sorprendió: “Se necesita tener mucha paciencia, no ser ansioso; las cosas no salen al ritmo que uno quiere, tienes que ser capaz de controlar el estrés y la presión. Yo no creo que se necesiten ser niños genio para terminar la licenciatura en Química. Creo que hay que ser constantes, tienes que ser persistente, tener calma.” Esto me generó bastante simpatía: mi interlocutor no solamente era un experto en su materia, sino que también motivaba a otro(a)s a seguir sus pasos. 

Dicho lo anterior, me enfoqué más en sus proyectos o propuestas académicas, algo de mi interés, por lo que transcribí un pequeño fragmento de la conversación: ¿Mientras estudiaba elaboró alguna propuesta de proyecto que se esté implementando actualmente?

“Sí, -afirmó. Cuando yo ingresé a la Facultad, como químico, me cuestioné en muchas ocasiones por qué me daban tantas físicas y tantas matemáticas si no estaban direccionadas a mi formación en Química. Cuando ya tuve la oportunidad de hacerme docente, empecé a incluir en muchos de mis cursos el “por qué me dan física si yo soy químico”. Entonces fue más una dirección de tomar a la física y a las matemáticas como una herramienta que un químico puede emplear para fundamentar mejor su ciencia”. 

El investigador tiene ideas innovadoras, no sólo como químico, sino como docente. Con ello, surgió otra declaración importante: “Tal vez tengo un problema:  no creo que la ciencia haya mejorado a la humanidad, yo creo que después se desvió, y tanta ciencia aplicada ha hecho que nos salgamos como humanidad de un cierto equilibrio natural. Entonces, mi ciencia no es la que busca aplicar y encontrar nuevas cosas, sino explicar las razones. Creo que el núcleo de la ciencia, el purismo de la ciencia está en explicar, en justificar, en entender, más que en aplicar”, pues el conflicto de generar nuevos materiales más resistentes —como comenta— es encontrar la manera de degradarlos, lo que acaba siendo un problema ambiental (aunque actualmente ya se han detectado algunos métodos y materiales apropiados para este fin). 

Este punto de vista es novedoso dentro de este ámbito, pues en muchas ocasiones sólo se busca el desarrollo y se excluye el entendimiento de fenómenos que nos afectan. Me pareció curioso el sentir (como mera percepción personal) que, a diferencia de otros investigadores, posee un lado mucho más humano. 

Por otro lado, mencionó un aspecto importante a nivel académico y laboral, acerca de la metodología aplicada en la universidad para encontrar nuevas soluciones a problemáticas planteadas. En sí, una de las grandes limitantes es la falta de recursos: hace falta alrededor del 90% de máquinas para que los estudiantes puedan aplicar la teoría en un nivel práctico. Aún con ello, el campo de aplicación de la carrera tiene mucho futuro debido a la evolución tan rápida de la tecnología (me comentó de un video acerca de un vestido en spray formado por un polímero y más detalles acerca del mismo, algo que me pareció casi surrealista). 

Para concluir con las preguntas, le pedí que me platicara un poco más acerca de su tesis (un tema del cual, por lo que había escuchado antes, poco habla). Sorprendentemente, me contó sin objeciones acerca de la misma. 

Primero, me habló de su tesis a nivel licenciatura, la cual trata el tema de la “Superconductividad” y una propuesta de material con estas propiedades. Los materiales superconductores tienen dos efectos: cuando pasa corriente eléctrica en ellos, no se pierde energía y el material se “queda flotando” (como en las películas futuristas de los 80´s, donde los objetos sólo dependen de un impulso para moverse); el problema es que, en la actualidad, se necesitan ser enfriados en exceso (deben de mantenerse en -1000C). En la maestría, estudió un tema llamado “Frustración magnética de espín”, la cual formaba parte fundamental de su propuesta de tesis. Consiste en que los aparatos electrodomésticos funcionen, no a través del paso de energía (es decir, por medio “del tomacorriente”), sino gracias a una propiedad llamada “espín electrónico”, que se define como el magnetismo de los átomos; es decir, estos tienen la energía necesaria para que funcionen los aparatos eléctricos. 

Por último, el profesor me contó acerca de su estancia posdoctoral en Buenos Aires, donde se enfocó en la búsqueda de “nanomateriales”, es decir, materiales a escalas microscópicas. Como ejemplo de lo que estudia la nanociencia, citaré lo siguiente: “Cuando a una persona —perdón por el término— ‘común’, tú le preguntas ‘¿de qué color es el oro?’ todos te dicen ‘amarillo’. Cuando le preguntas a un químico te debería decir ‘¿cuántos átomos tiene?’ porque el oro pasa de ser de color rojo a color amarillo en función del número de átomos. Es decir, hay nuevas propiedades nada más por el número de átomos que tiene”. 

Con esta última respuesta, finalizó la entrevista. Le agradecí por su tiempo y, posterior a ello, me mostró el video (mencionado con anterioridad y, a mi parecer, asombroso) del vestido hecho por un polímero que era rociado sobre el cuerpo de una modelo y el cómo se adhería. Me despedí y salí de esta experiencia con una satisfacción interna y con ganas de volver con más preguntas para ser resueltas por “Chino”, un profesor inteligente y, sobre todo, humano. 


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“¿Por qué no llevarlo a un lugar más alto?”: Un artista que si no lo puede decir, lo baila



Por Aracely Mendoza Peña
Mazatlán, Sin. De tan solo 27 años de edad, Diego Velázquez es un bailarín a punto de graduarse de la Licenciatura en Danza Contemporánea de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán (EPDM) y que, además, es profesor en la academia Ananda Dance Center.

Diego Velázquez es un bailarín que ha demostrado que con trabajo duro, esfuerzo y perseverancia puedes lograr todo lo que te propongas. Con tan solo 15 años de edad fue a su primera clase de danza, sin saber que solamente era el comienzo de su vida como artista. “Jugaba fútbol, pero no me motivaba, algo faltaba”.

Comenzó bailando hip hop y poco a poco fue conociendo de otros estilos como la danza contemporánea, ballet y jazz, encontró un lugar seguro en esta expresión dancística, convirtiéndolo   en  un detonante para tomar la decisión más importante de su vida, elegir la danza como su futuro. Diego dejó su ciudad natal, la Ciudad de México, para ir a Mazatlán y estudiar la licenciatura en la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán. 

La EPDM es una prestigiosa escuela bajo la dirección artística de la compañía Delfos, una escuela en donde bailarines de varias partes del mundo buscan pasar una difícil audición. “Eramos 200 personas expuestas en frente de personas que estaban ahí para juzgarte, diciéndoles, aquí estoy”- afirma Diego, en dicha audición comienzan a descartar personas conforme pasas por los filtros establecidos, finalizando solamente con 22 personas que fueron aceptadas. “Me fuí acercando y no veía mi nombre, hasta que ví el número 17, no lo podía creer”.

La familia de Diego se negaba a apoyarlo, había incertidumbre y desacuerdos, varios estereotipos impuestos por la sociedad salieron a la luz, la teoría de que la danza no es una profesión, no genera ingresos, no es para hombres, incluso el hecho de que se les categoriza a los hombres que bailan como gays; sin embargo, estos prejuicios no lo detuvieron. “Siempre tuve esta idea de la rebeldía, pero de esta rebeldía como para seguir tus sueños. Justo cuando vi que todos se negaban, dije, no, yo me voy a dedicar a esto, voy a ser bailarín sí o sí”.

En su familia siempre existió el miedo de que no triunfara en sus sueños, sin embargo, nunca lo detuvieron para que lo lograra. Diego Velázquez nunca dejó de bailar, practicó mucho para llegar al lugar en el que está. “Es mi vida y esto quiero, ahora, por lo menos en mi familia, cambiaron su punto de vista de lo que es la danza y lo que es el arte en general”. El contexto familiar cambió y estuvieron con él sin importar los altibajos. 

Dentro del ámbito artístico, el peor enemigo que podrías tener eres tú mismo, temas como lo son las  lesiones son demasiados delicados, el bailarín solamente ha tenido un pequeño esguince en la pierna derecha, afirmando que ha sido el momento más desesperante, esto debido a que el bailarín siempre está en constante movimiento y el hecho de estar en reposo genera muchas ansias de estar siempre activo y bailar. “Te levantas y bailas, comes y bailas, cenas y bailas; aparte de que es un excelente ejercicio, te mantienes en forma, ayuda mucho al metabolismo, a tu estado de ánimo…”

Un bailarín además de ejercitar su cuerpo debe de enriquecer su mente, se requiere de muchas virtudes para triunfar en la danza. “Creo que soy un bailarín inteligente, que se equivoca, pero sabe cómo resolver”. Se requiere de una habilidad para reconocer los problemas que se presentan día con día, pero se requiere de una destreza para resolverlos. “Siento que tengo mucha personalidad al momento de bailar, quizás no tengo una gran   técnica debido a que mi cuerpo no cumple con el estereotipo que un bailarín debería de ser, no lo soy, pero sí soy el más aferrado”. 

La danza es muy dura y muchas veces te dice que no es tu lugar, pero Diego no se rindió, su amor y su pasión por la danza lo motivaron a seguir. “Es algo que me agradezco siempre, si pienso en mí en el pasado, me digo: muchas gracias, Diego, por esforzarte, por nunca quitar el dedo del renglón”.

El artista se caracteriza por dejar su alma en el escenario, esto detrás de cada presentación, dejando en claro que cada trabajo es muy importante para él y es un compromiso con sí mismo, un ejemplo de superación en lo que ama. Diego Velázquez tuvo la oportunidad de trabajar con la artista Karol Sevilla, un proyecto en Cancún, el bailarín reconoció que fue uno de los proyectos que más lo ha marcado a lo largo de su carrera. “El hecho de que una persona me reconociera y me dijera que de verdad le gustara mucho mi trabajo al verme bailar fue algo que me marcó mucho”. Bien dicen que al artista se le reconoce por el aplauso. 

Sin embargo, el proyecto más personal y más significativo fue el de haber participado en un concierto con la banda de rock “Matute”, dirigida por Jorge D'alessio; en dicho proyecto, conocido como “La guerra de los 80's”, experimentó otra faceta como actor y no solamente como bailarín. El bailarín expresa que en dicho concierto invitó a su familia, los cuales se encontraban en primera fila grabando el momento en que su hijo se desenvolvía en el escenario. “al final, mis padres me dijeron: muchas gracias por no rendirte”. El reconocimiento más importante para el ser humano es el de las personas que ama. 

Actividades como el baile, el teatro y la edición de vídeo, además de jugar aún fútbol y de vez en cuando disfrutar de un buen libro, convierten a Diego Velázquez en un artista completo, una persona con muchas cualidades y muchas oportunidades para crecer en el ámbito profesional. Un joven que está en su último año de la Licenciatura en Danza Contemporánea y que, aun así, ya ha triunfado. “El mejor escenario siempre va a ser el salón de clases, en ese lugar he visto cosas increíbles que no he visto en un escenario…” El espectáculo que se ve en los escenarios fueron ensayados muchas veces, es algo que ya ha sido planeado, detrás de esto hay maestros, hay coreógrafos, bailarines, actores, pero sobre todo, hay personas que quieren expresarse y demostrárselo al mundo, pero también a ellos mismos; sin embargo, lo que pasa en un salón de clases es completamente diferente, es el mejor lugar para sacar lo mejor o lo peor de ti mismo, esto con el fin de prepararse para convertirse en quien quieres ser. 

Cada bailarín encuentra el género que más le haga sentir y logra trabajar respecto a este; en el caso del bailarín es apasionante de géneros como el jazz lírico fusionado con el contemporáneo, salsa, ritmos que lo hacen sentir en un ambiente alegre, como si estuviera en una fiesta; en contraparte, también le gusta la música que lo hace sentir triste, es algo que lo hace sentir poderoso y le permite experimentar con sus capacidades. 

“Yo me imagino aquí en Mazatlán, a mis 43 años, todavía viajando por el mundo, trabajando con alguna compañía en donde pueda seguir creando y eso poder moverlo por el mundo”, expresó Diego Velázquez, un bailarín que manifiesta su amor por la danza, que sabe lo que quiere y que se esfuerza a pesar de las adversidades por cumplir sus metas. Una persona a la que se le dijo que no en muchas ocasiones, pero que esto no fue suficiente para detenerlo. “Las personas que son realistas son las que no han logrado nada en su vida, porque quien inventó el avión no estaba siendo realista…”. 

Una persona que tal vez entró tarde a estudiar su carrera, sin embargo, ha dejado huella en los lugares en los que ha estado y quien alienta a las personas a que no se apresuren, aún hay tiempo para lo que quieras hacer.

“No quites el dedo del renglón, sea lo que pase, déjalo ahí, vas a ver que si tú confías, las cosas van a suceder, vas caminando hacia allá”- Diego Velázquez. Bailarín profesional. 




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