Sobrevivir a una pandemia editorial

Por Ameyalli Espínola Roskaritz, Daniel Hernández Pichardo y América Noemí López Becerril | 


México (Aunam). Las editoriales independientes mexicanas Almadía, Ediciones Era y Sexto Piso se han enfrentado a nuevos retos en el 2020 para subsistir debido a la crisis generada por la pandemia de COVID-19.

Las librerías en México y en todo el mundo, son el punto de encuentro entre el lector y los libros que se imprimen; aunque por las medidas implementadas por el brote de COVID- 19 en el país –y el mundo– todos los establecimientos y tiendas, como las librerías, estuvieron muchos meses cerradas. 

Los libros buscan lectores, los esperan en cada estante de las librerías. Las ferias del libro provocan encuentros entre los lectores que no tienen tanta cercanía para encontrar su libro ideal en espacios de gran y enorme diversidad. Actualmente las ferias que se tenían planeado y contemplado realizar han sido suspendidas.

Con estos ejemplos, el ciclo de la cadena comercial del libro se ha roto de una manera drástica. Un problema en consecuencia de la contingencia sanitaria que ha detenido la circulación de los libros de estas editoriales: Almadía, Ediciones Era y Sexto Piso. 

Además de ser librerías independientes, daban una experiencia única no sólo para sus lectores que dejaban irse por los títulos, sus elegantes portadas y prometedores textos, sino que también para ellos que viven de trabajar estos títulos.

En México y el resto del mundo la edición independiente siempre ha sido una de las opciones con mayor riesgo, es caracterizada por la apuesta, la innovación, las convenciones y el desafío. 

Día a día estas editoriales buscan más voces y personas que se sumen a ir renovando lo que van buscando y revivir de nuevo la perspectiva. La editorial Almadía se fundó hace quince años; Era hace sesenta y Sexto Piso hace dieciocho. Si juntamos a estos tres sellos se suma casi un siglo de edición independiente.

Todo esto hoy se ve amenazado, el futuro está oscuro por el cierre de los principales de venta: librerías y ferias. Además de toda esta problemática en la que se ven amenazadas las editoriales, se encuentra en peligro el salario de todas esas personas en los que participan en la publicación de los libros y también la continuidad de los distintos proyectos editoriales en los que se encuentran inmersos.

La importancia de ver esto como un problema es reconocer la valentía que hace que estos proyectos editoriales se mantengan a flote, ya que debe haber un tipo de apreciación por el trabajo que realizan cientos o miles de personas que se involucran en el ciclo del libro; desde el autor, editor e impresor, hasta los distribuidores. Sin embargo, todos ellos tienen que enfrentarse con el problema que pone en un extremo peligro al libro y a estas tres editoriales independientes.

Editoriales en busca de supervivencia




La editorial Almadía es oriunda de Oaxaca y fue fundada en el 2005. Pese a la crisis económica del país que ha impactado en los insumos para la edición de libros, la editorial cumplió en febrero 15 años de proponer nuevas formas de acercarse a la literatura al publicar alrededor de más de 200 obras de un centenar de autores mexicanos y extranjeros. 

El director de Almadía, Guillermo Quijas lleva más de diez años al mando de esta editorial. Los libros que publica Almadía y el tamaño de la editorial, siempre han sido lo que más han cuidado desde que este proyecto inició: publicar pocos títulos, escoger muy bien los tirajes e ir creciendo poco a poco para intentar llegar a otros lectores.

“En este momento, el tema de libros físicos prácticamente está en su punto más bajo de la historia de la editorial [Almadía]. Hemos vendido a domicilio desde nuestra tienda en línea, pero estas ventas no llegan ni al 10% de lo que normalmente vende la editorial, y solamente se vende cuando hacemos algunas promociones específicas; si no hay, se suspende la venta”, menciona Quijas.

La contingencia por la pandemia del COVID-19 generó pérdidas e incertidumbre para cientos de personas y empleos que hasta ahora han podido recuperarse o tratan de salir adelante: “Estamos tratando de enfrentarla de una manera en la que no nos habíamos topado, como lo había mencionado. De alcanzarse el objetivo, la recaudación que hubo y futuras, permitirán a la editorial [Almadía] tener un par de meses de cobertura, como máximo”.

“Lo primero que hicimos fue un llamado de emergencia, porque estábamos las tres editoriales en una situación muy parecida: todas tenemos aproximadamente el mismo tamaño, operamos con un almacén, tenemos un área administrativa, pagamos una renta, sueldos...”, dice Quijas. 

A poco más de cinco meses de que se detectó el primer caso de COVID-19 en el país y luego de que la emergencia sanitaria ha durado casi ese mismo lapso, aún es incierto cuánto tiempo más tomará a cada sector retomar su ritmo.

Ediciones Era fue fundada en México en 1960, incluye en su catálogo títulos de literatura, historia, ensayo, ciencias sociales y arte. Actualmente, cuenta con más de 500 títulos, y publica alrededor de 20 novedades al año y numerosas reimpresiones. Marcelo Uribe, quien dirige Ediciones Era, una casa emblemática con 60 años de historia; también plantea nuevas estrategias para estos escenarios.

La Editorial Sexto Piso nace en Ciudad de México en el año 2002 y desde el 2005 cuenta con una sede en España. Actualmente, es una de las editoriales independientes más grandes de México. El catálogo suma a la fecha más de 400 títulos que se distribuyen en México, Centroamérica, Colombia, Chile, Argentina, Venezuela y España.

“A todos nos agarró terriblemente mal preparados, no sé si en otro momento hubiéramos estado preparados; los programas de coediciones se habían suspendido, el programa de adquisiciones para acervo en bibliotecas fue muy pequeño, el programa de Bibliotecas de Aula estaba cancelado; entonces ya veníamos de un momento precario y difícil, y la pandemia nos agarró defendiéndose con las uñas y nos puso en un momento de franca amenaza existencial”, afirma Diego Rabasa, uno de los editores en Sexto Piso.

La empresa tuvo que idear otras vías para seguir generando ingresos. Y dentro de ese proceso, decidió unirse a otras dos editoriales que se enfrentaban exactamente con el mismo reto. 

“Somos amigos desde hace mucho tiempo; Guillermo Quijas, Marcelo Uribe y los editores de Sexto Piso, constantemente hablamos para intercambiar puntos de vista, desde oportunidades hasta problemas con los que nos encontramos [...], desde que comenzó a restringirse la movilidad nos dimos cuenta que las preocupaciones que teníamos los tres eran muy semejantes”, menciona Uribe. 

Las tres editoriales no ven riesgo de desaparecer como proyectos, pero saben que pueden desaparecer sus estructuras administrativas y equipos operativos que hacen que los proyectos funcionen como lo han hecho hasta ahora. 

“Creemos que es importante que todas las editoriales impulsemos la reapertura efectiva de las librerías y que agilicemos también los procesos de envío de libros, de cortes, y que hagamos compromisos con las librerías para que también el dinero se mueva rápido, porque si no –ya de por sí está afectado–, las repercusiones serán más drásticas”, indica Rabasa.

Problemas modernos requieren soluciones modernas

Juan Luis Arzoz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) asegura que según los datos de Nielsen, la caída de la industria editorial en la semana 17 de 2020 frente al mismo periodo de 2019 ha sido de 49% en unidades y 51% en valor comercial, lo que significa una caída de la mitad del mercado.

Guillermo Quijas dice que Almadía ha sufrido una caída brutal, “hablamos de 80, incluso 85 por ciento en la caída de ventas”. Los ingresos de Sexto Piso están por debajo de un 30: “Estamos ingresando 25 por ciento o menos de lo que ingresamos en una regularidad que ya nos tenía en finanzas bastante ajustadas a los tres proyectos”. Al igual que Editorial Era que busca generar lo mismo que hace un año. 

Las editoriales al verse en este problema y con dificultades similares, decidieron trabajar en conjunto para tener más oportunidades. Así que crearon una campaña en donadora, para solventar ciertos gastos y así los lectores poder apoyar a estas tres editoriales mexicanas que buscaban sobrevivir a la pandemia. 

La meta es de dos millones de pesos que les ayudarán a transitar el periodo del cierre de las librerías porque son editoriales que viven al día, con economías que dependen de los ingresos de cada mes.

Arrancaron esta campaña en medio de una sensación de desamparo y desolación que jamás habían previsto. Ante sus ojos, el mundo del libro que ellos y nosotros conocíamos, habíamos movido toda la vida se acababa de venir abajo. Lanzaron esta campaña como si lanzar una botella al mar fuera la mejor opción para estas editoriales en busca de un milagro. 

Con ayuda de 1372 donadores, las tres editoriales recaudaron $1,152,217.00, lo que fue el 57 por ciento de lo que al final iban a recaudar. Dinero que ha ayudado tanto a los proyectos que se vieron opacados por la crisis, pero también fueron para ayudar a todos sus trabajadores: autores, editores, traductores, correctores, diseñadores, promotores, agentes de ventas, administradores, almacenistas y más.

Bernardo Esquinca, escritor y miembro muy cercano de la Editorial Almadía respalda esto: “Hay que señalar lo que realmente estamos pasando, pero hay que trascender con estas palabras, si no nos va a cargar el payaso”, menciona el autor. “De nuevo Almadía, Era y Sexto Piso están llamando mucho la atención de la prensa y de los libreros, y no me cabe la menor duda de que también va a haber muy buena recepción de los lectores”.


El sitio Dependientes de lectores es una plataforma en común de las tres editoriales (Almadía, Era y Sexto Piso). Donde después de la opción de la donadora optaron por realizar ciclos de charlas virtuales en torno a diversos temas en las que participarán escritores publicados en los tres sellos. Actividades culturales, conciertos, lecturas dramatizadas, presentaciones de libros; con la participación de Juan Villoro, Fernanda Melchor, Antonio Ortuño, Emiliano Monge, Gonzalo Lizardo, Hernán Bravo Varela y Jazmina Barrera, entre otros.

La primera etapa fue la donación por parte de los lectores, y ahora como segunda parte llega el agradecimiento por las editoriales a estos lectores que donaron o de alguna otra manera, que otros pueden apoyarlas. Esta segunda etapa consta de un descuento del 20 por ciento en los precios de sus libros y así con esto las editoriales puedan impulsar a sus librerías frente a los estragos económicos de la pandemia.

El apoyo que buscan estas editoriales es por parte de sus lectores o las grandes empresas con las que pueden respaldarse.  “Creo que ya no se puede depender del gobierno en materia de cultura porque los recursos no fluyen como antes. Tenemos que buscar mecanismos para enfrentar eso y mirar hacia adelante como lo está haciendo Almadía, Era y Sexto Piso y creo que los que no se pongan las pilas se van a ver en aprietos”, dice Esquinca. 

Con esto, las editoriales no solo buscan beneficiarse a ellos, sino que esperan que las personas tengan acceso más fácil a los libros; principalmente de una manera económica, y con ello, se vean resultados con estas ventas que son muy necesarias en estos tiempos. “Nadie sabe bien a qué vamos a regresar. Una cosa es que se permita la circulación y la otra que la gente quiera circular”, menciona Rabasa sobre lo que están enfrentando. 

“Más o menos, todos entendemos que ese concepto de ser independiente es como tomar propuestas arriesgadas: hacerlo uno mismo, e intentar encontrar cosas que no estén condicionadas, sobre todo por el mercado. Eso es un poco la esencia de ser independientes. Pero, justo cuando pensábamos un poco en la esencia de esta campaña, hablábamos de la dependencia que tenemos de todos; del equipo de colaboradores, por principio de cuentas y, al final, de los lectores, que son los que soportan toda la cadena del libro con sus compras”, concluye Guillermo al pensar en cómo enfrentar esta incertidumbre. 

La incertidumbre sobre lo que vendrá con la nueva normalidad es lo que priva entre estas tres editoriales que hasta el momento ven un panorama incierto, en esta su pandemia editorial que han sabido enfrentar con distintas estrategias. Los cierres de negocios provocados por la pandemia han puesto en peligro de que cierren para siempre, pues muchos no cuentan con los ingresos necesarios para sobrevivir el golpe. Así como estas tres editoriales, existen muchos negocios formales e informales que buscan reinventarse y aferrarse a existir, con diferentes alternativas.

Mientras el mundo entero busca regresar a una “normalidad”, que puede que ya no sea la misma que conocíamos; el caso particular de Era, Almadía y Sexto Piso, editoriales independientes, buscan el apoyo para seguir existiendo para ti y miles de personas más. 



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