EXPERIMENTO ALICE FACILITA LA RECREACIÓN DEL INICIO DEL UNIVERSO

Por Mónica Santos Vargas
Ciudad de México (Aunam). En conferencia de prensa Gerardo Herrera Corral, miembro del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) del Instituto Politécnico Nacional, e Ildefonso León, académico de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), presentaron los resultados obtenidos en el experimento ALICE (A Large Ion Collider Experiment, por sus siglas en inglés), que busca recrear los primeros instantes del universo y cuyos datos resultan importantes para la investigación de la física de la materia.



A través de una colisión de protones se formó un plasma muy denso y caliente llamado quark-gluón, semejante a la sopa primitiva. Con base en la explicación de los investigadores, esa era la forma del universo unas millonésimas de segundo después del Big Bang. 

El objetivo principal de ALICE es “recrear el estado de la materia que tenía el universo cuando apenas tenía diez microsegundos de edad”, explicó el investigador Gerardo Herrera, esto con el fin de entender cómo era el universo justo en su origen.

El descubrimiento consiste en la formación de colisiones (choques) entre protones, que viajan a velocidades cercanas a la de la luz (300 mil kilómetros por segundo). Este sistema es más sencillo y no se utilizan iones de núcleos pesados. 

“Se está produciendo, en la colisión de protones, el mismo plasma de quarks que aparece en la colisión de iones (...) estado primordial del universo, y por alguna razón se está generando en la colisión más sencilla”, expresó Herrera. 

El investigador resaltó que estos datos ayudan a entender mejor el procedimiento de formación de las partículas, la generación de los quarks centrales y la importancia de estudiarlos de una manera asequible, así como la relevancia de protones contra protones. 

Los investigadores publicaron sus resultados y conclusiones en el artículo “Aumento en la producción de hadrones con extrañeza en colisiones de alta multiplicada de protones contra protones” en la revista Nature Physics. 

Las instituciones mexicanas involucradas en el detector ALICE son el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV), el Instituto de Ciencias Nucleares y el Instituto de Fìsica de la UNAM, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y la Benemèrita Universidad Autònoma de Puebla (BUAP). A nivel global, más de mil 500 físicos, ingenieros y técnicos, así como aproximadamente 350 estudiantes forman parte del proyecto. 

ALICE forma parte del Gran Colisionador de Hadrones (Large Hadron Collider, por sus siglas en inglés) que está en el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) en donde se producen colisiones de protones con una energía muy alta. 

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