La dualidad de las clases en línea en la FCPyS-UNAM


  • En el modelo educativo hace falta que se ponga a platicar a los estudiantes, ya que la comunidad debe usar sus propios medios: Cristopher Axel Juárez Quero
  • El estudiante comparte: “si me regresan al 2020 y me dicen que voy a durar un año en clases en línea, claro que me hubiera dado cosa, pero en el momento lo veía muy de película”
Por Brenda Flores Montes, Diana Leticia Lugo Rodríguez y Diana Verónica Morales Labra 
México (Aunam). Relacionarse por medio de dispositivos digitales es más complicado que de forma presencial y en las clases en línea no se fomentó que nos pusieran a platicar, por lo que la comunidad estudiantil tuvo que usar sus propios medios, comentó Cristopher Axel Juárez Quero, estudiante de 19 años que en la actualidad cursa el tercer semestre en la licenciatura de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Juárez Quero compartió que era muy raro estar en las redes sociales y que te llegará un “hola”, porque muy pocas personas son quienes toman la iniciativa de mandar el mensaje y dependiendo de quien sea, puede ser que a alguien se le facilite más convivir en línea.

Al preguntarle sobre su experiencia con las clases en línea cuando ingresó a la carrera en medio de la pandemia de la COVID-19, el estudiante comentó que para muchas personas fue difícil adaptarse a la modalidad en línea, pero desde su perspectiva tenía curiosidad y si lo regresaran al año 2020 y le dijeran que las clases en línea durarían más de un año, le hubieran causado miedo pues en ese momento lo veía como algo de película.

El futuro comunicólogo mencionó que dicha modalidad generó sentimientos negativos a la mayoría de las personas y solo se tenía la opción de adaptarse, aunque se perdiera la emoción que causa el primer día de clases y la sociabilidad que se presenta junto a ésta. La ausencia de una bienvenida le pareció un punto muy desfavorable, pero aún se puede mejorar si las clases continúan en esta modalidad.

En su experiencia, no todos los profesores que tuvo en primer semestre se adaptaban a las plataformas de las clases en línea. Aunque, otros de sus maestros ya daban clases anteriormente en un sistema que se llama SUAyED (Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia), quienes ya estaban familiarizados con ciertas plataformas digitales.

Entre las ventajas que el entrevistado visibilizó en este sistema fueron: la disminución de los gastos escolares, administrar el tiempo de ocio, recreación y el de hacer tareas, por lo que el rendimiento académico aumentó; el ahorro en transporte también fue importante, mucha gente vive bastante lejos de la facultad, entonces, “cada quién podía conectarse desde su aldea”.

Mientras que las desventajas que ubicó fueron: el hecho de que es fácil ignorar las notificaciones de tareas, aunque eso depende de la persona; la escasa socialización; el pasar de una etapa a otra en línea y no sentir la transición de la prepa a la universidad; el mal funcionamiento de aplicaciones como Blackboard que se traba y no permite encender la cámara y trabajar siempre digitalmente. “Tiene un año y medio que no toco un lápiz”, comentó el estudiante.

En opinión de Juárez Quero aun así no puede conocer el cambio real de las cargas de tarea o de las dinámicas que se viven en “los salones de clase” (ahora pantallas de dispositivos), porque no ha vivido la dinámica presencial dentro de la UNAM, concluyó.
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