23 de abril de 2021

En cuarentena y sin tacos de mixiote


Por: Debiee Uribe
CDMX. (Aunam). Sentado en una silla de madera demasiado grande para su pequeño cuerpo, Daniel Mendoza, con el pelo largo hasta los hombros por la imposibilidad de acudir a una estética a causa de la cuarentena, mantiene una plática bastante amena y con una fluidez impresionante, señal de que se siente en confianza para hablar.

Para tener apenas ocho años, sabe dirigirse con mucha propiedad, exponer sus argumentos y explayarse en estos. Sorprende el tono inteligente y serio en el que responde los cuestionamientos acerca de la pandemia. “Una pandemia es cuando un virus nuevo llega y se extiende a nivel mundial”, explica como si de exponer un trabajo escolar se tratara. “El coronavirus es un virus parecido al SARS que provoca enfermedades respiratorias, pero es un poco más complejo”. Enumera entonces las medidas sanitarias: lavarse las manos por 20 segundos, usar gel antibacterial, usar cubrebocas por si tienes que salir, “porque si sales y no tienes cubrebocas, corres el riesgo de enfermarte”.

El pequeño valiente de ocho años dice no tener miedo a enfermarse de coronavirus “casi contra todos los virus estoy vacunado. Yo no estoy vacunado contra la varicela y en mi escuela hubo una varicela por dos semanas y yo no me contagié”. Más bien siente temor por sus padres que tienen la necesidad de salir a trabajar y sus abuelitos paternos con los que vive actualmente. “Si no es necesario, no salgo”.

Todos los días se conecta una hora y media desde una computadora portátil, a diferencia de las ocho horas que pasaba en la escuela primaria Aztahuacan. Ocupa las aplicaciones de: Google Meet y Classroom. A pesar de su corta edad sabe perfectamente como conectarse a las clases y enviar sus tareas por correo sin ayuda de sus abuelos, que son quienes lo cuidan mientras sus padres trabajan. Al ser un pequeño tan curioso, desde el momento en que su abuela y su madre comenzaron a trabajar desde casa, se acercó a ellas para aprender un poco de las plataformas, pues tenía la intuición de que esa sería su rutina en el futuro. 

“Les estuve preguntando cómo se llamaba la plataforma, cómo funcionaba y cuando entré a tercero [de primaria] y empecé mis clases en línea ya le estaba entendiendo mas o menos. Me sé los comandos”, dijo y para mi sorpresa, procedió a enseñarme como abrir y cerrar mi micrófono y mi cámara presionando unas cuantas teclas. Todo lo aprendido ha servido para que él sea el que apoye a su abuelita cuando ésta tenga alguna dificultad técnica en sus reuniones virtuales.

La escuela en línea no ha sido fácil para él, pues, aunque son menos las horas de clase, siente que las cuatro tareas que le dejan son excesivas, “me siento cansado porque los trabajos que me dejan en la escuela son pesados, porque ya voy en tercero [de primaria], ya no soy como los de segundo [de primaria]”.  Preocupado por su familia cuenta que hace unos meses, a raíz de la pandemia, el banco en donde su padre trabajaba realizó un recorte de personal en el que fue incluido, por lo que se quedó sin trabajo y a consecuencia de su estadía en casa es el que más le ayuda a realizar sus trabajos. 

Con desilusión en los ojos posa sus manos en sus mejillas, con semblante aburrido y triste responde que no disfruta para nada las clases “porque luego mi abuelita está trabajando, y esa computadora jala demasiado internet, jala todo el internet del modem, entonces a mí me causa mucha interferencia y a veces o me saca de la reunión o se pierde la conexión, o por accidente la reunión me saca y ya no me deja volver a entrar…pero eso solo me pasó una ocasión”. Confiesa que a pesar de que se siente muy triste, no habla con nadie y solo lo repite en su mente porque cuando habla con su papá “solo me gritan: ¡ya duérmete!”.

A pesar de tomar clases con sus amigos a través de las plataformas, los extraña mucho y explica que por ese medio no pueden platicar pues su maestra les exige mantener su micrófono apagado mientras pasa lista “no nos dan horas de recreo, nada más nos dan una hora y media de puro trabajo y se acaba la clase y me voy”. 

Extrañar a sus amigos Mateo, Santiago, Leonardo, Yahir y Aurora es un estado emocional constante para él, pues no han hecho una sola videollamada todos juntos para jugar. “La verdad es que sí me siento medio triste. Me gustaría regresar porque quiero ver a mis amigos. Aunque me tenga que levantar a las cinco de la madrugada”.

Daniel comenta que siente una mezcla de emociones, entre felicidad y tristeza. La primera porque durante la pandemia sus padres le regalaron una consola X-Box para jugar, y aprovechó las fechas para pedirle a Santa Claus un control de color negro para poder jugar con una cuenta propia, pero su felicidad no acabó ahí, puesto que Los Reyes Magos le regalaron la consola Nintendo Switch, un control de Sonic y el Super Mario Odissey y Pokemon Let´s Go Eevee. A carcajadas y fingiendo sufrir con lágrimas en los ojos me comenta su más terrible tragedia: gastar la totalidad de sus ahorros (500 pesos) en un juego en línea. La segunda, se debe a la imposibilidad de poder ver a sus amigos.

Para concluir me pareció indispensable preguntar sobre las recientes festividades y descubrir cuánta imaginación contenían sus pensamientos: ¿Crees que Los Reyes Magos usaron cubrebocas?: “No sé, yo digo que no porque como son seres mágicos no se pueden contagiar del coronabicho. Son magos. Hubiera pedido que me trajeran un millón de dólares y le doy un soborno al coronavirus para que se vaya y se extienda nada más en China, porque los chinos comenzaron todo en una pescadería. Aparte Santa Claus está volando y el coronabicho solo está cerca de la tierra, pero jamás arriba”. 

Le planteé la pregunta de si pensaba que habían ido a su casa o habían enviado sus regalos por Amazon, pero Daniel está convencido de que los Reyes Magos y Santa Claus al ser seres mágicos son inmunes al virus y por lo tanto las medidas sanitarias no aplican para ellos. “dijeron, hay coronabicho, no me importa, ¡a la antigua! y... ¡pum!”.

¿Qué es lo que más extrañas de salir a la calle?: 

“Cuando comíamos los tacos de mixiote abajo de mi casa. Pero esos estaban en la calle y ya puedo comerlos”.

¿Qué harías si en este momento te dijeran que puedes regresar a clases?: 

“Pues la verdad es que antes de regresar a clases le diría a mi papá: vamos rápido a los tacos de mixiote”.

Daniel seguirá con su rutina regular, levantarse a las siete de la mañana para tomar sus clases en línea en el canal televisivo “Aprende en Casa”, a pesar de sus quejas por ver las repeticiones de la tarde o de la noche, para poder despertarse más tarde, jugar X-box y extrañando los tacos de mixiote de la calle abajo su casa. 





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22 de abril de 2021

Aumenta abandono animal en Valle de Chalco, por Covid-19

Por: Eduardo Castellanos | 

"Huellitas" [Foto: Facebook de la UPA] 

Chalco, Edomex (Aunam). La pandemia provocada por el SARS Cov2 ha agravado el problema de abandono de animales y han disminuido las adopciones, pues: “la cantidad de gente que abandona a sus mascotas ha aumentado demasiado desde que el confinamiento empezó, esto debido al desempleo… es común escuchar la frase de ‘o come el perro o como yo’”, explicó Fernanda Abigail García Anaya.

Abigail Anaya, estudiante de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM y trabajadora de la Unidad de Protección Animal Valle de Chalco (UPA), habló del abandono de mascotas en el municipio y cómo han sobrellevado su labor con la pandemia de Covid-19.

La UPA cuenta con 40 jaulas individuales y dos comunales que pueden aglomerar hasta a 15 perros cada una, de los cuales se llega a tener en promedio el 80% ocupado. De este total un 30% de los animales que ingresan son por el motivo de abandono.  

La unidad de Valle de Chalco fue la primera del Estado de México en hacer la transición de un centro de control canino (conocidos coloquialmente como anti rábicos) a una unidad de protección animal, esto debido a la iniciativa que presentó frente al municipio Aline Ariana Colín González en abril de 2019. 

Entre las nuevas responsabilidades del personal de la UPA están la variedad de actividades que realizan en pro de los animales, entre las cuales destacan las consultas médicas, los rescates a animales en situación de maltrato y el sistema de adopciones, siendo esta última misión fundamental dentro de la institución. 

Del porcentaje de animales que ingresan a la unidad, solo logran colocar en un hogar alrededor del 10 o 15% de los animales debido a la poca demanda que han tenido las adopciones, las cuales igual suelen concentrarse en especies pequeñas. 
 
Esto ha llevado al personal de la UPA a aumentar esfuerzos en sus campañas de concientización, no solo para dar a conocer el sistema de adopciones, sino también sensibilizar a la población y difundir las faltas administrativas que corresponden a quienes maltraten o no les den una calidad de vida adecuada a sus mascotas.  

“El impacto que puede tener solo nuestro municipio es poco, si realmente queremos generar un cambio debemos lograr que más anti rábicos sean unidades de protección animal, que se extienda por todo el Estado”, comentó.   

“Es nuestro deber preparar a la población para que en la recuperación que vendrá en 2021 más animalitos puedan conseguir un hogar, realmente es muy fácil adoptar, solo pedimos INE, comprobante de domicilio y una carta compromiso del adoptante”, añadió Anaya.  

Y es gracias a la aceptación que tuvo la iniciativa frente a la comunidad de Valle de Chalco que el sitio cuenta con el material que le permite mantener activas sus operaciones, ya sea a través de las donaciones hechas por la gente o por el cobro de multas que llega a efectuar la UPA, producto de reportes ciudadanos.

 
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21 de abril de 2021

Próxima estación: Contagio


Entre la falta de una estrategia adecuada y la  irresponsabilidad de varios pasajeros, el metro se ha convertido en un caldo de cultivo de Covid-19
Por: Jennifer Turrubiartes

CDMX (Aunam). Pese a que la Ciudad de México, al igual que gran parte de la República Mexicana, se encuentra en semáforo rojo* debido a la actual crisis sanitaria dada por Covid-19, millones de usuarios se aglomeran diariamente en uno de los mayores cultivos de bacterias de CDMX: El Sistema de Transporte Colectivo metro (STC).


Si bien, el  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI ), registra que  en abril de 2020 el número de pasajeros transportados por el STC fue de 41.1 millones de personas, (cifra baja en comparación de 2019, donde cada mes viajaron alrededor de 133 millones de personas) la posibilidad de contraer Coronavirus aún es alta. No obstante, por su accesibilidad monetaria y geográfica, los pasajeros de este tren viajan a pesar del riesgo inminente. 


Ante la actual situación, la administración de la STC ha planteado diversas medidas para evitar un cúmulo de contagios. Estas han sido rebasadas, ya sea por la magnitud de personas que ocupan este medio de transporte; por la pésima estrategia aplicada o bien por la poca o nula importancia que poseen algunos usuarios ante una posible propagación del virus en multitud. 



De acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México: el uso obligatorio de cubrebocas tanto por parte de los usuarios como del personal, la aplicación de gel antibacterial al ingresar a las instalaciones y una constante sanitización a los trenes, ayudaría a disminuir la posibilidad de contraer Covid en el transporte. Pese a ello, ninguna de las anteriores medidas están garantizadas en ninguna de las más de 150 estaciones con las que cuenta el metro.


Uno de los factores que ha ayudado a crear mayor inseguridad en el metro, es la propia irresponsabilidad con la que cuentan varios pasajeros al momento de transbordar. A pesar de la recomendación emitida sobre el uso de cubrebocas “obligatorio”, una gran cantidad de usuarios después de ingresar a las instalaciones se quita el cubrebocas por diversas razones: acaloramiento, nula utilidad, asfixia, necesidad de comer o hablar, forman parte de las excusas emitidas por las personas para el uso inadecuado de esta barrera preventiva.


Si bien, el gobierno de la Ciudad de México ha solicitado a los ciudadanos salir en la menor medida posible, diariamente se observa en las estaciones del metro, cientos de personas que transbordan como si no existiese un riesgo inmunológico. Entre pláticas de padres de familia con sus menores sobre dónde salir a pasear, parejas de novios demostrando el afecto que se tiene y comerciantes anunciando en voz alta y sin protección alguna  sus productos, aquellos usuarios que realmente viajan por cualquier tipo de necesidad, se encuentran mayormente expuestos a un contagio.

Desde agosto de 2020, el STC fijó una serie de calcomanías anaranjadas donde se supone que los pasajeros deberían hacer filas para guardar su “sana distancia”. No obstante, al igual que las otras estrategias aplicadas, esta presenta su deficiencia. Tras el arribo de un tren, es cuestión de minutos para que los usuarios se olviden de esta medida e incluso sobrepasan la línea amarilla del metro (la cual resguarda la seguridad de los pasajeros) con tal de lograr entrar al vagón donde ni un alma más cabe.


De acuerdo con un estudio publicado por la revista médica “BMJ”, el riesgo  de contagio de COVID-19 es más complejo que mantener una distancia  1.5 metros, ya que  también influye si se trata de un espacio abierto o cerrado, la ventilación, tiempo, uso de cubrebocas y si las personas hablan, gritan o se mantienen en silencio. Debido al comportamiento emitido por los pasajeros del tren de la ciudad, es muy probable contraer Covid dentro de este.


A pesar de ser el transporte más grande de la ciudad, la relación que poseen los usuarios con el tren de la ciudad es de “amor-odio” incluso antes de la pandemia. A causa de las constantes fallas que presenta. Entre la pésima ventilación de los vagones, la falta de mantenimiento y la mala planificación a la hora de mandar los trenes, provocan que este se volviera un espacio de caos y conflicto, ejemplo de ello es la estación “Pantitlan”, lugar donde la sana distancia no existe.

 

A pesar de ser el transporte más grande de la ciudad, la relación que poseen los usuarios con el tren de la ciudad es de “amor-odio” incluso antes de la pandemia. A causa de las constantes fallas que presenta. Entre la pésima ventilación de los vagones, la falta de mantenimiento y la mala planificación a la hora de mandar los trenes, provocan que este se volviera un espacio de caos y conflicto, ejemplo de ello es la estación “Pantitlan”, lugar donde la sana distancia no existe.

Aunque hasta el momento no se conocen estudios específicos sobre el contagio de COVID-19 para el Metro de la Ciudad de México, en 2019 una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) señalaron que en los vagones viajan hasta 50,000 tipos distintos de bacterias.

Luis David Alcaraz, profesor investigador del departamento de biología celular, señala que las bacterias que se incuban en los trenes, en especial en los tubos que este contiene. Sin embargo, el foco de infección no es una novedad.


*Al momento de escribir el presente artículo


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20 de abril de 2021

Feminismo: recuperación de la historia perdida

 

  • “Las mujeres somos un producto histórico, un producto social”: Patricia Galeana 
Por Jessica López    
México (Aunam). La importancia de la visibilidad de la historia de las mujeres, un recuento de su trabajo a lo largo del tiempo en distintos aspectos: político, económico, social y cultural; es importante para combatir al poder que excluye la participación en los procesos históricos, consideró la doctora Patricia Galeana.

“Las mujeres somos un producto histórico, un producto social” dijo la historiadora, durante su participación en el ciclo Caminos hacia la igualdad sustantiva como parte de las Jornadas Universitarias para la Igualdad de Género impartidas por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
 
Enfatizó la importancia de la lucha de las mujeres por ejercer sus derechos en la participación, con base en la igualdad. Y ejemplificó con los estudios de género sobre el trabajo y su remuneración entre hombres y mujeres, así como aquella fundamentada en la maternidad, más no en la aceptación de la dominación. 

De esta manera, recalcó una construcción social con la posibilidad de transformarse, ya que “la historia vive, somos historia, estamos tejiendo historia” comentó la doctora Galeana.

Concluyó que al eliminar el estatus de inferioridad a través del feminismo se recupera el pensamiento, la historia y el trabajo perdido de la mujer. 
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19 de abril de 2021

Santiago en cuarentena



Por América Cruz 
México (Aunam). El clima era frio, apenas estaba saliendo el sol a pesar de que ya pasaba del medio día, Santiago tenia puesta una playera de su equipo favorito de futbol, pero encima un suéter azul de una tela muy caliente. 

Él estaba sentado frente a su computadora, una Mac de escritorio, no había mucha luz, estaba a lado del comedor de su casa, al fondo se aprecia un mueble y una máquina de coser de su abuelita. 

La entrevista fue a través de la plataforma de Zoom, durante ésta Santiago puso distintos fondos de pantalla de paisajes como la playa, caricaturas y del universo.

Santiago Wendulain de la Cruz nació el ocho de abril del 2010 en el Estado de México, ahora tiene diez años, es el más pequeño de su familia, vive con su papá, su mamá, su hermano que es ocho años más grande que él y su abuelita materna. 

Es un niño alto, de piel clara, su cabello es castaño oscuro, es muy amable, estudioso, inteligente y sonriente. Sus colores favoritos son el verde y azul porque son llamativos, le transmiten alegría por ello la mayoría de su ropa es de ese color, aunque todos los colores le parecen bonitos. 

Lo que más le gusta comer son las enfrijoladas porque considera que es un platillo mexicano, sabe muy rico y no es picoso como otras comidas, tiene cinco mascotas dos gatos, dos perros y un pájaro, porque le gustan muchos los animales.

Riéndose y apenado recordó y dijo “tuve un conejo blanco que lo hicieron barbacoa, lo quería mucho, lo tuve hace tres años, lo cuidé y alimenté. Pero cuando el conejo creció mi abuela se lo dio a un señor que vino a la casa por él, entonces lo mató y lo cocinó, en ese momento me sentí triste y enojado, pero ahora ya me da risa”. 

Su animal favorito es el león porque es muy feroz y fuerte, pero le gustaría tener de mascota un perro de la raza pug por que le llama mucho la atención su cara que es arrugada.

Santiago tiene muchos juguetes, muy bonitos y bien cuidados pero lo que más le gusta es armar rompecabezas, legos y jugar en el Play un juego que es sobre Batman donde tienes que hacer misiones para salvar a ciudad gótica, él aprendió a usar el videojuego desde que tenía siete años por su hermano mayor que siempre lo juega con su papá. 

Entonces pregunté, ¿Cómo has pasado esta cuarentena?

-En esta cuarentena me la he pasado estudiado, jugando y cuidando a mis mascotas, nunca salgo porque no me dejan, de repente voy a la tienda que está en mi misma calle a comprar un dulce, uso siempre cubrebocas, todos nos cuidamos mucho por mi abuelita que ya está grande.

Le gustan sus clases en línea porque es menor la carga de trabajo a diferencia de cuando iba a la escuela, siente que es más relajado, lo que más le gusta es que ya no lo distraen los niños de su salón que hacen mucho ruido durante las clases, así se concentra más en su casa. 

-Las clases en línea solo las tengo los viernes a las diez de la mañana por Meet, ese día me despierto antes para desayunar, después prendo la computadora y entro a mi clase. Mi maestra es muy tolerante con los niños que no entran a las clases por que muchos no tienen internet, celular o computadora.

Mencionó que no tiene ningún problema de utilizar la computadora para tomar sus clases, desde que tenía siete años la utilizaba con su mamá para hacer sus tareas y a los ocho ya la manejaba solo.

De 25 alumnos solo 16 entran a las clases, y en una ocasión la maestra dejó hacer una maqueta, solo 11 niños entraron a la clase porque tenían que prender la cámara y exponerla, con una sonrisa en el rostro dijo “yo hice una maqueta sobre el desierto y saque 10”.

Cuando Santiago asistía a las clases presenciales recuerda que no faltaban nunca sus compañeros, solo de vez en cuando uno o máximo dos, pero siempre todos asistían. Tenía muchos amigos y ahora que no los ve siente tristeza.

-No me gusta estar en cuarentena porque en la escuela veía a mis amigos, platicábamos y jugábamos, ahorita solo tengo comunicación con un amigo por medio de WhatsApp. Mi primaria es muy grande, tiene canchas para juagar basquetbol, futbol y patios grandes, durante el recreo jugaba con mis amigos a las escondidillas, atrapadas y de vez en cuando futbol en mi casa estoy solo y no tengo con quien jugar. 

Santiago es un niño muy inteligente, siempre ha ido bien en la escuela y muy feliz dijo “antes de salir de la escuela saque puro diez en todas mis materias y ahora con las clases en línea también quiero sacar diez en todo, por eso le echo muchas ganas a la escuela”. 

En esta cuarentena lo que más le gusta hacer es jugar, descansar y dormir, ya que ahora despierta a las diez de la mañana cuando no tiene que tomar clases y diario duerme a las 11 de la noche. 

Santiago contó que durante el día solo puede utilizar el internet de las 12 de la mañana a las cuatro de la tarde, ese es el tiempo su mamá le permite estar en internet, entonces primero apura a hacer su tarea, pera después ver videos y jugar en línea. En la televisión casi no ve caricaturas, a la hora de la comida ve una novela con su abuelita y en la cena ve las noticias.

Le pregunté si le gustaba leer por que no menciono que leyera en el día, el contesto que sí le gusta leer, pero solo lee libros de la escuela, en internet solo ha leído el libro El Principito, que le encantó, y su parte favorita fue cuando todos pensaban que la serpiente era un sombrero. 

Después hablamos de sus recuerdos más significativos de la infancia, yo le dije que me contara los bonitos, pero él respondió que tenía malos y comenzó a platicar los que más recuerda.

Uno de ellos fue cuando estaba dormido en su cama. Él se mueve mucho mientras duerme, en una esquina de su cama había un pico, rodó y se lo clavó en la cabeza, justo al lado de su frente, despertó llorando, estaba todo lleno de sangre, su hermano entró corriendo a verlo, lo cargó y lo llevaron al doctor, de aquella ocasión tiene una cicatriz en la frente. 

Otra experiencia mala que tuvo fue cuando se cortó la lengua, él estaba brincando arriba de una silla, resbaló y cayó, su cabeza pegó con la mesa de la parte de su mandíbula, por ello su boca se cerró muy fuerte y sus dientes de arriba aplastaron su lengua, cortándola. Se espantó mucho porque también le salió mucha sangre, sus papás lo llevaron con el doctor y le pusieron puntos en la lengua pero que lo mejor de todo fue que le recetaron comer helado de limón.

Hace poco tiempo se fracturó su brazo izquierdo, todo ocurrió porque su papá tenía una camioneta como las que usan para transportar las frutas, él estaba jugando arriba de la camioneta, pero el seguro de una puerta no estaba puesto; entonces, cuando quiso bajar se abrió la puerta, su cuerpo se fue de lado, no pudo agarrarse, cayó y todo el peso de su cuerpo estuvo sobre su brazo.

Nadie de su familia salió a verlo al patio porque su abuelito tiene un puesto en el tianguis, entonces todas las tardes llega con un triciclo a guardar sus cosas, hace mucho ruido, por ello nadie salió al patio a ayudarlo.

Él se levantó y entró corriendo a su casa, muy espantado, pensó que lo iban a regañar, fue al cuarto donde estaba su mamá y su hermano, les contó lo que había pasado y que le dolía mucho su brazo. Se puso a llorar. Entonces su abuelita le iba a sobar el brazo, pero cuando lo revisaron lo sentían muy frágil, por ello prefirieron llevarlo al doctor, le sacaron una radiografía y le pusieron un yeso, pero su recuperación fue rápida. 

Un poco enojado y triste Santiago dijo que recuerda cuando murió su perrito llamado Capulín, lo envenenó un vecino que se dedica a matar borregos, pero que el vecino tuvo karma porque tenía una perrita negra, un día la atropelló un carro y murió, pero el vecino era tan malo que la echó al camión de la basura.

Después de varios recuerdos tristes y malos yo le dije que era tiempo que me contara uno bonito, Santiago se empezó a reír y dijo “Si, es cierto”.

Cuando estaba chiquito en su cumpleaños cada año sus papás le organizaban una fiesta que él dice disfrutaba mucho, lo que más le gustaba de sus fiestas era el brincolín, la piñata, el pastel y sobre todo sus regalos.

Al término de la entrevista con Aunam, contó que quiere estudiar en la UNAM porque todos sus primos estudian ahí, entonces también quiere estar como ellos y que su época favorita del año es el día de muertos, pero el año pasado ya no pudo salir a pedir dulces por la cuarentena, recuerda que juntaba muchos dulces, así que espera este año sí pueda salir a pedir calaverita y que acabe pronto la pandemia. 






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El pequeño Boy



Por Angela Espinoza | 
México (Aunam). Iker Boy es un niño de 5 años, de mediana estatura, su cabello es castaño y su piel apiñonada. Cuando sonríe se asoman sus dientes de leche y todo el tiempo piensa bien las cosas antes de decirlas. A pesar de su energía y motivación es reservado con quien habla, pues aún le cuesta un poco de trabajo entablar una conversación de temas que desconoce.  

El aspecto que tiene es el de un ser recién levantado, con los ojos medio abiertos, el cabello despeinado y esperando el desayuno para comenzar la escuela. Con un gran bostezo cual fuera un león hambriento cuenta que sus clases comienzan a las 9 de la mañana y su padre está preparándole un cereal antes de comenzarlas. 

Iker está por terminar el preescolar, va en tercero de preprimaria y sus clases son de lunes a viernes de 9 am a 1 pm, aunque hay días en donde toma clases de Taekwondo de manera extracurricular. 

-No tengo clases porque no puedo salir, yo sí puedo tener clases en línea junto a la compu, pero hay compañeros que no pueden. 

Le gusta mucho la escuela porque aprende cosas nuevas, pero extraña a sus amigos del Colegio: Darío, Daniela y Alayla, aunque le es difícil acordarse del nombre de todos. Un silencio aborda la habitación mientras que Boy trata de recordar los nombres de los compañeros faltantes, sus ojos dan un paseo en todas direcciones hasta que al final mira al cielo por una señal divina que le permita tener, aunque sea una pista, pero el esfuerzo es en vano.  

Disfruta lo que está aprendiendo en las clases, pero prefiere la escuela presencial porque podía ver a todos sus compañeros, jugar con ellos y compartir su lunch, ahora le dejan el doble de tarea que antes cuando acudía a clases. 

La experiencia de Boy con el coronavirus

Sabe que existe un bicho rondando en todas partes lo que provocó que no pueda ver a sus abuelos, asistir a la escuela, ni ir a sitios concurridos por su seguridad.

La experiencia más cercana que tuvo fue cuando su madre contrajo la enfermedad, quien estuvo varios días enferma. Iker narra que fue cuando tuvo que ir al trabajo. Un compañero en el área de comida, quien poseía el virus, retiro su cubrebocas para comer, provocando la propagación del virus e infectar a sus compañeros alrededor. Ahí estuvo su madre quien sufrió las consecuencias de la negligencia del compañero. 

-Pero cuando regreso se fijó que estuvo estornudando y tosiendo, yo como no lo tengo sí puedo salir, pero como mi mamá lo tenía no podía. Ni siquiera diferencia los sabores y ni siquiera las frutas. Es como si agarrara la fruta incorrecta, porque es de ¡Claro! No la podía saborear y por eso agarraba la que sea. 

En ese entonces Iker fue algunos días a casa de sus abuelos paternos para que lo cuidarán puesto que su padre trabajaba por las noches y no podía hacerlo. Pasó alrededor de 20 días con ellos en donde su abuela lo ayudaba con las tareas de la escuela que trataban acerca de sus cosas favoritas.

Sus gustos son diversos, le gusta el color rojo, azul y verde, algunos de esos colores los porta el vecino favorito de todos el gran Spiderman, quien es su superhéroe preferido desde que tiene 4 años cuando lo vio por primera vez en la película Into the Spiderverse, es tanto el cariño con este personaje que usa un pijama con los colores y forma característicos del traje del superhéroe.

Así también las cobijas que usa para dormir en casa de su mamá tienen dibujos de su personaje preferido. Iker por el momento vive con ella en una casa adecuada para los dos. Con orgullo presume que tiene un cuarto propio donde se encuentran todos sus juguetes los cuales están regados por todas partes, pero prometió recoger pronto para poder tomar mejor las clases de Tae ahí. A pesar de dormir solo, disfruta dormir junto a su mamá.

En 2018 salió la canción favorita de Iker, llamada Sunflower y cantada por el artista Post Malone, la cual es el tema principal de su película favorita. No hay día que no pueda tararearla a la perfección. Al cantar el coro, la única parte que sabe, su inglés parece bastante avanzado para un niño de su edad y su pronunciación podría considerarse nata. 
“Ooh-ooh-ooh
Some things you just can't refuse
She wanna ride me like a cruise
And I'm not tryna lose…”
Próximamente cumplirá 6 años y su celebración será exclusiva pues solamente lo celebrará junto a su madre, quien es su persona preferida, pero ese es un secreto. Ese día comerá su platillo preferido: Calabazas rellenas y macarrones con queso hechos con la sazón de mamá. Sus ojos se agrandan al pensar en la comida de aquel gran día, esta emocionado porque le tienen preparado unos regalos que con antelación escogió. 

Espera que su mamá lo deje jugar un rato con su vecino Ángel, quien es uno de sus grandes amigos y lo quiere mucho porque siempre juegan y le presta sus juguetes. Ángel es mayor que él, aunque no sabe cuántos años tiene exactamente porque nunca le ha preguntado. 

-Mi mamá no me deja jugar tanto con él porque dice que me tengo que meter porque ya es tarde y tengo que cenar y dormir. 

Ella suele prepararle la cena, bañarlo y por último leerle un cuento antes de dormir. Disfruta mucho que su madre le lea cuentos antes de acostarse. Sin embargo, está muy feliz debido que cumplió su mayor meta, aprender a leer. 

El logró del que está más orgulloso hasta ahora puesto que en su escuela le enseñaron a leer, comenzando con las letras, sílabas y después palabras cortas; usaron un libro que se llama ‘Mi nuevo lápiz’. Ahora podrá leer desde los diálogos de los videojuegos, películas, las instrucciones de los juguetes que usa y libros nuevos a cerca de las profesiones y oficios. 

Detiene su diálogo y antes de seguir toma una gran bocanada de aire para platicar a cerca de uno de los temas que más lo motivan y del cual está muy emocionado. 

Los bomberos. Oficio al que quiere pertenecer cuando sea grande 

Su voz suena llena de felicidad, sus brazos se mueven de un lado al otro explicando la pasión que lo aborda. Mientras que su mirada esta fija en un punto en la nada para no perder concentración al hablar sobre este tema. 

Admira a los bomberos por eso decidió que cuando crezca quiere dedicarse a apagar incendios y ayudar a la gente, considera esta labor un acto de valentía, por lo mismo toma clases de Taekwondo para hacer ejercicio, ser grande y fuerte.

-De hecho, porque soy valiente y los bomberos son valientes quiero ser uno, para apagar incendios. De hecho, no les da miedo los incendios. Veo videos de bomberos y quiero un libro de ellos para que cuando crezca sepa como son los bomberos.  

No conoce la estación de bomberos por sus propios ojos porque donde vive no hay ninguna cercana. Pero ese no es ningún impedimento para cumplir su meta. 

Sin duda Iker el pequeño Boy, soñador, lleno de emociones, con ganas de seguir aprendiendo cosas del mundo. Logrará cumplir sus metas acompañado por su madre y su padre durante todo el camino, pues comprende que ambos trabajan para darle un techo, educación, juguetes y comida. Un niño preparado para la adversidad y con una madurez en progreso, listo para enfrentar todo lo que se encuentre por delante y que nada lo detenga.  Este es el pequeño Boy, futuro bombero. 


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