26 de marzo de 2020

El SANTUARIO DEL PAN

  • “La Vasconia” se condecora de ser la panadería más antigua de la Ciudad de México
Por Issac Castañeda Gómez
Ciudad de México (Aunam). El olor se extiende hasta la calle de Tacuba, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. No le basta a la panadería “La Vasconia” el territorio que tiene delimitado desde hace casi 150 años. Provoca a cualquier transeúnte se detenga e ingrese al lugar a comprar alguno o empaparse un poco de historia.


o que inicio como una panificadora creada por vascos en el siglo XIX, desde el año 1870, se ha vuelto un híbrido. Desde la entrada luce el gran y colorado trompo de pastor para preparar los tacos que piden los comensales.

Los pollos rostizados son uno de los fieles compañeros de las conchas y los bolillos, pues abundan en los asadores giratorios y son muy demandados por la clientela.

Dentro de esa zona de comida o lonchería no faltan las tortas, los chilaquiles o los empanizados, que están al alcance de muchas personas por sus bajos precios; pero ¿cuál es la especialidad de la casa? Lo único que es especial es el pan que se elabora en el lugar.

La barra de comida y las mesas quedan atrás. Lo histórico se reserva hasta el fondo. Se aprecian la infaltables donas, los cuernitos, las rebanadas con mantequilla y azúcar, los bizcochos con pequeños chochos de colores, los polvorones amarillos, las grandes orejas, las rejillas, los ojos de buey, las banderillas, los panques y el canasto de los bolillos. El secreto de todas las piezas: su elaboración artesanal.

La elección de alguno de los tipos resulta complicada. Los clientes se ponen en aprietos. No saben qué elegir porque todos tienen un sabor particular. La gente experimenta un auténtico ritual para escoger el mejor de los panes. Peor es el asunto si se trasladan a la zona de los panes gourmet; se demoran aún más, no obstante, estos últimos requieren de más dinero en el bolsillo.

Las galletas, los postres, los pasteles y los helados también son ofrecidos en la panadería más vieja de la Ciudad de México, pero los clientes no concentran su atención en esos productos. Ellos se dirigen por lo tradicional, por lo que distingue al lugar desde hace más de una centena de años.


Al negocio ingresan los que van a comprar una charola completa, quizás para la cena o para llevarla con algún familiar, y los que van sólo por un buen pan dulce con el propósito de levantar el ánimo o entretener el hambre. Las piezas artesanales son envueltas por las trabajadoras del lugar, que visten de forma higiénica, con una gorra y una bata blanca, en la que destaca el gran logotipo color naranja de la empresa.

El “Buenas tardes” del “panero” se queda en el aire. No hay respuesta de las empacadoras a la cortesía del cliente. Piden las pinzas, colocan el pan en un envoltorio de plástico y, algunas avientan el pan bruscamente sin pensar que las banderillas van a llegar rotas; otras, lo depositan en la bolsa de papel con la más sutil delicadeza.

Mientras le empaquetan su pan a los compradores y acuden a pagar a la caja ubicada en la entrada, éstos pueden leer la “Carta al panadero”, esa declaración de principios que está en uno de los muros principales; escuchar las conversaciones de los comensales del área de comida; o leer la frase que define la filosofía de la panificadora: “La tradición de ayer, la frescura de hoy, la calidad de siempre”.

En las caras de los sujetos se dibujan grandes sonrisas. Ya se están saboreando las piezas que llevan en sus bolsas. Probaran historia, deleitaran su paladar con las recetas del pionero de la panificación en México, Marcelino Zugarramurdi, que han triunfado y trascendido de generación en generación en la Ciudad de México.




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22 de marzo de 2020

ESTUDIANTES DE VETERINARIA NO SE DARÁN POR VENCIDOS

  • “Somos un movimiento hecho por estudiantes de la facultad y estamos sin cubrir nada, queremos que se difunda información correcta y verídica": activista
Por: Hannia Turrubiartes Romero
ciudad de México (Aunam). Desde hace tres semanas, la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) se encuentra en paro, si bien una de las mayores causas fue la violencia de género, esta no es la principal.


Con el objetivo de brindar información verídica y correcta para el resto de la comunidad universitaria, Jannet*, una de las integrantes de la comunidad de la FMVZ que se organizó para sostener el paro de labores, concedió una entrevista a Aunam, para saber el impacto que ha tenido el movimiento que encabezan.

“Tanto ha sido el impacto del paro que en Twitter fuimos trendig toppic con #FueraGüemes”

Jannet, estudiante de cuarto semestre de la carrera mencionó que en la facultad ya era necesario un paro debido por la reelección del doctor Francisco Suárez Güemes, en la FMVZ, pues consideran que de sus varias propuestas, no cumplió la mayoría de estas.

“Uno de nuestros mayores descontentos es la inseguridad dentro de nuestros centros de estudio como lo son los ranchos en verdad que ha sido considerable, se ha llegado al punto de que se metan a robar a nuestros animales, violentar y asaltar a compañeros e incluso llegar a secuestrarlos en prácticas de campo”, afirmó Jannet, quien no se encuentra satisfecha con la situación.

Una de las respuestas que recibieron los estudiantes fue ofrecer acompañamiento para poner las denuncias y brindar apoyo psicológico, cuestiones que para la comunidad son insuficientes.

Jannet informó que ante esto preguntaron qué haría como autoridad con la seguridad en los ranchos, pero sólo recibieron alternativas incumplidas.


Aparte de eso, la violencia de género dentro de la Facultad se encuentra presente, el bache de casos sin resolver, sumado a lo antiguo que se ha vuelto el plan de estudios, hicieron que Jannet junto con el resto de la comunidad se decidiera a actuar.

"No somos una facultad que esté mucho en movimientos políticos o que alce la voz, pero ya no podíamos seguir con esta situación pese a todo nos armamos de valor y a través de una votación comunitaria se decidió llegar al punto de un paro indefinido”.

Fue el pasado 25 de febrero a las 15:00 horas cuando se desalojaron aulas y se convocó a la asamblea, después decenas de estudiantes marcharon hacia rectoría, y entraron en paro indefinido un día después.

Después de la marcha, varios alumnos y el colectivo feminista Artemisas decidieron quedarse en la facultad, en esa noche fue tirada su página. Debido a que dicho grupo es el relacionado con todo lo político dentro de la facultad, fue el boom para iniciar. Los colectivos Artemisas y Estudiantes Organizados FMVZ han estado presentes en las instalaciones desde esa fecha.

El colectivo Artemisas ha tenido contacto con los miembros de la comunidad que se han quedado dentro de las instalaciones mediante mesas de trabajo, asegura la joven que junto con muchos de sus compañeros permanecerán en las instalaciones los próximos días de contingencia.


En cuanto a los animales que están dentro de la Facultad, Jannet expresó qué han recibido ayuda por parte de los trabajadores.

“Claramente ha llegado gente que nos dice que nos preocupemos por nuestros animales y también eso está presente, pero si no nos preocupamos por nosotros como vamos a poder cuidar a nuestros animales".

Inicialmente se planteaba que los hospitales siguieran trabajando normal sin cobrar consulta más que estudios específicos para los pacientes con cita; sin embargo, dicha idea no era conveniente para la dirección y decidió cerrarlos.

Los ranchos están siendo cuidados por los trabajadores, quienes apoyan en el paro, en limpieza e insumos a los cuales se les permite la entrada, si llegan pacientes se les redirigen a hospitales con los que la facultad tenga contacto. Así los cinco grupo de animales con los cuales cuenta FMVZ; domésticos: perros, gatos; granja: conejos, cabras, borrego, gallinas, cerdos y caballos; fauna: reptiles; aves; y roedores, se encuentra a salvo y siendo atendidos.

Asimismo, informaron que ya han recibido respuesta de rectoría, la cual se basa en la destitución de algunos directivos, pero esto no contempla al director del plantel.

Los estudiantes organizados siguen en espera ala resolución de las denuncias que ya se han llevado acabo, así como medidas pertinentes contra los acosadores y agresores.Pero por el momento esto es un logro no se ha obtenido, afirmó Jannet, por lo cual seguirán buscando respuesta.

"Claro queremos regresar a las aulas, pero también mantendremos el paro el tiempo que sea necesario para poder hacer cambios en nuestra facultad, se sigue trabajando en todo lo que queremos lograr, lo principal es la seguridad, violencia de género, sustentabilidad y de ser posible arreglar nuestro plan de estudios, seguiremos luchando hasta conseguir mejorar. En nuestra facultad queremos gente que se preocupe por la misma facultad y por la comunidad”.

A pesar de la buena organización por parte de la comunidad y la ya existente respuesta, los estudiantes que se encuentran dentro de las instalaciones ven tres diferentes riezgos, por lo que afirman realizaran diferentes reuniones.


Los problemas que ellos ven al interior de su institución son:

Los colectivos formados por los estudiantes de posgrado que se han puesto “pesados” con el resto de la comunidad que apoya el paro; ademas, pese a que Rectoría está trabajando en la destitución de ciertos directivos, estos no renuncian alegando que es”injustificado”.

Finalmente, con la entrada de la contingencia por el Covid-19, la UNAM acaba de lanzar su protocolo de acción, que no incluye un plan específico para los planteles en paro y quienes permanecen en la Facultad de Veterinaria consideran que “sería muy riesgoso quedarse en la facultad en periodo de cuarentena”.


*A solicitud expresa, por razones de seguridad de nuestra entrevistada, se ha cambiado su nombre real.


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