EL ORIGEN DEL FUTBOL CAPITALINO

Por Issac Castañeda Gómez
Ciudad de México (Aunam). La cancha vibra de emoción en cada acercamiento al área rival. Carezca o no de peligro, las sensaciones de explosión y júbilo se contagian a los pocos espectadores. La guerra futbolística enfrenta dos bandos que compiten por la posesión de la pelota y la penetración de las redes del arco rival: Reforma Athletic Club y una azulada selección de Inglaterra.

El Reforma Athletic Club en 1905. Al centro, con el balón entre los pies, Claude Butlin, uno de los primeros jugadores del equipo que incursionó en varios deportes. FOTO: RAC.

Los colores de la camiseta inglesa difieren del color de la rosa, ese rojo recordado por su gloria mundial en 1966. Frente a ellos, la escuadra local homenajea su pasado. Los reformistas visten los colores que les dieron origen hace 125 años: playera blanca, short negro y medias blancas. Representan un escudo ancestral; la insignia del iniciador del futbol en la Ciudad de México.

En un rincón del campo colindante encontrarás tres banderas. La bandera mexicana al extremo izquierdo. En el centro verás el blasón blanco del club. A su lado, el lábaro inglés se ondeará por la fuerza del viento, patria de Thomas Phillips, fundador del Reforma Athletic Club y pionero del desarrollo futbolístico en la capital mexicana.

La metrópoli que romantiza cada fin de semana con el balompié, el sumo apoyo a los tres equipos capitalinosAmérica, Cruz Azul y Pumas y la práctica de este deporte en sus barrios desiguales, heredó un aspecto sociocultural y lúdico , indispensable de su imaginario capitalino. Los técnicos, trabajadores y comerciantes ingleses llegaron dominando un balón a suelo mexicano

El nacimiento del club se remonta al año 1894, periodo en que sus miembros creadores se concentraron en la práctica del cricket disciplina popular y antiquísima de origen británico y el tenis. Asimismo, la asociación tendría como fin la recreación y el estrechamiento de lazos entre la población mexicana e inglesa.

Dos años después, en 1896, se conformó el equipo representativo del deporte practicado en los colegios británicos por sus élites y reglamentado por la Universidad de Cambridge, el cual brillaría en el césped hasta 1901. Phillips armaba paredes en el terreno de juego con sus homólogos, pero también tenía a su cargo el mandato técnico de Robert Lock, Vicente Etchegaray, M. S. Turner, Robert Blackmore, Charles Blackmore, Claude M. Butlin, Ebenezer Jhonson, Ted Bourchier, P.M. Benett, C.D. Gibson y JuIio Lacaud.

Los colonos ingleses en el Reforma Athletic Club

Los asentamientos británicos que ocuparon territorio capitalino se trasladaron a suelo mexicano para trabajar, sobre todo, en el aprovechamiento de la minería yaciente en los alrededores de la metrópoli mexicana. Otros se dedicaron a actividades relacionadas con el comercio. El progreso porfiriano trajo consigo no sólo edificaciones de usanza europea, higienismo capitalino o mejoras comunicacionales; la recreación y el ocio de los llegados impregnó y reprodujo algunos de sus deportes importados.

El RAC (Reforma Athletic Club) “fue fundado por ingleses, que en su época vinieron aquí a trabajar, técnicos, y se llama así porque su primera sede fue en Reforma (Paseo de la Reforma), después se mudó cerca del Club Chapultepec, posteriormente cerca de la defensa (Secretaría de Defensa) y desde 1961 estamos aquí en San Juan Totoltepec (Naucalpan)”, expresa el director del Comité de Futbol del Reforma Athletic Club, Roberto Fernández.

Las instalaciones del naciente club se ubicaban en la avenida Paseo de la Reforma, esquina con Bucareli, en el suelo que hoy ocupan las instalaciones de El Universal, establecimientos de comida y algunos edificios habitacionales.

Campos del Reforma Athletic Club en el año 1897.                  Foto: Carlos Calderón Cardoso.

La demanda de miembros al interior del Reforma influyó en el cambio al Centro Deportivo Chapultepec. No obstante, parte de los terrenos del sitio le pertenecía a la familia acaudalada de los Braniff, influyentes empresarios en el ramo ferrocarrilero, minero, textil, de bienes raíces y cercanos a varios círculos políticos de la época. La decisión de fraccionamiento y venta de su participación de la propiedad fue uno de los factores que repercutieron en la mudanza de la institución en 1907.

Los antecedentes del RAC

El primer club institucional dedicado al futbol en la Ciudad de México fue el Reforma Athletic Club; sin embargo, su fundador, Thomas Phillips, fue parte de una asociación efímera que le antecedió; la institución que pudo haber planteado la tierra fértil para el nacimiento del combinado blanquiazul.

Los datos del Mexican Football Club son escasos. Lo más destacado lo reportó el diario El Universal, con fecha del 11 de octubre de 1892, día de su inauguración, en la que sería la primera sede del Reforma. La ceremonia contó con gente de altos estratos sociales y un invitado especial: Porfirio Díaz Ortega.

La asistencia de personas de clase alta la explicita el diario en un fragmento de su crónica: No citaré nombres. Bien conocida es ya toda la sociedad de buen tono, que ejerce aquí, sin la venia de Mateos, el monopolio del lujo y el imperio de la elegancia. Para decir los nombres de las beldades que asistieron el domingo al `Club Athletic’ necesitaría tener flores exóticas, de raro perfume y toques brillantísimos.

Después de las carreras de caballos, llegó el momento en que se jugaría un partido de un deporte, en ese momento, desconocido: Terminadas las carreras se inauguró el divertido y difícil juego del Foot Ball. Ese juego consiste en la disputa de una pelota, por dos partidos contrarios que se dividen en el campo.

La alta alcurnia de la política mexicana y el empresariado dejo sus ocupaciones por un día. Jorge y Oscar Braniff, importantes hombres de negocios; Porfirio Díaz Ortega, hijo del entonces presidente; y Thomas Phillips, quien sería fundador del RACentre algunos otros se amarraron los zapatos con firmeza, unos de rojo, los otros de azul y se disputaron la bocha. La política y el deporte ya se miraban.

La fugacidad del Mexican y su debilidad institucional ocasionaron que no se le reconozca como el pionero del futbol en la capital, pero sí como una de las bases fundacionales del Reforma Athletic Club. Además, con anterioridad al surgimiento del RAC, en algunos colegios ingleses de la ciudad English College, uno de ellos ya se comenzaba a inculcar el juego, de forma muy parecida a su lugar de origen. El reconocido historiador del futbol mexicano, Carlos Calderón Cardoso, lo explica con mayor detalle.

Hablando propiamente de equipos, el Reforma Athletic Club, efectivamente, es el pilar, ya que el Mexican no tuvo mayor trascendencia y más bien es anterior al Reforma y de este surge el British Athletic Club, compuesto por miembros del RAC y colegios ingleses de la misma comunidad británica.

Además añade que “el Mexican es de muy poca duración y es en realidad el antecedente del Reforma. Es, obviamente, importante por ser un primer intento de equipo de futbol en la capital, pero hay que verlo como lo que es y por lo que termina siendo. No pasó de jugar algunos cuantos partidos y terminó por desaparecer para dar paso al Reforma, club que existe hasta nuestros días”, concluye el escritor de Anecdotario del Futbol Mexicano.

Las coronas de los reformistas

Registro de Thomas Phillips ante el servicio de migración mexicano en 1936.

La escuadra futbolística capitalina incidió en la creación de una liga mexicana y triunfó a lo largo de varios años. El primer tabique del gran edificio institucional llamado Liga BBVA fue colocado por el Reforma Athletic Club, British Fotball Club, Pachuca Football Club, Orizaba y México Cricket Club; recibió como nombre: Liga Mexicana de Football Amateur Asociation, en el año 1902.

La atribución inglesa en el primer torneo organizado del balompié mexicano fue absoluta. A pesar de ello, ni la participación de 3 clubes en el primer certamen les aseguró el título, pues Orizaba se proclamó campeón. Fue hasta el año 1906 que la corona llegó para el Reforma. Los títulos alcanzaron sus vitrinas por seis años consecutivos. Levantaron el trofeo mexicano hasta 1912 con los goles de Butlin o Blackmore. La dirección técnica durante el hexacampeonato recayó en manos de su fundador, Phiillips.

Mientras el periodo revolucionario acontecía, la dificultad de organización de la liga ocasionó que casi, exclusivamente, jugaran los equipos de la capital. Fue una época convulsa en la cual no existieron las condiciones apropiadas para la práctica deportiva. El futbol atravesó un proceso turbio. La política, la lucha y la tierra eran prioridad.

“Durante la Revolución, el futbol siguió, pero estuvo a punto de desaparecer por la guerra intestina y, aunque se jugaba a veces con dos o tres equipos, la gente en el poder, en ese momento, no hacía nada específico por el deporte”, refiere Calderón Cardoso.

El poderío del club y la hegemonía inglesa en el futbol mexicano se aminoró debido a la Primera Guerra Mundial. Varios de los jugadores de los diferentes clubes mexicanos tomaron el fusil para ir a combatir al primer conflicto bélico de escala internacional. La actividad deportiva en la mayor parte del mundo disminuyó por los efectos de la guerra.

Empero, la década de 1920 trajo consigo la implosión del balompié y demás deportes. La estabilidad nacionalen México apenas incipienteera un aspecto esencial para el desarrollo deportivo. Sobre ello, abunda Calderón Cardoso:

 En los años veinte fue creciendo, no sólo el futbol, sino otros deportes y sí hubo gobiernos interesados, como el de (Álvaro) Obregón. Realmente el gobierno que se interesó más y ayudó para su arraigo y popularización, fue el de (Lázaro) Cárdenas.

Phillips fue un hombre dedicado al comercio, los negocios y el deporte.

El presente del Reforma

La historia se respira por doquier. El balón transita en un césped pisado por los jugadores ingleses que han desfilado en la pasarela de los mejores de todos los tiempos. Peter Shilton detenía balones como lo había hecho Gordon Banks. Gary Lineker conducía el balón donde se habían encajado los tacos de los campeones, Bobby Charlton y Bobby Moore. El Club Reforma hospedó a la Selección de Inglaterra en los mundiales de 1970 y 1986

El presidente del Comité de futbol, Roberto Fernández recoge varias anécdotas de la experiencia con los mundialistas ingleses: “En esta sede me tocó ver entrenar a la selección de Inglaterra cuando eran campeones del mundo de 1966. Vi jugar a Bobby Charlton, a Bobby Moore, Gordon Banks. Pude platicar con algunos de ellos, tengo anécdotas muy simpáticas. En el 86, cuando fue otra vez el mundial de México, vino la selección inglesa a entrenar. Estaba Gary Lineker, Peter Shilton”.

Sin embargo, el balompié con miras a la profesionalización se alejó de las canchas reformistas. El Reforma Athletic Club se ausentó del futbol mexicano después de su periodo fundacional. Su último encuentro, en una competencia con varios de los equipos que pasarían a formar parte de la era profesional a partir de 1943, fue en el Campeonato Primera Fuerza de 1924.

Su regreso estuvo marcado por el amateurismoque hasta la fecha conserva, donde fungió como fundador de la Liga Interclubes de Futbol Soccer Amateur en 1948. El futbol de perspectiva economicista se alejó de los intereses del club. Hubo respeto hacia su pasado formativo.

Fue un club con un objetivo social y deportivorefiere Roberto Fernández. Nunca perdió esa esencia de ser social, familiar, en el cual se practicaban deportes. Conforme fue avanzando y se tuvo que profesionalizar, tecnificar y volverse un tema más económico, al club no le interesó. Siguió jugando en primer nivel pero siempre amateur. Nuestro fin en este club no es lucrativo, es dar un espacio de entretenimiento cultural y deportivo a sus miembros

La grada es pequeña. Con un sol a plomo que agudiza la fatiga de los jugadores en campo, el también miembro de la mesa directiva informa de los equipos infantiles, femeniles y juveniles que representan al club de índole centenaria. La herencia del Reforma no la descuida. Su valor es notorio: “Es precursor del futbol en México, eso es un legado importantísimo para el país. La integridad de los clubes deportivos, el poder crear espacios familiares para la práctica de deportes de la ciudad en un ambiente sano”.

Roberto Fernández, director del Comité de Futbol del RAC. Foto: Issac Castañeda.

La gorra negra de la Selección Mexicana cubre su cabeza. La entrada de los rayos solares se complica. Con unos diminutos lentes da algunos vistazos informativos a su celular. Enfundado en una playera gris y una chamarra oscura, menciona del necesario porcentaje de socios ingleses. El primer club futbolístico de la Ciudad de México respeta sus tradiciones.

Tratamos de preservar los estatutos de nuestros fundadores; el club tiene muchos mexicanos y una parte de socios ingleses, la cual se trata de conservar.

El estrechamiento de lazos con otras naciones está en su identidad. “Desde su origen, al ser un club inglés, nace con esa base de apertura”, dice Roberto Fernández, enarbolando uno de los valores fundamentales en las entrañas de la asociación deportiva: la fraternidad.

Torneos como la Copa Centenario inició con la participación de descendientes de otros países convenios internacionales y la cooperación con las embajadas evidencian en acciones el principio del club, que en su filosofía contempla, igualmente, el respeto y la competitividad.

La despedida


A tu salida del Reforma Athletic Club la actividad seguirá. Escucharás a Antonio del Río, socio del club, decirte que los hermanos Manzo (Agustín y Armando), Billy Alvárez, el “Fany” Munguía o Rafael Lebrija han pasado por la institución. Mirarás equipos prepararse para entrar a la alfombra verde; los veteranos del equipo con su armadura a rayas azules y su rival envuelto en una camiseta que pareciera absorber la radiación amarillenta de la estrella solar.

Observarás en las casas que rodean la cancha a algunos curiosos desde las grandes ventanas o patios traseros. Avanzarás y tres escudos del multideportivo estarán en tu camino. Un banderín de tiro de esquina lo dibuja. La lona decorativa instalada en el pasto lo acompaña con la leyenda de sus 125 años. El portador del decanato del futbol en la Ciudad de México se despedirá con su gran escudo azulino a la entrada.






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