Olfacciones de la CDMX: un encuentro de crónica y poesía


Por: J Adrián Maya 
Ciudad de México. “La olfacción es una metáfora para poder hablar de esta ciudad”, afirmó Jermán Argueta durante la presentación de su libro “La Ciudad de México entre el asombro, las olfacciones y la caricia efímera. Crónicas y ensayos en el umbral de los siglos XX y XXI”. 

Jermán Argueta, antropólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), ha dedicado su vida a leer y escribir. La crónica ha sido uno de los medios por los cuales logra retratar a la Ciudad de México (CDMX), sus calles, sus personajes, la concurrencia y el paisaje urbano que la envuelven. De esta manera, sumó un libro más a una carrera compuesta por quince libros escritos y publicados. 

En el Centro Cultural El Rule, a una cuadra del Palacio de Bellas Artes, Alejandro Rincón, coordinador del recinto, dio la bienvenida a los asistentes. Mencionó algunas de las características y actitudes que forman el estilo y la carrera del cronista Jermán Argueta y su capacidad para detonar el proceso creativo, soltar los miedos a escribir, detallar, retratar y dominar las artes literarias que convierten al escritor en un maestro de la crónica urbana. 

Para esta presentación se reunieron Everardo Gordillo, antropólogo de la ENAH; Arturo Campos, historiador y profesor de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP); y Marisela Ochoa, periodista, escritora y alumna desde hace 10 años de Jermán. Los participantes entablaron una discusión sobre los puntos más destacables del libro. Y llenaron el espacio de anécdotas sobre el autor del cuento “La casa de mis abuelos”, los participantes de la conversación compartieron también algunos fragmentos del libro presentado. 

“No solo es la mirada del antropólogo, sino es la mirada del periodista, investigador, cronista y del poeta”, mencionó Everardo Gordillo sobre las narraciones que encontraremos en el libro. Durante su primera participación, complementó la adjetivación de las narraciones ofrecidas como innovadoras, actuales y vigentes.

Dentro de las crónicas encontramos como fuente de inspiración personajes cotidianos con los que convivimos a diario durante nuestros recorridos citadinos; personajes nombrados por el antropólogo Gordillo como “antihéroes”, pues trascienden en la cotidianidad y se incorporan a un testimonio literario solo cuando se les puede mirar detenidamente y a disposición de la historia a contar.

La pasión literaria es una forma de vivir para estos dos autores e investigadores. Uno de los elementos celebrados por Everardo Gordillo fue la introducción de la prosa poética dentro del libro y la precisión literaria con la que logró escribir su “amigo Jermán”, haciendo referencia a algunos de sus cuentos como una “escena onírica, digna de [Leonora] Carrington”.

Marisela Ochoa reconoció que a través de las letras de Jermán Argueta es como su visión sobre las calles de la Ciudad de México fue alterada. “Se comporta de una manera diferente la ciudad después de leer los relatos y narraciones de Jermán, hacen que la podamos ver de una manera diferente”, mencionó la periodista. 

“La capacidad del escritor para evocar espacios, tiempos y situaciones, ahora distantes, de la capital de nuestro país es asombrosa”; Marisela Ochoa comentó así cuál fue su impresión referente a la narración y el contraste que existe en una ciudad actual y la que narra el libro. Durante su participación, recordó y leyó uno de los fragmentos de un poema que compone el libro.

Arturo Campos comentó que la trascendencia de la narración oral a lo escrito es parte del quehacer literario del dramaturgo Jermán Argueta, y “por solo 150 pesos (el precio en Educal), podremos adquirir un libro lleno de historias que podemos conversar en cualquier platica, acercarnos a las historias de una Ciudad de México en constante cambio y entablar una obviedad que se tiene que decir”.

La composición de la narrativa a través de los sentidos

Al momento de narrar una historia, las descripciones son elementos vitales en el estilo literario de cada autor que brinda una perspectiva; la secuencia de imágenes nos hace adentrarnos a un punto de vista propio del autor que nos presta sus ojos, sus manos, sus oídos y su sentido del olfato para transportarnos y construir una nueva realidad, mencionó el historiador Arturo Campos. 

En este compendio, puntualizó, encontramos una nueva forma de transportarnos a pasajes de la Ciudad que visitamos y en ocasiones desconocemos en su totalidad.

“Como soy investigador antropólogo, llegó a mí, a través de mis lecturas, el concepto de ‘olfacciones’, este tiene que ver con los olores, un concepto que da cuenta de una significación y que revela que históricamente la Ciudad tiene sus miasmas”, esclareció Jermán Argueta, en entrevista para Aunam, ante la duda de a qué se refiere con “olfacciones”.

El autor dejó claro cuál es el enfoque que brinda esta lectura para quienes deciden buscar una nueva perspectiva de la Ciudad de México y logran interpretarla a través de sus sentidos. 

Everardo Gordillo mencionó la factibilidad que tiene Jermán Argueta para lograr una versatilidad de enfoques en su escritura: “Me transporté a los momentos que son narrados en el libro, desde el charco de lodo, hasta el pasaje de la Merced, en el centro viejo, todo esto incluso llegando a sentir los olores y reconocerlos a través de ello”.

“Al concentrarnos en una población o comunidad perdemos nuestro olor individual, es algo que no había pensado ─comentó el historiador Arturo Campos─ y es que, ahora lo convertimos en un olor en conjunto”. 

Esta reflexión continuó una conversación que ligaba los sentidos que son atribuidos en el libro con las anécdotas que ofreció Marisela Ochoa sobre los ejercicios prácticos que se hacían en el taller del autor donde los colores, olores, y la mayoría de los sentidos eran indispensables para describir y crear literatura.


Vigencia de la narración y la memoria histórica

Una de las funciones de la literatura es mantener vigente los relatos que se estructuran de forma oral en la mayoría de las sociedades. Para muchos historiadores, la extensión del lenguaje, donde cada narración al inmortalizarse en papel se consuma como un legado que se mantendrá para las próximas generaciones y para la tradición literaria. 

Marisela Ochoa comentó la forma en que fue atrapada por la literatura de Argueta: “Nos une la pasión y el placer por la lectura, y nos une aún más el amor por la Ciudad de México”. Así comenzó una conversación en torno a lo que mantiene el escritor y antropólogo en su libro, un gusto muy grande por recorrer esos espacios que desconocía o que no había apreciado de esa forma, recordando algunos de los sucesos que ella misma había comprendido por experiencia propia.

La pasión por llegar al signo, como menciona Argueta, lo mantienen al tanto de los aconteceres de la actualidad y de su pasado. 

“Las leyendas no se han acabado”, aseveró Arturo Campos. En esta mención tomó en cuenta cómo “la literatura de Jermán ha logrado difundir algunas de las leyendas de nuestro país”. Para mantener su vigencia y la motivación de tenerlas cerca, Campos  señaló cómo es que los personajes que son recurrentes en el momento de narrar en las antiguas leyendas hoy son remplazados por personajes actuales y cotidianos.

“Al comenzar a leer, [Jermán Argueta] nos arroja una trampa, esta es la llegada de una mujer que es madre, y algunos niños que son hermanos a la Ciudad de México”, recordó el historiador Arturo Campos al mencionar cómo la empatía generada por los cuentos que componen el libro lo enganchó para leerlo y atreverse a reflexionar incluso sobre su origen familiar. 

Bajo esta misma premisa, el también profesor de Revolución Mexicana comentó en entrevista: “La memoria histórica se mantiene vigente en tanto uno se atreve a compartir sus vivencias. La anécdota, por ejemplo, es un producto fundamental, porque sirve para generar textos, vincular y reconocernos. Así es que, desde estos dos elementos, la memoria histórica puede mantenerse en tanto uno tenga ganas y pasión por contar lo vivido”. 

El libro no deja de lado la crítica a la promiscuidad del capitalismo comercial que se adueña de las calles de la ciudad que él ama tanto. Jermán Argueta ha recorrido las calles y abstraído de ellas lo más peculiar entre lo cotidiano, las historias que hacen transportarnos a sucesos dramáticos y emocionales. Los personajes que enmarañan las tramas de sus narraciones se componen desde los niños menos favorecidos, hasta mujeres que son retratadas como “damas de la caricia”. 

Twitter: Crónicas y Leyendas @leyendasmexico



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