LA VENTA DE LO ILÍCITO EN EL TIANGUIS DE EL SALADO

Por Tania Olmos Martínez
Ciudad de México (Aunam). Desde las 6 de la mañana las cajas de cartón café salen de los tráileres y camiones de cagar, para ser vendidas a bajos costos. En el transcurso del día, los comerciantes venden la mercancía que contienen las cajas pero al menudeo. Esto ocurre todos los miércoles, en los límites de la delegación Iztapalapa y El Estado de México, en la colonia Santa Martha Acatitla: exactamente en el tianguis de El Salado.


Los vendedores del tianguis tienen por lugar de trabajo las calles aledañas a las unidades habitacionales “La Concordia” y “Fuentes de Zaragoza”. En un sondeo aproximado, hecho en el último bimestre de 2014 por el Delegado Felipe Serralde Xolalpa (representante de la comisión tianguistas en ese momento), los comerciantes sumaban la cantidad de doce mil vendedores.

Este tianguis comenzó a instalarse en 1975, pero fue hasta 1988 cuando la Delegación Iztapalapa otorgó el permiso de operación con tiempo indefinido a los vendedores. Esto les ha permitido incrementar su espacio sin ningún problema. Hoy El Salado abarca parte de las avenidas principales: Ignacio Zaragoza, Octavio Paz y la avenida Texcoco, así como algunas calles de las colonias, Jesús Carrillo y Francisco César M.

Chácharas, o accesorios de segunda mano, son los productos básicos que se pueden adquirir en El Salado. Sin embargo, la mercancía ilícita como la fayuca y la piratería son los que le han dado fama a este tianguis. Muestra de esto es el último cateo que hizo la Policía Federal en 2008 en este lugar, con el fin de confiscar esta mercancía de dudosa procedencia, lo cual se registró en un estudio que hizo la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), que se publicó en El Economista el 14 de mayo de 2008.

Este cateo sólo fue para eliminar la piratería interna, porque con el resto de los puestos no intervinieron. Una vendedora de calzado, Jennie Arrollo Torivio, narra lo que ocurrió en 2008 “Los agentes de la Policía Federal entraron por la avenida Ignacio Zaragoza y alzaron el cateo antes de la unidad habitacional La Concordia donde están los puestos de refacciones automotrices, y sólo alzaban los puestos de tenis, ropa, perfumes, relojes, etcétera”.

Hoy en día el recorrido de este tianguis puede llevar más de cuatro horas, ya que es considerado el segundo tianguis más grande de Latinoamérica según un estudio que hizo la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF), que se publicó en El Economista el 14 de mayo de 2008.

Tras un sondeo de opinión aplicado a 150 personas el día 20 de mayo, resultó que la mayoría de los compradores visitan El Salado por la magnitud del tianguis y la variedad de productos que se pueden encontrar a bajo costo. Eduardo Estrada de 23 años, consumidor de la mercancía del tianguis, afirma que ha comprado tenis de las marcas Nike y Adidas en menos de $500.00 pesos, y que recurre con frecuencia a este lugar.

Compra y venta de los productos

Desde el puente del metro Acatitla de la línea A, se ve el paisaje de los puestos cubiertos por techos de lonas de color amarillo, blanco, rojo, azul y algunas verdes, es un collage de plásticos. Este metro es otro punto de referencia para ubicar el tianguis de El Salado, ya que al bajar las escaleras y salir de las instalaciones están los vendedores de los puestos cercanos para ofrecer su mercancía.

Al bajar las escaleras del metro parece un tianguis cualquiera, pues hay puestos de todo tipo: de ropa nueva, pantalones y playeras de estampados fluorescentes; un señor de piel morena vende pintura, y llena el espacio con olor a thinner; y la señora del mandil de cuadros rojos ofrece quesadillas y gorditas a cada persona que pasa a su lado. Pero después de todos esos puestos están los productos piratas.

Hay productos con etiquetas originales de marcas registradas como Nike, Vans, Rolex, Zara, Aeropostale, entre otras, pero todos son de dudosa procedencia porque tienen un bajo costo. Mientras otros, que son de las mismas marcas, son piratería, se nota en el material de baja calidad: plastificado, poco resistente y sin etiquetas.

Este tianguis tiene un gran impacto en el comercio de mercancía ilícita, por su magnitud y popularidad. Esto según un documento sobre el Tianguis El Salado, elaborado por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) y publicado en El Economista el 14 de mayo de 2008, con el título: “SSP-DF detecta 40 ‘focos rojos‘ en El Salado”.

En ese artículo también se hace mención de algunos de los productos que son ilícitos o piratas y que se venden en el tianguis, entre estos, el de mayor demanda son los tenis, sin importar la marca. Respecto a esto, dice Manuel Montoya, vendedor de tenis pirata: “Hay algunos que según se la saben y le dan una revisión a los tenis, pero hay otros que sí los compran así como están”.

Este comerciante de 39 años confirma que la mayoría de su mercancía la adquiere en los tráileres y camiones que llegan entre cinco o seis. Declara que él, como muchos otros, sabe que estos camiones son de procedencia ilegal, que son productos robados.

La mercancía ilícita es palpable en los productos que se venden por la clase de material, por los costos o porque el propio vendedor lo ofrece como robado: “Es robado, pero de marca, ¡bara, bara, carnal!”

En una nota publicada por el periódico La Jornada el 28 de abril de 2007, se hace énfasis en que la mayoría de lo que se vende es robado, y además se afirma la venta de armas en el tianguis de El Salado. También habla del consumo de drogas, la venta de bebidas alcohólicas, entre otras actividades que son delictivas e ilegales. De esta forma, se reafirma qué es lo que se vende en este lugar.

Los consumidores de este mercado de pulgas (como también se le conoce al tianguis), deben saber cuál es la distribución del tianguis. Esto porque existe una división por el tipo de mercancía que se vende: en algunas avenidas se vende ropa americana, en otras calzado y ropa, en otra sólo autopartes, y por último la sección dónde venden de todo: muebles, comida, legumbres, chácharas, etcétera.


Distribución de la mercancía

La división más grande del tianguis está en el metro Acatitla, específicamente debajo del puente: en un lado se distribuyen las autopartes y en dirección contraria están los puestos de ropa y el calzado; además en la avenida Texcoco está el tianguis de frutas, verduras, artículos de segunda mano, entre otros productos comunes que se encuentran en los mercados de pulgas.

Hacia la avenida Octavio Paz y Texcoco comienza la venta de autopartes y de mobiliaria: llantas, mesas, sofás, sillas, motores, etcétera. Esta sección abarca los alrededores de las unidades habitacionales “Fuentes de Zaragoza”, “Solidaridad El Salado”, “Concordia Zaragoza” y “Ermita Zaragoza”.

El asfalto de las calles esta tapizado de metales embarrados de grasa negra colocados sobre telas rojas. Pocos puestos de estos cuentan con lona, por lo que a partir de las 11 de la mañana los vendedores deben soportar los rayos del sol. Espacios más grandes son ocupados por salas familiares, comedores e incluso electrodomésticos y alfombras, algunos muestran su creatividad y cuentan con decoraciones de interiores.

Además de los puestos fijos de ropa, tenis, muebles, etcétera, están aquellos que cuentan con llantitas para moverse entre los pasillos del tianguis. Son los que van de un extremo a otro, pasan por todos los sitios, ofrecen sus productos y esperan que los compren. Carritos de comida como elotes, caldos, tortas y tacos, también están los de bebidas: aguas de piña, jamaica, naranja, horchata, tamarindo, y micheladas o cervezas.

Al otro lado de la división en la avenida Ignacio Zaragoza y Jesús Caramillo, está la venta de todo tipo de ropa: usada y nueva, original o pirata. Marcas como Nike, Adidas, Vans, Zara, Aéropostale, Mizuno, Assics, se encuentran aquí. En montañas de ropa usada o americana termina el tianguis en Ignacio Zaragoza, después de esto la avenida se convierte en estacionamiento.

No cualquiera puede llegar y colocar un puesto fijo en El Salado. Hay normativas que se tienen que seguir. Primero se debe contactar a los delegados (Internos y externos), que son quienes administran el espacio y el pago semanal de los comerciantes, quienes verán qué tan productivo podría ser tu puesto y con base en ello darte un lugar o ponerte en la lista de espera, información que arrojó la investigación Trabajo, identidad y Acción colectiva en el Trabajo no Clásico, publicado en julio de 2012 por el doctor José Luis Gayosso,

La razón de la vigencia


“Bara, bara, bara, ¿Qué buscabas? ¿Qué marca?” Esta es la frase que repiten algunos vendedores para ofrecer sus mercancías y obtener ganancias suficientes para poder cubrir su cuota semanal de $2, 500.00 pesos, la cual cobran antes de la 1 de la tarde todos los miércoles. En una entrevista, Jennie Arrollo Torivio dueña de un puesto de calzado asegura que sus ganancias son buenas, ya que para la hora que pasa a cobrar el pago semanal por el espacio del tianguis, Gilberto (no sabe el apellido), el trabajador de la administración del tianguis, ella ya tiene el dinero.

La administración interna del tianguis está llena de corrupción, esto lo asegura el sociólogo José Luis Gayosso en una entrevista hecha por Tania Olmos, el día 27 de abril 2016, donde dice que “es una mafia la que está dentro de este tianguis, las ganancias son mayormente para los encargados, mientras que los comerciantes tienen que competir con la mercancía de otros puestos”.

Las autoridades de la Delegación Iztapalapa no dan declaraciones respecto a lo que acontece dentro del tianguis. Se mantiene al margen de responder las peticiones de aclaración de información. Como en el Expediente: RR.SIP.1459/2014 del 14 de octubre de 2014 de Abel Trujillo Gómez, en el cual solicita saber los nombres de los responsables de las administraciones, y saber la razón de que la Delegación no sancione a los responsables por la mercancía ilícita que se vende.

Sin embargo, en dicho expediente, la Delegación aclara que si existe una mala administración en la compra o venta de espacios del tianguis no es culpa suya, ya que siguen los protocolos pertinentes. Pasa la responsabilidad al representante de los tianguis por la irregularidad de la administración del lugar.

La administración (interna o externa) sí cobra por el espacio que ocupan los comerciantes para vender en el tianguis de El Salado. Jennie Arrollo Torivio, la vendedora de calzado, dice: “Un miércoles te cobran una cantidad, y para el siguiente, sin avisarte, te aumentan más de mil pesos para la cuota”.

Sin embargo Jennie Arrollo dice, que es gracias a esa administración que existen convenios con las autoridades de la delegación para que no entren policías a realizar cateos por la mercancía ilícita. Cuenta que la última vez que se hizo fue hace más de dos años y fue a cargo de la policía federal; a pesar de esto, sí hay policías a lo largo de las calles del tianguis, pero sólo son de seguridad.

Hay una conclusión que el Doctor Gayosso hace respecto al tianguis de El Salado, y dice que la situación de este tianguis respecto a la mercancía que se vende, son consecuencia de viejos convenios entre el representante y las autoridades. Por lo que la situación permanece estancada, dónde no hay operativos, ni seguridad pública mientras se cubran las cuotas cada semana.

Todos los miércoles a partir de que el sol comienza a iluminar las calles de la colonia Santa Martha, los vendedores arman sus puestos con tubos, palos, lonas y tablones, para ofrecer sus productos. Sin importar si su mercancía es robada, pirata y original, en sus manos, antes del mediodía, debe haber cientos de pesos para pagar su espacio y tener las ganancias suficientes para mantenerse.

Existen muchas razones por las cuales las cosas no van a cambiar con las administraciones, entran muchos factores sociales y económicos. Una de los factores son las condiciones de vida de las personas que habitan las unidades habitacionales que colindan con el tianguis. Son precarias y de bajos recursos, se acostumbran a la delincuencia y a un ambiente violento, este desarrollo social se encuentra en la investigación del Sociologo José Luis Gayoso, Investigación Trabajo, identidad y Acción colectiva en el Trabajo no Clásico, en julio de 2012 UAM-Iztapalapa.

La venta de la mercancía en el tianguis de El Salado¸ es vigente y seguirá así por los convenios que se han hecho con las autoridades. Con este panorama los comerciantes sólo deben preocuparse por cubrir las cuotas para seguir con los ingresos económicos que les dan sus productos.


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