18 de marzo de 2016

SER PERIODISTAS NOS PERMITE EMPODERAR LA VOZ CIUDADANA: ALEJANDRO MELGOZA


Por Mariana Montserrat Antúnez Estrada
México (Aunam). Alejandro Melgoza Rocha, editor web de la revista Variopinto, se encuentra en las oficinas de dicho medio. Saca del pantalón color vino un celular con el que realiza una llamada de dos minutos. El periodista que en noviembre obtuvo el Premio Nacional de Comunicación José Pagés Llergo 2015 por el reportaje Enganchadas por Facebook y Xbox en Ecatepec, publicado en la página web Vice México, cuelga y mira de reojo el segundo teléfono que lleva consigo.

La puerta de la sala de juntas está abierta, desde ahí puede verse al reportero egresado de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), escribir en su computadora. Mide poco más de 1.60 metros, es delgado, no rebasa los 60 kilos. Su cabello negro y rizado llega hasta las orejas, una barba y bigote dibujan el contorno de su boca. Recibe otra llamada. Pasan cinco minutos y entra a la habitación. Cierra la puerta y se sienta en una de las sillas rojas de la mesa del centro sin tocar el respaldo, justo en el lado contrario al ventanal con vista a la calle Las Huertas.

Sobre la mesa coloca uno sobre el otro los celulares que usa, se acomoda los lentes rectangulares y recarga los codos. Tiene la cabeza ligeramente agachada y levanta la mirada en espera de la primera interrogante: ¿Qué tan complicado es realizar una entrevista? El colaborador del diario El Universal contesta que para él, hasta la fecha, entrevistar no es una tarea sencilla:

“Es complicado cuando no te preparas ―junta sus manos y dirige la vista hacia su lado derecho―. Yo no creo en la improvisación. Se debe tener un concepto general del panorama para no empezar a preguntar desde cero o cuestionar lo mismo que los demás reporteros. Las preguntas que siempre van a llamar la atención son las que son diferentes. Esto implica un trabajo con la fuente y además, nutrirse de otras formas, estar en el tema buscando libros, autores”.

La entrevista y sus factores esenciales

Melgoza Rocha considera que existen dos factores esenciales en una entrevista: “Es importante cómo se maneja el contacto cuerpo a cuerpo. Ahí sí tiene que ver la improvisación pero el éxito depende de la preparación. Porque a lo mejor la persona puede hablar de otro tema que no tiene nada que ver con la entrevista, si tú conoces, tienes contexto de esa misma fuente puedes rebatir, refutar, abonar, puedes hacer otra cosa distinta e interesante”.

El periodista de 25 años de edad levanta el dedo índice de su mano derecha para hacer una advertencia: “Respecto al manejo de cuestiones corporales hay que tomar en cuenta que a veces los entrevistados se imponen. Se imponen con sus respuestas, cuando contestan con monosílabos o cuando no dejan de verte. También cuando se acercan mucho ―mueve su silla hacia enfrente para ejemplificar lo dicho―, cuando son muy groseros, cuando cuestionan por qué preguntas ciertas cosas o cuando son déspotas. Todo eso puede desequilibrar una entrevista”.

Para Alejandro Melgoza corroborar la información obtenida es una característica indispensable para quien ejerce el periodismo independientemente del género periodístico con el que se trabaje: “Si bien hay una credibilidad del reportero cuando escribe, el lector necesita pruebas de lo que estás avistando y se las das al utilizar fuentes de distintos tipos, tanto oficiales como extraoficiales, fotos, todo lo que se pueda”.

El colaborador de la revista Proceso identifica tres indicadores que determinan el éxito de un encuentro con el entrevistado. Antes de señalarlos pone la mano derecha sobre la mesa, separa los dedos y toca con la mano izquierda uno de ellos: “Sabes que realizaste una buena entrevista primero, cuando no se publica lo mismo que tú publicas, cuando hay algo distinto. No hay malas entrevistas, sino malos entrevistadores y como ocurre en las pláticas cotidianas, no es que la persona no quiera expresarse sino que no se le hacen las preguntas adecuadas.

Por otro lado ―toca otro de sus dedos―, te das cuenta cuando rompes la línea del desconocimiento con tu entrevistado, generas confianza y la persona empieza a hablar. Una buena entrevista también se trata de eso, generar un lazo de confianza. No todos lo hacen.

También se puede identificar una buena entrevista de otra que no lo es tanto, cuando se evita del entrevistado las declaraciones reduccionistas, con clichés o con revictimizaciones y etiquetas. Cuando se hacen preguntas de cierto modo se obtienen respuestas forzadas, eso es tramposo porque se condiciona y descontextualiza la información”.

Metodología del dolor

Para Melgoza Rocha crear un lazo de confianza con los entrevistados implica tomar en cuenta el contexto en el que se lleva a cabo la entrevista. Mueve la cabeza de un lado al otro para indicar su desacuerdo con la forma en la que varios periodistas cuestionan acerca de temas como el crimen organizado o los derechos humanos:

“A veces los reporteros son muy pendejos porque, ¿cómo llegas a preguntarle a alguien si encontraron a su familiar descuartizado o cómo fue? Piden descripción como de nota roja, que no está mal, eso es parte del trabajo o del hecho, pero hay formas de llevar una entrevista”.

Durante su estancia en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM, Melgoza Rocha grabó en su mente el rostro de una de las madres que venía de Ciudad Juárez y cuyo hijo había sido asesinado por un militar: “Nos dejaban de tarea ir a hablar con la gente, como reportear. Tengo muy presente la cara de esa señora, no la puedo olvidar”.

Con ese suceso que lo marcó y como parte de su constante preparación como periodista se ha capacitado con Marcela Turati, reconocida por especializarse en la cobertura de temas relacionados con derechos humanos y víctimas de violencia, para perfeccionar lo que llama la metodología del dolor:

“Hay una metodología para llevar entrevistas de duelo. Hay que saber entrar en el entrevistado y a veces eso no pasa en una sola sesión. Pueden ser bastantes; puede ser que en ese momento se abra o que no pase. En mi experiencia puedo decir que cortas el hielo, el cascarón, horas después”.

Ejemplo de esto es el reportaje Enganchadas por Facebook y Xbox en Ecatepec que Melgoza Rocha elaboró en gran parte con base en entrevistas de duelo realizadas a Neida Lemus, madre de Syama Paz Lemus, desaparecida hace más de un año: “Con Neida trabajé más de nueve meses, desde que desapareció su hija. El contacto inició con desconfianza, con una entrevista por teléfono, no quería darme detalles. Más adelante, después del primer encuentro que duró cuatro horas empezó a formarse ese lazo de confianza,. A partir de ese momento todas las entrevistas fueron igual, de cuatro horas ―mueve sus manos hacia adelante para indicar continuidad―”.

El colaborador de Revolución 3.0 considera que el duelo es la circunstancia más difícil para realizar una entrevista porque: “Hay que tener tacto, hay que saber cómo llegar con la persona. Las entrevistas de duelo tienen una metodología en la que se debe llegar con el entrevistado y aclararle desde el inicio: ‘Voy a hacer preguntas que quizá te incomoden, si tú no quieres responder, dime o hazme una señal’. Todo eso hay que dejarlo muy claro. A veces, durante la entrevista, la persona llora. Es decisión de cada quien pero desde mi punto de vista, tienes que dejar que lo haga, darle su espacio y su momento, que se desahogue.

Hay reporteros que abrazan al entrevistado o que le dan palabras de consuelo, yo me limito al silencio, dejar que se desahoguen y que siga la entrevista porque sí lo estás entendiendo pero me parece una compasión falsa. También es importante no revictimizar, el punto no está en que alguien fue descuartizado o decapitado, esos asesinatos tienen un sistema que funciona por alguna cuestión estructural. No sé, malas políticas públicas o crimen organizado”.

Vínculo entrevistado - entrevistador


El cofundador del portal independiente Hashtag asegura que la objetividad no existe en el trabajo periodístico, comenta que al hacer seguimiento de ciertos casos es tan grande el vínculo formado que: “Te apropias de la historia, te apropias del personaje pero también de la impunidad y deseas que se resuelva. Pasa que haces un problema tuyo, así es el periodismo, es imposible no apegarte”.

Alejandro Melgoza mueve sus manos sobre la mesa y no pierde el contacto visual. Es evidente su emoción ya que eleva el volumen de su voz: “Estoy convencido de que ese es el verdadero periodismo, el que es humano, el que se siente. Por eso no creo en la objetividad, desde tus primeras líneas estás definiendo hacia dónde quieres ir y desde qué punto de vista te estás manejando”.

Límites en la publicación

En cuanto a las restricciones al publicar información obtenida a través de entrevistas el reportero comenta: "Si la limitante es por la seguridad del periodista lo entiendo porque tampoco se puede ser héroe, uno sirve más vivo que muerto, hay que pensar las cosas también en ese lado, con cabeza fría”. De nuevo coloca su mano derecha en la mesa, separa los dedos y comenta al tocar dos de ellos: "Hay dos métodos, firmar en anonimato, por parte de la redacción o pasar tu información a un reportero de confianza.

La información puede ser anónima, puede estar firmada por la redacción pero muchos periodistas a veces no quieren porque dicen: ‘¡No, es mi trabajo!’ Sí, pero hay un contexto peligroso y además no eres tú el punto, lo importante es la información y que se denuncie públicamente.

A veces, lo que puede hacerse es pasar la información a otros reporteros, nunca hay que quedársela. Esto es muy importante ―disminuye la velocidad de su hablar y en tono de burla niega con la cabeza― los reporteros estrella no existen, hay que trabajar en equipo y lo importante es que salga la información no que tú te hagas famoso". Alejandro Melgoza dice estar convencido de que: “El periodismo no se hace de manera individual. El futuro del periodismo es en equipo”.

Cuando la persona entrevistada pide que se censure algo: "La decisión se debe acatar porque debe haber una protección de la fuente. Quizá te puede conceder ciertas cosas pero se debe respetar el anonimato siempre que lo dejen muy claro y sobre todo, que haya razones ―levanta las cejas―. Cuando se oculta a la fuente es importante explicar al lector el porqué”.

Acercarse con las fuentes

El también colaborador de Vice y Time Out, menciona que cuando una persona accede a hablar es porque, la mayoría de las veces, valora el trabajo que realiza el periodista. Hace una pausa, mira hacia el ventanal de la sala y continúa: “No todos, pero por ejemplo, los policías verán tu trabajo y van a confiar. Tres de mis fuentes de la policía confiaron en mí cuando vieron lo que publicaba y cómo protegía las identidades. Uno de ellos me dijo: ‘Es que, pinches reporteros, les dices no me pongas y los pendejos lo hacen’.

Y sí es cierto, algunos mencionan el nombre de la persona pero si no te dan permiso no empleas su declaración ―levanta los hombros y mueve su silla de izquierda a derecha―, así de simple. Si no te conformas con el anonimato entonces no incluyes nada de lo que el entrevistado dijo. Ese vínculo solo se logra con tu trabajo, pueden darte información la primera vez pero si ven que lo que publicas no corresponde con lo que acordaron ahí se rompe con la fuente, siempre debe haber honestidad”.

El momento de la redacción

Desde sus años de preparatoria Alejandro Melgoza disfrutaba redactar: “Iba a estudiar medicina, pero a mí siempre me gustó escribir, no ficción, sí con el estilo de la literatura pero no ficción. Le comenté a un maestro y entonces me habló del periodismo”.

El editor web de Variopinto comenta que tras realizar una entrevista lo primero que se debe hacer es escribir los detalles pequeños. También asegura que con la práctica: “Se aprende en dónde está la materia prima, mientras más te acercas a la noticia y accedes a la información tienes un contexto claro de lo que está pasando. Puedes empezar a hacer toda la historia en tu cabeza, como una novela o una película. Así, cuando escuchas las grabaciones ya sabes qué declaraciones te servirán y cuáles no”.

El autor del reportaje “El cinismo del Mili, un militar feminicida” recalca la importancia de leer y asegura que los reporteros a los que les es más difícil redactar entrevistas u otro género periodístico diferente a la nota es porque solo ven cosas relacionadas con periodismo: “Se debe leer, literatura, novelas, ensayos. Solo al leer se entienden estructuras, como las de las películas.

Te voy a poner un ejemplo. Una película inicia con un close up, se va abriendo la toma y se ve a una mamá ―Melgoza Rocha forma un rectángulo con sus dedos para simular una cámara y mira a través de él―. Y por ejemplo, el inicio de un reportaje tendría una descripción: ‘La mujer tiene el cabello de tal forma, y sus ojos son de esta otra. Está sentada y pasa con la yema de sus dedos el expediente’… Ahí se va abriendo la toma ―se recarga por completo en la silla, y esta se mueve hacia atrás, sus manos aún cumplen la función de una pantalla imaginaria―. Siempre hay que visualizarlo así, como una narrativa.

También menciona que escribir no es algo que se aprende de manera solitaria, sino en un trabajo conjunto con editores: “Siempre hay que tener humildad y acercarse con las personas que saben más que tú o con aquellos que admiras para que te corrijan. Hay que tener siempre la iniciativa de acercarse, de escribir, de proponer”.

Distintos entrevistados, diferentes comportamientos

Alejandro Melgoza disfruta entrevistar a músicos y artistas pero prefiere trabajar con víctimas de injusticias: “Tiene que ver con la convicción de lo que quiero que se denuncie y quiero señalar a los culpables”. El periodista que también ha colaborado en Máspormás comenta que con los entrevistados:

“Se debe mantener un perfil de iguales, finalmente somos personas normales. Ser periodistas solo nos permite hacer una cosa: empoderar la voz de los ciudadanos. Sí creo que el reportero debe de ponerse al nivel porque no es ninguna autoridad intelectual ni nadie para denostar, haces tu trabajo, eso no permite que te eleves. Así como se convence a un editor para hacer una historia también se debe convencer a la fuente porque ser periodista no te da ningún título que diga que eres honesto o sincero”.

Melgoza Rocha aclara que la situación cambia por completo cuando se entrevista a algún especialista o a un personaje reconocido. Recargado por completo en el asiento dice estar de acuerdo con lo que menciona el periodista Jorge Ramos: “A algunos personajes sí hay que atacarlos”.

“Eso no significa que no cuestiones la información que una víctima te dé. Sin embargo, la postura sí debe cambiar, uno no puede ser suave con ellos porque ellos no los son. No quiero estigmatizar porque si algo he aprendido en este trabajo es que hay funcionarios, policías y mucha gente que son la excepción. Pero ir con personajes alzados a quienes casi tienes que perseguir para que te den la entrevista, ¿y te quieren pendejear? No, por eso digo que debes ser duro”.

No es lo mismo entrevistar a ciertos personas, ¡para nada! ―se separa del respaldo y regresa a la parte delantera de la silla―. Cuando te enfrentas a una autoridad algunos tienen todo un antecedente y puntos cuestionables por eso huyen de las entrevistas, como los fiscales o los subprocuradores de fiscalías.

Melgoza Rocha afirma que cuando se entrevista a un escritor también se debe marcar cierta distancia: “Como medida de respeto a la fuente siempre hay que leer su obra. Llegar para preguntar: ‘Cuénteme, ¿de qué trata su libro?’, es la mayor pendejada que uno puede hacer. Al hacer una pregunta así el escritor te va a ver para abajo. Con ellos hay que ponerse casi en el mismo nivel intelectual, saber preguntar cosas importantes del libro, datos nuevos, refutar. Si lees vas a tener la oportunidad, sin necesidad de ser un intelectual, de obtener una respuesta nueva que quizá no tenga que ver con un libro pero sí con algo que no se haya dicho antes”.

Ante la distinción del Premio Nacional de Comunicación José Pagés Llergo 2015 el periodista se siente contento principalmente porque dice: “Revivió el caso de Syama”; pero afirma: “Hay que creérselo pero no tanto porque se pierde el piso, el laurel es solo un día, es importante seguir trabajando porque hay más notas, más historias que contar”.
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SIMPATÍA POR EL DIABLO


Por Brenda Paola Álvarez Rivera y Marlon Alexis Vázquez Alarcón
México (Aunam). Nueve treinta de la mañana. Los estudiantes, caminan entre los pasillos para llegar a sus destinos, quieren ganar banca para reposar mientras escuchan la cátedra del profesor. Chamarras, gorros y suéteres los arropan. Mientras, el viento no deja de soplar sus rostros llenos de ojeras.

Las bocas de los jóvenes pupilos expiden humo y éste se disuelve en el viento helado, sus cuerpos sucumbidos y temblorosos por el frío apenas comienzan a sentir como los cálidos rayos de sol llegan a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En uno de los "Jardines digitales" se encuentran sentados diez individuos, entre los edificios A y B. Uno de ellos decide sacar una pequeña bolsa transparente que contiene trozos de una hierba verde con un aroma peculiar. En seguida, la vista de sus amigos delata el gusto por lo que hay dentro; como si sus pupilas se dilatasen ante un halo de luz.

De playera negra, bermudas color beige y mirada desolada, un alumno toma un cuaderno de su mochila, con sutileza arranca una hoja de papel, la extiende sobre sus piernas y toma uno de los trozos de su planta. Cuidadosamente la muele hasta que queda hecha polvo. La desmenuza hasta no poder más, quita poco a poco las ramas y los coquitos con tal de que su “gallo” no vaya chueco o cueste trabajo prenderle fuego.

Con una mano toma una hoja de cáñamo, conocida como “sábana” y procura que el lado del pegol se posicione en el lado izquierdo para poder deslizar con mayor facilidad la lengua. Ya con la envoltura en dicha posición, vierte la hierba y la envuelve como a una mujer en sus brazos. Continua con el paso más importante, mojar el porro, tan sólo un breve beso basta para que quede en el punto preciso, pasa su lengua y procura que ésta termine de enrollarla por completo. Despacio pero eficaz, en un sólo instante consigue su cometido, como si fuese un acto de amor erótico.

Estrés, tareas, problemas personales o simple gusto pueden ser los detonantes para que todos prueben de a ratitos la hierba que les dará tranquilidad o un viaje celestial, sólo por un instante. Además, les brindaría colores y emociones en una mañana tan gris como esa.

Mientras tanto, una pareja de novios del mismo conjunto de amigos, yace acostada en el pavimento con la mochila bien puesta como almohada, no pierden ningún segundo de sus vidas y sin pudor se dan muestras de afecto. Gustan de manifestar su amor por medio de besos, abrazos, caricias y, por qué no, un discreto arrimón, con tal de darse algo de calor.

Los juegos también están presentes en dicho grupo. “¡Bolita!”, uno de los diez estudiantes está de pie y grita a sus amigos que están cerca de su cancha de futbol imaginaria. Tan sólo tienen un balón azul con amarillo que los divierte ante la espera de su turno. La mota que está a segundos de ser tocada por las diez bocas presentes.

“Pásala güey, me toca quemarle las patas al diablo”, “No te la acabes cabrón, todos nos queremos dar a la Mary Jane”, expresan los individuos al joven con la mota en mano. Poco a poco el fuego consume al porro, el humo rápidamente inunda el espacio estudiantil y los ojos de los jóvenes se tornan cada vez más rojos, sus miradas se van perdiendo lentamente.

De pronto, el ambiente cálido ocasionado por el fuego del porro se fusiona con el frío de una bebida fermentada en agua con cebada, uno de ellos saca una lata de cerveza Indio Pliser de su mochila. Frota la anilla de aluminio para destaparla con la mano cubierta por su suéter. Da un trago y se la pasa a su amiga del cabello teñido de color verde amarillento y raíz negra, es notorio el deslavado del tinte.

El consumo de estas sustancias se presenta cotidianamente sin que alguien se alarme, ya no es un acontecimiento, es un simple hecho que pasa desapercibido por su carácter de cotidiano. El olor a marihuana es tan común y característico de la FCPyS como el de los baños sucios o el olor a café recién hecho.

Ahora, el porro se ha terminado, el tiempo se ha agotado. El sol finalmente invade toda el área destinada al break de los estudiantes. Algunos ya comienzan a levantarse y despedirse uno de los otros. Las manecillas del reloj apuntan a las once horas, es hora de otro cambio de clase.






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LA GRISÁCEA POLAKAS

Por Cinthya Fernanda Salas Bonola y Alan Antonio Peralta Monroy
México (Aunam). Hay ojos en la entrada, ojos al salir del baño, ojos detrás de varios edificios. Todos disímiles, los hay redondos y ovalados; gigantes, grandes y módicos. Son de mujeres, de hombres, duendes, pájaros o de calaveras. Los hay mientras se desayuna, almuerza o cena. Sus matices son distintos, su causa sólo una: combatir el gris lánguido.

Diez treinta de la mañana, jóvenes suben y bajan escaleras de forma apresurada para llegar a su destino, una serpiente emplumada los acompaña; no es un monstruo, tampoco están en el inframundo, es un mural en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Todos los días, estudiantes, profesores e invitados caminan por allí. La inclinada rampa de acceso los agota. Ocupan sus salones de 7 de la mañana a 10 de la noche, se pasean entre sus gélidos pasillos y altos edificios, todo junto con múltiples personajes creados y recordados por generaciones que se han dado a la tarea de plasmar su ideología, gustos y colores en las paredes de “Polakas", como le dicen coloquialmente sus propios estudiantes a la Facultad. Para muchos, su segunda casa.


Los murales son diversos, las preguntas sobre sus orígenes, nulas. El responsable de plasmar un colibrí verde esmeralda en la entrada del edificio A, es desconocido; el tiempo que llevan personajes como Zapata o Marx pintados en un fondo amarillo canario por uno de los pasillos, también.

¿Qué permiso se necesita para poder trazar el cuadro de unas mujeres desnudas en la cafetería? o ¿a quién se le pide autorización para pintar algo “chingón” dentro de éste recinto académico?

Servicios Escolares aparece como la promesa a resolver el cuestionamiento. En las oficinas de esta división de atención a la comunidad universitaria, hombres y mujeres del personal departen en voz baja y apresurada sus ocupaciones, esto funciona como un muro que los separa de los preguntones, de los que necesitan un minuto de su tiempo.

Un hombre bigotón de pantalones y camisa azul naval, al notar la presencia de extraños, atravesó aquel muro. Ante la interrogante, se apresuró a mencionar el edificio G y sin más, dio media vuelta y se alejó tan rápido como sus aproximados 50 años se lo permitieron. Diez cincuenta de la mañana, ahora se sabe gracias a una cabellera anónima con abundantes canas que el personal del A, el edificio donde hay más pintas, no es responsable de ninguna de ellas.

El grisáceo nuevo destino con puertas cristalinas, parece desolado. La recepción sin personal invita al explorador a adentrarse al edificio, a tomar las riendas de la búsqueda. La confusión surge al avanzar entre las listas de los profesores en formato Excel y los coloridos carteles de actividades extracurriculares. No hay para dónde ir, puertas selladas y caras impasibles que caminan en dirección contraria, indican una sola dirección: en línea recta.


Cabello quebrado teñido de rubio, ojos sosegados, demasiado claros, vestimenta negra, una corta cola de caballo, aproximadamente uno sesenta y cuatro metros de estatura, todo seguido de una sonrisa. Paola Segura es su nombre. La docente del edificio G que se preocupa por asistir a aquellos con dudas sobre actividades culturales en la Facultad.

Un sticker de un perro ennegrecido se mira en una pared de la biblioteca vista desde la explanada alta, otro de forma circular que publicita una radio independiente se multiplica en baños y salones; dibujos mal hechos adornan diferentes paredes de la Institución, como una calaca bullendo a medio pintar en la planta baja del edificio B, o una imagen de un papel picado mal grafiteado a las afueras de la misma construcción.

Sin embargo, no cualquiera puede llegar a pintar como se le dé la gana, es forzoso mostrar un proyecto previo, o al menos eso es lo que estipula el reglamento de “Polakas”, pero no es así, debido a que éste es ignorado cínicamente, o en su caso, desconocido por la población estudiantil. Las pequeñas calcomanías y pintas con aerosol abundan con alguna consigna en especial, todo basado en una ideología.

A todo este tipo de rayones se les denomina ilegales, pues no cuentan con la autorización de la escuela, y si algún alumno es sorprendido en dicho acto, tiene un castigo: la expulsión del plantel por dañar parte del patrimonio universitario.

Pero no todos los dibujos, personajes y consignas están concebidas con plumones permanentes, que a la brevedad se tornan de color negro a café o de aerosoles mal utilizados que escurren por las paredes. Los murales, por otro lado, han sido pintados por artistas, con proyectos creados por el alumnado de todas las carreras de la Facultad.

Así la población académica de Ciencia Política, Sociología, Ciencias de la Comunicación y Relaciones Internacionales, puede colaborar en las convocatorias para dar color a “Polakas”, que tiene como base el color gris en todas sus edificaciones, por dentro, por fuera, también en las dos explanadas, en el pequeño estacionamiento, tanto de estudiantes como de maestros.


El proyecto dedicado a financiar los murales de la Facultad, que posee la colaboración del Circo Volador, hizo posible la presencia de criaturas rojas, amarillas y azules con cuerpos circulares y rectangulares de cabellos quemados, con caras cubiertas e ideales revolucionarias, afuera del edifico A, que vigilan uno de los puntos más concurridos para sacar copias dentro de dicho recinto.

El mural oblicuo perteneciente a la rampa de entrada aparenta una vida de varios años ahí pintado, sus colores purpúreo, albino y carmesí, están desgastados, pero en realidad no es viejo, lleva de tres a cuatro años plasmado.

Los murales dan personalidad y vida a una escuela de ideología estereotipada como de alma roja y esqueleto gris. Pueden congregar alumnos al participar en su creación o distanciarlos al explicar su forma de pensar. Recorrer “Polakas” a cualquier hora ofrece ésta reflexión y ésta experiencia artística, entre arboledas y piedra volcánica, entre ojos humanos y de criaturas fantásticas.



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EDITOR DE MEDIOS: EL REPORTERO DEL REPORTERO

  • Periodistas comparten su experiencia en seminario organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM
Por Mariana Gaona
México (Aunam). “Nosotros estudiamos periodismo para algo más que sacar videos en Youtube”, expresó Esteban Román, subdirector de opinión del periódico El Universal.

El también ganador del Peabody Award, aseguró frente a los estudiantes de periodismo: “creo que queremos cambiar el mundo, o esa debería ser su aspiración.” Asimismo recordó la emoción de saber que la publicación de una nota puede cambiar la vida de una persona.

Sobre la credibilidad de un medio, consideró primordial no mentir o no consignar en el titular algo que no está en el texto de la nota. Además afirmó que ser amarillista es perjudicial, porque a largo plazo el público se da cuenta y deja de leer la publicación.

Detalló que un error mínimo en una palabra puede hacer que la gente descalifique todo el trabajo previo. Y aunque ya existen máquinas capaces de generar noticias con los resultados deportivos, apuntó que aún no existe una que sepa cómo titular de mejor manera una nota periodística.

Román confirmó que gracias a Internet el consumo de medios tradicionales cada vez es menor. Durante su estancia en el diario estadounidense The Wall

Street Journal, se sorprendió porque “ellos tampoco saben lo que va a pasar, no saben si van a desaparecer dentro de diez años. Y estamos hablando de un periódico que vende más de un millón de ejemplares al día.”

El trabajo de un editor


Esteban Román mencionó que según un director dentro del periódico, el buen editor de medios escritos es el reportero del reportero.

Carlos Morales, editor de opinión de El Universal, destacó que para editar es necesario tener interés por la información, gusto por la cultura general, la buena redacción y el idioma: “primero lee su medio, luego la competencia y después, ¿por qué no?, algo de su agradado.”

Aseguró que debe planear los textos que serán publicados al menos con una semana de anticipación, encargar textos a los reporteros, además de revisarlos y corregirlos. Sobre todo , debe pensar en el lector.

Desde su perspectiva, los contenidos deben ser originales, además de estar bien hechos y bien escritos. “La palabra es nuestra herramienta principal”, finalizó .




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16 de marzo de 2016

RAPTORS ACABÓ CON EL INVICTO MAYA

  • El equipo prehistórico derrotó 13-9 a los Mayas
Por Gael González Flores
México (Aunam). Los líderes absolutos de la Liga Profesional de Fútbol Americano, los Mayas quisieron conservar su racha ganadora al enfrentarse contra los Raptors, equipo al que le ganaron en el primer partido de la Liga. Sin embargo, se toparon con un equipo cuyo desenvolvimiento dentro del emparrillado ha ido de menos a más.


Con la motivación de haber conseguido el primer triunfo en su historia, los dinosaurios saltaron a la cancha del Estadio Jesús ‘Palillo’ Martínez para detener el gran paso del conjunto prehispánico.

El equipo albiazul, por su parte, llegó a este cotejo con los líderes en pases de anotación y en intercepciones, en las personas de Marco García y Jordi Saldaña respectivamente.

Sin embargo, el equipo albiverde demostró que los números no juegan y luego de ir abajo en el marcador 9-6 hasta la pausa de los 2 minutos del último cuarto, el quarterback de los Raptors comandó la serie con la que le dieron la vuelta al marcador.

Con menos de 40 segundos en el reloj, David Rosales terminó con el invicto de los Mayas y de paso con la oportunidad de clasificar al partido por el título con dos semanas de anticipación al acarrear el balón 10 yardas hasta la zona prometida.

"Fue un partido muy cerrado y ahora nos tocó hacer la jugada grande para ganar el partido y aquí estamos alzando la mano para demostrar de lo que somos capaces", comentó Rosales al finalizar el encuentro.

Asimismo, el entrenador en jefe del cuadro albiverde, Rafael Duk se mostró feliz con la victoria: “Me gustó mucho el carácter de los jugadores, estoy muy contento por este triunfo en el que demostraron la ambición que tienen”, finalizó.

A la par, el Head Coach de los Mayas, Ernesto Alfaro, reconoció las fallas de su equipo: “Enfrentamos a un rival con talento, nosotros no hicimos lo suficiente para ganar. No es momento de pensar en la final, el juego más importantes es el que sigue”, recalcó.

Con este triunfo, Raptors dejó empató a Eagles en el segundo lugar general, equipo al que enfrentará el próximo domingo en un encuentro que será clave para definir al equipo que, seguramente, peleará contra los Mayas por el título de la Liga Profesional de Fútbol Americano.



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14 de marzo de 2016

CUANDO LA MUERTE SE CONVIRTIÓ EN LIBRO

Por Raúl Gerardo Parra Rosales
México (Aunam). Es cuarto para las 20:00 horas. El ambiente es una auténtica verbena universitaria; una oda a la feminidad y a la muerte. El motivo: la presentación del libro XVIII Festival Universitario de Día de Muertos: Tzompantli a Frida Kahlo en el marco de la XXXVII edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM).

De izquierda a derecha: David Vázquez Licona, Helena López González, Iván Astudillo Reyes y Eduardo Guerrero Villegas.

En un hecho atípico, y a pesar de no estar en los primeros días de noviembre, unas horas antes, alrededor de las cinco de la tarde, diversas catrinas comienzan a desfilar por los pasillos y el patio central del Palacio de Minería. Su presencia altera la relativa tranquilidad propia de una feria del libro y dota al ambiente de cierta solemnidad. Una hora después, una hilera de personas se reúne en torno a la sala conocida como “La Capilla”, ubicada en el segundo nivel del recinto.

La primera edición de la FILPM, auspiciada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se realizó en 1980. Diecisiete años más tarde se instauró otra celebración de inmediato arraigo puma: el Festival Universitario de Día de Muertos, mejor conocido como la Megaofrenda. Desde entonces se han consolidado como las dos festividades más esperadas por la comunidad universitaria y hoy convergen en un recinto que les es propio.

Las catrinas ascienden por la escalinata central con la parsimonia que requiere su papel. El colorido de sus atuendos contrasta con la dualidad cromática de su rostro. Llevan vestidos blancos, negros, amarillos, azules y, algunas, trajes de charro. Un sombreado negro recubre el perímetro de sus ojos y en las mejillas usan maquillaje que simula profundidad. Portan sombreros con plumas alargadas de diversos matices.

Pasan los minutos y la fila ya abarca la primera escalera del patio central del Palacio, está a punto de llegar a la planta baja. El ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente sube con sigilo y pasa inadvertido. Los asistentes lucen emocionados, el brillo de sus ojos se percibe a varios metros de distancia. A quienes colaboraron con algún texto para la antología les entregan un papel que los hará acreedores a un ejemplar del libro.

En un parpadeo, antes de la 19:00 se permite el acceso al recinto con un aforo de un centenar y medio de personas. La procesión ingresa lentamente. En la pared frontal hay una imagen de la Virgen de Guadalupe rodeada de ángeles; la resguardan dos estatuas de mármol. En el techo hay dos frescos cuadrangulares que representan pasajes bíblicos.


Instantes después aparece un trío norteño que ameniza la presentación y encabeza un contingente de catrinas y funcionarios de la UNAM. Se trata de David Vázquez Licona, subdirector de Formación Artística y Cultural; Helena López González, secretaria académica del Programa Universitario de Estudios de Género; Eduardo Guerrero Villegas, director general de Atención a la Comunidad; e Iván Astudillo Reyes, abogado general de la Universidad. El público los recibe con entusiasmo.

Fiel a su nombre, la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería nunca ha cambiado de sede, mientras que la Megaofrenda ha alternado entre Las Islas, el Estadio Olímpico Universitario y el Espacio Escultórico. En este último lugar se llevó a cabo la edición de 2014, que es la que retrata el libro.

David Vázquez toma el micrófono y presenta a sus compañeros del presídium. Las líneas que dividen el pasado y el presente se desvanecen de inmediato. Los dos años que separan al festival mortuorio de su libro conmemorativo se esfuman y ambos convergen en “La Capilla”, ante la atenta mirada de una sala rebosante.

Helena López González se adueña de la palabra y en honor del programa que preside hace una exaltación del feminismo y de Frida Kahlo. Con un discurso estremecedor, destaca el papel que desempeñó la pintora y poetisa en la lucha por los derechos de las mujeres mexicanas durante el siglo XX. Una asistente se contagia de la emotividad de su intervención y le cede el asiento a una madre con sus mellizos.

Eduardo Guerrero agradece la participación de la comunidad universitaria en el concurso para la selección de los textos que más tarde conformarían el libro. Le sigue Iván Astudillo, quien cierra con broche de oro destacando el papel de la mujer en la sociedad mexicana.

Al culminar la presentación, cada colaborador del libro recibe el ejemplar que le fue prometido. En él hay crónicas, notas y entrevistas que versan sobre el altar a Frida Kahlo. El escenario es de júbilo absoluto, la unión de las dos máximas celebraciones universitarias no podía ser de otra forma. Para dejar claro a qué institución pertenecen, antes de abandonar el recinto, los asistentes levantan el puño y entonan al unísono un ¡Goya! que resuena hasta Tacuba.




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VISITANTES DISTINGUIDOS EN LA LIGA PROFESIONAL DE FÚTBOL AMERICANO

Por Gael González Flores
México (Aunam). Shayne Skov y Corey Lemonier, jugadores de los 49ers de San Francisco estuvieron presentes en la Semana 4 de la LFA.

El Estadio Jesús ´Palillo´ Martínez recibió la visita de los jugadores de la NFL Shayne Skov y Corey Lemonier quienes expresaron su opinión de la naciente Liga Profesional de Fútbol Américano en México.


"Tener una Liga Profesional en México era el siguiente paso necesario, es una gran noticia porque sabemos que la conexión del público con el futbol americano es muy fuerte aquí", afirmó el linebacker Shayne Skov.

Skov se mudó a Guadalajara durante sus primeros años. En la Perla Tapatía comenzó a practicar el deporte de las tackleadas por lo que el desarrollo del fútbol americano de nuestro país alegró al jugador de la NFL: "Veo a la Liga como algo serio y bien organizado, es el primer año, pero veo elementos para que tenga un buen futuro", finalizó el ex jugador de los Carneros de Guadalajara.

Ambos jugadores firmaron autógrafos con los aficionados que se dieron cita para presenciar el encuentro matutino entre Eagles y Condors. Asimismo, Skov y Lemonier convivieron con niños dentro del programa “Diviértete, Aprende y Convive (DAC)”, que tiene el fin de buscar talento deportivo en México

"Queremos contribuir al crecimiento del futbol americano en México y tenemos la intención de hacer un esfuerzo permanente todos los años para lograrlo", finalizó Shayne Skov.


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PRIMERA BLANQUEADA EN LA LFA

  • Eagles cobró revancha del juego de la primera vuelta
Por: Gael González Flores.
México (Aunam). Eagles y Condors abrieron la jornada matutina y la segunda vuelta de juegos de la Liga Profesional de Futbol Americano. Ambos con un juego ganado por dos perdidos buscaron enfilarse rumbo a la final del próximo 10 de abril.



El primer enfrentamiento entre estos dos equipos terminó con saldo a favor del equipo negro y oro. 30 puntos a 28 dejaron con mal sabor de boca al conjunto emplumado que se quedó con la espina clavada en el ala.

Mario Castelán, corredor del equipo de Eagles, guió el vuelo de su escuadra rumbo a la victoria tras anotar en dos ocasiones. Con esto, se colocaron como un candidato a disputar el partido por el título de la primera Liga Profesional de Fútbol Americano de nuestro país.

“No podíamos caer dos veces contra el mismo equipo, las cosas nos salieron muy bien hoy y se dio el resultado, ahora debemos mantener la dinámica ganadora", apuntó el mariscal de campo de los Eagles, Raúl Mateos.

Mateos quien también anotó en la victoria 19-0 sobre los Condors manifestó su alegría porque su equipo está “cerca de alcanzar el nivel deseado, estamos para pensar en lo más saltó”, finalizó.

El Head Coach del conjunto rojiblanco, José Antonio Sandoval mencionó que el resultado fue engañoso respecto al desarrollo de su rival: "Fue un encuentro difícil, aunque el marcador pudiera parecer tranquilo, no fue así. Estoy contento con el desempeño de la defensiva y ahora debemos enfocarnos para el próximo juego; queremos seguir divirtiéndonos, pero la mejor forma de hacerlo, es ganando".

En la trinchera de enfrente, Enrique Zapata señaló la dificultad con la que enfrentarán los dos últimos encuentros: "Hoy movimos el balón, el equipo está funcionando hasta cierto punto, pero nos falta dar el siguiente paso, ha sido una temporada muy física, pero debemos seguir adelante".

Los Condors se jugarán su última posibilidad de avanzar al juego por el campeonato la próxima semana ante Mayas, por su parte, Eagles enfrentará a unos enrachados Raptors en un encuentro que promete sacar chispas.





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