Rescate y resistencia: lucha del Conjunto Folklórico Tenamaxtle de Zacatecas


  • Carlos Lozano, fundador de la agrupación y ex integrante del Ballet Folklórico de México, busca que la danza sea un vehículo de transformación y de servicio para las comunidades zacatecanas 
Por Alfonso Sotelo 
México (Aunam). Palabras con sabor a historia, pies cansados y miradas al cielo. Las comunidades en Zacatecas cuestionan, resisten, bailan para alzar la voz y no ser olvidados. Desde hace años la danza universitaria abraza sus raíces para difundir, transformar y no imponer. El zapateado y el son reflejan la imagen del Conjunto Folklórico Tenamaxtle, perteneciente a la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ). 

Los pasos de las y los bailarines se asemejan a lo ardiente, al fuego que sacan sobre la duela, así como su origen lo dice, Tenamaxtle, del náhuatl tenamaztli, nombre que reciben las tres piedras que forman el fogón donde se colocan las ollas y comales para cocinar alimentos. 

Y es que la lucha de Tenamaxtle no solamente ha sido a través de la música, también han construido su legado mediante la academia, la investigación y difusión de su repertorio dancístico, considerado el más grande de la entidad. 


Corría el año de 1982 cuando la UAZ estaba lanzando convocatorias para crear talleres artísticos en diferentes disciplinas, entre ellas la danza folklórica. El encargado de poner la primera piedra fue el bailarín Carlos Lozano, quién se dedicó a formar estudiantes y, para 1983, fundaría el primer grupo representativo de danza de esa casa de estudios. 

Lozano venía de una gran tradición y escuela dancística, ya que formó parte del Ballet Folklórico de México, bajo la dirección de la legendaria bailarina Amalia Hernández. 

En palabras del fundador, el principal objetivo de Tenamaxtle es usar a la danza como un vehículo de transformación y de servicio para las comunidades zacatecanas. 

Por otro lado, narra que la pasión por investigar sobre bailes y tradiciones surgió cuando visitó la Ciudad de México para presenciar un espectáculo de la agrupación de la Normal de Zacatecas. En aquella ocasión se dio cuenta de lo poco que se conocía el folklore zacatecano, así que no lo pensó más y trabajó a profundidad. 

El estado mexicano de Zacatecas tiene 58 municipios, de los cuales Tenamaxtle ha logrado trabajar en 16 y montar 74 danzas tradicionales. En 38 años de vida, la agrupación cuenta con 52 cuadros coreográficos nacionales de 29 estados de la República Mexicana. 

Sin embargo, lo primordial en este momento para Tenamaxtle es seguir en las comunidades de Zacatecas, porque su trabajo de difusión está centrado en armar danzas tradicionales que están en peligro de extinción.

El proceso de investigación, narra Carlos Lozano en entrevista con la Secretaría de Cultura de México, consiste en detectar a las y los danzantes de las comunidades, observar sus bailes que ejecutan para posteriormente entrevistarlos sobre sus costumbres, que les cuenten cómo lo vivieron y qué cambios han notado. 

Documentar para después llevarlo a escena, así lo describe Lozano. Además, señala que es una información que se transmite de generación en generación. 

Para Lozano, el pueblo zacatecano no baila ballet, tiene sus propias formas dancísticas; “a lo mejor están un poco más absurdas, pero el chiste es buscarle y difundir con conciencia para llegar al público”. 

El camino del grupo Tenamaxtle ha sido largo y complejo, por lo que 38 años dedicados a la investigación próximamente serán inmortalizados en futuro libro, documentales o discos. 

Tenamaxtle UAZ vivirá comprometido con su pueblo y las tradiciones populares, no alterando y desmarcándose de lo comercial. El próximo mes de noviembre festejerán un nuevo aniversario. 




 
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