El Covid-19 causa paranoia, depresión y estrés: Uriel Méndez

  • Para el psicólogo, clases en línea, confinamiento y pérdida de empleo tienen graves consecuencias en la salud mental
  • La socialización, meditación y los ejercicios de respiración ayudan a enfrentar las repercusiones del confinamiento
| Por Paola Estrada Alba y Karen Fuentes Serrano | 
CDMX (Aunam). La desinformación en los medios, las clases en línea, la pérdida de empleo, y los casos de violencia intrafamiliar que están ocurriendo durante la pandemia del COVID-19, han afectado la salud mental de las personas, señaló el licenciado en psicología humanista Uriel Méndez Ruiz.

Desde su experiencia en su consultorio, ha observado con más frecuencia tres patologías principales que se han desarrollado y acentuado: la ansiedad, la depresión y el estrés.

Comentó que hay ansiedad por evitar el contagio y mantener todo limpio, y la depresión y el estrés surgen del aislamiento al no poder realizar actividades de distracción fuera de casa. Asimismo, compartió algunos métodos para manejar estas patologías, por ejemplo, hacer ejercicios de respiración o de meditación. 

El experto mencionó que la socialización ayuda a prevenir la depresión y el estrés.  Mantener contacto con otras personas para que no haya un aislamiento total, es una forma de manejar los problemas mentales que se presenten, apuntó.




Para Méndez Ruiz la paranoia desmesurada e irracional es una de las enfermedades mentales más frecuentes durante la contingencia, causada por la incertidumbre de lo que puede pasar. Incluso, puede llegar a extremos y provocar que el ser humano se aislé por la constante preocupación. 

El terapeuta explicó que el ser humano se caracteriza por ser un sujeto social, y al aislarse debido a la paranoia, está atentando contra un aspecto natural de la raza humana. En su opinión, la desinformación que transmiten algunos medios ha causado graves efectos en la salud mental, como se pudo observar a principios de la pandemia con las compras de pánico que causaron desabastecimiento. 

También compartió que ahí se pudo ver cómo el ser humano se convirtió en un ente individual y egoísta que solo veía por sí mismo y no por los demás, al no pensar en el hecho que otras personas también podrían necesitar estos productos. 
Reconoció que la pérdida de empleos ha tenido repercusiones en la salud mental. Explicó que son tres esferas las que componen al ser humano: la personal, la familiar, y la del trabajo, y si falta una de éstas afecta la salud. Por ello, recomendó no depender de una sola fuente de ingresos, ya que es peligroso porque cuando se pierde el único empleo, todo se viene abajo.

Compartió que ha visto un incremento de casos de víctimas que han sufrido violencia durante el confinamiento. Para estas situaciones es recomendable que la persona en cuestión nunca pierda contacto con personas de confianza que la puedan auxiliar y estar ahí para apoyarla. ”Lo mejor siempre es denunciar, ya que una vez que la violencia empieza, siempre va a ir en incremento hasta llegar a las últimas consecuencias”, señaló.

El psicólogo aseguró que buscar ayuda con un profesional de la salud es lo mejor para poder atender todas las deficiencias emocionales. “Ir a un psicólogo cuando lo necesitas es algo que debería estar normalizado, como ir al dentista o al doctor.  La atención a la salud mental como la salud física son igual de importantes”, expresó. 

En lo personal, cree que las clases en línea sí provocan patologías en los estudiantes. Ve muy preocupante el hecho de que hay niños de kínder y primaria estresados y desanimados por su educación. Opinó que pasar tanto tiempo frente a un monitor hace que los niños estén exhaustos y con fatiga, pueden desarrollar inestabilidad y depresión. Se ve afectado el proceso de aprendizaje a causa de todos de estos problemas emocionales que se están presentando. 

Explicó cómo el kínder y la primaria son etapas en donde los niños dan el paso más importante, que es cuando el ser humano se empieza a desarrollar como un ser sociable. Pero debido a las condiciones actuales, muchos niños se están perdiendo de esta etapa tan fundamental, y en un futuro puede haber repercusiones en su forma de socialización. De igual forma, el hecho de que estén recibiendo la educación por medios digitales limita mucho las capacidades que se desarrollan durante estas etapas.

Uriel Méndez indicó que él cómo psicólogo no está exento de cuidar su salud mental, por lo que también asiste a terapia para desahogar todas las emociones con las que carga. Admite que igual le ha surgido el miedo de contagiarse del virus, pero su vocación no le permite cerrar la puerta a las personas que necesitan ayuda, sus ganas de ayudar es lo que lo motiva a seguir. 

El licenciado Méndez dijo que ya es momento de romper los tabús en torno a la psicología. Opinó que ir al psicólogo debe ser algo de cultura general, sin que nadie lo vea mal, incluso ir, aunque no tengamos ningún problema de salud mental, porque lo mejor es ir para prevenir, siempre hay algo para trabajar en nosotros mismos. 

Por último, comentó cómo se puede sacar provecho del contexto actual y dijo que “La pandemia afectó a todo el mundo, y todos tenemos que aprender de este hecho, reflexionar de que estamos viviendo y lo que estamos aprendiendo de esta situación, para agregarlo a nuestro crecimiento personal, no solo dejar que pase y ya”, concluyó. 

 



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