Obstáculos para la educación en tiempos de pandemia: Verónica Cabrera

  • Dificultades de crear espacios educativos óptimos en casa
  • Los retos de la adaptabilidad a los medios digitales para impartir clases

| Por Saira Carrasco e Itzel Garduño | 
CDMX (Aunam). La profesora de bachillerato en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Verónica Cabrera, comentó que la pandemia ocasionada por el SARS-Cov2 ha cambiado las dinámicas de aprendizaje y enseñanza en todos los sentidos.  Por lo que tanto ella como muchos de sus colegas se vieron forzados a modificar sus planes de enseñanza para adaptarlos a las nuevas circunstancias en línea. 

La socióloga y maestra en enseñanza, Verónica Cabrera, lleva 10 años impartiendo clases en diferentes instituciones en donde enseña materias relacionadas con ciencias sociales, sin embargo, el inicio de la pandemia la ha llevado a sentir que es la primera vez frente a un grupo de alumnos debido a que los nuevos espacios académicos no facilitan la educación a la que está acostumbrada; hacer dinámicas grupales interactivas, convivir y platicar con sus alumnos era parte de su rutina.

De los retos más grandes a los que se ha enfrentado es el adaptarse a las plataformas digitales, aunque considera que la universidad le ha proporcionado los cursos y la capacitación necesaria para poder usarlas en la práctica no es lo mismo; siempre surgen algunas dificultades sobre la marcha. Aunado a esto se encontró con un nuevo fenómeno en donde a los alumnos se les dificulta encontrar la diferencia entre lo académico y lo personal cuando se trata de la tecnología. 

Aunque la profesora se siente satisfecha con el apoyo dado por la UNAM, hay otros aspectos que la institución no cubre: los profesores tienen que poner los equipos electrónicos que a veces son más de uno para poder impartir de manera adecuada las clases, luz, internet y lugares físicos para enseñar diariamente, sin embargo, está consciente que es prácticamente imposible brindar estas facilidades a todos los docentes de la universidad.

Además de las dificultades tecnológicas a las que los docentes se enfrentan, otros de los retos que tanto estudiantes como profesores afrontan es a la distinción de espacios: “El estar todo el tiempo en casa no te permite tener claridad entre las fronteras que hay entre el trabajo y lo hogareño, tampoco tienes una definición clara de los tiempos… es una situación que ha replanteado el sentido de la cotidianeidad que creo que impacta en la educación” comentó.

Recalca que las desigualdades de circunstancias entre los estudiantes se han evidenciado de una manera más grande, como la falta de espacios académicos óptimos para que los alumnos puedan estudiar en sus casas, así como la falta de recursos como internet y aparatos electrónicos que faciliten el que puedan conectarse diariamente a clases. Ante estas dificultades, la maestra en enseñanza tiene que ser un poco más flexible en cuanto a la cantidad y tiempos de entrega de trabajos y tareas.

Una de sus motivaciones para ser maestra es que siempre se vio trabajando con jóvenes ya que le interesa sus formas de pensar. Considera importante enseñarles a crear hábitos que los puedan ayudar durante toda su vida, como es la lectura y el pensamiento crítico. En estos últimos meses ha tratado de inculcar estas habilidades más que nunca ya que son herramientas que los ayudan a ser autodidactas, lo cual es de suma importancia en estos tiempos.

Para la docente, es importante que sus alumnos entiendan que la escuela debería ser un espacio de paz, donde los alumnos se conozcan y comprendan la diversidad: “Deben comprender que la escuela es un espacio de resistencia pacífica en medio de un mundo de odio”. Desde su perspectiva, las redes sociales y espacios virtuales académicos han traído fenómenos nuevos como el hate entre alumnos, situación que muchas veces los docentes no pueden controlar. 

Mencionó que siempre han existido estas actitudes, pero ahora se presentan de una manera más visible en los medios digitales. Considera que además de los métodos de enseñanza, hay otros aspectos de la vida de los estudiantes que han cambiado, como las formas de socialización. Antes se lograba con una convivencia diaria en los salones de clases, pero ante la actual situación ha tenido que implementar nuevas estrategias para que sus alumnos se sientan seguros y en confianza en el salón virtual.

Las dificultades tecnológicas y las barreras que conlleva impartir clases a través de una pantalla son algunos de los retos a los que todos los docentes se han enfrentado, sin embargo, la educación es un aspecto de la vida que, como muchos otros no puede parar: adaptarse y evolucionar conforme a la pandemia es y seguirá siendo fundamental para tratar de mantener la enseñanza lo más simple posible a nuestra vida antes del Covid-19.


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