Corrección de estilo, un gran compromiso: editora de La Jornada Guerrero


Por: María del Sol Salgado Pineda
México (Aunam). María José Aguilera Robles, editora del periódico La jornada Guerrero, aseguró que lo mejor de su trabajo como correctora de estilo es poner su granito de arena para ayudar a las personas a conocer algún tema, a que llegue a sus manos o sus ojos información que los hagan ignorar un poco menos de algún suceso.

“En lo personal, prefiero corregir los textos que llaman en el medio las notas de color, me parecen muy interesantes y llenas de emociones las cuales se espera le lleguen al lector”.

¿Cómo surgió el sueño de dedicarse a esto? ¿Cómo llegó a ser correctora? 

Desde la preparatoria yo sabía que quería dedicarme al periodismo, era algo que me llamaba mucho la atención y que no a muchos jóvenes de mi edad les pasaba pero algo dentro de mí sabía que quería dedicarme a esto. 

Aguilera Robles estudió Comunicación y Relaciones Públicas, hizo sus prácticas profesionales en el periódico El Sur, donde le ofrecieron un puesto de auxiliar de edición y corrección. “Al principio no entendía muy bien y no sabía si eso me gustaba pero con el paso del tiempo le agarré cariño”. 

Después ingresó a trabajar en La Jornada Guerrero en el puesto de edición. “Para cuando llegué aquí ya traía un poco más de experiencia y conocimiento y me resultó muy cómodo trabajar aquí de correctora, claro que cada día se aprende un poco más. Lo que hago aquí en La Jornada Guerrero es principalmente la corrección de textos informativos día con día”.

¿Qué estudios hay que tener para ser correctora? ¿Qué piden las editoriales?

Te seré sincera, ignoro mucho esa parte como te comenté yo estudié Comunicación y Relaciones Públicas en la Universidad Americana de Acapulco y con ese estudio me he podido dedicar a laborar en el área de corrección en algunos medios. No sé si exista una licenciatura o u estudio específico para ser corrector. Y lo que los medios requieren en mi experiencia solo es que cuentes con una buena redacción y mucho conocimiento de cultura general. Habrá medios más exigentes que otros, pero esto que te cuento es mi experiencia y en lo que veo en mi entorno inmediato.

Desde su punto de vista como correctora profesional, ¿para qué sirven las normas y el estilo?

Bueno, en lo personal me resulta sumamente importante hablar y escribir conforme a las normas que tenemos en el lenguaje. Esto considero ayuda a evitar las malas interpretaciones, la mentira, el engaño pues. En mi trabajo siempre estoy pensando que debo estructurar y seguir las normas y el estilo porque mucha gente afuera va a leer eso y de ahí partirá alguna postura política o de ahí partirá la manera en la que esa persona difunda lo que leyó a otras personas, entonces es mucha responsabilidad que cae en mis hombros porque por una coma o un punto mal utilizado el sentido cambia totalmente. Y bueno, principalmente que las personas que trabajan en este medio como yo puedan expresarse y darse a entender, porque una coma mal puesta como te dije cambia todo el sentido de la oración y de lo que se quiere comunicar.

¿Quién ha influido en usted como correctora?

Realmente nadie. No hay una persona reconocida, porque aquí en Acapulco no hay un reconocimiento hacia el papel del corrector. Mucha gente no sabe ni de nuestra existencia. Generalmente los que se llevan los reflectores y halagos son los autores, periodistas o reporteros. Pero pues yo no tengo a alguien que me haya influido, este camino lo agarré sola.

¿Cuáles considera son las cualidades indispensables para ser un buen correctora?

Creo que son muchísimas, ahorita no me acuerdo de todas pero podría ser que como corrector hay que leer mucho y saber de las reglas ortográficas para que así las ponga en práctica en los textos que debo corregir. También saber interpretarlas para que al usarlas esté claro el buen uso de estas. También podría decir que ser paciente ayuda mucho y encontrar la pasión en tu labor porque, aunque tengas todas las cualidades del mundo, si no te gusta lo que haces no creo te sirva de mucho dedicarte a esto.

En su opinión, ¿Cuál es el límite de intervención del corrector en el texto?

Pues es mi experiencia el límite que tengo es realizar la verificación de las reglas de puntuación de todo el texto, la sintaxis del mismo y la gramática. Solo eso.

Cuéntenos, ¿Cuál considera el suceso más importante en su trayectoria como correctora?

Pues recuerdo mucho la cobertura que se le dio a la tormenta tropical Manuel y su paso de destrucción por Acapulco, fue un momento fuerte y había mucha información la cual los medios tenían que estar sacando lo más pronto posible. Todo estaba a flor de piel y aprendí mucho de este desastre natural tanto humanamente como profesionalmente.

¿Qué actitud cree usted debe tomar un corrector ante la naturaleza transformadora de la literatura y el lenguaje?

Considero que es muy importante adaptarnos a las nuevas formas de comunicación y lenguaje, seguir las modificaciones a la norma lo más posible y entender también que nada es estático y hay que evolucionar ante cualquier cambio.

Para terminar, la editora de La Jornada Guerrero enlista cuatro claves que pueda compartirnos para escribir mejor: “Creo que serían leer mucho de todo, tomar cursos, analizar lo que se escribe y debatir entre colegas”.



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