29 de junio de 2019

“UNA VEZ TUNO, SIEMPRE TUNO”: CANAL ONCE REVIVE A LAS ESTUDIANTINAS

Por: Nilsa Hernández
La Tuna te viene a cantar
Con todo su corazón
Y alegre te viene a dejar
En tu reja la copla de amor
Ciudad de México (Aunam). Los trajes coloridos, la música tradicional, las adaptaciones de los nuevos géneros musicales y una historia que descubrir y redescubrir, es la nueva apuesta del Canal Once al llevar a la pantalla chica “El Concurso Nacional de Estudiantinas”. A partir del domingo 30 de junio la televisora del Politécnico revivirá una tradición casi olvidada por las nuevas generaciones a través de una competencia entre tunas de distintas escuelas de nivel superior.


El concurso consta de cuatro capítulos, a partir del 30 de junio hasta el 21 de julio, en el que nueve agrupaciones demostrarán que las tunas siguen siendo parte fundamental para las instituciones porque “siguen formando parte de la vida académica, hay jóvenes que siguen una tradición familiar, ellos mismos lo dicen ‘una vez tuno siempre tuno’”, describió la conductora Alexia Ávila, quien junto al escritor y director de teatro, Ausencio Cruz serán los encargados de llevar al público la historia de estas agrupaciones.

Jesús Hernández, académico de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y miembro del jurado que decidirá el ganador del concurso, destacó que los mexicanos podrán apreciar la evolución que han tenido las agrupaciones de las estudiantinas, pues ahora son conformadas tanto por hombres como mujeres, las tunas adaptan canciones comerciales y no sólo muestran el repertorio tradicional, algo que ayudará a que todo tipo de público se sienta identificado con este concepto.


El jurado estará conformado por Jesús Hernández; el cantautor Álvaro Carrillo Jr., José Luis Ramírez, jefe de tuna de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Salvador Domínguez, quien es guía del grupo, primera voz y declamador de la tuna de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM. Este jurado decidirá cada semana un finalista y al gran ganador a través de su vestimenta tradicional, el arreglo musical, calidad de la música y la coreografía.

Salvador Domínguez agradeció al Canal Once por demostrar a la sociedad mexicana a través de este concurso que las estudiantinas son más que la canción “De Colores” de la Universidad de Guanajuato, destacó que muchas veces las Instituciones no apoyan para que las tunas sigan creciendo. Compartió que ellos son una hermandad de por vida, porque “Una vez tuno siempre tuno”, dijo con un cierto toque de orgullo combinada con felicidad en la voz.

Este concurso es la segunda parte del plan del Canal Once por revivir esta tradición, pues desde el domingo 5 de mayo transmitieron una serie previa al Concurso Nacional de Estudiantinas, con el fin de que el público conozca más de las vivencias de las agrupaciones, los esfuerzos que hacen para entrar a las competencias y sobrellevar los estigmas sociales y la hermandad que hay entre todos ellos, pues como cada uno dice “una vez tuno, siempre tuno”.

“El Concurso Nacional de Estudiantinas”, todos los domingos desde el 30 de junio, a las 18:30 horas por el 11.1, hasta la gran final, el 21 de julio a las 18:00 horas. La estudiantina ganadora actuará en un especial a trasmitirse el domingo 28 de julio a las 18:00 horas, por la señal 11.1.

PROMO CANAL ONCE:



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28 de junio de 2019

PREPARA LA UNAM PROGRAMA DE VISITAS PARA PERSONAS DISCAPACITADAS

Por Eduardo Montero Legaspi
Ciudad de México (Aunam). A través del programa de visitas guiadas, Difusión Cultural de la Máxima Casa de Estudios realiza en el campus central de Ciudad Universitaria visitas guiadas en tres zonas: el estadio, los campos deportivos y la zona escolar. Ahora, preparan un programa para organizar recorridos para las personas discapacitadas.

Campus Central Patrimonio Mundial/ Daniela Zúñiga y Abel Zúñiga. 

Estas visitas están basadas en la cultura y las bases arquitectónicas del campus. “Las visitas son ideas y siempre buscamos presentarlo de distintas formas” declaró el fotógrafo del programa de visitas del campus.

“Para las personas ciegas pensamos crear un paisaje sonoro muy simple, es decir, sonidos que le evoquen a la gente las ideas que les estamos presentando por cada mural. Empezaríamos con un recorrido corto de 50 minutos, los murales de Siqueiros los expondríamos ruidos de manifestaciones, de los chicos etc. El símbolo de Siqueiros lo expondríamos como los sonidos de un águila y un cóndor…”, declaró Abel Zúñiga, fotógrafo y expositor de las visitas guiadas.

“Utilizaríamos las fechas y sonidos de guerra para la Revolución o la Independencia. Para las personas sordas utilizaríamos principalmente un lenguaje de señas o el reconocimiento de figuras y para personas con discapacidad motriz, pero por eso el programa sigue en proceso de implementarse”.

El fin último de este programa para discapacitados es darles un imaginario visual y auditivo de toda la exposición a estas personas para que no pierdan la oportunidad de conocer el origen de los murales y las formas arquitectónicas que tiene la UNAM implementando la interactividad para incrementar el flujo de visitant4es, conocedores y amantes de Ciudad Universitaria.


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RECOLECTORES DE BASURA AFECTAN A PEATONES Y AUTOMOVILISTAS

Por Atenea Itzallana Barrera Barrios y Deyanira Yael Cortés Licona
Ciudad de México (Aunam). En la Ciudad de México operan unos 2,500 camiones recolectores de basura que recorren 6,800 rutas a lo largo y ancho de las 16 alcaldías. Elisa Sánchez González vive en la Unidad Habitacional número 1, ubicada a un costado de la Transferencia de Basura Cuauhtémoc y afirma que ella, junto con sus vecinos, diariamente son afectados por los trabajadores de esta zona.


Relató que los accidentes son comunes en la zona: “Hace tres meses un camión aventó a una moto y el jovencito que iba en ella falleció. Hace cinco años, Carlos, un vecino de la Unidad, iba pasando por la entrada de la Transferencia y un conductor lo atropelló y propició la muerte”.

Entre las problemáticas que tienen que enfrentar los vecinos de la unidad, remarcó el líquido que desprenden los residuos, pues hace una capa resbaladiza que termina por afectar a los motociclistas pues constantemente se derrapan y sufren entre lesiones graves o raspones horribles.

También mencionó que la suciedad se impregna sobre la calle debido a que los camiones son estacionados y lavados sobre ésta: “Cada tres días, personal de la delegación viene a limpiar el pavimento y eso ayuda un poco. Antes no venían; desde que comenzó la nueva administración fue cuando decidieron atendernos”.

Con respecto a la relación que existe entre los vecinos y los recolectores señaló: “Nosotros los vecinos nunca agredimos a los trabajadores ni mucho menos, de hecho, casi no tenemos contacto directo; ellos, por el contrario, lanzan piropos a las muchachas o señoras que pasan aquí, incomodándolas. Se orinan y bañan a un lado de los camiones, frente a quien se encuentre cerca, no importa si son niños, mujeres u hombres”.

Otro problema que Elisa Sánchez notó fue que los recolectores se alcoholizan enfrente de la Unidad, en consecuencia no reciben ningún tipo de sanción: “El otro día vimos cómo uno de ellos estaba bastante ebrio y al terminarse la última cerveza, se subió al camión y se dispuso a conducir”.

Entre las soluciones que han implementado los vecinos en contra de los recolectores, fue cerrar la transferencia con la esperanza de terminar con los distintos problemas que estaba provocando: “Tenemos treinta años viviendo aquí y la cosa ha sido la misma desde entonces. Un día, un basurero me dijo: ‘¡Uy, no, doñita, es más probable que los reubiquen a ustedes que a nosotros!’. Es verdad, ellos parecen tener más preferencia para el gobierno que nosotros los ciudadanos que pagamos impuestos”.




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ESCRITORES DELINCUENTES

  • Nueva producción de The Pillowman, de Martin McDonagh
Por: Israel López Rodríguez
Ciudad de México (Aunam). “No es un crimen escribir un cuento”, solloza Katurian ante el detective Tupolski y el policía Ariel en una sala de interrogatorio. Personajes protagónicos en The Pillowman, obra de teatro escrita por el dramaturgo, cineasta y guionista inglés Martin McDonagh que estrena temporada en el Foro Lucerna del Teatro Milán, en la Ciudad de México.


Dirigida y traducida por Miguel Septién en coproducción con ÍCARO, compañía teatral asociada con Pablo Perroni y Cuarta Pared, presentan la historia de un joven escritor arrestado por el oscuro contenido de sus cuentos. Textos que mantienen una extraña correlación con una oleada de asesinatos infantiles en el área.

Protagonizada por Pierre Louis, Pablo Perroni, Enrique Arce y Alfonso Borbolla, la obra de teatro reflexiona sobre la responsabilidad del oficio del escritor de cuentos fantásticos al partir del pacto de ficción entre una obra literaria y su lector. Quien cuenta una historia de ficción ha de entregarse en cuerpo y alma a la creación de mundos verosímiles. De igual manera, quien lee un cuento fantástico ha de entregarse a creer lo que le cuentan.

Relación que marcará el destino de los personajes a lo largo de la representación de la obra haciéndolos preguntarse sobre el bien y el mal de sus actos. Donde lal infancia cuenta con un peso importante para definir el modo de actuar y la percepción del mundo cuando se es adulto.

En sesión de preguntas y respuestas, Miguel Septién comentó cómo se acercó a un texto de rigor y profundidad narrativa como lo es de Martin McDonagh: “Diversas situaciones me han dirigido a un profundo análisis de mi propia niñez y a como esta acota muchos de los caminos que transito como adulto”.

Pierre Louis interpreta a Katurian, personaje protagónico de la obra, confesó sentirse cobijado por su elenco y director en todo momento: “Fue un trabajo conjunto. Nada de esto sería posible sin la visión de Miguel, quien me impulsaba a soltarme en el escenario con la mayor naturalidad posible”, dijo.

Explicó que ningún momento sintió que el peso de la obra cayese por completo sobre sus hombros, define a la puesta como “una propuesta de matices en donde todo cambia de un momento a otro. Todos los personajes cuentan. Eso solo puede ser logrado por la genialidad del autor de la obra y la visión escénica del director”.

Pablo Perroni enfatizó que el desarrollo final de la obra solo es posible “cuando tienes un texto tan bien escrito y construido. El verdadero trabajo es cómo entregarte a él. En muchos sentidos es liberador entregarte a algo bien escrito, prestarle tu cuerpo, mente y visión a que suceda”, comentó.

La producción concordó en que The Pillowman de Martin MaDonagh, ganador del Oscar a mejor guion original en 2018 por el filme “Tres Anuncios por un Crimen” (Three Billboards Outside Ebbing Misouri) es un guion de rigor. “Todos estuvimos de acuerdo en que el texto que teníamos en nuestras manos y la historia que teníamos que contar era valiosa”, concluyó Miguel Septíen.

The Pillowman se presenta los jueves a las 8:00 de la noche en el Foro Lucerna del Teatro Milán, del 27 de junio al 12 de septiembre.





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25 de junio de 2019

UNAM NO APOYA EQUITATIVAMENTE A SUS DEPORTISTAS

Por Vania Eloísa Juárez Rios y Brenda Terreros Martínez
Ciudad de México (Aunam). La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comparte los triunfos deportivos de la institución a través de su gaceta, sus sitios web oficiales y perfiles en redes sociales digitales. Sin embargo, el apoyo que la máxima casa de estudios ofrece a sus equipos representativos es insuficiente y de distribución dispar.


Andrea Cortés Islas, nadadora que ganó dos medallas de oro y dos de plata durante el Campeonato Nacional de Natación en 2018, ha sido víctima y testigo de la falta de apoyo económico por parte de la universidad.

La atleta, estudiante de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), afirmó: ‘’Nunca nos dan por ejemplo, pants. Pero cuando ganamos medallas nos buscan para tomarnos fotos, y no tenemos ni un uniforme, que es lo más básico”.

Los uniformes son repartidos a deportistas que clasifican a la Olimpiada Nacional y las Universiadas, un evento que reúne a universitarios de todo el mundo. Andrea, al pertenecer a la primera fuerza, conformada por personas de entre 19 y 29 años, no recibe este equipo.

La alumna, quien cursa el octavo semestre de licenciatura, expresó que los miembros de su categoría no son los únicos en no percibir algunos beneficios a causa de su edad. Andrea, habló de los equipos integrados por gente mayor de 30 años, sobre los cuales dijo: “Si la UNAM no nos hace caso, a ellos muchísimo menos. Creo que no está bien, porque al final gozan de las instalaciones y las aprovechan, han ido a competir a copas máster”.

Pero la edad no es el único factor por el que la universidad niega el apoyo a muchos deportistas. También toma en cuenta su sexo, el deporte que practica o la facultad a la que pertenece.

La medallista ha atestiguado que los hombres reciben más incentivos que los mujeres, por lo cual afirmó: “El deporte femenil está muy relegado. Tengo una amiga que practica tocho, a la que le dan apoyo pero no tanto como al equipo varonil. A ellos sí les dan apoyo pre, durante y después”.

Del mismo modo, su experiencia en el ámbito deportivo ha llevado a Cortés Islas a descubrir que los deportistas con participación en conjunto reciben mayor atención que los que participan individualmente. Ha notado que: “A los deportes de conjunto les dan más prioridad que a los deportes individuales, porque van dando más resultados. En la natación para entrar entre las diez primeras, debes competir mínimo con unas 500 nadadoras. Entonces en los deportes de conjunto ir clasificando de alguna manera es más sencillo, y los resultados son más tangibles, Deporte UNAM eso es lo que ve”.

Deportistas y entrenadores han hecho grandes esfuerzos personales para sobrellevar la situación. Andrea resaltó la labor del encargado de deporte en la FCPyS: “Ha sido muy bueno, muy amable. Me ha dado varios pants. Y todo eso corre de su cuenta, porque la facultad es de las que menos recibe presupuesto. A Ingeniería, Derecho, Economía, Contabilidad, les dan pants y mochilas sin importar si tienen resultados o no a nivel nacional e incluso estatal”.

Otros beneficio que la Universidad otorga sin tomar en cuenta el desempeño es la Beca para alumnos deportistas de equipos representativos de la UNAM. A pesar de que en la convocatoria se especifica que el otorgamiento depende de un análisis del currículo deportivo, la competidora señaló: “Se la daban a cualquiera (la beca), no importaba si no te habías ido a nacionales o si ni siquiera habías clasificado al campeonato del Distrito Federal”.

Además, los 6 mil pesos ofrecidos como apoyo económico son insuficientes para cubrir gastos relacionados con las competencias o la compra de indumentaria. Ya que, por ejemplo, un traje de baño cuesta 5mil pesos.

La Máxima Casa de Estudios cubre el costo de los entrenamientos de alto rendimiento y pone las instalaciones a disposición de los jóvenes universitarios. Con ello compensa de algún modo las diferentes deficiencias. Sin embargo, debería invertir más en el mantenimiento de áreas como la alberca olímpica.

Cortés Islas comentó que la piscina lleva casi un mes con funcionamiento deficiente debido a la falta de limpieza, razón por la cual su equipo de natación no ha podido entrenar de forma continua.

Las prácticas también se ven interrumpidas de mediados de noviembre a diciembre, cuando la temperatura del agua desciende. El sistema de calefacción tampoco funciona, por lo que entrenar resulta imposible. El equipo, en dicha temporada, tiene que entrenar en la Conade, pero el agua de sus instalaciones está muy caliente, lo que también dificulta el entrenamiento.

A todo esto se suman otras carencias como la falta de fisioterapeutas, nutriólogos y psicólogos especializados en el deporte. La nadadora de la FCPyS mencionó que en la zona médica los doctores recetan prácticamente la misma dieta a todos, sin importar que ésta debe variar de acuerdo a la actividad deportiva y a las características particulares del atleta.

Asimismo, los médicos, no cuentan con suficientes conocimientos para utilizar los aparatos de fisioterapia. Los encargados del equipo han intentado que los estudiantes de fisioterapia realicen su servicio social con equipos como el de Cortés, pero las autoridades se han negado a aprobar la iniciativa que podría beneficiar a distintos sectores de la Universidad.

Toda esta falta de apoyo lleva a que muchos deportistas representantes de la Universidad Nacional Autónoma de México se sienten poco valorados por su alma máter. Por esto Andrea Cortés opina que: “Los de Deporte UNAM deberían acercarse más con nosotros. Solamente cuando les servimos, cuando ganamos una medalla, cuando damos una nota importante, se acercan. No saben lo que entrenamos, no sabe las horas que realmente invertimos y no sabe que no solo somos atletas, que también somos estudiantes”.

Andrea Cortés Islas es uno de los distintos actores implicados en el deporte dentro de la Máxima Casa de Estudios. Así como muchos desea un trato equitativo y el otorgamiento de valía a su esfuerzo al entrenar día con día para poner en alto el nombre de la Universidad






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24 de junio de 2019

ESTUDIANTES DE PREPA 2: BLANCO FÁCIL DE LA DELINCUENCIA

Por Vania Eloísa Juárez Rios
Ciudad de México (Aunam). Las inmediaciones de la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 2, perteneciente a la UNAM -incluye Iniciación Universitaria-, son inseguras según alumnos y comerciantes que trabajan en la zona. El pasado 11 de septiembre de 2018 se entregó un pliego petitorio de 13 puntos, elaborado por los alumnos del plantel, a las autoridades del mismo, donde en el punto 9 pide: “Que la Directora Licenciada Isabel Jiménez Téllez solicite mayor seguridad en el perímetro de la escuela y cerca de las paradas RTP, STCM (Metro), Metrobús y Microbuses, pues es en estos lugares donde se suscita la mayor cantidad de actos vandálicos”.


El punto 9: sentimiento de inseguridad

La “Prepa 2” como estudiantes, docentes y comerciantes suelen llamarla es un bachillerato de seis años, se encuentra entre dos avenidas muy transitadas de la Ciudad de México: Churubusco y Canal de Tezontle.

A los tres primeros años -a nivel secundaria- se les conoce como Iniciación Universitaria. “Iniciación” está constituida por dos edificios, una cafetería, un estacionamiento para profesores, canchas para diversas actividades deportivas, una cancha cerrada de fútbol y una pista de carreras que circunda a ésta última. A ella asisten los jóvenes que cursan primer y segundo año del bachillerato, mismos que cuentan con un rango de edad entre los 11 y los 14 años.

Por su parte, las instalaciones de la prepa albergan a los estudiantes de tercero a sexto año, con un rango de edad de entre 14 y 18 años. Sus instalaciones cuentan con edificios que llevan el nombre de distintas áreas de conocimiento, tales como: Ciencias, Humanidades, Difusión y Artes. Cuenta con un gimnasio, canchas al aire libre, entre ellas la de fútbol que es también usada para fútbol americano, un Auditorio- que lleva por nombre “Enrique Ruelas”-, un edificio exclusivo de laboratorios, una cafetería, un gimnasio y el edificio de Dirección, donde laboran los administrativos.

Al ser parte de la UNAM cuenta con una gran oferta académica así como de actividades extracurriculares que permite a sus alumnos desarrollarse en distintos ámbitos y áreas de conocimiento. Jóvenes de toda la Ciudad de México, incluso del Estado de México, asisten a la institución. Éstos arriban de distintas partes, en el turno matutino y vespertino. En la Prepa 2 convergen jóvenes de distintos niveles socioeconómicos y estilos de vida, pero en su mayoría, hacen uso del transporte público para llegar y retirarse del plantel.

No es sólo el tema del transporte lo que obliga a los estudiantes a deambular por las inmediaciones de la Prepa, también están los negocios de comida o Plaza Rio -ubicada frente a las instalaciones, cruzando la Avenida Churubusco-, donde los jóvenes pasan tiempo de ocio con sus amigos, van a sacar copias o a saciar su hambre.

Debido a que el Plantel 2 de la Escuela Nacional Preparatoria es una institución educativa, el hecho de que haya inseguridad por la zona, afecta a un sector vulnerable de la población de la UNAM: los estudiantes. La inseguridad es un factor que puede afectar la vida académica y personal de los estudiantes, así como distorsionar de forma negativa la percepción que tienen de la institución en la que estudian, provocando una incertidumbre y sentimiento constante de inseguridad en cuanto salen de las instalaciones de la Prepa.

Advertencia cumplida



Yolanda González, Jorge Treviño y Fernando Domínguez concluyeron el sexto año de bachillerato en el mes de abril. Respecto a la inseguridad en las inmediaciones los jóvenes aseguran que desde antes de ingresar a estudiar al plantel sabían que no era una zona segura. Yolanda, quien cursó el bachillerato desde Iniciación Universitaria ha sido víctima de asalto en calles aledañas a la misma, por su parte, Jorge comentó que se enteró de que mataron a un joven por la zona.

Sentados en una jardinera en la esquina de la prepa, los tres jóvenes comentan que compañeros y docentes con los que convivieron también consideraban a la zona peligrosa. Contestan a las preguntas sin esfuerzo, pues es una situación común en su día a día: enterarse de que personas cercanas a sus círculos de amigos son víctimas de la inseguridad.

Moisés Zárate, alumno del turno vespertino también tenía una noción de que las inmediaciones no son seguras, al momento de comenzar sus estudios lo comprobó. Declaró en entrevista “No fui víctima de la inseguridad debido a que no tenía la necesidad de regresarme solo”. Sin embargo, del total de sus compañeros de grupo y amigos, seis han sido asaltados en las inmediaciones.

Es evidente que los alumnos de la Prepa 2 están enterados de la situación y al momento de ser parte de la institución educativa la comprueban. Se desarrollan en un ambiente de inseguridad donde es común llegar a clases y escuchar historias y testimonios de personas que han sido asaltadas o despojadas de sus pertenencias sin que se den cuenta.

Los estudiantes: el blanco fácil

Alfredo David Ramírez trabaja en un puesto de comida japonesa que se encuentra en la esquina de la ENP 2, entre el café internet donde los alumnos sacan impresiones y una pequeña unidad habitacional compuesta de edificios de departamentos. El negocio se inauguró hace nueve años y de lunes a viernes, de 12 a 6 pm ve desfilar a alumnos de todos los grados, quienes arrasan con los productos que ofrecen. De hecho, es uno de los negocios más frecuentados de las inmediaciones.

Alfredo, al terminar su turno, toma asiento en un banco y conversa de forma relajada sobre el tema. Comenta que ni el negocio ni quienes trabajan en él han sido víctimas de la inseguridad, pero si han presenciado por lo menos ocho asaltos a estudiantes en el tiempo que llevan operando. “Una vez detuvimos a unos policías y yo me fui con ellos en la patrulla a buscar al que le arrebató el celular a una chica”. Ésta ha sido la única vez que se han visto involucrados en alguno de los casos.

Quienes trabajan en el negocio se han acercado en distintas ocasiones a las autoridades para exigir mayor vigilancia, a lo que éstas han respondido de forma positiva, pues Alfredo comenta que hay más policías de ambos lados de la Avenida Tezontle. A partir de ello dice: “Por lo menos de lo que hemos visto aquí, yo creo que sí ha ido disminuyendo (la inseguridad)”.

A su parecer los asaltos no son tan seguidos y los negocios aledaños a la Prepa no han sido asaltados, “Creo que nada más se meten con los estudiantes”, concluyó Alfredo Ramírez.

Presencia policial insuficiente: vulnerabilidad del estudiantado


Andrea Nicolle Patiño Ayala es ex-estudiante de Iniciación Universitaria. A pesar de que las inmediaciones de la Institución están vigiladas por miembros de la policía y de haber egresado, las sigue percibiendo como inseguras.

Estudió entre el 2011 y 2014 en Iniciación. Sentada en una banca en el camellón frente a la que fue su escuela comenta: “Todos hablaban mal de la inseguridad… construyeron el edificio de Iniciación justo por eso. Porque asaltaban mucho a los más jóvenes”. Por lo que expresa que tenía una mala percepción de la seguridad en las inmediaciones del plantel antes de ingresar a estudiar. “Siempre escuchabas que asaltaban, incluso golpearon a alguno de mis compañeros de grupo alguna vez”, recuerda.

Docentes y compañeros con los que interactuó Patiño también temían por su seguridad. “Nadie se acercaba a los callejones (cerca de las instalaciones de Iniciación) y a Plaza Río estaba prohibido ir (plaza comercial que se encuentra frente las instalaciones de la Prepa)”, declara la ex-estudiante mientras clava su mirada en la puerta principal de las instalaciones.

No fue víctima de la inseguridad, pero sí una amiga de su hermana (también estudiante del plantel), y a otra conocida la asaltaron frente a la unidad habitacional “Mujeres Ilustres” que se encuentra en contra esquina de la institución; y golpearon a su compañero de grupo.


En cuanto a la policía que vigila las inmediaciones aclaró: “Su presencia no cambia nada… los ves que están hablando por teléfono cuando se supone que deben estar vigilando en el puente. Están mandando mensajes o fingiendo que no ven nada”. Los policías se encuentran distribuidos en puntos en los que más asaltan pero quienes delinquen buscan otros puntos. Los elementos de policía no son suficientes a su consideración pues: “Quedan muchos puntos ciegos”. Puso como ejemplo el espacio de debajo del puente que se encuentra saliendo de la Prepa, mismo que forma parte de Circuito en la avenida Río Churubusco, donde vive un hombre que ha violentado en ocasiones pasadas a estudiantes.

Señala que los estudiantes de Iniciación son blanco más fácil de la inseguridad que los de Prepa, pues son más jóvenes y vulnerables, a diferencia de sus compañeros más grandes que a su paso por el bachillerato aprenden a ser precavidos.

Ángel César Montalvo, ex-alumno de la prepa del turno vespertino, antes de estudiar en la Prepa 2 tenía la percepción de que las inmediaciones eran seguras debido a que había policías repartidos en los alrededores de la misma y en el puente del que muchos estudiantes tienen que hacer uso para acceder al recinto (éste cruza la avenida Churubusco).

Ya en cuarto año de bachillerato fue su conocimiento que las inmediaciones son inseguras a todas horas y hay ciertos puntos geográficos de los que los estudiantes se deben alejar. Argumenta que ser del turno vespertino es más complicado porque a la hora de dejar las instalaciones ya no laboran policías en el área.

Diana Laura González estudió en Prepa 2 desde Iniciación Universitaria. Y comenta que antes de ingresar era de su conocimiento que la entrada de la institución y en las inmediaciones tenían designados policías para vigilarlas.

No fue víctima de la inseguridad durante sus seis años de bachillerato, sin embargo, declara que conocidos y amigos sí fueron víctimas: una de sus amigas sufrió un asalto en el que le quitaron su celular, otro amigo sufrió intento de asalto y a su hermana le arrancaron una medalla de oro del cuello frente a la unidad habitacional “Mujeres Ilustres”. Por ello considera que con el paso de los años la inseguridad aumentó pero que es una situación que se ha dado en toda la Ciudad de México.

Inseguridad: el costo de la educación

En contra esquina de la Prepa se encuentra “Mujeres Ilustres”, una unidad habitacional famosa por ser peligrosa y evitada por los estudiantes y transeúntes que circulan en la zona.

Estudiantes de la Prepa han sido víctimas de asalto y/o despojo de sus pertenencias cerca o frente de dicha unidad. También sobre la avenida de Churubusco, donde la seguridad es escasa.

Dentro de la escuela, es normal que la última clase no la impartan los profesores o que éstos dejen salir a sus alumnos temprano, precisamente para no poner en riesgo a ninguno de los implicados. Alrededor de las 8:30 de la noche, del fondo hacia la entrada comienzan los administrativos, encargados de limpieza y profesores a orillar a los alumnos hacia la puerta de entrada, con el propósito de que a las 9:40 de la noche la escuela quede vacía.

Al salir de las instalaciones, los policías ya no se encuentran en sus puestos de trabajo, ya no vigilan la zona que, en sí, no está del todo iluminada y dejan a docentes, trabajadores, administrativos y alumnos a su suerte.


La situación en el turno matutino no es muy diferente. Hay extensos tramos de las inmediaciones donde la vigilancia es nula y donde la que hay es ineficaz. Los policías encargados de hacer sentir seguros a los estudiantes pasan el rato revisando sus dispositivos móviles o cuando se encuentran en pareja platican entre ellos sin prestar a atención a lo que pasa a su alrededor.

Es por ello que los estudiantes aprenden a cuidarse en las inmediaciones: no salen solos del plantel, evitan “Mujeres Ilustres” y “Plaza Rio”. En las mañanas intentan estar acompañados de sus padres o de otros compañeros al ingresar a las instalaciones pues la iluminación en la zona es escasa, misma situación que se da en el turno vespertino, no se quedan muy tarde y evitan determinados puntos geográficos.

No frecuentan los callejones y calles cercanas a Iniciación, procuran siempre estar atentos a su alrededor. Éstas medidas son muestra del impacto que la inseguridad ha causado en sus vidas. Aunque muchos afirman que no ha habido afectaciones en el ámbito académico, sí los ha habido en el ámbito personal, provocando el cambio de hábitos y costumbres en el estudiantado en general.

Acciones concretas: ¿hacia un Sendero Seguro?

Debido a los asaltos y en respuesta a la presión que la población estudiantil ha ejercido ante autoridades del plantel, así como la búsqueda de cumplir el punto nueve del pliego petitorio, antes mencionado, la Escuela Nacional Preparatoria número 2 se une al programa “Sendero Seguro”, del que otros planteles de la Universidad ya son partícipes.

El sitio oficial rtp.cdmx.gob.mx explicó que el objetivo del programa es proveer transporte seguro, accesible, económico y de calidad a la comunidad estudiantil, académica y a trabajadores de la Universidad, a través de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP).

En 2019 el servicio se presta a 14 escuelas de la UNAM y el costo del mismo para la comunidad universitaria es de 2 pesos. Responde a la necesidad de un transporte seguro que va desde escuelas y facultades a puntos de intersección con otros sistemas de transporte público. Pues es en éstos puntos es donde los universitarios se sienten más vulnerables.

Cuando egresan, los alumnos se quedan con una percepción negativa de las inmediaciones. Concluyen que son peligrosas y que hay que estar acompañado en todo momento, aunque esto no garantice su seguridad. Esto no afecta su percepción del plantel, pues a pesar de la situación de inseguridad que viven día a día, se sienten seguros dentro de las instalaciones y satisfechos con la escuela, la consideran buena.


El peligro asecha en las inmediaciones

A esta interrogante Yolanda González, Jorge Treviño y Fernando Domínguez responden: “No es un lugar seguro. Podría estar mejor”. Y aconsejan a las generaciones venideras que se cuiden, que nunca estén solos.

Andrea Patiño, Ángel Montalvo y Diana Laura González coinciden en que sí es un lugar seguro para estudiar, el peligro está en las inmediaciones. Una vez que las abandonan están prácticamente a su suerte, los policías que las vigilan no son los suficientes, aunado a que no cumplen bien con su trabajo y se dejan muchos puntos ciegos en los alrededores. Es necesaria mayor iluminación tanto para las primeras horas del turno matutino como para las últimas del vespertino.

Evidentemente los estudiantes, sobre todo los más jóvenes, son el objetivo principal de los asaltantes. La situación de la inseguridad es inaceptable pues lo que busca el estudiantado es un espacio donde puedan estar seguros al momento de dejar las instalaciones. Las circunstancias los han obligado a adaptarse a este ambiente desfavorable donde si no han sido víctimas de la inseguridad, por lo menos conocen a alguien. Las medidas tomadas por los administrativos tampoco son suficientes.

Conforme a distintos testimonios la vigilancia se ha reforzado pero esto no corresponde con las adversidades a las que se enfrenta el estudiantado. La Prepa 2 alberga a las futuras generaciones de licenciados, ingenieros, doctores, maestros e investigadores, mismos que merecen la certidumbre de que arribarán al plantel y regresarán a casa de forma segura para continuar formándose académicamente.





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AL SON QUE ME PONGAS BAILO… ¡EN EL CALIFAS!

Por Malinalli Yáñez Vargas
Ciudad de México (Aunam). ¡Bienvenidos a California Dancing Club! Uno de los salones de baile más famosos de México, inaugurado el 11 de noviembre del año 1954. Apodado El Califas y reconocido por presentar grupos de cumbia, salsa y demás géneros sabrositos para el disfrute y gozo de la comunidad sin necesidad de una sola gota de alcohol.


Colgados en el pasillo de la entrada están algunos reconocimientos y recortes de periódico enmarcados que muestran la importancia e historia de tal lugar. A lo largo de sus sesenta y cuatro años ha presenciado visitas de famosos músicos, actores y celebridades de todo tipo.

El señor que revisa los boletos mira fijamente a los ojos, como método de reconocimiento facial hace una mueca y acepta que pases por la misteriosa cortina café.

Al entrar verás una enorme pista de baile de mármol, paredes tapizadas de madera, espejos percudidos con figuritas de gatito, unos cuantos globos en forma de estrella color plateado y azul, al igual que un letrero llamativo con luces anaranjadas que dice la leyenda “El palacio del Baile en México” “California”.

En el fondo derecho hay una barra de comida donde una señora vende tostadas de tinga y pata ¡riquísimas con su salsita verde!, tacos dorados, dorilocos, chilaquiles, café, té y alguna que otra golosina a precios accesibles.


Un domingo en El Califas

Son las 19:10 horas de un marzo caluroso; pocas parejas están presentes en la pista pero eso sí, sacan sus mejores pasos para dar brillo a la pista. La mayoría de la gente aparenta una edad de entre 30 a 70 años.

La agrupación Súper Kali directamente desde Xochimilco protagoniza el escenario con su música cumbianchera; para animar más al público regalan gorras a los mejores bailarines de la noche.

La primera ganadora es una señora entrada a la edad de los cuarenta con su pareja de baile un hombre de sesenta y pico años. La edad no impide que muevan el esqueleto.

A pesar de tener tremendos tacones las mujeres se lucen al mover sus caderas contoneadas de un lado hacia otro.

Entre los hombres resalta un señor de singular atuendo; lleva un pantalón de mezclilla apretado, deslavado y juvenil para la edad que aparentaba, una playera negra, tenis blancos como los del basquetbolista Michael Jordan pero lo más interesante de su atuendo es un cinturón con una minipantalla donde aparece su nombre en letras anaranjadas. Se llama Ignacio.
ch
Ignacio no sólo destaca por su vestimenta sino también por su baile en la pista, por lo que el grupo Súper Kali lo llama al escenario para que recoja su regalo como buen bailarín, pero nuestro singular personaje parece ser muy distraído y reacciona a la quinta llamada que le hacen; corre por su regalo y regresa a sentarse.

Cerca de los baños un chico arreglaba el moño del vestido de una muchacha, la chica comenzó a bailar con él al ritmo de “La Colegiala”, mostraba sus piernas bonitas, morenas y torneadas y sus diminutos pies en unas zapatillas negras con punta de aguja.

La mayoría de las mujeres son las que perecen, pues aún no llegan hombres que las inviten a bailar, son pocas las que agarran pareja. Unas deciden quedarse sentadas con los brazos cruzados y esperar a que un hombre llegue para darles la mano; otras optan por bailar juntas y otras mejor graban al grupo Súper Kali.

Súper Kali empieza a animar al público: ¡¿Dónde están las chicas gritonas?! Mujeres responden con grito ensordecedor ¡Uhhhh! La agrupación toca una de las rolas más conocidas de Los Askis “Vienes y te vas”. Las personas intercambian parejas.

Una variedad de estilos de baile puedes ver en un solo lugar, algunos le dan toque callejero al bailongo, inclinan levemente las rodillas hacia enfrente; otros vuelta y vuelta como trompos y hay quienes parecen un poco tiesos como robots.

Poco a poco llegan hombres solos en busca de muchachonas y no tan muchachonas para bailar y sí se da algo más, pues no está de más. Noche de cacería para algunos.

Una chica sola y traviesa (dice grupo Súper Kali) es una pareja perfecta para bailar al son:

Juguetona, juguetona no juegues conmigo.
Juguetona, juguetona me vas a matar.



Adrián es un señor de poco más de setenta años, saca unos pasos brincolines tremendos que superan a cualquier muchacho de veinte años. Muestra una sonrisa en su rostro que deja ver los pocos dientes que tiene y luce el movimiento de su coleta llena de canas.

Un muchacho recargado en una de las columnas de madera, tiene pinta de barrio pesado, lleva puesta una gorra negra que cubría su cabeza rapada, unos tenis rojo mírame a fuerzas y un pantalón mezclilla parece aburrido hasta que escucha la canción “Corazón solitario”.

El chico deja su posición para ir en busca de pareja, pasa por donde están varias mujeres sentadas, las observa como águila buscando presa y escoge a una chica de lentes y playera color vino que sin miramientos acepta bailar con él.

Termina la canción y parece que no hubo match, el chico suelta sus manos y deja que ella regrese a su lugar; él vuelve a la columna de madera como si no hubiera pasado nada.

Son las 20:14 horas y Súper Kali se despide para dar paso a la siguiente banda Son Guajiro de Puebla.

Comienza una canción de la película Vaselina hecha cumbia. Uno de los señores de la banda Súper Kali, nada menso invita a bailar a la chica de piernas bonitas.

Suena a las 21:01 horas la canción de Natalia Lafourcade y Los Ángeles Azules “Nunca es suficiente”, una chica muy joven es invitada a bailar por un muchacho llamado Javier.

Javier le enseña a la pobre chica a bailar y entre canción y canción ella se equivoca en algunos pasos pisándole los zapatos, pero él insiste en enseñarle y ella es una buena alumna porque va mejorando sus pasos en unas cuantas canciones.

La chica está cansada ya de bailar, parece que no tiene condición y es novata en estos andares, el muchacho nota la cara roja de calor en la chica y la acompaña a su lugar.

Javier busca a la chica de piernas bonitas para bailar… bailan y bailan sin parar y la noche, la noche los acompaña hasta el final.




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YO SOY RUTH

Por Katia Muciño Briseño

Ciudad de México (Aunam). Despierta, este es un buen día para caminar, conocer y pasear por la ciudad. ¿Qué estás esperando? Abre los ojos, mira al techo de tu habitación. ¿Qué color es? Abre los ojos, este es el mejor día de tu vida para conocer algo nuevo.


No quería abrir los ojos, me mantenía despierta pero dormida. De esas veces en que no duermes, pero la mente está en otro mundo y la realidad. Escucho una voz dentro de mí que me dice: Despierta, despierta, despierta. Por fin me levanto, flexiono mis brazos y salto con energía de la cama. Bañarse, vestirse y salir a la calle: la misión del día. ¿Hacia dónde me dirijo?

Estación de Metro Taxqueña, caminar y comprar boletos. Odio ese pasaje del metro, siempre que camino ahí me deprimo. Una larga fila de personas que viven en la calle y piden dinero se establece ahí. Esto es México, pienso. Esto es México. Después de eso, sigue caminar hacia el andén, hacia el vagón de mujeres porque es más “seguro”. Aunque nuestra ciudad ya no es segura, ¿En qué tiempos lo fue? ¿Cómo controlaban la violencia?

Pino Suarez, la estación donde se encuentra la exposición de “Ehecatl” el dios del viento, hay fotografías de arqueólogos descubriendo aquella vasija grande de piedra que se concentra en medio del transborde. La estación de guardar los celulares y cuidarse porque roban. Son sólo unas estaciones, llego a Chapultepec y ya está.

Niñas, niños, pequeños con sus padres, abuelos y tíos vienen en el mismo vagón que yo. Todavía los llevan a jugar al bosque, a tomar un picnic y a relajarse. Qué divertido, habrá una gran diferencia entre aquellos niños que juegan en el pasto y los que juegan en el celular.

Chapultepec, escaleras y tiendas. Venden pastes, pizza y cosméticos. Más escaleras y hay unos señores fotógrafos que buscan a quién tomarles fotos, o el pelo. Más adelante un hombre con un pájaro cautivo en una jaula. Miro al cielo y veo edificios, Torre BBVA Bancomer, Centro de Cultura Digital (Suavicrema) y Torre Mayor.

Uno de esos edificios resalta por tener escaleras de color amarillo y naranja, resaltan porque la estructura del edificio se inunda de un azul intenso. Camino hacia las “calzadas” paso por el largo puente que nos salva de estar abajo con el tráfico y los autos.


A mi espalda se encuentra la gran puerta del león, a mi frente el monumento blanco con negro. Voy a un costado, por ahí. A un edificio que está cerca de todo y lejos del interés de muchas personas.

Afuera, adentro. Veo cristales polarizados, un cilindro. “Museo de Arte Moderno” con letras viejas y cobrizas. Subo las escaleras. Me encontré.

Por fin, este es el espacio al que quería venir. Una combinación extraña de dos entradas y un mismo jardín con esculturas. Al entrar hay una magnífica luz que irradia las escaleras por encima de un montón de piedras pequeñas. Las curvas de las escaleras fluyen, se pasean. Todo el museo son lazos que se mueven una y otra vez. ¿Quién diseñó todo esto?

“Recreaciones entre el juego y el arte”, “Antonio Caballero. Fotografía 1953-1985”, “Sumario de fotógrafos”, tengo todo esto y más y más esculturas por vivir.

-Ven, soy tu museo. ¿No conoces a Ruth?

-Ruth, ¿Quién es Ruth?

-Ruth, una de nuestras creadoras. Ruth Rivera Marín

-No, ¿Quién es ella?

-Ven, te mostraré


Soy una curva paralela al paseo de la reforma, tengo formas orgánicas, soy libre y no me parezco a los museos cercanos. Nací para la modernización del país, nací con cristal, pedernal en bruto, aluminio, fibra de vidrio y jardines a mi alrededor. Nací con un barco de colores de Manuel Felguérez, tres hombres recostados de Herbert Hoffman-Ysenbourg, una sandía cordial que diseñó Ana Mercedes Hoyos, una jaula de palabras de Gelsen Gas, un hombre con extremidades en forma de lata de Germán Cueto. Soy el museo de arte moderno.

Al interior, soy un círculo amarillo similar a la estación metro insurgentes, soy mármol geométrico, mi corteza es un rectángulo tras rectángulo blanco, suave y frío. Somos escaleras como serpientes que corren por todo el espacio. Somos amarillo, blanco, negro y verde. Soy un museo, un edificio, un monumento, también soy el ojo izquierdo de Ruth. Soy aquello que Ruth pensó como un lugar para exhibir y resguardar obras de artistas representativos mexicanos.

Es mayo, mes de los museos. Mi cumpleaños. ¿No me vas a felicitar? Soy los caminos verdes, los pastos fulminantes. Los cuadros y rectángulos negros del edificio en forma de círculo. Soy un museo cubierto de vidrios negros, traslúcidos en los que se reflejan las esculturas aledañas.

Ruth Rivera Marín nos construyó hace no mucho tiempo, en 1964. También aportó a otros amigos: Anahuacalli y Centro Médico. Tal vez a ellos los conozcas más que a mí. ¿No es así?

Ruth está de pie frente al fresco de un mural, observa con calma el trabajo que entre su padre y otros pintan, observa las líneas de tensión del boceto. Sostiene una bolsa negra con ambas manos, fija la mirada que permite apreciar su larga cabellera acomodada en un círculo arriba de su nuca. Su piel, su cabello su rostro está en blancos y negros. Ella delinea sus ojos con línea negra e intensa, con un pico de extremo a extremo, ojos acompañados de un collar brilloso.

San Hunt retrató a Ruth a los trece años junto con su hermana y su madre. Están en blanco y negro, es el 29 de octubre de 1939 y Ruth se encuentra a la izquierda de su madre, Guadalupe Marin. De lado izquierdo está su hermana también llamada Guadalupe. Ella se toca las manos mientras observa la cámara. Con cabello recogido sonríe furtivamente. Ruth nació en la Ciudad de México en 1927, con una madre escritora y un padre muralista, mantuvo el pensamiento creativo de su familia cercana.


A los trece años Ruth observa a la cámara, retiene sus brazos por detrás de su espalda para la foto. Usa un vestido largo con un detalle en el cuello, su cabello está recogido por una trenza que recorre el contorno de su cráneo. Guadalupe Marin tiene una expresión desafiante, no voltea a ver a la cámara y abraza a sus hijas con ambos brazos.

Mujer alta, rostro afilado acompañado de un chongo de cabello castaño, tez morena, ojos con un negro profundo y expresión hacia el vacío. Su perfil se refleja con el espejo de fondo amarillo que sostiene con ambas manos, el vestido blanco y largo permite ver la espalda y brazos largos de Ruth.

Ruth es una arquitecta, un dibujo, la representación en un mural, es un edificio, es columnas, paredes y pinturas. El ojo izquierdo de Ruth es un museo, su ojo derecho es el museo de arte moderno, sus manos son el Anahuacalli.

¿Cómo puedo conocer a Ruth?

-Esta frente a ti. Esfuérzate más y la encontrarás.

No soy un lugar verde, tampoco gris, tampoco café. Soy un espacio compuesto por miles de ojos que lo miran, narices que respiran y fotos que me toman. Tengo una superficie de 1495 km2, pero me divido en 16 espacios. Soy una ciudad con mujeres, hombres, jóvenes, ancianos, niños, bebés, perros, animales y puentes.

Poseo un núcleo, un componente especial para que muchas personas encuentren sus intereses en mí. Soy un centro político, económico, social y cultural. Muchos vienen a verme y se quedan conmigo, otros no pueden y regresan a su hogar.

Apretada porque hay muchos que viven en mí, en muchas partes y espacios amontonados, unos con otros. Calles sin salidas y cuerpos encimados. En muchos de mis lugares ya no caben, pero siguen entrando y entrando. Soy amontonada, soy caótica porque mis habitantes se transportan en autos, camiones, motocicletas y bicicletas, pero no hay un orden.

Gritan, pelean y se molestan unos con otros. Me vuelvo caótica cuando el metro que pasa sobre mí, se detiene por cuestiones técnicas. La gente se acostumbra a pisar mis calles, mis pieles y mi cuerpo. Lo hacen tan rápido, tan ágil y no permanecen mucho tiempo en algún espacio, todo el tiempo se mueven de un lado a otro y cuando por fin se quedan estáticos, se aburren.

Históricamente soy una ciudad compuesta por pequeñas ciudades, de historias y de luchas. Ahora tengo ruido y tráfico, pero en mis inicios tenía agua, agricultura y un sistema económico impresionante. Ahora sólo soy edificios, ríos entubados y muchas tiendas de tres pisos.

Mis calles poseen mucho cemento, en algunas partes de mí hay árboles, en otras los desaparecen y mi corteza puede ser de muchas formas, colores, cambió radicalmente de un espacio a otro. ¿Cómo explicarlo? En unas calles puedo ser ruidosa, histórica y bella, pero en cuestión de metros hay un cambio, me observo sucia, conflictiva y trágica. Así soy de difícil, así es la Ciudad de México.

La ciudad, es como un centro cultural abandonado, tiene historia, cultura y espacios, pero, parece que en ocasiones es abandonada porque mucha gente no lee, no mira películas, no visita sus exposiciones y parece estar tan desperdiciada por los mismos habitantes. Nuestra ciudad es violenta, atiborrada y polarizada.

Somos una ciudad con museos, exposiciones, galerías y muchos sueños dentro de los mismos. No hay escapatoria para la cultura, el arte y la música. Una ciudad con vicios, crecimiento fugaz y desmedido también tiene un potencial para la cultura.

-Conocí a Ruth por unos años, conocí a su padre y a todo su círculo porque hicieron grandes cosas para mí. Obras, arte, pinturas, ellos querían hacerlo y lo hicieron. Cuando ella se fue nos dejó algo, nos dejó a nosotros, su trabajo. Siempre cuidamos de su presencia en los espacios.


- ¿Quién es Anahuacalli?

-Yo soy Anahuacalli. Soy un pedazo del Xitle, soy un montón de piedras colocadas en forma de paredes, pisos y escaleras. Un perfecto tallado y acomodo de sus formas y proporciones. Guardo esculturas, formas prehispánicas que dibujan cómo eran nuestros ancestros, formas humanas moldeadas con barro. Soy las manos de Ruth, mismas que me trazaron cuando Rivera dejó el edificio, aquellas que me levantaron con el apoyo Dolores Olmedo, Juan O’gorman y Ruth. Ella no permitió que nos quedásemos inconclusos, no abandonó nuestra creación y aunque tardamos veintitrés años en ser creados, hoy somos uno de los museos más bellos de la Ciudad de México.

En mí, hay largos ventanales que relejan el color amarillo translúcido de las construcciones de Juan O’gorman. Mismas que se observan en los vidrios de la planta baja de la Biblioteca Central. Rectángulos largos y delgados, acomodados uno por uno para que reciba luz.

En mis paredes hay bocetos de los murales de Rivera. Grandes lienzos con trazos en negros y grises. Mis pisos están elaborados con mosaicos blancos, negros y cafés. Soy un pequeño laberinto de piedra volcánica en el que todo parece igual, pero en el fondo soy distinto. Las personas suben por mis escaleras y observan poco, todos desean llegar a mi punto más alto: la terraza. Ahí, en el punto más alto en donde las personas observan mis plantas, árboles, hojas y tierra. Se quedan para mirar edificios, torres y un cielo a veces nublado y despejado.

Soy Anahuacalli, nací para ser la Ciudad de las Artes, un lugar en el que enseñarían diversas disciplinas artísticas y ahora soy un museo. En mi primer piso soy un inframundo, oscuro y lúgubre que no permite el paso de luz. Paso del inframundo a lo terrenal y me convierto en cielo, todo en mis tres pisos.

-Arquitectura es parte de nosotros, nosotros somos arquitectura, arquitectura es Ruth.

Yo soy el centro médico. Soy pasillos vacíos, luces, medicinas y enfermedades. Soy olores fuertes, insoportables y eternos, también soy guantes, batas, camillas y emergencias. Existo porque dentro de mí, las personas viven y mueren, en algunos casos sólo permanecen, pero soy la puerta de entrada y salida de muchos. Todos los días tengo bebés y ancianos, tengo vida y muerte.

Existo para servir a la comunidad y mejorar la salud de las personas, estuve pensado por Ruth Rivera Marin y Enrique Yáñez, ambos arquitectos pensaron que sería una buena idea crear un hospital con un detalle: un paso a la modernidad. Soy neumología, ginobstetricia, traumatología, analogía, pediatría, anatomía patológica pero también soy una oficina general, un laboratorio, un espacio de congresos médicos, un lugar pintado con murales de Siqueiros.

Yo soy Ruth, soy museos, murales, espacios. Soy la mujer que ayudó a que estos lugares tuvieran vida, la que formó gran parte de lo que son ahora. Soy una mujer, soy una arquitecta dentro del museo, médico y ciudad. Soy Ruth, arquitecta de estos espacios. Ahora mi arquitectura habla por sí misma.







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