23 de marzo de 2022

Aumento de depresión y ansiedad por impacto del COVID-19


Por Frida Agüero Avendaño y Andrea Jacqueline Jiménez Gómez 
México. La depresión y ansiedad son trastornos de salud mental que han aumentado en los últimos dos años a causa de la pandemia por el COVID-19. La pérdida de empleos y falta de socialización son aspectos importantes que han determinado la continuación y el incremento de estos trastornos.

Algunas instituciones en México y en el mundo han prestado especial atención en los efectos que la pandemia y el confinamiento tienen en las personas, desde niños hasta adultos de edad avanzada.

El inesperado aislamiento social como medida de protección sanitaria fue una de las principales causas del incremento de depresión y ansiedad durante la pandemia. La soledad, el miedo a contagiarse, el riesgo de poder morir, lidiar con el dolor del fallecimiento de personas contagiadas y las preocupaciones económicas fueron factores que propiciaron el aumento de estas.

La falta de socialización, así como la compañía de personas con COVID-19, ha generado el aumento de enfermedades mentales. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mostró que durante el primer año de pandemia el número de personas con ansiedad y depresión aumentó un 25%. Los mayores aumentos de estas condiciones médicas se produjeron en los países más afectados por la pandemia, lugares donde el número de personas infectadas era alto y el distanciamiento social era obligatorio.

Asimismo, un informe realizado por la agencia sanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), destacó que las mujeres y jóvenes entre 20 y 24 años, fueron los más afectados por enfermedades mentales desde el brote de COVID-19. La misma organización detalló que los jóvenes que desarrollaron padecimientos mentales durante la pandemia tienen el riesgo de sufrir conductas suicidas y de autolesionarse; las personas que ya contaban con enfermedades físicas como asma, cáncer o cardiopatías son más susceptibles a desarrollar trastornos mentales.

Por otra parte, investigadores de la Universidad de Queensland en Australia realizaron un estudio en el cual se analizaron datos de 23 países del mundo sobre la prevalencia de depresión y ansiedad durante 2020. Algunos de los resultados fueron que en ausencia de pandemia habría habido mundialmente 193 millones de casos de trastorno depresivo mayor, sin embargo, el análisis mostró que hubo 246 millones de casos, 3153 por cada 1000,000 habitantes.

Mientras tanto en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se presentaron los resultados de la primera Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021, publicada el 14 de diciembre del mismo año, donde se destacó que el 19.3% de la población adulta mexicana tiene síntomas de ansiedad severa y un 31.3% tiene síntomas de ansiedad mínima.

Dévora Kestel, directora del departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la Organización, explicó que: "Aunque la pandemia ha generado interés y preocupación por la salud mental, también ha puesto de manifiesto la histórica falta de inversión en servicios de salud mental", lo anterior con base en aquellas estadísticas realizadas por diferentes organizaciones respecto al aumento de los trastornos mentales.

En suma, el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, aseguró que la información que se tiene por ahora sobre el impacto de COVID-19 en la salud mental del mundo es escasa, pues todavía hacen falta investigaciones para conocer más de las consecuencias que la pandemia ha traído.

Por el momento, los resultados del estudio previamente mencionado de la OMS se han considerado como una llamada de atención a los países partícipes en la encuesta, pues a pesar de que el 90% de los países encuestados atendían problemas de salud mental y apoyo psicosocial, siguen habiendo lagunas en la atención de enfermedades mentales.



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Conoce más sobre el alzheimer, para combatirlo


Por Edson Ortiz
CDMX. María Liz Cataño puntualizó que el alzheimer es un trastorno neurodegenerativo, lo que significa que hay una pérdida neuronal de células que incluso hace encogerse al cerebro. Las funciones cognitivas se afectan: la atención, la memoria, el lenguaje, el razonamiento, la abstracción de conceptos y la capacidad de ubicarnos y orientarnos en un espacio.

El Grupo Médico Carracci realizó una conferencia virtual donde se ahondó en algunas cuestiones del alzheimer, como si se puede prevenir, cómo detectarlo, y cómo se debe tratar. 
De acuerdo con la ponente, hay un cambio en el comportamiento y dificultad para establecer interacciones sociales. El primer síntoma es la pérdida de la memoria y la enfermedad va progresando, no tiene cura y el daño es irreversible. El alzheimer es la primera causa de demencia en adultos mayores (65 a 85 años), según la especialista. 

La neuropsicóloga también comentó que la aparición de la enfermedad se debe a diversos factores: genética, interacción con el ambiente y los hábitos de la persona. Uno de los tratamientos es el farmacológico y debido a que no tiene cura, como actúan los medicamentos es volviendo más lento el progreso del trastorno (de entre 6 y 18 meses).

“También está el apoyo psicológico, tanto al paciente como al cuidador y a la familia. Es una enfermedad que lleva a mucho desgaste”, agregó Cataño. Destacó que esto es importante también porque en los enfermos, en etapas tempranas, genera frustración, irritabilidad y hasta depresión. 

Otra de las alternativas, de acuerdo con la especialista, es brindar estimulación cognitiva: son diferentes técnicas que son estructuradas de acuerdo a las capacidades que no han mostrado tanta afectación y aquellas a las que muestran mayor daño.

Las personas que presenten síntomas, pueden acudir con un neurólogo, psiquiatra o geriatra. En el caso de los neuropsicólogos, su función es aplicar pruebas para saber si sus funciones cognitivas están trabajando correctamente. “Se van haciendo pequeños ejercicios y estos los calificamos y comparamos la puntuación del paciente con puntajes de acuerdo a su edad y escolaridad”, añadió. 

“En México se ha visto que el 7.5% de las personas mayores padecen esta enfermedad, alrededor de 350,000 personas. Actualmente, la evidencia nos dice que las mujeres tenemos mayor posibilidad de desarrollar una demencia, pero esto no significa que se incline más hacia este sexo”, concluyó.


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Dar espacio a la catarsis y no a la revictimización


Por Elisa Domínguez Álvarez Icaza
México. Ivonne Gutiérrez, productora del documental Las Tres Muertes de Marisela Escobedo, ofreció una plática sobre el proyecto para alumnos de Periodismo Especializado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. En dos horas, abundó en los aspectos éticos y técnicos del documental. Hacer una película con el impacto social y la sensibilidad que el equipo de Ivonne consiguió fue un reto mayúsculo, como detalló en la charla de dos horas. 

El documental, dirigido por Carlos Pérez Osorio, se centra en Marisela Escobedo, activista asesinada en el 2010. Escobedo lideraba la investigación del feminicidio de su hija Rubí Frayre. Dedicó su vida a exigir la actuación de las autoridades en medio de un panorama violento repleto de injusticias. En el filme, Juan Manuel, el hijo de la activista, es entrevistado junto a amigos y familiares; pero también se incluye la voz de los señalados culpables. 

Gutiérrez fue cuestionada sobre cómo se manejó esta pluralidad de testimonios con responsabilidad. La productora explicó que se trató de un proceso complejo: se trataba de ofrecer un espacio de catarsis a las víctimas y familiares, no una coyuntura de revictimización. Era importante dar espacio a todos los participantes, desde la fiscalía que permitió la salida de Sergio Barraza, el asesino de Rubí; su hermano, Andy Barraza; hasta las amigas de Marisela, quienes a través de su testimonio dieron vida a la luchadora social. Para evitar contribuir al sufrimiento de los afectados, se contó con la asesoría de organizaciones especializadas, psicólogos y un equipo periodístico que respaldó cada uno de los datos arrojados. 

La investigación periodística fue un elemento clave desde el principio. Los investigadores, liderados por Karla Casillas, trabajaron durante cuatro meses en líneas del tiempo paralelas que dieron sentido a los sucesos y actores consultados. “Cada hecho debía ser amparado por tres fuentes”, mencionó Ivonne Gutiérrez, quien especificó que después del primer corte empezaron con el “fact checking”. Se optó por elaborar cuestionarios no confrontativos que permitieran un diálogo fluido con los entrevistados, sin dejar de hacer las preguntas pertinentes. 

Gutiérrez habló del género documental y cómo ha cambiado su acogida. “Los documentales eran analizados como eso y no como documentos cinematográficos”, expresó la productora. Ahora los premios los contemplan como las películas que son. Las Tres Muertes de Marisela Escobedo consiguió siete nominaciones en las categorías más importantes en los Premios Ariel; entre ellas ganó a “Mejor Documental” en el 2021.

La productora también discutió las presiones derivadas de trabajar con una plataforma de alcance masivo como Netflix. El documental se gestionó con las productoras Vice Studios y Scorpio, pero su repercusión en gran medida fue posible gracias al gigante del streaming, señaló Gutiérrez. Si bien los calendarios son mucho más estrechos, los presupuestos y las audiencias aumentan. 

Las Tres Muertes de Marisela Escobedo fue un parteaguas para la discusión relativa a los feminicidios y la lucha de mujeres como Marisela. Por medio de una narrativa meticulosa, el documental llegó a mucha gente, sobrepasando los límites que el género impone desde su definición. La charla, en parte dirigida por las dudas de las alumnas y alumnos, terminó con el deseo de Ivonne de seguir haciendo proyectos así e inspirar a las nuevas generaciones a acercarse al documental desde el periodismo. 


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